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El documento es un sueño en el que el autor pasea por la playa con el Señor y ve escenas proyectadas de su vida, notando que en la arena quedan dos pares de huellas excepto en los momentos más difíciles donde solo hay un par. El autor pregunta al Señor por su ausencia en esos momentos, a lo que el Señor responde que nunca lo abandonó y que esos fueron los momentos en que lo cargó en sus brazos.
El documento es un sueño en el que el autor pasea por la playa con el Señor y ve escenas proyectadas de su vida, notando que en la arena quedan dos pares de huellas excepto en los momentos más difíciles donde solo hay un par. El autor pregunta al Señor por su ausencia en esos momentos, a lo que el Señor responde que nunca lo abandonó y que esos fueron los momentos en que lo cargó en sus brazos.
El documento es un sueño en el que el autor pasea por la playa con el Señor y ve escenas proyectadas de su vida, notando que en la arena quedan dos pares de huellas excepto en los momentos más difíciles donde solo hay un par. El autor pregunta al Señor por su ausencia en esos momentos, a lo que el Señor responde que nunca lo abandonó y que esos fueron los momentos en que lo cargó en sus brazos.
y que en el cielo iba viendo proyectadas escenas de mi vida.
Por cada escena que se proyectaba,
me di cuenta que en la arena quedaban marcados dos pares de huellas: uno mío y otro del Señor...
Cuando pasó la última escena de mi vida,
miré hacia atrás, a las huellas en la arena, y noté que muchas veces, en el camino de mi vida, había sólo un par de huellas...
Noté también que esto sucedió en los momentos más
difíciles y angustiosos de mi vida...
No lo entendí y pregunté al Señor:
“Señor, Tú me dijiste que, al decidirme yo a seguirte,
estarías siempre conmigo... y ahora noto que... en los momentos más difíciles, en la arena de los caminos de mi vida sólo hay un par de huellas... No comprendo por qué, en las horas en que más te necesitaba, Tú me abandonaste...”
El Señor me contestó:
“Yo te quiero y jamás te abandonaría
en las horas más difíciles de sufrimiento. Cuando viste un sólo par de huellas en la arena, un único par de huellas, ahí fue, exactamente, donde yo te cargué en mis brazos”