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los textos bíblicos que nos hablan de los anticristos. Son figuras o
personajes que representan la encarnación del mal como un poder
misterioso en el mundo
Por: P. Paulo Dierckx y P. Miguel Jordá | Fuente: Para dar razón de nuestra
Esperanza, sepa defender su Fe
El otro día alguien me dijo que el Papa de Roma es el Anticristo. Yo le pregunté: ¿Cómo lo sabe?
Y me contestó que eso está en la Biblia. Le dije que la Biblia habla del anticristo pero que no
está escrito en ninguna parte que el Papa sea el Anticristo. «Usted debe leer bien las
Escrituras», le dije. Hay gente a la que le gusta hablar del anticristo, hay películas que tratan de
este tema. Hay sectas religiosas que anunciaron el nacimiento de este personaje que dicen que
todavía está escondido y pronto aparecerá.
Hermanos católicos, no se dejen guiar por fantasías y leyendas. Siempre habrá gente insensata
que siembra dudas y mentiras; ellos son hijos del «gran mentiroso». Mejor es que meditemos
con serenidad las Escrituras Sagradas y dejemos de lado los rumores y fanatismos, y actitudes
hipócritas.
En esta carta les quiero leer y explicar los textos bíblicos que hablan del anticristo: 1 Jn. 2, 18 y
22; 2 Jn. vers. 7.
La palabra anticristo significa «el que está contra Cristo o el malvado». Otros textos nos hablan
del «hombre del pecado», «el rebelde», «el sin ley». Todas estas expresiones indican más o
menos lo mismo que anticristo.
Textos apocalípticos
Pero antes de hablar de este tema, les debo explicar algo muy importante para la recta
comprensión de los textos que se refieren al anticristo.
Los textos que nos hablan de este tema casi todos fueron escritos en un estilo apocalíptico.
¿Qué quiere decir eso? Esa manera de escribir era muy común en aquel tiempo. Existen muchos
libros escritos así, con revelaciones misteriosas. Era una forma de aclarar los acontecimientos
de entonces y del fin del tiempo. Esto lo expresaban con visiones ficticias, con imágenes
fantásticas y era un juego para los lectores reconocer su propia realidad contada en forma
sofisticada.
Generalmente son textos difíciles de comprender, porque el lector de hoy, igual que el de aquel
tiempo, debe buscar el significado profundo que está detrás de estas imágenes y visiones. Por
supuesto que no podemos tomar estas visiones al pie de la letra.
El gran mensaje de fondo de todos estos textos apocalípticos es el siguiente: «Cristo es el
centro de toda la historia; el mundo es el escenario de la lucha entre los elegidos de Cristo (su
Iglesia) y las fuerzas del demonio, pero Cristo ya ha vencido al mal, y los cristianos son
llamados a dar valientemente su testimonio».
Repito que no debemos tomar al pie de la letra estas visiones e imágenes; ésa no es la
intención de los autores sagrados. Siempre debemos buscar el mensaje más profundo que está
detrás de estos textos. Así que nadie por falta de conocimiento diga tonterías con la Biblia en la
mano.
Leamos el primer texto (1 Juan 2,18-22): «Hijitos míos, en la última hora, como se les dijo,
llegará un Anticristo; pero ya han venido anticristos... Ellos salieron de entre nosotros mismos,
aunque realmente no eran de los nuestros (vers. 19) ¿Y quién es el mentiroso sino el que niega
que Jesús es el Cristo? Este es el anticristo, el que niega a la vez al Padre y al Hijo» (vers. 22).
Hay otro texto muy parecido a éste: 2 Juan vers. 7: «Han venido al mundo muchos seductores
que no reconocen a Jesús como el Mesías venido en la carne. Esos son impostores y
anticristos».
Estos son los únicos textos que hablan del Anticristo y de los anticristos. Y nos hacen ver que
los oyentes de Juan sabían que en vísperas de la venida de Cristo se presentaría un anticristo,
que es el hombre que niega a Cristo.
Además dice aquí el apóstol Juan que hay otros anticristos entre ellos; son aquellos que niegan
que Jesús sea el Cristo y que Cristo sea Dios igual al Padre. Es lo que pasa en todos los
tiempos: hay tantos cristianos infieles de ayer y de hoy que niegan que Cristo sea igual al Padre.
En estos textos el apóstol Juan apunta a todos los anticristos que aparecieron y que
aparecerán en la historia.
En Mt. 24, 24 Jesús habla también en este sentido: «Se presentarán falsos cristos y falsos
profetas que harán maravillas y prodigios, capaces de engañar, si fuera posible, aun a los
mismos elegidos de Dios».
Hermanos, he aquí los textos bíblicos que nos hablan de los anticristos. Son figuras o
personajes que representan la encarnación del mal como un poder misterioso en el mundo, y
este poder maligno aparecerá especialmente un poco antes de la venida gloriosa de Cristo.
En este sentido el apóstol Pablo habla del «hombre del pecado». Aunque el apóstol no usa la
palabra anticristo, podemos ver en esta expresión claramente esta misma realidad del
anticristo.
Pero antes de la segunda venida de Cristo tiene que producirse la gran apostasía (se refiere a
una crisis religiosa a escala mundial). Entonces aparecerá «el hombre del pecado», instrumento
de las fuerzas de perdición, «el rebelde» que ha de levantarse contra todo lo que lleva el nombre
de Dios o merece respeto, llegando hasta poner su trono en el templo de Dios y haciéndose
pasar por Dios (vers. 2-4). Al presentarse este «sin-ley», y con el poder de Satanás, hará
milagrosas señales y prodigios al servicio de la mentira. Y usará todos los engaños de la
maldad en perjuicio de aquellos hombres que han de perderse (vers. 9-10).
En este texto el apóstol Pablo habla «del hombre del pecado», «el rebelde», en el mismo sentido
que Juan habla del anticristo. Es la misma figura misteriosa que representa la maldad en el
mundo.
Actualmente hay como tres posiciones frente a estos textos bíblicos acerca del anticristo:
1) La de algunos grupos que tienen la tendencia a interpretar estos textos al pie de la letra. Son,
generalmente, grupos religiosos fanáticos o fundamentalistas que, con textos bíblicos en la
mano, señalan a tal o cual persona como el anticristo actual. Por supuesto que ellos llegan a
conclusiones que no tienen nada que ver con la verdadera intención del autor sagrado. Son
muchas veces polemistas anticatólicos que quieren así, a la fuerza, indicar que el Papa es el
anticristo, como si el sucesor legítimo de Pedro debiera confundirse con la encarnación del
mal. Es una ignorancia muy atrevida, un gravísimo pecado, una fantasía que presupone maldad
y que no tiene nada que ver con la Biblia.
2) Otros toman estos textos como una película de ciencia ficción, como pura fantasía o
leyendas antiguas, y leen así la Biblia como algo interesante. Y en consecuencia son igualmente
incapaces de descubrir el profundo mensaje que Dios quiere comunicarnos.
3) Nosotros, los católicos, creemos que el anticristo y los anticristos son una realidad
misteriosa muy profunda en la historia humana. Es el poder del mal en toda la humanidad. Es la
realidad del pecado y de la maldad que se ha manifestado y sigue manifestándose en
personajes históricos, en grupos de personas, en tendencias anticristianas, en sistemas
políticos y económicos que quieren aplastar los grandes valores del Reino de Dios: el amor
entre los hombres, la justicia en el mundo, la verdadera paz, la fraternidad y la solidaridad...
El anticristo y los anticristos se encarnan en instituciones humanas, en intereses mundiales que
proclaman sutilmente, y a veces abiertamente, la guerra a la Iglesia de Cristo, el atropello a los
derechos humanos, la idolatría del dinero, del sexo y del poder. Es la corriente del mal que
invade toda la humanidad. Es fácil ver la acción del anticristo en el mundo de hoy, por ejemplo
en los cultos satánicos, en los suicidios colectivos, en las ideologías que han llevado a algunas
personas a cometer verdaderos genocidios, etc.
Da la impresión, según los textos bíblicos, que al final del tiempo se levantará una figura
escatalógica con todo el poder diabólico que provocará una gran solidaridad con el mal a
escala mundial. «Es el malvado que al fin el Señor lo barrerá con el soplo de su boca y lo
destruirá con el resplandor de su venida» (2 Tes. 2, 8).
Los verdaderos cristianos, frente a esta realidad del mal, no deben vivir aterrorizados, sino que
deben vivir la gran esperanza de Cristo resucitado y dar valientemente su testimonio en este
mundo.
Jesús dijo: «Tengan valor, yo he vencido al mundo» (Jn. 16, 33).
Dice el CATECISMO
Cuestionario
¿En qué textos bíblicos se habla del Anticristo? ¿En qué estilo fueron escritos estos textos? ¿Es
fácil su comprensión? ¿Cuál es el gran mensaje de todos los textos apocalípticos? ¿Qué dice
Jesús en Mt. 24, 24? ¿Qué se producirá antes de la segunda venida de Cristo? ¿Qué se dice en
los capítulos 12, 13 y 17 del Apocalipsis? ¿Cómo hemos de entender los católicos la figura del
Anticristo? ¿Se trata de una persona o de instituciones humanas? ¿Dónde aparece el Anticristo
en el mundo de hoy? ¿Qué pasará al fin del mundo? ¿De quién será la victoria final?