Está en la página 1de 3

Juan 14:9 Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido,

Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?

Salmos 1101111111
Dice el SEÑOR a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado
de tus pies.11111111111111111111111

El Padre, el Hijo y el
Espíritu Santo aparecen como personas distintas con funciones individuales.

La revelación que Juan recibió de Dios describía a la segunda persona


como alguien que estaba “con Dios” (Jn. 1:1), una frase que indica una
identidad distintamente separada. Además, solo una persona distinta de la
Deidad puede recibir el amor de otra de ellas (Jn. 17:24). Sus identidades
distintas también aparecen en la sumisión del Hijo de Dios al Padre en la
economía de la redención (Fil. 2:6-7; He. 10:5-7; véase “Apariciones
veterotestamentarias” [p. 246]). Se comunican, asimismo, entre sí y unos
sobre otros: “Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como
yo quiero, sino como tú” (Mt. 26:39). La formulación bautismal trinitaria
indica coigualdad entre las tres personas de la Trinidad: “Por tanto, id, y
haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre,
y del Hijo, y del Espíritu Santo” (Mt. 28:19).
Fue enviado por la primera persona de la Trinidad (Dios Padre), como
resultado del amor de Dios por la humanidad: “Porque de tal manera amó
Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en
él cree, no se pierda, más tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al
mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él” (Jn.
3:16-17).

Dado que Juan 1:18 dice sobre el Hijo que “a Dios nadie
le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a
conocer”; las apariciones de Dios, en el Antiguo Testamento, deben de haber
sido del Hijo y no del Padre.

- ¿Qué dicen el Nuevo Testamento y Jesucristo mismo acerca de Dios el


Padre, que comprueba que el Padre no era el Dios del Antiguo Testamento?
“Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él
le ha dado a conocer” (Juan 1:18).

“También el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. Nunca habéis


oído su voz, ni habéis visto su aspecto” (Juan 5:37).

“No que alguno haya visto al Padre, sino aquel que vino de Dios; éste ha
visto al Padre” (Juan 6:46).

 Jesús es llamado Jehová


En este punto los bien entrenados Testigos de Jehová quieren hacer una distinción entre la
palabra Adonai, la cual es “Señor” traducida en la mayoría de Biblias inglesas, y la palabra Jehová
(o Yahweh), también traducida “Señor” en la mayoría de Biblias inglesas. Si usted quiere señalar la
diferencia entre las palabras en la mayoría de las traducciones, cuando el original es Adonai, la palabra
“Señor” aparecerá en letras mayúsculas y minúsculas; cuando la palabra hebrea es Jehová, la palabra
“Señor” aparecerá en letras mayúsculas y minúsculas.
Supongamos que los hipotéticos puntos de los Testigos de Jehová señalen que en todos los versículos que
me he referido hasta ahora se ha utilizado la palabra Adonai y no Jehová. Puesto que los Testigos de
Jehová creen que Jehová es el único nombre verdadero de Dios, cualquier pasaje que aplique el
término Jehová a Cristo concluyentemente desbarataría su teología entera. ¿Existirán tales versículos?
Ciertamente hay. El Salmo 23:1, por ejemplo, dice, “Jehová es mi pastor”. Jesús muy claramente se
aplicó este pasaje a Sí Mismo en Juan 10:11, 14 cuando él dijo, “Yo soy el Buen Pastor”. Y el escritor de
Hebreos también le aplicó este pasaje a Cristo en Hebreos 13:20, cuando él escribió: “Y el Dios de paz
que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto
eterno,” – Jesús nuestro Jehová.
¡En Isaías 6:5, cuando Isaías tuvo la visión del cielo, con el Señor sentado sobre su trono alto y sublime,
él dijo, “…!!Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio
de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos.”. Pero el apóstol
Juan, con respecto a este mismo incidente, escribe que Isaías vio la gloria de Cristo, “y habló acerca de
él” (Jn. 12:41).
En la profecía famosa de Juan el Bautista encontrada en Isaías 40:3, Jesús es llamado Jehová: “Voz que
clama en el desierto: Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios.”.
Y en Jeremías 23:5-6, un texto muy crucial para la doctrina de la justificación por la fe. Este verso
introduce un nombre nuevo para Dios, Jehovah Tsidkenu, “Jehová nuestra justicia”. Note a quienes es
aplicado: “He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como
Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra. [Esta es claramente una profecía mesiánica.]
En sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y este será su nombre con el cual le llamarán:
Jehová, justicia nuestra.” (Jer. 23:5-6).
He aquí hay un pasaje muy familiar, Joel 2:32: “Y todo aquel que invocare el nombre
de Jehová será salvo”. Tanto Hechos 2:21 y Romanos 10:13 citan ese pasaje, aplicándole el
título Jehová a Cristo.

Iglesia de DIOS pentecostal M.I Adonai.

También podría gustarte