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AEPCP Revista de Psicopatología y Psicología Clínica Vol. 13, N.º 3, pp. 175-186, 2008
Asociación Española
de Psicología Clínica ISSN 1136-5420/08
y Psicopatología
Resumen: En una muestra de 227 adolescentes, esta investigación estudió, primero, la utilidad pre-
dictiva incremental de la similaridad al prototipo, una vez controladas las variables de la teoría de la
conducta planificada (TCP) y, segundo, la contribución predictiva diferencial de los dos componen-
tes del control conductual percibido: expectativa de autoeficacia y anticipación de dificultades. Los
resultados evidenciaron que: 1) la intención y consumo de tabaco fueron predichos por las variables
TCP (salvo norma subjetiva). 2) La similaridad al prototipo mejoró significativamente la predicción
de intención y conducta. 3) Ambos componentes del control percibido predijeron la intención, pero
sólo autoeficacia predijo la conducta. Globalmente considerados, estos resultados: son consistentes con
la investigación realizada desde la TCP; muestran el incremento en capacidad predictiva aportado por
la percepción de similaridad al prototipo; evidencian la contribución diferencial de autoeficacia y an-
ticipación de dificultades a la predicción de la intención y conducta.
Palabras clave: Consumo de tabaco, autoeficacia, similaridad al prototipo, intención de conducta,
adolescencia.
Psychosocial predictors of adolescent smoking behavior:
extensions to the Theory of Planned Behavior
Abstract: This research examined, first, the incremental predictive utility of prototype similarity af-
ter variables from the theory of planned behavior (TPB) had been controlled, and, second, the diffe-
rential predictive contribution of the two ingredients of the perceived behavioral control (PBC): self-
efficacy belief and perceived difficulty. 227 adolescents, completed, along two months, measures of
TPB variables, prototype similarity, and smoking behavior. Data analyses evidenced that: 1) Intention
not to smoke and smoking behavior were predicted by TPB variables (except for subjective norm). 2)
Prototype similarity significantly added to predictions of intention and behavior. 3) Both PBC ingre-
dients were predictive of intention, but only self-efficacy was predictive of behavior. Overall, these fin-
dings: are globally consistent with TPB research; evidence the predictive advantage of the perception
of prototype similarity, expanding in this way the predictive utility of the TPB; finally, show the dif-
ferential contribution of self-efficacy and perceived difficulty in predicting intention and behavior.
Keywords: Smoking behavior, self-efficacy, prototype similarity, behavioral intention, adolescence.
INTRODUCCIÓN
co de lo que estamos comentando. De acuerdo
Hoy es plenamente reconocido que una par- con los datos aportados por la última Encuesta
te significativa de los problemas de salud que Nacional de Salud publicada (Ministerio de Sa-
aquejan a la población guardan una estrecha re- nidad y Consumo, 2004), en el año 2003 más de
lación con determinadas formas de conducta y 60.000 personas han fallecido en España como
estilos de vida. En este contexto, el consumo consecuencia del consumo de tabaco, que ya es
de tabaco constituye un ejemplo paradigmáti- la principal causa de enfermedad, invalidez y
muerte evitable. La elevada tasa de mortalidad
y morbilidad asociada al consumo de tabaco,
Recibido 6 mayo 2008; aceptado 11 junio 2008
unida al hecho de que el consumo de tabaco es
Correspondencia: José Bermúdez, Departamento de Psico-
logía de la Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicoló-
un factor de riesgo susceptible de prevención,
gicos, Facultad de Psicología, UNED, c/ Juan del Rosal, 10, han convertido la reducción de la prevalencia
28040 Madrid. Correo-e: jbermudez@psi.uned.es del consumo de tabaco en uno de los objetivos
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prioritarios de las políticas y actuaciones dirigi- cibido. La actitud recoge la valoración que el
das a la mejora de los niveles de salud de la po- individuo hace de la conducta, en base, esen-
blación. Abunda en esta necesidad de prevención cialmente, a la ponderación que establece entre
la observación de que el consumo de tabaco se los resultados que espera obtener con la con-
viene produciendo a edades cada vez más tem- ducta y el esfuerzo y coste que le puede supo-
pranas, situándose actualmente la edad de inicio ner su logro («balance de resultados», en defi-
en los adolescentes españoles en torno a los 12 nitiva). Con el concepto de norma subjetiva se
años (Moreno, Muñoz, Pérez y Sánchez-Queija, hace referencia a la percepción que tiene el in-
2005), con un consumo medio diario de 7,4 ci- dividuo de la presión social a la que se enfren-
garrillos. Dato que resulta particularmente preo- ta para que lleve a cabo, o no, la conducta. Es-
cupante por cuanto es conocida la asociación en- tos dos componentes explican entre un 33 y 50%
tre el inicio temprano en el consumo y la de la varianza de la intención (Armitage y Con-
intensidad y consolidación del hábito (Cortés, ner, 2001; Sheeran y Taylor, 1999). Por último,
Schiaffino, Martí y Fernández, 2005; Higgins y control conductual percibido refiere a la per-
Conner, 2003). Todo ello aboga por la necesidad cepción de control sobre la conducta, a partir
de identificar aquellos factores que expliquen el de la percepción de la disponibilidad de recur-
inicio y mantenimiento de este tipo de conduc- sos personales apropiados y la expectativa de
tas que, como el consumo de tabaco, suponen un potenciales dificultades y obstáculos para llevar
riesgo cierto para la salud, lo que nos permitiría a cabo la conducta. Este componente se postu-
diseñar estrategias preventivas adecuadas para la como determinante, tanto de la intención
hacerles frente y cortocircuitar su incidencia. (aportaciones medias en torno al 11-13% de la
Con este propósito general se han formulado varianza; Godin y Kok, 1996; Trafimow et al.,
una serie de modelos e hipótesis teóricos, al am- 2002) y, en la medida en que esta percepción
paro del paraguas teórico constituido por el acer- de control refleja realmente el control que la
camiento socio-cognitivo-afectivo al estudio de persona tiene sobre la conducta, puede ser igual-
la conducta (ver revisiones en Armitage y Con- mente un determinante directo de la conducta
ner, 2000; Bermúdez, 1999, 2006; Gebhardt y (aportaciones medias en torno al 5-6% de la va-
Maes, 2001; Maes y Karoly, 2005;). De entre rianza; ver metaanálisis de Armitage y Conner,
estos modelos, el más ampliamente empleado 2001; Sheeran y Taylor, 1999).
ha sido la teoría de la conducta planificada (TCP, Conjugando estos elementos, la predicción
en adelante) (Ajzen, 1991), que viene a expli- genérica que se hace desde la TCP sería que
car entre un 30 y un 53% de la varianza de la mientras más positiva es la actitud, se disponga
intención de conducta y en torno al 40% de la va- de apoyo social (básicamente entre aquellos que
rianza de la conducta en diversos estudios pros- sirven al individuo como referentes importantes)
pectivos (ver revisiones en Ajzen, 1991; Armi- y se perciba control sobre la conducta, más pro-
tage y Conner, 2001; Godin y Kok, 1996; Randall bable será que el individuo tome la decisión de
y Wolff, 1994; Sheeran, 2002; Sheeran y Orbell, llevarla a cabo y, a su vez, mientras más poten-
1998; Sheeran y Taylor, 1999; Sutton, 1998; Tra- te sea esta decisión, la intención de realizar la
fimow, Sheeran, Conner, y Finlay, 2002). conducta, mayor será la probabilidad de que, de
En esencia, este acercamiento teórico sugie- hecho, se lleve a cabo.
re que la intención, que representa la base mo- Desde este marco de referencia se ha desa-
tivacional que lleva al individuo a tomar la de- rrollado un importante volumen de investiga-
cisión de emprender un determinado curso de ción, que ha puesto de manifiesto su utilidad
acción, es el determinante inmediato de la con- para predecir la formulación de intención de con-
ducta, de cuya varianza viene a explicar entre el ducta (el proceso de toma de decisión) y el de-
20 y el 30% (ver revisiones en Abraham, She- sarrollo de la conducta consecuente con dicha
eran y Johnston, 1998; Hausenblas, Carron y intención, en un amplio rango de conductas, ta-
Mack, 1997). Este sustrato motivacional de la les como participación en programas de cribado
conducta es fruto, a su vez, de tres factores, ac- (screening), programas de actividad física regu-
titud, norma subjetiva y control conductual per- lar, adherencia a los regímenes y prescripciones
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médicos, consumo de tabaco, alcohol, drogas, su identidad personal (Erikson, 1968), juegan
conducta sexual de riesgo, etc. (ver revisiones estos factores de modelado e imitación social
de Armitage y Conner, 2001; Godin y Kok, 1996; (Aloise-Young y Hennigan, 1996; Aloise-Young,
Maes y Karoly, 2005; Sheeran, 2002). Hennigan, y Graham, 1996; Barton, Chassin y
A modo de balance global, estas investiga- Presson, 1982; Chassin, Presson, Sherman,
ciones apoyan sustancialmente las hipótesis for- Corty y Olshavsky, 1981). A este respecto, si
muladas por la TCP, tanto por lo que respecta al bien existe evidencia empírica que apoya el pa-
valor de la intención conductual como deter- pel facilitador que la valoración de las carac-
minante próximo de la conducta, como por lo terísticas del prototipo juega en la predicción de
que concierne al papel de los distintos proce- la conducta en la adolescencia (Blanton, van
sos y factores y la dinámica de relaciones exis- den Eijnden, Buunk, Gibbons, Gerrard y Bak-
tentes entre los mismos que contribuyen al de- ker, 2001; Gibbons, Gerrard y Lane, 2003; Gib-
sarrollo de la intención y, por tanto, su valor bons, Gerrard y McCoy, 1995; Spijkerman, van
heurístico para el diseño de programas preven- den Eijnden, Vitale y Engels, 2004; van den
tivos y promotores de salud. Eijnden, Spijkerman y Engels, 2006), es cier-
Con todo, su potencial explicativo deja aún un tamente escasa la investigación centrada en el
amplio porcentaje de varianza por explicar, tanto análisis de la contribución relativa que la per-
por lo que respecta al proceso de toma de deci- cepción de similaridad al prototipo puede te-
sión, como al propio desarrollo de la conducta ner para la predicción del proceso de decisión
consistente con dicha decisión. Con el propósi- y desarrollo efectivo de la conducta (y de ma-
to de mejorar esta situación, se viene sugirien- nera particular en el caso del consumo de ta-
do en los últimos años la conveniencia de, por baco), una vez controlado el efecto de otros
una parte, explorar la contribución de otros fac- factores sociocognitivos suficientemente con-
tores que podrían incrementar la validez pre- solidados, como sería el caso de los contem-
dictiva del modelo y, por otra, profundizar en plados en la TCP.
la naturaleza y utilidad predictiva diferencial de Por lo que concierne al segundo frente de in-
los distintos elementos que integran los princi- vestigación, el grueso de la misma se ha cen-
pales constructos del modelo. trado en el análisis de la utilidad predictiva di-
En el primer caso, aunque la investigación ferencial de los componentes que integran el
acumulada es aún más bien escasa, se está ex- factor control conductual percibido, construc-
plorando la utilidad predictiva incremental de to en el que, ya desde la conceptualización ori-
factores de influencia social como la norma ginal propuesta por Ajzen (1985, 1991), se amal-
descriptiva y la percepción de similaridad al gaman con frecuencia aspectos ligados a la
prototipo de persona que desarrolla la conduc- anticipación de dificultades, con otros asociados
ta objeto de estudio (Rivis y Sheeran, 2003a,b; a la percepción de control y valoración que hace
Rivis, Sheeran, y Armitage, 2006; Wilkinson el sujeto acerca de su capacidad y la disponibi-
y Abraham, 2004), la percepción de la conducta lidad de recursos para llevar a cabo la conduc-
en términos morales (Godin, Conner, y Shee- ta (connotación esta última próxima al concep-
ran, 2005; McMillan, Higgins y Conner, 2005), to de autoef icacia sugerido por Bandura,
o la anticipación de potenciales consecuencias 1982,1986). Si bien en este caso la investiga-
emocionales negativas asociadas a un particu- ción es algo más extensa (prácticamente ine-
lar curso de acción (Conner, Sandberg, McMi- xistente, no obstante, por lo que respecta a la
llan y Higgins, 2006). De estas variables, pro- explicación del consumo de tabaco en pobla-
bablemente la de mayor significación para el ción adolescente), persiste, sin embargo, una
estudio de la conducta adolescente sea la per- notable ambigüedad en los resultados y aporta-
cepción de la conducta de los iguales y la per- ciones de la misma, en gran medida debido a la
cepción del grado en que uno se siente similar falta de claridad a la hora de evaluar los deter-
a la imagen prototípica de quien realiza la con- minantes internos y externos que confluyen en
ducta, teniendo en cuenta el papel que en esta la percepción de controlabilidad de la conduc-
edad, en la que el individuo está conformando ta. Así, la estrategia más frecuentemente em-
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Tabla 1. Estadísticos descriptivos [Media (DT)] e intercorrelaciones entre las variables del estudio
1 2 3 4 5 6 7 8
1. Similaridad
2. Actitud –0,43***
3. Norma subjetiva –0,15* –0,29***
4. Control percibido –0,43*** –0,45*** –0,22***
5. Dificultad percibida –0,42*** –0,29*** –0,15* –0,54***
6. Autoeficacia –0,41*** –0,45*** –0,22*** –0,82*** –0,46***
7. Intención –0,58*** –0,45*** –0,24*** –0,57*** –0,50*** –0,55***
8. Conducta –0,44*** –0,46*** –0,17 –0,53*** –0,27** –0,52*** –0,60***
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Paso Variables β β
1 Control percibido 0,45*** 0,34***
Actitud 0,23*** 0,12*
Norma subjetiva 0,08 0,08
2 Similaridad –0,37***
R2 0,38 0,48
F 44,63*** 50,20***
2 Similaridad –0,17*
R2 0,44 0,46
F 20,06*** 17,31***
Nota: *p < 0,05; **p < 0,01; ***p < 0,001.
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a a
Actitud 0,14* 0,49 53,40***
3 Similaridad –0,33***
Dificultad –0,20***
Autoeficacia 0,25***
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a a
3 Similaridad –0,18* 0,45 20,36***
Intención 0,37***
Dificultad –0,03
Autoeficacia 0,27**
la percepción de autoeficacia hacía una con- se ha propuesto llevar a cabo. Menor relevancia
tribución adicional significativa, incremen- parece tener, sin embargo, la percepción de pre-
tando la varianza explicada en un 5%, una vez sión normativa, tanto a la hora de formar la in-
controlado el efecto de la intención, percepción tención de conducta, cuanto sobre la imple-
de similaridad al prototipo y anticipación de di- mentación efectiva de la misma. Esta menor
ficultades. relevancia explicativa de los factores de in-
fluencia social recogidos en el constructo «Nor-
ma Subjetiva», no se desvía, sin embargo, de la
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES investigación derivada de la TCP, como se des-
prende de los estudios metaanalíticos que vie-
Nuestra investigación tenía un doble objeti- nen a poner de manifiesto que el componente
vo; por una parte, estudiar la utilidad predicti- Norma Subjetiva suele ser el predictor más dé-
va incremental de la percepción de similaridad bil, tanto de la intención como de la imple-
al prototipo de fumador y, por otra, analizar la mentación conductual, en comparación con la
contribución diferencial de los dos componen- Actitud o el Control Conductual Percibido (Ar-
tes del control conductual percibido. mitage y Conner, 2001; Godin y Kok, 1996;
Los resultados, en general, prestan apoyo a las Hausenblas et al., 1997; Sheeran y Orbell, 1998).
hipótesis de la TCP, al mostrar cómo la intención Evidencia, por otra parte, sobre la que se apo-
de no fumar o dejar de fumar depende esen- ya investigación previa y que motiva el primer
cialmente del control conductual percibido y de objetivo de nuestra investigación, al abogar por
la actitud hacia la conducta; mientras el cum- la necesidad de explorar la potencial utilidad
plimiento efectivo de dicha intención está aso- predictiva de otros factores de influencia social
ciado significativamente a la fuerza motivacio- que no tengan una carga normativa tan decisi-
nal expresada en la intención junto a la va [al enfatizar la presión social percibida para
percepción de control sobre la conducta que uno llevar a cabo, o no, una determinada conducta]
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significativa contribución que la percepción de identifica; aplicado a nuestro estudio, ello su-
Similaridad al prototipo de fumador presta a la pondría que el percibirse similar al prototipo de
hora de predecir, tanto la intención como el de- fumador actuaría como reforzador del consu-
sarrollo de la conducta intencional, al incre- mo, dificultando, por tanto, el cambio propuesto
mentar el porcentaje de varianza explicada en un de abandonar el consumo y mantener la absti-
10% y un 2% para intención y conducta, res- nencia; el cambio de conducta sería, por su par-
pectivamente, una vez controlado el efecto de las te, más fácil, a medida que disminuye el grado
variables tradicionalmente contempladas en la de similaridad con el prototipo fumador. Bien po-
TCP. El percibirse próximo a la imagen proto- dría ser, por otra parte, que este efecto sobre la
típica que uno tiene de la persona que fuma, ac- conducta fuese indirecto, mediado por la per-
tuaría como un factor que dificultaría el tomar cepción de apoyo social generado al percibirse
la decisión de abandonar el consumo de tabaco integrado en la red de personas que comparten
y mantener la abstinencia y el desarrollo de la las mismas características y formas de conduc-
conducta consecuente. Estos resultados son ple- ta del prototipo, cuya imagen se toma como mo-
namente consistentes con investigaciones previas delo desde la que uno construye su propia iden-
(Moan y Rise, 2006; Spijkerman, et al., 2004; tidad personal. En todo caso, éstas no pasan de
Rivis et al., 2003b, 2006) y abogan por la con- ser conjeturas necesitadas de investigación fu-
veniencia de extender el rango de factores pre- tura.
dictivos contemplados en la TCP, para acoger Por lo que concierne al segundo objetivo de
este tipo de factores de influencia social que, al nuestra investigación, los resultados obtenidos
menos en población adolescente, como ya he- apoyan la contribución significativa al desarro-
mos comentado, parece revestir una mayor sig- llo de la intención conductual de ambos com-
nificación explicativa que otros tal vez más res- ponentes de la percepción de control conduc-
trictivos, como sería el caso del componente tual; esto es, la anticipación de posibles
tradicionalmente contemplado en la variable dificultades para llevar a cabo la futura con-
Norma Subjetiva. ducta influye negativamente a la hora de tomar
El papel de la percepción de similaridad so- la decisión de abandonar el consumo de tabaco
bre la intención de conducta podía esperarse, y mantenerse abstinente, mientras el percibirse
habida cuenta el papel que en la TCP se atribu- con recursos suficientes para asumir tal com-
ye a los factores de influencia social en la de- promiso facilitaría la toma de decisión. Sin em-
terminación del nivel motivacional adecuado bargo, a la hora de explicar el desarrollo efec-
para que el sujeto tome la decisión conductual tivo de la conducta comprometida, los resultados
correspondiente. Su acción directa sobre la con- de nuestro estudio muestran una contribución
ducta resulta, en cambio, algo más sorpresiva netamente diferenciada de ambos componentes
desde los supuestos teóricos de la TCP; un re- de la percepción de control conductual. Así,
sultado semejante se obtuvo en la investigación mientras desaparece la relevancia que en el mo-
de Rivis et al., 2003b, si bien referido al desa- mento de tomar la decisión tenía la anticipación
rrollo de actividad física regular. Dada la natu- de dificultades, una vez se ha tomado la decisión,
raleza correlacional de nuestra investigación, la conducta se ve facilitada significativamente
no disponemos, sin embargo, de argumentos só- por la percepción de recursos para hacer frente
lidos para dar cuenta de este resultado y, por a los posibles obstáculos que uno pueda en-
ello, tan sólo tentativamente podrían aventurar- contrar para llevar a cabo la intención de con-
se interrogantes acerca de potenciales meca- ducta.
nismos explicativos, a los que merecería pres- Estos resultados, en consonancia con la in-
tar atención específica en futuras investigaciones. vestigación previa sobre el tema, evidencian la
Así, podría ser que la percepción de similari- contribución específica de estos dos compo-
dad al tipo de persona que desarrolla la con- nentes de la percepción de control sobre la con-
ducta en estudio actúe como reforzador directo ducta, así como su papel diferencial en distin-
de la forma de conducta consistente con la que tas fases del desarrollo de la conducta (proceso
desarrolla el tipo de persona con la que uno se de decisión e implementación efectiva de la con-
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ducta) (Conner et al., 1998; Povey et al., 2000; otras variables (ΔR2 = 0,04; ΔF = 17,15, p <
Trafimow et al., 2002). La aparente divergencia 0,001; ΔR2 = 0,07; ΔF = 14,08, p < 0,001, para
entre nuestros resultados, que muestran una ma- intención y conducta, respectivamente). La con-
yor relevancia explicativa de la percepción de au- tribución diferencial de ambos componentes a
toeficacia, tanto sobre la intención conductual, lo largo de las distintas fases del proceso de de-
como sobre la conducta misma, y aquellos en los sarrollo de la conducta vendría en apoyo, por
que se sostiene la prevalencia explicativa de la otra parte, de la investigación e hipótesis que
percepción de dificultad, se debería esencial- vienen a sugerir el carácter esencialmente mo-
mente a la distinta operacionalización que en tivacional de los procesos que dominan la toma
un caso y otro se hace de los componentes de la de decisión, mientras que el desarrollo de la
percepción de control conductual. Así, cuando conducta estaría gobernado en mayor medida
en los estudios revisados en el metaanálisis lle- por procesos volitivos y autorreguladores (Ban-
vado a cabo por Trafimow et al. (2002), se ha- dura, 1998, 2001; Bermúdez, 2006; Gollwitzer,
bla de dificultad percibida, se está evaluando 1990; Orbell y Sheeran, 2000). Desde esta pers-
en realidad una de las facetas contempladas en pectiva, la similar contribución de ambos com-
la conceptualización original de la percepción de ponentes al desarrollo de la intención de con-
autoeficacia, esto es, el grado en que el sujeto ducta sugiere el valor adaptativo que para la
estima que la conducta le resultará fácil o difí- adopción de una correcta decisión tiene la con-
cil; de hecho, en muchos de estos estudios se sideración y valoración, tanto de las potenciales
da el nombre de autoeficacia a este componen- dificultades y obstáculos, como de los recursos
te de la percepción de control conductual (Mans- con los que se puede contar para llevar cabo la
tead y van Eekelen, 1998; Povey et al., 2000; decisión que se está sopesando tomar. Una vez
Terry y O´Leary, 1995; White, Terry y Hogg, tomada la decisión, en cambio, lo importante
1994). En nuestra investigación, en cambio, la es mantener la fuerza de la intención y el es-
valoración de la facilidad o dificultad para lle- fuerzo por alcanzar la meta, objetivo al que con-
var a cabo la conducta estaría subsumida en la tribuirá la inatención o devaluación de poten-
valoración que hace el sujeto al evaluar su ca- ciales dificultades y la focalización en la meta
pacidad para realizar la conducta, considerando proyectada.
un espectro amplio de situaciones que podrían Somos conscientes de que este estudio ado-
dificultar su ejecución; hablamos en este caso de lece de ciertas limitaciones, que convendría to-
percepción de autoeficacia en sentido propio. mar en consideración en posteriores investiga-
Frente a esta fuente interna de control, la esti- ciones. Así, en primer lugar, la medida de
mación de posibles dificultades a las que uno po- conducta se ha basado en el autoinforme del su-
dría enfrentarse para llevar a cabo la conducta, jeto, por lo que puede contener algún sesgo de-
nos permite apreciar el impacto de factores ex- bido, entre otros, a la varianza que teóricamen-
ternos de control relativamente independientes te comparte con la medición mediante
a los contemplados en la percepción de autoe- cuestionario de las variables predictoras. Sería
ficacia. muy conveniente, por tanto, tomar indicadores
La prevalencia explicativa que muestran nues- directos de conducta y no confiar sólo en datos
tros resultados a favor de la percepción de au- autoinformados. En segundo lugar, parece muy
toeficacia sería, por otra parte, un resultado ge- conveniente, al menos en este tipo de conduc-
nuino, no atribuible a posibles sesgos asociados tas, tomar periodos de seguimiento más am-
al hecho del mayor número de items emplea- plios, que posibiliten la observación de cam-
dos para su evaluación. De hecho, análisis com- bios fiables en la conducta. En tercer lugar, si
plementarios efectuados, tomando como medi- bien el número de items empleados para la eva-
da de autoeficacia únicamente la puntuación en luación de una variable, no necesariamente ha
el ítem más representativo de la escala, arroja un de condicionar significativamente el compor-
perfil de resultados prácticamente similar por tamiento de dicha variable, como hemos visto en
lo que concierne a su contribución diferencial es- el caso de la percepción de autoeficacia, no deja
pecífica, una vez controlado el efecto de las de ser recomendable, para asegurar la estabili-
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dad de la medida, basar la evaluación en más Bandura, A. (1998). Health promotion from the perspec-
tive of Social Cognitive Theory. Psychology and Health,
de un ítem. Por último, teniendo en cuenta la
13, 623-649.
escasa existencia de investigación sobre la pro-
Bandura, A. (2001). Social cognitive theory: An agentic
blemática abordada en nuestro estudio en su perspective. Annual Review of Psychology, 52, 1-26.
aplicación al consumo de tabaco en población Barton, J., Chassin, L., y Presson, C.C. (1982). Social ima-
adolescente, nuestros resultados deben ser to- ge factors as motivators of smoking initiation in early
mados con prudencia en tanto nuevas investi- and middle adolescence. Child Development, 53, 1499-
gaciones aportan mayor evidencia sobre el tema. 1511.
Pese a estas potenciales limitaciones, en el Bermúdez, J. (1999). Personality and Health-Protective Be-
ámbito aplicado, finalmente, la contribución ex- haviour. European Journal of Personality, 13, 83-103.
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