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Autor:
Tutora:
Universidad de Sevilla
Sevilla, 2018
Trabajo Fin de Máster: Tecnologías físico-químicas en la regeneración de
suelos contaminados
Autor: Azman Said Aabida
Tutora: María Carmen Arnaiz Franco
Presidente:
Vocales:
Secretario:
Sevilla, 2018
En primer lugar, a mis dos familias (España y Sahara), le estoy agradecido por luchar
para que mi enfermedad tuviera cura al llegar a este maravilloso país, el amparo incondicional
que me otorgaron y el cariño que me inspiraron mis padres, que, de forma incondicional,
entendieron mis ausencias y mis malos momentos. Gracias por el gran esfuerzo que hacéis día
tras día. A mi padre, quiero que sepas que guardo en mi memoria todas las cosas que vivimos
juntos, los buenos consejos que siempre me diste, no sabes cuanta falta me haces. Las palabras
nunca serán suficientes para testimoniar mi aprecio y agradecimiento.
A mi tutora, Dra. María Carmen Arnaiz Franco, mi más sincero agradecimiento por
haberme confiado este trabajo, por su valiosa dirección y apoyo para llegar a la conclusión
del mismo.
A mi responsable Dra. Emilia Fernández Ondoño, por su gran ayuda en este y otros
trabajos en el campo de la edafología. Gracias por su solidaridad, ayuda desinteresada y por
brindarme la oportunidad de conseguir un empleo que cada día me motiva para incrementar
mis conocimientos y aptitudes profesionales en investigación.
A mis amigos y compañeros, os merecéis muchas y buenas palabras, ya que con vosotros
he compartido incontables buenos ratos, lo cual no tiene precio. Gracias por aguantarme y
escucharme.
ANEXOS
Anexo I: PATRONES DE MUESTREO .............................................................................. 95
Anexo II: FICHA DE MUESTREO DE SUELO ................................................................ 103
Anexo III: ORIENTACIONES PARA ELABORAR PLANOS ......................................... 106
Anexo IV: TABLA DE MÉTODOS ANALÍTICOS .......................................................... 108
Anexo V: ADSORCIÓN Y OXIDACIÓN TÉRMICA ....................................................... 110
Anexo VI: LISTADO DE CONTAMINANTES Y NIVELES GENÉRICOS ................... 120
Anexo VII: PROTOCOLO EN MATRICES AMBIENTALES ......................................... 125
Anexo VIII: DESCRIPCIÓN DE OBRA ............................................................................ 129
Anexo IX: EMISIONES Y CONSUMO ............................................................................. 132
Anexo X: OBJETIVOS AMBIENTALES .......................................................................... 135
Anexo XI: PROPUESTA DE MEDIDAS PREVENTIVAS Y CORRECTORAS ............ 139
Anexo XII: SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE ........................................................... 142
Anexo XIII: PROGRAMA DE VIGILANCIA AMBIENTAL .......................................... 148
Anexo XIV: MATRIZ DE TÉCNICAS DE REMEDIACIÓN ........................................... 151
Anexo XV: CARTOGRAFÍA ............................................................................................. 153
ÍNDICE DE ABREVIATURAS
BTEX Benceno-Tolueno-Etilbenceno-Xileno
HCs Hidrocarburos
IR Índice de Riesgos
MD Muestreo de Detalle
MI Muestreo de Identificación
RC Riesgo Cancerígeno
RD Real Decreto
TNT Trinitrotolueno
UVB Underdruck-Verdamfer-Brunnen
0.- RESUMEN
ABSTRACT
The report examines currently available physicochemical technologies for the regeneration of
soils contaminated by light oil hydrocarbons, highlighting their strengths and weaknesses. It also
evaluates the influence of the variables involved in the process of regeneration of soils contaminated by
light oil hydrocarbons, determining which are more important, as well as the advantages of these
technologies compared to others; selecting the most efficient technologies from the point of view of
operation and cost-benefit.
It also integrates the elaboration of actions from the beginning of the sampling to the completion
and restoration of the soil, so that recommendations are given on how to act to minimize the faults and
obtain a high reliability of the results in the efficiency of each technique studied.
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1.- INTRODUCCIÓN Y OBJETIVOS
Para continuar con la explicación de la problemática que conlleva esta contaminación edáfica e
hídrica, se requiere entender la definición de suelo contaminado.
De acuerdo a la Guía Técnica de aplicación del RD 9/2005, de 14 de enero, por el que se establece
la relación de actividades potencialmente contaminantes del suelo y los criterios y estándares para la
declaración de suelos contaminados, un suelo contaminado es aquel cuyas características han sido
alteradas negativamente por la presencia de componentes químicos de carácter peligroso de origen
humano, en concentración tal que comporte un riesgo inaceptable para la salud humana o el medio
ambiente, y así se haya declarado mediante resolución expresa. Desde el punto de vista de la Ley 10/98,
de 21 de abril, es todo aquel cuyas características físicas, químicas o biológicas han sido alteradas
negativamente por la presencia de componentes de carácter peligroso de origen humano, en
concentración tal que comporte un riesgo para la salud humana o el medio ambiente, de acuerdo con los
criterios y estándares que se determinen por el Gobierno.
De lo anterior, se puede resumir como suelo contaminado aquel que conlleve un riesgo
inaceptable. Actualmente, la política en materia de gestión de los suelos contaminados se asocia en una
evaluación de riesgos (Reinikainen y Sorvani, 2016).
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aceptable es aquella en que la frecuencia esperada de aparición de cáncer en la población expuesta no
excede en uno por cada cien mil casos; para sustancias con efectos sistémicos, se asume como una
situación de riesgo aceptable aquella en que, para cada sustancia, el cociente entre la dosis de exposición
a largo plazo y la dosis máxima admisible es inferior a la unidad”. Y “en términos de protección de los
ecosistemas, se asume como una situación de riesgo aceptable aquella en que, para cada sustancia, el
cociente entre el nivel de exposición, expresado como concentración, y el umbral ecotoxicológico,
definido por la concentración máxima para la que no se esperan efectos sobre los ecosistemas, es inferior
a la unidad”.
La contaminación puede conllevar un riesgo inaceptable según el contaminante y el uso del suelo,
variando según sea agrícola, urbano o industrial, entre otros. Los listados de contaminantes y niveles
genéricos de referencia (concentración de una sustancia contaminante en el suelo que no conlleva un
riesgo superior al máximo aceptable para la salud humana o los ecosistemas ) para protección de la salud
humana en función del uso del suelo, así como de protección de los ecosistemas se encuentran
recopilados respectivamente en los anexos V y VI del Real Decreto 9/2005, de 14 de enero, por el que
se establece la relación de actividades potencialmente contaminantes del suelo y los criterios y
estándares para la declaración de suelos contaminados. En este trabajo dichos anexos quedan reflejados
en el anexo VI. Según esta normativa, un suelo se considerará potencialmente contaminado cuando
supere en alguna de las sustancias en 100 veces con respecto el nivel genérico de referencia de dicha o
dichas sustancias (además de otras circunstancias redactadas en el anexo III del Real Decreto) y por lo
que se requerirá llevar a cabo una valoración de riesgos.
La contaminación del suelo es debida a procesos físicos, químicos (son los considerados por el
Real Decreto 9/2005) y/o biológicos, acarreando una alteración de las propiedades del suelo y por
consiguiente es necesario la aplicación de diferentes técnicas de descontaminación. Siguiendo con este
punto, (Hunkeler et al., 2002) establece como fuentes principales de contaminación de suelos, por origen
antrópico, la actividad industrial (cementeras, refinerías, minerías, entre otras), la actividad agrícola (uso
de pesticidas y fertilizantes no biodegradables), la inadecuada gestión de residuos (infiltración y
lixiviación en vertederos) y la deforestación (eliminación de la cubierta vegetal y desprotección del suelo
frente a la no retención de contaminantes en la parte superficial del suelo).
En concordancia con el anterior Real Decreto, se elabora una lista de actividades potencialmente
contaminantes en el suelo, de naturaleza antrópica, que produzcan, manejen o almacenen más de 10
toneladas de sustancias peligrosas al año, además de otras que almacenen combustible de autoconsumo,
siempre que se cumplan dos condiciones: que la capacidad total de almacenamiento sea mayor a 50.000
litros y que se consuman más de 300.000 litros al año.
El daño por la contaminación de suelos puede asociarse a lo siguiente, de acuerdo con (Panagos
et al., 2013):
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- Afección a la atmósfera, debido a la volatilización de los contaminantes o por la emisión
directa de los mismos acompañados de polvo.
- Alteración sobre las propiedades del propio suelo, como en el caso de la materia
orgánica y nutrientes; acarreando una menor actividad microbiana.
Una vez dicho lo anterior, es obvia la necesidad de actuar frente a la contaminación de suelos con
el fin de cumplir con los objetivos del Real Decreto 9/2005 (evitando dar como solución la destrucción
de estos suelos contaminados) y llegar a los niveles de riesgo aceptables. Para esto último se puede
actuar mediante (Mulligan, Yong y Gibbs, 2001):
- No recuperación de suelo, porque el riesgo es bajo. La gran ventaja de esta actuación es su bajo
coste económico.
- Contención de la dispersión de contaminantes. Se da lugar en vertederos controlados, donde la
recuperación es muy compleja y de gran coste.
- Recuperación del suelo.
Por todo lo descrito anteriormente, el presente Trabajo Fin de Máster tiene como objetivos:
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2.- EL SUELO COMO RECURSO
El medio edáfico es un recurso natural no renovable (la Figura 1 muestra cómo evoluciona) y
constituye una de las partes más importantes de los ecosistemas, de los cuales depende a su vez, el
desarrollo económico a escala global (FAO, 2015). Como recurso natural, el suelo desempeña las
siguientes funciones medioambientales:
El suelo se forma a través de un conjunto de procesos físicos, químicos y biológicos (véase Figura
2) que tienen lugar sobre el medio rocoso original, produciendo la meteorización del mismo (García,
2007).
La meteorización es la erosión producida en una roca por los agentes atmosféricos, los cambios
de temperatura y en general por la intemperie. Se dice que es de tipo físico cuando se produce la
disgregación de la roca por procesos mecánicos que las trituran mediante grietas o fisuras, y se dice que
es de tipo químico cuando la descomposición de la roca se produce por procesos químicos (disolución,
hidratación, hidrólisis, carbonatación y oxidación), que atacan los minerales que las constituyen
transformándolos en otros (García, 2007).
En la formación del suelo intervienen, igualmente, otros factores como son los geológicos
(naturaleza de la roca madre, erosión, sedimentación, etc.), climatológicos (temperatura, lluvia, viento,
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humedad, etc.) y biológicos (vegetación, fauna, etc.). Entre ellos cabe destacar los siguientes (García,
2007):
Lluvia: que regula la humedad, el contenido de aire y el grado de lixiviación del suelo. El
agua, en forma de capa fina, rodea las partículas edáficas y tiene una importancia decisiva
para el desarrollo de los procesos químicos en el medio natural, ya que en ella tienen lugar
los fenómenos de disolución del suelo.
Atmósfera: que en función de los factores climatológicos se interrelaciona con el suelo a
través del balance entre la lluvia y la evaporación. La lluvia aporta al suelo agua con una
cierta concentración de solutos mientras que en la evaporación se transfiere sólo agua al
medio atmosférico. Dependiendo del balance evaporación-lluvia puede tener lugar la
infiltración del agua hacia capas más profundas alimentando los acuíferos subterráneos,
en un proceso en el que el agua interacciona con el suelo intercambiando elementos
(lixiviación).
Igualmente, el suelo tiene una relación indirecta con los gases atmosféricos, ya que se
establece un intercambio de gases entre la atmósfera y el aire del suelo.
Debido, sobre todo, a la infiltración del agua edáfica, que produce una cierta meteorización
química, y a la actividad orgánica se desarrolla una estructura secuencial en capas distintas en el suelo
según la profundidad. A estas capas se les denomina horizontes y constituyen el perfil del suelo
(Dorronsoro, 2005).
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Básicamente en un suelo se distinguen, visualmente, tres horizontes (Figura 3) en orden
decreciente con características físicas, químicas, biológicas y funcionales diferentes (Dorronsoro, 2005).
Asimismo, hay que definir las partes por las que interviene o se diferencia la hidrología
subterránea (Figura 4) (Alonso, 2012):
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Nivel freático: línea que configura la capa más superficial de la zona satura, por encima de este
plano se localiza la capa más profunda de la zona no saturada.
La composición química de un suelo viene determinada, en buena parte, por el tipo de material
originario (roca), puesto que es el material base a partir del cual se forma el suelo (Sabroso y Pastor,
2004).
Junto a este material se va añadiendo, en el transcurso del tiempo que dura la formación de un
suelo, materia orgánica procedente de organismos vivos. El contenido mineral de un suelo es el que
determina su fertilidad (Sabroso y Pastor, 2004).
Básicamente son tres los tipos de rocas que pueden ser material original del suelo (Sabroso y
Pastor, 2004):
Ígneas: formadas por solidificación de un material fundido (lava). Tienen como término
medio un 50 % de óxido de silicio (SiO2).
Sedimentarias: formadas por sedimentación de materiales depositados por el viento, el
agua, el hielo o la gravedad (areniscas (SiO2), lutitas y arcillas), o por procesos químicos
o bioquímicos (evaporitas y calizas).
Metamórficas: formadas por recristalización de rocas ígneas o sedimentarias en
condiciones de elevada presión y/o temperatura.
Asimismo, cabe mencionar que los componentes del suelo pueden presentarse en los tres estados
de la materia: fracción sólida (materia mineral y materia orgánica, que configuran el armazón del suelo
con poros, fracción líquida (agua) y fracción gaseosa (aire). Generalmente, el 50% del volumen
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corresponde a la fracción sólida y el 50% restante se encuentra repartido entre la fracción líquida y
gaseosa (Sabroso y Pastor, 2004).
Los constituyentes del suelo son dos tipos (Sabroso y Pastor, 2004):
Las fuentes principales de la contaminación de los suelos por hidrocarburos, según la Agencia de
Residuos de la Generalitat de Cataluña (2009) suelen ser:
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6.1.- Contaminación por hidrocarburos
Los hidrocarburos son los compuestos orgánicos más simples y pueden ser considerados como
las sustancias principales de las que se derivan todos los demás compuestos orgánicos. Son clasificados
dependiendo de la estructura de los enlaces existentes entre los átomos de carbono que componen la
molécula, aunque existen otras clasificaciones igualmente válidas (Griem y Griem-Klee, 1999):
Los hidrocarburos son excelentes combustibles, obteniéndose una serie muy diversificada de
sustancias utilizadas en la industria como se mencionó anteriormente, así como usos comunes en la vida
diaria de las personas. El gran problemas es la persistencia de la mayoría de esas sustancias, al igual que
se agrava por su poder contaminante en el medio ambiente.
Las propiedades químicas del suelo más afectadas por la contaminación son (Itzel, 2013):
Asimismo, Itzel (2013) considera como propiedades físicas del suelo que se ven afectadas las
siguientes:
El potencial hídrico.
Incremento de la retención del agua en la capa superficial.
Disminución de la porosidad.
El efecto tóxico (capacidad de un material de causar efectos adversos) varía según la cantidad y
composición de los derivados del petróleo, la frecuencia y el tiempo de exposición, el estado físico del
derrame y las características del sitio donde sucedió el derrame. Otras variables ambientales a tener en
cuenta en este efecto tóxico son la temperatura, humedad y oxígeno (Martínez, 2011).
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Los combustibles más utilizados son la gasolina y el diésel, este primero es una mezcla de
hidrocarburos alifáticos obtenida del petróleo por destilación fraccionada (usado en motores de
combustión interna) y el segundo es un hidrocarburo líquido compuesto principalmente de parafinas
(usado en motores diésel) (BLOGICARS, 2010).
El Real Decreto 117/2003, de 31 de enero, define como compuestos orgánicos volátiles (desde
aquí en adelante COVs) todos aquellos que presenten una presión de vapor (presión que ejerce un vapor
cuando está en equilibrio con la fase liquida o sólida) de 0,01 kPa o más a 293,15 K, o que tenga una
volatilidad equivalente en las condiciones particulares de uso.
La Agencia Europea de Medio Ambiente (desde aquí en adelante EEA, según sus siglas
inglesas) elaboró un informe en 2011 de las sustancias más contaminantes (European Environment
Agency, 2014), tanto del suelo como las masas de agua subterránea (la Figura 5 muestra los
contaminantes predominantes en España), destacándose a nivel europeo los metales pesados, aceites
minerales, hidrocarburos aromáticos policíclicos e hidrocarburos clorados. En España, los
contaminantes más usuales varían según queda reflejado en la figura inferior.
9% 3%
Hidrocarburos Clorados
3%
Aceites Minerales
17%
54% Hidrocarburos Aromáticos
Policíclicos
Metales Pesados
14%
Hidrocarburos Aromáticos
Otros
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6.2.- Dinámica de hidrocarburos en el suelo
La dispersión en el suelo de los contaminantes orgánicos (Figura 6) viene determinada por sus
propiedades físico-químicas y de las características del medio receptor (Flores, 2010).
Los compuestos orgánicos, en general, forman una capa en el nivel freático desplazándose en
dirección al flujo del agua subterránea, aunque los contaminantes orgánicos de mayor densidad tienden
a aposentarse en la parte inferior de las masas de agua subterránea una vez migradas, lo más frecuente
es su permanencia en la capa superficial ya que son inmiscibles e insolubles. En cambio, los
contaminantes volátiles migran directamente a la atmósfera si el vertido se produce en la capa más
superficial del suelo, pero si es un proceso de infiltración, la migración de estos depende de su capacidad
de movilidad con el flujo subterráneo pero difunden más ágilmente que los contaminantes orgánicos de
mayor peso molecular. Dicho lo anterior, se da a entender que en fenómenos de disolución los
compuestos volátiles al ser más solubles en agua presentan mayor concentración de toxicidad.
La infiltración de los hidrocarburos dependerá del contenido de arcilla, permeabilidad del suelo
y si se trata de un medio edáfico arenoso o no, por lo que a baja permeabilidad (o alta viscosidad de
HCs) y alto contenido de arcilla dictaminará una pobre o nula infiltración del suelo, puesto que la arcilla
tiende a almacenar el material pero es la porosidad la que permite el paso a través del suelo, en cambio
un suelo arenoso permitirá la infiltración de los hidrocarburos (Flores, 2010).
Los hidrocarburos alcanos como parafinas se desplazan hacia la zona inferior no saturada del
suelo debido a la fuerza de capilaridad y gravedad del suelo, migrando hacia una difusión lateral y
obstruyendo los poros del suelo si el vertido es de un volumen considerable; a pesar de ello el suelo
puedo contrarrestar esta migración si los hidrocarburos encuentran a su paso un lecho impermeable o
una franja capilar.
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Figura 6. Movilidad de hidrocarburos en zona saturada y no saturada. Fuente: Elaboración propia.
Legislación Estatal
Ley 22/2011
Tiene como finalidad regular la gestión de los residuos impulsando medidas que prevengan su
generación y mitiguen los impactos adversos sobre la salud humana y el medio ambiente asociados a su
generación y gestión, mejorando la eficiencia en el uso de los recursos. Asimismo, en su anexo XI se
recoge el contenido que se debe presentar al órgano competente con datos generales, específicos y
aquellos que se recopilen durante la recuperación del suelo; siguiendo este hilo se detallan las
obligaciones en la aportación de información sobre cantidad, evolución de los Informes de Situación,
procedimientos realizados y actuaciones e inversiones llevadas a cabo en materia de prevención de la
contaminación del suelo.
Establece una relación de actividades susceptibles de causar contaminación en el suelo, así como
adoptar criterios y estándares para la declaración de suelos contaminados. Además obliga a los titulares
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de actividades potencialmente contaminantes de presentar ante la Consejería con competencias en
materia de medio ambiente un informe preliminar de situación del suelo que tiene como objeto valorar
la posibilidad de que la actividad empresarial actual o anterior, haya producido, o pueda producir,
afección al suelo (siguiendo las instrucciones establecidas para su cumplimentación). Dicho informe
contendrá datos generales de la actividad, materias peligrosas consumidas, productos intermedios o
finales de carácter peligroso, residuos o subproductos generados, almacenamientos, áreas productivas y
actividades históricas. Aunque no se establece la obligación de realizar muestreos y análisis, si se exige
la remisión periódicamente al órgano competente de informes de situación.
Otras situaciones por las que la norma exige un informe de situación son aquellas en las que los
propietarios de los suelos en los que se haya desarrollado en el pasado alguna actividad potencialmente
contaminante cuando hayan solicitado una licencia o autorización para el establecimiento de alguna
actividad diferente de las actividades potencialmente contaminantes o que suponga un cambio de uso
del suelo.
Legislación Autonómica
Ley 7/2007
Esta norma no interviene e lo dispuesto por el Real Decreto 9/2005, es decir no incrementa las
exigencias de la norma básica en materia de suelos contaminados (declaración de los mismos,
actividades potencialmente contaminantes e informes a entregar al órgano competente).
No obstante, si incluye unos acuerdos voluntarios (que deben ser aprobados por la Consejería
competente en materia de medio ambiente) y convenios de colaboración, que son suscritos por aquellos
que se encuentren obligados a las operaciones de limpieza y recuperación.
Decreto 18/2015
La normativa se desarrolla de forma más específica en materia de suelos contaminados, así por el
cual se crean los Inventarios de suelos potencialmente contaminados y de suelos contaminados o el
Programa andaluz de suelos contaminados; llevando a cabo la coordinación de los planeamientos y
desarrollos urbanísticos en relación con la calidad del suelo. Las obligaciones de las personas o entidades
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titulares de actividades potencialmente contaminantes del suelo y de los propietarios de los suelos que
las soportan se rigen por lo dictaminado en el RD 9/2005.
8.1.- JUSTIFICACIÓN
Informe preliminar
El Real Decreto 9/2005, como se redactó en el anterior apartado del presente trabajo, establece la
obligatoriedad de presentar un informe preliminar de situación del suelo con el fin de valorar la afección
al suelo.
Por tanto, se implanta un procedimiento propio para hidrocarburos que podría contener las
siguientes etapas:
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8.2.- PREVENCIÓN
En cualquier remediación del medio natural prevalece una regla y es la prevención, no solo por
el beneficio ambiental sino también por la repercusión económica posterior, claro está que este plan
preventivo debe estar integrado desde el diseño de cualquier proyecto ingenieril, es decir integrado desde
la ingeniería básica e impulsado en la ingeniería de detalle.
La EEA recomienda instalar válvulas de contención en el llenado de depósitos, con el fin de evitar
fugas y posibles derrames de sustancias hidrocarbonadas. Asimismo, se aconseja habilitar alarmas y
dispositivos de control por sobrellenado de los tanques; en el llenado de estos últimos es primordial su
control por ello esta institución pública establece una sobrecapacidad de los depósitos puesto que es
frecuente sobrepasar el nivel del tanque, además estos depósitos deben estar en condiciones óptimas en
cuanto a su material de fabricación ya que pueden originarse fisuras que incremente la pluma de
contaminación en el subsuelo.
El control y la detección de emanaciones desde una ubicación remota y en tiempo real es vital en
cada una de las tuberías y depósitos, por ello se requiere una calibración en cada dispositivo usado según
lo indicado en su manual. Dicha calibración de los equipos no solo debe corresponderse a su uso, sino
también siguiendo una periodicidad temporal para llevar a cabo pruebas de precisión en las tuberías de
presión y succión. El Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), en su informe anual de 2014, recomienda
aplicar diversos métodos para la detección de fugas garantizando precisión en la localización del escape
y es por ello que su idea es integrar diferentes métodos no intrusivos y a tiempo reales; dicho método
integrado, asocia un sistema de fibra óptica y acústico conformado por sensores que recopilan
vibraciones, deformaciones dinámicas y alteración de la temperatura en las tuberías para establecer a
posteriori una correlación matemática determinando posibles perturbaciones que dan lugar a fugas.
Además, se requiere predecir y evaluar los riesgos a fin de implementar programas informáticos que
contemplen la seguridad de la población, la protección ambiental y a la infraestructura, una de las
soluciones más económicas es la conexión con SCADA (acrónimo anglosajón de Supervisory Control
And Data Acquisition) que emplea un software de control y supervisión a distancia.
8.3.- REMEDIACIÓN
Actualmente se ha priorizado la idea encaminada a tratar de recuperar los suelos contaminados
en lugar de dar como solución su destrucción, la cual se lleva a cabo mediante el transporte a vertederos;
principalmente debido a bajas garantía de la contención de la contaminación portadora. Hoy día se tiene
un pensamiento más sostenible, favoreciendo la recuperación del medio edáfico y la continuidad de su
funcionamiento natural.
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Para establecer un planteamiento de remediación, se entiende que en esta fase hay generación de
un derrame o fuga, por ello se realiza un estudio para delimitar el penacho de contaminación por
hidrocarburos, realizando la caracterización de los propios contaminantes y el medio edáfico, así como
determinando sus características geológicas.
En los siguientes apartados se describirá los diferentes procedimientos para llevar a cabo la
remediación de suelos contaminados, partiendo de una caracterización inicial hasta llegar a una
planificación final para estabilizar el terreno restaurado.
8.3.1.- Geolocalización
Identificar la zona de estudio en la que se llevó a cabo la actividad contaminante, además de ubicar
las zonas de interés donde actualmente se realizan diversas actividades (pozos de abastecimiento,
carreteras…), las limitaciones tecnologías, consideraciones ecológicas o edificaciones cercanas a la zona
estudiada, es la premisa básica para idear las operaciones de gestión que abarcan desde la campaña de
muestreo hasta la restauración final.
La aportación de información sobre los servicios públicos que goza la zona de estudio, podrán
favorecer la facilidad de gestionar si se requiere un gasto extra o no para obtener materias primas
consumibles en la actuación como es el caso de tratamientos que requieran agua.
Asimismo, es importante conocer y la ubicación de las zonas de interés para establecer una
adecuada gestión desde el inicio.
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En esta fase se requiere conocer la situación del medio edáfico antes de iniciar alguna de las
acciones del tratamiento, esto permitirá prever las alteraciones que se puedan producir sobre los
elementos del medio definidos y descritos, pero además otorgará información para poder establecer la
magnitud de las interacciones y asegurar unas medidas correctoras eficaces.
Ante todo ello, la necesidad de conocer la existencia de zonas u organismos vivos protegidos, por
cualquier autoridad legal, cercanos a la zona de estudio es primordial para no agravar las actuaciones
que se llevarán a cabo.
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mediante la siguiente ecuación propuesta por Vicente Conesa Fernandez-Vitora (1997) y regulándose
con el procedimiento que se refleja en el anexo VII:
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Para garantizar la restauración del suelo y su posterior evolución natural, se deberá establecer un
programa de vigilancia ambiental. Dicho programa tiene como objetivo velar por conservación del suelo
y evitar posibles contaminaciones posteriores a la actividad de remediación.
Tabla 1
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6 Adicción de hexano, cloruro de metilo, acetona o metanol.
Las muestras para compuestos orgánicos se recomienda tenerlas por duplicado y para compuestos
orgánicos volátiles por triplicado y almacenados en recipientes de vidrio con cierre de Teflón
(Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, 2008).
Tabla 2
Hidrocarburos del
Vidrio/250 g 4 ºC 28 días
petróleo
Extraer de la matriz
Vidrio con cierre de antes de 14 días,
Fenoles 4 ºC
Teflón/250 g determinar en los 40
días siguientes.
33
Extraer de la matriz
Orgánicos Vidrio con cierre de antes de 14 días,
4 ºC
semivolátiles Teflón/250 g determinar en los 40
días siguientes.
Extraer de la matriz
Vidrio con cierre de antes de 14 días,
PAH 4 ºC y en oscuridad
Teflón/250 g determinar en los 40
días siguientes.
Extraer de la matriz
Hidrocarburos Vidrio de topacio/125 antes de 14 días,
4 ºC
extractables mL determinar en los 40
días siguientes.
Por tanto, el coste-beneficio dependerá del tamaño de muestreo óptimo y el coste total del
muestreo (Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, 2008),
aunque la Guía para Muestreo de Suelos recomienda un mínimo de puntos de muestreo para garantizar
cierta calidad en los muestreos.
La Guía para muestreo de suelos diferencia entre muestreo de identificación, cuya finalidad es
investigar la existencia de contaminación del suelo a través de la obtención de muestras representativas
con el objetivo de establecer si el suelo supera o no los valores de referencia marcados en la legislación,
y muestreo de detalle que tiene por objetivo obtener muestras representativas de suelo para determinar
el área y volumen (la distribución horizontal y vertical) del suelo contaminado en las áreas de interés
determinadas a través de la fase de identificación.
Tabla 3
0.1 4
0.5 6
34
1 9
2 15
3 19
4 21
5 23
10 30
15 33
20 36
25 38
30 40
40 42
50 44
100 50
Nota. Para áreas superiores a 100 hectáreas se determina con la siguiente ecuación: N=0.1X+40, Siendo N (número
mínimo de puntos de muestreo) y X (superficie en hectáreas). Fuente: Dirección General de Calidad Ambiental,
2014.
Tabla 4
1 4
2 6
3 7
4 9
5 11
6 13
7 14
35
8 16
9 18
10 20
15 28
20 37
25 46
50 90
Nota. Para un número mínimo de puntos de muestreo que no estén contemplados en la tabla se utilizará la siguiente
ecuación: N=1.75X+2, siendo N (número mínimo de puntos de muestreo en Muestreo de Detalle) y X (puntos de
muestreo del Muestreo de Identificación que superan los valores de referencia de la legislación vigente). Fuente:
Dirección General de Calidad Ambiental (2014). Guía para muestreo de suelos. Perú.
8.4.2.- Perforaciones
Se recomienda en torno a 20-21 perforaciones hasta una profundidad de 10 metros mediante una
perforadora sónica y 1 única perforación de 15 metros para determinar la extensión vertical de la pluma
de contaminación mediante perforadora convencional (Amat, 2012).
Las muestras se toman por duplicado en intervalos de 1,5 a 3 metros, cuyo recipiente para el
análisis ex situ de la primera es el que quedó reflejado en la Tabla 2 y para la segunda se determina in
situ previamente almacenada en una bolsa hermética mantenida en reposo 15 minutos para después
obtener su lectura mediante controlador PID (Proporcional-Integral-Derivativo). Esta lectura
determinará los valores más relevantes que serán contrastado en el análisis de laboratorio, tomándose
concentración mínima del contaminante orgánico (mg/kg), concentración máxima (mg/kg) y la
ubicación del pozo o sondeo donde se superó el valor de referencia marcado por la normativa vigente,
con el fin de tomar las medidas de descontaminación y vigilancia.
Los materiales utilizados en la perforación y en el muestreo deben ser limpiados tras su uso en
cada pozo, además estos pozos han de ser cubiertos por carcasas de PVC.
Las muestras procedentes de pozos aleatorios se deben conservar en su forma original para
calcular los parámetros principales del suelo, tales como densidad, porosidad, contenido en materia
orgánica y carbono.
Aquellos pozos en los que exista masa de agua subterránea han de ser trabajados mediante bomba
de extracción sumergible y una sonda de un solo uso evitando contaminación entre los diferentes
sondeos, extrayendo agua hasta que quede limpia sin sedimentos y el volumen a extraer debe ser 3 veces
superior al del pozo con el fin de analizar el agua del posible acuífero contaminado. La misma debe ser
36
almacenada y analizada para su posterior tratamiento antes de ser vertida, las determinaciones de mayor
interés son pH, oxígeno disuelto, conductividad eléctrica y temperatura (Amat, 2012). Además se
requiere elaborar unas mediciones de los niveles piezométricos mediante sonda piezométrica eléctrica
(adecuadamente calibrada y libre de contaminación).
Filtro de arena gradada desde el fondo del sondeo hasta unos 50 centímetros por encima
de la zona ranurada de la tubería.
Filtro de bentonita hidratada con agua en los 40 centímetros encima del filtro de arena.
El resto del espacio anular se rellena con una mezcla de bentonita y hormigón al 50%.
La EPA recomida como métodos analíticos los marcados en la Tabla 5, además en el anexo IV se
pueden apreciar métodos analíticos de la propia agencia norteamericana para determinar derivados del
petróleo:
Tabla 5
37
Contaminante orgánico Métodos analíticos (EPA)
Nota. Esta tabla es una recopilación de los métodos analíticos de la Agencia de Protección Ambiental de Estados
Unidos para determinar límites permisibles según NOM-EM-138-ECOL-2002. Fuente: Ortínez Brito et al. (2003).
La restauración de suelos contaminados con hidrocarburos en México (pp. 83-92). Secretaría de Medio Ambiente
y Recursos Naturales. Distrito Federal, México.
BTEX
Técnica de preparación. EPA 3540, EPA 3541, EPA 3550 y EPA 3560.
Técnica de descontaminación. EPA 8015B.
38
• EPA 5021 • EPA 5032 y EPA
• EPA 8260B 5035
• EPA 8021 y EPA
8015B
C6-
BTEX
C10
C10-
HTP
C28
• EPA 3540, EPA • EPA 3540, EPA
3541 y EPA 3550 3541, EPA 3550
• EPA 418.1 y y EPA 3560
EPA 8015 • EPA 8015B
Figura 7. Técnicas analíticas más frecuentes para distintos compuestos orgánicos. Fuente: Elaboración propia.
Las tecnologías de recuperación de suelos contaminados están diseñadas para aislar o destruir los
contaminantes alterando su estructura química mediante procesos físicos, químicos, térmicos o
biológicos. Estos últimos presentan gran eficiencia en la actualidad pero no serán objeto de análisis en
este trabajo. Su viabilidad en el terreno, zona de estudio o planta piloto de laboratorio depende de las
propiedades del suelo y del contaminante, comportamiento y eficacia del tratamiento, interés económico
y tiempo estimado para desarrollarse la recuperación. Según la forma en la que se apliquen las técnicas
de recuperación de suelos se habla de tratamientos in situ, que actúan sobre los contaminantes en el
lugar en el que se localizan, y tratamientos ex situ, que requieren la excavación previa del suelo para su
posterior tratamiento, ya sea en el mismo lugar (tratamiento on-site) o en instalaciones externas que
requieren el transporte del suelo contaminado (tratamiento off-site). Los tratamientos in situ requieren
menos manejo pero por lo general son más lentos y más difíciles de llevar a la práctica dada la dificultad
de poner en contacto íntimo a los agentes de descontaminación con toda la masa de suelo contaminada.
Los tratamientos ex situ suelen ser más costosos pero también más rápidos, consiguiendo normalmente
una recuperación más completa de la zona afectada (Ortiz, Sanz, Dorado & Villar, 2007).
Las técnicas para llevar a cabo la recuperación de los suelos contaminados por hidrocarburos se
pueden dividir en:
Técnicas de contención.
39
Técnicas de confinamiento.
Técnicas de descontaminación.
Técnicas de anulación
- la excavación en el suelo de zanjas profundas de hasta 100 m que son posteriormente rellenadas
de material aislante como mezclas de cemento, arcilla, geomembranas, bentonita (mezclada con
agua se emplea para estabilizar las paredes en las barreras de excavación) u hormigón con agua;
- la inyección vertical a presión, generalmente hasta 50 m de profundidad, de lechada de cemento
o cemento-bentonita a través de sondeos, formando pilotes de 0,5 a 1,5 m de espesor, y
culminada con la inyección adicional de lechada en el suelo existente entre los pilotes para
conformar una barrera subterránea continua;
- el tablestacado metálico, una sucesión de perfiles de acero con sección en forma de Z o U que
se hincan verticalmente en el suelo no más allá de 30 m de profundidad sobre una base
impermeable (natural o creada artificialmente) y que a veces se acompaña con la inyección de
lechada de cemento-bentonita para sellar el espacio que ocupan.
Una forma de mejorar las propiedades de estas barreras verticales es utilizar geomembranas,
generalmente constituidas por polietileno de alta densidad (Thomas y Koerner, 1996). Asimismo, estas
barreras pueden ejercer de reactivas, con el fin de neutralizar los contaminantes que podrían infiltrarse
o migrar a un acuífero.
Estas técnicas de contención vertical se aplican de forma óptima en suelos de textura gruesa no
muy compactados, aunque en el caso de los muros pantalla la presencia de grandes bloques puede
dificultar las labores de excavación; su uso es más frecuente para proteger las masas de agua subterránea
que para suelos.
40
Su aplicación se desarrolla en grandes superficie contaminadas, su coste de operación es muy
asequible comparado con otras técnicas (460-627 €/m2), la puesta en marcha es rápida y es flexible en
cuanto a acción frente a diferentes contaminantes de baja peligrosidad.
41
La aplicabilidad de este tratamiento se basa en suelos contaminados por compuestos orgánicos e
inorgánicos en los cuales otras técnicas de tratamiento impiden su uso por elevado coste. Una gran
ventaja es que el suelo puede ser tratado y repuesto a su origen).
La limitación más importante es que este tratamiento se ha utilizado poco y no se tienen una base
de datos que garantice su funcionalidad y su coste-beneficio.
La superficie del suelo se puede sellar in situ con materiales naturales que reducen la
permeabilidad, como la bentonita, sola o combinada con un material geotextil; con aglomerados
asfálticos u hormigones y con láminas sintéticas fabricadas con materiales termoplásticos. Aunque los
materiales más comunes son arcillas compactadas y geotextiles de asfalto o plásticos como polietileno
de alta densidad y cloruro de polivinilo de 5 a 15 cm de espesor.
El relleno puede presentar una cubierta doble de forma que exista un aislamiento entre el suelo
contaminado y la capa superficial, además de una capa subsuperficial entre el suelo contaminado y las
posibles masas de agua subterránea.
Por tanto, los materiales pueden ser artificiales como geotextiles o naturales como las arcillas,
aunque se recomienda una secuencia seriada de capas para incrementar la eficacia en el aislamiento
(p.e.: capa de vegetación/capa de suelo no contaminado/capa aislante, permeable geonet/capa de
drenaje, de arena/capa de baja infiltración).
Los materiales pueden ser permeables con el fin de drenar los percolados y/o impermeables
evitando las migraciones; aunque el gran problema de esta técnica, que encarece su aplicación, es la
liberación de gases de efecto invernadero tales como CO2 y CH4, requiriéndose un sistema de
eliminación mediante (Dorronsoro, 2009).
Para el correcto funcionamiento de esta técnica es necesario que el material de sellado no esté
sometido a continuos periodos de humectación y desecación que pueden deteriorarlo y en el caso de que
exista riesgo de dispersión lateral de la contaminación a través de la fracción gaseosa del suelo, es
recomendable utilizarla en combinación con un sistema de contención lateral y de captación de
contaminantes volátiles (Ortiz et al., 2007).
42
eficacia es común por el enraizamiento debido a que en la capa más superficial del suelo hay materia
vegetal. Otro inconveniente es el aumento en el gasto de mantenimiento por liberación de gases en los
poros libres del suelo y huecos en la cubierta en una gran superficie (Figura 9), por lo que se entiende
que esta técnica genera residuos.
Las limitaciones de operación son para terrenos cuya conductividad hidráulica sea inferior a 10-6
m/s, pues la precisión de la acción de los inyectores disminuye con la profundidad y, la profundidad
máxima recomendada para sellados temporales es de unos 30 metros. Por la misma razón, para un
sellado permanente, la profundidad máxima recomendada es de unos 20 metros. Al tratarse de una
técnica de contención, no se produce ninguna reducción en las concentraciones de contaminantes.
Finalmente, se debe controlar las inyecciones puesto que podrían alterar las características del medio
(Comunidad de Madrid, 2006).
43
9.1.6.- Barreras hidráulicas
La técnica es similar al de las barreras físicas; es decir, evita la dispersión de los contaminantes
utilizando una barrera hidráulica basada en diferencias de potencial hidráulico, de ahí la única diferencia
con las barreras mencionadas anteriormente que utilizan un material sólido que impide la migración de
los contaminantes (Figura 10). Se desarrollan diferencias de presión provocadas por la extracción de
agua y por su inyección al acuífero, con la intención de capturar el penacho contaminado de agua
subterránea y de evitar su dispersión. La contención se establece en las inmediaciones de la
contaminación o aguas arriba con el fin de evitar la migración de los contaminantes hacia aguas abajo,
y la extracción se lleva a cabo mediante pozos, drenes o zanjas de drenaje que disminuyen el nivel
freático para tratar esa agua, y si es posible retornarla por inyección para no causar sobreexplotación de
la masa de agua subterránea afectada (Kaifer et al., 2004; Domènech y Peral, 2006). Los costes de
instalación de pozos de extracción, instalación de tuberías, excavación de zanjas y perforación son en
torno a 469 €/m3 (sin tener en cuenta el coste diario de operación y consumo energético), el tiempo de
operación varia de semanas a meses (Comunidad de
Madrid, 2006).
44
la inyección de solidificantes, pero este trabajo se dirige a casos en los que haya contaminación por
hidrocarburos o compuestos orgánicos.
9.2.1.- Vitrificación
La técnica se basa en la estabilización térmica mediante el calentamiento (superior a 1.100 ºC)
del suelo contaminado a elevada temperatura con el fin de transformar el suelo contaminado en un
residuo vítreo estable, inmovilizando gran parte de los contaminantes inorgánicos y destruyendo los
contaminantes orgánicos por reacciones de oxidación y/o pirolisis (Figura 11) (FRTR, 1999b). El tiempo
de operación es de semanas a meses y los costes de 669 a 836 €/m3.
La aplicación de esta técnica es para aquel suelo que contenga una cantidad apropiada de sílice
para formar la masa vítrea y óxidos alcalinos (Na, Li, K) que le confieran estabilidad. La contaminación
ha de encontrarse en capas poco profundas (Khan et al., 2004).
Los grandes inconvenientes de esta técnica se centran en la generación de gases tóxicos que deben
ser recogidos y tratados antes de ser emitidos a la atmósfera. Además, teniéndose en cuenta que el
elevado contenido en limo y arcilla dificulta la liberación del agua del suelo en el proceso de
calentamiento, la presencia de macroporosidad puede dificultar su tratamiento in situ y requerir una
compactación previa del terreno y el exceso de humedad puede disminuir su eficacia. Y la otra gran
desventaja es la destrucción del suelo, con lo cual imposibilita la actividad edáfica futura (Mulligan et
al., 2001).
45
2.000 ºC). Asimismo se puede operar a través de procesos de plasma, alcanzando temperaturas de hasta
5.000 ºC por descargas eléctricas (Suthersan, 1997).
Los contaminantes inorgánicos son transformados en material vitrificado y los orgánicos en gases,
aunque una parte de estos últimos queda encapsulada y otra se escapa en forma gaseosa a las capas
superficiales donde son atrapados por una campana acoplada a un sistema de vacío.
El proceso de calentamiento se da lugar desde las capas más superficiales hacia las zonas
profundas. Después de la inserción de los electrodos se corta la corriente eléctrica y los contaminantes
quedan solidificados (una vez se enfríen desde su fusión). Esta solidificación genera una pérdida de
volumen y huecos que han de rellenarse con el propio suelo descontaminado o aquel suelo exento de
contaminantes, extraído de una zona cercana. El consumo eléctrico de este tratamiento se establece en
torno a 0,7-1,1 kWh por kilogramo de suelo contaminado (Acar y Alshawabkeh, 1993; Dorronsoro,
2009).
46
La aplicabilidad del sistema es para suelos contaminados con sustancias volátiles y semivolátiles,
disolventes no clorados, hidrocarburos
aromáticos policíclicos ligeros y compuestos
organoclorados volátiles; no siendo adecuada
para el tratamiento de suelos contaminados por
hidrocarburos pesados derivados del petróleo,
PCBs, dioxinas o metales (Grasso, 1993;
Fischer, Schulin, Keller y Stauffer, 1996; Khan
et al., 2004).
Figura 12. Proceso de extracción de aire. Fuente: Ortiz et
al., 2007.
Una gran ventaja de esta técnica es el
aumento de la eficacia mediante inyección de aire caliente.
Consiste en extraer el agua contaminada del suelo de la zona saturada y de la zona no saturada.
El agua de la zona saturada es bombeada a la superficie para su posterior tratamiento, conocido como
Pump&Treat (Bear y Sun, 1998; Illangasekare y Reible, 2001).
El agua de la zona no saturada se trata mediante inyección de agua como arrastre y lavado de los
contaminantes y después son acumulados en la zona saturada para bombearse a la superficie. Esta
inyección de agua se ayuda añadiendo disolventes para la desorción de los contaminantes del suelo como
tensoactivos (eliminación de compuestos orgánicos de baja solubilidad), hidróxido sódico (disolver la
materia orgánica), solventes solubles en agua, sustitución de cationes tóxicos por cationes no tóxicos;
agentes complejantes (EDTA), ácidos y bases, que lleven a cabo la desorción (estudiando primero las
propiedades edáficas para ver el comportamiento que tendrá esta desorción) metales y algunos
compuestos orgánicos y sales; y agentes reductores y oxidantes que incrementan la movilidad de los
contaminantes (Mulligan et al., 2001). El tiempo de actuación varía de semanas a meses y los costes (sin
incluir consumos energéticos) pueden desglosarse como:
47
La aplicabilidad de sistema es para aguas subterráneas contaminadas con compuestos orgánicos
volátiles y semivolátiles, combustibles y metales (PNNL, 1994). La eficacia se incrementa para suelos
permeables con niveles freáticos de gran profundidad. Otra ventaja es la recuperación del nivel freático
por reinfiltración del agua extraída.
La aplicabilidad de este tratamiento es para suelos contaminados por hidrocarburos en fase libre
o contaminantes orgánicos volátiles. Las ventajas principales son facilidad de recuperar la fase libre en
zonas más superficiales donde se imposibilite la construcción de pozos de extracción y recuperación de
hidrocarburos una vez separados (producto posterior para refinerías).
48
los contaminantes por el pozo, combinados con bombas de skimmer y mezcladas con agua o mediante
bombeo dual de las dos fases (Ortiz et al., 2007). Los costes de actuación se estiman en 200 €/semana y
los tiempos de operación pueden variar de semanas a meses.
La limitación de mayor relevancia del proceso se basa en el gran coste energético al realizar el
bombeo.
Este tratamiento ex situ (on-site u off-site), se desarrolla con una extracción de los contaminantes
mediante la mezcla en un tanque del suelo con un disolvente orgánico (hexano, metanol, éter dimetílico,
acetona y trietilamina). Este disolvente favorece el arrastre y se separa del suelo por evaporación, y
mediante la adición de otros disolventes o destilación los contaminantes se eliminan para que el
disolvente orgánico empleado sea reutilizado; para la extracción de metales pesados solo difiere que se
lleva a cabo mediante HCl, así como una agitación, separación por hidrociclones, floculación
(adicionando Cl2Mg, CaCO3, cal, NaOH) y un posterior desecado. En ambos casos se recomienda un
tamizado previo para eliminar gravas, un tratamiento para el residuo concentrado mediante
neutralización (cal o fertilizantes) y lavado con agentes precipitantes (hidróxido sódico) o disolventes
orgánicos para recuperar la solución extractante. Por tanto se origina un residuo concentrado que debe
tratarse para su vertido final (USEPA, 1990). El tratamiento es rápido con duración de 10 a 40 minutos
en llevarse a cabo reacciones pertinentes, con un tiempo de ejecución moderado y costes de operación
entre 167 a 669 €/m3.
La aplicabilidad de esta técnica se basa para eliminar compuestos orgánicos como PCBs,
compuestos orgánicos volátiles, metales pesados, disolventes halogenados, hidrocarburos derivados del
petróleo y compuestos organometálicos, aunque se debe de tener en cuenta la posible toxicidad del
disolvente empleado y los residuos de su posterior tratamiento para ser reutilizado. Otras ventajas son
sencillez y seguridad ya que las condiciones de operación se encuentran prefijadas y se puede llevar a
cabo en diferentes suelos.
49
9.3.1.2.- Lavado
9.3.1.2.a.- Lavado ex situ
Las sustancias extractantes utilizadas pueden ser ácidos, bases, agentes quelantes, alcoholes,
surfactantes y otros aditivos como sales (Griffiths, 1995). Los agentes quelantes como el ácido
etilendiaminotetraacético (EDTA), el ácido cítrico y el ácido nitrilotriacético (NTA), y otros ácidos
como el ácido clorhídrico son de gran eficacia para eliminar cobre, plomo y zinc (Elliot y Brown, 1989;
Davis y Singh, 1995; Peters, 1999). Así como los surfactantes, compuestos con una parte hidrofóbica y
una parte hidrofílica de naturaleza catiónica, aniónica y biológica, que son eficaces para separar
compuestos no acuosos de fase líquida del agua (Mulligan et al., 2001) y compuestos derivados del
petróleo (Hayes et al., 1986; Falatko, 1991; Burd y Ward, 1996).
50
9.3.1.2.b.- Lavado in situ
Su aplicabilidad en cuanto a uso, tiempo y coste de operación es similar al lavado ex situ (Johnston
et al., 2002).
Los inconvenientes de esta técnica son: posible contaminación mediante dispersión al solubilizar
y facilitar el movimiento de los contaminantes (requiere vigilancia estrecha para impedir que los
contaminantes migren en otra
dirección distinta a la deseada),
obligación de construir numerosos
pozos para la inyección,
descontaminación insuficiente al
contrario que el lavado ex situ, no
aplicable en suelos heterogéneos o
de baja permeabilidad, aditivos se
adhieren a las partículas del suelo,
líquidos restantes deben ser tratados
y fuerte adhesión de los
contaminantes orgánicos a las Figura 13. Proceso de lavado. Fuente: Ortiz et al., 2007.
arcillas con lo que dificulta su
lavado.
Esta técnica fue utilizada con éxito para extraer tricloroetileno (cancerígeno) añadiéndole al agua
un detergente (ciclodextrin) en el Aeropuerto Internacional de Tucson (Arizona, EE.UU.) (Dorronsoro,
2009).
9.3.1.3.- Electrocinética
La electroremediación es una tecnología innovadora que consiste en aplicar una corriente eléctrica
de baja intensidad entre electrodos introducidos in situ en el suelo contaminado, posibilitando la
51
movilidad de partículas e iones de la masa de agua subterránea ( Figura 14). Tiene como finalidad
extraer contaminantes de comportamiento iónico mediante la generación de un campo eléctrico. Este
campo eléctrico se crea mediante una diferencia de potencial entre los dos electrodos de bajo voltaje
(pocos voltios por cm2, gracias a ello son arrastrados los contaminantes polares). Los compuestos
aniónicos de estos contaminantes (cianuro, cloro, fluoruro, nitratos y otros compuestos orgánicos) son
desplazados hacia el ánodo o electrodo positivo y los compuestos catiónicos (amonio y otros compuestos
cargados positivamente) hacia el cátodo o electrodo negativo, se aconseja que el barrido se lleve a cabo
lentamente. La oxidación de agua en el ánodo genera H+, que se movilizan hacia el cátodo creando un
frente ácido, dando lugar la desorción de los cationes del suelo e impulso de la disolución de
contaminantes precipitados como carbonatos o hidróxidos. Los iones OH- formados en el cátodo por la
reducción del agua genera precipitación de metales; la velocidad del frente básico, es decir transporte
de OH-, es dos veces menos que la velocidad del frente ácido o transporte de H+ (Pazos, Sanromán y
Cameselle, 2006). Las altas concentraciones de iones provocan la generación de gases dando reacciones
en los dos electrodos de oxidación y reducción, en la primera reacción de generación de hidrogeniones
representa al frente ácido y la segunda reacción forma hidroxilos del frente básico:
2 𝐻2 𝑂 − 4 𝑒 − → 𝑂2 + 4 𝐻 +
4 𝐻2 𝑂 − 4 𝑒 − → 2 𝐻2 + 4 𝑂𝐻 −
La extracción de los contaminantes adheridos a los electrodos se da lugar mediante una corriente
de agua. La movilización de los contaminantes puede ser por (Acar y Alshawabkeh, 1993):
52
cargados positivamente; aniones inorgánicos (cloruros, cianuros, fluoruros, nitratos, sulfatos) y
cualquier otra sustancia de naturaleza iónica o ionizable. Además, el transporte por electroósmosis
permitirá eliminar del suelo otro tipo de sustancias no iónicas, compuestos orgánicos polares, pero
también apolares como benceno, tolueno, etilbenceno, xileno, cetonas, fenantreno, fenol, hidrocarburos,
PAHs, BTEX. Actúa de igual manera para suelos porosos o de baja porosidad, suelos permeables o
arcillosos (baja permeabilidad hidráulica). Presenta un consumo energético bajo, control sobre la
dirección del flujo y sobre la recolección de contaminantes que se acumulan en los electrodos que
finalmente son eliminados mediante bombeo o resinas de intercambio iónico o redisolviéndolos
invirtiendo la polaridad durante pequeños intervalos de tiempo (Page y Page, 2002; Smith et al., 1995;
Pazos et al., 2006).
Esta técnica aún se encuentra en investigación y mejora, pues presenta resultados variables debido
a numerosos factores a tener en cuenta. Por ello el tiempo de operación varía según parámetros del suelo,
comportamiento de los contaminantes y distancia entre electrodos (de 7 a 12 meses según Roqueta
(2016); asimismo el coste operacional estimado ronda los 100 €/m3).
Las limitaciones de esta tecnología son tales como la dificultad de llevarse a cabo en suelos que
presentan una humedad inferior al
10%. El óptimo operativo se consigue
con 10-15% de contenido en humedad.
Esta variable es importante ya que si
hay bajo contenido y se inyectarse
agua, existirá una propagación de la
contaminación hacia otras zonas),
inutilización por corrosión de aquellos
electrodos que no sean inertes
Figura 14. Esquema del proceso electrocinético. Fuente: Page y Page, 2002.
(carbón, grafito o platino) y
generación de compuestos tóxicos si no se controla las reacciones redox.
53
de las barreras hidráulicas, optimizando el tiempo operacional (Pankow et al., 1993; Devlin y Barrer,
1994; Watanabe, 1996; Barbaro y Barrer, 2000; Hunkeler et al., 2002). La adsorción de contaminantes
se puede conseguir utilizando barreras de carbón activo o arcillas y la precipitación de contaminantes
inorgánicos mediante calcitas (Czurda y Haus, 2002; Gates, 2004; Berg et al., 2004; Mulligan et al.,
2001). La creación de la barrera se lleva a cabo por una zanja larga y estrecha por donde se dispone el
flujo de la masa de agua subterránea. Dicha zanja, como se mencionó, se rellena del material reactivo
(en este caso una combinación de microorganismos, nutrientes y oxígeno) mezclado con arena ya que
facilita el flujo (una vez tratado) a través de la barrera. Como medida de seguridad se aconseja que los
suelos de baja compactación se cubran o rieguen para no provocar levantamiento de material particulado
y polvoriento. El coste estimado ronda 293-543 €/m3 y el tiempo operacional es de varios meses (Roig,
2006).
La técnica es aplicable a suelos contaminados por halocarbones y metales reducibles (se utiliza
como agente tratante el hierro metálico granulado), metales, compuestos orgánicos e hidrocarburos del
petróleo (tratados con metales reducidos y materiales adsorbentes combinado con aceptores biológicos
de electrones).
Las ventajas que presentan estas barreras son la no representación de peligros al medio edáficos
generando reacciones residuales tóxicas, seguridad de los operarios ya que la limpieza se realiza bajo
tierra, funcionamiento óptimo para suelos arenosos poco compactados, no hay equipamiento frágil con
lo cual pueden llevarse a cabo otras actividades en superficie, bajos costes de operación y mínima
generación de residuos.
54
9.3.1.5.- Inyección de aire comprimido
Tiene como objetivo separar los contaminantes disueltos en el agua en forma de vapor, esta
técnica y la siguiente se aplican cuando los contaminantes se encuentran adsorbidos en la matriz del
suelo, disueltos en el agua subterránea o en fase libre (Dorronsoro, 2009).
La inyección in situ de aire comprimido a través de pozos volatiliza los contaminantes disueltos
en el agua subterránea y provoca su desplazamiento en forma de vapor hacia la zona no saturada,
promoviendo también la biodegradación al aumentar las concentraciones subsuperficiales de oxígeno
(Figura 16) (Benner et al., 2002). Posteriormente, el aire contaminado que migra a la zona no saturada
debe ser extraído y depurado en superficie, generalmente con filtros de carbón activo. Al igual que en
el caso de la extracción de aire, esta técnica está indicada para tratar suelos y aguas subterráneas
contaminadas con solventes clorados (Kaslusky y Udell, 2005), compuestos orgánicos volátiles y
semivolátiles de bajo peso molecular (Benner et al., 2002) como xileno, benceno, tolueno, tetracloruro
de carbono, tricloroetano, cloruro de metilo, etc. Frecuentemente se precaliente el aire u oxígeno con el
fin de acelerar el proceso, ya que el suelo caliente ayuda a que las sustancias químicas se evaporen con
mayor rapidez (Dorronsoro, 2009).
Además de los filtros de carbón activo como adsorbedores, también se utilizan las zeolitas y los
polímeros sintéticos. Otros depuradores de gases diferentes a la adsorción son los oxidadores térmicos
(de llama directa, sin llama o catalíticos) o los biofiltros. La elección de cualquiera de los anteriores
dependerá de la concentración (<5,000 ppmv para carbón activo, 100-4,000 ppmv para oxidación
térmica y <1,000 ppmv para biofiltración), tipología, intensidad del flujo, duración del tratamiento y
calidad de emisión de los gases contaminantes. La adsorción por carbón y la oxidación térmica son las
dos tecnologías más utilizadas, la elección de una y otra es cuestión de costes y consideraciones
operativas. En líneas generales para concentraciones bajas la adsorción por carbón es el método más
barato y el que ofrece una más alta eficacia. Un procedimiento que da óptimos resultados es acoplar
ambos métodos. La oxidación térmica se utiliza en las fases iniciales cuando las concentraciones son
más elevadas y luego cuando decrecen las concentraciones se sustituye la oxidación térmica por la
adsorción por carbón (Dorronsoro, 2009). En el anexo V se detallan los procesos y sus respectivas
ventajas e inconvenientes.
55
La aplicabilidad del sistema se basa, por norma general, en operar aquellos suelos que se elimina
la fase libre antes de extraer el aire y
acuíferos que no estén confinados (pues no
deben desplazarse los contaminantes a la
zona no saturada). Asimismo, el suelo debe
ser permeable y con bajo contenido en
humedad.
La aplicabilidad del sistema se basa en suelos de textura arenosa contaminados con compuestos
como el tricloroetileno, productos derivados del petróleo, compuestos orgánicos no halogenados,
semivolátiles, pesticidas y compuestos inorgánicos.
56
9.3.1.7.- Oxidación/Reducción
Esta técnica de descontaminación se basa en la transformación de los contaminantes por oxidación
(preferente) o reducción a compuestos de
baja toxicidad, inertes o compuestos de baja
movilidad. Por tanto, su fundamentación
básica es la transferencia de electrones
mediante redox (pérdida de electrones de
los reactivos y ganancia de los mismos por
parte de los productos de la reacción
generada) (Figura 17). Los oxidantes más
usados son H2O2, permanganato, O3,
NaClO, Cloro y ClO2; y los reductores son
H2S, FeSO4 y CaS. Figura 17. Sistema de almacenamiento y descarga de permanganato.
Fuente: Dorronsoro, 2009.
Los agentes oxidantes presentan una eficacia hasta superior al 90% en cuanto a poder de
descomposición de contaminantes orgánicos. La finalidad de la oxidación es conseguir una
mineralización de los contaminantes orgánicos a dióxido de carbono y agua. El tiempo de operación
oscila entre semanas y meses. El coste de operación varía de 159 a 552 €/m3.
El O3 es especialmente eficaz para suelos ácidos, aunque su reacción oxigena el suelo y produce
bioestimulación.
El H2O2, al igual que el hierro ferroso, forma el reactivo Fenton que actúa como un oxidante
degradando los contaminantes orgánicos, su eficacia se incremente a pH ácido (de 2 a 4) y se vuelve
inactivo a pH muy básicos. El agua oxigenada reacciona con el hierro ferroso obteniendo radicales
hidróxidos, hierro férrico e iones hidroxilos. Estos últimos descomponen los enlaces hidrocarbonados
del petróleo (benceno, tolueno, etilbenceno, entre otros), así como pueden llevar acabo destrucción de
hidrocarburos aromáticos (PAHs) y MTBE, aditivo de gasolinas.
La oxidación in situ con estos agentes oxidantes son plenamente aptos para contaminantes
orgánicos derivados del petróleo, aunque también se han conseguido resultados satisfactorios con
compuestos orgánicos volátiles y semivolátiles, aldehídos, ácidos orgánicos, fenoles, cianuros,
combustibles, pesticidas, herbicidas y plaguicidas organoclorados.
57
Las limitaciones de esta técnica son: para suelos poco porosos son ineficaces, se requiere gran
volumen de oxidantes y necesidad de instalar extractor de vapores que pueden ser tóxicos.
Oxidación ultravioleta
Actualmente esta tecnología presenta gran éxito en plantas piloto para recuperación de acuíferos,
mediante oxidación de contaminantes añadiendo O3 o H2O2, combinado con luz ultravioleta. Este
tratamiento se lleva a cabo en un reactor por contacto directo y fotolisis ultravioleta llegando a la
mineralización dando H2O, CO2 y sales (Asante-Duah, 1996). El coste y tiempo de operación se asemeja
a la oxidación in situ.
Su uso es de gran eficacia ya que destruye hidrocarburos del petróleo, hidrocarburos clorados,
compuestos orgánicos volátiles y semivolátiles, alcoholes, cetonas, aldehídos, fenoles, éteres, pesticidas,
dioxinas, PCBs, TNT, RDX y HMX (Li et al., 1998; Safarzadeh-Amiri, 2001; Alaton y Balcioglu, 2002;
Brillas, Calpe y Cabot, 2003; Liang, Min, Davis, Green y Remer, 2003a; Wu et al., 2004; Tiburtius et
al., 2005).
En este tratamiento se puede llevar a cabo la oxidación junto a la reducción (de bisulfito, sulfato
ferroso o hidroxisulfito sódico), incluso esta última en solitario. El coste y tiempo de operación se
asemeja a la oxidación in situ.
La reducción es aplicable para compuestos orgánicos al igual que la oxidación in situ, además de
metales pesados, compuestos inorgánicos y cianuros. A pesar de ello, la técnica anteriormente descrita
es preferible a esta pues sus costes son mayores para contaminaciones intensas necesitando mayor
volumen de agentes oxidantes y reductores, así como tratamiento de gases tóxicos que puedan generarse.
9.3.1.8.- Deshalogenación
Esta técnica ex situ se basa en la destrucción de compuestos halogenados mediante agentes
reactivos, como polietilenglicol o bicarbonato sódico, que descomponen las moléculas halogenadas (F,
Cl, Br o I). El proceso requiere de adición de nutrientes ya que la microbiota edáfica consume oxígeno
dando un ambiente reductor y favoreciendo la descloración (en el caso del cloro, pues es el más
frecuente) de los compuestos orgánicos (Figura 18). El suelo es tamizado, triturado y mezclado con el
bicarbonato o el polietilenglicol en un reactor (trabajando por encima de 330 ºC) con el fin de volatilizar
58
los contaminantes clorados que después serán consensados y tratados (mediante lavado y secado). El
tiempo estimado va desde semanas a meses y los costes de 194 a 460 €/m3, el ahorro de los costes
depende del reciclaje del exceso de reactivo utilizado en el reactor.
59
La aplicabilidad del sistema se ciñe en hidrocarburos clorados, PCBs y dioxinas (Silcox et al.,
1995).
Los inconvenientes de esta técnica son la baja operatividad en suelos ricos en materia orgánica,
incremento de temperatura para ciertos contaminantes con alto punto de volatilización (aumento del
coste energético), no se destruyen los contaminantes y se requiere una inversión en un sistema de
depuración de gases (carbón activo, multifiltros, etc.) (Piña et al., 2002; Risoul et al., 2002; Araruna et
al., 2004).
Esta técnica difiere de la anterior en que la aportación de calor y la operación se llevan a cabo en
dos cámaras. Una de alta temperatura (320-560 ºC, combinada con la solidificación/estabilización,
deshalogenación o la incineración dependiendo del tipo de contaminantes) y otra de baja temperatura
(90 a 320 ºC, se utiliza para remediación de compuestos del petróleo en el suelo con eficacia superior al
95% y los daños son para las propiedades edáficas). Como la anterior técnica, se requiere de un equipo
de depuración de gases y otro para partículas ya que la cámara de baja temperatura la volatilización de
los contaminantes no es total. El sistema consta de un cilindro que gira según un eje horizontal calentado
de forma directa o indirecta (Figura 20). Los costes son de 38 a 276 €/tonelada y el tiempo de operación
es a corto plazo (Dorronsoro, 2009).
60
Las ventajas de esta técnica es que remueve los contaminantes volátiles, semivolátiles,
contaminantes hidrocarbonados y aromáticos, tratamiento rápido ya que en una hora puede tratar 25
toneladas de suelo, los costes son similares a otras técnicas, el suelo vuelve a hacer repuesto después del
tratamiento térmico, las concentraciones de hidrocarburos totales del petróleo pueden descender de 10
ppm y las de mezclas de benceno-tolueno-xileno a 100 ppb; así como el suelo puede recuperarse por
completo y albergar nuevamente
actividad biológica. Debido a estas
prestaciones esta técnica es
preferente a la anterior (Chang y
Yen, 2006; USEPA, 1994).
61
Las limitaciones más relevantes que presenta esta técnica son el consumo energético y la
necesidad de un tratamiento de agua y gases (Khan et al., 2004).
De acuerdo con la (USEPA, 1999), se utilizan procesos naturales para contener la propagación de
la contaminación procedente de los vertidos químicos y reducir la concentración en las zonas
contaminadas.
Los procesos naturales que se dan lugar son la biodegradación aerobia, anaerobia y co-metabólica,
y procesos físico-químicos como la volatilización, dispersión, dilución, desintegración radioactiva,
estabilización química y bioquímica y precipitación en partículas de materia orgánica y arcillas del
suelo.
Este tratamiento se encuentra influenciado por las características edáficas tanto bióticas como
abióticas (Mulligan y Yong, 2004). Las reacciones que se dan lugar son de hidrólisis, redox y
deshidrohalogenación; así como los microorganismos actúan como quelantes degradando compuestos
orgánicos e inorgánicos (Mulligan y Kamali, 2003). Como se mencionó anteriormente, el coste es muy
bajo y el tiempo de actuación elevado.
Las limitaciones de este tratamiento consisten en llevar a cabo una monitorización de las
reacciones involucradas con el fin de garantizar la seguridad, pues pueden dar lugar reacciones
secundarias tóxicas entre diferentes contaminantes. Ante ello, se han realizado diversos modelos para
generar escenarios de cómo se comportarían los contaminantes y las reacciones que se den lugar
(Mulligan y Yong, 2004).
62
9.4.- TÉCNICAS DE ANULACIÓN
La anulación de contaminantes orgánicos del suelo trae consigo la eliminación del suelo
adyacente a la pluma de contaminación, por ello estas técnicas deberían evitarse y solo se recomienda
aplicarse para casos extremos de altas concentraciones de contaminantes muy peligrosos y estables, o
con costes excesivos para las anteriores técnicas.
Sus principales ventajas son la gran eficacia para aplicarse a cualquier tipo de contaminante, la
flexibilidad de trabajar en cualquier tipología edáfica, la simplicidad y rapidez de operación, así como
coste bajo operativo (84-251 €/m3).
En cambio, esta técnica obliga a la retirada del suelo y se destruye un hábitat potencial. Los
contaminantes no son depurados y se requiere un pretratamiento de los contaminantes antes de
almacenarlos en el vertedero. Debido a
ello, durante todo el proceso existe riesgo
de liberación de contaminantes a la
atmósfera o al suelo almacenado. El
transporte no aporta seguridad plena de
contención del volumen del suelo
contaminado, ya que existen siempre
pérdidas que dan lugar a pequeñas
contaminaciones de otros medios durante
el transporte; por ello se recomienda que
la distancia recorrida hasta el
Figura 21. Vertido controlado de suelos contaminado. Fuente:
almacenamiento sea muy próxima. Residuos del Vinapoló, 2010.
63
10.- COMPARACIÓN DE TÉCNICAS
En este apartado se tiene como finalidad dar un resumen, mediante tablas, de las diversas técnicas
de remediación de suelos que se ha comentado en el presente trabajo. Además, se comentará las partes
más significativas para diferenciar las técnicas entre sí.
Tabla 6
EX SITU IN SITU
Barreras verticales y
Vitrificación ex situ Sellado profundo
horizontales
Extracción con agentes
Barreras de suelo seco Barreras hidráulicas
químicos
Lavado ex situ Sellado superficial Extracción de aire y agua
Oxidación ex situ Vitrificación in situ Extracción multifase
Deshalogenación Lavado in situ Extracción de fase libre
Incineración Electrocinética Extracción de fases densas
Desorción térmica ex situ Barreras permeables activas Pozos de recirculación
Oxidación ultravioleta inyección de aire comprimido Atenuación natural
Almacenamiento residual Oxidación in situ Desorción térmica in situ
Nota. Fuente: Elaboración Propia.
La Tabla 6 hace una diferenciación entre las técnicas que remedian el suelo contaminado en el
mismo sitio sin transportarse (in situ) y aquellas otras técnicas que movilizan el suelo, llevándolo a una
planta cercana o alejada del sitio contaminado (ex situ).
Las técnicas in situ son mayoritarias ya que son las que presentan mayor ahorro económico debido
a la minimización del coste de transporte, la creación
de una planta adyacente al suelo contaminado y TÉCNICAS TÉCNICAS
IN SITU EX SITU
preparado del voluminoso suelo hasta su reinserción
(también evitándose una mala manipulación del
material que lo exponga a una contaminación
externa). A pesar de ello, se observan otras técnicas
ex situ que destacan por sus ventajas en cuanto a
disminución de tiempo necesario para levar a cabo el
tratamiento y la seguridad que aportan en cuanto a
64
uniformidad (posibilidad de homogenizar el terreno y muestrear cada cierto tiempo).
Tabla 7
CONCENTRACIÓN
TÉCNICAS CONTAMINATES APLICADOS
ALBERGADA
Concentración media-
Vitrificación ex alta para compuestos
Contaminantes orgánicos e inorgánicos.
situ orgánicos y alta para
metales pesados.
Contaminantes orgánicos, contaminantes orgánicos
Extracción con
volátiles, metales pesados, disolventes halogenados, Elevadas
agentes
compuestos organometálicos y derivados del concentraciones.
químicos
petróleo.
Compuestos orgánicos semivolátiles, contaminantes
Elevadas
Lavado ex situ solubles en agua, hidrocarburos derivados del
concentraciones.
petróleo y sustancias inorgánicas.
Oxidación ex Compuestos orgánicos, metales pesados y Concentración media-
situ compuestos inorgánicos. alta.
Altas concentraciones,
Compuestos orgánicos halogenados, PCBs, excepto baja
Deshalogenación
pesticidas, dioxinas y furanos. concentraciones para
clorados.
Elevadas
Incineración Hidrocarburos clorados, PCBs y dioxinas.
concentraciones.
Desorción Concentración media-
Compuestos volátiles y semivolátiles.
térmica ex situ alta.
Hidrocarburos del petróleo, hidrocarburos clorados,
compuestos orgánicos volátiles, compuestos
Oxidación Concentración media-
orgánicos semivolátiles, alcoholes, cetonas,
ultravioleta alta.
aldehídos, fenoles, éteres, pesticidas, dioxinas,
PCBs, TNT, RDX y HMX.
Altas concentraciones
Almacenamient
Cualquier tipo de contaminante. de contaminantes muy
o residual
peligrosos y estables.
Barreras Concentraciones altas
verticales y Cualquier tipo de contaminante. de contaminantes de
horizontales baja peligrosidad
Barreras de Concentración media-
Compuestos orgánicos e inorgánicos.
suelo seco baja.
Concentraciones altas
Sellado
Cualquier tipo de contaminante. de contaminantes de
superficial
baja peligrosidad
Concentración media-
Vitrificación in alta para compuestos
Contaminantes orgánicos e inorgánicos.
situ orgánicos y alta para
metales pesados.
Compuestos orgánicos semivolátiles, contaminantes
Concentración media-
Lavado in situ solubles en agua, hidrocarburos derivados del
baja.
petróleo y sustancias inorgánicas.
Contaminantes con comportamiento iónico (metales
Electrocinética Altas concentraciones.
pesados (Cu, Zn, Mn, Cd, entre otros), ion amonio y
65
compuestos orgánicos cargados positivamente;
aniones inorgánicos (cloruros, cianuros, fluoruros,
nitratos, sulfatos) y cualquier otra sustancia de
naturaleza iónica o ionizable)
Barreras
Compuestos orgánicos, halocarbones e Concentración media-
permeables
hidrocarburos del petróleo. baja.
activas
inyección de aire Solventes clorados, compuestos orgánicos volátiles Concentraciones <
comprimido y semivolátiles de bajo peso molecular. 5.000 ppmv.
Compuestos orgánicos volátiles y semivolátiles,
Oxidación in aldehídos, ácidos orgánicos, fenoles, cianuros, Concentración media-
situ combustibles, pesticidas, herbicidas y plaguicidas alta.
organoclorados.
Sellado Concentración media-
Cualquier tipo de contaminante.
profundo alta.
Barreras Concentración media-
Cualquier tipo de contaminante.
hidráulicas alta.
Compuestos volátiles y semivolátiles, metales Concentración < 10,000
Extracción de pesados, disolventes no clorados, hidrocarburos ppm, para
aire y agua aromáticos policíclicos ligeros y compuestos concentraciones<3,000
organoclorados volátiles. ppm Ƞ>95%
Extracción Concentración media-
Sustancias en fase vapor y fase líquida.
multifase baja.
Extracción de Hidrocarburos en fase libre o contaminantes Concentración media-
fase libre orgánicos volátiles. alta.
Extracción de Compuestos y disolventes de mayor densidad que el Concentración media-
fases densas agua. baja.
Compuestos orgánicos derivados del petróleo,
Pozos de Concentración media-
compuestos orgánicos no halogenados,
recirculación alta.
semivolátiles, pesticidas y compuestos inorgánicos.
Atenuación Compuestos orgánicos, hidrocarburos clorados y Concentración < 10,000
natural compuestos inorgánicos. ppm
Desorción
Compuestos volátiles y semivolátiles. Altas concentraciones.
térmica in situ
Nota. Fuente: Elaboración Propia.
La Tabla 7 muestra la concentración de contaminantes y el grupo de los mismos que pueden tratar
las diferentes técnicas hasta conseguir una eficacia similar a la teórica o la estudiada mediante
experimentación.
66
Las técnicas de contención,
confinamiento y de
almacenamiento residual (vertedero
controlado) posibilitan actuar sobre
cualquier tipo de contaminantes en Contención
reduciendo su toxicidad o
inhibiéndoles, solo se almacenan y
aíslan.
El resto de técnicas son de gran eficiencia para concentraciones media-baja y cuyos contaminantes
son metales pesados, compuestos orgánicos e inorgánicos.
Tabla 8
GENERADORAS DE RESIDUOS
Barreras permeables activas Extracción de aire y agua Oxidación in situ
Extracción con agentes químicos Lavado in situ Oxidación ultravioleta
Sellado superficial Lavado ex situ Oxidación ex situ
Electrocinética Vitrificación in situ Extracción multifase
Desorción térmica in situ Vitrificación ex situ Extracción de fase libre
Extracción de fases
Desorción térmica ex situ Sellado profundo
densas
Deshalogenación Incineración Pozos de recirculación
NO GENERADORAS DE RESIDUOS
Atenuación natural Almacenamiento residual Barreras de suelo seco
Inyección de aire comprimido Barreras verticales y horizontales Barreras hidráulicas
Nota. Fuente: Elaboración Propia.
67
Los riesgos asociados a la generación de residuos en las tareas de remediación corresponden a
malos olores, emanación de gases tóxicos, contaminación de otros medios adyacentes, entre otras
consecuencias.
Los residuos generados por las técnicas de remediación son debidas, en su mayoría, al arrastre de
contaminantes.
La Tabla 8 expone que la gran mayoría de técnicas son generadoras de residuos (líquidos, sólidos
y/o gaseosos)
Como se comentó, en apartados anteriores de este trabajo, es preferible el uso de aquellas técnicas
que no produzcan tales residuos, pues se impulsa un uso más sostenible (además del ahorro económico
y su mayor aceptación social); a pesar de ello el uso de estas técnicas pesa más las ventajas en cuanto a
rentabilidad (exceptuando la limpieza o depuración de los residuos), facilidad, rapidez o seguridad de
operar.
Tabla 9
En la Tabla 9 se muestra las diferentes técnicas según si su efectividad es duradera o no, es decir
si los contaminantes son eliminados o inhibidos durante un largo periodo de tiempo.
68
Las técnicas de oxidación, vitrificación e incineración no son aptas para conseguir unas soluciones
permanentes, por lo que se recomienda el uso del resto de técnicas observadas en la presente tabla con
el fin de asegurar una efectividad de remediación duradera.
Tabla 10
PELIGROSIDAD
IMAGEN DE LA
EFECTIVIDAD
POBLACIÓN
SEGURIDAD
TÉCNICAS
COSTE
Electrocinética 4 3 4 3 3
Lavado in situ o ex situ 5 2 5 3 2
Almacenamiento residual 1 1 5 4 2
Excavación y recuperación off-site 1 1 1 4 2
Extracción 4 2 5 2 2
Nota. 1=suficiente; 2=buena; 3=satisfactorio; 4=bastante buena; 5=excelente. Fuente: Critto, A., Cantarella, L.,
Carlon, C., Giove, S., Petruzzelli, G., Marcomini, A. (2006). Decision support–oriented selection of remediation
technologies to rehabilitate contaminated sites. Integrated environmental assessment and management, 2(3),
273-285.
La técnica de lavado presenta alta eficacia y seguridad en su uso, una peligrosidad media-baja y
su imagen pública es moderada (al igual que el coste que conlleva) desde el punto de vista de la
población cercana a las zonas de estudio. El resto de técnicas reflejan unos valores inferiores en los
criterios tratados, aunque la electrocinética podría ser una gran alternativa al lavado, dando como últimas
técnicas la recuperación por vía de excavación y almacenamiento residual (vertedero). Esta última, como
se observa en la tabla superior, garantiza una mayor seguridad en la operación ya que es una técnica más
estudiada y proporciona mayor información sobre cómo actuar con seguridad.
69
Almacenamient
Electrocinética
Excavación y
recuperación
Extracción
o residual
Lavado
Tabla 11
GRUPO DE REDUCCIÓN
COSTE/EFICIENCIA DURACIÓN
CONTAMINANTES DEL RIESGO
Lavado ex situ,
Lavado ex situ,
Hidrocarburos Aromáticos Extracción,
Lavado in situ Inyección de aire
Policíclicos Inyección de aire
comprimido
comprimido
Electrocinética, Electrocinética,
Lavado in situ, Lavado ex situ, Vitrificación,
Metales Pesados
Desorción térmica Desorción Desorción
térmica térmica
Lavado in situ, Inyección de aire
Inyección de aire comprimido,
BTEX Lavado in situ
comprimido, Extracción,
Vitrificación Vitrificación
Extracción,
Lavado in situ, Deshalogenación, Deshalogenación,
PCBs
Desorción térmica Lavado Inyección de aire
comprimido
Extracción,
Compuestos Orgánicos no Lavado, Oxidación,
Lavado in situ
Halogenados Extracción Extracción
disolventes
Lavado ex situ, Inyección de aire
Pesticidas Lavado in situ inyección de aire comprimido,
comprimido Lavado ex situ
Lavado in situ, Extracción,
Compuestos Orgánicos
Lavado in situ Desorción Desorción
Volátiles
térmica térmica
Lavado ex situ,
Lavado ex situ,
Compuestos Orgánicos Extracción,
Extracción inyección de aire
Semivolátiles Inyección de aire
comprimido
comprimido
70
Lavado ex situ,
Hidrocarburos Totales del Inyección de aire inyección de aire Extracción,
Petróleo comprimido comprimido, Incineración
Extracción
Nota. Fuente: Dixit, A., Nigam, M., Mishra, R. (2016b). A development of a Decision Support System for
Remediation Option Selection for Contaminated Sites. Advanced Engineering and Applied Sciences: An
International Journal, 6(1), 34-45.
La Tabla 11 posiciona las distintas técnicas según su coste/eficiencia, duración y reducción del
riesgo que aporta sobre los grupos de contaminantes estudiados por el autor. Estos grupos de
contaminantes son los mayoritarios y principales cuando surge algún tipo de contaminación en el medio
edáfico.
El lavado in situ presenta el menor coste y mayor eficiencia de tratamiento frente al resto de
técnicas, el lavado (in situ y ex situ) y la inyección de aire comprimido conllevan una mayor
perdurabilidad, y las técnicas de extracción, inyección de aire comprimido y lavado son las más seguras.
Lo anterior es una generalización por lo cual se pueden variar las técnicas por el grupo de contaminantes
que presenta el suelo.
Tabla 12
71
Extracción multifase 100.000-500.000 € Meses
Atenuación natural Bajo Elevado
Almacenamiento residual 84-251 €/m³ Bajo
Nota. Fuente: Elaboración Propia.
La Tabla 12 muestra un resumen en cuanto al coste y tiempo de operación para cada una de las
técnicas estudiadas en el presente trabajo. En la mayoría de ellas no hay un precio fijo establecido, ya
que depende de la diversificación del mercado (los costes de materias primas y personal varían según el
país o la región donde se lleva a cabo la remediación). Algunos de los costes no se han podido verificar,
puesto que son técnicas que no se han construido aún en plantas piloto. Los tiempos de operación como
máximo pueden llegar al año y medio, pero generalmente se encuentra entre semanas y meses hasta
finalizar la remediación del suelo.
72
11.- ELECCIÓN DE LA TÉCNICA DE DESCONTAMINACIÓN MÁS
APROPIADA
De acuerdo con (Ram et al., 1993), existen diversas características ligadas interna o externamente
con la técnica más apropiada para usarse en la contención, confinamiento, anulación o destrucción de
contaminantes. Por ello, se pueden destacar las siguientes para facilitar la elección:
Tipo de suelo.
La porosidad del suelo denotará la aplicación de una técnica u otra. En suelos arenosos
(que presentan menor número de poros pero de mayor tamaño, en comparación con suelos
arcillosos) la difusión de fluidos es de mayor facilidad, por lo que se entiende que métodos
de inyección o extracción de aire son más idóneos.
73
suelo, aunque procesos de electrocinética si requieren de contenido en humedad. Para
calcularla, la EPA propone la utilización de la fórmula:
𝑘 = 𝐾 ∙ (𝜇/𝜌𝑔)
𝑘 = 𝑝𝑒𝑟𝑚𝑒𝑎𝑏𝑖𝑙𝑖𝑑𝑎𝑑 𝑖𝑛𝑡𝑟í𝑛𝑠𝑒𝑐𝑎 (𝑐𝑚2 ); 𝐾 = 𝑐𝑜𝑛𝑑𝑢𝑐𝑡𝑖𝑣𝑖𝑑𝑎𝑑 ℎ𝑖𝑑𝑟á𝑢𝑙𝑖𝑐𝑎 (𝑐𝑚/𝑠)
74
La densidad de vapor (se tiene que tener en cuenta que una densidad superior al aire
provocará el descenso del grupo de contaminantes y una densidad inferior a la unitaria del
aire causará el ascenso del penacho o grupo de contaminantes).
Tabla 13
Presión de vapor de los constituyentes más comunes de la gasolina
Constituyentes Presión de vapor (mmHg a 20 ºC)
Metil-Butil-Eter 245
Benceno 76
Tolueno 22
Etil-dibromida 11
Etil-benceno 7
Xileno 6
Naftaleno 0,5
Tetraetil-plomo 0,2
Nota. Fuente: Roqueta, 2016.
Tabla 14
Rangos de ebullición de los principales derivados del petróleo
Derivados Intervalo de ebullición (ºC)
Gasolina 40-225
Queroseno 180-300
Diésel 200-338
Aceites >275
Nota. Fuente: Roqueta, 2016.
75
Tabla 15
Constantes de Henry en los principales derivados del petróleo
Derivados Constante de Henry (atm)
Tetraetil-plomo 4.700
Etil-benceno 359
Xileno 266
Benceno 230
Tolueno 217
Naftaleno 72
Etil-dibromida 34
Metil-Butil-Eter 27
Nota. Fuente: Roqueta, 2016.
Los Compuestos Clorados (CC) presentan alta presión de vapor, solubilidad en agua,
elevada constante de Henry, bajo coeficiente de reparto carbono orgánico/agua y bajo
coeficiente de reparto octanol/agua. Por lo cual, se recomiendan las técnicas de extracción
de aire y el lavado del suelo.
76
Los Policlorobifenilos (PCBs) presentan baja solubilidad en agua, alta bioacumulación,
baja constante de Henry y moderada presión de vapor. Para estos compuestos la técnica de
deshalogenación es la más idónea.
Los Aceites Minerales (AM) al ser tan diversos presentan características diversas, pero
la mayoría de fuentes recomiendan como técnica de remediación la atenuación natural.
Tabla 16
Comparación grupo de contaminantes según diversos factores
HAM CC HAP PCBs AM
Lixiviación Alta Moderada Alta Moderada -
Adsorción en
Moderada Baja Moderada Alta -
materia orgánica
Coeficiente de
reparto carbono Moderado Bajo Alto Moderado -
orgánico/agua
Volatilización Alta Moderada Moderada Moderada -
Presión de vapor Alta Alta Baja Moderada -
Constante de Henry Alta Alta Baja Baja -
Solubilidad en agua Baja Alta Baja Baja Baja
Coeficiente de
Alto Bajo Alto - -
reparto octanol/agua
Extracción Contención,
Técnicas Extracción Atenuación
de aire y confinamiento y Deshalogenación
recomendadas de aire natural
lavado anulación
Nota. Fuente: Elaboración propia.
Duración.
Es una característica que facilita la elección de diferentes técnicas, pero es una de las
que mayor fluctuación presenta por los diversos factores que depende y no solo factores del
propio suelo sino económicos y sociales.
77
Factores tecnológicos.
Las limitaciones tecnológicas actuales son de gran relevancia para elegir una técnica,
por ello se recomiendan estudiar los diferentes factores tanto del suelo como de los
contaminantes. Una vez realizado lo anterior, se aconseja valorar la alta gama de técnicas
disponibles en el mercado, pues algunas se encuentran todavía sin resultados concluyentes
o en estado de prototipo en planta piloto de laboratorio. Asimismo, algunas técnicas son
tecnológicamente sencillas y otras complejas (de las técnicas descritas en anteriores
apartados de este trabajo son todas complejas, exceptuando la atenuación natural y el lavado
in situ), no queriendo decir que las complejas son de menor disponibilidad o que su
efectividad esté menos verificada. Por regla general, las técnicas ex situ y on-site son más
complejas en la operación, ya que se debe desarrollar una instalación y su posterior
desmantelación, por lo cual la tecnología de la misma se encuentra menos disponible.
Generación de residuos.
La generación de residuos es un gran inconveniente de algunas técnicas, por lo que se
aconseja (si existe alternativa) optar por otra técnica que no genere residuos (de las técnicas
descritas la atenuación natural es un claro ejemplo de técnica exenta de generar residuos).
Este problema ocasiona un coste adicional de tratamiento posterior de los residuos gaseosos
(gases tóxicos que han de depurarse, generados por la aplicación de agentes químicos a los
contaminantes), líquidos (originador por la adición de agentes líquidos como la inyección
de agua) o sólidos (algunos de los generados en las técnicas son por la inyección de aire
caliente que no alcanza la volatilización total de los contaminantes). Los tratamientos
posteriores se basan en carbón activo para residuos gaseosos, transporte a planta depuradora
para residuos líquidos y transporte a vertedero controlado para residuos sólidos.
Eficacia temporal.
Esta característica, en la elección de la técnica más idónea, denota la eficacia que
presentará la técnica en el tiempo. Por lo cual, interesan aquellas que no dejen restos de
contaminación, eliminen los grupos de contaminantes hasta la limpieza absoluta (esto es
según la teoría, pero en la práctica es impensable por el alto coste económico y la
complejidad técnica). Por ello las técnicas de descontaminación son las que garantizan una
mayor eficacia con el transcurso del tiempo en comparación con técnicas de contención,
confinamiento o anulación. A excepción de la oxidación/reducción, que solo disminuyen la
toxicidad alterando la valencia de los contaminantes, que pueden retornar su efecto tóxico
mediante otras reacciones redox que se den en el medio.
78
Coste.
El coste necesario para las diferentes técnicas, es el indicado en apartados anteriores del
presente trabajo. Se destacan las técnicas de confinamiento y contención que, además de no
garantizar eficacia a largo plazo, no son de bajo coste por lo cual se debería optar por otras
técnicas.
Adaptación a la legislación.
Cada una de las técnicas elegidas o por elegir debe tener en cuenta lo establecido por el
marco legal vigente, por lo cual se parte de una preventiva (usando materiales recomendados
por normas UNE y favoreciendo la seguridad mediante medidas de gestión) y si el suelo ya
está declarado como contaminado, se establecerán las actuaciones para su remediación
aplicando las mejores técnicas disponibles (MTDs). De acuerdo con el artículo 7 del Real
Decreto 9/2005, de 14 de enero, se priorizarán técnicas in situ (por su menor repercusión en
el medio) que garanticen alta eficacia en el transcurso del tiempo y que no generen residuos.
Subvenciones.
Las ayudas de las Administraciones y organizaciones internacionales son un gran apoyo
para sobrellevar los costes de las técnicas, así como facilitar la elección entre una técnica
“barata” pero menos eficaz que otra “cara” pero de mejor rendimiento. La Consejería de
Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, en concordancia con
el Proyecto de Orden del Programa Andaluz de Suelos Contaminados 2016-2021, prevé un
presupuesto de 6,9 millones de euros en materia de prevención de la contaminación de los
suelos y la recuperación de los afectados. El Estado español ha contribuido (entre 1995 y
79
2005) con 117.585 millones de euros en la remediación de suelos según el II Plan Nacional
de Recuperación de Suelos Contaminados 2007-2015, a nivel autonómico se ha aportado
52.444,36 millones de euros entre 1995 y 2005 con fondos FEDER. Asimismo, el plan da a
conocer el gasto privado aportado para la descontaminación de suelos (115-120 millones de
euros).
Imagen de la población:
La población cercana a la zona contaminada tiene una mala imagen hacia ciertas
técnicas, debido a su generación de residuos, malos olores, ruidos, emanación de polvo,
entre otras. Por ello, se debe agradar a la población favoreciendo aquellas más sostenibles,
puesto que un rechazo hacia una técnica daría lugar a una presión de la población,
involucrando a las autoridades, y posibilitando el cese de la actuación de la técnica y cambio
hacia otra no contemplada inicialmente.
Los factores descritos anteriormente son de gran ayuda para establecer la elección de la técnica
más idónea, pero aun así existen complicaciones e indecisiones en el planteamiento. Por ello, de acuerdo
con (Lopes et al., 2010) hay métodos avanzados para seleccionar las técnicas de recuperación de suelos:
Matrices: son métodos simples y ayudan a desechar la idea de elegir un grupo concreto
de técnicas mediante unos criterios determinados. Una de las matrices más utilizada, en
concordancia con (Dağdeviren et al., 2009), es la Technique for Order Preference by
Similarity to Idea Solutions (TOPSIS).
Análisis multicrierio: son de gran complejidad y establecen diferentes criterios de
selección dependiendo de las características del suelo. Debido al uso de ecuaciones
multivariable, se requiere apoyarse en software para insertar los diferentes parámetros
estudiados y establecer un escenario realista. El programa de mayor uso (Khelifi et al.,
2004) es DARTS (Decision Aid for Remediation Technology Selection).
En el anexo XIV se recoge la matriz desarrollada tras la realización del presente trabajo.
80
12.- CONCLUSIONES
El presente trabajo puede ser utilizado por diversas empresas de ingeniería con la finalidad de
tener una gama de tecnologías físico-químicas, térmicas y combinaciones de ellas con algunas técnicas
biológicas con las cuales se puede consultar sus fortalezas y amenazas en el área que se vaya a estudiar
la contaminación de suelos (sobrevalorando aquellos contaminados por hidrocarburos).
Para concluir, se debe resaltar que este documento ha integrado no solo el estudio económico,
ambiental y técnico de diversas técnicas sino que también se ha elaborado una serie de recomendaciones
desde el planning en la recogida de muestras hasta la desinstalación de los equipos usados y la
restauración posterior correspondiente al suelo tratado. Con esto se globalizan todas las acciones
llevadas a cabo por los operarios para garantizar la efectividad de las actuaciones y siempre garantizar
la seguridad y salud de los mismos.
81
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92
ÍNDICE DE FIGURAS
93
ÍNDICE DE TABLAS
Tabla 17 Métodos analíticos para la determinación de derivados del petróleo ..................... 109
94
SEPARATA-DOCUMENTO-TFM
Separata Anexo I:
95
Patrones de muestreo para definir la localización de puntos de muestreo en suelos
contaminados
La Guía para Muestreo de Suelos establece los pasos necesarios para el desarrollo de acciones
que conduzcan a la determinación de los suelos contaminados en una secuencia que oriente hacia
el logro de los objetivos trazados.
Muestreo que se lleva a cabo sobre puntos específicamente determinados, cuando se cuenta con
información previa del sitio, se conoce el producto derramado y es evidente la extensión de la
afectación.
Muestreo estadístico
96
Los patrones de muestreo se refieren a las diferentes formas en las que se pueden distribuir los
puntos de muestreo en el plano horizontal, para cada sitio en particular, conociendo sus
características y el motivo del muestreo. En este anexo se refieren tres tipos de patrones de
muestreo: con distribución uniforme, con distribución aleatoria y con distribución heterogénea.
Figura 22. Esquema de distribución sistemática de puntos de muestro utilizando una malla cuadrada. Las áreas
demarcadas son aquellas consideradas sospechosas de ser contaminadas. Fuente: Dirección General de Calidad
Ambiental, 2014.
Figura 23. Esquema de distribución sistemática de puntos de muestreo y densificación de puntos previamente
identificados como áreas sospechosas de contaminación (áreas sombreadas). Fuente: Dirección General de Calidad
Ambiental, 2014.
- Rejillas regulares
- Rejillas triangulares
97
- Rejillas circulares
- Diagonales múltiples
- Aleatorios
- Diagonal simple
- Irregular en forma de N, S, E o W
- Zigzag
- Zigzag transverso
A continuación se describen todos los patrones hasta ahora reportados, con la finalidad de que el
lector pueda contar con elementos para decidir o rechazar su aplicación, según los objetivos del
muestreo.
98
Rejillas triangulares. En el plano se trazan rejillas con líneas paralelas equidistantes tratando de
conformar triángulos equiláteros, todos con las mismas dimensiones. El tamaño de las celdas
depende del detalle requerido, entre más detalle se requiera la rejilla es más cerrada. Cuando en
este patrón se marca un punto en el centro de cada celda, éste
queda rodeado por 3 puntos que se encuentran a la misma
distancia dx, entonces se puede calcular el radio no
muestreado (r = (dx/3) (√‾3), así como el área circular no
muestreada (A = π·r2 = π·dx·2/3).
99
Aleatorio. Este es uno de los patrones empleados en los métodos estadísticos. Los puntos de
muestreo se eligen al azar, con ayuda de programas de cómputo o tablas estadísticas, no importa
la distribución de instalaciones, ni los antecedentes del
sitio. Este patrón es muy irregular, no sigue ninguna
lógica. Pueden quedar manchas de contaminación en los
espacios vacíos y pasar desapercibidas durante el
muestreo.
100
Diagonales cruzadas rotantes. Este patrón de muestreo es de utilidad en sitios que se deben estar
monitoreando en forma permanente para obtener información de los cambios a lo largo del
tiempo, por ejemplo aquéllos donde se está dando
seguimiento a una atenuación natural. Se recomienda
para superficies en forma cuadrada. Sobre el plano se
marcan dos líneas diagonales perpendiculares a partir de
los vértices. Sobre cada línea se marcan los puntos de
muestreo, en los muestreos subsecuentes se hace una
rotación de las diagonales de 45°, en el sentido de las
manecillas del reloj, manteniendo fijo el punto central.
De esta forma se pueden hacer 8 muestreos consecutivos
para cubrir toda el área. Cuando las dimensiones y forma
del área de estudio permiten acomodar varios cuadrados, será necesario tomar muestras de las
intersecciones de los cuadrados, donde los puntos 9 y 10 del primer cuadrado están cercanos a los
puntos 1 y 18 del cuadrado siguiente, respectivamente.
Zig-zag. Sobre el plano, se dibuja una línea en zig-zag, y sobre ésta se marcan los puntos de
muestreo, tratando de que sean equidistantes. Al igual que en el caso anterior, estos patrones no
permite resultados representativos, ya que quedan espacios vacíos, donde pueden existir
contaminaciones puntuales.
Zig-zag transverso. Sobre el plano se marca una línea en zig-zag irregular tratando de que cubra
toda la superficie de estudio, y sobre ésta, se marcan los puntos de muestreo, tratando de que sean
equidistantes. Estos patrones tampoco permiten resultados representativos, ya que quedan
espacios vacíos, donde pueden existir contaminaciones puntuales.
101
Para cualquiera de los patrones de muestreo que se pretenda aplicar, es muy importante contar
con un plano acotado del sitio de estudio, con la finalidad de marcar los puntos y obtener sus
respectivas coordenadas para posteriormente confirmarlos en el propio sitio con ayuda de un
geoposicionador.
Nota: El geoposicionador puede tener errores importantes en áreas pequeñas por lo tanto en sitios
que no tengan grandes dimensiones es necesario recurrir a los levantamientos topográficos con
estaciones totales para tener un buen grado de certidumbre.
102
SEPARATA-DOCUMENTO-TFM
Separata Anexo II:
103
Ficha de muestreo de suelo (Guía para Muestreo de Suelos)
Datos generales:
Operador:
Nombre del punto de muestreo:
(empresa/persona):
Técnica de muestreo:
Datos de muestras:
Clave de la muestra:
Fecha:
Hora:
Profundidad desde:
Profundidad hasta:
104
(en metros bajo la
superficie)
Características
organolépticas:
Color:
Olor:
Textura:
Compactación/Consistencia:
Humedad:
Componentes
antropogénicos:
Estimación de la fracción
>2 mm (%):
Cantidad de la muestra:
(volumen o peso)
Medidas de conservación:
Tipo de muestra:
(simple/compuesta)
Número de sub-muestras:
Comentarios: Croquis:
105
SEPARATA-DOCUMENTO-TFM
Separata Anexo III:
106
Orientaciones para la elaboración de planos (Guía para Muestreo de Suelos)
4. La utilización del equipo de GPS de alta precisión en el sitio deben estar incluido en la memoria
fotográfica del sitio.
5. El levantamiento debe de estar ligado a la red geodésica nacional Activa del Instituto
Geográfico Nacional.
107
SEPARATA-DOCUMENTO-TFM
Separata Anexo IV:
108
Tabla 17
Aromática Etilbenceno
EC6-EC9 Tolueno
8021 y 8260
BTEX Xileno
Acenafteno
Acenaftileno 8270
Aromática
Naftaleno 8270
EC>9-EC16
1,2,5-Trimetilbenceno 5035 y 8260B
Antraceno
Criseno
Pireno
Nota. Fuente: Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía. (2012).
Obtenido de Junta de Andalucía:
https://www.juntadeandalucia.es/medioambiente/web/Bloques_Tematicos/Estado_Y_Calidad_De_Los_R
ecursos_Naturales/Suelo/Contaminacion_pdf/Metodos.pdf. [Fecha de consulta: 10/09/2017].
109
SEPARATA-DOCUMENTO-TFM
Separata Anexo V:
110
En este anexo se dará a conocer las respectivas ventajas y limitaciones de la adsorción y la
oxidación térmica integradas a la técnica de inyección de aire comprimido, con el fin de abarcar
el conjunto esquemático que compone dicha técnica.
1.- ADSORCIÓN
Es el más utilizado y existe diversidad de tipos comerciales válidos para este uso, su forma
de presentación puede ser en gránulos, polvos, perlas o bolitas. Efectivo para la mayoría de
compuestos orgánicos volátiles (excepto alta polaridad), compuestos inorgánicos y metales
pesados.
Las condiciones ideales para la adsorción por carbón es cuando se desarrollen bajas
concentraciones de contaminantes (<2.000 ppmv). El sistema trabaja con flujos de 3 a 2.000
111
m3/minuto. Es un sistema barato pero la alta humedad dificulta su eficacia de adsorción
(Dorronsoro, 2009).
Figura 24. Gránulo de carbón activo adsorbiendo contaminantes. Fuente: Dorronsoro, 2009.
1.1.1.- OPERACIÓN
Se instalan unos bidones en serie (de capacidad entre 2.000 y 4.500 kg), por los cuales se
dirigen los gases que atraviesan dichos recipientes y después los contaminantes quedan atrapados
por los adsorbedores. El carbón se activa por pirolisis a partir de carbón de hulla, de madera, de
cáscaras de almendra y otros frutos.
El incremento del área superficial del adsorbente (del orden de 800 a 1.400 m2/g) se
consigue mediante la activación del mismo sometido a altas temperaturas, asimismo esta
activación térmica aumenta la porosidad el material (tamaño de poros de 2 a 500 Ångström). El
carbono activo tiene una capacidad de adsorción del 10 al 20% de su peso, en condiciones de baja
humedad. Este adsorbente requiere ser regenerado o reemplazado a medida que avanza su uso
activo, siendo esta última consecuencia del principal coste y para la regeneración se invierte el
sentido de circulación con corrientes de vapor caliente o también se pueden llevar a una planta
especializada.
1.1.2.- LIMITACIONES
112
Costes de reposición, transportes y regeneración del carbón, el reemplazo se debe
de llevar a cabo de 6 meses a 5 años.
Al aumentar la humedad de los gases pierde más del 50% de efectividad.
Con elevadas temperaturas (>38 ºC) de los gases se pierde capacidad de adsorción.
Se puede producir crecimientos microbianos que entrapan los filtros.
Algunos compuestos, como la acetona, pueden producir combustión.
No se destruyen los contaminantes, sólo se separan.
Los factores de rendimiento dependerán del tipo y tamaño de poros del carbón,
temperatura, humedad, pH, tipo y concentración del contaminante. Con lo cual al aumentar la
temperatura disminuye la adsorción debido al incremento de volatilización, en cambio moléculas
grandes y contaminantes de mayor alcalinidad se incrementa la capacidad de adsorción.
Los costes son inferiores a 836 € para 3 m3/m a 33.448 € para 200 m3/m y el reemplazo
presenta un coste de 3-6 €/kg.
1.2.1.- OPERACIÓN
113
Figura 25. Sistema de adsorción por zeolitas. Fuente: Dorronsoro, 2009.
1.2.2.- CARACTERÍSTICAS
114
1.3.- ADSORCIÓN CON POLÍMEROS
Son más caros pero no necesitan reemplazarse con tanta frecuencia, así como son más
fáciles de regenerar (las resinas se regeneran espontáneamente perdiendo mínimamente su
capacidad de adsorción), menos sensibles a la humedad (las resinas pueden trabajar con corrientes
de aire con humedades relativas hasta un 90%) y al fuego en comparación con el carbón.
El equipo comercial que mejor rendimientos aporta para la depuración de gases es el Purus
Padre patentado por la empresa estadounidense Parsons Engineering Science. Mediante el cual
los gases penetran el equipo, adsorbiéndose en las resinas sintéticas, las capas de adsorción se
cambian alternativamente a situación de desorción mediante un conmutador. La desorción se lleva
a cabo al inyectar el gas que transporta los contaminantes (frecuentemente N2) controlando la
presión y temperatura. Los contaminantes orgánicos adsorbidos son removidos, condensados y
transferidos en forma líquida a un tanque de almacenamiento. La condensación se realiza en una
cámara con temperatura de 2 ºC para condensar el vapor de agua y otra a -45 ºC para los gases
con bajos puntos de ebullición.
115
Figura 26. Sistema de adsorción mediante Purus Padre (arriba) y comparación de costes (abajo). Fuente: Dorronsoro,
2009.
116
2.- OXIDACIÓN TÉRMICA
Este proceso se basa en una combustión oxidativa con aporte calórico de los contaminantes
hasta productos inorgánicos simples:
El sistema de oxidación térmica se compone de una turbina para introducir los vapores en
el equipo; un mezclador que posibilita la entrada de aire y combustibles; el horno de combustión;
un intercambiador de calor; y una salida directa a la atmósfera, u opcionalmente una conexión
con otro sistema depurador (que puede ser otro segundo tratamiento de oxidación térmica).
Los compuestos orgánicos volátiles pueden ser utilizados como combustibles, si se requiere
de mayor combustible se adicionan carburantes; y si hay demasiados se diluyen con una corriente
de aire. Los compuestos orgánicos son descompuestos a altas temperaturas, unos 1.000 ºC, pero
el uso de catalizadores puede rebajar esta temperatura hasta los 300 ºC.
Pueden oxidar del 95 al 99% de los compuestos orgánicos volátiles. Este sistema es válido
para compuestos orgánicos volátiles no halogenados y fuel, alcoholes, hidrocarburos alifáticos y
aromáticos, ésteres y quetonas.
La cámara de combustión tiene una capacidad calorífica de 527 a 2.110 millones de julios
por hora. Las temperaturas de trabajo varían entre 760 y 870 ºC. El tiempo de residencia es de 0,5
segundos.
Si a la salida del equipo existen sulfuros o compuestos halogenados o con alta carga de
partículas en la emisión de gas final, no se puede emitir a la atmósfera y se ha de pasar por los
adecuados sistemas de depuración.
Los principales inconvenientes de este sistema son altos costes de operación que van desde
20.905 € para una unidad de 20 m3/minuto hasta 167.238 € para otra de 200 m3/m. El consumo
energético de propano, operando de 10 a 20 m3/m puede oscilar entre 7 € a 13 € por día y de 17 €
a 41 € por día de electricidad.
2.1.- EQUIPOS
117
concentraciones de compuestos orgánicos volátiles sin necesidad de adicionar otros combustibles,
mientras que las bajas se tratan con el sistema catalítico, ya que para la temperatura requerida por
este equipo (250 a 500°C) no se necesita quemar grandes cantidades de combustibles.
Los compuestos orgánicos volátiles halogenados suelen producir gases ácidos que hay que
tratar posteriormente para neutralizarlos.
La eficacia del sistema regulada por las tres T: temperatura, tiempo de residencia y
turbulencia.
Oxidación por llama directa: los gases con los contaminantes entran en una cámara y son
quemados a altas temperaturas, 1.000º C mediante un mechero.
Oxidación sin llama: utiliza una cámara cerámica que es calentada por un equipo eléctrico.
Los vapores contaminados se hacen circular por estas paredes cerámicas calientes.
Como las características del gas extraído varían con el tiempo se recomienda aplicar los
diferentes equipos caracterizados anteriormente para las distintas fases del proceso.
La ICE (Internal Combustion Engine) es una máquina que destruye los gases usándolos
como combustible interno. Los gases se introducen en el carburador de un motor parecido al
utilizado en los automóviles (también se utiliza para depurar los gases un sistema catalítico
parecido a los automóviles) y posteriormente se queman.
Los equipos comerciales están diseñados para trabajar con intensidades de flujos de 2 a 14
m3/min y producen vacíos de hasta 46 cm Hg.
118
La aplicabilidad de este sistema depende de los tipo y concentración de contaminantes
orgánicos, así como de la permeabilidad del suelo. El sistema es útil (con eficacias del 90 al 98%)
para concentraciones superiores a los 3.000 ppmv, pero no tanto para más bajas de 1.000 ppmv.
Válida para concentraciones más altas que las de los motores normales de los coches (por encima
del límite LEL, del 1% de gasolina en aire e incluso más allá del límite explosivo de UEL del 7
al 8% de gasolina en aire). Las concentraciones ideales para un mantenimiento del equipo sin
aportes externos son del orden de 30.000 ppmv.
Los principales inconvenientes son la humedad relativa que debe ser inferior al 95%, para
evitar condensaciones. Así como, la combustión de los compuestos orgánicos volátiles genera
gases corrosivos que pueden dañar los componentes de la máquina, tampoco se aplica para
compuestos orgánicos volátiles halogenados.
119
SEPARATA-DOCUMENTO-TFM
Separata Anexo VI:
120
Tabla 18
Uso
Número Uso urbano Otros usos
Sustancia industrial
CAS
(mg/kg peso seco)
Diclorometano 75-09-2 60*** 6*** 0,6
1,1-Dicloroetano 75-34-3 100** 70*** 7
1,2-Dicloroetano 107-06-2 5*** 0,5*** 0,05
1,1,2-Tricloroetano 79-00-5 10*** 1*** 0,1
1,1,2,2-
79-34-5 3*** 0,3*** 0,03
Tetracloroetano
1,1-Dicloroetileno 75-35-4 1 0,1*** 0,01
Tricloroetileno 79-01-6 70*** 7*** 0,7
Tetracloroetileno 127-18-4 10*** 1*** 0,1
1,2-Dicloropropano 78-87-5 4 0,5*** 0,05
1,3-Dicloropropeno 42-75-6 7*** 0,7*** 0,07
Acenafteno 83-32-9 100** 60*** 6
Acetona 67-64-1 100** 10*** 1
Aldrín 309-00-2 1*** 0,1*** 0,01
Antraceno 120-12-7 100***(1) 100** 45
Benzo(a) antraceno 56-55-3 20*** 2*** 0,2
Dibenzo(a,h)
53-70-3 3*** 0,3*** 0,03
antraceno
Benceno 71-43-2 10*** 1*** 0,1
Clorobenceno 108-90-7 35 10*** 1
1,2-Diclorobenceno 95-50-1 100** 70** 7
1,4-Diclorobenceno 106-46-7 40*** 4*** 0,4
1,2,4-Triclorobenceno 120-82-1 90*** 9*** 0,9
p-Cloroanilina 106-47-8 30*** 3*** 0,3
Clordano 57-74-9 1*** 0,1*** 0,01
Cloroformo 67-66-3 5 3 0,7
Cloruro de vinilo 75-01-4 1*** 0,1** 0,01*
Cresol 95-48-7 100** 40*** 4
Criseno 218-01-9 100** 100** 20
p,p´-DDE 72-55-9 60*** 6*** 0,6
p,p´-DDT 50-29-3 20*** 2 0,2
p,p-DDD 72-54-8 70*** 7*** 0,7
Dieldrin 60-57-1 1*** 0,1** 0,01*
Endosulfan 115-29-7 60*** 6*** 0,6
Endrin 72-20-8 1*** 0,1*** 0,01*
Estireno 100-42-5 100** 100** 20
Etilbenceno 100-41-4 100** 20*** 2
Fenol 108-95-2 100** 70** 7
2-Clorofenol 95-57-8 100** 10*** 1
2,4-Diclorofenol 120-83-2 10*** 1*** 0,1
2,4,5-Triclorofenol 95-95-4 100** 100** 10
121
2,4,6-Triclorofenol 88-06-2 90*** 9*** 0,9
Pentaclorofenol 87-86-5 1*** 0,1*** 0,01*
Fluoranteno 206-44-0 100** 80*** 8
Benzo(b)fluoranteno 205-99-2 20*** 2*** 0,2
Benzo(k)fluoranteno 207-08-9 100** 20*** 2
Fluoreno 86-73-7 100** 50*** 5
Heptacloro epóxido 1024-57-3 1*** 0,1*** 0,01
Hexacloro benceno 118-74-1 1*** 0,1*** 0,01*
Hexacloro butadieno 87-68-3 10*** 1*** 0,1
Hexaclorociclohexano-
319-84-6 1*** 0,1*** 0,01*
alfa
Hexaclorociclohexano-
319-85-7 1*** 0,1** 0,01*
beta
Hexaclorociclohexano-
58-89-9 1*** 0,1** 0,01*
gamma
Hexacloroetano 67-72-1 9*** 0,9*** 0,09
Naftaleno 91-20-3 10 8 1
13-36-36-
PCB 0,8 0,08 0,01*
3
Pireno 129-00-0 100** 60*** 6
Benzo(a)pireno 50-32-8 2*** 0,2*** 0,02
Indeno(1,2,3-cd)
193-39-5 30*** 3*** 0,3
Pireno
Tetracloruro de
56-23-5 1 0,5*** 0,05
carbono
Tolueno 108-88-3 100***(2) 30*** 3
Xileno 1330-20-7 100***(2) 100** 35
Nota. * Límite inferior de detección. ** En aplicación del criterio de reducción. *** En aplicación del
criterio de contigüidad. (1) Para esta sustancia, las comunidades autónomas podrán aplicar NGR superiores
a 100 mg/kg, pero no superiores a 700 mg/kg; en tal caso, deberán justificar explícitamente las razones por
las que adoptan los nuevos valores. Esta justificación deberá figurar en las declaraciones de suelos como
no contaminados o contaminados. (2) Para esta sustancia, las comunidades autónomas podrán aplicar NGR
superiores a 100 mg/kg, pero no superiores a 200 mg/kg; en tal caso, deberán justificar explícitamente las
razones por las que adoptan los nuevos valores. Esta justificación deberá figurar en las declaraciones de
suelos como no contaminados o contaminados. El número CAS (Chemical Abstracts Service) es la
identificación numérica para compuestos químicos, polímeros, secuencias biológicas, preparados y
aleaciones. Fuente: Real Decreto 9/2005, de 14 de enero, por el que se establece la relación de actividades
potencialmente contaminantes del suelo y los criterios y estándares para la declaración de suelos
contaminados.
122
Tabla 19
123
Fluoreno 86-73-7 0,22 0,02 2,84
Fluoruros 7664-39-3 11 0,29 3,7
124
SEPARATA-DOCUMENTO-TFM
Separata Anexo VII:
125
La identificación de impactos que generan cada una de las técnicas de remediación, debe
valorarse de forma cuantitativa y cualitativa mediante un método matricial que integre todos los
factores del medio; en este caso existe una ecuación desarrollada por Vicente Conesa (1997). El
desarrollo de la ecuación es llevado a cabo mediante el modelo propuesto en el siguiente cuadro
(Hidroar, 2013; Conesa, 1993).
De acuerdo con este modelo, los valores de importancia (I) pueden modificarse según:
126
Se requiere medidas correctoras o protectoras, pues la
50 ≥ < 75 SEVERO
recuperación es lenta.
No es posible la recuperación, por lo que se requieren
≥ 75 CRÍTICO
medidas compensatorias.
Signo (+/ -)
El signo del impacto dará a conocer si es beneficioso (+) o perjudicial para los elementos
ambientales por acción de remediación la que se ve afectada.
Intensidad (i)
Extensión (EX)
Área de influencia teórica impactada por las acciones de remediación correlacionada con
la superficie de elementos que se ven afectados.
Momento (MO)
El plazo de manifestación del impacto alude al tiempo que trascurre entre la aparición de
la acción y el comienzo del efecto sobre el elemento del medio.
Persistencia (PE)
Tiempo de permanencia del efecto desde su aparición y a partir del cual el elemento
afectado retornaría a las condiciones iniciales previas a la acción por medios naturales o mediante
la introducción de medidas correctoras.
Reversibilidad (RV)
Recuperabilidad (MC)
Sinergia (SI)
Producción de un efecto que se combinado con otros ajenos dando lugar un impacto de
mayor envergadura que el sumatorio de efectos que se dan lugar sobre el elemento.
Acumulación (AC)
127
Efecto (EF)
Periodicidad (PR)
De esta manera queda conformada la llamada Matriz de Impactos Sintética, la cual está
integrada por un número que se deduce mediante el modelo de importancia propuesto, en función
del valor asignado a los símbolos considerados (Conesa, 1993).
Considerando que cada elemento representa solo una parte del medio edáfico y otros
asociados a este, es necesario llevar a cabo la ponderación de la importancia relativa de los
elementos en cuanto a su mayor o menor contribución a la situación del medio. Con este fin se
atribuye a cada elemento un peso, expresado en las UIP, las cuales toman en cuenta la importancia
que tiene cada elemento en el sitio donde se desarrolla las actuaciones de remediación (Conesa,
1993).
128
SEPARATA-DOCUMENTO-TFM
Separata Anexo VIII:
129
DESCRIPCIÓN DE LA OBRA
Una vez elegida la técnica o la combinación de técnicas más apropiadas, en este apartado
del trabajo se describirá las actuaciones que se podrían llevar a cabo, claro está que hay
actuaciones que son opcionales para diferentes técnicas por lo que se ha intentado generalizar
todo el proceso:
a. Preparación:
- Vallado de la zona
- Limpieza y preparación del terreno: consistirá en el acondicionamiento de la zona para poder
introducir maquinaría, materiales, equipos, etc.
- Allanamiento de la zona: pequeños movimientos de una zona concreta para el
acondicionamiento.
- Construcciones provisorias: caseta de obra y parque de maquinarias para la realización de la
obra.
- Acopio de materiales: almacenamiento temporal de los materiales de obra, incluyendo los
residuos de las excavaciones que se realicen, para posteriormente restaurar determinadas zonas.
- Movimiento de maquinaria: incluye todo el movimiento de vehículos pesados en el entorno del
proyecto (maquinaria para excavación, transporte de materiales, etc.).
b. Aprovechamiento de accesos: facilitado por tramos directos del viario cercano a la zona de
estudio. Así como, el aprovechamiento de la superficie libre para establecer una zona de operación
y de parada de los vehículos.
c. Tala y desbroce: retirada de masa arbórea y cubierta vegetal de la zona, si no existe otra
alternativa para actuar en la remediación.
d. Movimientos de tierra: pequeños movimientos, de la zona completa para comenzar las obras
(la cubierta edáfica retirada será almacenada para la restauración de la misma).
e. Excavación de zanjas: zanjas a lo largo del terreno para la posterior instalación tuberías y
pozos.
130
a. Conducción de efluentes: las aguas residuales y todos los residuos que se generen deberán ser
evacuados por una red adecuada para este fin. Asimismo, generará un consumo de materias
primas, ruido y emisiones que deberán controlarse.
c. Tránsito de camiones para la recogida de residuos: los residuos peligrosos generados en los
equipos junto a los residuos sólidos urbanos serán retirados en camiones.
131
SEPARATA-DOCUMENTO-TFM
Separata Anexo IX:
132
EMISIONES Y CONSUMO
Para los siguientes datos se han elaborado estimaciones conforme a las necesidades y a las
cantidades que se prevé que se pueden generar o necesitar, en base a las referencias bibliográficas
citadas en el apartado noveno del presente trabajo.
133
Tabla 20
Las emisiones de gases, ruidos, olores y residuos a la atmósfera son muy complejas de
estimar en cada una de las técnicas de remediación, pero se debe garantizar que sean mínimos y
se controlen cumpliendo la legislación vigente (no solo por la protección ambiental sino también
de los operarios que realizan diversas actividades en el proceso de remediación).
134
SEPARATA-DOCUMENTO-TFM
Separata Anexo X:
135
OBJETIVOS AMBIENTALES
Toda actuación antrópica en el medio natural lleva consigo una alteración del mismo. Por
ello, en este apartado se quiere establecer unas medidas que minimicen aquel efecto negativo
desarrollado desde el muestreo inicial pasando por la operación de la técnica de remediación y
concluyendo con el desmantelamiento o finalización del proyecto de restauración del suelo
contaminado.
Extracción de fase libre: esta fase puede ser recuperada como hidrocarburo para
reutilizarse en refinerías o como combustible de bajo poder calorífico, siempre que
tenga la calidad suficiente y un contenido en humedad bajo.
Extracción con agentes químicos: los disolventes que contienen carga
contaminante suelen reutilizarse mediante previa separación y posterior
tratamiento físico-químico o térmico.
Desorción térmica: en esta técnica la reutilización es del propio suelo favoreciendo
la actividad biológica, siempre y cuando la temperatura llevada a cabo en el
proceso sea inferior a 400-500 ºC.
136
Lavado: en esta técnica se utiliza el agua, la cual recibe un tratamiento y separación
de contaminantes y a raíz de ello puede ser reciclada en el proceso interno.
Extracción de agua: puede llevarse a cabo el mismo procedimiento que la técnica
anterior para reciclarse.
Si esta regla ecológica no se puede llevar a cabo en algún material, reactivo en exceso o
producto solo queda ser tratado, para disminuir su toxicidad, y eliminarse, si este caso no puede
establecerse requerirá su almacenamiento en un vertedero controlado como última alternativa.
Se aconseja una conexión hermética entre la red de alcantarillado con las tuberías ya
instaladas de las técnicas de remediación, provistos de medidores de la composición y calidad de
las aguas. Con ello, se asegurará el objetivo de no generar ningún vertido perjudicial a la cubierta
edáfica (superficial o subterránea), así como imposibilitar cualquier emisión por evaporación de
compuestos de aguas residuales industriales. Claro está que la conexión de tuberías debe
componer una longitud razonable, con el fin de garantizar una eficaz circulación y transporte
hacia una planta de tratamiento de aguas.
137
se llevará a cabo mediante una separación adecuada en los contenedores internos, así poder
facilitar su posterior transporte hacia contenedores establecidos mediante ordenanza del
municipio en el que se desarrolle la actividad de descontaminación. Los contenedores integrados
en la zona de estudio se someterán a una limpieza de forma regular para evitar malos olores y
otros problemas que puedan derivar de la suciedad de los mismos.
Los residuos peligrosos son aquellos que presenta una o varias de las características
peligrosas enumeradas en el anexo III de la LRSC, y aquellos que considere el Gobierno de
conformidad con lo establecido en la normativa europea o en los convenios internacionales de los
que España sea parte, así como los recipientes y envases que los hayan contenido tóxico, han de
gestionarse minuciosamente según marca la normativa vigente. Por ello, el gestor encargado
deberá declarar a la Delegación Territorial de la Consejería, la producción de residuos del año
inmediatamente anterior, debiendo especificar como mínimo el origen y cantidad de los residuos
generados o importados, identificados por su código LER (Lista Europea de Residuos), el destino
dado a cada uno de ellos con indicación de los gestores a los que se les ha entregado y la relación
de los que se encuentren almacenados temporalmente. Dichos residuos serán almacenados en un
habitáculo, mientras se llevan a cabo las técnicas de remediación, desprovisto de elementos que
puedan provocar riesgos adicionales (cuadros eléctricos, compresores, bombas eléctricas, etc.) y
provisto de un sistema de detección y contención de fugas; el techo evitará el paso del agua de
lluvia, y las paredes laterales evitarán la incidencia de la radiación solar, pero favorecerán la
ventilación para facilitar la renovación de aire en el interior. Finalmente estos residuos
almacenados deberán ser gestionados y transportados mediante lo acordado por el gestor
autorizado.
138
SEPARATA-DOCUMENTO-TFM
Separata Anexo XI:
139
PROPUESTA DE MEDIDAS PREVENTIVAS, CORRECTORAS Y
COMPENSATORIAS
En este apartado se darán a conocer aquellas medidas previstas para prevenir, reducir y, en
la medida de lo posible, compensar aquellos efectos sustancialmente negativos sobre el entorno
afectado por las acciones de remediación.
Las emisiones de polvo y material particulado deberán reducirse mediante riego del terreno
desde el inicio hasta el fin de la recuperación del suelo contaminado, también se limitará una
velocidad de 50 km/h para este mismo fin. Para disminuir las emisiones de NOx y CO2 se
conectará un filtro en el escape en los vehículos y maquinaria, con lo cual se evitarán deficiencias
de engrase, mal ajuste o mal emplazamiento de la maquinaria empleada. Asimismo, la creación
de un parque para maquinaria tendrá utilidad en la recogida aceites y carburantes de los camiones
y maquinaria, evitando la penetración en el suelo y posibles masas de agua subterránea.
El riego del terreno antes del movimiento de tierras acaecerá la prevención en gran medida
de la erosión eólica, favoreciendo una mayor cohesión en la cubierta edáfica.
Los residuos industriales generados durante esta fase deberían depositarse en cubas,
aconsejándose un alquiler de las mismas a una empresa externa. Y los residuos urbanos de los
operarios deberán separarse mediante contenedores de reciclaje internos de la zona de
remediación.
140
El medio paisajístico (o perceptual) podría disminuir su impacto, si hay gran alteración
después de la remediación, mediante la creación de zonas verdes una vez descontaminado el
suelo.
Los residuos generados por el personal serán separado a diario en contenedores selectivos,
aquellos que se consideren peligrosos deberán almacenarse en un habitáculo provisto de unas
condiciones especiales, las cuales se habló en este trabajo en el apartado de gestión de residuos.
141
SEPARATA-DOCUMENTO-TFM
Separata Anexo XII:
142
SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE
143
Dicho lo anterior se pueden establecer los siguientes objetivos relacionándose con las
actuaciones a llevar a cabo en las tareas de remediación (Alonso, 2012):
2.2.- Alcance
El alcance consiste en evaluar previamente el uso que se ha tenido del suelo contaminado,
tanto por documentación aportada por el promotor de la actividad degradante como por el
muestreo que se realiza determinando los posibles contaminantes presentes. El análisis de riesgos
determinará con los resultados obtenidos si se considera que el suelo se vea afectado o no una vez
finalizadas las tareas de remediación de suelos.
2.3.- Método
Uno de los métodos más recomendables y aceptados es propuesto por la American Society
for Testing and Materials norma ASTM E1739-95 (Risk Based Corrective Action). Se basa en la
premisa de apoyo en el proceso de evaluación y toma de decisiones en casos de contaminación
por hidrocarburos derivados del petróleo.
144
Un índice inferior a 1 determina que el riesgo potencial es aceptable, si es mayor a 1 el
riesgo potencial es inaceptable.
Los compuestos cancerígenos se calculan mediante el Riesgo Cancerígeno (RC), que es
el producto de la dosis de exposición (mg/kg·día) por el factor cancerígeno (kg·día/mg):
𝑅𝑖𝑒𝑠𝑔𝑜 𝐶𝑎𝑛𝑐𝑒𝑟í𝑔𝑒𝑛𝑜 (𝑅𝐶) = 𝐷𝑜𝑠𝑖𝑠 𝐸𝑥𝑝𝑜𝑠𝑖𝑐𝑖ó𝑛 ∗ 𝐹𝑎𝑐𝑡𝑜𝑟 𝐶𝑎𝑛𝑐𝑒𝑟í𝑔𝑒𝑛𝑜
3.2.- Personal
El personal a cargo de las tareas debería utilizar una indumentaria adecuada, zapatos con
protección de punta de acero, cascos, guantes, antiparras, protectores auditivos y máscaras según
la actuación a llevar a cabo. Es aconsejable evitar el uso de equipos con motores a explosión.
3.3.- Prevención
En cada actividad existen diversos riesgos que han de identificarse y asignarle unas
protecciones técnicas preventivas. Asimismo, se le debe instruir a cada operario en materia de
prevención de riesgos laborales, primeros auxilios y orientarles en el correcto uso de las
protecciones colectivas, equipos de protección individual y medidas preventivas adecuadas a la
actividad desarrollada (en fase de construcción, actividades que involucren el uso de maquinaria,
tareas desarrolladas en altura, en zonas de elevada temperatura o aquellas en la que se someta al
operario a trabajar en tensión eléctrica). Además se velará por una vigilancia de la salud de los
145
trabajadores, es decir periódicas revisiones médicas en los cuales se verifique su estado y un
registro sanitario que garantice la seguridad desde el inicio de la remediación hasta su conclusión.
146
los medios de comunicación y transmisión de alarmas, pulsadores y centrales inteligentes de
incendios.
Una medida eficaz es la prohibición de fumar para cualquier trabajador en las tareas de
remediación. Los cortocircuitos que pudieran originarse deben ser minimizados contando con
protección de disyuntores diferenciales.
147
SEPARATA-DOCUMENTO-TFM
Separata Anexo XIII:
148
PROGRAMA DE VIGILANCIA AMBIENTAL
Tabla 21
Tabla 22
149
Tabla 23
Calidad de la atmósfera
Vigilancia Frecuencia
Verificar los niveles de
Dos veces por semana
presión sonora internos y
Acústica durante la fase de actuación.
externos.
Verificar las emisiones de Semanalmente desde el inicio
Gases y partículas partículas y CO2. de las obras.
Nota. Fuente: Elaboración propia.
Tabla 24
150
SEPARATA-DOCUMENTO-TFM
Separata Anexo XIV:
151
Matriz Remediación
Fisico-Química
Tiempo de operación
Compuestos orgánicos
Compuestos orgánicos
Ef. Suelos arenosos
Ef. Suelos arcillosos
Desarrollo Actual
no halogenados
Ef. Suelos baja
Combustibles
halogenados
Compuestos
inorgánicos
Porosidad
Eficacia
Coste
✔️ Alto
➖ Moderado
❌ Bajo
Tecnologías de Confinamiento
✔️ ✔️ ➖ ✔️ ✔️ ❌ ❌ ✔️ ❌ ➖ ➖ ➖ ➖
Vitrificación
✔️ ✔️ ➖ ✔️ ❌ ❌ ❌ ❌ ❌ ✔️ ✔️ ❌ ✔️
Extracción Multifase
✔️ ✔️ ➖ ➖ ❌ ❌ ❌ ✔️ ❌ ✔️ ✔️ ➖ ➖
Barreras Permeables Activas
Tecnologías de Contención
✔️ ➖ ❌ ✔️ ❌ ❌ ❌ ✔️ ❌ ❌ ❌ ❌ ❌
Barreras Físicas
✔️ ➖ ➖ ❌ ❌ ❌ ❌ ✔️ ❌ ❌ ❌ ❌ ❌
Barreras Profundas
152
SEPARATA-DOCUMENTO-TFM
Separata Anexo XV:
153
154
155
156
157
158
159