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" Año de la Universalización de la Salud"

PROGRAMA:

INGENIERIA AMBIENTAL Y SEGURIDAD INDUSTRIAL

CURSO:

GESTIÓN DE SEGURIDAD, PREVENCION DE RIESGOS Y


SALUD OCUPACIONAL

TEMA:

TOXICOLOGÍA LABORAL EN LA REPRODUCCIÓN

DOCENTE:

Dr. PISCOYA ARBAÑIL JULIO

INTEGRANTES:

ESCOBEDO ALBURQUEQUE JAIME JOSE FRANCISCO

FLORES NOLE SANDY MARYORIT

GOMEZ MONTEJO SAMUEL DAVID

HERNANDEZ PORRAS JOSE KEVIN

JIMENEZ CHINCHAY ARMANDO

PIURA – PERÚ, 2020


INDICE GENERAL

INDICE DE TABLAS.................................................................................................................3
INDICE DE FIGURAS...............................................................................................................4
INTRODUCCION.......................................................................................................................5
MARCO TEORICO....................................................................................................................7
CONCLUSIONES....................................................................................................................14
ANEXOS...................................................................................................................................15
INDICE DE TABLAS
Tabla 1: Riesgos Para la Reproducción en el Hombre..................................................................7
Tabla 2: Estudios epidemiológicos de efectos paternos sobre el embarazo..............................10
Tabla 3: Agentes físicos y químicos presentes en el lugar de trabajo y que son peligrosos para la
reproducción femenina..............................................................................................................11
Tabla 4: Agentes biológicos presentes en el lugar de trabajo causantes de enfermedades y que
son peligrosos para la reproducción femenina..........................................................................12
INDICE DE FIGURAS
Figura 1: Exposiciones asociadas con efectos adversos para la calidad del semen....................10
INTRODUCCION

La Ley Peruano de Prevención contempla, como medida prioritaria en la


regulación de protección de los trabajadores sensibles, la adaptación del
puesto de trabajo. El legislador entendió, con buen criterio, que ésta era una
medida menos costosa y compleja para el empresario. No obstante, la
virtualidad práctica de esta previsión legal ha quedado postergada en un
segundo término, de modo que, cuando se plantea la situación de tener que
adaptar el puesto de trabajo, el empresario opta por otras soluciones que en la
mayoría de los casos tienen como consecuencia la suspensión del contrato de
trabajo. Dicho de otro modo, para el empresario, a priori, es más costoso y
complejo tener que realizar modificaciones o alteraciones que en ocasiones
afectan aparentemente a la productividad, que optar por justificar la
imposibilidad de dicha adaptación e incluso la posibilidad de cambio a otro
puesto de trabajo y fomentar que el trabajador termine percibiendo alguna de
las prestaciones ad hoc de Seguridad Social con la consecuente suspensión
del contrato de trabajo hasta que la situación de «sensibilidad» desaparece. Es
obvio que todas las políticas realizadas, sobre todo en los últimos años, han ido
dirigidas a apoyar a la empresa para que encuentre un equilibrio entre la
conciliación, la prevención y la productividad.

Por ende, la ley regula las políticas y actuaciones de las distintas


administraciones públicas en materia de prevención de riesgos laborales. La
proyección, como ya se ha comentado, no se ciñe solamente a las distintas
administraciones desde el punto de vista de la coordinación, sino que tiene en
cuenta la intervención de los empresarios y trabajadores, y hace un especial
hincapié en la educación preventiva como vehículo fundamental para conseguir
una mejora de las condiciones de seguridad y salud laboral. En efecto, a mayor
concienciación, mayor cultura de prevención en la sociedad; el resultado final
es obvio, mayor prevención en las empresas. Dando un paso más, hay que
señalar que estas políticas, según este precepto, tienen como especial
destinatario a las pequeñas y medianas empresas.
Esta especialidad es importante a efectos de la seguridad y salud laboral ya
que es en éstas donde se producen mayores y más numerosos
incumplimientos; su estructura económica no soporta, en ocasiones, el coste
de la prevención de riesgos.

Existe un marco regulador de la UE relativos a los riesgos ocupacionales a las


funciones reproductivas. Esta legislación abarca, en principio, todos los tipos de
riesgos laborales a la reproductividad, físicos, químicos, biológicos o de
organización, ya sea a través de disposiciones generales o específicas (por
ejemplo, las directivas sobre el embarazo, la lactancia o trabajadores jóvenes).
Incluso directivas que no estén directamente relacionados con el tema, tales
como la directiva sobre tiempo de trabajo, pueden contribuir a la prevención de
riesgos a las funciones reproductivas.

Muchos riesgos son poco conocidos entre los empleadores, los trabajadores y
profesionales de la SST. Se necesitan con urgencia sensibilización y
orientación. investigación de la UE-OSHA ha revelado claramente que la
cuestión de los factores tóxicos para la reproducción en el mundo del trabajo se
subestima.

Es importante involucrar a los proveedores de servicios de salud - médicos


generales, enfermeras, comadronas - y proporcionarles herramientas útiles
sobre cómo tener en cuenta los riesgos reproductivos ocupacionales en la
aplicación de medidas de salud. Debido a que es estos profesionales, en la
atención primaria de salud, a los que la gente va a hablar (incluso antes de que
los médicos del trabajo) en caso de un problema de salud que puede ser el
trabajo en la naturaleza.
MARCO TEORICO
La protección integral de la salud laboral de la mujer en cuanto madre debe
comenzar en el momento en que su capacidad reproductiva es real, es decir,
desde el momento en el que el sistema reproductor está preparado para
desarrollar su función. Es importante determinar que, en este caso, no sólo se
debe proteger la salud reproductiva de la mujer, sino también la del hombre,
por cuanto los riesgos que pueden incidir negativamente en la capacidad de
procreación pueden afectar tanto al sexo femenino como al masculino. Se ha
demostrado científicamente que las alteraciones de la reproducción (infertilidad,
aborto, malformaciones, etc.) pueden ser debidas a alteraciones en la
información genética de las células sexuales, es decir, por exposiciones
anteriores a la concepción o durante la misma. Entre los trastornos
reproductivos se incluyen patologías perinatales, trastornos del desarrollo,
abortos espontáneos, muerte prematura del feto, bajo peso en el nacimiento,
parto prematuro, malformaciones congénitas y enfermedades hereditarias. Por
otro lado, también se reduce la fertilidad y aumentan la impotencia y los
trastornos menstruales. No obstante, los sistemas reproductivos de mujeres y
hombres son distintos y, por ello, los riesgos sobre la salud reproductiva se ven
afectados de distinta forma en el lugar del trabajo.

Se ha observado una tendencia a nivel mundial sobre la reducción de la cuenta


espermática, siendo una de las causas la presencia de sustancias químicas en
el lugar de trabajo. Varias de estas sustancias en el lugar de trabajo, como
plomo y radiación, han sido identificadas como riesgos para la reproducción en
los hombres. No obstante, aunque los estudios han descubierto que las
exposiciones a estos productos en el trabajo afectan el sistema reproductivo,
los efectos no ocurren necesariamente en cada trabajador. El que un hombre
se vea afectado depende de la cantidad del peligro al que está expuesto, por
cuánto tiempo está expuesto, cómo está expuesto, y otros factores personales.
Tabla 1: Riesgos Para la Reproducción en el Hombre

Acciones tóxicas sobre la espermatogénesis y la espermiogénesis

Las sustancias tóxicas pueden alterar la espermatogénesis en varios puntos.


Las más lesivas, debido a su irreversibilidad, son las que matan o alteran
genéticamente (fuera del alcance de los mecanismos de reparación) las
espermatogonias o las células de Sertoli. Estudios realizados en animales han
permitido determinar la fase en la que una sustancia tóxica ataca el proceso de
espermatogénesis. Estos estudios emplean exposiciones breves a una
sustancia tóxica antes de muestrear para determinar el efecto. Conociendo la
duración de cada fase de la espermatogénesis, se puede realizar una
extrapolación para estimar la fase afectada. El análisis bioquímico del líquido
seminal aporta datos sobre la función de las glándulas sexuales accesorias.
Las sustancias químicas que segregan fundamentalmente cada una de esas
glándulas se seleccionan específicamente para actuar como marcadores de las
mismas. Por ejemplo, el epidídimo está representado por la GPC, las vesículas
seminales por la fructosa y la próstata por el zinc. Hay que señalar que este
tipo de análisis ofrece sólo una información general sobre la función glandular,
y poca o ninguna sobre los demás componentes secretores. La determinación
del pH y la osmolalidad del semen proporciona información general adicional
sobre la naturaleza del líquido seminal. El líquido seminal se puede analizar
para determinar la presencia de una sustancia tóxica o de sus metabolitos. Se
han detectado en él metales pesados mediante espectrofotometría de
absorción atómica, mientras que los hidrocarburos halogenados se han
cuantificado mediante cromatografía en gas tras extracción o filtración de
limitación proteica (Stachel y cols. 1989; Zikarge 1986).

La viabilidad y movilidad de los espermatozoides en el líquido seminal


representa típicamente la calidad del mismo. Las alteraciones de la viabilidad
de los espermatozoides, determinadas mediante exclusión por tinción o por
edema hipoosmótico, o las alteraciones de los parámetros de la movilidad del
esperma sugieren efectos tóxicos postesticulares. Los análisis de semen
pueden indicar también si la producción de espermatozoides ha resultado
afectada por una sustancia tóxica.

El recuento y la morfología de los espermatozoides ofrecen índices de la


integridad de la espermatogénesis y de la espermiogénesis. Así, el número de
espermatozoides presentes en la eyaculación es directamente proporcional al
de células germinales por gramo de testículo (Zuckerman y cols. 1978),
mientras que la morfología anormal probablemente es consecuencia de una
espermiogénesis anormal. La presencia de espermatozoides muertos o
inmóviles refleja con frecuencia los efectos de episodios postesticulares. Por
tanto, el tipo o el momento de un efecto tóxico pueden indicar el destino de la
sustancia tóxica.

La exposición profesional al 1,2-dibromocloropropano (DBCP) redujo la


concentración de espermatozoides en los eyaculados desde un valor medio de
79 millones células/ml en hombres no expuestos a 46 millones células/ml en
trabajadores expuestos (Whorton y cols. 1979). Con el traslado de éstos, los
que presentaban un recuento reducido experimentaron una recuperación
parcial, mientras que los azoospérmicos permanecieron estériles. La biopsia
testicular reveló que el objetivo del DBCP eran las espermatogonias. Esto
explica la gravedad del efecto resultante cuando el objetivo de las sustancias
tóxicas son las células madre. No hubo indicios de que la exposición al DBCP
de los varones se asociara a resultados adversos del embarazo (Potashnik y
Abeliovich 1985). Otro ejemplo de efecto tóxico sobre la
espermatogénesis/espermiogénesis fue el estudio de los trabajadores
expuestos al dibromuro de etileno (EDB). Presentaban más espermatozoides
con cabeza fusiforme y un menor número de espermatozoides por eyaculado
que los controles (Ratcliffe y cols. 1987).

La lesión genética es difícil de detectar en los espermatozoides humanos.


Varios estudios realizados en animales utilizando el ensayo letal dominante
(Ehling y cols. 1978) indican que la exposición paterna puede dar resultados
adversos en el embarazo.

Estudios epidemiológicos con grandes poblaciones han demostrado un


aumento de la frecuencia de abortos espontáneos entre mujeres cuya pareja
trabajaba como mecánico de vehículos de motor (McDonald y cols. 1989).
Indican así la necesidad de desarrollar métodos de detección de las lesiones
genéticas en los espermatozoides humanos. Estos métodos se están
desarrollando en varios laboratorios y entre ellos figuran las sondas de ADN
para detectar mutaciones genéticas (Hecht 1987), el cariotipo de los
cromosomas del espermatozoide (Martin 1983) y evaluación de la estabilidad
del ADN por citometría de flujo (Evenson 1986).

Figura 1: Exposiciones sobradamente asociadas con efectos adversos para la calidad del semen.
Tabla 2: Estudios epidemiológicos de efectos paternos sobre el embarazo
Las alteraciones que las distintas sustancias que se encuentran en el lugar de
trabajo pueden producir sobre la reproducción derivan de la posi bilidad de que
dichas sustancias alteren la formación de los espermatozoides (mutación de
genes, alteraciones cromosómicas, espermatozoides morfológicamente
alterados, etc.) o que esas sustancias al pasar al líquido seminal, contaminen a
la mujer embarazada durante las relaciones sexuales.
Tabla 3: Agentes físicos y químicos presentes en el lugar de trabajo y que son peligrosos para la reproducción
femenina

Al igual que ocurre con el hombre, las mujeres se ven constantemente


expuestas a alteraciones de distintas sustancias que se encuentran en el lugar
de trabajo y que pueden producir consecuencias sobre la reproducción
femenina. En la tabla 3 se indican los principales agentes biológicos que
representan riesgos para la reproducción femenina según el INSHT.
Tabla 4: Agentes biológicos presentes en el lugar de trabajo causantes de enfermedades y que son peligrosos para la
reproducción femenina

Los datos que se exponen en las tablas 1 al 3 dejan entrever la necesidad de


una concienciación a nivel general de adoptar medidas para facilitar la
procreación sin ningún tipo de lacra laboral y personal que pueda arrastrar el/la
trabajador/a. El camino para la adopción de estas medidas ya se ha empezado
a recorrer; el legislador es sensible a los problemas que acarrean la exposición
a los riesgos laborales entre hombres y mujeres y las consecuencias para la
fertilidad.
CONCLUSIONES

 Modificación normativa puesto que se trata de una etapa más del ciclo
vital de la mujer, sin olvidar que en este caso se debe aplicar también al
género masculino.

 Campañas informativas en la red empresarial y dentro de la propia


empresa para los trabajadores, de forma que tomen conciencia de los
riesgos a los que se exponen.

 Incentivos a las empresas que ayuden a la aplicación de las medidas


dirigidas a evitar estos riesgos.

 Formación de los trabajadores y especialmente de sus representantes,


de forma que en las próximas negociaciones colectivas los convenios
contengan medidas de carácter preventivo respecto a los riesgos para la
reproducción en los distintos sectores.
ANEXOS

EJEMPLOS DE EFECTOS PRODUCIDOS POR SUSTANCIAS TÓXICAS

El plomo es un ejemplo clásico de sustancia tóxica que afecta directamente al


sistema neuroendocrino. Se observó que las concentraciones séricas de LH
estaban elevadas en varones expuestos al plomo durante menos de un año.
Este efecto no progresó en varones expuestos durante más de cinco años. Los
niveles séricos de FSH no resultaron afectados. Por otra parte, los niveles
séricos de PFA estaban elevados y los de testosterona total reducidos en los
varones expuestos al plomo durante más de cinco años. Los niveles séricos de
testosterona libre estaban significativamente reducidos tras la exposición al
plomo durante tres a cinco años (Rodamilans y cols. 1988). Por el contrario, las
concentraciones séricas de FSH, LH, testosterona total, prolactina y 17-
cetoesteroides neutros totales no estaban alteradas en trabajadores con
niveles de plomo circulante menores, aunque la frecuencia de distribución del
recuento de espermatozoides estaba alterada (Assennato y cols. 1986). La
exposición de los pintores de astilleros al 2-etoxietanol también redujo el
recuento de espermatozoides sin una modificación simultánea de las
concentraciones séricas de FSH, LH ni testosterona (Welch y cols. 1988). Por
ello, las sustancias tóxicas pueden afectar a la producción de hormonas y al
recuento de espermatozoides independientemente.

Los varones que trabajaban en la fabricación del nematocida DBCP


experimentaron un ascenso de los niveles séricos de LH y FSH y una
reducción del recuento de espermatozoides y de la fertilidad. Estos efectos
parecen ser secuelas de las acciones sobre las células de Leydig del DBCP,
que altera la producción o la acción de los andrógenos (Mattison y cols. 1990).
Varios compuestos pueden ejercer toxicidad a través de una semejanza
estructural con las hormonas esteroides reproductivas. Así, mediante su unión
al receptor endocrino respectivo, las sustancias tóxicas pueden actuar como
agonistas o antagonistas, alterando las respuestas biológicas. El clordecono
(Kepone), insecticida que se une a los receptores de estrógenos, redujo el
recuento y la movilidad de los espermatozoides, detuvo la maduración
espermática y redujo la libido. Aunque resulta tentador sugerir que estos
efectos son consecuencia de la interferencia del clordecono con las acciones
de los estrógenos a nivel neuroendocrino o testicular, no se demostró que los
niveles séricos de testosterona, LH ni FSH estuvieran alterados en estos
estudios de una forma semejante a la de los efectos derivados del tratamiento
con estradiol. El DDT y sus metabolitos también muestran propiedades
esteroides y se podría esperar que alterara la función reproductiva masculina
interfiriendo con las funciones de las hormonas esteroides. Sustancias
xenobióticas como los bifenilos policlorados, polibromados y los plaguicidas
organoclorados también pueden interferir con las funciones reproductivas
masculinas ejerciendo una actividad agonista/antagonista estrogénica (Mattison
y cols. 1990).

La función sexual: El concepto de función sexual humana hace referencia a


las actividades integradas de los testículos y de las glándulas sexuales
secundarias, los sistemas endocrinos de control y los componentes
conductuales y psicológicos de la reproducción localizadas en el sistema
nervioso central (libido). La erección, la eyaculación y el orgasmo son tres
procesos fisiológicos y psicodinámicos diferentes que normalmente aparecen
de forma simultánea en los varones. Se dispone de pocos datos fidedignos
acerca de los efectos de la exposición profesional sobre la función sexual
debido a los problemas descritos anteriormente. Se ha demostrado que
distintos fármacos afectan a cada una de las tres fases de la función sexual del
varón (Fabro 1985), lo que indica que las

exposiciones profesionales pueden ejercer efectos semejantes. Los


antidepresivos, los antagonistas de la testosterona y los estimuladores de la
liberación de prolactina reducen eficazmente la libido en los varones. Los
fármacos antihipertensivos que actúan sobre el sistema nervioso simpático
inducen impotencia en algunos varones y, sorprendentemente, priapismo en
otros. La fenoxibenzamina, un antagonista de los receptores alfa-adrenérgicos,
se ha utilizado a nivel clínico para bloquear la emisión de semen, pero no el
orgasmo (Shilon Paz y Homonnai 1984). Los fármacos antidepresivos
anticolinérgicos permiten la emisión de semen, aunque bloquean la eyección
seminal y el orgasmo, lo que provoca que el líquido seminal rezume por la
uretra en vez de ser eyaculado. Las drogas de abuso también afectan a la
función sexual (Fabro 1985). El etanol puede reducir la impotencia aumentando
la libido. La cocaína, la heroína y los cannabinoides a dosis elevadas reducen
la libido. Los opiáceos también retrasan o alteran la eyaculación. La amplia y
variada gama de productos farmacéuticos de los que se ha demostrado que
afectan al sistema reproductor masculino apoyan la idea de que las sustancias
químicas presentes en el lugar de trabajo también pueden actuar como
sustancias tóxicas reproductivas. Es necesario disponer de métodos de
investigación fidedignos y prácticos adaptados a las características de los
estudios de campo para evaluar esta área importante de la toxicología
reproductiva.

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