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EL VALOR DE UNA FAMILIA

Génesis 1:27:28
Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los
bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en
los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la
tierra.
INTRODUCCION
Somos conscientes que estamos viviendo una época difícil. Sin embargo, Dios prometió que
para los últimos tiempos algo sobrenatural sucedería en la tierra: la restauración de los
hogares.
Dios puso Su carácter en cada uno de los miembros de la familia, para que tanto en el hombre,
como en la mujer y los hijos, exista una plena armonía.
Para el creador – DIOS la familia es su obra maestra,
Cuando rendimos nuestras vidas totalmente a Dios, entonces vamos a ser guiados por Su
Palabra, esto da como resultado una atmósfera de santidad que inunda completamente el
ambiente de la casa. Dios necesita hombres y mujeres que marquen la diferencia, usando
menos palabras y dando más ejemplo.
COMO PODEMOS DESCRIBIR A UNA FAMILIA
Una familia estable es tan poderosa como una ciudad amurallada, donde todos sus habitantes
viven seguros y protegidos contra todo ataque del enemigo. El hombre debe entender que su
primera conquista tiene que ser la de su familia, ya que cuando Dios estableció el matrimonio,
delegó funciones muy específicas para cada uno:
Al varón Efesios 5:29 “Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y
la cuida, como también Cristo a la iglesia”, V. 31 “Por esto dejará el hombre a su padre y a su
madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne”
Al Hombre, Dios le confió el liderazgo de la familia, es decir que el hombre debe responder
como líder en todas las necesidades de su hogar (sacerdote, cabeza hogar, proveedor,
protector)
La mujer proverbios 14:1 “La mujer sabia edifica su casa; Más la necia con sus manos la
derriba”,
El Señor le confió a la mujer el cuidado y la educación de sus hijos. Así como amar y respetar a
su marido.
Los hijos Efesios 6:1-3 “Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo.
Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya
bien, y seas de larga vida sobre la tierra”. Los hijos son la extensión del carácter de los padres,
por ello es necesario invertir tiempo de calidad en ellos. Cada hijo debe saber que cuenta con
sus padres para su protección y cuidado, ya que son personas que Dios nos ha entregado para
cuidar y formar.
Como padres Deut. 4:9 “Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te
olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu
vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.

Debemos entender que hay áreas que necesitan ser restablecidas en nuestras familias para
que se pueda cumplir el propósito de Dios en cada hogar. Veamos 4 áreas en las que Dios
necesita restaurar en las familias en este tiempo:
 
1. FAMILIA QUE CREE EN LA PROTECCION DE DIOS
Éxodo 12:13 “Y la sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la sangre
y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad cuando hiera la tierra de
Egipto”. Según la instrucción dada por parte de Dios, las familias del pueblo de Israel debían
tomar un cordero y sacrificarlo, tomando de la sangre y aplicándola en los postes y marcos de
las puertas de sus casas, porque el Señor había determinado que el espíritu de muerte pasaría
visitando cada hogar, pero donde estuviera la señal de la sangre del cordero, el heridor no
podría tocarlos porque esto significaba protección de lo Alto. 
Hay enemigos espirituales que operan constantemente en las familias y no les permite
alcanzar el sueño de Dios para sus vidas. Estos enemigos pueden ser la inmoralidad, la mentira,
el robo, los vicios, las peleas, deudas, maldiciones generacionales, y aún espíritus de muerte y
enfermedad, pero debemos entender que la Sangre de Jesús, así como lo hizo con el pueblo de
Israel, tiene el poder para redimir las familias del poder del enemigo y traer un cerco de
protección.
2. UNA FAMILIA CREE EN LAS PROMESAS DE DIOS
Salmos 138: 8a NTV«El Señor llevará a cabo los planes que tiene para mi vida”. 
Los planes de Dios siempre son de bien y no de mal para nosotros. No deje de soñar y
visualizar a su familia rendida a los pies de Jesús, porque las promesas de Dios son reales, Él
llevará a cabo los planes que tiene para nuestra familia.
Para esto es importante que nosotros seamos para ellos ese testimonio vivo del poder de Dios,
porque aquellos que no han conocido a Jesús deben hacerlo a través de nosotros. Que nuestra
predicación no sea solo con palabras, sino con nuestro ejemplo: que nuestra conducta,
nuestras acciones, nuestras palabras y nuestro temperamento reflejen el carácter de Jesús.
3. UNA FAMILIA QUE PASTOREA SU DESCENDENCIA
Ezequiel 34:12 “Como el pastor que se preocupa por sus ovejas cuando están dispersas, así me
preocuparé yo de mis ovejas; las rescataré de los lugares por donde se dispersaron en un día
oscuro y de tormenta”
Debemos orar que nuestros familiares puedan conocer al Señor como Su Pastor, que los ama,
que quiere reconciliarse con ellos y que está dispuesto a suplir todas sus necesidades (¡nada
les faltará!).
Nuestra oración a diario es que puedan tener un verdadero encuentro con la cruz, donde
podrán experimentar la llenura del amor del Padre por medio del sacrificio de Su Hijo.
4. FAMILIA QUE SUEÑA CON LAS BENDICIONES DE DIOS
El valor de una familia nace y se desarrolla cuando cada uno de sus miembros asume con
responsabilidad y alegría el papel que le ha tocado desempeñar en la familia.
Dios le había dado un mandato y una promesa a Abraham Génesis 12:1-3 “Pero Jehová había
dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te
mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás
bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán
benditas en ti todas las familias de la tierra”
Abraham fue obediente al Señor cuando Él le dijo que dejara el lugar donde vivían y se fuera a
una tierra que Dios le daría, el corazón obediente de Abraham abrió una puerta de bendición
para su familia.
Conclusión
Recordemos, que mientras nos ocupamos de las cosas de Dios, Él se ocupa de las nuestras,
¡eso incluye a nuestra familia!
Necesitamos una Fe auténtica, y así, no se detendrá el plan perfecto que Dios tiene para
nosotros, y para nuestra familia.

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