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1ª. Posibilidad: dos tiempos, uno para la mañana y otro para la tarde, c/u con
a. puntos
b. oración personal
c. examen personal
d. compartir en comunidad
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II. La injusticia que genera pobreza tiene “causas estructurales” que es necesario
combatir. ¿cuáles?
III. Ser puentes de comprensión y de diálogo… ¿en qué apostolados concretos?
IV. ¿Cómo me interpela la responsabilidad formativa de la Compañía en el campo de
la teología, de la espiritualidad y de la misión?
V. ¿Surgen nuevas ideas, nuevos deseos que asocien la misión con “mi” misión?
a. Leemos el texto:
III. Respuesta de la Compañía a la interpelación del Santo Padre
b. Petición: “que cada uno de nosotros pueda dar su respuesta a la interpelación del Papa,
unidos a la que dio la Compañía”, o la que se me presente.
c. Composición de lugar: Es la CG 35 que llama a todos los jesuitas a vivir con un corazón
grande, “para combatir por Dios bajo el estandarte de la cruz, sirviendo no sólo al Señor,
sino a la Iglesia, su Esposa”.
d. Recuerdo:
I. desde nuestra formación estamos llamados a ser y permanecer como
hombres familiarizados con las cosas de Dios.
II. Crecer en el conocimiento interno de Cristo, que por mí se hizo hombre,
para que más le ame y le siga.
III. “La Compañía es fervor”.
IV. “La mediocridad no tiene lugar en la visión del mundo de Ignacio”.
e. Medito:
I. Para ser contemplativos en la acción necesitamos volver a la experiencia
espiritual de los Ejercicios. ¿en qué razones encuentro resistencia para
hacerlos anualmente? ¿qué cambiaría de la experiencia personal de mis 8 o 10
días de EE?
II. Teniendo presente las dificultades de la tarea de la evangelización, ¿cómo
valoro la importancia del apostolado intelectual para la vida y la misión de la
Iglesia hoy?
III. ¿Cuál debe ser nuestro sentido verdadero en el servicio de la Iglesia? ¿En qué
situaciones / problemas / circunstancias descubro que mis reacciones y
actitudes no expresan lo que la Compañía espera de mí? ¿las imágenes de
“humildad y prudencia en Cristo” tienen alguna carga anímica o connotación
que quisiera compartir con mi comunidad jesuita, o temo no llegar a ser bien
interpretado?
IV. ¿Qué significa para mí estar convidado a examinar mi manera de vivir y
trabajar en las nuevas fronteras de nuestro tiempo?
La CG 35 nos ofrece la ocasión de vivir “con renovado impulso y fervor la misión para la que el
Espíritu suscitó a la Compañía en la Iglesia. Deseamos amarla y hacerla amar cada vez más,
porque ella es la que conduce el mundo a Cristo humilde y pobre, y anuncia a cada persona que
Dios es amor.
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MEMORIA. Es decir, lo que me recuerdo, aquello que me afectó para bien o para
mal, lo que llevo guardado en el corazón, lo que me sigue provocando sentimientos
(paz, alegría, consuelo, de confianza, de tristeza, de bronca, de parálisis, etc.)
ENTENDIMIENTO. En el ámbito de la razón, las ideas, las comprensiones, las
asociaciones, lo relacional, lo que he “captado” o “aprehendido”, las conclusiones, la
profundización del sentido, las iluminaciones, los “insight”, etc.
VOLUNTAD. Los movimientos referidos al actuar, como los deseos de o para, las
motivaciones, las ganas, los propósitos en los que me vi impulsado… o todo lo
contrario: las resistencias profundas, que vienen desde las entrañas (aunque con la
“cabeza” no las entienda), las inmovilidades, parálisis, apatías, desganos, etc.
Si no se dio la consigna antes, se presenta al reunirse en el lugar del compartir, dando un margen
de tiempo para ver qué voy a decir. En general estamos acostumbrados a predicar. Evitaremos
hablar desde lo teórico, desde “lo que debería decir”, desde “lo que esperan los demás que yo
diga”.
Es más sencillo, y bien ignaciano, compartir las mociones que recibimos en la oración, aunque no
estemos acostumbrados a hacerlo. Colabora a esto que el compartir en común no tiene por
fundamento “sacar conclusiones”, o “hacer una síntesis”, o “escribir un documento”. A lo largo del
año, o en el retiro mensual de fin de año, quizás sí podamos rezar con los exámenes de las
oraciones de los retiros mensuales, y hasta apuntar a una evaluación. Pero no ahora.
Mociones: puedo compartir alguna que más me haya “calado” hondo, ya sea
a. en orden a lo afectivo: encontré gusto en..; recordé (re-cordis) tal pasaje de tal
Congregación General; me “afectó” tal suceso, tal palabra, esta reacción, etc.; sentí
disgusto por…; me enojó la forma en que…; etc.
b. en cuanto al pensamiento: idea nueva o renovada; comprensión; relación de hechos o
sucesos; captación de sentido de un verbo, un adjetivo, una construcción semántica;
iluminación de una palabra, frase, texto.. etc.
c. en referencia a la voluntad: reconociendo los deseos, el ánimo para, las ganas de… o al
contrario, el no tenerlos, el desánimo, la apatía para, los brazos caídos, etc.
Compartir las mociones no significa que uno haya tomado tal moción como “buena” o “mala”,
aunque si se dio cuenta, y lo quiere compartir, será propicio y pondrá un paso mas a la comunión.
Compartir las mociones no es igual a ir con todo ya discernido, como quien ya hizo la tarea, o
resolvió la ecuación matemática.