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LOS PROBLEMAS EN LAS DEUDAS CONTRAÍDAS POR UNO DE LOS CÓNYUGES

EN LA SOCIEDAD DE GANANCIALES

Alvarado Guerra Marcela Julissa


Quintana Nuntón Jacqueline

SUMÁRIO: I. INTRODUCCIÓN. II. CONCEPTOS BASICOS 2.1. REGIMENES


PATRIMONIALES. 2.2.- REGÍMENES PATRIMONIALES EN NUESTRA
LEGISLACIÓN III.- EN EL DERECHO COMPARADO IV.- LA PROBLEMATICA V.-
SOLUCION SEGÚN LA JURISPRUDENCIA Y LA DOCTRINA. VI.- CONCLUSION.
VII.- BIBLIOGRAFIA

Resumen:

El instituto del Régimen de la Sociedad de Gananciales ha sido modificado


por las nuevas corrientes doctrinarias del derecho, razón por la cual se encuentra
en constante revisión y confrontación con la realidad jurídica.

Es así que la regulación del Régimen de la Sociedad de Gananciales en el


CC. de 1984, presenta algunas limitaciones, tal como no haber contemplado
explícitamente la disolución de la sociedad de gananciales por causa de la mala
administración de bienes por parte de uno de los cónyuges, perjudicando
económicamente al tercero acreedor y al otro cónyuge.

El problema abordado en el presente trabajo de investigación se denomina


“Los Problemas en las Deudas Contraídas por uno de los Cónyuges en la
Sociedad de Gananciales”, el cual ha sido estudiado y analizado desde las
distintas perspectivas doctrinarias. Asimismo, cabe precisar que por tratarse de un
tema de Derecho de Familia, nos hemos centrado en el daño que ocasiona tanto
a la sociedad de gananciales como al tercer acreedor y al cónyuge perjudicado.

Por tanto, el estudio de este problema lo consideramos de sumo valor y


actualidad, y sus resultados deben conducir a un necesario replanteamiento legal
que permita una regulación acorde con lo que establece la Legislación
Comparada

PALABRAS CLAVE: Derecho de Familia , Regimenes Patrimoniales, Sociedad de


gananciales.
Abstract

The Institute of System of community of property has been altered by new doctrinal
currents of law, reason is under constant review and comparison with the legal reality.
Thus, the regulation system of community of property in the CHD. 1984, presents some
limitations, such as failing to explicitly referred to the dissolution of community of property
because of the mismanagement of assets by one spouse, damaging economically to the
third party creditor and the other spouse.

The problem addressed in this research paper called "Problems in the debts incurred by
one spouse in community of property" which has been studied and analyzed from different
perspectives doctrine. Should also be noted that since it is an issue of Family Law, we
have focused on the damage done to both the community of property as the third creditor
and the injured spouse.

    KEYWORDS: Family Law, Property Regimes, Society of acquisitions.

2
I. - INTRODUCCION

El instituto del Régimen de la Sociedad de Gananciales ha sido modificado


por las nuevas corrientes doctrinarias del derecho, razón por la cual se encuentra
en constante revisión y confrontación con la realidad jurídica.

Es así que la regulación del Régimen de la Sociedad de Gananciales en el


CC. de 1984, presenta algunas limitaciones, tal como no haber contemplado
explícitamente la disolución de la sociedad de gananciales por causa de la mala
administración de bienes por parte de uno de los cónyuges, perjudicando
económicamente al tercero acreedor y al otro cónyuge.

El problema abordado en el presente trabajo de investigación se denomina


“Los Problemas en las Deudas Contraídas por uno de los Cónyuges en la
Sociedad de Gananciales”, el cual ha sido estudiado y analizado desde las
distintas perspectivas doctrinarias. Asimismo, cabe precisar que por tratarse de un
tema de Derecho de Familia, nos hemos centrado en el daño que ocasiona tanto
a la sociedad de gananciales como al tercer acreedor y al cónyuge perjudicado.

Por tanto, el estudio de este problema lo consideramos de sumo valor y actualidad, y sus
resultados deben conducir a un necesario replanteamiento legal que permita una
regulación acorde con lo que establece la Legislación Comparada

3
II.- CONCEPTOS BASICOS

Huber, citado por Max MALLQUI REYNOSO y Eloy MOMETHIANO ZUMAETA en


su libro de Derecho de Familia, nos dice que “El matrimonio no es una sociedad
comercial en la cual no se mira otra cosa que las ventajas que pueda ofrecer, sino una
comunidad que se forma independientemente de sus efectos económicos y las
consecuencias que de ellas se derivan, deben ser reguladas, no solo por el contrato, sino
también por la ley, en la medida que exigen las condiciones morales de la institución”. 1

En cuanto al régimen patrimonial éste abarca las relaciones patrimoniales en el


cual, los cónyuges ponen atención a las necesidades del hogar y de toda su familia, así
como también el patrimonio repercute en la administración de los bienes que el marido y
la mujer contribuirán o adquieran durante la unión y también la medida en que el
patrimonio responderá ante terceros por deudas, contraídas ya sea por la mujer o el
marido.2

Para PLANIOL, RIPERT Y NAST: “El Régimen Patrimonial es el estatuto que


regula los intereses pecuniarios de los esposos, ya sea en sus relaciones entre ellos, ya
sea en sus relaciones con terceros”.3

ROGUIN, considera que:” El Régimen Patrimonial es un conjunto de reglas que


determinan y fijan las relaciones pecuniarias que resultan del patrimonio”.

2.1.- REGIMENES PATRIMONIALES

A) El Régimen de Absorción.

Tuvo su origen en el matrimonio CUN MANUS del derecho romano, según el cual,
el casamiento provocaba la transferencia de todo el patrimonio de la mujer a poder del
marido, por tanto, éste era el único propietario y administrador de todos los bienes y
podía además disponerlos libremente.

Así mismo Max Mallqui y Eloy Momethiano Zumaeta agregan que: “En este
Régimen el marido soportaba las cargas del hogar y, por consiguiente, era el único
1
MALLQUI REYNOSO, Max y Eloy MOMETHIANO ZUMAETA. Derecho de Familia. Lima:
Editorial San Marcos, 2001, 771 Págs.
2
MALLQUI REYNOSO, Max y Eloy MOMETHIANO ZUMAETA. Derecho de Familia. Lima:
Editorial San Marcos, 2001, 771 Págs.
3
PLANIOL, RIPERT y NAST. “ Curso Elemental de Derecho Civil”. Tomo VI. Pág. 5

4
responsable de todas las deudas. A la muerte del marido la mujer tenía derecho a una
parte de los bienes como heredera de su esposo”.4

Este régimen también fue conocido en el MUNDIUM GERMANICO, tuvo vigencia


en Inglaterra hasta la ley del 18/8/1882.

B) Regímenes de Unidad y de Unión de Bienes.

Eduardo Zannoni, señala que: “En el régimen de la unidad de bienes se produce,


como en el romano, una suerte de absorción de la personalidad económica de la mujer
por el marido a quien se transmiten todos los bienes de ella. El marido adquiere,
virtualmente la propiedad de esos bienes, pero lo característico, y lo que lo diferencia del
régimen de absorción, es que a la disolución del matrimonio, el marido o sus herederos
deben restituir a la mujer su valor. De modo que la mujer, con el matrimonio, pierde el
dominio de los bienes que aporta al matrimonio y adquiere un derecho de crédito a su
disolución, por tal valor”.5

C) Régimen de Separación de Bienes en el Matrimonio.

Dentro de un criterio distintivo general, los regímenes de separación se diferencia


de los de comunidad en la circunstancia de que no confieren a los esposos expectativas
comunes sobre los bienes adquiridos o ganados por cada uno de ellos. Es decir, el
matrimonio no altera el régimen de propiedad de los bienes que siguen perteneciendo al
cónyuge adquiriente: cada cual adquiere para si, administra y dispone de los adquiridos.
A su vez, cada cónyuge responde individualmente por las deudas que contrae y los
bienes del otro no quedan afectados, en principio por esa responsabilidad.6

D) Régimen de Comunidad.

Suele decirse que el elemento típico de los regímenes de comunidad” es la


formación de una masa de bienes que pertenece a los dos esposos y que a de repartirse
entre ellos o entre el sobreviviente y los herederos del muerto al disolverse.”7
Opina MALLQUI REYNOSO, Max y Eloy MOMETHIANO ZUMAETA. “El Régimen de
Comunidad es aquel en el que ambos esposos comparten la buena o mala fortuna del

4
MALLQUI REYNOSO, Max y Eloy MOMETHIANO ZUMAETA. Derecho de Familia. Lima:
Editorial San Marcos, 2001, Pág. 384.
5
ZANNONI, Eduardo A.”Derecho Civil – Derecho de Familia”. Tomo I. Cuarta edición actualizada
y ampliada. Editorial ASTREA. Año 2002. Pág. 451
6
ZANNONI, Eduardo A. ”Derecho Civil – Derecho de Familia”. Tomo I. Cuarta edición actualizada
y ampliada. Editorial ASTREA. Año 2002. Pag. 455
7
BELLUSCIO, Augusto Cesar. Manual de Derecho de Familia. Tomo II. 2da. Ed., Buenos Aires:
Depalma, 1979, XXI-421 Págs. 415

5
matrimonio, pues se integra con una clase de bienes sobre los que ambos coparticipan, y
que se repartirán entre ellos a la finalización del matrimonio.8

E) El Régimen de la Comunidad Universal de Bienes y Deudas

Consiste en que los patrimonios del marido y la mujer, se fusionan, a raíz del
matrimonio, en uno solo. Esta sociedad conyugal se convierte en el titular único de un
solo patrimonio común. Esta comunidad origina una especie SUI GENERIS de propiedad
indivisa dentro de la cual se atribuye al marido las facultades de administración y
disposición, siendo esta última sometida a restricciones que la ley establece a título de
garantía del derecho de la mujer.

F) Regímenes de Participación

En este régimen no existen estrictamente bienes comunes, sino que cada


cónyuge es exclusivo propietario de los que adquiere durante el matrimonio. El régimen
funciona en términos generales, como el de separación, pero al disolverse el matrimonio
por divorcio o muerte, se reconoce a cada uno de los ex cónyuges, o al supérstite, el
derecho a participar en los adquiridos por el otro hasta igualar los patrimonios de ambos.

G) El Régimen Convencional y Legal

El régimen convencional se realiza mediante el llamado contrato matrimonial o


capitulaciones matrimoniales.

Estas capitulaciones son contratos solemnes celebrados por los pretendientes y


tienes por objeto establecer las futuras condiciones de la sociedad conyugal en cuanto al
régimen patrimonial, siempre que no exista prohibición en el ordenamiento jurídico.

Las capitulaciones matrimoniales se constituyen antes de la celebración del


matrimonio y pueden realizarse cambios sobre su vigencia y aun después de la
disolución del vínculo conyugal.

Se habla del régimen legal cuando las relaciones económicas de los cónyuges
están sujetas a un ordenamiento jurídico determinado llamado también supletorio por que
rige cuando los cónyuges no han celebrado convención o capitulaciones o cuando, hecho
éste, ha resultado nulo.9

H) Sistemas Mixtos.
8
MALLQUI REYNOSO, Max y Eloy MOMETHIANO Zumaeta. Ob. Cit., 385.
9
MALLQUI REYNOSO, Max y Eloy MOMETHIANO Zumaeta. Ob. Cit., 387

6
Son sistemas mixtos, entre los cuales se tiene como al mas importante el sistema
de comunidad de gananciales adoptado por varios códigos de latino américa que admiten
junto a los bienes propios de cada cónyuge la existencia de un patrimonio de la sociedad,
señalando al mismo tiempo, las facultades de que gozan y las limitaciones a que deben
someterse, tanto el marido como la esposa. Se determina el criterio con el cual los bienes
son diferenciables en propios y comunes, ninguno de estos varios sistemas, puede
considerarse como el mejor; según la realidad a que se aplique cualquiera puede
evidenciar su bondad o probar su ineficacia.10

2.2.- REGÍMENES PATRIMONIALES EN NUESTRA LEGISLACIÓN

Nuestra legislación ha establecido, en su artículo 295 del código civil, que antes
de la celebración del matrimonio, los futuros cónyuges pueden optar libremente por el
régimen de sociedad de gananciales o por el de separación de patrimonios, el cual
comenzará a regir al celebrarse el casamiento.

A) Régimen de Separación de Patrimonios

El régimen de bienes que existía en nuestro país, según el código de 1936 era la
sociedad de gananciales. Era un régimen que deviene de la voluntad de la ley; pero
además, se aceptaba solo por necesidad y por excepción el régimen de separación de
bienes; es así como el régimen de separación en nuestro sistema tenía un carácter
subsidiario. No había pues en nuestra legislación dos regímenes sino uno que era la de la
sociedad de gananciales.

Cabía entonces preguntarnos ¿Qué papel desempeñaba el régimen de


separación de bienes dentro del régimen legal de entonces?. El papel, repetimos, de ser
un régimen de subsidio, una defensa para determinados casos que contempla la ley, en
los que la administración de la sociedad de gananciales pone en peligro los bienes de
cada cónyuge y por ello destruye dicha sociedad y le da a cada cónyuge lo que le
corresponde con el derecho de administrar y disponer sin limitaciones de sus bienes
propios. Es entonces una medida de protección, por la cual se separan los patrimonios y
derecho pecuniario de los cónyuges y la administración de los mismos con el fin de poner
los bienes de uno de ellos a salvo de los peligros que proporciona si subsistiera la
comunidad.

10
PALACIO PIMENTEL, H. Gustavo. “ Manual de Derecho Civil”. Tomo II. Editora Huallaga.
E.I.R.L. LTDA. Lima 1987

7
Según el código civil de 1984 la separación de patrimonios, consiste en que tanto
el marido como la mujer tienen un patrimonio propio por lo que no puede existir fusión de
patrimonio de los cónyuges ya que no existe patrimonio de la sociedad conyugal debido a
que el marido como la mujer son propietarios de lo suyo, afrontando el pago de sus
obligaciones, desapareciendo de esta manera la unidad de la administración del
patrimonio y la unidad de la obligación que contraigan los cónyuges.

El artículo 327 del código civil vigente señala :” en el régimen de separación de


patrimonios, cada cónyuge conserva a plenitud la propiedad, administración y disposición
de sus bienes presentes y futuros y le corresponden los frutos y productos de dichos
bienes.”

Igualmente el artículo 328 de la acotado cuerpo legal sostiene:” cada cónyuge


responde de sus deudas con sus propios bienes.”

En suma, podemos señalar que la separación de patrimonios consiste en que


ambos cónyuges tienen un patrimonio propio administrado por cada uno, es decir tanto el
marido como la mujer son propietarios de lo suyo, afrontando el pago de sus
obligaciones, desapareciendo de esta manera la unidad de la administración de su
patrimonio y la unidad de la obligación que contraigan los cónyuges.

B) Régimen de Sociedad de Gananciales

Nuestra normatividad civil ofrece la posibilidad a los futuros esposos de elegir


sobre el régimen que regirá su relación patrimonial, a regulado una presunción a favor de
la sociedad de gananciales en caso de pronunciamiento. En tal sentido es clara la
importancia que se le da a la sociedad de gananciales, la cual se basa en la idea de que
el matrimonio debe unir a los cónyuges en todas las esferas y no únicamente en el
afectiva o espiritual, de modo que a partir del momento en que se casa, así como
comparten una vida familiar en común deberían compartir sus intereses económicos.11

CANALES TORRES nos dice que:”la sociedad de gananciales constituye una


comunidad de bienes que doctrinariamente en nuestro medio es concebida de acuerdo a
los principios de la comunidad germánica, conocida también como propiedad de mano en
común.”

El régimen de sociedad de gananciales, constituye un patrimonio común por el


cual ambos cónyuges comparten de la buena o mala fortuna del matrimonio. En el cual
los bienes que adquieren cada uno de los cónyuges se fusiona pasando a formar una
11
CORNEJO CHÁVEZ, Hector, Ob. Cit., Pág. 262

8
comunidad de bienes, que van a responder por las cargas u obligaciones que contraigan
durante el matrimonio.

.
III.- EN EL DERECHO COMPARADO.

3.1.- En Alemania

No se tiene certeza de cual era el régimen matrimonial en el derecho germánico


antiguo. Las fuentes de la época franca hacen suponer que fue allí donde comenzó la
evolución del derecho marital de administrar los bienes de la mujer. El marido como
sucesor del padre de la novia tenia potestad sobre al persona y los bienes de la mujer y
derechos de administración, pero sin adquirir la propiedad.

En su actual régimen, cada cónyuge administra independientemente su


patrimonio. Esta administración se restringe cuando un cónyuge dispone de la totalidad
de su patrimonio o de los objetos que componen el mobiliario del hogar conyugal, pues
necesita el consentimiento del otro cónyuge. Si el consentimiento se niega
injustificadamente y la administración se ha realizado en debida forma se suple por venia
judicial. Si un cónyuge dispone sin el consentimiento del otro, el negocio es ineficaz,
salvo rectificación ulterior. El cónyuge perjudicado queda autorizado para hacer valer sus
derechos contra terceros.

3.2.- En Francia

El régimen legal es el de comunidad de gananciales, el cual es supletorio, pues


funciona a falta de convenciones matrimoniales las que pueden ser modificadas durante
el matrimonio. La comunidad se compone activamente de las adquisiciones hecha por los
esposos conjunta o separadamente durante el matrimonio, provenientes de la industria
personal o de las economías hechas sobre los frutos y rentas de los bienes propios.
Quedan incluidos en el activo de la comunidad de bienes los bienes reservados de la
mujer. Todo bien mueble es reputado ganancial sino se prueba que es propio de uno de
los cónyuges por aplicación de la ley. Se presume la propiedad del esposo si un bien no
lleva prueba o marca de su origen y la propiedad si es contestada debe ser acreditada
por escrito.

9
Para atención de las deudas se distinguen entre el marido y mujer, lo que si se
hace con las otras deudas durante la comunidad que pueden entrar en el pasivo definitivo
o dar lugar a recompensas entre los cónyuges.

Si durante el matrimonio un esposo confiere al otro la administración de sus


bienes propios, se aplican las reglas de mandato. Al cónyuge mandatario se lo dispensa
de rendir cuentas de los frutos. Si administra un cónyuge del mandato del otro, pero sin
oposición de éste, se reputa que existe mandato tácito para los actos de administración y
goce, pero no para los actos de disposición; responde como un mandatario, pero solo
rinde cuentas de los frutos existentes y de los que dejó de percibir negligentemente o
consumió con fraude en los cinco años anteriores.

Las causas de disolución de la comunidad se dan a la muerte de uno de los


esposos, el divorcio, la separación de cuerpos y la separación de bienes, se agrega la
ausencia y el cambio del régimen patrimonial.

3.3.- Argentina

El código civil argentino considera el régimen de sociedad de gananciales


sentando el principio de que son gananciales los bienes existentes a la disolución de la
sociedad si no se prueba que pertenecían a uno de los cónyuges cuando se celebró el
matrimonio o que los adquirió después por herencia, donación o legado. El principio
general es que se suponen gananciales todos los bienes existentes a nombre de
cualquiera de los cónyuges en el momento de la disolución de la sociedad; el que
pretenda lo contrario debe probarlo.

De acuerdo al Código de Velez, el marido era administrador legal y forzoso de


todos los bienes propios o gananciales de ambos esposos. Incluso podía enajenar los
mueble propios de ella, pero no los muebles para lo cual se requería la autorización de la
dueña.

IV.-LA PROBLEMÁTICA

FRANCISCO CARREÓN ROMERO, sostiene que “Mediante una reforma


legislativa, se debe establecer que cada cónyuge pueda administrar, disponer y grabar
10
los bienes de las actividades económicas que desplieguen sin la intervención del otro
cónyuge. En consecuencia los acreedores podrán cobrar sus créditos a través de la
ejecución de esos mismos bienes dejando inafectos los bienes que pertenecen al negocio
del otro cónyuge, sus bienes propios y los bienes familiares.” 12.

De igual manera el maestro ALEX PLÁCIDO VILLACENCIO, sostuvo que “En


nuestro Sistema existen dos posiciones encontradas con respecto a la posibilidad de
embargo de los Bienes Sociales por las deudas personales de uno los cónyuges. Una
que niega toda posibilidad de embargo sobre tales bienes y otra que acepta su admisión,
pero sin posibilidad de ejecutarlo, respecto a estas posiciones, admito como medio de
solución la posición que concede la posibilidad de embargo, evitando así la burla de los
cónyuges a sus acreedores o el fraude en muchos comerciante minoritarios, los cuales
han resultado ser los más perjudicados” 13.

La problematica consiste en en que si bien existen Planteamientos Teóricos que


se contraponen, los cuales propugnan la existencia de dos tesis para la solución del
problema planteado. Por un lado tenemos la Tesis de la Presunción de la Deuda, la cual
propone: … “la Presunción de que las Obligaciones contraídas por el cónyuge titular de la
deuda tienen el consentimiento del otro cónyuge no titular, de manera tal, que las
obligaciones contraídas por el cónyuge deudor se hayan respaldadas por los bienes
sociales de propiedad de ambos cónyuges; en el entendido de que tanto el crédito como
las obligaciones de dichas cuentas pertenecen a la Sociedad de Gananciales.”… 14 De
otro lado, tenemos la Tesis de la Hipótesis de la Garantía Patrimonial, Vía Reforma
Legislativa; la cual plantea: … la convivencia de establecer que cada cónyuge administre
los bienes de las actividades económicas (oficio, profesión e industria) que despliegan de
forma independiente, sin la intervención del otro cónyuge, con facultades suficientes para
disponer y gravar dichos bienes, pudiendo los acreedores cobrar su crédito a través de la
Ejecución de esos mismos bienes, dejando inafectos los bienes que pertenecen al
negocio del otro cónyuge, sus bienes propios y los bienes familiares, Planteamientos que
no compartimos con el principio de la Tesis de la Presunción de la Deuda, porque
creemos como hipótesis que todavía la cultura machista del varón aún prevalece en
nuestra Sociedad, pudiendo abrir la puerta del abuso por parte del marido en perjuicio de

12
CARREÓN ROMERO, Francisco. “Crisis y Reformas del Régimen de la Responsabilidad
Patrimonial de la Sociedad de Gananciales”. Editorial Gaceta Jurídica. Lima – Perú, 2005.
Pág. 40
13
PLÁCIDO V, Alex F. “Deudas de los cónyuges y de la Sociedad conyugal”. Editorial .Gaceta
Jurídica. Lima – Perú. Octubre de 2005. Pág. 31
14
CALDERON RAMOS, Marco. “El Embargo contra los Bienes de uno de los Cónyuges.
¿Ilusión del acreedor o Fraude del Deudor”. En: Diálogo con la Jurisprudencia Nº 5. Gaceta
Jurídica. Lima – Perú. Abril de 1997. Pág. 130

11
la familia (bienes familiares) y de la cónyuge (bienes de su actividad económica)” 15 en la
realidad estas Discrepancias Teóricas, debieron ser adoptados por nuestra Legislación.

De igual manera en cuanto al Sistema de Responsabilidad Patrimonial de la


Sociedad de Gananciales, establecido en el artículo 310 C.C de Nuestra Legislación, no
se ha tenido especial cuidado, por cuanto la responsabilidad por deudas personales de
uno de los cónyuges sufre vacíos que en la realidad han originado serios problemas a los
acreedores; de acuerdo con las reglas actuales, el cónyuge responde por sus deudas
personales con sus bienes propios y con la parte que le corresponde sobre los sociales.
Como se señalo inicialmente, grandes problemas se han generado a raíz del embargo de
bienes sociales; el acreedor ante el incumplimiento de los conyugues por una deuda
propia, desea embargar la cuota que le corresponde a este sobre los gananciales; pero
como se sabe, el Régimen de Sociedad de Gananciales tiene una naturaleza distinta a la
copropiedad, no existen cuotas, sino que los gananciales recién se concederán al
momento del fenecimiento y liquidación del Régimen, esto es, si se verifican alguna de
las causales taxativas del art. 318 del Código Civil. De este modo, se favorece el fraude y
se perjudica el crédito.”…16La solución a estos empirismos normativos podrian dar
solución a este conflicto.

V.- SOLUCION SEGÚN LA JURISPRUDENCIA Y LA DOCTRINA

La doctrina y la jurisprudencia nacional, han intentado solucionar el problema,


mediante la elaboración de cuatro tesis:

15
CARREÓN ROMERO, Francisco. Op.cit. Pág. 43
16
MORAN MORALES, Claudia. “Modificaciones del Derecho de familia en la Reforma de C.
Civil”. Editorial. Universidad Católica Sto. Toribio de Mogrovejo. Lima – Perú. 2005. Pág. 4

12
5.1.- Tesis del Beneficio de la Familia.

1.- Primer Supuesto: cuando uno de los cónyuges a contraído una deuda en
provecho de la familia.

El Art. 308 del Código Civil prescribe que en este caso no solo los bienes propios
del cónyuge responden por la deuda, sino subsidiariamente los bienes propios del otro
cónyuge; sin embargo, no prevee la responsabilidad que recae sobre los bienes sociales.
existe una laguna jurídica, que la jurisprudencia a cubierto. Así tenemos, la ejecutoria del
expediente N° 480 – 92- LIMA17 del 27 de mayo de 1992 que establece: “ no se ha
probado que la deuda contraída por el ejecutado ( ... ) haya redundado en provecho de la
sociedad conyugal; ( ... ) por lo que, ( ... ) dichos bienes sociales no pueden responder
por la deuda adquirida por el marido “ ; y la Casación N° 1953 – 97 – PIURA 18 del 7 de
octubre de 1998: “ al no estar acreditado que la obligación se contrajo en beneficio de la
familia, no es procedente que los bienes propios del otro cónyuge o los bienes de la
sociedad, respondan por las obligaciones personales del cónyuge demandado”.

Esta tesis no soluciona el problema, ya que la probanza del destino familiar de la


deuda, es de conocimiento y control exclusivo de los propios cónyuges y no del acreedor;
por lo que éste último en casi la generalidad de los casos, no podrá probar
(objetivamente) que la deuda fue contraída en beneficio de la sociedad conyugal.

2.- El segundo supuesto: cuando el cónyuge deudor contrae deudas para levantar
las cargas de la sociedad, como son: el sostenimiento de la familia; educación de
los hijos, mejoras y reparaciones en los bienes propios y sociales.

Alex Plácido V., nos dice que “nuevamente es el beneficio de la común necesidad
e intereses de los que conviven en el hogar conyugal lo que hace comunicable la deuda
personal. Sino fuese así se autorizaría el enriquecimiento indebido por el cónyuge que no
contrató, pero que goza de las ventajas del contrato. Es condición necesaria acreditar
que la deuda se contrajo en provecho de la familia. Si esto no se comprueba la
responsabilidad patrimonial gravitará exclusivamente sobre los bienes propios del
cónyuge deudor.

17
HINOSTROZA MINGUEZ, Alberto. “ Jurisprudencia Civil”. Tomo I. Editora FECAT. Lima – Perú.
1997. Pág. 274.
18
PLACIDO V., Alex F. “ Regímenes Patrimoniales del matrimonio y de las Uniones de Hecho en
la Doctrina y Jurisprudencia “ . Editorial GACETA JURÍDICA. Lima – Perú. Agosto del 2002.
Pág.258.

13
Esta tesis se basa en lo prescrito por el Art. 317 del Código Civil; que establece
que los bienes sociales, y a falta de ellos, los propios de ambos cónyuges, responderán
por el pago de las cargas sociales.

Sin embargo, como en el caso anterior, existe el problema de la probanza del


destino de la deuda, que como hemos mencionado, su conocimiento se haya bajo el
control de los propios cónyuges y no del acreedor, lo que se presta a ocultamiento o
falsedad.

5.2.- Tesis de la Afectación de la parte que le Correspondería al Cónyuge Deudor.

Al no existir bienes propios y no poder afectar los bienes sociales como un todo, el
Art. 309 del Código Civil y la jurisprudencia casatoria plantearon la posibilidad de afectar “
la parte” que le correspondería al cónyuge deudor en los bienes sociales en el caso de un
eventual fenecimiento y liquidación de la sociedad de gananciales. Al respecto surgieron
dos posiciones:

1.- La Posición Permisiva que Admite Cuotas Ideales.

Esta tesis tiene su origen en la indivisión de tipo romano. Su seguidores


consideran que la sociedad de gananciales es una copropiedad; por lo que al existir
derechos y acciones (actuales) estos pueden ser embargados y rematados. Alex Plácido
nos dice que “ según esta teoría hay que considerar solo dos patrimonios: el del marido y
el de la mujer, quedando comprendida en cada una de ellos una cuota de la copropiedad
de los gananciales, similar a la indivisión hereditaria” 19.

2.- La Posición Prohibitiva.-

La tesis anteriormente señalada, fue duramente criticada por aquellos que


concebían a la sociedad de gananciales como una comunidad de bienes de origen
germano, imputándole el cargo de estar desnaturalizándola al asimilarla a la copropiedad.
Se desprestigió aún mas; con la dación del nuevo código procesal civil el año de 1993
que introdujo la figura del “patrimonio autónomo” y consideró a la sociedad conyugal
como una comunidad autónoma de bienes.
Esta crítica se expresó en la jurisprudencia peruana, que consideraba que la sociedad de
gananciales al ser un patrimonio autónomo e invisible, que no tiene derechos o cuotas

19
PLACIDO V., Alex F. “ Regímenes Patrimoniales del matrimonio y de las Uniones de Hecho en
la Doctrina y Jurisprudencia “ . Editorial GACETA JURÍDICA. Lima – Perú. Agosto del 2002.
Pág.196

14
ideales y que tampoco es una copropiedad, no procedía afectar supuestos derechos
inexistentes del cónyuge deudor.

Así tenemos que la casación número 3515 – 2001 – AREQUIPA 20 del 3 de enero
del 2003 establece que “ a los bienes sociales no se les puede otorgar la calidad de
condominio o copropiedad, sino deben considerarse como un todo indivisible y protegido
hasta su fenecimiento como una comunidad patrimonial especial”, en este mismo sentido
se han pronunciado el Exp. N° 1384 – 81 – LORETO 21 del 11 de enero de 1993, el Exp.
N° 2583 – 87 – AREQUIPA22 del 18 de julio de 1989, Exp. N° 1406 – 87 LIMA23 del 16
de febrero de 1990, las casaciones N° 50 – 96 CAJAMARCA 24 del 11 de noviembre de
1996, 1895 – 98 – CAJAMARCA 25 del 6 de mayo de 1999. sin embargo, esta posición no
planteaba ninguna propuesta de solución sino solo era negación.

3.- Variación de la “permisiva”: “de los derechos expectaticios”.

Ante ese problema sin solución, la jurisprudencia peruana ensayó otro


planteamiento, sintetizado en el acuerdo del pleno jurisdiccional realizado en la ciudad de
Trujillo en noviembre de 1997. zanjando esta discusión sostuvo de forma clara que “ el
régimen de los bienes sociales no se equipara al régimen de la copropiedad; acordando
que los supuestos derechos no podían ser embargados porque ellos no existen sino una “
expectativa” sobre esos derechos llamados también virtuales de los cónyuges que les
corresponderían en la liquidación de la sociedad, pero que podrían ser embargados pero
no rematados hasta que ocurra la liquidación26.

Alex Plácido nos dice que “ no cabe duda de que el cónyuge deudor goza de
derechos expectaticios sobre el bien que te pudiera corresponder a la liquidación del
patrimonio social existente con su cónyuge y que el embargo es una medida cautelar
que, por su naturaleza, apunta asegurar el cumplimiento de las obligaciones;(...). Debe
entonces, permitirse el embargo, precisando que dicho gravamen se extiende sólo sobre

20
publicada en sentencias en casación, del diario oficial El Peruano, el 3 de febrero del 2003. Pág.
10102
21
Normas Legales. Sección Jurisprudencia civil. Tomo 172. Lima. Pág. 326
22
Gaceta Jurídica. Sección de Jurisprudencia Civil. Tomo 01. Lima – Perú. Pág. 11
23
HINOSTROZA MINGUEZ, Alberto. Op. Cit. Pág. 248
24
ASOCIACIÓN NO HAY DERECHO. El Código Civil a través de la jurisprudencia casatoria. Tomo
II. Ediciones Legales. Setiembre. Lima. 2000. Pág. 304
25
ASOCIACIÓN NO HAY DERECHO. Op. Cit. Pág. 298
26
admitir como medida cautelar el pedido formulado por el acreedor demandante en un proceso
seguido contra uno solo de los cónyuges en el sentido que se afecte el derecho a expectativa que
tiene el cónyuge deudor demandado en determinado bien social, el que solo podrá realizarse
luego de producida la liquidación de la sociedad de gananciales”;en diálogo con la jurisprudencia.
N° 39. Gaceta Jurídica. Diciembre de 2001. Perú. Pág. 268

15
la parte que le correspondería al cónyuge deudor al fenecimiento de la sociedad de
gananciales y que se hará efectivo al momento de la disolución del régimen27.

5.3.- Tesis de la Compensación Patrimonial Vía Integración Judicial.

Sostiene que la deuda contraída por uno de los cónyuges puede ser integrada
judicialmente, aplicando el principio de Correspondencia del activo y pasivo de todo el
patrimonio recogido en el Art. 316 del C.C., cuando las deudas por reparaciones o
mejoras de los bienes sociales son pagadas con bienes sociales; e implícito en el Art. 310
del mismo cuerpo normativo, cuando se dice que los provechos de la actividad
económica pertenecen a la sociedad: de cuya expresión podía inferirse que también las
obligaciones contraídas para obtener esos provechos, debían ser asumidas por la misma
sociedad.

5.4.- Tesis de la Presunción de la Deuda.

Esta tesis se halla recogida en el Art. 227 de la ley Nº 26702 del Sistema
Financiero, que establece de que las obligaciones contraídas por el cónyuge titular tienen
el consentimiento del otro cónyuge no titular de la cuenta, de manera tal, que las deudas
contraídas solo por el cuenta correntista se hallan respaldadas por los bienes sociales de
propiedad de ambos cónyuges; en el entendido de que tanto el activo como el pasivo de
dichas cuentas pertenecen a la sociedad de gananciales.

VI.- CONCLUSIÓN

En este trabajo se ha encontrado abundante presencia de empirismos normativos


y discrepancias teoricas que impiden que nuestra regulación jurídica nacional logre un
consenso sobre el tema dandole una solución clara y armonica al problema del cual se ha
tratado en el presente trabajo.

No se conocen o no se aplicaban bien los Planteamientos Teóricos como


conceptos básicos, las normas del código civil y de igual forma no se ha aprovechado la
legislación comparada que tantas veces usamos como la base de creación legislativa, se
debería usar esta legislación comparada para dar solución a problemas nacionales en
base a planteamientos teoricos que han sido la solución en sistemas juridicos extranjeros.

27
PLÁCIDO V., Alex. Op. Cit. Pág. 266

16
La solución del presente problema es necesaria y útil para los responsables en la
Administración de Justicia y para los acreedores perjudicados; porque al encontrar
solución a este problema los acreedores podran ver satisfecha su acreencia, y nuestro
sistema procesal adquirirá su verdadero carácter, el cual es brindar tutela jurisdiccional
efectiva, evitando que se ponga en riesgo el patrimonio familiar. Así mismo la solucion es
conveniente para la conservación y bienestar familiar, el cual se ve opacado por la
inestabilidad económica y emocional que sufre, a causa de este problema Jurídico.

VII.- BIBLIOGRAFIA

1) ASOCIACIÓN NO HAY DERECHO, El Código Civil a través de la Jurisprudencia


casatoria. Tomo I. Lima: Ed. Legales, 2000.  
2) BELLUSCIO, Augusto Cesar. Manual de Derecho de Familia. Tomo II. 2da. Ed.,
Buenos Aires: Depalma, 1979.
3) CALDERON RAMOS, Marco. “El Embargo contra los Bienes de uno de los
Cónyuges. ¿Ilusión del acreedor o Fraude del Deudor”. En: Diálogo con la
Jurisprudencia Nº 5. Gaceta Jurídica. Lima – Perú. Abril de 1997.
4) CARREÓN ROMERO, Francisco. “Crisis y Reformas del Régimen de la
Responsabilidad Patrimonial de la Sociedad de Gananciales”. Editorial Gaceta
Jurídica. Lima – Perú, 2005.
5) Gaceta Jurídica. Sección de Jurisprudencia Civil. Tomo 01. Lima
6) HINOSTROZA MINGUEZ, Alberto. Derecho de Familia. Lima: Ed. San Marcos,
1999.
7) HINOSTROZA MINGUEZ, Alberto. “Jurisprudencia Civil”. Tomo I. Editora
FECAT. Lima – Perú. 1997.
8) MALLQUI REYNOSO, Max y Eloy MOMETHIANO ZUMAETA. Derecho de
Familia. Lima: Editorial San Marcos, 2001.

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