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LA DEPRESION Y ANSIEDAD AUMENTAN EN EL CONFINAMIENTO

INTRODUCCION

Actualmente, la coyuntura por la que vivimos debido al Covid – 19, nos obligó a
mantener un confinamiento que ha traído angustia y dolor en muchas familias,
por lo cual las enfermedades mentales están en aumento. No solo la
disminución de la economía en las familias peruanas, o la acumulación de
deudas debido a la escasez de trabajo. La muerte de los familiares son
digeridos de distintas formas por las personas, hay algunos que son capaces
de llorar, y seguir adelante con su vida; sin embargo, existen otras que no
asimilan tan bien la noticia y entran en una tristeza profunda que no permite
realizar sus actividades cotidianas con normalidad, y aquí ya podemos apreciar
un problema. Según el artículo digital BarcelonaBeta, quien cita a la Dra. Eider
Arenaza-Urquijo, investigadora principal del nuevo estudio del BBRC, “hay
precedentes de este tipo de medidas de aislamiento social que demuestran que
la cuarentena y el confinamiento pueden crear efectos perjudiciales para la
salud mental. Analizar el impacto de este tipo de medidas, así como otros
factores que puedan mitigar o exacerbar su impacto en la salud mental, son
fundamentales para impulsar medidas de salud pública”.

Debido a este tema, La sociedad en su mayoría, no considera la depresión o la


ansiedad como enfermedades mentales propiamente dichas, pues piensan que
es una condición que depende de cada uno para mejorar, existe el clásico “pon
de tu parte”. Mientras hay otras personas que si identifican a la depresión y
ansiedad como enfermedades mentales ya que en muchas ocasiones requiere
de medicación. Entonces, la depresión y ansiedad ¿Son consideradas
enfermedad? O ¿Solo depende de uno mismo? Al respecto puedo afirmar, que
la ansiedad y depresión consisten un tipo de enfermedad mental porque llegan
a un punto en el cual la persona que sufre de esto no puede controlarlo, no
depende de si alguien quiere mejorarse o no, esta condición escapa de tus
manos pues no solo intervienen factores sociales, también existen factores
biológicos. Para respaldar mi posición, argumento a continuación:
Párrafo 1:

En primer lugar, la depresión y ansiedad ha sido catalogada por todos los


especialistas de salud mental como la enfermedad que genera una condición
que imposibilita al paciente a llevar una vida normal pues se encuentra en una
lucha diaria consigo mismo. Así mismo, en la vida diaria podemos apreciar que
existen distintos estados de ánimo que son naturales. Sin embargo, hay
circunstancias que pueden llevar a la alteración de ellos, pues muchas
personas pueden sortear fácilmente los problemas cotidianos, pero hay otras
personas que no, las cuales empiezan a sufrir de cambios sostenidos de
ánimos como la tristeza excesiva que los lleva al suicidio. En el caso de la
ansiedad, las situaciones que desencadenan estos episodios se pueden evitar
cuando solo se habla de factores sociales. Sin embargo, cuando se identifican
que hay factores biológicos como la escasa producción de neurotransmisores
el problema se agrava, pues en algún momento estos episodios llegaran a
controlar a la persona si no acude a la ayuda de un profesional. Según un
estudio de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (2005). La depresión y la
ansiedad “Puede ser muy difícil separar los síntomas de ansiedad y depresión
cuando se presentan conjuntamente. A veces la persona que padece
manifestaciones depresivas y ansiosas produce confusión en el personal de
salud y en los médicos, los cuales pueden tratar a las personas por una u otra
causa sin comprender la simultánea presentación de síntomas”. Además, se
evidencia que la depresión y la ansiedad originan un gran sufrimiento en quien
lo padece, pues son sensaciones inexplicables, por ejemplo, una situación tan
común como caminar por una calle con muchas personas se puede volver
critica, pues las personas con ansiedad pueden sentirse amenazados o
empiezan a desarrollar pánico. Como podemos apreciar, esta condición

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