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LA CONSTRUCCIÓN DEL ESPACIO


EN LAS VANGUARDIAS
Javier Maderuelo
Universidad de Alcalá

RESUMEN

Sin duda alguna, hoy entendemos que el espacio es un valor artístico indiscutible, sin embargo, ningún
tratado o texto teórico de pintura o escultura, desde Alberti hasta los primeros años del siglo XX, utiliza el
término “espacio” ni como elemento plástico ni como valor artístico. Efectivamente, el espacio no ha sido
considerado, hasta hace mucho, como algo relacionado con el arte. Se trataba de un tema propio de la
filosofía y de ciencias como la matemática y la física, conocimientos en los que el término espacio se uti-
liza con precisión y autoridad desde tiempos remotos.

Palabras clave: Espacio – Vanguardias – Arquitectura – Pintura – Escultura

ABSTRACT

Without a doubt some, today we understand that the space is unquestionable an artistic value, neverthe-
less, no theoretical painting treaty or text or sculpture, from Alberti to the first years of century XX, uses
the term “espacio” neither like plastic element nor like artistic value. Indeed, the space has not been con-
sidered, until long ago, like something related to the art. One was an own subject of the philosophy and
sciences like mathematical and the physics, knowledge in which the term space is used accurately and
authority from remote times.

Keywords: Space – Vanguards – Architecture – Painting – Sculpture

Sin duda alguna, hoy entendemos que el el capítulo segundo de su libro Saber ver la
espacio es un valor artístico indiscutible, sin arquitectura, titulado precisamente “El espa-
embargo, ningún tratado o texto teórico de cio, protagonista de la arquitectura”, se que-
pintura o escultura, desde Alberti hasta los ja: “La ausencia de una historia aceptable de
primeros años del siglo XX, utiliza el término la arquitectura proviene de la falta de habi-
“espacio” ni como elemento plástico ni como tuación en la mayoría de los hombres para
valor artístico. Efectivamente, el espacio no comprender el espacio, y el fracaso de la los
ha sido considerado, hasta hace mucho, historiadores y de los críticos de arquitectura
como algo relacionado con el arte. Se trata- en aplicar y difundir un método coherente
ba de un tema propio de la filosofía y de cien- para el estudio espacial de los edificios.”1
cias como la matemática y la física, conoci-
mientos en los que el término espacio se Es una obviedad tan evidente que la ar-
utiliza con precisión y autoridad desde tiem- quitectura se desarrolla en el espacio que
pos remotos. hasta época muy reciente parece que nadie
había tenido consciencia de ello. Los arqui-
Así, el historiador italiano Bruno Zevi, en tectos trabajaban con los órdenes, los mode-

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los del pasado, las tipologías y, lo mismo que términos en los que se pensaban y erigían
los escultores, dotaban de forma y volumen las obras no eran “espaciales” en el sentido
a la materia, sin que ello supusiera una refle- valorativo en que utilizamos el término en la
xión específica sobre el espacio, que era con- actualidad.
siderado el mero vacío dejado por los volú-
menes construidos o tallados. El espacio era una consecuencia o resi-
duo de la construcción de volúmenes maci-
Los teóricos de la arquitectura habían es- zos o era entendido como un ente abstracto,
tado tan enfrascados en discutir sobre la per- superior a las formas concretas, como un
tinencia de los órdenes, los tipos de ornato, ente superior a la idea de “volumen corpó-
el carácter, la aptitud o la funcionalidad, que reo”, término con el que Wölfflin definió a la
la idea de relacionar arquitectura y espacio arquitectura.
no se ha articulado hasta que el historiador
August Schmarsow, buscando un método ra- Walter Gropius abandonó consciente-
cionalista y científico2 para interpretar la his- mente la idea de una arquitectura basada en
toria del arte, en contra de la idea de Kunst- los estilos, tanto si son tomados de la histo-
wollen de Alois Riegl, define el estilo como un ria como de una interpretación de las formas
concepto espacial.3 naturales, para afrontar la idea de “proyecto”,
es decir de un método de planificación in-
Las ideas de una “ciencia del arte” y de dustrial en el que hay que prever unos resul-
unos “principios fundamentales” atraerá tan- tados precisos. Pensar la arquitectura en tér-
to a Heinrich Wölfflin4 como a Paul Frankl minos de “proyecto” conducirá a una
quienes comenzaron a analizar la arquitectu- tecnificación no sólo de la producción edifi-
ra en términos espaciales, es decir, prestan- catoria sino a una tecnificación del proceso
do atención a la forma de los volúmenes va- creador y de la ideación arquitectónica que
cíos que quedan encerrados entre sus necesitará de un lenguaje abstracto y autó-
muros, y no sólo a la forma maciza de los nomo, de una nueva objetividad.
muros y pilares.5
La base de ese nuevo lenguaje no serán
La idea actual de que el espacio constitu- las formas del pasado sino que se basará en
ye la esencia de la arquitectura es la gran conceptos científico-técnicos, como el espa-
aportación del arte de vanguardia y de la ar- cio que es un ente mensurable, acotable, so-
quitectura del Movimiento Moderno,6 cuyos bre el que se proyectan y desarrollarán las
desarrollos son cronológicamente coinciden- formas constructivas.
tes con las aportaciones de los historiadores.
Que el espacio no haya sido entendido has- Es curioso comprobar cómo, a pesar del
ta entonces como algo esencial de la arqui- interés mostrado por las vanguardias en el
tectura no quiere decir que los arquitectos de espacio y sus cualidades, los manifiestos de
otras épocas no fueran conscientes de que estos movimientos apenas se sirven de esta
con las obras que levantaban estuvieran en- palabra más que de modo casual o acciden-
cerrando o delimitando un espacio concreto tal. De la lectura de los manifiestos y las pro-
y diferenciado, o que los artistas no desarro- clamas vanguardistas se desprende que los
llaran las leyes perspectivas como construc- artistas estaban muy preocupados por la for-
ciones para representar espacios tridimen- ma, la expresión, el color, el plano, la com-
sionales en el plano del cuadro, sino que los posición, la imagen, las texturas... y por pro-

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espacio un tema específico de su teoriza-
ción. Ellos hablan, más bien, de plano, es-
tructura, construcción, imagen, expresión, rit-
mo, peso, composición, movimiento e incluso
mencionan las dimensiones. No hablan ex-
plícitamente del espacio, sin embargo el es-
pacio y la manera de ordenarlo y dividirlo
está presente en el substrato de su trabajo.

Es curioso, por ejemplo, como Paul Klee


en su obra pedagógica Bosquejos pedagógi-
cos7 habla de las “dimensiones”: izquierda,
derecha, arriba, abajo, delante, detrás, dedi-
ca un apartado a lo bidimensional y habla de
la tercera dimensión sin llegar a mencionar
en su esquemático discurso ni una sola vez
la palabra “espacio”.

Cuando Picasso idea una nueva manera


de mirar el mundo y desarrolla la pintura cu-
bista está, también implícitamente, recu-
rriendo a la idea de espacio, aunque él tam-
poco lo mencione expresamente. El propio
término “cubismo” hace referencia al volu-
Figura 1: Pablo Picasso, Cabeza, 1910. men. Frente a la idea de escorzo, por medio
de la que se interpreta la profundidad de los
cuerpos, Picasso va a servirse de la opera-
blemas políticos y sociales relacionados con ción geométrica del “abatimiento” de planos.
el arte, como la producción, la realidad, la El descomponer los cuerpos en supuestos
construcción, el futuro... cubos o figuras prismáticas le permite abatir
sobre el plano de la tela aquellas caras que
Un problema teórico, como fue el de la hubieran quedado en escorzo, de tal mane-
abstracción, es decir, la esencialización de ra que frente, perfil y cubierta de cualquier
las formas reduciéndolas a superficies y co- cuerpo pueden ser contemplados analítica-
lores, exigirá un despojamiento de lo super- mente como vistas frontales que se presen-
fluo, lo que conducirá a fijar la atención en el tan desplegadas simultáneamente ante los
espacio y el tiempo, que serán interpretados ojos del espectador.
por las artes vanguardistas de una manera
elíptica: como superficies, más o menos va- Ciertamente, con este procedimiento Pi-
cías, despojadas de connotaciones (cubis- casso no está creando espacio, ni siquiera
mo) o como efectos de movimiento y veloci- está pintando obras basadas en una idea es-
dad (futurismo). pecífica de espacio, sino utilizando de una
forma creativa un procedimiento de análisis
En cualquier caso, pintores teóricos volumétrico que se remonta a principios del
como Kandinsky o Mondrian no hacen del siglo XIX, cuando el geómetra francés Gas-

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pard Monge8 formula las leyes del sistema muy pocos serían capaces de formular el
diédrico y de la geometría descriptiva.(Figu- principio matemático de los agujeros negros
ra 1) del espacio o el de las leyes de la termodi-
námica que conducen a pronosticar la velo-
Hacia 1911, algunos pintores próximos al cidad de expansión del universo, lo que no
cubismo, tales como Albert Gleizes, Fernand es un impedimento para que estos temas, de
Leger, Francis Picabia y algunos escritores indudable actualidad periodística, no preo-
como Ribemont-Dessaignes y Guillaume cupen y exciten la curiosidad y motiven la
Apollinaire, formarán el círculo de Puteaux, creatividad de algún artista que, sin necesi-
en torno al atelier que los hermanos Du- dad de conocer los secretos de las matemá-
champ poseían en el suburbio de París de ticas superiores, se pueda servir de su intui-
ese nombre, donde se reunirán los domingos ción creadora sobre estos arcanos para
para discutir sobre temas como la sección realizar su obra artística.
áurea o las posibilidades de la matemática
no euclidiana que, a mediados del siglo XIX Tal vez el “manifiesto” vanguardista en el
habían planteado Nicolai Lobachevski y que más claramente se hace evidente la vo-
Bernhard Riemann. Es decir, se reunían para luntad de una ruptura con el pasado y la ne-
discutir sobre la idea de imaginar las posibi- cesidad de adentrarse en una “nueva di-
lidades plásticas de un espacio de “n” di- mensión” para afrontar el porvenir, sea el
mensiones. Manifesto tecnico della scultura futurista.9 En
él Boccioni reclama el abandono del antro-
Se ha resaltado, con ánimo de reproche pomorfismo y, particularmente, del desnudo,
y descalificación la mayoría de las veces, de los materiales tradicionales y de los gé-
que aquellos artistas cubistas no estaban en neros habituales de la estatua y el monu-
disposición de comprender problemas mate- mento. El nuevo objetivo de la escultura se-
máticos como el de las “funciones de varia- ría hacer evidentes el ritmo, el movimiento,
ble compleja” analizadas por Riemann, lo las “líneas fuerza” y la “compenetración” o in-
cual es verdad, de la misma manera que hoy teracción de los objetos con su entorno, ge-

Figura 2: Umberto Boccioni, Desarrollo de una botella en el espacio, 1912.

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quitectónico, y no sólo como construcción de
masas, sino de suerte que el bloque escultó-
rico comprenda en sí los elementos arqui-
tectónicos del ambiente escultórico en el
que vive el sujeto. Nosotros ofrecemos, na-
turalmente, una escultura de ambiente.”10

Es necesario llamar la atención sobre al-


gunas frases de este texto, como: “planos at-
mosféricos que unen y desunen las cosas”;
“extensión en el espacio” y “escultura de
ambiente”11, ya que estas tres frases rodean
la idea de espacio como objetivo del nuevo
arte a través de los eufemismos: “planos at-
mosféricos” o “ambiente”, cuando no con la
utilización de la propia palabra “espacio” que,
aunque tímidamente, es conjurada ya explí-
citamente en el texto. Las primeras escultu-
ras de Boccioni, hoy perdidas, intentaban
responder a estas ideas. Eran una especie
Figura 3: Lázló Moholy-Nagy, Modulador lumínico espa- de construcciones en yeso y otros materiales
cial, 1922.
que pretendían mostrar las nociones de in-
terpenetración de los volúmenes, de los pla-
nerando una especie de arquitectura espa- nos y del “espacio circundante”. La prematu-
cial dinámica. (Figura 2) ra muerte del artista, el 17 de agosto de
1916, durante unas maniobras militares en
Aunque la voluntad de Boccioni está Verona, ha impedido que pudiera desarrollar
puesta en desarrollar las ideas de ritmo, mo- estas ideas pero las escasas obras que nos
vimiento y dinamismo, vaticina en su Mani- ha legado nos indican el camino que podían
festo: “La nueva plástica será, pues, la tra- haber seguido.
ducción en yeso, en bronce, en cristal, en
madera o en cualquier otra materia, de los Más que contener las formas en un perí-
planos atmosféricos que unen y desunen las metro por medio del modelado (tema que
cosas.” Y añade poco más adelante: “La es- execra en su Manifesto sirviéndose de un
cultura debe, por tanto, dar vida a los obje- ataque frontal contra Miguel Ángel), lo que
tos, haciendo sensible, sistemática y plásti- pretende Boccioni es, por el contrario, desa-
ca su extensión en el espacio, puesto que ya rrollar o, si se quiere, desbordar las formas
nadie puede dudar de que un objeto termina en el espacio, en cuanto a entorno o am-
donde otro comienza y de que no existe biente.
nada, sea botella, automóvil, casa, árbol o
camino, que al circular nuestro cuerpo no lo A pesar de su interés por separarse de
corte y lo seccione con un arabesco de redes las ideas de estatua y de monumento, sus
curvas.” Para añadir, algo más adelante, una obras siguen inevitablemente atadas al mun-
definición con estas palabras “...la escultura do de los objetos y las figuras y, por tanto, a
futurista, cuyo fundamento habrá de ser ar- los volúmenes que éstos poseen. Será ne-

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cesario dar un paso más, desembarazarse procedimientos tradicionales de tallar, escul-


de la representación objetual y abrazar la pir o modelar, que conciernen directamente
ideación de entes abstractos, carentes de a la figura, a la masa, a la concreción de un
materialidad objetiva, para poder empezar a volumen pesado y estático, por el acto de
pensar en términos estrictamente espaciales, construir.
es decir en obras sin masa, sin perímetro
concreto. La idea de que la obra se construye apa-
reja la necesidad de apoyar unos materiales
Casi como si quisiera materializar las sobre otros, de ensamblar y encajar diferen-
ideas de Boccioni, el húngaro Lázló Moholy- tes materiales, lo que conduce a la elabora-
Nagy, partiendo de presupuestos constructi- ción de un “proyecto” de construcción en el
vistas, va a crear una obra, ideada en 1922 que las piezas se han de plantear previa-
y construida en 1930, que responde al uso mente, se han de medir y acotar para su per-
de nuevos materiales, al trabajo con planos fecto aparejo.
y líneas de fuerza, a dotar de vida a la mate-
ria y a desvelar el espacio ambiental que ro- Por medio de los actos de proyectar y
dea a la obra. (Figura 3) Esta obra, titulada construir objetos que se desarrollan en tres
“Modulador lumínico espacial”, está formada dimensiones los artistas empiezan a tomar
por una serie de varillas y láminas metálicas consciencia de que el protagonista de la es-
perforadas, carentes de sentido figurativo, cultura no es la forma, que puede ser muta-
que giran lentamente por medio de un motor ble y cambiante, como reclaman los futuris-
eléctrico. Unos focos, convenientemente co- tas, ni los materiales, que son meros medios,
locados, proyectan sombras sobre las pare- ni las figuras, que han sido desterradas por
des. Estas sombras, cambiantes con el giro la abstracción. Los protagonistas son el es-
de la obra, comprometen al espacio circun- pacio y el tiempo.
dante.
Así lo exponen Naum Gabo y Antoine
Pero, volvamos unos pocos años atrás Pevsner en su Manifiesto realista12, donde,
para mostrar de qué manera ha presentado tras renegar del cubismo, por quedarse en el
el constructivismo el problema del espacio. mero análisis, y del futurismo, por imitar “el
Los experimentos con la descomposición en reflejo óptico”, proclaman: “El espacio y el
planos de las figuras, iniciados por el cubis- tiempo han nacido hoy para nosotros. El es-
mo, y la inclusión del movimiento y la veloci- pacio y el tiempo son las únicas formas so-
dad del futurismo sembrarán en la Rusia pre- bre las que se construye la vida, y, por lo tan-
rrevolucionaria el germen de lo que empezó to, sobre las que se debe construir el arte.”
llamándose “cubofuturismo”, primer paso
para generar el “constructivismo”, el “supre- Tras esta radical declaración de princi-
matismo” y otras vertientes, como el “utilita- pios desarrollan cinco puntos. En los puntos
rismo” de Tatlin o el “realismo” de Naum tercero y cuarto siguen diciendo:
Gabo y su hermano Antoine Pevsner.
“3. Renunciamos al volumen como una
En todos estos movimientos constructi- forma pictórica y plástica del espacio; no es
vistas se ha abandonado la idea de repre- posible medir el espacio en volúmenes,
sentar objetos y se ha abrazado la abstrac- como no es posible medir el líquido en me-
ción pero, sobre todo, se han sustituido los tros: fijémonos en nuestro espacio... ¿Qué

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Figura 4: Naum Gabo: Ilustración al texto Escultura: tallar y construir en el espacio, repro-
ducido en: CHIPP, H.B.: Teorías del arte contemporáneo. Fuentes artísticas y opiniones crí-
ticas, Akal, Torrejón de Ardoz, 1995.

otra cosa es sino una profundidad continua? trará convenientemente su completo signifi-
cado. Así, en un texto del año 1937, que se
Afirmamos que la profundidad es la úni- presenta con el significativo título “Escultura:
ca forma pictórica y plástica del espacio. tallar y construir en el espacio” argumenta
las cualidades de la escultura constructivis-
4. Renunciamos, en la escultura, a la ta en tres puntos: I Materiales y formas, II
masa como elemento escultórico. Todo inge- Espacio y III Emoción.
niero sabe que las fuerzas estáticas de un
cuerpo sólido, así como su resistencia mate- Nos vamos a detener un momento sólo
rial, no dependen de la cantidad de masa ... en la segunda, donde dice:
; por ejemplo un raíl, una viga maestra, etc.
“Como se aprecia en la ilustración, (Fi-
Pero vosotros, escultores de toda clase y gura 4) los dos cubos muestran la diferencia
condición, todavía aceptáis el viejísimo pre- fundamental entre los dos tipos de represen-
juicio de que no es posible liberar el volumen tación del mismo objeto, uno correspondien-
de la masa. Aquí (en esta exposición) toma- te a la talla y otro a la construcción. Lo que
mos cuatro planos y construimos con ellos el principalmente les distingue se halla en los
mismo volumen que si se tratase de una diferentes métodos de ejecución y en los di-
masa de cuatro toneladas. ferentes centros de interés. El primero re-
presenta el volumen de una masa; el segun-
Devolvemos así a la escultura la línea do, el espacio en que la masa existe como
como una dirección, con lo que afirmamos hecho visible. El volumen de la masa y de
que la profundidad es la forma del espacio.”13 espacio no son escultóricamente la misma
cosa. Sin duda, se trata de dos materiales
Esta última frase: “la profundidad es la distintos. Debe quedar claro que yo no utili-
forma del espacio” podría parecer otra bra- zo esos dos términos en su profundo sentido
vuconada de tipo futurista, otra frase inge- filosófico. Quiero decir dos cosas concretas
niosa más en el discurso revolucionario de con las que entramos en contacto cada día.
las artes, si no fuera porque Gabo, tanto con Dos cosas obvias, masa y espacio, ambas
su obra como con posteriores escritos ilus- concretas y mensurables.

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Figura 5: Vladimir Tatlin, Relieve de rincón complejo, 1915.

Hasta ahora, los escultores han preferido formando un bloque macizo y construir con
la masa y dejado aparte o prestado poca planos las líneas que determinan el espacio
atención a un componente tan importante de vacío y presente de un cubo del mismo volu-
la masa como es el espacio. Éste les ha in- men.
teresado sólo como un lugar en el que los
volúmenes pueden ser situados o proyecta- Entre otros, hay dos artistas constructi-
dos. Tenía que rodear a la masas. Nosotros vistas que en esos momentos tomarán clara
consideramos al espacio desde un punto de conciencia del espacio como valor artístico,
vista totalmente distinto. Lo consideramos estos son Vladimir Tatlin y El Lissitzky. (Figu-
como un elemento escultórico absoluto, libe- ra 5) En 1915 Vladimir Tatlin se sirve del die-
rado de todo volumen cerrado, y lo repre- dro que forman el rincón entre dos paredes
sentamos desde su interior, con sus propie- para construir en él unos relieves (¿escultu-
dades específicas.”14 ras?) que cuelgan físicamente de ellas, ex-
tendiéndose por el espacio que configuran
La ilustración a la que se refiere Naum las paredes. Por su parte, El Lissitzky (Figu-
Gabo es perfectamente explícita de la dife- ra 6) va a ir más lejos al construir su obra
rencia que él establece entre tallar un cubo como un espacio real, realizando una habi-

Figura 6: El Lissitzky, Espacio Proun, 1923.

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tación vacía en la que los acontecimientos necesidades, por medio de un sistema ele-
plásticos son las paredes que configuran la mental de estructuración. Ya no queremos el
obra, pero siendo la obra el conjunto, es de- espacio cual ataúd pintado para nuestro
cir, la totalidad del espacio y no sólo de los cuerpo vivo.”15
elementos que se han colocado en las pare-
des. Todos los elementos de este espacio
construido por El Lissitzky: figuras geométri-
Si se dudaba entonces, como demues- cas (prisma, cubo y esfera), relieves, líneas,
tran las críticas de la época y la propia de- superficies coloreadas (negro, blanco, gris y
fensa de los artistas, de que las construccio- madera), han sido ideadas y “proyectadas”
nes con cables que ensartan planos de como una “gestaltung” que pretende confi-
Tatlin, a pesar de ser relieves que ocupan y gurar un verdadero espacio, es decir, que
ponen en evidencia una parte del espacio, pretende organizar el volumen para conferir
más concretamente, un rincón, o las cons- un carácter a una caja-cubo inerte que, se-
trucciones de Naum Gabo, con sus hilos de- gún El Lissitzky, carecía de “forma” previa.
terminando el espacio transparente y vacío
que encierran entre ellos, fueran esculturas, En ese mismo manifiesto donde explica
la obra de El Lissitzky carecía por completo la construcción de su espacio proun El Lis-
de posible clasificación entre las artes ya que sitzky proclama: “Esto significa que la pared
no era ni pintura, ni escultura, ni arquitectu- no puede concebirse como cuadro = pintura.
ra, aunque participaba de las cualidades de ‘Pintar’ paredes o colgar cuadros de la pared
estas tres artes. Esta particularidad le con- son acciones igualmente erróneas. El nuevo
duce a su autor a denominar a sus obras con espacio no necesita y no quiere cuadros -no
otro término que el bautizó como Proun. es un cuadro traspuesto de superficies-. Eso
explica la hostilidad de los pintores de cua-
En julio de 1923 El Lissitzky tuvo la opor- dros en contra nuestra: destruimos la pared
tunidad de mostrar su idea espacial de obra como meridiano para sus cuadros.”16
de arte proun cuando transformó el cubículo
que le habían concedido para exponer en la Ciertamente, tanto Naum Gabo como El
“Gran Exposición de Arte de Berlín”, con mo- Lissitzky en los textos que estoy mencionan-
tivo de esta exposición escribió el texto titu- do, como otros muchos artistas constructi-
lado “Prounenraum” del que quiero destacar vistas, se quejan de los ataques que están
algunas frases: propinando críticos y artistas contra su obra.
No es una paranoia. El 15 de octubre de
“Espacio: lo que no se mira por el ojo de 1924 André Breton publicó el primer Mani-
la cerradura, ni por la puerta abierta. El es- fiesto del Surrealismo, un texto y unas ideas
pacio no existe sólo para la vista, no es cua- que, siguiendo las teorías psíquicas de Sig-
dro; se quiere vivir en él. (...) mund Freud, ejercerán una enorme influen-
cia sobre el arte de las siguientes décadas.
El espacio debe existir para el hombre - Como es lógico, el espacio, con su carga de
no el hombre para el espacio. Los metros cú- realidad física, no tiene cabida en un mundo
bicos que el hombre necesita para el des- onírico o psicológico.
canso, el trabajo y la vida social han de
transformarse en una unidad, y esta unidad Con todo, un artista próximo al surrealis-
ha de ser permanentemente móvil, según las mo, Alberto Giacometti, intenta desarrollar un

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lini; mientras que las diversas ramas del


constructivismo quedaron arrinconadas en
las catacumbas del posleninismo. Las expe-
riencias de la Bauhaus seguirán con dificul-
tades sus trabajos sobre la forma hasta que
en 1933 son obligados a disolverse como
institución, pasando la mayoría de sus miem-
bros activos a refugiarse en los Estados Uni-
dos.

Así las cosas, las investigaciones y con-


quistas sobre el espacio quedarán semiolvi-
dadas y buena parte de los experimentos
vanguardistas del constructivismo, que habí-
an sido brillantemente enunciados, no logra-
rán desarrollarse plenamente.

Un investigador nato, como era Picasso,


sin embargo, no se va a dormir en los laure-
les. En 1928 aceptó un encargo del Ayunta-
miento de París para realizar un monumento
a su amigo, el poeta y primer teórico del cu-
Figura 7: Pablo Picasso y Julio González, Construcción, bismo, Guillaume Apollinaire. Para resolver
1928-29.
este encargo solicitará la ayuda de otro ami-
tipo de escultura del espacio17. Para conse- go, Julio González, que conoce la entonces
guirlo pretende liberar a la escultura de su novedosa técnica de la soldadura autógena,
aspecto de masa pesada recurriendo a los que está empezando a utilizar en sus traba-
modelos del primitivo arte etrusco que sitúa jos de escultura.
en estructuras y plataformas que destacan el
entorno de la figura pero, desde el punto de La soldadura permite hacer con el hierro
vista de lo espacial, sus obras no consiguen lo que la cola con el papel. En este sentido
pasar de ser hermosas estatuas muy estili- podríamos decir que Julio González está em-
zadas. pezando a hacer collages con recortes de
hierro, tales como varillas, tubos, pletinas y
De entre todas las luchas y rivalidades planchas de desecho, tal y como Picasso y
entre cubistas, futuristas, constructivistas, ex- Braque hacían con papeles pintados, hojas
presionistas, dadaístas y surrealistas, serán de periódicos y partituras. (Figura 7)
los últimos quienes ganen la batalla de las
vanguardia oficialista, de tal manera que los En octubre de 1928 Julio González, si-
cubistas, una vez convertido Picasso al or- guiendo las instrucciones y dibujos de Pi-
den de un nuevo clasicismo, se quedan en casso, había construido al menos cuatro mo-
poco más que meros decoradores; los futu- delos de alambre soldado para este
ristas, con la velocidad que caracterizó sus monumento.
obras, se convirtieron al nuevo credo metafí-
sico auspiciado por el patriotismo de Musso- Por su parte, el fotógrafo Brassaï nos ha-

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bla de la existencia de “numerosas escultu- enunciada en un conocido texto que escribió
ras de alambre (...) construcciones rectilíne- Julio González entre 1931 y 1932,20 como
as, geométricas, tridimensionales.” que “se consecuencia de su colaboración con Picas-
podían haber considerado como el trabajo de so. En él nos avanza algunos de los ejes de
cualquier ‘constructivista’, si no se hubiera cómo recuperar el espacio como tema esen-
adivinado en cada uno de ellos el cuerpo hu- cial de la escultura. Aunque en el texto pare-
mano.”18 ce referirse a la obra de Picasso, lo que
hace, en realidad, es valerse de la autoridad
La técnica de la soldadura autógena em- y notoriedad de su amigo para ensayar los
pleada por Julio González nos permitiría ha- postulados teóricos de su propio trabajo.
blar, efectivamente, de unas construcciones
en hierro, pero las finas varillas que constru- Para González el problema que debe su-
yen estas obras, sin masa ni volumen, son perar la escultura no reside en cuestiones de
como los trazos de un dibujo que Picasso armonía o equilibrio, cualidades que, por otra
hubiera realizado extendiendo la punta del parte, definen al arte clásico, sino en conse-
lapicero fuera del papel para recorrer el es- guir un “matrimonio entre material y espacio,
pacio tridimensional. Las varillas en el espa- a través de la unión de formas reales con for-
cio marcan contornos de figuras vacías y mas imaginarias, obtenidas o sugeridas por
permiten que la vista atraviese estos contor-
nos pudiendo contemplar el espacio entre
ellas y a través de ellas.

De la misma manera que el trazo lineal


insinúa sobre el papel cuál es el interior y
cuál el exterior, las varillas de estas escultu-
ras sugieren las cualidades del espacio sin
necesidad de rellenarlo. La falta de opacidad,
por otra parte, hace que desde cada punto
de vista la obra cambie de perfiles y el dibu-
jo cobre nuevas siluetas. Este fenómeno ha
sido descrito muy claramente en las escultu-
ras de Julio González por Josephine Withers
con las siguientes palabras: “...lo que atrapa
al ojo es el modo en que las relaciones es-
paciales de estos planos y de la silueta total
constantemente cambian según vamos mo-
viéndonos en torno a la obra.”19

El contacto profesional de Julio González


con Picasso, como constructor de los mode-
los del Monumento a Apollinaire, le permitió
comprender las posibilidades de lo que él de-
nominó: “dibujar en el espacio”.

Esta idea de “dibujar en el espacio” fue Figura 8: Julio González, Bailarina llamada el ángel,

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puntos establecidos, o por medio de perfora- fragmentos de chatarra inespecíficos, restos


ciones.”21 (Figura 8) industriales, que debidamente manipulados,
trabajados y ensamblados proporcionarán un
El material moderno al que recurrirá Julio aspecto inédito y unas posibilidades insos-
González es el hierro, más concretamente, pechadas a su escultura. El otro elemento es
el espacio. El espacio en su obra toma cuer-
po y adquiere forma palpable con ayuda de

NOTAS (1ª ed. en alemán, Leipzig en 1914), nifiesto realista”, reproducido en:
en cuya primera parte se habla ex- CHIPP, Herchel B.: Teorías del arte
1
Bruno Zevi, Saber ver la arqui- presamente en términos espaciales. contemporáneo. Fuentes artísticas y
tectura, Poseidón, Barcelona, 19814 6
Véanse las teorías al respecto opiniones críticas, Akal, Torrejón de
(1ª ed. en italiano, 1951), pág. 19. de Sigfried Giedion en: Espacio, Ardoz, 1995. (1ª ed. en inglés,
2
Werner Weisbach comenta que tiempo y arquitectura. El futuro de 1968), págs. 350-355. Existen otras
“asombraba a sus alumnos con fór- una nueva tradición, Dossat, Madrid, versiones en español que difieren en
mulas matemáticas”. Citado en: BA- 1980 (1ª ed. en inglés, 1941), págs. algunos puntos en la redacción pero
ZIN, Germain, Histoire de l’histoire 28-29 et alt. no en el uso del término espacio y
7
de l’art de Vasari à nos jours, Albin Véase: KLEE, Paul, Bases para de los conceptos que en él se trans-
Michel, París, 1986, pág. 533. la estructuración del arte, Premià, miten. Estas diferencias se deben
3
La idea de espacio como herra- Méjico, 1978, 19852. (1ª ed. en ale- fundamentalmente a que el texto fue
mienta historiográfica aparece ya mán: Pädagogisches Skizzenbuch, escrito en ruso y traducido a otros
formada en: SCHMARSOW, August, 1925). idiomas, de los que se ha vertido al
8
Das Wesen der architektonische Matemático fundador de l’Ecole español. Véase también: AA.VV.:
Schöpfung, Leipzig, 1884; —, Polytecnique de París. Constructivismo, A. Corazón, Ma-
9
Grundbegriffe der Kunstwissenschaft Firmado por Umberto Boccioni drid, 1972, págs. 63-69. DE MICHE-
am Übergrand..., Leipzig y Berlín, en Milán el 12 de abril de 1912 y pu- LI, Mario: Las vanguardias artísticas
1905. blicado en el nº 13 de la revista La- del siglo XX, Alianza, Madrid, 1979,
4
WÖLFFLIN, Heinrich, Concep- cerba al año siguiente. 199914 (1ª ed. en italiano, 1966),
10
tos fundamentales de la Historia del Boccioni, Umberto, “Manifesto págs 325-328. CIRLOT, Lourdes
Arte, Óptima, Barcelona, 2002 (1ª tecnico della scultura futurista”, re- (ed.): Primeras vanguardias artísti-
ed. en alemán, Munich, 1915). producido fotográficamente en: cas. Textos y documentos, Labor,
5
Véase: WÖLFFLIN, Heinrich, AA.VV., Qu’est-ce que la sculpture Barcelona, 1993, págs. 212-218.
Conceptos fundamentales..., op. cit., moderne?, Centre Georges Pompi- GONZÁLEZ, Ángel; CALVO SE-
donde se analiza la polaridad entre dou, París, 1986, págs. 340-341. RRALLER, Francisco; MARCHÁN,
11
superficie y profundidad. FRANKL, Esta última frase aparece en Simón (eds.): Escritos de arte y van-
P., Principios fundamentales de la negrita en el texto original. guardia 1910/1945, Istmo, Tres Can-
12
Historia de la Arquitectura. El desa- Firmado en Moscú el 5 de tos, 1999, págs. 300-304.
14
rrollo de la arquitectura europea: agosto de 1920. GABO, Naum: “Escultura: tallar
13
1420-1900, Gustavo Gili, Barcelona, GABO, N.; PEVSNER, N.: “Ma- y construir en el espacio”, reproduci-

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do en: CHIPP, Herchel B.: Teorías pacio; publicado en: Alberto Giaco- 1978, p. 61.
20
del arte contemporáneo. Fuentes ar- metti, Exhibition of Sculptures, Nue- GONZÁLEZ, Julio: “Picasso
tísticas y opiniones críticas, Akal, To- va York, 1948, p. 36. Citado por: sculpteur”, en: AA.VV., Qu’est-ce
rrejón de Ardoz, 1995. (1ª ed. en in- WITHERS, Josephine: Julio Gonzá- que la sculpture moderne?, Centre
glés, 1968), págs. 357-358. lez: Sculpture in Iron, New York Uni- Georges Pompidou, París, 1986,
15
Reproducido en: GONZÁLEZ, versity Press, Nueva York, 1978, p. págs. 369-372. Este texto, escrito en
Ángel; CALVO SERRALLER, Fran- 104. francés, ha permanecido inédito
18
cisco; MARCHÁN, Simón (eds.): Es- BRASSAï: Gespräche mit Pi- hasta que fue publicado por Josep-
critos de arte y vanguardia casso, Hamburgo, 1966, pág. 125. hine Withers en 1978, bajo el título
1910/1945, Istmo, Tres Cantos, Citado en: LICHTENSTERN, Chris- “Picasso sculpteur et les cathédra-
1999, págs. 334-335. ta: Pablo Picasso. Monumento a les”, en: WITHERS, Josephine: Julio
16
GONZÁLEZ, Ángel, op.cit., pág. Apollinaire. Proyecto para la huma- González, op.cit., págs. 131-144.
21
335. nización del espacio, Siglo XXI, Mé- GONZÁLEZ, Julio: “Picasso
17
En una carta de Alberto Giaco- jico, 1996. (1ª ed. en alemán, 1988), sculpteur”, en: AA.VV., Qu’est-ce
metti a Pierre Matisse le indica que pág. 22. que la sculpture moderne?, Centre
19
las figuras para él no son masas WITHERS, Josephine: Julio Georges Pompidou, París, 1986, p.
compactas sino construcciones González: Sculpture in Iron, New 370.
22
transparentes: esqueletos en el es- York University Press, Nueva York, Citado por: RITCHIE, Andreu

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