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UNIVERSIDAD NACIONAL

DE CAJAMARCA
FACULTAD DE CIENCIAS
ECONÓMICAS, CONTABLES Y ADMINISTRATIVAS

ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE ADMINISTRACIÓN

CATEDRA:
Deontología

DOCENTE:

Dr. Jhon Holden Díaz León

INTEGRANTES:
Burga Diaz, Rosa
Chávez Roncal, Kelly
Huingo Alva, Ever
Leyva Guillén, Koraima
Pérez Chalan, Francisco
Rodríguez Tello, Pierre
Romero Díaz, Fiorella

CAJAMARCA – PERÚ
2020
INTRODUCCIÓN

Los términos ética y moral, son empleados generalmente como sinónimos, esto
responde a sus significados etimológicamente confluyentes, donde la palabra ética
procede del griego ethos que significa “el carácter, modo de ser”. Moral procede del
latín mos moris que significa también “carácter o modo de ser”.

Desde estas distinciones, la ética es la ciencia que estudia y constituye una reflexión
sobre los problemas morales. Por otro lado, moral, es el conjunto de principios, normas
y valores que cada generación trasmite a la siguiente y las orientaciones que recibimos
sobre el modo de comportarnos para llevar una vida “buena” y “justa”.

Este trabajo ha sido elaborado con el propósito de dar una crítica y análisis en lo que
respecta al desarrollo del curso de Deontología del decimo ciclo de la carrera de
Administración en la Universidad Nacional de Cajamarca.

Para ello el presente ensayo tiene por objeto el estudio de la ética y la moral del ser
humano, con el fin de conocer la importancia de la ética en cada una de las diferentes
áreas, en los diferentes ámbitos de la vida cotidiana como en el ámbito personal o
social. Ya que la ética nos permite, que nosotros como estudiantes nos acerquemos con
actitud crítica y reflexiva a uno de los aspectos importantes de la cultura y de la vida
humana como es la moral, así como los principios y los valores. Además de como
comprender la diferencia entre un juicio moral y el juicio ético.
ÉTICA Y LA MORAL EN EL SER HUMANO

La moral es listada de las ideas, ideales, valores y principios que unen a las sociedades,
y se ven reflejados en sus comportamientos, costumbres, hábitos, normas, leyes e
incluso en sus símbolos.

La ética es la reflexión que hace cada persona sobre esa moral o uno de sus puntos en
particular, bien sea de manera general o particular; como es el caso del aborto, donde
muchas sociedades lo consideran un delito, pero algunas personas piensan que no debe
ser así y buscan la forma de cambiar esa norma, por medio de reflexiones en la sociedad
que permitan un cambio colectivo de este imaginario, para transformar la sociedad, y,
por ende, modificar la moral.

Así, la ética reflexiona, cuestiona, analiza y revisa continuamente la moral, porque la


segunda, se consolida en acuerdos tácitos que permiten el relacionamiento de las
personas, en el complejo mundo de los sistemas de creencias.

Las personas de la misma manera que tenemos la necesidad de formar parte de un


círculo como lo es la sociedad, también necesitamos vivir en unión y armonía.

Todas las costumbres del ser humano son aprendidas en el núcleo familiar, quienes son
nuestro padres los que forjan nuestra personalidad desde pequeños y la manera de
convivir y ser hacia con los demás, de igual manera, al crecer y desarrollarnos nos
desenvolvemos con otros círculos como en la escuela, la sociedad, grupos amicales y
con el paso de los años también en el trabajo, lo cual esto también no enseña a
comportarnos de cierta manera, claro que no se trata de fingir ser personas que no
somos, sino de aprender de los demás y que sus enseñanzas y ejemplo tengan un
impacto positivo en nuestras vidas para poder vivir en una adecuada armonía.

Existen muchos principios que rigen la ética y la moral, sin embargo, existen aquellos
invaluables e indiscutibles que todo el ser humano debe poseer y así mismo al aplicar,
tales como:

 Integridad: El ser humano jamás debe atentar contra su persona a favor de los
intereses de alguien más o por conveniencia, debe ser un ser completo y en perfecto
equilibro para desarrollarse amenamente en la sociedad y de igual manera ser así en
el ámbito laboral
 Vulnerabilidad: Se dice que debemos cuidarnos a nosotros mismos y cuidar a
otros, somo imparcialmente frágiles ante ciertas circunstancias, de igual forma
actuar con beneficencia y no solo ver por los intereses propios.

Dentro del ámbito laboral, este conjunto de normas se hace aún más latente, dadas las
circunstancias del medio en donde el ser humano no solo tiene que poner en práctica su
código ético y moral personal, sino que la práctica que desempeña lleva consigo
principios y normas que hay que respetar para no solo actuar correctamente, sino saber
que estamos obligados y en compromiso de dar un excelente servicio el cliente que
atendemos.

Las creencias son concepciones que tenemos de conceptos de la vida, la muerte, de lo


correcto y lo incorrecto, que definen incluso la identidad de una persona: un católico
cree en la vida después de la muerte, en el derecho a la vida, a la propiedad privada, al
matrimonio como una institución fuerte y al respeto de sus ceremonias. Es por esto, que
cuando el estado, en un acto de transformación social, define que una pareja que viva
bajo el mismo techo por más de dos años, se considera que es una unión de hecho, o que
dos personas se pueden casar por lo civil y no deben hacer el rito del matrimonio, se
sienten afectadas, porque esos permisos del estado van en contra de sus creencias, que al
hacerlo, no solo refutan sus definiciones de las cosas, sino que de una u otra manera, le
dicen que “es posible que su creencia no sea la correcta, o por lo menos la única”,
poniendo a esa persona en una crisis compleja, porque causa que su sistema de
creencias sea diferente al socialmente normado. Esta polémica se presenta, ya que
estamos en un mundo globalizado, el ser humano está en constante intercambio de
información.

Esto pasa mucho en las personas mayores, que han sustentado sus acervos de valores y
creencias en lo que era la moral en sus primeros 20 años, y que, al ir cambiando estos
acuerdos sociales, ellos no los aceptan porque los consideran equivocados (lo cual es
completamente normal) y algunos se dedican a defender sus concepciones sobre las
nuevas.

Si la ética hablará con la moral, le preguntaría: ¿estas seguras que eso es lo correcto, o
fue correcto tiempo atrás?

Esto no debe justificar el incumplimiento de las normas, pero si motivar su reflexión y


dinámica. La moral se compone de verdades, y cuando estas cambian, ella también debe
hacerlo. Consideramos que lo que siempre se ha hecho de una manera es lo correcto,
olvidando (muy convenientemente) que toda costumbre algún día fue una innovación,
necesaria en su momento y casi siempre muy improvisada, y con algún aire de ser
temporal, pero termino siendo continua.

Por algún motivo, siempre justificamos las nuevas normas como un mecanismo en pos
del bienestar de todos, pese a que, en muchos casos, son bienestares personales, como
en el caso del aborto, de la libertad religiosa, los derechos para homosexuales o la
libertad de expresión incluso, donde muchas veces el tema no es decir la verdad, sino
como y cuando se debe decir.

En el mundo de hoy, donde las redes sociales han permitido que muchos tengan voz, la
amplificación de los puntos de vista individuales ha sido enormes, causando que la
velocidad del cambio de la moral sea mucho más rápido de lo que puede ser absorbido,
causando no una crisis de valores, sino la presencia de varias morales al mismo tiempo,
que como un “tótem tribal” que reúne a muchos alrededor de un sistema de creencias,
como lo puede ser el “pensamiento” de derecha o de izquierda, que más allá de no estar
claramente definidos, dejan ver la tensión de la continuidad y el cambio, lo conservador
y lo liberal, lo de siempre y lo que vendrá. En estos medios existen también una
manipulación inconsciente por parte del marketing de empresas en redes sociales.

Hemos confundido la libertad de expresión, con el derecho de expresarnos. Toda


persona puede decir lo que piensa, considera y cree, pero no tiene el derecho de
imponerle esa “verdad” a los demás, y ha olvidado que el derecho a expresarse, conlleva
inevitablemente el deber de ser responsable de sus consecuencias; anteriormente (lo que
cada vez está más diluido), existían procesos editoriales, donde una firma era
acompañada de un proceso editorial que la avalaba, buscando que las ideas que se
publicaban tuvieran un sentido de responsabilidad más fuerte.

Hoy todos escribimos en redes lo que pensamos, y ahora estamos gobernados por un
estado de opinión enormemente peligroso, porque como lectores tenemos la concepción
que lo que está escrito es “verdad” y más aún si se presenta en una letra trabajada o con
una imagen impresionante, y si encontramos un argumento “inteligente” en un meme,
posteado por alguien que respetamos o admiramos, lo convertimos en una verdad, más
aún si estamos de acuerdo con el estamento. Es decisión del individuo ver si es correcto
o no este tipo de publicaciones o memes

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