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Mecatrónica
INTRODUCCIÓN
Es molesto caminar en invierno sobre el azulejo del baño, pues se siente mucho más frío que
la alfombra. Esto es interesante, ya que, a menudo, tanto la alfombra como el azulejo se
encuentran a la misma temperatura (es decir, la temperatura en el interior de la casa). El hecho
de que los materiales transfieren el calor a distintas tasas explica la diferencia en las sensaciones
que experimentamos. El azulejo y la piedra conducen mucho más rápido el calor que las
alfombras y las telas, así que se sienten más fríos en invierno porque transfieren el calor hacia
afuera de tu pie a mayor velocidad de lo que lo hacen las alfombras.
La conductividad térmica k de un material sólido es un parámetro térmico que es utilizado para
diseñar, predecir o proponer dispositivos y metodologías para un mejor uso de la energía
consumida. Su valor depende de muchos factores, sobre todo de las propiedades físicas del
material, tales como densidad, estructura cristalina, entre otras. En conductores, es altamente
deseable que el material posea un alto punto de fusión y que tenga una ordenación cristalina
que permita una buena transferencia del calor. En materiales aislantes, es deseable que el
material tenga un alto punto de fusión, una baja densidad y bajos puntos de fusión y
flamabilidad. (Novelo, Aragon, & Romero, 2015)
La conductividad térmica es una propiedad de los materiales que valora la capacidad de jugar
con el calor a través de ellos. Es elevada en polimerasas y en general en cuerpos continuos, y
es baja en los metales (a pesar de que en ellos la transferencia puede hacerse a través de
electrones libres) y en materiales iónicos y covalentes, siendo muy baja en algunos materiales
especiales como la fibra de vidrio, que se denominan por eso aislantes térmicos. Para que exista
conducción térmica hace falta una sustancia, de ahí que es nula en el vacío ideal, y muy baja
en ambientes donde se ha practicado un vacío bajo.
En algunos procesos industriales se trabaja para incrementar la conducción de calor, bien
utilizando materiales de alta conductividad o configuraciones con una elevada área de contacto.
En otros, el efecto buscado es justo el contrario, y se desea minimizar el efecto de la
conducción, para lo que se emplean materiales de baja conductividad térmica, vacíos
intermedios, y se disponen en configuraciones con poca área de contacto. (Bernal, 2009)
DESARROLLO
La conductividad térmica es una propiedad de ciertos materiales capaces de transmitir el calor,
es decir, permitir el paso de la energía cinética de sus moléculas a otras sustancias adyacentes.
Se trata de una magnitud intensiva, inversa a la resistividad térmica (que es la resistencia de
ciertos materiales a la transmisión del calor por sus moléculas).
Actualmente, el diamante es material conductor térmico más eficaz conocido por el hombre.
La conductividad térmica de un diamante puede alcanzar hasta 2000 – 2200 W /(m/K) cuando
se mide a temperatura ambiente (20-25 ° C). Este valor de conductividad térmica es casi 5
veces mayor que la plata, que tiene el segundo valor de conductividad más alto. El diamante
se usa comúnmente en la electrónica para disipación eficaz del calor, para proteger los
dispositivos sensibles del sobrecalentamiento. Sus altos valores de conductividad térmica
también se pueden utilizar para detectar la autenticidad de los diamantes en las joyas.
Plata
Esta propiedad de la plata ha contribuido al uso generalizado del metal. La pasta de plata es un
ejemplo de un producto manufacturado de plata que tiene una demanda en constante aumento.
La pasta de plata se usa con frecuencia en la producción de celdas fotofónicas, un componente
importante de los paneles solares.
Madera
La conductividad térmica de la madera es relativamente baja debido a su porosidad. La
conductividad térmica disminuye a medida que aumenta la densidad de la madera. La
conductividad térmica de la madera en el sentido de la veta es el doble que la conductividad en
perpendicular a la veta. Por ejemplo, la conductividad térmica del pino en el sentido de la veta
es de 0,22 W/moC y, en perpendicular a la veta, de 0,14 W/moC. Al aumentar la humedad de
la madera también aumenta su conductividad térmica. A medida que desciende la temperatura
de la madera, suele aumentar su resistencia. La expansión térmica de la madera en el sentido
de la veta es muy reducida. Los cambios de temperatura son mucho mayores en los sentidos
radial y tangencial. (Woodproducts, 2018)
Hierro
El hierro tiene una conductividad térmica de 80,2, (la conductividad térmica es la magnitud
que poseen los diversos materiales para la conducción del calor). Es gracias a su conductividad
térmica que a través de la historia se ha utilizado en la fabricación de utensilios de cocina, como
ollas para la cocción de los alimentos, y en la actualidad para la fabricación de mecheros,
estufas, parrillas eléctricas, hornos eléctricos, sartenes y demás enceres de cocina, así como
diversos aparatos y herramientas que necesitan la conducción del calor, siendo idóneo este
material también por la cualidad de conservar el calor por bastante tiempo.
Líquidos
En líquidos, la conducción térmica es causada por difusión atómica o molecular, pero los
mecanismos físicos para explicar la conductividad térmica de los líquidos no se conocen
bien. Los líquidos tienden a tener una mejor conductividad térmica que los gases, y la
capacidad de fluir hace que un líquido sea adecuado para eliminar el exceso de calor de los
componentes mecánicos. El calor puede eliminarse canalizando el líquido a través de un
intercambiador de calor. Los refrigerantes utilizados en los reactores nucleares incluyen agua
o metales líquidos, como sodio o plomo.
La conductividad térmica de los líquidos no metálicos generalmente disminuye al aumentar la
temperatura.
REFERENCIAS