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Tema 4: Ventilación

UNIDAD 4 DISEÑO DE LA VENTILACION NATURAL II


Temas

Tipos de ventana y sus accesorios.

Elementos arquitectónicos exteriores e interiores.

Vegetación.

Cálculo de la ventilación.

Ventilación por movimientos verticales del aire.

Objetivos
Analizar otros factores de diseño que influyen en la ventilación natural.
Cuantificar de forma aproximada la ventilación interior de un local.
Describir la ventilación debida a movimientos verticales del aire.

Introducción
En la unidad anterior comenzamos el estudio del diseño de la ventilación natural. Vimos cuáles
son los aspectos que intervienen en su concepción, especialmente aquellos que se refieren a la
caracterización del viento del lugar y los que se refieren a algunos factores de su topología tales
como, la forma y dimensiones de las construcciones y su orientación respecto al viento y a la
localización y tamaño de las aberturas de entrada y salida.
En esta clase completaremos el análisis de los factores que influyen el patrón de flujo y
velocidad del aire interior, tanto interiores como exteriores.
Por último veremos algunos principios de la ventilación natural producida por movimientos
verticales del aire.

Desarrollo de la clase
Tipos de ventanas y sus accesorios.
El diseño de las ventanas tiene una gran influencia en la dirección del flujo de aire dentro del local,
por tanto, el tipo de ventana debe seleccionarse teniendo en cuenta los requisitos de la
ventilación y el tipo de clima.

En climas cálido-húmedos en general se recomienda utilizar tipos de ventanas que ofrezcan poca
obstrucción al paso del aire, de forma que permitan la entrada de la mayor parte posible del
viento que llega a las fachadas.
Las persianas permiten dirigir el flujo de aire horizontalmente, posibilitando la ventilación de la
zona habitable, sin embargo, las de tipo marquesina o toldo en todo momento dirigen el aire
hacia arriba, lo cual impide su paso directamente sobre los ocupantes. Las de tipo pivote y las
embisagradas, además de permitir la dirección del flujo horizontal son más eficientes al permitir el
paso de una parte considerable del viento incidente.

La utilización de cortinas de tela generalmente reduce la eficiencia de las ventanas al representar


un obstáculo al paso del aire. Las cortinas de tablillas regulables pueden ser utilizadas como
deflectores y canalizadores del flujo, dirigiéndolo hacia la zona habitable. Esto es más efectivo en
zonas cercanas a las ventanas ya que, en general, constituyen un obstáculo a la entrada del aire.

En climas fríos las ventanas deben ser diseñadas de forma tal que sea posible su abertura parcial,
en la parte superior, para permitir cambiar el aire del local sin disminuir sustancialmente la
temperatura y, al mismo tiempo, evitar que el flujo de aire pase por la zona habitable. Las juntas
de las ventanas deben evitar la infiltración del aire frío y consecuentemente las pérdidas de calor
del local.

Las mallas antimosquitos resultan imprescindibles en muchas partes del mundo, particularmente
en los trópicos, sin embargo, ellas pueden causar una considerable reducción del aire que pasa a
través de las ventanas, sobre todo si la velocidad del viento exterior es baja. Esta reducción puede
llegar al 50-60%. La reducción de la velocidad del aire interior es mayor si el aire exterior incide de
forma oblicua que si incide perpendicularmente sobre la malla.
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Elementos arquitectónicos exteriores e interiores.

Cualquier saliente o elemento constructivo adosado a la


fachada es capaz de modificar la dirección del flujo de
aire.

En caso de existir aleros, como se aprecia en la figura, se anula la influencia de la corriente


descendente.

Este problema pudiera resolverse añadiendo una


pantalla deflectora interior o separando algo el alero
de la superficie de la fachada.

Los accesorios de ventanas, tales como celosías, persianas interiores, aleros, quiebrasoles,
pantallas, entre otros, son diseñados generalmente como dispositivos de control solar, de lluvia,
para control de la privasidad visual, etc., y casi nunca para la modulación del flujo del aire. Por
tanto, frecuentemente, producen efectos nocivos en la eficacia de la ventilación.

Las divisiones interiores representan un obstáculo interior al paso del aire que en muchos casos
llegan a bloquear totalmente el flujo. Experimentos hechos por Givoni demuestran que las
reducciones de la velocidad promedio del flujo interior del aire fluctúan entre 44.5 y 30.5%. Las
velocidades resultaron menores cuando la partición se encontraba de frente y cercana a la
ventana de entrada que cuando se encontraba cercana a la salida del aire.

Es por ello que se recomienda utilizar la menor cantidad posible de muros interiores, ubicándolos
en lo posible paralelos a la dirección del flujo.
También se recomienda perforar las divisiones interiores, por ejemplo, sobre y bajo los closets,
utilizar divisiones con muebles que no lleguen al techo, emplear puertas con rejillas de ventilación,
etc. Por supuesto, estas decisiones deben conciliarse con los requisitos de privacidad acústica del
local.
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Vegetación.
El aprovechamiento del viento para ventilar los
espacios interiores lleva implícito que éste reúna
los requisitos de limpieza y calidad necesarios.
Otro aspecto fundamental se refiere a la
temperatura del aire. La vegetación juega un papel
primordial en la obtención de un aire limpio y
fresco.

Paralelamente a estos aspectos, con la vegetación


se puede lograr modificar el flujo de aire exterior,
lo cual consecuentemente influye en el flujo de
aire interior. Con el diseño de elementos vegetales
combinando árboles, arbustos y setos
convenientemente situados, puede incrementarse
la velocidad del viento o detenerlo.
En caso de tener un edificio aislado que, por determinadas razones, solamente puede tener
aberturas en las fachadas laterales con relación a la dirección del viento, pudiera mejorarse la
ventilación interior con la adecuada disposición de setos compactos que induzcan la entrada del
aire al interior. La ubicación de los setos alternos resulta la mejor solución ya que posibilita la
entrada y salida del aire en forma de ventilación cruzada.

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Cálculo de la ventilación.
En la Unidad "Funciones y Requisitos de la Ventilación", se explicó la forma de calcular la cantidad
de aire necesario para eliminar gases contaminantes y para disipar el calor existente dentro del
local. Veamos ahora un cálculo muy aproximado de la ventilación cruzada en un local.

Una vez conocida la cantidad de aire requerida para la disipación del calor podemos proceder al
dimensionamiento de las aberturas.

En un local con ventilación cruzada, la cantidad de aire que penetra por una ventana depende de:
  el área de la abertura,
  la velocidad del viento exterior y su ángulo de incidencia,
  la relación entre las áreas de las aberturas de entrada y de salida del aire;
de tal forma:

donde:
  V = cantidad de ventilación (m3 /s)
  ve = velocidad del viento (m/s)
  A = área de la abertura de entrada (m 2 )
  = ángulo que forma la dirección del viento con el plano de la ventana
  r = relación entre la abertura de entrada y salida
  r = 0,597 . fr (factor de relación)
por tanto la fórmula quedará:

área de salida /área de entrada fr (factor de relación)

  5/1   =5   1,38
  4/1   =4   1,37
  3/1   =3   1,33
  2/1   =2   1,26
  1/1   =1   1,0
  3/4   =0,75   0,84
  1/2   =0,50   0,63
  1/4   =0,25   0,34

De esta forma, si conocemos la cantidad de ventilación necesaria y la dirección y velocidad del


viento podemos estimar el tamaño de las aberturas de entrada y salida asumiendo un factor de
relación determinado entre sus áreas. De otra forma, si tenemos determinadas las dimensiones
de las ventanas, podemos estimar la cantidad de aire de ventilación que penetra en el local.

Debido a la complejidad y multiplicidad de factores que intervienen en la ventilación, el cálculo


manual resulta muy limitado e impreciso. Para conocer de forma más real el comportamiento del
viento, dentro y fuera de un local, es necesario realizar estudios en túnel de viento o aplicar las
novedosas técnicas de computación CFD (Computational Fluid Dynamics).
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Ventilación por movimientos del aire.

(Según García Chávez)


Los techos curvos, cilíndricos o semi-esféricos, presentan
determinadas ventajas respecto a los techos planos, desde
el punto de vista de la ventilación.

Primero, el aire caliente acumulado en la parte superior de


un techo curvo se encontrará por encima de la zona
habitable en todo momento.

Segundo, la radiación solar recibida por un techo curvo


será más fácilmente disipada por convección entre la
superficie curva y el flujo de aire que circula velozmente
sobre él.

Para propiciar este comportamiento es necesario que el techo posea un respiradero. El


funcionamiento del respiradero se basa en el hecho de que cuando el aire pasa por un objeto
cilíndrico o esférico, aumenta su velocidad en el ápice del objeto por lo que disminuye allí su
presión. Si en el ápice hay un orificio, la diferencia de presión induce al aire caliente subyacente al
techo, a salir por el orificio.

Los atrios o patios se utilizan desde los tiempos de los griegos y los romanos para contribuir a
mejorar el desempeño térmico de las edificaciones. Se denominan atrios si están techados (con
techo permanente o con techo ajustable), y patios si no tienen cubierta. Si las dimensiones de
éstos últimos son muy pequeñas se denominan patinejos.

Los atrios techados funcionan como una


máquina térmica, para ganancia de calor,
por lo tanto su empleo no se recomienda
en climas cálido-húmedo. en estos climas
se recomienda el uso de patios ya que
Los patios permiten la ventilación cruzada en locales conectados a ellos y a una fachada exterior.

En patios grandes se recomienda el empleo de vegetación para controlar la incidencia de la


radiación solar en las paredes y contribuir al balance térmico de la edificación.

Los patinejos en edificios altos, si están cerrados en su extremo


inferior, funcionan como elementos de ventilación cruzada y no
como chimenea.

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Conclusiones
La selección del tipo de ventanas y sus accesorios tiene gran importancia en la ventilación de un
local, ya que nos puede permitir, o imposibilitar, lograr que el flujo de aire dentro del local se
desarrolle de la forma prevista.
Resulta imprescindible integrar en el diseño de las ventanas y otras aberturas de ventilación los
dispositivos de protección solar para lograr un aprovechamiento óptimo de la ventilación al
mismo tiempo que una adecuada protección solar o visual.
La vegetación puede provocar la canalización del aire y modificación del patrón exterior de
viento, así como su impulsión dentro de un edificio.
El cálculo manual de la ventilación resulta muy complejo y sus resultados son muy aproximados.
Es más conveniente realizar estudios en túnel de viento o emplear programas de computación.
Las torres de ventilación, con efecto ascendente o descendente, se emplean con efectividad en
climas secos y actualmente se experimenta su uso en climas cálidos.
¿Quieren conocer algo más sobre el tema?

Preguntas de comprobación
1. ¿Cómo influye el clima en el diseño de las ventanas y accesorios? Respuesta

2. Describa cómo los elementos arquitectónicos exteriores e interiores modifican el


flujo del aire dentro del local. Respuesta

3. Describa cómo pudiera inducirse el flujo de viento dentro de un local utilizando


vegetación exterior. Respuesta

4. Describa el funcionamiento de una torre ventilación. Respuesta

5. ¿En qué tipo de clima resulta ventajosa la construcción de atrios cerrados en un


edificio? Respuesta

Las dudas acerca de los contenidos de las clases pueden ser consultadas con los profesores a
través de la dirección e-mail: helen@inhem.sld.cu.
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Glosario
1.Efecto de chimenea: Debido a la diferencia de densidad entre el aire frío y el caliente, se forman
corrientes ascendentes del aire caliente por convección natural. Este efecto acelera los cambios
de aire en el interior de una edificación funcionando como un extractor.
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Bibliografía
Alemany A., et al.: Climatología, Iluminación y Acústica. ISPJAE, C. Habana,
1986.
García Chávez J.R., Fuentes V.: Arquitectura Bioclimática y Energía Solar,
UNAM, México, 1987.
Givoni, B.: Man, Climate & Architecture, Van Nostrand, New York, 1981.
González, et al.: Proyecto Clima y Arquitectura, Universidad del Zulia,
Venezuela, Editora Gili, México, 1986.
Koenisberger Ott., Szokolay S.: Manual of Tropical Housing and Building.
Longman, London, 1974.
Pérez O., Bandrich L.: Recomendaciones para el Diseño Bioclimático de
Viviendas, Micons, La Habana, 1990.
Puppo E., Puppo G.: Acondicionamiento natural y Arquitectura. Boixareu Ed.,
Barcelona, 1979.
  Rivero, R.: Arquitectura y Clima, UNAM, México, 1988.

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