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Una mirada hacia afuera sobre Autoestima

Una cuestión de espejos y fichas

La autoestima y el sistema de espejos

La autoestima de los niños se construye siempre en base a la mirada del otro. Su


autoestima funciona a manera de espejo, depende casi exclusivamente de lo que su entorno
refleja. El niño no tiene la madurez psicológica necesaria para que su autoconcepto (lo que piensa
de sí mismo) sea independiente de lo que los demás piensan de él. Los adultos en cambio
podemos relativizar la opinión de los demás. Por ej: si a un adulto su jefe le dice: “Sos un inútil, no
servís para nada”, esta persona puede sentirse mal pero también puede pensar “eso no es así yo
soy capaz, si bien no soy perfecto y cometo errores”. En el niño la correlación es directa: si los
padres dicen “sos un inútil”, el niño piensa “ soy un inútil”. El trato cotidiano transmite al niño o al
joven ideas sobre sí mismo y sentimientos de valía o disvalía, agrado o desagrado sobre su propia
persona. El educando se valora, tal y como ha sido valorado por las personas que le rodean, en
especial las más importantes para él, entre las que se cuentan habitualmente padres y familiares,
y docentes. Por estoo debemos tomar conciencia del enorme peso que tienen las expectativas que
tenemos sobre nuestros alumnos. Lo que yo pienso o espero como docente de este niño o
adolescente tiene un impacto directo sobre lo que él piensa y espera de sí mismo. Nuestras
palabras tienen un poder inmenso sobre ellos.

Veamos ahora como podemos trabajar la autoestima de nuestros alumnos pensando en


tres ejes de acción posibles:

 La relación docente- alumno


 La relación alumno-alumno
 La relación familia alumno

Relación docente-alumno: nuestra mirada como espejo¿Como podemos edificar la autoestima de


nuestros alumnos?

Lavoie presenta una analogía en la que nos propone pensar la autoestima como fichas de
póker. Un alumno que tiene una buena autoestima posee muchas fichas. Si tiene una autoestima
pobre, baja, posee pocas fichas. Cada vez que algo bueno le pasa a un niño ( lo nombran capitán
del equipo de fútbol, saca buenas notas, lo dejan jugar en el recreo) gana fichas. Hay niños que
tienen muchas fichas, asisten a la escuela con un bolso con 50 mil fichas, están seguros de sí
mismos y reciben muchas gratificaciones de su entorno. En cambio hay otros niños que solo tienen
25 fichas nunca se han destacado en ninguna actividad, ni obtenido buenas notas, y por esto no
reciben tampoco gratificaciones, es decir tienen pocas fichas y pocas posibilidades de
aumentarlas. Estos alumnos, no se animan a arriesgar una respuesta, a ofrecerse para hacer un
ejercicio, por temor al error. Al tener pocas fichas, si llegaran a equivocarse estarían perdiendo
aún más fichas. Por el contrario, el alumno que tiene muchas fichas se anima a más, porque si
pierde unas pocas fichas, no le representará una gran desventaja en su haber. Nuestra tarea como
educadores consiste en dar a los niños la mayor cantidad posible de fichas. ¿Cómo lo hacemos?

- Mostrando valor y aprecio por lo que cada persona es, más allá de lo que dice o hace.
Se trata de transmitir al otro una idea poderosa que tiene la capacidad de ver más allá
de la circunstancia concreta. La idea que transmitimos (aunque no necesariamente
con palabras), es: “me importás vos, quiero lo mejor para vos”. Me importás vos, y
por eso te corrijo, me importás vos, y por eso te exijo, me importás vos, y por eso te
escucho con atención.

- Encontrando en cada niño lo que Broocks denomina “la isla de competencia” se trata
de descubrir esa cosa que el niño hace bien y hacer de eso una gran cosa, celebrarlo.
Por ej: supongamos que tenemos en clase un niño con problemas de conducta, pero
que es ordenado y cuida sus cosas, aprovechamos esta cualidad y la destacamos
delante del grupo diciendo:- Como Juan es el más ordenado (o bien, uno de los más
ordenados) de la clase, va a ser mi secretario. El orden en este caso va a ser la isla,
nuestro punto de partida, con esa actitud le estaremos dando fichas de autoestima
que él podrá utilizar más adelante en otros terrenos. La autoconfianza no se da en
todos los terrenos del niño, ya que puede tener confianza en sí mismo en un área y no
en otra. Sin embargo al aumentar su autoconfianza en un terreno hacemos que sienta
que es capaz de destacarse, su autoestima mejora y probablemente lo intente en
otros aspectos.

Brindando información cualitativa y no sólo cuantitativa en las instancias de evaluación.


“Personalizar” la calificación con un comentario que permita al alumno comprender sus aciertos y
errores, rescatando logros aún cuando el resultado cuantitativo haya sido negativo, ayuda a
descubrir aspectos positivos y no solo debilidades y carencias.La autoestima no es inamovible, es
decir que la visión que el niño tiene de sí mismo va cambiando constantemente a medida que el
niño va creciendo y va viviendo experiencias nuevas. El autoconcepto de casi toda persona
evoluciona durante toda su vida. Esta posibilidad de crecimiento es la base de nuestro trabajo.

Cuando la autoestima baja es rígida se debe al resultado de la acción de muchos factores


negativos durante mucho tiempoMuchas veces está ligada al planteamiento de exigencias
imposibles de cumplir. Por esto es importante plantear expectativas y metas que el niño pueda
alcanzar, para que pueda encontrar estímulo y motivación en un ambiente exigente, pero en el
que prime la aceptación y se promuevan las experiencias de éxito.

Relación alumno-alumno:el espejo de los pares

La mirada de los propios compañeros influye en el autoconcepto y autoestima. A su vez, los


alumnos con bajo autoconcepto, suelen tener dificultades en las relaciones interpersonales y en la
resolución de conflictos con sus pares.
La intervención oportuna y a tiempo del docente es fundamental para prevenir el maltrato y
evitar otras conductas de riesgo asociadas a la baja autoestima y a la insuficiente adaptación al
grupo de pares.

Veamos algunas oportunidades de intervención del docente: Cuando un alumno se burla de otro:
es importante no dejar pasar, exigirle que pida disculpas y algún acto de reparación a la medida de
la ofensa (mañana se sientan juntos, o traes escrito una frase en la que exprese una cosa positiva
de tu compañero, o pensas algo bueno para hacer por el esta semanaCuando el maltrato es
generalizado: trabajar con los alumnos la cultura del respeto al otro y la tolerancia. Enfatizar en
que las diferencias nos hacen especiales y complementariosAnte las faltas de respeto entre
alumnos o las agresiones: tolerancia cero. .) El respeto en todas las direcciones (docente-aumno,
alumno-docente y alumnos entre sí) debe ser una regla de conivencia básica no negociable.

Además de intervenir frente a conductas negativas, es deseable que como docentes, fomentemos
interacciones positivas. Algunas acciones cotidianas en las que podemos hacerlo son:

- Escuchar y valorar opiniones ajenas: puede aplicarse cuando en la clase se discute o


exponen puntos de vista sobre un tema, pidiendo a un alumno que exprese algo que
le haya parecido interesante de lo expuesto por su compañero.
- Reconocer logros entre pares: cada alumno escribe un progreso que haya visto en otro
alumno asignado, a lo largo del año (a nivel académico, social, etc)
- Momentos en la clase en los que se trabaje de a pares o en pequeños grupos, con un
momento final de metacognición sobre lo que aportó mi compañero al equipo (ej.
Aportó creatividad, concentración, disciplina para el trabajo, comprensión del tema,
etc). De esta forma vamos entrenando al alumno en descubrir cualidades y
capacidades de sus compañeros y favorecemos la acción de los espejos positivos entre
pares.
- Prestar atención al recreo, favoreciendo la integración de todos y las actitudes de
respeto y compañerismo.

Relación familia- alumno


Los espejos representados por los padres.

Todo padre ve a sus hijos a través de un conjunto de filtros que proceden de las experiencias
pasadas, las necesidades personales, los valores culturales. Todos estos filtros se combinan para
formar una red de expectativas que se transforman en las varas con se miden a los niños y estas
expectativas deben ser pulidas por los padres. Cuando sus expectativas no se ajustan a su hijo ni a
su etapa de crecimiento los padres suelen sentirse decepcionados y cuando el niño se da cuenta
de que lo están, pierde el respeto y la confianza en sí mismo.

Podemos pensar ¿Qué puedo hacer yo como docente si sus padres no esperan nada de él, o peor
aún si solo esperan cosas negativas?. Cuantas veces escuchamos: “él es así, siempre trae
problemas”, hablando de su hijo como si fuera un caso perdido.

Frente a esto tenemos nuevamente que revalorizar nuestro rol docente y confiar en el peso de
nuestra forma de actuar frente a los padres.

El afecto con que los recibimos, la mirada libre de juicios, el tono de voz y las palabras que
utilizamos pueden ayudar a los padres a:

- ejercer una mirada más positiva sobre su hijo

- fortalecer la confianza en el hijo

- aumentar su propia autoestima tomando conciencia de la irremplazable influencia que significa


para su hijo

- descubrir acciones concretas que puede realizar en favor de su hijo

- recuperar la alegría de educar, que surge de la visión realista pero esperanzada

Obtendremos mejores resultados:

- si evitamos los prejuicios sobre los padres, siendo conscientes de que es más lo que no
conocemos, que lo que conocemos sobre la historia y circunstancias familiares.

- si puntualizamos conductas evitando generalizaciones

- si exaltamos alguna isla de competencia

- si consideramos y transmitimos que escuela y familia, padres y docentes, somos un equipo en


favor de nuestros hijos y alumnos

Veamos un ejemplo de intervención que no favorece la auotestima familiar, y otra que la


construye.

Intervención desfavorable:
El docente dice El padre piensa/siente El padre actúa posiblemente
Su hijo es demasiado inquieto Mi hijo es impresentable. Retando con enojo y exigiendo
y me desordena toda la clase. Mi hijo me ha hecho quedar un cambio de conducta, sin
mal delante de la maestra dar orientaciones o ayudas
Le pido que lo haga tomar Ya me escuchará mi hijo precisas
conciencia de esto. cuando vuelva Amenazando a su hijo
Intervención favorable:
El docente dice El padre piensa/siente El padre actúa posiblemente
Pablo es muy inteligente y Mi hijo es capaz de lograrlo Transmitiendo expectativa
activo, y estoy convencido de Mi hijo me necesita positiva
que puede superarse en el Comprometiéndose con las
respeto de algunas normas del acciones solicitadas
el aula. Yo soy capaz de hacer algo
Estoy seguro que ustedes bueno por él
pueden ayudarlo en este
proceso.
Veamos qué acciones
concretas podemos realizar
ustedes y yo, para que logre lo
que necesitamos.

Además de favorecer la autoestima familiar, generando confianza de los padres hacia sí mismos y
de los padres hacia el hijo, podemos colaborar también, generando confianza desde el niño o
adolescente hacia sus padres.

Para esto es necesario partir de hechos concretos que uno tuvo ocasión de observar, o bien
expresar pensamientos y sentimientos positivos que imaginamos que con probabilidad pueden
existir en los padres y verbalizarlos.

Algunas frases que ejemplifican esta intención de construir autoestima familiar en el sentido hijo-
padres son:

- Qué emocionado estaba tu padre cuando te escuchó leer en el acto


- Qué esfuerzo debe haber hecho tu mamá para poder venir a buscarte hoy que te sentías
mal. No te olvides de agradecérselo.
- Me imagino qué orgulloso estará tu padre de ver cómo te estás esforzando, aunque quizás
no te lo diga
Tus padres me parecieron geniales. Tuvimos una muy buena reunión.
Detrás de cada una de estas frases, existe un docente que con decidida intención, no
pierde ninguna oportunidad, sino que las aprovecha, para nutrir la autoestima de sus
alumnos y de su entorno.
Esta actitud no se improvisa, sino que se fundamenta en la reflexión y memoria constante
del valor intrínseco que tiene cada persona, del respeto que todo ser humano merece,
más allá de sus limitaciones, imperfecciones y errores, y del deseo de marcar una
diferencia, en la vida de aquellos que en la tarea profesional, nos han sido encomendados.
PREGUNTA: ¿ En cuál de las 3 dimensiones puedo fortalecer la construcción de autoestima?
(docente alumno, alumno- alumno, familia- alumno)

SUGERENCIA: Elige 2 alumnos que consideres tienen baja autoestima y realiza 2 acciones
semanales para fortalecer esta dimensión.

FRASE:

RECURSOS:

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