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PEDRO DE CAMPOS, UN INDIANO DE VILLA DEL CAMPO

Desde hace algún tiempo puede que a todos los Campusos, el nombre de
Pedro de Campos, nos esté zumbando los oídos, más aún desde que este
blogs redesveló el texto íntegro del sepulcro mural de nuestra Iglesia, el
nombre en sí, no es nada novedoso, ya que desde el origen de la Iglesia,
estuvo esculpido en el sepulcro.

Años atrás, el citado nombre, debió ser bien conocido, no en vano, al


menos hasta comienzos del siglo XIX estuvo activa una fundación creada
por él, a finales del siglo XVII conocida como fundación Pedro de Campos.
(No se incluye que la fundación llevaba su nombre, por considerar que ese
no era su autentico nombre).

Por el sepulcro conocimos que el otro morador del doble enterramiento,


único de estas características en la diócesis y puede que en Extremadura, es
Gonzalo de Valdivieso, Prior de esta Santa Iglesia, según reza en la
inscripción del sepulcro mural en nicho, que es como se denomina a este
enterramiento, el sepulcro visto o contemplado desde el suelo, suele llevar
a cierta confusión, la forma trapecial de la tapa, solo permite ver una de las
dos figuras esculpidas en la ella, generalmente se cree que el personaje
esculpido en el costado visible de la tapa es Gonzalo de Valdivieso, a pesar
de que la figura yaciente sujeta con la mano izquierda la empuñadura de

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una espada y con la derecha la vaina de esta que se extiende a lo largo de su
cuerpo, asumiendo este hecho por aquello de los Freyres Guerreros, que
nada tienen que ver con este caso, Valdivieso está representado en el lomo
de la tapa, con habito de monje, capucha incluida y con un libro entre las
manos, codo a codo con Pedro de Campo, ambas figuras reposan las
cabezas sobre sendas almohadas, una posible interpretación o lectura, seria
que el caballero Pedro de Campos vela el eterno descanso de Frey Gonzalo
de Valdivieso.

El motivo por el cual el enterramiento puede y debe calificarse de


extraordinario es por su rareza, no era, ni es común el doble enterramiento
sin que haya entre ambos difuntos vínculos familiares, talvez pudo haberlos
afectivos, en el más estricto sentido de la amistad, aunque sus vidas
pudieron discurrir muy alejadas la una de la otra.

Los datos que conocemos, sitúan a Pedro de Campos como natural de esta
villa, así consta en algunos escritos, incluido el sepulcro, el Prior Josef de
Sotomayor describe textualmente el contenido de la inscripción sepulcral
con motivo del interrogatorio del Geógrafo de los dominios de Carlos IV,
don Tomás López, y añade que se trata de un sujeto que falleció en Sevilla,
cuyos restos habían sido conducidos hasta esta parroquia por mandato
propio, disponiendo además que en la misma urna, con sus huesos se
depositasen los del Prior que en aquel tiempo residía en esta villa, dejando
en su última voluntad una capellanía fundada en esta villa y otras
donaciones, mandas y legado, según constaba en su testamento y codicilo,
prosigue Sotomayor que todo se cumplió con el remanente de sus bienes

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que eran muchos, adquiridos en América y Reino del Perú, aunque su
origen fue de esta villa.

Hablando sobre la fe cristiana reflejada en el


cementerio parroquial, en una de sus infinitas y
extraordinarias novenas, encontramos una exposición
de Don Tomás en el sentido de que a su modo, Pedro
de Campos quiso manifestar su fe con ese
enterramiento de la Iglesia, añade que era hijo de
Lucas y de Maria y que fue servidor del Prior Gonzalo
de Valdivieso, que el día 3 de Agosto de 1592 otorgó
testamento en Sevilla, fundando capellanía y la
consabida disposición del enterramiento.

En el catálogo de pasajeros a Indias, consta que uno de


los pasajeros que embarca el día 8 de julio de 1551
rumbo a la Isla de la Española, lo hace como Pedro de
Campo, natural de la Villa del Campo, hijo de Lucas
Izquierdo y de María Halcón.

A simple vista cabria pensar


que este Pedro de Campo,
nada tendría que ver con el
hijo de Lucas Izquierdo y de
María Halcón, nacido en la
Villa del Campo, no hay
coincidencia de apellidos y
localidades con el nombre de
Campo había varias en la
geografía Española, la
realidad es que el dato de los
apellidos no influye a la hora de embarcar, el sujeto que embarca con el
numero de contratación 5217A,N.7,R,13 (la contratación era indispensable
para poder embarcar) lo hace con el nombre atribuido de Pedro de Campo,
es decir Pedro toma como apellido el nombre de su pueblo, para el nuevo
mundo es Pedro de Campo.

El cambio de nombre o apellido era practica común entre quienes saltaban


el charco, los nombres y apellidos de los padres, eran datos necesarios para
la contratación ya que había que acreditar que se era cristiano viejo, razón
por la que el expediente de información y licencia de pasajero mantiene la
estructura de partida de nacimiento o fe de bautismo, la misma formula que
la empleada por Don Tomás (sin que este conozca los datos del embarque)

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y que sin duda proceden de la fe de bautismo, los demás datos conocidos
concuerdan correctamente con la fecha del embarque y la del testamento, y
hacen a Pedro de Campo contemporáneo de Gonzalo de Valdivieso, el
ostentoso capital que expone Josef de Sotomayor, es justificable con las
fortunas hechas por algunos indianos.

Por todo lo expuesto tenemos a Pedro de Campo abriéndose camino en


América y el Reino del Perú, según explica Sotomayor.

Acaparada la
fortuna Pedro
vuelve a España y
se afinca en Sevilla,
por algún motivo,
vínculos familiares,
amistades,
demostración de
riqueza o cualquier
otra necesidad
Pedro se acerca a su
tierra y entre otras
cosas se encuentra
con Gonzalo de
Valdivieso, que bajo su Priorato, por esas fechas se estaría construyendo la
actual Iglesia, sin duda Valdivieso seria el hombre más culto e influyente
de la Villa del Campo, su pasado como Subprior del convento de San
Benito de Alcántara y por tanto de la Orden del mismo nombre, Capellán
de honor del Emperador Carlos V y la Mayordomía que tuvo con el Obispo
de Coria, harían de él, un personaje sin rival en varias leguas a la redonda,
la amistad entre el indiano y el fraile no se haría esperar, la influencia del
ahora Prior de Santibáñez y rector del Campo (titulo que el mismo se
otorga) en la Orden de Alcántara, pudo hacer que esta le nombrara
Caballero y talvez usara semejante procedimiento para hacerse con un
escudo de armas, (haciendo bueno el poema de Don Francisco de
Quevedo, poderoso Caballero es Don Dinero) este a cambio funda
capellanía, hace donaciones y costea el enterramiento en el mejor de los
sitios posibles, asegurándose un puesto de honor por los siglos de los
siglos.

Indagar sobre este Campuso que se adelanta al Quijote Cervantino,


uniendo al suyo el nombre de su pueblo, ha sido de lo más complicado de
cuantos trabajos se han realizado, debido a lo contradictorio del nombre
atribuido o adoptado, y la presencia de los apellidos paternos en los

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informes de contratación hacían que el tal Pedro se resistiera demasiado, lo
expuesto significa un gran avance en el conocimiento de uno de los hijos
más notables del pueblo, pero hay mucha documentación sin poder ser
revisada por falta de tiempo y medios, “La mies es mucha, los operarios
pocos” (o algo similar dice el Evangelio) entre otras muchas cosas aún
falta por conocer si el escudo es de Campos o Valdivieso y un sin fin de
papeles localizados esperando que alguien pueda leerlos.

Fotos Propias y de J.G.N.

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