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ARCHIVOS DE MACROECONOMÍA
Documento 106
13 de Abril de 1999
1. Motivación
Estas Notas fueron escritas para los cursos de Teoría y Política Monetaria, que
he dictado en las Universidades Javeriana y los Andes durante los últimos años.
También se enriquecieron con la experiencia del curso de Moneda y Banca, dictado
por espacio de año y medio en New York University, así como con mi trabajo,
entre los años 1984 y 1998, en el Banco de la República. La discusión sobre la
neutralidad del dinero, los canales de transmisión monetaria, y los instrumentos de
la política monetaria, me llevó a la conclusión de que la mejor forma de introducir
el tema era por los efectos de la política, más que por la demanda de dinero.
El grado de exigencia ténica se encuentra en un nivel intermedio, entre el exce-
lente libro introductorio de Mishkin y libros más avanzados, como los de Romer,
Walsh, Blanchard y Fischer o las revistas especializadas. Su lectura presupone un
manejo del modelo IS/LM y de los métodos matemáticos y estadísticos estándar
para un estudiante de economía de pregrado. Hay temas cruciales que se dejan
por fuera, como el proceso de creación secundaria de dinero y el multiplicador
monetario. La razón es que estos temas están explicados en los libros de texto
introductorios, de cuya base parten estas Notas.
Estoy en deuda con los estudiantes de los cursos mencionados, dictados entre
1996 y el primer semestre de 1999; en especial con quienes corrigieron una versión
preliminar de estas notas: Ana María Loboguerrero, Natalia Cubillos, Andrés
Gonzalez, Oded Gutman, Paula Jaramillo y Blanca Mónica Panqueva. Los errores
y omisiones son de mi exclusiva responsabilidad.
”El dinero es un área de estudio fascinante porque esta llena de misterio y
paradoja. El pedazo de papel pintado con impresiones de diverso tipo no es difer-
ente, como papel, de un trozo del mismo tamaño cortado de un periódico o una
revista; sin embargo el primero le permite a su portador obtener alguna cantidad
de comida, bebidas, ropa y el resto de los bienes necesarios para la vida. El otro
sólo sirve para encender una hoguera. [ ...]
¿Por qué deben ser aceptados esos papeles por la gente para las transacciones
privadas de bienes y servicios? la respuesta corta - y además la correcta - es que
cada persona los acepta porque tiene con…anza en que los demás también lo harán.
Esos trozos de papel tienen valor porque toda la gente piensa que lo tienen. Y la
gente piensa que tienen valor porque su experiencia demuestra que así ha sucedido
en el pasado” Friedman y Schwartz (1990, p. 695)
2
pero trabajando sólo cuatro horas diarias. Obtendrá de esta forma más ocio, y la
misma cantidad de los otros bienes a las tasas de trueque prevalecientes. Por lo
tanto, el incentivo para aumentar su productividad es la obtención de más tiempo
de ocio.
Aparte de que alguno quisiera llevar más producción al mercado, posibilidad
que se desecha, ¿cuál sería el origen de cambios en las tasas de trueque?, en una
economía tan simple tendrían que ocurrir choques inesperados que hicieran cam-
biar la demanda u oferta de al menos un producto, para que su tasa de trueque con
respecto a los demás productos cambiara el día del mercado. Se puede pensar en
varias posibilidades: una sequía o un exceso de lluvias cambiaría la disponibilidad
de mazorcas y, por ende, la tasa de trueque de las mismas.
Un efecto similar se desprende de una mejora tecnológica que le permitiera a
un individuo obtener más producto …nal con los mismos insumos. Otra posibilidad
es que los otros nueve miembros de la economía perdieran el gusto por el maíz,
ello disminuiría la tasa de trueque de las mazorcas.
En suma, cambios en las condiciones reales de producción de cada bien, o en
los gustos de quienes lo demandan, afectarían su tasa de trueque en términos de
los demás bienes. Este tipo de novedades es lo que los economistas denominan
choques reales. En esta economía sin dinero los incentivos y las fuerzas que afectan
el equilibrio entre la oferta y la demanda de cada bien son de carácter muy básico
y real: el deseo de gozar más tiempo de ocio, los gustos por determinados bienes,
y los cambios en la tecnología o la naturaleza.
3
haciendo las transacciones. En lugar de tres horas gastan, digamos, una hora.
La ganancia ha sido en tiempo de ocio. Han encontrado un lubricante para sus
transacciones que disminuye el tiempo de las mismas. A la gente le gusta disfrutar
del ocio, y por esto aceptan de buen grado el arribo de los papelitos y su nueva
función en su economía simple.
Las preguntas pertinentes son:
1. ¿Cambian, a raíz del dinero, los incentivos básicos de los habitantes de esta
economía?
2. ¿Hay ahora otras fuentes adicionales de cambios en las tasas de trueque
(precios relativos)?
3. ¿Qué sucede si al siguiente año pasa el mismo helicóptero otra vez y deja la
misma cantidad de papelitos?
4
Como vamos a ver, en una economía más complicada surgen cosas inesperadas.
En particular, tal como se describe en la siguiente sección, el estudio de una
economía so…sticada, con muchos mercados separados, hace que las cosas cambien.
Por alguna razón el siguiente año, cuando pasa el helicóptero lanzando dinero en
todos los mercados, se observa que la gente aumenta su laboriosidad durante algún
tiempo. Es decir, que un cambio aparentemente inocuo en la cantidad de dinero
tiene consecuencias reales.
El estudio del dinero se centra, en buena medida, en entender este problema.
Para ilustrar la magnitud del mismo en la siguiente sección se describen los re-
sultados del estudio que realizaron Milton Friedman y Anna Schwartz 1 sobre los
efectos del dinero en la economía de los Estados Unidos. Sus conclusiones dejan
en claro que, sea como fuere, el dinero tiene efectos sobre la economía real.
Para explicar este fenómeno se han planteado varias hipótesis en los últimos
siglos (sí, siglos). Sobresalen tres tipos de hipótesis:
1. La gente tiene cierta ilusión con la posesión del dinero, que la hace alterar
su comportamiento real por la creencia de que se tiene más riqueza, entre
más papelitos se posea. De tal forma que cuando caen más papelitos del
cielo los individuos se comportan como si pudiesen adquirir más bienes en el
mercado, o estuviesen obteniendo más por sus ocho horas diarias de trabajo.
Esto es, afecta su comportamiento real.
5
El artículo de Robert Lucas2 describe algunas de estas hipótesis, y muestra
que éste ha sido un problema crucial durante doscientos años de análisis de la
economía.
6
económica han llevado a una caída secular de la velocidad de circulación.
Esto por cuanto el stock de dinero crece más que el ingreso nominal.
6. El dinero es un velo: Las fuerzas reales detrás de los eventos que ob-
servamos en la economía son la capacidad de la gente, los recursos con que
cuenta, su ingenio y su capacidad de hacer industria. Pero el poder del
dinero es tremendo; tiene la capacidad de causar mucho daño. Esto ya que:
“Cada hombre cree que puede determinar qué porción de su riqueza mantendrá
como dinero; sin embargo el monto total del dinero disponible para todos está fuera
de control de los tenedores directos de dinero”3
Es decir, una apariencia engañosa es connatural al dinero. El problema radica
en que cuando se cree lo contrario la receta ha sido el dinero fácil, con la in‡ación
como resultado. Friedman y Schwartz concluyen, por tanto, que “La historia del
dinero continuará teniendo sorpresas, las cuales pretendemos ignorar a nuestra
propia costa ”.
A este respecto, en el libro Money and Magic, Hans Christoph Biswanger narra
una historia según la cual el regente de Francia, el Duque de Orleans, nombró en
1715 al escocés John Law para fundar el Banco Emisor de Francia. Acto seguido,
el duque despidió a los alquimistas de la corte, con el argumento de que había
descubierto una forma mejor y más segura de crear riqueza.
John Law fue el modelo de Goethe para el personaje de Fausto, como un
creador de riqueza fácil. El propósito original de la alquimia era convertir un
3
Milton Friedman y Anna Jacobson Schwartz Pg.697.
7
tipo de materia en otra que tuviése mayor valor. Si bien la ciencia física del siglo
XVIII había llegado al convencimiento de que esto era materialmente imposible,
justamente en esa época se descubrió que ello podía ser factible con base en
la creación de valor en un sentido económico. El éxito económico no se mide
en kilogramos y calorías sino en dinero. En la medida que la creación de valor
aumenta, más dinero circula en la economía y más bienes se transfoman en valores
monetarios. Dado que el hombre puede “crear” dinero, tiene la capacidad de
incrementar la cantidad del mismo, y los valores representados por él.
El epílogo de esta historia de alquimia moderna es el …nal de la historia de
John Law: su experimento falló en 1720, básicamente porque quiso acelerar su
proceso y evitar la obligación de respaldar el dinero que imprimía con la garantía
del oro. Esto llevó al colapso en el valor de las acciones, creó in‡ación y condujo
…nalmente al repudio del dinero (el rechazo del público a aceptar dinero en las
transacciones). John Law por poco fue linchado y logró escapar a Venecia, en
donde gastó el resto de sus días como jugador profesional.
8
según el diámetro de la rueda, que permite la inserción de un palo su…cientemente
largo y grueso como para soportar el peso de aquella y facilitar su transporte.
Estas ”monedas” de piedra se hacen de una caliza que se encuentra en otra isla,
a unas cuatrocientas millas de distancia, que es donde están las canteras; una
vez labradas, se transportan a Uap en las canoas y las balsas de algunos osados
navegantes nativos.
Una característica notable de este dinero de piedra... es que éste no tiene por
qué hallarse necesariamente en poder de su propietario. Cuando se realiza una
operación cuyo precio implicaría tener que mover una cantidad excesiva de fei,
el nuevo dueño de éstos se contenta con la mera declaración formal de cesión y,
sin molestarse siquiera en marcar las monedas, éstas quedan en el recinto de su
antiguo propietario.
Un amigo mío, Fatumak, me aseguró que en la aldea vecina residía una fa-
milia cuya riqueza indiscutible -admitida por todos- no había sido vista ni tocada
por nadie, ni siquiera por la familia en cuestión. Consistía en un fei enorme,
cuyo tamaño se sabía sólo por tradición, ¡ya que, durante las dos o tres genera-
ciones últimas, había permanecido sepultado en el fondo del mar!. Hacía muchos
años que uno de los antepasados, durante una expedición en busca de fei, había
dado con esa piedra de notable tamaño y de valor incalculable. La embarcaron
en una balsa para remolcarla hasta la isla, pero entonces se declaró una fuerte
tormenta y los expedicionarios, para salvar la vida, se vieron obligados a cortar
amarras y la piedra se hundió, desapareciendo para siempre. Cuando llegaron a
la aldea, todos atestiguaron que el fei era de proporciones magní…cas y de calidad
extraordinaria, y que no se podía culpar al propietario por haberlo perdido. En
consecuencia, todos admitieron de buena fé que el mero accidente del naufragio
carecía de importancia, y que unos cientos de pies de profundidad no perjudicaban
al valor de la pieza, que ya había sido tallada en la forma tradicional. Y así, el
poder adquisitivo de esa piedra sigue aceptándose como válido, a igual título que
si aquella permaneciese a la vista de todos, apoyada contra la pared de la casa de
su dueño...
En Uap no hay vehículos de ruedas ni, por tanto, caminos para carros, pero
siempre han existido vías de comunicación claramente de…nidas entre los diferentes
poblados.
Cuando el gobierno alemán asumió la soberanía sobre las islas Carolinas, com-
pradas a España en 1898, muchos de estos senderos o vías se hallaban en muy
malas condiciones. Los jefes de distrito recibieron noti…cación de que debían
repararlos y restaurar su funcionamiento normal. Aquellos bloques de coral ape-
9
nas desbastados eran desde luego su…cientemente buenos para los pies de los
nativos, de modo que, pese a reiterárseles varias veces la orden, ésta siguió sin
cumplirse. Por último se decidió imponer a los jefes una multa por desobediencia,
pero ¿de qué manera se cobraría esa multa?... alguien tuvo la feliz ocurrencia de
enviar un hombre a cada failu y a cada pabai de los distritos insumisos, donde
se limitaba a marcar con una cruz de pintura negra cierto número de los fei más
valiosos, demostrando así que éstos quedaban embargados por las autoridades.
La medida funcionó como por encantamiento; los nativos, así desposeídos de sus
más preciados bienes, se pusieron a reparar los caminos de punta a punta de la
isla, a tan buen efecto que han quedado como auténticas carreteras. Entonces
las autoridades despacharon otra vez a sus agentes para que borrasen las cruces.
Dicho y hecho, la multa quedó saldada, y los felices failus recobraron la posesión
de su capital y su prístina riqueza (pp. 93, 96-100)
La reacción del lector corriente se parecerá seguramente a la mía ”¡Qué ab-
surdo! ¡Y cómo puede ser tan ilógica esa gente!” Y sin embargo, antes de ponernos
a criticar con demasiada severidad a los ingenuos aborígenes de Yap, vale la pena
contemplar un episodio sucedido en los Estados Unidos, que habría suscitado
quizá la misma reacción de aquellos isleños. En 1932-1933 el banco de Francia,
temeroso de que los Estados Unidos modi…casen el patrón oro, prescindieron del
cambio tradicional de 20,67 dólares la onza y solicitaron al banco de La Reserva
Federal de Nueva York la conversión en oro de la mayor parte de los saldos en
dólares que aquél mantenía en los Estados Unidos. Para evitar la necesidad de
embarcar el oro y emprender con él la travesía del océano, se pidió a la Reserva
Federal que siguiera almacenando los lingotes por cuenta del banco de Francia.
Entonces los funcionarios de La Reserva Federal se dirigieron a sus cajas fuertes,
colocaron en estanterías aparte la cantidad correcta de lingotes y pusieron en tales
estanterías una etiqueta, o marca, recordando que su contenido era propiedad de
los franceses. A todos los efectos prácticos pudieron marcarlos “con una cruz de
pintura negra” como hicieron los alemanes con las piedras de Yap.
Los periódicos …nancieros publicaron grandes titulares sobre “ la merma del
oro”, el peligro que eso representaba para el sistema …nanciero norteamericano,
y así sucesivamente. Las reservas estadounidenses de oro habían bajado y las
francesas habían subido. Los mercados consideraron que el dólar estadounidense
se había debilitado y que el franco francés se había reforzado. La llamada retirada
del oro francés fue uno de los factores que …nalmente con‡uyeron en el pánico
bancario de 1933.
¿Existe realmente alguna diferencia entre la convicción de hallarse en una
10
posición monetaria más débil, por parte de La Reserva Federal, debido a lo que
dijesen las etiquetas de los estantes de sus sótanos, y la creencia de los isleños
de Yap en el sentido de haberse empobrecido debido a unas marcas hechas en su
dinero de piedra? ¿O entre la creencia de hallarse en una posición monetaria más
fuerte, por parte del banco de Francia, sólo por causa de unas marcas hechas en un
sótano situado a más de cinco mil kilómetros de distancia, y el que una familia Yap
se creyese rica por tener una piedra debajo del agua a doscientos kilómetros? O, si
a eso viene, ¿cuántos de nosotros tenemos la seguridad personal y directa de que
existen la mayoría de las propiedades que consideramos como parte integrante
de nuestra fortuna? Pues lo que tenemos son más probablemente asientos en
una cuenta bancaria, activos certi…cados mediante unos trozos de papel llamados
acciones, etcétera.
Para los indígenas de Yap, la manifestación concreta de su riqueza eran aque-
llas piedras recogidas y labradas en una isla lejana y luego transportadas a la
propia. Durante un siglo y más, el mundo civilizado consideró como manifestación
concreta de su riqueza un metal recogido en el fondo de una mina, re…nado medi-
ante costosos procedimientos, transportado a grandes distancias y vuelto a enter-
rar en complicadas cajas fuertes subterráneas. ¿Es verdaderamente esta práctica
más racional que la otra?
Lo que ilustran estos dos ejemplos - y otros muchos que podríamos citar- es la
importancia que las apariencias, o la ilusión, o el “mito”, supuesta una con…anza
incontrovertida, revisten en los asuntos monetarios. Nuestro propio dinero, el
que nos han enseñado a contar desde niños, y el sistema mediante el que se
controla, nos parecen “reales” y “racionales”; en cambio, el dinero de otros países
a menudo se nos presenta como un papel o un metal sin valor, aunque la capacidad
adquisitiva de la unidad monetaria sea elevada.
11
2. La Curva de Phillips
Si estuviésemos en el mundo del Modelo Clásico simple (Sargent, 1987, capítulo I),
bastaría disminuir (algún agregado representativo de) la masa monetaria a una
tasa determinada para que los precios cayeran en igual proporción, sin ningún
costo para la actividad económica. No obstante, tal como lo expone Robert Lucas
(1996) y como lo demostraron Friedman y Schwartz (1963), uno de los problemas
centrales de la teoría monetaria desde David Hume es que cambios en la cantidad
de dinero de hecho afectan la actividad económica.
Hay que tratar, entonces, de responder las preguntas acerca de cómo y por qué
el dinero afecta a la actividad económica real. Hay tres grandes teorías, que se
podrían clasi…car como:
12
estos instrumentos dio paso a lo que se denominó la Revolución de Expectativas
Racionales, la cual reformuló importantes resultados para el estudio de los fenó-
menos monetarios, como por ejemplo la proposición de inefectividad de la política
monetaria. Con posterioridad los desarrollos neokeynesianos criticaron esos resul-
tados, enriqueciendo la discusión sobre la efectividad de la política monetaria.
Estos son los temas de los que se ocupa el presente y el siguiente capítulo.
En este capítulo se exponen dos formas de derivar la Curva de Phillips, bien sea
con postulados keynesianos, o nuevos clásicos. Si bien ambos métodos arrojan
una expresión que relaciona positivamente los precios y el producto agregado,
los mismos conducen a conclusiones diferentes sobre la efectividad de la política
monetaria.
En el siguiente capítulo se presenta la discusión sobre la efectividad de la
política monetaria con base en el uso de los supuestos de expectativas adaptativas
o racionales. Acto seguido, se presenta la réplica neokeynesiana de …nal de los
setenta, en la cual un modelo con expectativas racionales, pero con una porción de
los contratos laborales …jos durante un período, arroja que la política monetaria
sí puede ser efectiva. Por último se presenta un modelo de costos de menú en
el cual bajo ciertas circunstancias se obtiene el resultado clásico, y con otros el
keynesiano.
13
mogénea de grado 1, véase Chiang, 1984, p. 414); cuando se omite el subíndice
de tiempo se re…ere a la variable del período corriente, t; para F (¢) se obtiene:
Y = F (K; N) = K ® N 1¡® (1)
La demanda de trabajo por parte de las …rmas viene dada por la igualación
entre el salario real ( W
P
) y la productividad marginal del trabajo. Si la segunda
excede al primero, las …rmas contratarán más trabajadores, y lo contrario sucede
si por alguna circunstancia el salario real excediera a la productividad del úl-
timo trabajador contratado. Así, derivando la ecuación (1) con respecto al factor
trabajo, la demanda de trabajo se puede expresar como
±Y Y W
= (1 ¡ ®) = FN = (2)
±N N P
la ecuación (2) expresada en logaritmos (letras minúsculas) es
w = p + ln (1 ¡ ®) + y ¡ n (3)
al rezagar la ecuación (3) un período y restarla de ésta se obtiene
w ¡ wt¡1 = p ¡ pt¡1 + y ¡ yt¡1 ¡ (n ¡ nt¡1 ) (4)
El supuesto keynesiano es que el salario no es su…cientemente ‡exible para que
la demanda observada de trabajo, n, sea igual a la de pleno empleo, n ¹ (en esta
sección las variables con una barra indican el nivel de pleno empleo). La diferencia
entre esas dos magnitudes depende, en una proporción g, de las variaciones en el
salario real:
n¡n ¹ = g ¢ [(w ¡ wt¡1 ) ¡ (pe ¡ pt¡1 )] (5)
al igualar las ecuaciones (4) y (5), con f = g1 , se llega a:
¹ ) + (pe ¡ pt¡1 )
(p ¡ pt¡1 ) + (y ¡ yt¡1 ) ¡ (n ¡ nt¡1 ) = f (n ¡ n (6)
Ahora bien, al expresar la ecuación (1) en logaritmos y obtener primeras difer-
encias (suponiendo que k = kt¡1 =k ), se obtiene:
1
n ¡ nt¡1 = (y ¡ yt¡1)
1¡®
y una expresión similar para (n ¡ n
¹ ). Tomando en cuenta esto, la ecuación
(6) queda convertida en:
1 f ¡ ¢
(p ¡ pt¡1) + (y ¡ yt¡1) ¡ (y ¡ yt¡1) = y¡ y + (pe ¡ pt¡1)
1¡® 1¡®
14
reorganizando términos:
µ ¶ µ ¶
®+f ®
(p ¡ pt¡1 ) = (y ¡ y¹) ¡ (yt¡1 ¡ y¹) + (pe ¡ pt¡1 )
1¡® 1¡®
® 1¡®
si: y¹ = 0, ± = ®+f
, ¯= ®+f
, y se adiciona un término de error, se obtiene:
y = ±yt¡1 + ¯ (p ¡ pe ) + u (7)
A esta expresión se le conoce como la Curva de Phillips aumentada por expec-
tativas invertida. De acuerdo con la misma, la desviación del producto de su tasa
natural, (y ¡ y¹) (si bien en la ecuación (7), y¹ = 0), depende de factores de inercia
(yt¡1 ¡ y¹), del cambio no anticipado en el precio de los bienes, (p ¡ pe ), y de un
error estocástico, (u). Se supone que u » N (0; ¾ 2u ), y que no tiene correlación
serial.
15
Aquí, peit es el (logaritmo) precio promedio de la economía (IPC) percibido
desde el mercado i, y pit es el (logaritmo) del precio observado en el mercado
i. Se postula que el precio del mercado i depende de dos componentes: Uno
generado por factores generales de la economía pt , y otro por factores propios
(idiosincráticos) de dicho mercado Zit:6
pit = pt + zit
¡ ¢
zit » N 0; ¾ 2
6
Tomando promedios:
n n
1 X 1 X
Pit = Pt + Zit
N N
i=1 i=1
16
E (pt ; zit ) = E (pt ; zkt) = E (zit ; zkt ) = 0
Dados estos supuestos, la proyección lineal (peit = E fpt j pit; It¡1 g) se puede
expresar de la siguiente manera:
pt = ®0 + ®1pit + "t
Ept = ®0 + ®1Epit
con lo cual:
17
yitc = ¯µ(pit¡ pt)
2.2.3. Apéndice
A continuación aparecen los pasos de álgebra que arrojan la solución del problema
de extracción de señales.
®0 = Ept ¡ ®1 Epit
pt ¡ Ept
®1 =
pit ¡ Epit
18
£ ¡ ¢¤
E (pt + Zit ¡ pt ) pt ¡ pt
=
E(pt + Zit ¡ Ept ¡ EZit)2
³ 2
´
E p2t ¡ pt pt +Zitpt ¡ Zit pt ¡ pt pt + pt
=
E [(pt ¡ Ept ) + (Zit ¡ EZit )]2
E (pt ¡ Ept )2
®1 =
E (pt ¡ Ept )2 + E (Zit ¡ EZit )2
°2
®1 =
¾2 + °2
°2
®0 = Ept ¡ Epit
¾2 + ° 2
°2
®0 = Ept ¡ (Ept + EZti )
¾2 + ° 2
· ¸
°2
®0 = Ept 1 ¡
¾2 + °2
¾2
®0 =pt
¾2 + ° 2
19
3. El debate sobre la efectividad de la política monetaria
3.1. La política monetaria bajo expectativas adaptativas
Con el …n de identi…car el origen de las diferencias entre estos enfoques, se presenta
un modelo simple de oferta y demanda agregada. El modelo está constituído por
tres ecuaciones7 :
20
esta expresión se usa en la ecuación de oferta:
despejando yt :
° ° ¸
yt = mt ¡ A (L) [mt¡1 ¡ yt¡1 + "t¡1 ] + yt¡1 (4)
1+° 1+° 1+°
° 1
+ "t + ut
1+° 1+°
21
° ° ¸
Et¡1yt = Et¡1mt ¡ A (L) [mt¡1 ¡ yt¡1 + "t¡1 ] + yt¡1 (7)
1+° 1+° 1+°
° 1
+ Et¡1 "t + Et¡1ut
1+° 1+°
° °
yt ¡ Et¡1 yt = (mt ¡ Et¡1 mt ) + ("t ¡ Et¡1 "t ) (8)
1+° 1+°
1
+ (ut ¡ Et¡1 ut )
1+°
2
es obvio que para min Et¡1 (yt ¡ Et¡1 yt ) se requiere que las autoridades sigan
mt
la siguiente política monetaria:
mt = Et¡1mt (9)
es decir, si mt se …ja de acuerdo con lo que la gente espera que sea la oferta
de dinero (Et¡1 mt), la varianza del ingreso será la mínima. En otras palabras, no
debe haber sorpresas de oferta monetaria.
Dado el resultado (9), la ecuación (10) es una regla de política monetaria que
determina un comportamiento especí…co para el dinero en función de las variables
conocidas en t¡1 (se debe recordar que el valor esperado de los choques aleatorios
es cero). La autoridad monetaria debe escoger mt antes de recibir la información
sobre yt y pt . De esa forma puede responder a valores pasados de "t y ut .
22
Al usar (9) y (10) en la ecuación de ingreso (4), se obtiene:
° 1
yt = y ¤ + ("t ¡ Et¡1 "t ) + (ut ¡ Et¡1ut ) (11)
1+° 1+°
la cual expresa que si se siguen las políticas prescritas para minimizar la var-
ianza y el sesgo del ingreso nominal, el mismo será igual al ingreso óptimo, más
o menos las sorpresas que surjan de los choques de oferta y demanda. El ingreso
nominal no estará correlacionado serialmente, pues los choques aleatorios no lo
están.
23
si se toma el valor esperado:
de tal forma que para min Et¡1 (yt ¡ Et¡1 yt )2 basta seguir como regla mone-
mt
taria: mt = Et¡1 mt , al igual que en el caso de expectativas adaptativas.
24
3.3. Efectividad con expectativas racionales
Durante varios años se consideró que el resultado según el cual la política mon-
etaria era inefectiva para eliminar el sesgo del producto con respecto a su nivel
óptimo se derivaba del uso del supuesto de expectativas racionales. De hecho, a
los trabajos pioneros en este campo, desarrollados por economistas como Lucas,
Sargent, Wallace, Kydland y Prescott, se los agrupó bajo la etiqueta de Revolución
de Expectativas Racionales.
En 1977 Stanley Fischer publicó un artículo8 en el cual presentaba la siguiente
situación: los salarios se …jan en contratos laborales cuya duración es relativa-
mente larga (uno o dos años). A este hecho institucional se agrega el supuesto
de que no todos los trabajadores renegocian sus contratos laborales al mismo
tiempo. Se puede suponer que la política monetaria puede cambiar, digamos,
cada seis meses. Pero que la duración promedio de los contratos laborales es de
un año. En cada momento del tiempo habrá una fracción de los trabajadores
(que se supone 21 , por simplicidad) negociando dichos contratos. Ello implica que
cualquier choque inesperado de la política monetaria encontrará a 21 de los tra-
bajadores con contratos …jos, al menos durante un período. La otra mitad podrá
ajustar sus contratos a las novedades de la política monetaria.
25
y se supone que el crecimiento de los salarios nominales (¢wt) busca mantener
el salario real constante:
ytd = mt ¡ pt + vt (4)
donde, mt es log de la masa monetaria, y vt se interpreta como un choque de
demanda. Se supone que ut ; vt son AR(1):
26
la cual puede ser representada por una función lineal:
1
X 1
X
mt = ai ut¡i + bi vt¡i (9)
i=1 i=1
Dado que esos choques son pasados, han sido observados, de forma que la
autoridad monetaria y el público conocen la oferta monetaria para el siguiente
período:
Et¡1 mt = mt (10)
27
2
1X
yts = (pt ¡ Et¡i pt ) + ut (13a)
2 i=1
2 1 2 1
Et¡1pt = Et¡1 mt + Et¡2 mt ¡ Et¡1 (ut ¡ vt) ¡ Et¡2 (ut ¡ vt ) (15)
3 3 3 3
Se usa el hecho de que mt se ajusta cada período con base en la información
disponible al …nal del período anterior (t ¡ 1) :
Et¡1 mt = mt
dado que:
1
[2pt ¡ Et¡1 pt ¡ Et¡2pt ] + ut
yt =
2
Se reemplaza cada uno de estos elementos ( pt ; Et¡1 pt ; Et¡2 pt ) por los de las
expresiones halladas11 , y se obtiene:
mt ¡ Et¡2 mt 1 1 1
yts = ¡ (ut ¡ vt ) + Et¡1 (ut ¡ vt ) + Et¡2 (ut ¡ vt ) + ut (16)
3 2 6 3
P1 P1
Usando la regla monetaria (9): mt = i=1 ai ut¡i + i=1 bi vt¡i , con ( i = 1; 2),
se obtiene:
11
Se usa (14) y (13) para obtener (2pt ).
28
mt = a1ut¡1 + a2ut¡2 + b1 vt¡1 + b2 vt¡2 (17)
1
X 1
X
mt = a1 ut¡i + ai ut¡i + b1 vt¡i + bi vt¡i (17a)
i=2 i=2
Usando (5) y (6) en (9) se obtiene:
1
X 1
X
Et¡2 mt = a1½1ut¡2 + ai ut¡i + b1 ½2vt¡2 + bi vt¡i (18)
i=2 i=2
de (17a) y (18) resulta:
29
3.3.2. Caplin y Spulber: costos de menú12
La familia de modelos a la que pertenece el modelo de Fischer13 supone que las
…rmas …jan ciertos contratos nominales en determinadas fechas, y los renuevan
con una periodicidad …ja. El período de validez de los contratos es mayor que el
lapso en el que se puede revisar la política monetaria, característica de la que se
desprende el resultado de efectividad. No obstante, este supuesto puede no ser
muy plausible para economías con alta in‡ación. En un ambiente in‡acionario
caracterizado por una política monetaria activa se puede esperar que las …rmas
cambien sus precios en períodos que varíen dependiendo de la percepción que
se tenga sobre la in‡ación. Adicionalmente, si bien cada …rma puede encontrar
óptimo esperar cierto período hasta reajustar su(s) precio(s), es razonable que los
momentos de reajuste de diferentes …rmas no coincidan, y que continuamente se
observe al menos una de ellas llevando a cabo dichos ajustes.
Este tipo de problema fue modelado por Caplin y Spulber, para quienes, si
hay un costo de ajustar los precios (cambiar los menús o las listas de precios),
cada …rma puede encontrar óptimo hacer los ajustes espaciados en el tiempo, pero
a intervalos cambiantes, dependiendo del ”estado ” de la Economía. Esto es, de-
pendiendo de la velocidad a la que cambia la cantidad de dinero. Tal como se va
a demostrar, en esas circunstancias es posible que el efecto de la política mone-
taria sea neutro, incluso en presencia de una buena porción de precios nominales
in‡exibles en un momento dado.
El modelo es en tiempo continuo. p¤it es el precio óptimo para cada …rma i en
t , y viene dado por:
30
Figure 3.1: La Regla Ss
Estos supuestos implican que (pit ¡ p¤it ) > s, y evitan que se aglom-
eren los cambios de precios. La función de distribución de la variable
14
La justi…cación para que la distribución inicial de (Pit ¡ Pit¤ ) sea uniforme entre S y s es
que no hay una razón a-priori para esperar una concentración de …rmas cambiando su precio
en un punto particular del intervalo, dado que el ¢m es contínuo. Por consiguiente (Pit ¡ Pit¤ )
ocupará cada lugar en el intervalo [Ss]. En otras palabras, el (Pit ¡ Pit¤ ) de cada …rma tiene
igual probabilidad de tomar cualquier valor entre S y s.
31
aleatoria x = (pit ¡ p¤it )es:
8
< 0 si x · s
Fo (x) = b=D si x = s + b, 0·b·D (2)
:
1 si x ¸ S
¢mt < S ¡ s
b Á¢mt + (1 ¡ Á)¢p
=
D S¡s
y el aumento en el precio de cada …rma será de una magnitud: (S ¡ s)
Por consiguiente, el cambio en el nivel general de precios (pt ) será:
Á¢mt + (1 ¡ Á)¢pt
¢pt = (S ¡ s)
(S ¡ s)
por lo cual
¢pt = ¢mt
32
Si se supone que la demanda agregada viene dada por:
yt = mt ¡ pt (5)
A 4 3
B 3 2
C 2 1
D 1 4
33
Dada la regla, las …rmas A, B y C no cambian sus precios. La …rma D es la
única que lo modi…ca, y lo hace en una magnitud: S ¡ s = 4. El cambio en el
índice de precios de la economía es
1
¢pt = 4 ¤ = 1 = ¢mt
4
Dado que el incremento en nivel agregado de precios coincide con el choque
monetario, no hay ningún efecto sobre el producto.
1
) ¢yt = ¢mt ¡ ¢pt =
4
por lo cual el choque nominal afecta el producto. Se deben resaltar los sigu-
ientes puntos:
²La neutralidad depende de que no haya choques idiosincráticos, esto es,
choques que afectan sólo a una(s) …rma(s), ni aglomeración de …rmas para cambiar
sus precios.
²La ventaja frente a la familia de modelos de Fischer - Taylor es que aquí el
número de …rmas que cambia precios en un momento dado no es constante, sino
34
que varía con el estado de la Economía. En esos modelos el número de …rmas que
modi…caban su precio era …jo y por ende el nivel agregado de precios (¢pt ) no
respondía completamente a ¢mt .
² Aquí una pequeña fracción de …rmas que cambien drásticamente sus precios,
puede ser su…ciente para generar neutralidad.
Conclusión: El análisis de las rigideces de precios requiere entender las es-
trategias de variación de precios en las …rmas y cómo esas estrategias interactúan
para determinar el nivel agregado de precios.
Apéndice: la distribución uniforme
Una variable aleatoria x tiene una distribución uniforme en el intervalo [a; b],
¡1 < a < b < 1, si su función de densidad está dada por
½ 1
¾
b¡a
; a · x · b
f (x) =
0 en cualquier otro caso
R1
¡1
f(x) = 1. Se escribe x » U [a; b]. El valor esperado viene dado por:
E(x) = a+b2
. Y la función de distribución:
8 9
< 0 x·a =
x¡a
F (x) = a·x<b
: b¡a ;
1 b·x
3.4.
35
4. La oferta monetaria y su articulación con los ‡ujos macro-
económicos
4.1. El equilibrio macroeconómico y el balance del sistema …nanciero
El presente capítulo presenta la articulación de la oferta monetaria con los ‡ujos
macroeconómicos. El estudiante debe cubrir los temas del proceso de creación
primaria y secundaria de dinero y del multiplicador monetario, para lo que se
recomienda la lectura de Mishkin (1994). La exposición se hace con base en
el Ejercicio de Programación Financiera, desarrollado por el Fondo Monetario
Internacional, el cual busca establecer una prueba de consistencia para la cuentas
macroeconómicas de un país.
El ejercicio combina los ‡ujos macroeconómicos (PIB, inversión, sector ex-
terno, sector público, etcétera), con los movimientos de los activos y pasivos del
sistema …nanciero, y con los planes de desembolsos y amortizaciones de la deuda
externa de los sectores privado y público. El mismo parte de la identidad de
equilibrio macroeconómico ex-post para un economía abierta15 :
Y ´ C + I + G + (X ¡ M I ) (1)
donde los símbolos tienen los signi…cados tradicionales del modelo IS-LM ;
dicha identidad tiene la interpretación según la cual la producción interna se
destina a la absorción doméstica y a las exportaciones netas. De esta forma el
balance externo re‡eja los desbalances en los gastos domésticos. Para verlo con
mayor claridad se introducen a ambos lados de la identidad, los ingresos del sector
público, T , y las trasferencias internacionales netas R. La identidad (1) queda
entonces como:
Y + R ¡ T ´ C + I + (G ¡ T ) + (X ¡ M I + R) (2)
puesto que el ahorro del sector privado es igual al ingreso disponible menos el
consumo (S = [Y + R ¡ T ] ¡ C), reemplazando y reorganizando términos se llega
a la siguiente expresión:
(I ¡ S) + (G ¡ T ) + (X + R ¡ M I ) ´ 0 (3)
15
La siguiente presentación usa a Vargas, Hernando (1995) ”La programación Macroeconómica
en Colombia”, Banco de la República, mimeo; y sigue de cerca a Dornbusch, Rudiger (1980)
Open Economy Macroeconomics, cap. 2, (12-29) Harper International.
36
Figure 4.1:
¢AIN = X + R ¡ M I (4)
Esta expresión permite establecer una relación entre los ‡ujos macroeconómicos
y los saldos de las cuentas del balance de la economía. La primera expresión de
esta relación es pues:
(S ¡ I) + (T ¡ G) ´ ¢AIN (5)
la cual expresa que el ahorro neto de los sectores privado y público es idéntico a
la variación de activos internacionales de la economía. Ahora la tarea es conectar
el cambio en activos internacionales netos de la economía con la variación en los
balances nominales de activos de los agentes privados y públicos. Esto se hace
a través del balance consolidado del sistema …nanciero, el cual se puede expresar
como:
¡ ¢
¢M3 ¡ ¢CDP RI + ¢CDGOB ´ ¢AIN (6)
37
Donde M3 es la medida del dinero ampliado16 ; CDGOB es el crédito del sector
…nanciero doméstico al sector público; y CDP RI es el crédito del sector …nanciero
doméstico al sector privado. El ejercicio de programación …nanciera parte de
las identidades (5) y (6) (véase Vargas, 1995). Basta aquí con utilizar el hecho
de que el dé…cit del gobierno se …nancia, bien sea con crédito doméstico o con
crédito externo (el cual se expresa aquí como una disminución en los activos
internacionales netos del sector público, AIN GOB ):
38
iii) un mayor crecimiento del dinero, compatible con un mayor ritmo de in-
‡ación.
Por otro lado, si se desglosa el cambio en los Activos Internacionales Netos, se
puede enriquecer esta expresión (4) con los componentes de la cuenta de capitales.
Los rubros a los que se hace referencia son: el cambio en la Deuda Externa privada
(¢DE P RI ), y del gobierno (¢DE GOB )18 , y la Inversión Extranjera Directa Neta
(IED). Al tener en cuenta estos componentes de la Balanza de Pagos se tiene:
39
de Mercado Abierto (OM A)20 . Del balance del Emisor se deriva que:
Ahora bien, los bancos emiten otros pasivos como cuentas de ahorro y Cer-
ti…cados de Depósito a Término (CDT B ), los cuales son menos líquidos que los
medios de pago. Al tenerlos en cuenta y adicionarlos a M1 se obtiene el agregado
monetario M 2B . Así las cosas, el cambio en el balance del sistema bancario es:
40
Ahorro y Vivienda, las captaciones de las Compañías de Financiamiento Comer-
cial y las Cooperativas; éstas no se incluyen allí por claridad de exposición sobre
el balance del sistema bancario. Al tenerlos en cuenta se pasa bien sea al agregado
M2SF ó M 3; éste último engloba todos los pasivos del sistema …ananciero excepto
los bonos, que desde 1995 han ganado gran aceptación, razón por la cual el agre-
gado más popular en la actualidad en los corredores del Emisor es M 3 + Bonos.
Finalmente, se divide el crédito del sistema …nanciero (CDSF ) en crédito a los
sectores privado (CDP RI ) y gobierno (CDGOB ), para obtener:
¡ ¢
M I ¡ X = IED + ¢DESP + ¢DEGO + ¢AIN ¤ (12)
es fácil comprobar que reemplazando estas ecuaciones en la identidad macro-
económica se llega al mismo resultado obtenido en la consolidación del sistema
…nanciero. Ahora se pueden usar estas herramientas contables para responder la
pregunta central del ejercicio de programación …nanciera. La metodología consiste
en tres pasos: i) derivar de la ecuación de ahorro e inversión privada, el monto
de crédito directo que este sector puede dar al sector público (¢T ES). Para ello
se utilizan estimaciones de los componentes de la ecuación (10). ii) Obtener el
monto previsible de crédito externo del sector público (¢DE GOB ). Esto se logra
con base en una proyección de la balanza de pagos, (ecuación 4a). Y iii) proyectar
41
la magnitud del crédito que el sector …nanciero puede canalizar hacia el sector
público (¢CDGOB ), lo cual se establece con una proyección de las variables del
balance del sistema …nanciero (ecuación 6). Al tener estas expresiones se estará
en capacidad de identi…car cuál es el monto total de …nanciación que la economía
puede dar al sector público y esto se compara con lo que el sector público dice
necesitar. Si esas dos cifras no coinciden, el ejercicio de programación muestra que
hay un problema en las proyecciones de gasto del gobierno que requiere acciones
de política.
Esta explicación del ejercicio de programación …nanciera es útil porque hace
explícito el proceso de agregación de los intermediarios …nancieros, del cual se
derivan los sucesivos agregados monetarios. Se muestra, al mismo tiempo, la
inclusión de niveles ampliados de crédito, y su orientación a los sectores público
y privado. En tercer lugar, se considera de forma explícita, dentro de un marco
contable, la relación entre los ‡ujos y los stocks de la economía. Por último, se
consideran todas la fuentes de …nanciación a las que pueden acceder los sectores
público y privado, y los diferentes dilemas que genera la …nanciación del dé…cit
del sector público.
42
21
5. La demanda de dinero: un modelo de transacciones
En este capítulo se presenta, primero, la derivación de la demanda de dinero con
base en un modelo de transacciones. Segundo, se exponen tres trabajos claves en
la tradición teórica del estudio de la demanda de dinero: Tobin, Baumol y Fried-
man. Finalmente, se hace un recuento introductorio de los métodos econométricos
utilizados para estimar funciones para este tipo de demanda.
El objetivo de esta sección es derivar una función de demanda de dinero con
base en un modelo microeconómico de comportamiento individual. Se toma el
ejemplo de un individuo que vive n períodos y planea desde el presente cuál es
su senda óptima de consumo para toda su vida. Es decir, el individuo decide en
cada período teniendo en cuenta su ciclo total de vida.
U (Ci; Ci+1; Ci+2; ::::; Cn ) = ° i log Ci + ° i+1 log Ci+1 + ::: + ° n log Cn (2)
21
Esta sección se basa en Miller y Upton Cap. 10.
43
5.2. El conjunto de oportunidades del consumo22
Para derivar la restricción presupuestal del individuo, esto es el conjunto de posi-
bilidades de consumo disponible para que él escoja, es conveniente considerar la
situación de su riqueza e ingreso en el último período de su vida, y derivar di-
cho conjunto de forma secuencial, desde el futuro hacia el presente. Con este
propósito, considere el conjunto de combinaciones posibles de bienes en el período
n, el último de la vida. Se supone que este individuo no heredará nada a sus suce-
sores, y, como es obvio, no puede endeudarse en dicho período. Por lo tanto, su
consumo no puede exceder la suma de su salario y activos …nancieros acumulados,
menos sus deudas acumuladas. Su restricción en el último período es entonces:
Cn = Qn + Wn ´ Zn (3)
donde, Qn , es la riqueza …nanciera neta al principio del período n; Wn , es el
ingreso no derivado de propiedades (salario) a obtener durante el período n; y Zn
, es la riqueza total. La riqueza …nanciera evoluciona de la siguiente manera:
44
Figure 5.1: Maximización Intertemporal del Consumo
Ci +1 Ci +2 Cn Wi +1 Wi +2 Wn
Ci + + 2
+:::+ n¡i
= Zi = Qi +Wi + + 2
+:::+
1 + R (1 + R) (1 + R) 1 + R (1 + R) (1 + R)n¡i
(6)
en el futuro. En el caso del capital humano dicho ‡ujo son los ingresos laborales, remunerados
por el salario.
45
5.3. La senda óptima de consumo
Formalmente el problema que enfrenta el consumidor es:
s:a: (6)
Por conveniencia se hace el supuesto de que: ° i = ° i+1 = ::: = ° n = 1. El
lagrangiano correspondiente al problema planteado en (7) es:
1 1 1
¡¸(Ci + Ci+1 + Ci+2 + ::: + C n ¡ Zi ) (8)
1+R (1 + R)2 (1 + R)n¡i
nótese que el individuo debe resolver este problema en cada período i, tomán-
dolo como período inicial. Las condiciones de primer orden de (8) vienen dadas
por:
1
(Ci ) : ¡¸=0
Ci
1 ¸
(Ci+1) : ¡ =0
Ci+1 1 + R
y así sucesivamente hasta:
1 ¸
(Cn ) : ¡ =0
Cn (1 + R)n¡i
de donde se deduce que:
Ci+1 Ci+2 Cn
Ci = = = ::: = (9)
1+R (1 + R) (1 + R)n¡i
El programa de consumo que maximiza la utilidad debe cumplir con la condi-
ción: TMS(s;t) = TMT(s;t) , la cual viene dada por:
Cj
=1+R
Cj¡1
Esta es la condición de maximización intertemporal de la utilidad. La misma
expresa que el patrón de consumo escogido por un consumidor caracterizado por
46
la función de preferencias de la ecuación (2), tendrá la propiedad de que el valor
presente del consumo de cada período debe ser igual entre sí. Al sustituir (9) en
la restricción (6) se obtiene:
1
Ci = Zi (10)
(n ¡ i + 1)
O sea, el consumo en cada período es proporcional a la riqueza total al principio
del período i, siendo el factor de proporcionalidad el número de períodos faltantes
hasta el …nal del horizonte de planeación, n. El consumo depende de la riqueza
(no del ingreso corriente) y de la edad. El ingreso corriente (salarios) es uno
de los componentes de la riqueza, y en esa medida también afecta al consumo.
Entre 2 individuos de la misma edad, consume proporcionalmente más aquel con
mayor riqueza. La propensión media a consumir del total de la riqueza es igual a
1
n¡i+1
;la cual es independiente del nivel total de la riqueza. Finalmente, cambios
no anticipados tienen un efecto drásticamente diferente a cambios anticipados. Los
últimos no afectan la senda de consumo futura, mientras que los no anticipados
si lo hacen.
47
En este punto son necesarias dos aclaraciones sustantivas. La primera implica
un cambio de notación: si bien los argumentos de la función de utilidad son
consumo real y saldos monetarios reales, el individuo mantiene sus cuentas en
términos nominales. Por lo tanto, en adelante, en esta sección se utilizarán letras
minúsculas para indicar valores nominales y mayúsculas para valores reales, como
se ha venido haciendo. De esta forma, Mt = m pt
t
. La segunda se re…erae al
hecho de que en el último período el individuo gasta todos los saldos monetarios
que le quedaron del penúltimo (Mn¡1 ), de forma que termine su vida sin dinero
(Mn = 0).
Al comienzo del período j + 1, pero antes de que el individuo haya tomado las
decisiones del período su riqueza total es:
donde mj son los saldos de dinero llevados del período anterior, hj+1 es el
valor nominal de su capital humano, y qj+1 es el valor de los activos …nancieros
(diferentes al dinero) que él posee (o debe). Esta igualdad puede ser expresada
en términos de las mismas variables del período anterior:
o, lo que es lo mismo
48
(14) por el nivel de precios inicial, pi ; y multiplicando cada ci +¿ y mi +¿ por ppii +¿
+¿
.
24
Así se obtiene :
µ ¶ µ ¶ µ ¶
Ci +1 pi +1 Ci +2 pi +2 Cn pi +n
Ci + + + ::: +
1+r pi (1 + r)2 pi (1 + r)n¡i pi
µ ¶ µ ¶ µ ¶
r r pi +1 r pi +2 r pi +n
+Mi +Mi+1 +Mi+2 +:::+Mn¡1 = zi
1+r (1 + r)2 pi (1 + r)3 pi (1 + r)n¡i pi
(15)
Con base en el lagrangiano correspondiente se obtienen las condicones de
primer orden para el consumo25 :
1
(Ci ) : ¡¸=0
Ci
µ ¶
1 ¸ pi +1
(Ci+1 ) : ¡ =0
Ci+1 1+r pi
y así sucesivamente hasta:
µ ¶
1 ¸ pi +n
(Cn ) : ¡ =0
Cn (1 + r)n¡i pi
49
igualando la c.p.o. correspondiente a (Ci+1 ) y a (Mi+1 ) se obtiene la expresión
para la demanda de dinero (colocando de nuevo el parámetro »):
mj 1+r
Mj = = »Cj (16)
pj r
26
Si se toma también el parámetro de la función consumo, la expresión de la demanda de
dinero sería: Mi = °»i 1+r
r
Ci .
i
50
REFERENCIAS
51
INDICE
1. Motivación
1.1. Una economía muy simple sin dinero
1.1.1. Incentivos y choques
1.1.2. ¿Qué pasa el día que aparece el dinero?
1.2. Resultados de M. Friedman y A. Schwartz
1.3. Una anécdota: la isla del dinero de piedra
2. La Curva de Phillips
2.1. La derivación keynesiana (aumentada por expectativas)
2.2. La derivación lucasiana (clásica)
2.2.1. Problema de extracción de señales de Lucas
2.2.2. Curva de oferta de Lucas
2.2.3. Apéndice
52
ARCHIVOS DE ECONOMIA
3 ¿Las mayores exportaciones colombianas de café redujeron Carlos Esteban POSADA Noviembre 1992
el precio externo? Andrés LANGEBAEK
4 El déficit público: una perspectiva macroeconómica. Jorge Enrique RESTREPO Noviembre 1992
Juan Pablo ZÁRATE
Carlos Esteban POSADA
6 Colombia y los flujos de capital privado a América Latina Andrés LANGEBAEK Febrero 1993
7 Infraestructura física. “Clubs de convergencia” y crecimiento José Dario URIBE Febrero 1993
económico.
8 El costo de uso del capital: una nueva estimación (Revisión) Mauricio OLIVERA Marzo 1993
9 Dos modelos de transporte de carga por carretera. Carlos Esteban POSADA Marzo 1993
Edgar TRUJILLO CIRO
Alvaro CONCHA
Juan Carlos ELORZA
10 La determinación del precio interno del café en un modelo Carlos Felipe JARAMILLO Abril 1993
de optimización intertemporal. Carlos Esteban POSADA
Edgar TRUJILLO CIRO
13 Estimación del PIB trimestral según los componentes del gasto. Rafael CUBILLOS Junio 1993
Fanny Mercedes VALDERRAMA
14 Diferencial de tasas de interés y flujos de capital en Colombia Andrés LANGEBAEK Agosto 1993
(1980-1993)
17 Crecimiento económico y apertura en Chile y México y Fernando MESA PARRA Septiembre 1993
perspectivas para Colombia.
18 El papel del capital público en la producción, inversión y Fabio SÁNCHEZ TORRES Octubre 1993
el crecimiento económico en Colombia.
19 Tasa de cambio real y tasa de cambio de equilibrio. Andrés LANGEBAEK Octubre 1993
20 La evolución económica reciente: dos interpretaciones Carlos Esteban POSADA Noviembre 1993
alternativas.
21 El papel de gasto público y su financiación en la coyuntura Alvaro ZARTA AVILA Diciembre 1993
actual: algunas implicaciones complementarias.
25 Experimento con la vieja y la nueva teoría del crecimiento Carlos Esteban POSADA Febrero 1994
económico (¿porqué crece tan rápido China?)
27 Regímenes cambiarios, política macroeconómica y flujos Carlos Esteban POSADA Abril 1994
de capital en Colombia.
29 Efectos de una bonanza petrolera a la luz de un modelo Hernando ZULETA Mayo 1994
de optimización intertemporal. Juan Pablo ARANGO
31 Inflación o desempleo: ¿Acaso hay escogencia en Colombia? Sergio CLAVIJO Agosto 1994
32 La distribución del ingreso y el sistema financiero Edgar TRUJILLO CIRO Agosto 1994
34 ¿’Déjà vu?: tasa de cambio, deuda externa y esfuerzo Sergio CLAVIJO Mayo 1995
exportador en Colombia.
36 Tasa de Cambio y ajuste del sector externo en Colombia. Fernando MESA PARRA Septiembre 1995
Dairo ESTRADA
37 Análisis de la evolución y composición del Sector Público. Mauricio Olivera G. Septiembre 1995
Manuel Fernando CASTRO Q.
Fabio Sánchez T.
38 Incidencia distributiva del IVA en un modelo del ciclo de vida. Juan Carlos PARRA OSORIO Octubre 1995
Fabio José SÁNCHEZ T.
39 ¿Por qué los niños pobres no van a la escuela? Fabio SÁNCHEZ TORRES Noviembre 1995
(Determinantes de la asistencia escolar en Colombia) Jairo Augusto NÚÑEZ M.
43 Impacto de las transferencias intergubernamentales en la Juan Carlos PARRA OSORIO Marzo 1996
distribución interpersonal del ingreso en Colombia.
44 Auge y colapso del ahorro empresarial en Colombia: Fabio SÁNCHEZ TORRES Abril 1996
1983-1994 Guillermo MURCIA GUZMÁN
Carlos OLIVA NEIRA
45 Evolución y comportamiento del gasto público en Colombia: Cielo María NUMPAQUE Mayo 1996
1950-1994 Ligia RODRÍGUEZ CUESTAS
ARCHIVOS DE ECONOMIA
46 Los efectos no considerados de la apertura económica en el Fernando MESA PARRA Mayo 1996
mercado laboral industrial. Javier Alberto GUTIÉRREZ
48 Estadísticas descriptivas del mercado laboral masculino y Rocío RIBERO M. Agosto 1996
femenino en Colombia: 1976 -1995 Carmen Juliana GARCÍA B.
53 Un modelo keynesiano para la economía colombiana Fabio José SÁNCHEZ T. Febrero 1997
Clara Elena PARRA
54 Trimestralización del Producto Interno Bruto por el lado Fanny M. VALDERRAMA Febrero 1997
de la oferta.
55 Poder de mercado, economías de escala, complementariedades Juán Mauricio RAMÍREZ Marzo 1997
intersectoriales y crecimiento de la productividad en la
industria colombiana.
56 Estimación y calibración de sistemas flexibles de gasto. Jesús Orlando GRACIA Abril 1997
Gustavo HERNÁNDEZ
57 Mecanismos de ahorro e Inversión en las Empresas Públicas Fabio SÁNCHEZ TORRES Mayo 1997
Colombianas: 1985-1994 Guilllermo MURCIA G.
58 Capital Flows, Savings and investment in Colombia: 1990-1996 José Antonio OCAMPO G. Mayo 1997
Camilo Ernesto TOVAR M.
59 Un Modelo de Equilibrio General Computable con Juan Pablo ARANGO Junio 1997
Competencia imperfecta para Colombia. Jesús Orlando GRACIA
Gustavo HERNÁNDEZ
Juan Mauricio RAMÍREZ
61 Determinantes del Ahorro de los hogares. Explicación Alberto CASTAÑEDA C. Julio 1997
de su caída en los noventa. Gabriel PIRAQUIVE G.
65 Modelo IS-LM para Colombia. Relaciones de largo plazo y Jorge Enrique RESTREPO Agosto 1997
fluctuaciones económicas.
66 Correcciones a los Ingresos de las Encuestas de hogares y Jairo A. NÚÑEZ MÉNDEZ Septiembre 1997
distribución del Ingreso Urbano en Colombia. Jaime A. JIMÉNEZ CASTRO
67 Ahorro, Inversión y Transferencias en las Entidades Fabio SÁNCHEZ TORRES Octubre 1997
Territoriales Colombianas Mauricio OLIVERA G.
Giovanni CORTÉS S.
ARCHIVOS DE ECONOMIA
68 Efectos de la Tasa de cambio real sobre la Inversión Fernando MESA PARRA Octubre 1997
industrial en un Modelo de transferencia de precios. Leyla Marcela SALGUERO
Fabio SÁNCHEZ TORRES
69 Convergencia Regional: Una revisión del caso Javier A. BIRCHENALL Octubre 1997
Colombiano. Guillermo E. MURCIA G.
70 Income distribution, human capital and economic Javier A. BIRCHENALL Octubre 1997
growth in Colombia.
71 Evolución y determinantes del Ahorro del Gobierno Central. Fabio SÁNCHEZ TORRES Noviembre 1997
Ma. Victoria ANGULO
74 Educación y salarios relativos en Colombia: 1976-1995 Jairo NÚÑEZ MÉNDEZ Enero 1998
Determinantes, evolución e implicaciones para Fabio SÁNCHEZ TORRES
la distribución del Ingreso
76 Los costos económicos de la criminalidad y la violencia en Edgar TRUJILLO CIRO Marzo 1998
Colombia: 1991-1996 Martha Elena BADEL
77 Elasticidades Precio y Sustitución para la Industria Juán Pablo ARANGO Marzo 1998
Colombiana. Jesús Orlando GRACIA
Gustavo HERNÁNDEZ
79 Macroeconomía, ajuste estructural y equidad en Colombia: José Antonio OCAMPO Marzo 1998
1978-1996 María José PÉREZ
Camilo Ernesto TOVAR
Francisco Javier LASSO
80 La Curva de Salarios para Colombia. Una Estimación de las Fabio SÁNCHEZ TORRES Marzo 1998
Relaciones entre el Desempleo, la Inflación y los Ingresos Jairo NÚÑEZ MÉNDEZ
Laborales: 1984- 1996.
84 Determinantes de la Inversión en Colombia: E videncia sobre Clara Helena PARRA Junio 1998.
el capital humano y la violencia.
86 Descomposición de la desigualdad del Ingreso laboral Fabio SÁNCHEZ TORRES Junio 1998.
Urbano en Colombia: 1976-1997 Jairo NÚÑEZ MÉNDEZ
ARCHIVOS DE ECONOMIA
87 El tamaño del Estado Colombiano Indicadores y tendencias: Angela CORDI GALAT Junio 1998.
1976-1997
90 The role of shocks in the colombian economy Ana María MENÉNDEZ Julio 1998.
92 Estimaciones de funciones de demanda de trabajo dinámicas Alejandro VIVAS BENÍTEZ Julio 1998.
para la economía colombiana, 1980-1996 Stefano FARNÉ
Dagoberto URBANO
93 Análisis de las relaciones entre violencia y equidad. Alfredo SARMIENTO Agosto 1998.
Lida Marina BECERRA
94 Evaluación teórica y empírica de las exportaciones Fernando MESA PARRA Agosto 1998.
no tradicionales en Colombia María Isabel COCK
Angela Patricia JIMÉNEZ
95 Valoración económica del empleo doméstico femenino Piedad URDINOLA C. Agosto 1998.
no remunerado, en Colombia, 1978-1993
97 El desempleo en Colombia: tasa natural, desempleo cíclico Jairo NÚÑEZ M. Septiembre 1998.
y estructural y la duración del desempleo: 1976-1998. Raquel BERNAL S.
98 Productividad y retornos sociales del Capital humano: Francisco A. GONZÁLEZ R. Noviembre 1998.
Microfundamentos y evidencia para Colombia. Carolina GUZMÁN RUIZ
Angela L. PACHÓN G.
100 Inflation Target Zone: The Case of Colombia: 1973-1994 Jorge E. RESTREPO L. Febrero 1999.
102 La Curva de Phillips, la Crítica de Lucas y la persistencia Javier A. BIRCHENALL Abril 1999.
de la inflación en Colombia.
104 Una revisión de la literatura teórica y la experiencia Marcela ESLAVA MEJÍA Abril 1999.
Internacional en regulación
105 El transporte terrestre de carga en Colombia Marcela ESLAVA MEJÍA Abril 1999.
Documento para el Taller de Regulación. Eleonora LOZANO RODRÍGUEZ
106 Notas de Economía Monetaria. (Primera Parte) Juan Carlos ECHEVERRY G. Abril 1999.