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LISANDRO OCHOA

COLECCION DE AUTORES ANTIOQUE~OS COSAS VIEJAS


DEPARTAMENTO DE ANTIOQUIA
DE LA
VILLA DE LA
EDICION PATROCINADA POR: CANDELARIA
INSTITUTO PARA EL DESARROLLO DE ANTIOQUIA
"IDEA" Prólogo de Roberto Luis Jaramillo

BENEFICENCIA DE ANTIOQUIA
"BENEDAN"

FABRICA DE LICORES DE ANTIOQUIA


"FLA"

EMPRESAS DEPARTAMENTALES DE ANTIOQUIA


"E DA "

Colección
AUTORES ANTIOQUEÑOS
Volumen 8
Medellín - 1984
la. edición - Medellín 1948
2a. edición - Medellín 1984

PROLOGO PA7U LA SEGUNDA EDICION

Los derechos por la presente edición fueron Don Lisandro Ochoa Ochoa (1867 - 1948) nació, vivió
pagados por el Departamento de Antioquia. y murió en Medellin. Miembro de una familia importante
del valle de Aburrá, con vinculaciones de parentesco con
Los herederos se reservan las principales élites de la conquista, la colonia y la repú-
los derechos de autor.
blica. Su padre, el doctor Lisandro Ochoa Restrepo fue un
notable abogado, polttico y militar que participó con ener-
la y valor en las guerras civiles de la segunda-mitad del si-
I{lo pasado, defendiendo siempre a su partido -el conser-
vador- con tan regular éxito que comprometió sus empleos
y capital, viendo su fortuna gravemente deteriorada. Cuan-
do murió, sus hijos y especialmente el autor de estas crá-
nlcas, se enfrentaron al trabajo para sostener a su familia.
Establecido pues, desde los 14 años, en el giro del comer-
cio, se inició como simple empleado de almacenes, luego
como administrador y socio de casas comerciales y por úl-
timo como fundador de sus propias empresas comerciales
e industriales. Hizo algunos estudios en la Escuela Normal
y en establecimientos particulares pero fueron interrumpi-
dos a causa de la inestabilidad politicay abandonados defi-
nitivamente por las dificultades económicas de su familia.
No obstante su poca preparación académica tuvo todas las
aspiraciones y condiciones intelectuales, que lo capacita-
ron aún para fundar un periódico, servir a su ciudad como
concejal, contribuir a su desarrollo urbano y ornato como
hombre civico. Emprendedor y colaborador en obras de
Diseño de la colección: Alberto Sierra beneficencia y de culto religioso, consejero de politicos,
Editor: Miguel Escobar Calle . tesorero del directorio conservador, etc.
Tiraje: 2.000 ejemplares
Viñeta de la carátula: Sergio Tmjillo M. Dotado don Lisandro de un gran esptritu de observa-
Impreso y hecho en Colombia por ción y de una sorprendente memoria, fue testigo de la his-
Ediciones Gráficas Ltda., Medellín 1984
toria regional y especialmente de la de Medellin, puede
para las Ediciones AUTORES ANTIOQUEÑOS
en cumplimiento de la Ordenanza No 45 '
decirse que desde la guerra de 1876 hasta su muerte.
de 1979 de la Asamblea Departament.1
de Antioquia Con el apoyo de sus tios ricos, inició su propia casa co-
mercial con tan buenos resultados que luego se dedicó a
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empresas artesanales, manufactureras e industriales. In- I um publicar/os, siempre tuvo el estimulo del periodista
troductor de mercancias en grande, pronto inició algunas ,1011 Alfonso Londoño. Nunca acudió a otras fuentes que
industrias pequeñas pero desconocidas en el medio, de tal m propia memoria de lo escuchado a algunos ancianos de
manera que ya no hubo necesidad de importar articulos //1 ,,11I0 y de lo que le tocó vivir como actor y testigo. Es-
litografiados y cosméticos. Fundó una imprenta y ayudó rritria sus crónicas a lápiz, durante toda una mañana y lue-
a mejorar otras; como él mismo lo cuenta, fue precursor (1 la hada transcribir a máquina con la afectuosa ayuda

de la industria cigarrillera y en asocio de otros pequeños ti" :m hija doña Berta. Fue tal el éxito de sus escritos, que
industriales logró la fusión de variaspara fundar la Compa- /111'0 que ceder a la insistencia de sus amigos para reunir los
ñla Colombiana de Tabaco. Sentó las bases de otras mu- citados articulos en un libro que, pulido por el cronista y
chas industrias y apoyó con su capital las más importantes n-visado y prologado por Francisco Villa López, salió de la
empresas antioqueñas, sin descuidar jamás sus actividades Imprenta un año después de su muerte.
comerciales, con una pulcritud tal que, en los momentos
de las crisis económicas de comienzos del siglo y de 1930, m lector encontrará en estas "Cosas viejas de la villa de
siempre tuvo la confianza y apoyo de sus acreedores. Ade- In andelaria" una completisima, detallada y certera infor-
más, como buen observador, avisoró el desarrollo urbano mación sobre asuntos tan diversos como el desarrollo de
de Medellin y por lo mismo hizo buenas inversiones ratees rompañias urbanizadoras y el surgimiento de barrios; el
en mangas y lodazales que hoy son zonas de amplio co- auge del comercio y de la banca; los comienzos del pro-
mercio. ceso industrial del Valle de Aburrá; las costumbres co-
merciales; describe las quebradas y los puentes, los cami-
Ya anciano y retirado de los negocios se propuso poner 1l0S, los carreteros y carreteras, las calles de MedelUn con
por escrito los recuerdos de su vida en el vecino municipio SIIS comercios, personajes, fiestas, anécdotas; la totalidad

de Caldas, las actividades de los extranjeros en Antioquia, de las diversiones de la villa y la ciudad son descritas con
y otras "cosas viejas" de Medellin, como para seguir el 1111 excelente sentido del humor; de la picaresca de nues-

mismo camino de Luis Latorre Mendoza en 1934y Carlos tras gentes en las ferias, fiestas, procesiones, baños, pa-
J. Escobar en 1946. seos, circos, clubes, cafés, hoteles, plazas, iglesias y tea-
tros, nos da cuenta don Lisandro hasta con nombres pro-
De temperamento urbano pero terrigeno y como gran pios de lugaresy personas.
amador de su ciudad, se dio a la tarea de escribir en tono
sencillo y modesto -como era él- una serie de pinturas, de Este ameno cronicón local, que fue escrito para Mede-
anécdotas, de vivencias propias y ajenas, que abarcan cerca llin y por amor a la ciudad, sin una postura analitica y
de 70 años de historia urbana. Don Lisandro es de fácil pretenciosa sobre los acontecimientos vividos, constitu-
lectura pues escribió en un estilo natural, común y corrien- ye hoy una fuente de consulta importantisima para la in-
te, como nacido del mero gozo de narrar los recuerdos. A vestigación histórica de la región antioqueña. En buena
pesar de repetir trozos y de que sus temas son poco cohe- hora las autoridades departamentales han ordenado la se-
rentes, el desorden del libro se explica porque el autor no gunda edición de esta obra que estaba siendo ya una cu-
quiso escribir un volumen completo, sino una serie de en- riosidad bibliográfica.
tregas para los periódicos conservadores locales "El Colom-
biano" y "La Defensa ". Tales artículos se iniciaron en Roberto Luis Jaramillo
1941 y terminaron en 1948 pocos dias antes de su muerte;
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Como todas las marcas de estas fábricas estaban registra.


das, las entraron como capital a la nueva empresa' y cosa
rara! por ~ucho tiempo en los balances de la Co~pañía
Aguas de la Antigua Villa
~aclOnal, fiquraron en el haber estos capitales ficticios.
Si~ndo de advertir que ese error fue corregido. Luego si. de La Candelaria
~Ie:~n la de don Emilio Restrepo G. y la "Sansón"de don
Hipolito Restrepo.
Cuentan las crónicas que la primitiva Villa se inició en
Al hablar de competencia, recuerdo este caso histórico I campo de Aná viejo (Otrabanda) y después en San Lo-
~o~d.e se retrat~ el .pernicioso y deplorable vicio en algunos liZO (El Poblado). Mas tarde por el aumento de pobla-
mdI~Iduos; Al Iiquidarse la Compañía de Carruajes de Me- n no solo en cantidad sino en calidad se pensó en le-
delh.n, entre sus bienes para realizar había un coche mor. y ntar la ciudad de Medellín y hubo algunas opiniones
t~ono. D?s ~aballeros lo compraron y lo pusieron al serví- 'IU preferían se hiciera por los lados de Belén y La Amé-
CIO del público cob~~do en cada entierro diez pesos. I ; pero la mayoría optó por la margen del río Aburrá,
El neqocio se estableció sin contratiempos; y cuando había d bido a la ventaja de contar esa región con el abundan-
buena cosecha de muertos, el producto no era del todo t caudal de aguas potables suministrado por la quebrada
malo y aquí el PERO; surgió una competencia con una nta Elena y sus afluentes La Palencia, La Espadera, La
nueva funeraria, la cual puso al servicio un carro cobrando , stro y La Ladera; mientras que las regiones de Belén y
solo. ocho pesos. Como era natural los otros bajaron a este I América eran muy pobres en aguas. Nos contaba mi
precio, y de baja en baja, se llegó a dos pesos. Alcanzó a buelo paterno, Nicolás Ochoa, que la banda oriental del
tal punto la exageración de la propaganda del competidor no Aburrá, desde el alto de San Luis arriba de Envigado,
que cuando sabía que había algún mortal pronto al viaje al h sta el punto llamado Bocaná, estaba cu bierto de espesos
otro mundo, con toda la galantería del caso se acercaba a montes, los que fueron destruidos para aprovechar la leña
la casa de los parientes a ofrecer los servicios de su agencia y dejar la mayor parte de los terrenos para potreros; por
con _la oferta de poner el coche gratis si lo ocupaban. Los 1 motivo se fueron secando las aguas del río Medellín,
d~enos de~ ot:o coche, previendo que al fin la competen- de la quebrada La Ayurá, La Sebastiana, La Zúñiga, La
CIa l~s obligana a tener que suministrar ellos el muerto lo Aguacatala, La Poblada, y la Santa Elena con sus afluen-
vendíeron a los señores Rendón y Villa para sus agencias tes, llegando la sequía de las aguas hasta quedar estas redu-
por los pocos pe~os que a bien tuvieron darles por él. ' oidas a una octava parte. ¡Cuánto nos servirían hoy éstas
iete octavas partes de agua pura y cristalina, si por la
ignorancia de nuestros antepasados y por la impotencia
de las autoridades de aquellos tiempos, no se dieron cuen-
ta, los primeros de la riqueza que destruían al arrasar los
montes y por falta de alguna ley la segunda que ordenara
a todo propietario a dejar siquiera unos treinta metros
arborizados a lado y lado de cada preciosa fuen te.

Para corregir este mal aún hoy se puede hacer algo, por
medio de ordenanzas, decretos o leyes que obliguen a cada
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dueño de terreno en donde haya un nacimiento de agua de una canoa de madera, montada en columnas de
a sembrar árboles en las pequeñas hoyas hidrográficas con ostería la que nadie cuidaba ni reparaba; canoa
sanciones para los infractores y prohibiendo con fuerte veía muchas veces llena de grietas, perdiéndose así
multas el desastroso sistema de "quemar para sembrar", de la cuarta parte del caudal, pero era tanta el agua
pasaba que ninguno sentía la merma, sino hasta el
También contaba mi abuelo que por muchos tiempos los total, en cuyo caso se construía otra canoa.
pobladores de La Candelaria no tuvieron otro servicio de
agua para sus necesidades sino la de la Santa Elena y sus 1 iaba el agua por la calle de Avacucho hasta encontrar
afluentes. De manera muy primitiva construían los acue- I tio donde se construyó más tarde un gran tanque, con
ductos, fabricándolos de atanores de barro cocido, atrave- I bjeto de limpiar las aguas. Este lugar llegó a ser histó-
sando las zanjas o hendiduras de los terrenos por medio de I I Y se conocía con el nombre de "El Desarenadero" o
canoas de madera, de guadua y hasta de hojas de cabuya. "Los Depósitos" y era muy usado para toda clase de señas.
La mayoría de las gentes cargaba el agua desde los 1, casa de don Fulano? Pues vaya usted por Ayacucho
pequeños pozos hasta las casas, y la depositaban en grandes irtba de Los Depósitos; a la media cuadra a la derecha,
cántaros o tinajas, tomándola en los inviernos de las gote- 11{es. Otro decía: yo vivo tres cuadras más arriba del
ras de los tejados para evitarse la "cargada". 01
1 sarenadero".

El lecho de la Santa Elena y sus afluentes corría casi a De dicho punto se repartía el agua para los diferentes
nivel de las orillas. Los particulares y las autoridades en- \1 os, llegando una parte al Colegio de El Est~do en l.a pla-
cargadas del progreso de la Villa, explotaban de manera in- u la de San Francisco (hoy de San Iqnacio), Universí-
misericorde las arenas y piedras para toda clase de cons- I d de Antioquia. Surtía las fuentes públicas (pilas) la
trucciones y obras como trinchos, suelo, muros; profundi- ue había en la calle de "El Palo", frente a la casa del reve-
zando aceleradamente los lechos y las frecuentes crecientes I ndo padre Gómez Angel; la de MQnserrate en el crucero
I

.de las quebradas causaban desmorones, agudizando así el el Ayacucho con El Palo; El coliseo (Teatro Bolívar);
mal. Los actuales habitantes de Medellín no saben lo que 1 pila del Convento, en Maturín crucero con Palacé; la
ha costado la quebrada Santa Elena porque el mal está ta- 1 La Cárcel de Varones; la de El Tribunal y también las
pado con las Avenidas derecha e izquierda. sas de algunos vecinos ricos. Otra parte de esta a9lia
ruzaba por los predios de doña María de la Luz U. de
El primer acueducto, según mi abuelo, se derivó de la Villegas y por los de don Vicente B. Villa. Precisamente
Santa Elena en predio de don Juan Berrío, después de don n este sector sucedió un acontecimiento trágico. Don
Carlos C. Amador y la boca-toma estaba situada un poco Cándido Molina, por derechos en esta agua, la tomaba de
más arriba del puente que lleva el nombre de La Toma. una caja de repartición colocada en un lugar detrás de su
Hasta este punto venía el agua en cauce abierto y de la bo- casa de habitación, situada en el punto que hoy conoce-
ca-toma hacia la población se traía en canales de adobe y. mos con el nombre de "La Arteria". Don Cándido siempre
atan ores de barro hasta topar con la calle de Avacucho: tento al buen funcionamiento de su caudal de aguas, ha-
pero este atan orado no continúo, porque en cada manga cía la limpieza de su caja con frecuencia, hasta la hora fatal
volvía a tomar su forma de cauce abierto. Antes de llegar a en que se atrancó en ella, y allí lo encontraron ahogado s~
la citada calle y en el lugar donde se abrió la calle' de Girar- parientes. De La Arteria y bajando la calle de Colombia,
dot, había una quiebra del terreno y las aguas pasaban a llegaba el atan orado hasta la plaza principal (hoy Parque de
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Berrío) para surtir una bellísima fuen te de hierro la cual se ( uchíllón detrás del Morro del Salvador y desemboca en
componía de una columna central a la que iban adheridos I Santa Elena, en el crucero de la Avenida Izquierda y
cu~tro grifos con sus cabezas de león y alas de águila semi- I oarrera Sucre en su parte alta; utilizaban los vecinos las
abíertas, lo.s, que arrojaban por la boca chorros de agua a uuas de esta quebrada como potable pero con la dirección
bu~na .preslOn y de accion refrescante; también tenía una d su cauoe que atraviesa de Suroeste a Noroeste la ciudad.
verja CIrcular de hierro. Con todos los arreglos que le han ( n las numerosas edificaciones se convirtió en mero con-
hecho a este lugar, siempre era más fresco y atractivo ti ctor de aguas negras; y ha cobrado caro este arroyo su
an tes; hoy con el efecto de los rayos del sol sobre el pavi- el recho de tránsito a la ciudad ya que en los fuertes in-
mento de cemento se hace en extremo caluroso e intran- v mas ha tenido borrascas lamentables, causando daños
sitable. Con el decreto del cementado le subieron el clima t1 las edificaciones; al distinguido caballero don Antonio
a temperatura insoportable; pero es una mejora que natu- 1. Gutiérrez le derribó buena parte de su valioso edificio
ralmente llevan al haber los nuevos dirigentes, para desqui- uado en la plaza de Caldas.
tarse de lo malo que le hicieron los primitivos "Candela-
ríos" . "La Espadera". Nace en la propiedad que fue de don
rlos C. Amador, arriba de El Cuchillón del Contento,
Conti~uaba ~l. acueducto por las calles de Boyacá y travesando su predio y también el de don Juan Berrío
Colo~ bia , suministrando servicio a las casas particulares (hoy Miraflores). Los señores Amador y Berrío encauza-
y surtiendo otras f~entes públicas; una frente a la iglesia Ion parte de esta quebrada, por zanjas abiertas en sus
de ~an Juan de DlOS, por la calle de Cúcuta, otra que I re dios y después las trajeron en atan ores; parte para sur-
h~bla en la calle de Boyacá frente a la casa de don Leoca- r la casa de don Juan en la Barranca del Convento (des-
dio Ara~go, y la últ~a en la plazuela de San Ignacio (hoy pués Baños de Palacio) y la otra parte para los predios del
San Benito). Estas pilas o fuente públicas eran causa de di- ñor Amador en Guayaquil (hoy Plaza de Mercado Cu-
vertidas riñas y peleas en todo tiempo, pero en especiali- bierto).
dad en los fuertes veranos cuando las domésticas con to-
dos los muchachos de todas las clases y condiciones eran "La Castro". Nace por los lados del punto llamado
mandados a traer "la agüita" de la pila más cercana; y allí "Media Luna" y de ella se servían los vecinos de Las Es-
era Troya al ver los ademanes y oír el vocabulario de ancias y Bocaná; cuando se necesitó agua para la prime-
unas y otros por el trajinado derecho al turno. Cuando al- ra planta eléctrica, se incorporó el caudal de La Castro
guna vieja se dedicaba a llenar una olla descomunal con un acueducto de esta planta.
chorrito ~iminuto y era muy demorada su tarea, los aspi-
rantes la increpaban y era el volar de tiestos de tinaja, de "La Ladera". Nace en las vertientes de La Laguna y
rolletes. d~ trapos y de guasca; se armaba lila grande" con traviesa terrenos que fueron de don Vicente B. Villa (hoy
la conslgul~nte rotura de vestimentas y desperfectos cor- Cárcel de Varones y Escuela de Varones); también pasaba
p.~rales, tnfulcas que solo terminaban con la interven- por la finca de don Federico Isaza (después Orfelinato de
Clan del gendarme, yeso cuando "por José" aparecía al- San José y Casa de Pobres) y surtía las necesidades de los
guno. vecinos de la antigua calle de Guame; el resto de esa agua,
con el nombre de quebrada "La Loca" ha sido muy dañi-
Aguas de La Palencia, La Espadera, La Castro y La La- na, muy loca y muy costosa para Medellín, y apenas en la
dera. - La quebrada "La Palencia" nace por los lados del actualidad se está alejando su cauce de la Catedral de Villa-
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nueva, después de veinte años de haberle dictado senten as de Piedras Blancas.- El nunca bien admirado co-
cia de desahucio. otivo y progresista don Manuel J. Alvarez, urbaniza-
n escala no igualada, celebró un contrato con el Muní-
. Sociedad de aguas de La Ladera. - No tengo datos prs- para traer parte de las aguas de "Piedras Blancas",
CI~OS de la fecha de la fundación de esta, pero desde niño ndo por su cuenta todos los gastos y recibiendo en
Ola hablar del agua de La Ladera y en la casa de mis pa- 11 bio una cantidad de pajas de agua, pudiendo tomarlas
dres se servían de esta agua. El principal origen de dicho II ítío en donde le conviniera. Don Manuel cedió estos
caudal 10 formaban tres nacimientos abundantes en el 1 I chos a otros para fomentar construcciones y el muni-
paraje llamado "Ve rsalle s" al nordeste de la ciudad; reuni- .11 o también inició venta de los suyos; con el tiempo
dos en cauce abierto, atravesaban los predios de don Víc- I lvió hacerse dueño de todas y comenzó a verificar per-
tor Arango, don Tomás Muñoz y don Guillermo Restrepo 1I111l s de pajas de agua por un servicio y por determinada
1., ocupados hoy por los barrios de Berlín, Aranjuez, Cam- utidad de metros cúbicos mensuales, durante tiempo
po Valdés, El Bosque etc., recorriendo también la finca de 1111 venido.
don Pacho ~otero. Ya reunido todo el caudal de agua, pa-
saba por encima de la cuenca de La Loca por otra canoa de 1,'1 Municipio
tuvo el acierto de nombrar Administrador
madera y venía al punto que más tarde fue el crucero de la d, u empresa al esclarecido y competente ciudadano Dr.
calle de Bolivia con Girardot, pasando por la propiedad de M riano Roldán, quien dedicó al Acueducto de Medellín
don Gabriel Echeverri hasta llegar a la calle de Maracaibo: I os sus conocimientos y su buena voluntad, obteniendo
y bajaba hasta Palacé donde tomaba otra canoa de tablo- I magnífica organización que hoy tenemos, pues el doc-
nes, la que iba adherida a un puente de tablas, sobre la tI r Roldán buscó otras fuentes de abastecimiento, entubó
Sa~ta Elena (este puente fue únicamente para peatones); dI idamente las aguas haciéndolas producir más fuerza
mas ~arde 10 reemplazaron por uno de mampostería, que se ,1 ctrica y mejorando el servicio; también por insinuación
llamo Puente de Palacé, hasta la cobertura de la Santa Ele- uya el Municipio ha adquirido, para conservar y aumen-
na. Fueron varios los presidentes de la primitiva Sociedad 1 r el caudal de aguas en la hoya hidrográfica oriental, los
de Aguas de La Ladera. Recuerdo a los señores don Mi- I dios adyacentes a "Piedras Blancas" arborizándolas y
guel Vásquez B., don Carlos Restrepo. Cuando se empe- v gilando su cauce constantemente.
zar~n las construcciones en las calles de Argentina, Bolivia,
Perú y Caracas, sus dueños fueron comprando derechos de Aguas del Zancudo.- Por la finca de "El Bermejal " de
agua de La Ladera a los habitantes de la vieja ciudad, hasta I ropiedad de don Guillermo Restrepo, corría una quebra-
que por la canoa de Palacé no volvió a pasar gota, obligan- rllta conocida con el nombre de "Zancudo"; el señor Res-
do a los pocos que quedaban con derechos a venderlos 1repo en compañía de don Juan Pablo Sañudo y del señor
también. En ese estado las cosas y por eliminación de la 1 ctor del Seminario Conciliar, trajeron a la ciudad el agua
primera sociedad, se formó otra con los nuevos dueños de dicha quebradita; para esto hicieron construir un acue-
pero conservando su antiguo nombre de Sociedad de Agua~ ucto por los terrenos ocupados más tarde por la calle
de La Ladera de la cual fueron presidentes don Alejandro cuador. El señor Sañudo, para el servicio de su finca La
Echav~rría, don Eduardo de Greiff, don Manuel J. Alvarez, adera, el Sr Restrepo para su casa en la Plaza de Villa nue-
don. Ricardo Olano, don Ramón Echavarría y el que esto va y el señor rector para el Colegio del Seminario. La finca
escribe.
, Esta nueva Sociedad , por volun tad de sus socios , del señor Sañudo pasó con el tiempo a poder de don Carlos
paso a ser propiedad del Municipio de Medellín. C. Amador quien destinó la mayor parte del agua que le
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correspondía a un establecimiento de baños públicos e (,n la revolución del año de 1876, se cerró el colegio y
la calle de Bomboná, entre las de Bolívar y Carabobo; un I rminar dicha revuelta se abrió de nuevo bajo el régi-
parte de las del Seminario se dedicó a los trabajos de 1 111 11 liberal; uno de sus rectores fue don Alvaro Restrepo
nueva catedral. I ,11 •

Agua de Bomba.- Antes del año de 1875 eran muy po


c~s las casas de habitación que tenían agua corriente en la ~n la revolución del 85 nuevamente se clausuró y a me-
Villa: Al comenzar las construcciones en el barrio de Gua- I dos del 86 se reanudaron sus tareas con el nombre de
yaquíl y el Carretero y como a dichos barrios no llegaban IJniversidad de Antioquia, en el local que hoy ocupa.
las a<J1:Ias,
de la Santa Elena, ni las de La Ladera, y tampo-
co e~stlan. fuentes públicas de estos, los dueños de cons- La brillante historia del Colegio del Estado y de la Uni-
truccíones Instalaron bombas en sus casas; las primeras que v sidad de Antioquia ha sido sabiamente elaborada por el
se usaron fueron las aspirantes y más tarde se trajeron las I r. Julio César Carcía.
llamadas dobles; estas eran a la vez aspirantes y espelentes
y ~u.e~on de mucha utilidad porque subían el agua hasta los Escuela Normal de Varones.- Estaba situada en la calle
edificios de dos pisos. rabobo crucero Calibío, donde más tarde funcionaba la
mprenta Departamental; fueron sus directores los caballe-
r s alemanes Cristian Siegert y Gustavo Vothe.
Octu bre - 1946
Adjunta a la Normal había una sección para primeras
tras dirigida por los estudiantes más adelantados. Entre
tos recuerdo a don Bernardino Cárdenas, al general Luis
María Gómez, a don Luis Villa, a don Bonifacio Vélez ya
un señor Echeverri, oriundo de Jericó. Esta sección ocu-
1 ba el local donde funciona la Casa de Moneda ..

En la revolución del 76 se cerró esta escuela y varios de


Planteles de Educación los estudiantes se incorporaron en las fuerzas que siguieron
Manizales. (En esta escuela hice mis primeros estudios).
n el cambio de gobierno del año de 1877, esta escuela se
brió de nuevo en el local del antiguo Seminario hoy ocu-
El plantel más antiguo de aquel entonces fue el Colegio pado por la Universidad Pontificia Bolivariana, y uno de
d.el Estado. Ocup.aba el Edificio Colonial, que hoy reedi- us primeros directores fue un señor LIeras.
ficado, es el Coleqio de San Ignacio. En el Colegio del Es-
tado ~e educaron todos los hombres que en ese tiempo so- Escuela de artes y oficios.- Durante el gobierno del doc-
bresaliaron e~ ~tioquia la Grande y que tanto brillo die- tor Berrío se abrió esta escuela que dio gran impulso a las
ron ~ la república en cánones, letras, medicina [uríspru- artes en Antioquia. Sus primeros directores fueron: don
dencia; de sus claustros salieron muchos que más tarde de- Juan Enrique Whi te, don Juan Lalinde, don Pedro María
sempeñaron altos puestos en el gobierno. González; y en el profesorado descollaba el señor Eugenio
143
142

I las tapias goznes con fuertes argollas de hierro, para


11 I rar las cabalgaduras.
h articulares o de alqui-
Baños del Antiguo Medellín uando el se:ncio d~ coc es, Y,aPfestivos en los alrede-
I I establecio, .se .vela, e~/~:ñ~~akvarez, l~rga fila de es-
I del estableclmlento. d . íraban en aquellos
vehículos; los extranjeros que n~s Vl~e Baños
En el último cuarto de siglo pasado, tiempo en el que I I 'pos, eran muy devotos de esta asa .
lativamente eran pocas las casas de la Villa que tenían a
_ d "El Edén" - En los terrenos ocupados hboy
corriente, se puede asegurar que eran menos todavía 1 llanos e . dencia había otra casa de a-
que disfrutaban de la comodidad de los baños de alberc \" I el Bosque de la In~epen Ar La administraban los
Las gentes en lo general eran aseadas y tenían que rebu 1I , de pr?pi~dad de v~ctorEsc~~:' y contaban con gran
carse para el baño en los charcos del río y en los de las que ores NICaslO Y J~stmo b ién en predio del señor Aran-
bradas vecinas. Pocos acudían a los baños de negocio, qu
en aquella época se tenían como de primera categoría y
1 I tidad de agua, nacida

, en el punto que hoy eva


1
am ~l nombre de "Barrio Campo
e estando lleno el baño
que eran los del señor Cipriano Alvarez (Amito) situados al
pie de la colina del Bermejal, hoy Alto del Manicomio. Es-
V ldés". Era tan pura ~sta agua
I veían muy claras las ,Junturas
¿~los ladrillos del fondo.
de siete u ocho baños,
erie
tos baños tenían tal cantidad de agua cristalina, que se lle- 1" establecimiento tema una s d la de Amito.
naban mientras uno se desnudaba. Los baños de Amito qo- I I ro la casa no contaba con el esmero e
zaban de gran crédito entre las gentes; sobre todo eran fa- . . ntre ellos recuerdo a
vorecidos los domingos en la mañana por muchos jóvenes El Edén tuvo varios arren d atan,os, e bl ., en el local la
elegantes atraídos por las atenciones del señor Alvarez, por Ion José María Aranqo que ademas esta ecio
el aseo en los baños, sábanas, toallas y demás enseres de la I brica de Sidra Holandesa.
casa, lo mismo que por los magníficos brandys marca "Go- .f . su calidad de Pre-
londrina" y "General José Hilario López". Otras cosas que Cuando don Ricardo GreIf .enste~b~as compró el pre-
atraían a la clientela eran las bandejas de apetitosas y ca- Idente de la Sociedad de M~)~ra:que de la 'Independencia,
lientes empanaditas, lo mismo que las canastas repletas del lio de El Edén para plantar e t ~lecer en ella una de las es-
oloroso y también caliente Pan de Queso, para lo cual era hizo desocupar la casa para es a
de rigor lo blanco y limpio de los paños que cubrían las ca- uelas oficiales.
nastas. Para conseguir turno en este y en las empanadas,
había que hacer cola, y mientras se consumía una bandeja
- de Amador - Estaban estos en la calle de J~anam-
de empanadas, la cazuela freía una nueva remesa, siendo B anos . C Arn dor y eran alimenta-
esto una tarea de todas las mañanas en los días festivos. bú, en predio de don Carlo~ . d a del '''Zancudo'' pero
También tenía "Amíto " otros elementos que apreciaba el dos por parte de la~ tgu~~r ~a:Or en dichas agua~ eran
público, sobre todo la gente menuda; esto era una larga y como los derechos. e se ír un ran estanque para re-
atractiva tabla recargada de infinidad de golosinas, en la pocos, este seño~ hlZ~~~~sranoche ~el establecimiento es-
que sobresalían variedades de panelas, mantecadas, empa- coger ~l a9lla y enarnos de arrend~tarios que lo maneja-
nadas dulces, etc. Como era tan numeroso el grupo de ji- tuvo SlemdPre ~nd maCon el tiempo el local fue adquirido
netes' que acudía al establecimiento, Amito había incrusta- ban con escui o.
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P.e: la Comunidad Salesiana para levantar allí un gran lIta el señor Hipólito Londoño, quien SÓlo le dejó el
f~~lO para su colegio; hoy, parte de éste está en dem """ bre de "La Bastilla", que también le dejaron los seño-
Clan para la prolongación de la gran Avenida Juan d Vásquez Uribe a su majestuoso edificio,
Corral.
'ontaban mis abuelos, que en el primer cuarto del sí-
B~ños. de Palacio,- En la an tigua casa de don Juan Mo I1 pasado, ninguna de las casas de la Villa de la Candelaria
Bern~" sltuad~ en el te~nal de la hoy carrera Bolívar, , "í baño, y las gentes se bañaban en el Aburrá o en las
tablecíó el senor An tomo Palacio una casa de baños alJ 111 bradas vecinas, Cuando yo estaba niño, los mejores y
n:entados ~or aguas que el señor Mora Berrío traía de 111 hondos charcos del río Medellín eran los de "Los Na-
finca de Mírañores, después de don Carlos C, Amador y 1 njos" frente a la finca de don Cosme Mesa, abajo del
hoy de los reverendos padres Jesurtas. El señor Palací lit nte 'de Guayaquil; el de "La Palma", frente a la finca
como el señor Amador,! tambié~ hizo construir dos gr~~' d I mismo nombre, propiedad de don Mariano Callejas,
d,e,s ta~ques; ~ue el senor Palacio el primero que establ d, pués de don Carlos Restrepo C.; el del "Puente Colom-
CIO banos publicas c?n aoua tibia y también fue de los prl. 1, ", que era muy popular entre los granujas, los que lo
meros que a?rovecho la cascara de pergamino de café co-
mo ~ombustib1e, Por lo central de este establecimiento tu.
"1 ían como punto de diversión y de lucha; dentro del
1 a se daban pescozones, hasta reventarse las narices; ha-
v~ sIem~re gran clientela; y con el buen resultado del neqo- I l' n muchas pruebas, una de ellas era la de tirarse de cabe-
CIOlogro el señor Palacio hacerse propietario del local. 1 desde las barandas del puente, hasta lo más hondo del
f h reo. Los gendarmes perseguían a los muchachos que se
, ~años de Escallón,- En el año de 1876 y entre la ofi I ñaban en bola en los alrededores de dicho puente, Fren-
cíelídac de la, Guardia Colombiana que ocupó a Medellín l' a la calle de San Benito estaba el charco del Sauce, pre-
en ,ese año, VInOel coronel Elías Escallón, Este señor al I rido por los muchachos, por lo grande y sereno, y muy
radicarse en esta ciudad, estableció en la esquina que hoy I ropio para aprender a nadar. Seguía el de "El Palomo";
lle~a el nom ~re de "La Bastilla ", un establecimiento de I te charco era peligroso porque lo visitaban chiquillos
banos y cantina con el nombre de "La Puerta del Sol", I ndencieros del barrio del Llano. Un poco más abajo,
los baños estaban servidos por el agua de la "Santa Elena'" r ente a la Colina del Berrnejal estaba el de "El Mico", que
tomad,a del acue~ucto municipal. La cantina del seña; on el tiempo dio nombre a uno de los puentes de la carri-
Escallon en ese tiempo era muy visitada por un buen nú- I ra del Ferrocarril de Antioquia. Por lo lejos del centro de
m~ro de bohemios intelectuales y por los honorables I ciudad solo se bañaban los vecinos del Pedregal; las gen-
mIembros d~ la ,legislatura, Después del señor Escallón, les le tenían miedo por tener un remanso peligroso en el
fuero,n propletanos del establecimiento don Constan tino que' varias personas se ahogaron; entre ellas el señor Luis
Martl~;z, ~ señor"Mu~oz, quien le cambió el nombre por Mesa R. De aquí para abajo era muy correntoso el río y
el de La Gironda ; mas tarde fue de los señores Guiller- ólo en el Puente de "Hato Viejo" frente a "La Manueli-
mo. Llano y Heliodoro Arango, y por diferencias en el ne- la", hoy "La Mariela", había un trayecto del río con bue-
gOCIO, estos señores tuvieron un reñido y largo pleito du- nos charcos, pero sólo se bañaban en ellos los vecinos muy
r~te el cual e,l establecimiento estuvo cerrado mucho conocedores de los peligros de este sitio, pues a causa de
tle~po; ar..termInarse el litigio, ocupó el local su propíe- unas grandes piedras que había en el centro del río, se for-
tano el senor Arango, y le cambió el nombre por el de "La maban hoyas profundas. Las crónicas decían que algunos
Toma de la Bastilla"; más ade1an te adquirió el establecí. incautos habían perecido en estos charcos.
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Una nota trágica. - Mis hermanos y yo preferíam quez Latorre Y otro en la del doctor ~eodon;;iro Llano,
bañ~ de alberca de nuestra casa, el del río, y algunas v , de don Emiliano Alvarez. De los bano.s de ~a Coreo-
" tengo gratos recuerdos, pues en mi niñez Y J~ventud,
lograbamos de nuestro padre el permiso para esta dive I
1
111 11 dad de veces tuve la idea de que eran los mejores del
que era para nosostros de gran atractivo. Cuando nOl
concedía, era siempre con la condición de no juntam Ir to de Medellín.
I
con los granujas que frecuentaban este lugar. Recua I
que una tarde fuí con mi hermano Manuel Antonio a g ('harco de Las Perlas.- Cuando yo estaba niño, oía la
del baño, nos desnudamos y dejamos las ropas un p 111 del "Charco de las Perlas", formado por las a~as de
retiradas de la orilla; y, a poco de estar dentro del agua, 1 nta Elena, el cual estaba situado un poco arriba del
mos que un muchacho, que si hubiera sido de esta ép 1
11
nte de La Toma. En mi juventud lo conoci y compren-
hubiera pertenecido al gremio de los "piernípelu dos" e 1, ue el nombre de Las Perlas estaba. bien traído y que la
gía con rapidez mi ropa y salía corriendo con ella. Nos I III de que gozaba era muy merecida; estaba formadl~
tros llenos de impaciencia lo perseguimos tirándole p ntre una roca a manera de. taza, con una cascada qU,e ,
dra, pero él corría más que nosotros y se nos perdió en , también de entre rocas; el agua, al caer, for~aba infi-
I1 1 d de burbujas que con los rayos del sol semejaban per-
sauzal. Con el vestido de Adán, friolento y mal humorad
tuve que esperar hasta que mi hermano fuera a la casa t Si todavía existiera el Charco de las Perlas, en este
traerme ropa; todo este tiempo se me hizo eternamente lar t ~po en el que a todas las libertades se les da el ~o~bre
go, pensando en mi situación y en el castigo que me esp II progreso, podrían tomarse fotografías d; mOVImIento
ra?a; pero al regresar a la casa cesaron mis penas, porqu I ra exhibirlas en el cinematógrafo. Se habla prestado el
I harco de "Las Perlas" para una cinta en do~de se VIeran
mi padre al oír mi verídica relación, fue bueno conmingo
y lejos de castigarme me consoló. unas cuantas ninfas haciendo juegos de nataclOn,

Como eran muchos los hombres y muchachos que duo Hayal terminar esta crónica, quise volver, a ver el c~ar,-
rante el día vagaban por la playa del río las señoras esta- o de Las Perlas, Al no encontrarle, un ve~mo m~ s~nalo
ban cohibidas para bañarse en estos luqares, en las horas de 1 punto donde había sido y solo encontre un dímínuto
concurrencia de hombres; algunas iban al amanecer y año de agua, mal oliente; de las rocas que fo:maban la re-
acompañadas por algún hombre de la casa que las cuidara resa la cascada y el charco, la dinamita habla dado cuen-
de lejitos. la. El espíritu se rebela al ver que todo -aquello que asom~
bró nuestra niñez y juventud, como el Charco d~ las Per
En aquella época algunas fracciones de Medell ín tenían las el tiempo y el progreso se encarguen de destrulrlO.
,
magníficos charcos. En El Poblado había dos en la quebra-
da del mismo nombre, que quedaban a espaldas de la casa Hoy el progreso nos ha traído las higiénicas bañeras ~e
de don Fernando Restrepo, hoy de don Pablo Lalinde Bra- loza y las metálicas, lo mismo que las duchas de a~a .fna
vo. En la Granja, hoy La América estaba el charco de "La y caliente. Si encqntramos en estas m~joras la hiqíene
Peña" formado en la confluenci~ de las quebradas "La el baño diario, en cambio hemos perdido el placer de
Iquaná" , 1a "An a D iaz
' " y "L a H ueso; ,,' a este concurrian. ~ambullirnos Y nadar en el río y en charcos de las que-
los vecinos de la fracción. En el "Cucaracho ", formados bradas "La Corcovada" y la del "Poblado".
por la que brada "La Corcovada" había dos charcos en la Julio - 1947
finca de don Pedro Uribe Fernández, hoy de don Carlos

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