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*Las citas y referencias a la obra remiten a El reino de este mundo, Madrid, Alianza Editorial, 2006. Para
localizarlas en otras ediciones se proporciona el capítulo.
1
Entre otras muchas, la obra de Spengler, The Decline of the West (1922).
Breille ocurrió en 1816 ó 1820, según las fuentes, aunque la segunda fecha es la que
parece aceptar Carpentier. Es presenciada por Ti Noel, que tras dedicar un tiempo sin
especificar a la construcción de la ciudadela y pasar casi un año en las ruinas de la
hacienda de Lenormand (III, 4, pp. 111-112), acude a Ciudad del Cabo. La Crónica del
15 de agosto (III, 5) se sitúa en 1820, fecha de la rebelión de los súbditos y de la muerte
de H. C., hechos ocurridos según el texto “El domingo siguiente” (III, 6, p. 122), que en
la realidad tuvieron lugar el 8 de octubre de 1820.
Parte IV: comienza tras un lapso sin especificar. Esposa e hijas de H. C. están en
Italia, lugar al que llegaron en 1824 y en el que permanecen en el verano de 1825 (IV, 1,
p. 137). Se establecieron en Pisa, no en Roma, lugar elegido para situar el episodio de la
estatua de Paulina Bonaparte, en el palacio Borghese. La estatua de Venus Victrix, de
Antonio Cánova (1752-1822), fue hecha en 1807. Su visión por Solimán como el
cadáver de Paulina (IV, 1, pp. 142-143) confirma la fecha de 1825, año de la muerte de
la hermana de Napoleón. Ti Noel, que ya es un anciano, presencia más cambios en
Haití, como la actuación de los agrimensores (bajo la presidencia desde 1825 del mulato
Boyer, p. 144), después de 1826. La visita de M. Luisa a los baños de Carlsbad (IV, 3,
p. 151) ocurre en 1830. El final apocalíptico alude a las catástrofes que asolaron el sur
de la isla, trasladadas en la novela al norte: huracán y maremoto de agosto de 1831 e
incendio, en Port-au-Prince, de 1832; relacionar el final con el terremoto de 1842
extendería la duración de la novela de forma injustificada.
Historia y ficción: observación cuidada de los hechos históricos, sobre los que
gravita cada uno de los núcleos:
I: etapa colonial, conspiración de Mackandal (decenio de 1750)
II: rebelión liderada por Bouckman (1791)
III: período postcolonial, bajo H. C. (1820)
IV: establecimiento subsiguiente del gobierno republicano
Duración: ochenta años, la vida de un hombre. Prólogo: la sucesión de hechos “no
alcanza el lapso de una vida humana” (p. 14). Vida de Ti Noel, desde la juventud hasta
la vejez, con noventa años, y parte de la vida de Lenormand, que inicia la novela en su
madurez y muere hacia 1803, con aproximadamente setenta años.
La omisión de datos cronológicos precisos en la novela produce la impresión de un
período de tiempo más reducido que el de la historia real, en conformidad con la
coherencia de la ficción, criterio que también conduce a modificar determinadas fechas
o detalles históricos.
2
Género prerromántico, que se centra en lo trágico y misterioso (brujas, vampiros, fantasmas...),
cultivado por autores ingleses (Walpole, Radcliffe, Lewis), protagonizada por un hombre siniestro y una
joven indefensa perseguida. Aunque Carpentier censura su imaginería escalofriante, la adoptará en RM:
“las mujeres de los reyes europeos se enrojecían las mejillas con sangre de buey y enterraban fetos en
conventos cuyos sótanos estaban llenos de esqueletos” (I, 1, p. 25).
3
Nace en Lausanne, no en La Habana. Su madre era rusa y su padre francés.
segundo manifiesto). Por lo tanto, aunque Carpentier rechaza el automatismo o la
creación onírica, ofrece una definición de lo real maravilloso de cuño bretoniano.
La principal discrepancia está en que para Carpentier supone una fe (p. 10). Esta
convicción suscita sus ataques contra el descreimiento de Breton: “Los que no creen en
santos no pueden curarse con milagros de santos...” (p. 10). A esta incapacidad opone el
mundo de Haití, cuyos habitantes creen en seres y hazañas increíbles (pp. 11-12). Por lo
tanto, encuentra lo maravilloso en la realidad, la historia, no en la literatura o la ficción
onírica.
Finalmente, aclara que lo real maravilloso no es privilegio de Haití, sino de todo el
continente: “¿Pero qué es la historia de América toda sino una crónica de lo real-
maravilloso?” (p. 14).
Más tarde, en la reedición de este artículo (Tientos y diferencias), moderará su
actitud hacia el surrealismo para reconocer su valor, sin dejar de oponerle lo “real
maravilloso” que ya prolifera entre los novelistas más jóvenes.
5
Podrían añadirse episodios como la aparición de Cornejo Breille en III, 5.
autor no se limita a sus fuentes, sino que sobrepasa los límites de la historia empírica y
la mitología existentes para forjar su propia historia y mitología y ofrecer una imagen de
la realidad que depende de la estructura interna de la obra por él creada. Sobrepasa el
límite de la realidad haciendo que lo maravilloso forme parte de ella e introduce
fenómenos inexplicables que son contrarios a la naturaleza, pero reciben la categoría de
acontecimientos cotidianos (reapariciones de personajes tras su muerte, ascensión de
Remedios la Bella, levitación del cura).
El individuo y la humanidad: interpretación de la frase final de la obra. Cuando ve
cerca la muerte, Ti Noel vislumbra otra realidad y reflexiona acerca el momento de
retornar a la naturaleza, como un hombre nuevo que descubre nuevos reinos en este
mundo. Así, el personaje particular simboliza una condición humana, sin renunciar a su
historicidad. Su figura funde el pasado, el presente y el futuro, memoria a la vez que un
proyecto de humanización en marcha. Así impugna el dogma del progreso histórico
para reinterpretar el significado de América, desligado de la temporalidad.
Subalternidad y búsqueda de identidad propia:
El exilio del escritor en París, entre 1928 y 1939, lo acercó a América desde dos
perspectivas, como tema literario y como problema social e histórico. Pretenderá
acercarse a América y a su propio pasado desde la óptica del colonizado. Esta actitud
comporta una ruptura con los esquemas históricos y narrativos previos, para ofrecer una
relectura que interroga el pasado, cuestiona la historia tradicional y oficial y ofrece una
alternativa que toma en consideración “al otro”.
De este modo, aunque las imágenes iniciales (I, 1) muestran la convivencia de
conquistadores y nativos, los detalles revelan la imposición de la cultura externa, el
afrancesamiento del entorno, por oposición a las tradiciones nativas (transmitidas, por
ejemplo, en los relatos de Mackandal)6. Ya en el primer capítulo el texto ofrece el
reverso de la historia en las creencias ancestrales. El peso de estas se impondrá a lo
largo del relato y determinará el castigo de aquellos que conculcan esas leyes para
doblegarse ante los valores franceses (H. C.).
La solidaridad entre los oprimidos trasciende fronteras y un jamaicano, Bouckman,
será el continuador de la lucha organizada por Mackandal, para realzar la oposición
histórica e ideológica al conquistador y a la visión impuesta por él. Ti Noel,
representante de los negros, luchó por la salvación de su pueblo desde su propia
situación terrena. En él se sintetizan las dicotomías en pugna en el relato y trasciende a
los demás protagonistas, al aparecer en los momentos centrales y articular la trama de
principio a fin. Sus reflexiones finales explican la complejidad de su misión liberadora
en la Tierra, y no en el Cielo, y la desventura de tener que volver a la rebelión, en contra
de lo nuevos amos.
6
Añádase la contraposición entre los reyes blancos y los de verdad, desde el prisma de Ti Noel (I, 1, pp.
22-23).
II, 1: La hija de Minos y Pasífae: Fedra, título de una tragedia de Racine que recita
Mlle. Floridor y crea en el lector la idea de un laberinto y un monstruo devorador de
hombres. Esa idea se materializa en la parte III, en el reino de Christophe; el capítulo
III, 3, El sacrificio de los toros, evoca el sacrificio en Creta de hombres y toros en la
construcción de un palacio y su laberinto. Frente a lo esperable, H. C. descenderá a los
infiernos en el cemento de su palacio, convertido en mausoleo del propio minotauro (el
rey negro).
Las Vidas paralelas de Plutarco; obra leída por el capellán de la reina al príncipe
heredero, a modo de speculum principis (III, 3, p. 104).
Capítulo final: las ideas de Epicteto. Al percibir que los gansos lo consideran un
extraño, un meteco, sin historia ni pasado, Ti Noel recupera su lucidez, se despoja del
disfraz de animal y emprende el viaje de vuelta, aceptando su condición: “Se sintió
viejo de siglos incontables. Un cansancio cósmico, de planeta cargado de piedras, caía
sobre sus hombros descarnados por tantos golpes, sudores y rebeldías” (IV, 4, p. 156).
El tiempo del hombre y el tiempo de la historia son diferentes. El hombre no puede
sustraerse de su condición de Sísifo, porque los que recojan su herencia tampoco serán
felices. A continuación, el autor expone su concepción positiva del hombre, que es
grande por querer mejorar, por “imponerse Tareas” (IV, 4, p. 156).
Se advierte aquí la influencia del pensamiento clásico y, en concreto, del estoicismo
de Epicteto que en sus Disertaciones y en su Manual recuerda al hombre su esencia,
diferente de los animales, pues actuar como ellos destruye al hombre y a la razón que lo
define. Para Epicteto, el hombre es ciudadano del mundo (“polítes toû kósmou”). Esta
idea es replanteada por Carpentier, al considerarlo ciudadano del reino de este mundo.
Esa convicción se une a las circunstancias, al contexto del que el hombre no se puede
desligar (pues, aunque ciudadano del mundo, no es cosmopolita, sino que está
determinado por un entorno étnico y cultural). Por eso Ti Noel, al asumir su condición
de hombre y saberse libre por naturaleza, hace uso de su albedrío para desafiar a sus
nuevos amos.
5. ESTILO
Carpentier defendió en Problemática de la actual novela hispanoamericana que “el
legítimo estilo del novelista latinoamericano es el barroco”, pues tal es estilo del arte
(esculturas precolombinas, catedrales coloniales...). Ese arte es el único capaz de
traducir la visión de un continente desconocido en términos que lo hagan familiar y
comprensible.
Rasgos de su estilo:
Énfasis en lo visual y pictórico, para sugerir muchas veces un cuadro (catedral de
Santiago, Sans-Souci, saqueo a la casa de Lenormand, cadáver de Mlle. Floridor.
Predominio de la narración y la descripción sobre el diálogo, casi ausente.
Fragmentación narrativa (en cuatro partes y veintiséis capítulos), que crea la
impresión de sucesión de vívidas imágenes. La relativa autonomía de las cuatro partes y
de cada capítulo, así como su brevedad, sugiere un conjunto resultante de la suma de
escenas visuales o cuadros pictóricos (asamblea de esclavos, ceremonia vodú, sacrificio
de un cerdo, vida de los colonos exiliados, construcción de la ciudadela...). El estilo
descriptivo permite que la narración pueda ser visualizada.
Abundancia de léxico alusivo a nociones y objetos latinoamericanos (ya sin glosarios
ni cursivas), numerosos nombres propios (resultado de la documentación histórica).
Enumeraciones.
Estas características determinan su barroquismo (que se ha visto como una rémora
que paraliza el relato).
Propuestas de estudio y análisis:
Selecciona pasajes de la obra a partir de los cuales se pueda explicar el valor y la
función de la historia y de la fantasía en la obra. Justifica la selección.
La novela de dictador en Carpentier: El recurso del método (México, 1974). Estudio
de su relación con RM en el tratamiento del tema.
La novela y la historia: América y la historia de Occidente en RM y El siglo de las
luces.
Lo real maravilloso, el realismo mágico, la literatura neofantástica: Carpentier,
Asturias, García Márquez, Fuentes, Cortázar: contraste de visiones y conceptos,
razonada a través de ejemplos concretos (pasajes determinados de obras concretas).
El estilo barroco en RM: selección de algún pasaje con rasgos característicos, que se
interpretarán como instrumento de expresión de lo real maravilloso. Análisis
interpretativo de esos rasgos.
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