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EDUCACIÓN CRISTIANA

La educación cristiana tiene sus comienzos con la primera venida de cristo quien
inició un nuevo movimiento mundial revolucionario llamado CRISTIANISMO.

Cristo maestro por excelencia impartió instrucciones a sus apóstoles enseñando el


mensaje de salvación, el amor por el prójimo, pero también el servicio para con los
demás; “Ustedes me llaman “Maestro” y “Señor” y tienen razón, porque es lo
que soy.  Y, dado que yo, su Señor y Maestro, les he lavado los pies, ustedes
deben lavarse los pies unos a otros” (juan13: 13-14)

Con la aparición del cristianismo el pueblo de Dios se vio enfrentado a mucha


confusión, pues el aprendizaje que habían tenido era del judaísmo por lo que se
tuvo que fomentar enseñanzas que permitieran al pueblo de Dios tener claridad
sobre el mensaje de cristo. inicialmente esta enseñanza se realizaba en grupos
pequeños en las casas, donde los apóstoles replicaban las palabras del maestro,
sobre su mensaje de salvación, servicio y amor.

Una de las enseñanzas con más importancia desde el principio del movimiento
cristiano y a la fecha para los creyentes es la importancia de cumplir la gran
comisión; “Por tanto, id, y enseñad a todas las naciones, bautizándoles en el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; (Mateo 28:19 Versión
RVG)”. Este versículo nos muestra que todo creyente de cristo debe enseñar a
otros creyentes y no creyentes a guardar las cosas que el mando, enseño y lo que
nosotros mismo hemos aprendido, por tanto, es un mandato ser maestros de la
educación cristiana; pero ¿Qué tan importante puede ser nuestra labor como
maestros de la palabra dentro y fuera de su congregación, en los creyentes y
no creyentes? “Jesús recorría todos los pueblos y aldeas enseñando en las
sinagogas, anunciando las buenas nuevas del reino, y sanando toda enfermedad y
toda dolencia.  Al ver a las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban
agobiadas y desamparadas, como ovejas sin pastor. La cosecha es abundante,
pero son pocos los obreros, les dijo a sus discípulos (Mateo 9:35-37). Vemos el
dolor de cristo por las almas y la gran necesidad que hay en el mundo de
personas que enseñen de un Dios todo poderoso que cambia vidas,
circunstancias, que hace posible lo imposible, por eso es muy importante la labor
de ser maestros, porque hay muchas personas que necesitan saber lo que hemos
aprendido, es necesario transmitir nuestro conocimiento a todas las personas que
más podamos dentro o fuera de la iglesia que estén dispuestas a escuchar sobre
la palabra de Dios y sus principios, enseñar lo que es ser creyentes en cristo, y
revelarles lo que hemos aprendido acerca de cómo vivir según el plan de Dios.

Aunque nuestra profesión no sea la de ser maestros, hemos sido llamados a


enseñar a otros desde nuestro propio aprendizaje ya sea basado en un
conocimiento intelectual o simplemente basado desde la experiencia de nuestra
vida cristiana; transmitir nuestro conocimiento a otros esto es hacer discípulos.

En conclusión, como cristianos tenemos un compromiso enorme con la extensión


del reino de los cielos en la tierra y en la conversión de los nuevos creyentes a
través de nuestra enseñanza cristiana que va más allá de un querer, pues es un
mandato al que debemos responder con valentía y responsabilidad teniendo en
cuenta siempre que no estamos solos, Jesús mismo prometió estar con nosotros
como nos dice en Mateo 28:20b, “y ¡recuerden (he aquí)! Yo estoy con ustedes
todos los días, hasta el fin del mundo." Jesús está con nosotros, nos da autoridad
y dejo para nosotros un precioso regalo que nos guía en cada paso a tomar, su
Santo Espíritu.

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