Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Lavoie presenta una analogía en la que nos propone pensar la autoestima como fichas de
póker. Un alumno que tiene una buena autoestima posee muchas fichas. Si tiene una autoestima
pobre, baja, posee pocas fichas. Cada vez que algo bueno le pasa a un niño ( lo nombran capitán
del equipo de fútbol, saca buenas notas, lo dejan jugar en el recreo) gana fichas. Hay niños que
tienen muchas fichas, asisten a la escuela con un bolso con 50 mil fichas, están seguros de sí
mismos y reciben muchas gratificaciones de su entorno. En cambio hay otros niños que solo tienen
25 fichas nunca se han destacado en ninguna actividad, ni obtenido buenas notas, y por esto no
reciben tampoco gratificaciones, es decir tienen pocas fichas y pocas posibilidades de
aumentarlas. Estos alumnos, no se animan a arriesgar una respuesta, a ofrecerse para hacer un
ejercicio, por temor al error. Al tener pocas fichas, si llegaran a equivocarse estarían perdiendo
aún más fichas. Por el contrario, el alumno que tiene muchas fichas se anima a más, porque si
pierde unas pocas fichas, no le representará una gran desventaja en su haber. Nuestra tarea como
educadores consiste en dar a los niños la mayor cantidad posible de fichas. ¿Cómo lo hacemos?
- Mostrando valor y aprecio por lo que cada persona es, más allá de lo que dice o hace.
Se trata de transmitir al otro una idea poderosa que tiene la capacidad de ver más allá
de la circunstancia concreta. La idea que transmitimos (aunque no necesariamente
con palabras), es: “me importás vos, quiero lo mejor para vos”. Me importás vos, y
por eso te corrijo, me importás vos, y por eso te exijo, me importás vos, y por eso te
escucho con atención.
- Encontrando en cada niño lo que Broocks denomina “la isla de competencia” se trata
de descubrir esa cosa que el niño hace bien y hacer de eso una gran cosa, celebrarlo.
Por ej: supongamos que tenemos en clase un niño con problemas de conducta, pero
que es ordenado y cuida sus cosas, aprovechamos esta cualidad y la destacamos
delante del grupo diciendo:- Como Juan es el más ordenado (o bien, uno de los más
ordenados) de la clase, va a ser mi secretario. El orden en este caso va a ser la isla,
nuestro punto de partida, con esa actitud le estaremos dando fichas de autoestima
que él podrá utilizar más adelante en otros terrenos. La autoconfianza no se da en
todos los terrenos del niño, ya que puede tener confianza en sí mismo en un área y no
en otra. Sin embargo al aumentar su autoconfianza en un terreno hacemos que sienta
que es capaz de destacarse, su autoestima mejora y probablemente lo intente en
otros aspectos.
Veamos algunas oportunidades de intervención del docente: Cuando un alumno se burla de otro:
es importante no dejar pasar, exigirle que pida disculpas y algún acto de reparación a la medida de
la ofensa (mañana se sientan juntos, o traes escrito una frase en la que exprese una cosa positiva
de tu compañero, o pensas algo bueno para hacer por el esta semanaCuando el maltrato es
generalizado: trabajar con los alumnos la cultura del respeto al otro y la tolerancia. Enfatizar en
que las diferencias nos hacen especiales y complementariosAnte las faltas de respeto entre
alumnos o las agresiones: tolerancia cero. .) El respeto en todas las direcciones (docente-aumno,
alumno-docente y alumnos entre sí) debe ser una regla de conivencia básica no negociable.
Además de intervenir frente a conductas negativas, es deseable que como docentes, fomentemos
interacciones positivas. Algunas acciones cotidianas en las que podemos hacerlo son:
Todo padre ve a sus hijos a través de un conjunto de filtros que proceden de las experiencias
pasadas, las necesidades personales, los valores culturales. Todos estos filtros se combinan para
formar una red de expectativas que se transforman en las varas con se miden a los niños y estas
expectativas deben ser pulidas por los padres. Cuando sus expectativas no se ajustan a su hijo ni a
su etapa de crecimiento los padres suelen sentirse decepcionados y cuando el niño se da cuenta
de que lo están, pierde el respeto y la confianza en sí mismo.
Podemos pensar ¿Qué puedo hacer yo como docente si sus padres no esperan nada de él, o peor
aún si solo esperan cosas negativas?. Cuantas veces escuchamos: “él es así, siempre trae
problemas”, hablando de su hijo como si fuera un caso perdido.
Frente a esto tenemos nuevamente que revalorizar nuestro rol docente y confiar en el peso de
nuestra forma de actuar frente a los padres.
El afecto con que los recibimos, la mirada libre de juicios, el tono de voz y las palabras que
utilizamos pueden ayudar a los padres a:
- si evitamos los prejuicios sobre los padres, siendo conscientes de que es más lo que no
conocemos, que lo que conocemos sobre la historia y circunstancias familiares.
Intervención desfavorable:
El docente dice El padre piensa/siente El padre actúa posiblemente
Su hijo es demasiado inquieto Mi hijo es impresentable. Retando con enojo y exigiendo
y me desordena toda la clase. Mi hijo me ha hecho quedar un cambio de conducta, sin
mal delante de la maestra dar orientaciones o ayudas
Le pido que lo haga tomar Ya me escuchará mi hijo precisas
conciencia de esto. cuando vuelva Amenazando a su hijo
Intervención favorable:
El docente dice El padre piensa/siente El padre actúa posiblemente
Pablo es muy inteligente y Mi hijo es capaz de lograrlo Transmitiendo expectativa
activo, y estoy convencido de Mi hijo me necesita positiva
que puede superarse en el Comprometiéndose con las
respeto de algunas normas del acciones solicitadas
el aula. Yo soy capaz de hacer algo
Estoy seguro que ustedes bueno por él
pueden ayudarlo en este
proceso.
Veamos qué acciones
concretas podemos realizar
ustedes y yo, para que logre lo
que necesitamos.
Además de favorecer la autoestima familiar, generando confianza de los padres hacia sí mismos y
de los padres hacia el hijo, podemos colaborar también, generando confianza desde el niño o
adolescente hacia sus padres.
Para esto es necesario partir de hechos concretos que uno tuvo ocasión de observar, o bien
expresar pensamientos y sentimientos positivos que imaginamos que con probabilidad pueden
existir en los padres y verbalizarlos.
Algunas frases que ejemplifican esta intención de construir autoestima familiar en el sentido hijo-
padres son:
SUGERENCIA: Elige 2 alumnos que consideres tienen baja autoestima y realiza 2 acciones
semanales para fortalecer esta dimensión.
FRASE:
RECURSOS: