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EL FIN DE LOS CABALLEROS TEMPLARIOS

Para comenzar, necesitamos saber quiénes eran estos caballeros que sirvieron a la iglesia
por décadas y estuvieron dispuestos a luchar en el nombre de Dios para defender su
religión con espada y escudo. Los templarios fueron, talvez la orden más famosa de la
historia y la más poderosa e importante de la edad media, incluso más que otros reyes
europeos de la época, pero bajo el único mando superior del papa. La orden fue creada en
1118 d.c. por nueve caballeros veteranos con el propósito de defender Jerusalén de los
ejércitos musulmanes, este pasó a manos del papa, quien lanzaría cruzadas
(enfrentamientos o expediciones militares contra los musulmanes). Hubo 9 cruzadas, de
las cuales, solo la primera tuvo éxito. La orden templaria se estructuraba como una
pirámide, primeramente, por los caballeros, quienes eran campesinos que serían
perdonados de todos sus pecados si iban a la guerra y entregaban su vida por Dios; pero
ante todo era requerido un proceso para ser templario, ellos tenían que volverse monjes,
entrenar, hacer votos y dejar sus vidas anteriores para servir a la iglesia. Arriba de ellos se
posicionan los maestros, en este caso líderes de cada templo de templarios que estaba
repartido a través de Europa. Luego está el gran maestro, quien está por encima de los
maestros, y finalmente el papa, quien sería el jefe superior de la orden, y quien sería el
único capaz de llamar a los templarios hacia una nueva cruzada. Pero después de dos
siglos de funcionamiento, el rey Felipe de Francia comenzó a pedir préstamos económicos
a la orden para pagar sus campañas en una guerra contra los ingleses, dinero que el rey no
querría pagar al gran maestro Jacques de Molay, así que ideó un plan para acabar con los
templarios y librarse de las deudas. El rey intento difamar la orden con acusaciones falsas
como practicar artes oscuras, practicar sodomía, negar a Jesús e incluso acusarlos de ser
homosexuales; gracias a la influencia del rey con el papa, un viernes 13 de 1307 el papa
instó a todos los reyes europeos a perseguir, capturar, torturar y quemar en la hoguera a
los caballeros templarios sin siquiera tener pruebas. Finalmente, el rey Felipe consiguió
que el Papa Clemente decretara el fin de la orden de los templarios en 1312. En los
siguientes 2 años el último gran maestro (Jacques de Molay) sería torturado para hacer
que confesara delitos que nunca había cometido, hasta que decidieron un 17 de marzo de
1312, frente a la catedral de Notre Dame, quemarlo en la hoguera. de Molay, quien, en el
acto, maldijo al papa y al rey por ser traidores de la iglesia, dándoles menos de 1 año de
vida y jurando que Dios lo vengaría por dicha injusticia. casualidad o destino, lo curioso
viene cuando los dos murieron ese mismo año por causas naturales, el papa después de
un mes y el rey en noviembre. Quizá Dios realmente hizo justicia.

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