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Universidad Nacional de Colombia

Yonnathan Camilo Torres Rincón


Facultad de Ciencias Humanas
Departamento de Geografía
Fecha: 09/06/2020

ANÁLISIS DE LOS TEXTOS DE GEOGRAFIAS INDIGENAS


Para comenzar se hará un breve barrido sobre las ideas centrales que dejaron cada uno de los textos,
con el fin de unificarlas y concluir con un análisis más completo del tema a exponer.
Como primer objeto de estudio tenemos el texto de El conocimiento indígena para descolonizar el
territorio. La experiencia Kamëntša (Colombia)* en donde su autor William Mavisoy expone las
visiones del territorio entendidas desde la perspectiva Kamëntša, señalando los puntos de quiebre
entre su cultura ancestral y la que nos atraviesa por el concepto del “mundo occidental”, con el fin
de exponer más adelante la relación entre el territorio y la memoria colectiva que lo impregna, o en
otras palabras, la identidad cultural que lo representa.
Por otro lado tenemos el texto de Fernanda Meléndez, el cual titula “Por una geografía feminista
indígena y latinoamericana” y articula como idea principal los objetivos primordiales que deben
tener los estudios de geografías de género en las regiones latinoamericanas, exponiendo las
realidades distintas entre las mujeres campesinas e indígenas Latinas y comparándolas con otros
escenarios mundiales totalmente distintos, con el fin de identificar esos patrones culturales que
buscan representar a las mujeres como líderes dentro de sus propios territorios y espacios.
Por último, en el artículo “Los senderos pehuenches en Alto Biobío (Chile): articulación espacial,
movilidad y territorialidad” escrito por Viviana Huiliñir-Curío, comprueba la estrecha relación que
viven los pueblos indígenas latinoamericanos con sus territorios, a tal punto de armonizar la
dinamacidad espacial y convertirla en un flujo permanente de intercambios culturales, en este caso,
llevado a través de una red de senderos interconectada con un fin específico dentro del espacio al
que pertenecen.
Entendiendo cuales son los puntos a resaltar en cada uno de los textos, seguiremos con el análisis
unificado de las diferentes posturas.
Induciendo un poco la idea presentada por Mavisoy, se expresa que para las comunidades indígenas
amazónicas situadas en el departamento de Putumayo, el territorio es considerado su lugar íntimo,
el cual traspasa todo pensamiento capitalista entendido por las sociedades actuales, en donde el
pensamiento puramente empírico y jerarquizado ha despojado las expresiones “epistémicas,
axiológicas y praxeológicas”(Mavisoy 2018), que unen al YO como ser humano y persona con su
espacio inmediato, para generar una relación reciproca en los aspectos puramente culturales y
espaciales.
Para ejemplificar un poco más este concepto se analiza los estudios realizados por las comisarías de
Putumayo, en donde los cambios constitucionales de la cultura occidental propician la apropiación
de recursos naturales y de territorios de frontera, causando una brecha en la estructura socio-
espacial que los pueblos indígenas venían manejando. Pero este tipo de pensamiento occidental
implantado por una cultura capitalista no acaba allí, pues, así como los territorios, las mujeres se
han visto afectadas por todos los tratos machistas que el mismo capitalismo se ha encargado de
enaltecer.
Lo que nos lleva a mostrar el estudio de Meléndez, donde afirma que:
“Aquí (Mexico) ellas están muy atrasadas en el conocimiento de sus derechos como seres humanos
y como mujeres de pueblos rurales, pero no es culpa de ellas, la llegada de sus derechos y el acceso
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Yonnathan Camilo Torres Rincón
Facultad de Ciencias Humanas
Departamento de Geografía
Fecha: 09/06/2020

a la información es casi nula en estos espacios. Incluso, se podría hablar de culpables, quienes son
responsables de la mala aplicación y difusión de las políticas públicas nacionales, estatales y
municipales.” (Meléndez, 2016)
Demostrando la falta de conciencia y la negligencia estatal por fomentar la igualdad de derechos
humanos sin barreras de género.
Pero entonces, ¿Cómo se construye una geografía cultural atravesada por las dinámicas socio-
culturales, específicas de América Latina?
Se puede decir que un paso muy importante es la construcción de memoria colectiva, una memoria
cultural que se estudia y analiza a través de los ojos de aquellos individuos participes de su propia
construcción cultural, en donde el espacio y la territorialidad forman un papel fundamental para
entender el concepto de lugar, de identidad de lugar; la cual nos lleva a entender la dinámica
espacial del territorio.
Según el texto de Mavisoy, “No es lo mismo lugar y territorio, tampoco memoria e historia” (2018),
definiendo dos categorías, la primera es la categoría lugar-memoria, que representa lo íntimo(así
como para los Kamëntša ), lo personal de cada cultura (inscrita dentro de un territorio), y la
segunda, la categoría territorio-historia, en donde la concepción intima de lugar se pierde así como
la estrecha conexión con la naturaleza, pues explica que el capital se basa en un concepto de “la
tierra” carente de vida, donde el que habita en el territorio la concibe como sustento económico,
como un recurso material y propio del capitalismo, dejando al “territorio” como “una innovación
foránea, ajena, exterior, como un dispositivo político y cognitivo que promueve la confusión sobre
el espacio.”(2018)
Al entender esto, es necesario centrarse en la categoría que atraviesa la memoria espacial, dando a
entender que “El tejido de la memoria comprende las voces como estrategias de lucha política y
resistencia”, donde se busca aclamar respeto por el lugar íntimo de cada cultura. Lo que da paso a
entender según Milton Santos, que “también el reto es descolonizar la historia, romper con la
homogenización lineal, horizontal, vertical o la monocultura del tiempo lineal” (Santos, 2010: 23),
o en otros términos, descolonizar la historia para crear una nueva y mejor memoria colectiva.
De esta manera se pueden realizar estudios más apropiados como el de Meléndez, que hace énfasis
en desarrollar un buen estudio socio-cultural atravesado por las relaciones de genero,
específicamente con los casos Latinos, en donde afirma que “los estudios de mujeres indígenas
latinas no son los mismo que los estudios de las tribus africanas, o de las empleadas del hogar de
España, con las empleadas del hogar mexicanas eso sí, siguen siendo mujeres, pero la etnia y la
condición social no son las mismas.”
Para concluir, se debe entender que tanto las luchas del feminismo indígena, como el feminismo
campesino, nos buscan tomar el poder, sino que exigen un nuevo pacto nacional que reconozca el
carácter multiétnico y pluricultural de la sociedad; abriendo un espacio de reflexión con el fin de
replantear los objetivos verdaderos que la geografía humana debe buscar para replantear los
estudios territoriales, basándose en las experiencias diarias de cada individuo, el cual ayuda a
formar la memoria colectiva de una sociedad, de una cultura. ¿Qué tan occidentales estamos?, ¿Qué
tan colonizados estamos?, son preguntas que se deben formular para analizar más a fondo las
perspectivas que nos muestran los pueblos indígenas, y que como los Pehuenches, se deben dejar de
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Fecha: 09/06/2020

lado aquellas construcciones jerárquicas para construir una red social multicultural que enriquezca
el pensamiento y la memoria colectiva de un territorio.

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