Está en la página 1de 64

Unidad Didáctica 4:

Las violencias de
género

Todos los derechos reservados. Queda prohibida, salvo excepción prevista en la ley, cualquier forma
de reproducción, distribución, comunicación pública y transformaciones de esta obra sin contar con la
autorización de la autora. La infracción de los derechos mencionados podrá ser constitutiva de delito
contra la propiedad intelectual.
Curso Género e Igualdad de Oportunidades

Agresividad es un impulso que tienen todas las personas y que


les lleva a ser activas, a la acción y a la actividad.
Esta actividad puede ser creadora o destructiva.
Violencia es la acción que daña, en sus diferentes formas, a las
personas u objetos. (...)
El poder patriarcal sólo se consigue por medio de la violencia.

(Gretel Amman, 1985)

1.- INTRODUCCIÓN:

Esta Unidad Didáctica nos introducirá en los conceptos básicos sobre las
violencias de género, las distintas formas en que se manifiestan y los recursos para
abordarlas. Entendemos que un curso sobre género no puede dejar de abordar la
manifestación más extrema de la desigualdad entre mujeres y hombres, aunque
sea a través de una somera aproximación. Conocer nos permitirá prevenir y luchar
por la erradicación de uno de los más terribles problemas de las sociedades del
siglo XXI (y de las que nos precedieron).
Una de las armas principales contra las violencias de género es que las
mujeres se amen a sí mismas, se sepan sujetas de derecho, autónomas, libres e
iguales. Pero no basta con eso para enfrentar las múltiples violencias que las
mujeres pueden sufrir, la sociedad en su conjunto debe cambiar, el mundo entero
ha de transformarse en un lugar habitable, seguro, donde todas las personas sean
respetadas y bientratadas por el solo hecho de existir. Eso implica caminar hacia la
utopía de la que hablara Galeano, pero no para que se aleje eternamente, sino para
convertir la utopía en topía, en ese lugar posible, donde las relaciones entre las
personas no estén condicionadas por el sexo, la etnia, el dinero, la orientación
sexual,… donde no seamos desiguales, sino diferentes.
Y la construcción de ese mundo más justo pasa necesariamente por la
prevención. Porque es ineludible soñar y crear un mundo sin violencia, hablamos de
ello también es esta Unidad Didáctica, recorriendo los contextos comunitario y
educativo para finalizar con una propuesta sobre la mejor forma de prevenir las
violencias de género.

© María Ferraz Dobarro, 2010 2


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

2.- OBJETIVOS:

- Clarificar el concepto “violencias de género”.


- Conocer e identificar las distintas formas de esta violencia.
- Deconstruir los mitos que se han cimentado en torno a algunas formas de
violencia.
- Identificar los recursos necesarios para abordar las violencias de género
desde los diferentes sistemas públicos de intervención.
- Identificar estrategias de prevención de las violencias de género desde el
ámbito comunitario.
- Conocer el modelo coeducativo como marco para la prevención de las
violencias de género desde el contexto escolar.

3.- ESQUEMA DE CONTENIDOS:

La Unidad Didáctica 4comprende los siguientes temas:


Tema 9: Introducción a las violencias de género: conceptos, formas de violencia,
recursos para abordarlas.
Tema 10: Claves y estrategias para la prevención de las violencias de género y la
promoción de la igualdad.

Conceptos clave y datos relevantes.


Violencias directas

- Violencia contra las mujeres en el ámbito doméstico.


- Agresiones sexuales.
- Acoso sexual.
- Tráfico de mujeres con fines de explotación sexual y comercio sexual,
matrimonios serviles y explotación laboral.
- Mutilación genital femenina.
- Violencia contra los derechos sexuales y reproductivos.
- Hostigamiento en los espacios públicos.
- Acoso moral.
- Violencia de género derivada de conflictos armados.
- Crímenes de honor.

© María Ferraz Dobarro, 2010 3


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

- Feminicidio.
Violencias indirectas o simbólicas

- Violencia de género a través del lenguaje sexista y los productos culturales.


- Violencia de género a través de la publicidad, los medios de comunicación y
las nuevas tecnologías.
- Violencia estética.
- Violencia económica.
- Violencia institucional.
- Violencia de género de carácter ritual, pseudo religioso o religioso.
- Tolerancia social frente a la violencia de género.
Mitos y prejuicios.
Recursos para abordar las violencias de género: Cuerpos y fuerzas de
seguridad, Justicia, Sanidad, Educación y Servicios Sociales.
La prevención

La prevención comunitaria
Propuestas para la construcción de escuelas coeducativas

4.- TEMPORALIZACIÓN:

Se prevé que esta Unidad Didáctica se pueda realizar en 25 horas.

© María Ferraz Dobarro, 2010 4


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

TEMA 9: INTRODUCCIÓN A LAS VIOLENCIAS DE GÉNERO: CONCEPTOS


FORMAS DE VIOLENCIA, RECURSOS PARA ABORDARLAS.

9.1.- Datos para una reflexión inicial:

La violencia contra las mujeres no es un fenómeno nuevo en nuestro país,


aunque los medios de comunicación comenzaron a visibilizarlo hace ya más de una
década a partir del asesinato de Ana Orantes en diciembre de 1997, quemada viva
por su exmarido después de haber relatado el calvario de malos tratos que sufrió
durante años en un programa de televisión de Canal Sur.
Parece que en esta sociedad globalizada, de las nuevas tecnologías de la
información, lo que no sale en los medios no ocurre, no es importante. Pero la
violencia de género está ahí desde tiempo inmemorial, en todas las culturas y
contextos, aunque se legitime, se trivialice, se desconozcan los mecanismos que la
generan y se esté aún muy lejos de erradicarla.
Entre 2003 y 2010 se produjeron en nuestro país 814.567 denuncias por
violencia de género en el ámbito doméstico y una media de 70 mujeres asesinadas
al año, víctimas “de un mal amor que mata” (como lo denominaron Esperanza
Bosch y Victoria Ferrer, 2002).
En 1996 el número de denuncias por malos tratos “de maridos a sus
esposas” (terminología de la época) fue de 16.378, mientras que en 2011 las
denuncias por violencia de género alcanzaron las 134.002, lo que nos habla de un
incremento significativo, no porque la violencia haya aumentado, sino porque las
mujeres se atreven a denunciar más entre otras cosas, gracias al incremento de
recursos, a las campañas de sensibilización y la mayor visibilización del problema.
En los últimos años se ha ido creando un mayor clima de “Tolerancia Cero” frente a
la violencia de género, sin embargo, atendiendo a las cifras dadas por la
Administración del Estado, la media de mujeres asesinadas no ha variado
significativamente. Fuente: http://www.inmujer.es

En la siguiente tabla podemos comprobarlo:

© María Ferraz Dobarro, 2010 5


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

Nº DE MUERTAS SEGÚN Mº INTERIOR Nº DE MUERTAS SEGÚN LOS


AÑO / INSTITUTO DE LA MUJER COLECTIVOS DE MUJERES
1999 42 / 54 58
2000 42 / 63 55 (+ 10 menores)
2001 42 / 50 73
2002 52 / 54 73 (+ 4 menores)
2003 66 / 71 94 (+ 3 menores)
2004 72 93 (+ 16 menores)
2005 57 76 (+ 4 menores)
2006 68 88 (+ 5 menores)
2007 71 86 (+ 4 menores)
2008 76 85 (+ 9 menores)
2009 55 63 (+ 3 menores)
2010 73 97 (+ 6 menores)
2011 61 89 (+ 8 menores)
2012 46 (a 26-12-12) 62 (+ 7 menores)
Fuentes: http://www.inmujer.es / http://www.redfeminista.org

Resulta difícil ofrecer cifras precisas sobre este hecho, pues en función del
tipo de conceptualización que se haga sobre la violencia contra las mujeres los
datos cambiarán. Las diferencias en la tabla se explican de este modo: las fuentes
gubernamentales sólo contabilizan los casos de mujeres asesinadas fruto de la
violencia de género en el ámbito doméstico, es decir, aquellas mujeres a quienes
unía un vínculo con el agresor (pareja, expareja: cónyuges o excónyuges, novios /
novias o compañeros/as sentimentales, conforme a la previsto en la Ley Orgánica
1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia
de Género), mientras que la Red Feminista de Organizaciones contra la Violencia
de Género contabiliza diversas formas de violencia de género (agresión sexual,
mujeres víctimas de las redes de tráfico,…) por lo que el número cambia
significativamente. La diferencia observada entre los años 1999 a 2003 entre los
propios datos del Ministerio del Interior obedece a los criterios de contabilización del
propio Ministerio. Durante algunos años sólo se contabilizaban las mujeres a las
que había asesinado su pareja en ese momento, mientras que a partir de 2004, el
gobierno que presidió Rodríguez Zapatero elaboró nuevos criterios de recuento de
víctimas (incluyeron todos los vínculos afectivos en relaciones de pareja o expareja)
y se “recontaron” los años anteriores a su llegada al gobierno, de ahí la diferencia .

© María Ferraz Dobarro, 2010 6


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

Con respecto al número de denuncias interpuestas los datos son los


siguientes:

EVOLUCIÓN DEL NÚMERO DE DENUNCIAS RECIBIDAS EN LOS JUZGADOS DE VIOLENCIA SOBRE LA MUJER EN
LOS ÚLTIMOS CINCO AÑOS
2007 2008 2009 2010 2011
TOTAL 126.293 142.125 135.540 134.101 134.002
Fuente: Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial, 2012.

Por lo que respecta al número de Órdenes de Protección los datos son:


EVOLUCIÓN DE LAS ÓRDENES DE PROTECCIÓN SOLICITADAS EN LOS JUZGADOS DE VIOLENCIA SOBRE LA
MUJER EN LOS ÚLTIMOS CINCO AÑOS
2007 2008 2009 2010 2011
TOTAL 37.794 41.420 41.085 37.908 35.816
Fuente: Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial, 2012.

Con respecto a la posición de las Comunidades Autónomas en relación a la


tasa de denuncias por cada 10.000 mujeres, las Comunidades que ocupan los 5
primeros puestos según un informe del Observatorio contra la Violencia Doméstica
y de Género del Consejo General del Poder Judicial (datos de 2010) eran:
1º Canarias (19,33)
2º Comunidad Valenciana (17,82)
3º Murcia (16,92)
4º Baleares (16,37)
5º Andalucía (15,83)

Los datos nos ayudan a aproximarnos al problema, a generar un mayor


grado de sensibilidad y conocimiento ante el mismo y a reflexionar sobre el papel
de los/as agentes sociales en la prevención y erradicación de la violencia de
género. Sólo desde el conocimiento de la realidad se puede lograr transformarla.
La toma de conciencia de la gravedad del problema de la violencia contra las
mujeres contribuye a movilizar recursos para erradicarla.

9.2.- Conceptualización, aspectos generales y tipología:

La IV Conferencia Mundial sobre la Mujer de Beijing en 1995 sentó las


bases para argumentar que la violencia contra las mujeres “es una manifestación
de las relaciones de poder históricamente desiguales entre mujeres y hombres, que
han conducido a la dominación de la mujer por el hombre, la discriminación contra
la mujer y a la interposición de obstáculos contra su pleno desarrollo. La violencia
contra la mujer a lo largo de su ciclo vital dimana especialmente de pautas

© María Ferraz Dobarro, 2010 7


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

culturales, en particular de los efectos perjudiciales de algunas prácticas


tradicionales o consuetudinarias y de todos los actos de extremismo relacionados
con la raza, el sexo, el idioma o la religión que perpetúan la condición inferior que
se le asigna a la mujer en la familia, el lugar de trabajo, la comunidad y la
sociedad”. (Plataforma de Acción, 1995). En dicha conferencia también se afirmó
que “la violencia contra la mujer impide el logro de los objetivos de igualdad,
desarrollo y paz. La violencia contra la mujer viola y menoscaba o impide su disfrute
de los derechos humanos y las libertades fundamentales”.
En este documento se definió la expresión violencia contra la mujer como
“todo acto de violencia basado en el género que tiene como resultado posible o real
un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción o la
privación arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la vida pública o en la
privada.
Se entenderá que la violencia contra la mujer abarca los siguientes actos,
aunque sin limitarse a ellos:
a) La violencia física, sexual y psicológica que se produzca en la familia, incluidos
los malos tratos, el abuso sexual de las niñas en el hogar, la violencia
relacionada con la dote, la violación por el marido, la mutilación genital femenina
y otras prácticas tradicionales nocivas para la mujer, los actos de violencia
perpetrados por otros miembros de la familia y la violencia relacionada con la
explotación.
b) La violencia física, sexual y psicológica perpetrada dentro de la comunidad en
general, inclusive la violación, el abuso sexual, el acoso y la intimidación sexual
en el trabajo, en instituciones educacionales y en otros lugares, la trata de
mujeres y la prostitución forzada;
c) La violencia física, sexual y psicológica perpetrada por el Estado, donde quiera
que ocurra.” (Plataforma de Acción de Beijing, 1995).
La Conferencia Mundial de Derechos Humanos de la ONU reconocía en
1993 que la violencia contra la mujer es una violación de los Derechos Humanos.
Este reconocimiento fue ratificado en Beijing'95 al afirmar que los derechos
humanos de mujeres y niñas son parte inalienable, integral e indivisible de los
Derechos Humanos universales.

La violencia de género, por tanto, hunde sus raíces en las desigualdades


entre mujeres y hombres que promueven las sociedades patriarcales. Analizar los
procesos de socialización de las mujeres nos revela numerosos factores de

© María Ferraz Dobarro, 2010 8


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

vulnerabilidad frente a las violencias de género y analizar el mismo proceso en los


hombres implica descubrir la potenciación de elementos legitimadores de la
violencia. La socialización de las mujeres es un compendio de atributos negativos,
incompletos e insatisfactorios. La instrumentalización que se hace de su persona
bajo la idea de “complementariedad” del hombre desdibuja su individualización para
hacerla un ser incompleto que sólo adquiere unicidad en el otro. Deconstruir este
modelo supone crear mujeres autónomas, independientes, cuyo sentido de la vida
esté en ellas mismas. Construirnos sobre este “ser para mí” supone una alternativa
a la violencia porque, como expresa Ana Mª Pérez del Campo (1995), “este
fenómeno (la violencia de género) implica la existencia de dos planos desnivelados
en la relación, uno en situación de ventaja y otro en inferioridad, de esa desigualdad
nace la violencia, entre los que son como iguales y que como iguales se relacionan
no se da la violencia”.
Si entendemos la conducta violenta, como el uso de la fuerza para resolver
conflictos interpersonales, ésta se hace posible en un contexto de desequilibrio de
poder, permanente o momentáneo. Resulta cada vez más absurdo buscar las
causas de la violencia contra las mujeres en las circunstancias particulares de cada
maltratador (ejemplo: alcoholismo, patologías mentales), por el contrario, hay que
hallarlas en la base de la estructura social, con su reparto injusto y desequilibrado
del poder. Y la conducta violenta refleja un abuso de poder.
Es en los espacios tradicionales de socialización (familia, escuela,
comunidad, medios de comunicación social,...) donde se van aprendiendo e
incorporando los modelos tradicionales de “ser hombre” o “ser mujer”, por tanto, la
violencia contra las mujeres se produce por el modo en que hemos sido
educadas/os y por el modo en que no hemos sido educadas/os.
En este tema pluralizamos el concepto “violencia de género” porque
entendemos que tiene múltiples manifestaciones, aunque también hablaremos en
singular ya que es lo más habitual en distintos ámbitos profesionales. Para intentar
una comprensión lo más sencilla posible de la tipología de las violencias de género
hemos llevado a cabo una división en dos grandes bloques:

a) Violencias directas.
b) Violencias indirectas o simbólicas.

Dentro de las primeras nos encontraríamos con las violencias inscritas en el


cuerpo de las mujeres; no hay un cuerpo en el mundo más marcado, utilizado y
expropiado que el de mujeres y niñas. Los grados de utilización y explotación del
© María Ferraz Dobarro, 2010 9
Curso Género e Igualdad de Oportunidades

cuerpo de las mujeres van desde su comercialización hasta la aniquilación:


pornografía, acoso, prostitución, violación, mutilación, maltrato, asesinato. El
mecanismo de control patriarcal más eficaz a lo largo de la historia ha sido el
control de la sexualidad y la expropiación del cuerpo de las mujeres; las mujeres
han sufrido (y continúan sufriendo) una triple expropiación de sus cuerpos: cuerpo
como reproductor, cuerpo como productor y cuerpo como objeto sexual de
consumo. Ese control del cuerpo niega a las mujeres su condición de sujetos, niega
sus deseos, cosifica y condena e inscribe en el cuerpo el sentido de propiedad por
parte de los hombres; por tanto, volvemos a la violencia como ejercicio de control y
como una clara explicitación del lugar de la subordinación de las mujeres a la
decisión y al poder masculino.
Entendemos por violencias directas todas aquellas formas que lesionan de
forma directa el cuerpo y la integridad física, psíquica o sexual de las mujeres,
ocasionando un daño objetivable, mientras que a las violencias simbólicas las
definimos en función de su sutileza, de su inaprensibilidad. Las violencias indirectas
o simbólicas se sustentan a través de aquellos medios que legitiman, toleran y
perpetúan las desigualdades de género en su mayor grado y que en ocasiones
hacen auténtica apología de la violencia contra las mujeres; nos referimos a los
medios de comunicación, a los productos culturales, al lenguaje, a los sistemas
económicos neoliberales, a determinadas instituciones, a las creencias religiosas,...
a todos esos mecanismos que simbólica, o explícitamente, contribuyen a reforzar la
violencia estructural que vivimos las mujeres. Son aquellas violencias que sostienen
el sistema patriarcal y que están enraizadas en los modos desiguales de entender
el mundo.
Así pues, la tipología que vamos a establecer será la siguiente:
a) Violencias directas:
- Violencia contra las mujeres en el ámbito doméstico.
- Agresiones sexuales.
- Acoso sexual.
- Tráfico de mujeres con fines de explotación sexual, laboral y matrimonios
serviles.
- Mutilación genital femenina.
- Violencia contra los derechos sexuales y reproductivos.
- Hostigamiento en los espacios públicos.
- Acoso moral.
- Violencia de género derivada de conflictos armados.

© María Ferraz Dobarro, 2010 10


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

- Crímenes de honor.
- Feminicidio.

b) Violencias indirectas o simbólicas:


- Violencia de género a través del lenguaje sexista y los productos culturales.
- Violencia de género a través de la publicidad, los medios de comunicación y
las nuevas tecnologías.
- Violencia estética.
- Violencia económica.
- Violencia institucional.
- Violencia de género de carácter ritual, pseudo religioso o religioso.
- Tolerancia social frente a la violencia de género.
Resulta complicado establecer una tipología de la violencia dada la
complejidad de las formas que adopta, pero también creemos necesario que esa
conceptualización se produzca y, quienes trabajen en torno a la violencia de
género, sean capaces de utilizar un mismo lenguaje y saber definir claramente los
conceptos.

9.3.- Formas de violencia. Violencias directas:

9.3.1.- Violencia masculina contra las mujeres en las relaciones


de pareja o expareja o violencia contra las mujeres en el ámbito
“doméstico”:
El término “violencia doméstica” no es adecuado para referirse a la violencia
de género en las relaciones de pareja, es más preciso hablar de violencia
masculina contra las mujeres en las relaciones de pareja o expareja o, violencia de
género en el ámbito doméstico (así, el término ámbito hace referencia al espacio
“relacional” donde ocurre la violencia, pero no caracteriza a la violencia misma).
El elemento básico para la producción de maltrato no es la existencia de
agresividad, sino la presencia de personas en desigualdad de poder: el maltrato se
ejerce sobre un real o potencial subordinado. Entre iguales puede haber agresión,
violencia mutua, conflicto, pero no maltrato (Bonino, 2000). Por tanto, al analizar la
situación de las mujeres, la violencia es sinónimo de dominación, no de agresividad.
Algunas autoras (Álvarez y otras, 2001) apuntan que definir al maltratador como
agresor desvirtúa el concepto de maltrato. El maltratador es fundamentalmente un
controlador, por ello es conveniente definir el maltrato como un proceso. Este
concepto es lo que diferencia la agresión (definida por la lesión que provoca) del

© María Ferraz Dobarro, 2010 11


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

maltrato (que implica y requiere continuidad). Por lo tanto, el maltrato siempre es


habitual.
La continuidad en el tiempo es lo que a su vez permite que la relación
configure dependencia y ésta configura a su vez el desequilibrio.
El proceso de maltrato consiste en los mecanismos que el violento
habilita para hacerse con el control de la vida de las mujeres. Este concepto es
fundamental a la hora de desarrollar metodologías y estrategias de supervivencia.
Una gran mayoría de mujeres maltratadas no inician estos procesos y, cuando lo
hacen, no siempre tienen éxito porque no han tenido suficiente control real sobre
sus vidas. El control es el concepto a desactivar para que se inicien los procesos de
supervivencia.
El control de una persona sobre otra implica que aquella tiene más dominio
sobre la conducta o los puntos de vista de la segunda que ella misma. Y las formas
de maltrato son auténticas formas de control:
- control de las relaciones externas
- control del dinero
- control de los momentos de intimidad
- control del tiempo
- control de la sexualidad
- control emocional
- control de la reproducción
- control de los/as hijos/as
- control del acceso a los bienes
- control de la vida (asesinato).

Foto de la Campaña “18 segundos”


organizada por el Instituto de la Mujer en
colaboración con la Comisión de Malos Tratos
a Mujeres y el Ayto. de Madrid (Noviembre
2005) –En la imagen: Silvia Abascal-

Es importante señalar que pese a que la habitualidad es una característica


típica de los malos tratos, cualquier acto violento (incluso un solo incidente) puede
cambiar dramáticamente el equilibrio de poder en una relación y crear en la mujer

© María Ferraz Dobarro, 2010 12


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

un sentimiento permanente de desigualdad, amenaza y pérdida. En las relaciones


de pareja / expareja nos podemos encontrar con la siguiente tipología del maltrato:
• Maltrato físico: Uso intencional de la fuerza contra el cuerpo de las mujeres
de tal forma que conlleva riesgo de lesión física, daño o dolor, sin importar
que esa conducta en realidad haya tenido esos resultados.
• Maltrato psicológico: Aquellas conductas que producen en las víctimas
desvalorización, sufrimiento y graves lesiones en la autoestima (humillación,
descalificación, desautorización, amenazas,...)
• Maltrato sexual: Cualquier intimidad sexual forzada por parte de la pareja
(u otros miembros del entorno familiar), no limitándose a la penetración
vaginal o anal, por lo que incluye todas las prácticas sexuales que se
realicen con intimidación, coerción o estado de indefensión.
• Maltrato económico: Privación de recursos para el bienestar físico y
psicológico (nutrición, salud y medios de subsistencia). Desigualdad para
disponer de recursos compartidos, así como restricciones o impedimento
para acceder al empleo y/o la educación.
• Maltrato social: Aislamiento de la víctima de sus redes sociales de apoyo
(amistades, familia, vecinos/as,…), ausencia de apoyo por parte de esa red.
• Maltrato a través de los/as hijos/as: Cada vez son más numerosos
aquellos padres que, con el fin de aumentar el sufrimiento en sus parejas o
exparejas, acaban con la vida de sus propios hijos/as o les producen
lesiones de extrema gravedad. Todos los/as menores implicados en una
relación violenta de sus padres sufren violencia de una u otra forma: en
ocasiones las agresiones físicas también las sufren los niños y las niñas, en
otras, la violencia psicológica y la tensión que se vive en la relación afecta
emocionalmente a los/as hijos/as. En algunos casos, el abuso sexual a
menores se puede enmarcar en la dinámica de una relación también
violenta en la pareja. Lo que está claro es que los/as menores pueden ser
víctimas indirectas de la violencia de género, pero también víctimas directas.
Para quienes deseen ampliar información sobre la atención a menores
víctimas de esta violencia se puede consultar:
http://www.savethechildren.es/ver_doc.php?id=76

© María Ferraz Dobarro, 2010 13


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

9.3.2.- Agresiones sexuales:


Bajo el término violencia sexual se pueden agrupar toda una serie de
prácticas que tienen en común el uso premeditado del sexo como arma para
demostrar poder sobre otro ser humano (habitualmente mujeres y niñas/os) y para
infligir dolor y humillación. Entre ellas nos encontramos con la violación (cometida
por conocidos, extraños, pareja), incesto, abuso de menores, pornografía, acoso
sexual, explotación y comercio sexual. La violencia sexual es una de las prácticas
más habituales de la violencia de género y de las menos denunciadas a nivel
mundial.
Nuestro Código Penal (C.P.) define la agresión sexual como atentar contra
la libertad sexual de otra persona con violencia o intimidación. Por tanto, puede
considerarse que abarca una serie de actos que van desde cualquier tipo de
contacto sexual no deseado al intento de violación y violación en sí. Esta última
supondría el acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal, o la introducción de
objetos por alguna de las dos primeras vías. Pero el C. P. hace una distinción entre
agresiones y abusos, en función de la violencia o intimidación que se ejerza.
- Agresiones sexuales: han de llevarse a cabo con violencia e
intimidación.
- Abusos sexuales: sin violencia o intimidación, pero sin consentimiento.
Se consideran abusos sexuales no consentidos los que se ejerzan sobre
menores de 13 años, sobre personas con trastorno mental o privadas de
sentido. También es constitutivo de delito si el agresor obtiene el
consentimiento de la víctima haciendo valer una situación de
superioridad sobre la misma que coarte su libertad.

9.3.3.- Acoso sexual:


El acoso es otra forma de violencia sexual cuyos límites se muestran más
difusos, incluso para las propias mujeres que lo sufren, confundiendo abusos con
mecanismos de seducción “normalizados” en nuestra cultura patriarcal. Pero el
acoso no tiene nada que ver con la seducción. Es un fenómeno estructural, no una
desviación individual del que lo practica, y opera como una forma de control sobre
las mujeres. Marca el poder de quien lo ejerce al considerar a la mujer como un
objeto a su disposición (de ahí que los acosadores piensen que las mujeres
deberían sentirse halagadas por haber sido “elegidas”).
El C.P., al penalizar al agresor, entiende que este será autor de acoso
sexual al solicitar favores de naturaleza sexual para si o para un tercero, en el
© María Ferraz Dobarro, 2010 14
Curso Género e Igualdad de Oportunidades

ámbito de una relación laboral, docente o de prestación de servicios, continuada o


habitual, y con tal comportamiento provoca en la víctima una situación objetiva y
gravemente intimidatoria, hostil o humillante (Art. 184, C.P.) El Código contempla
como agravante que el acosador se valga de su superioridad laboral, docente o
jerárquica, y que la víctima sea especialmente vulnerable por su edad, enfermedad
o situación.
La normativa comunitaria (Directiva 2002/73/CE) considera acoso sexual la
situación en que se produce cualquier comportamiento verbal, no verbal o físico no
deseado de índole sexual con el propósito o el efecto de atentar contra la dignidad
de una persona, en particular cuando se crea un entorno intimidatorio, hostil,
degradante, humillante u ofensivo.
Wise y Stanley (1992) hacen una acertada y completa definición
conceptualizando el acoso como “una intrusión indeseada y no buscada, por parte
de un hombre, en los sentimientos, pensamientos, conductas, espacio, tiempo,
energías y cuerpo de una mujer”.
Han sido los Sindicatos, especialmente las Secretarías o Áreas de la Mujer
de los mismos, quienes se han ocupado ampliamente de este tema, identificando
diferentes categorías de acoso, entre las que destacan:
- El chantaje sexual o acoso de intercambio, que lleva implícito la pérdida de
derechos laborales, ya que la negativa o el sometimiento de una persona al
requerimiento sexual se utiliza para una decisión que repercute en el acceso
de esta persona a la formación, al empleo, a la promoción o al salario. Este
tipo de acoso suele ser practicado por quienes ostentan una superioridad
jerárquica frente a la víctima.
- El acoso ambiental o acoso de ambiente hostil, que supone un entorno
laboral o formativo intimidatorio, hostil y humillante para la persona acosada.
Es contrario al principio de igualdad de trato y suele ser desarrollado por
compañeros, proveedores, clientes,... de igual o incluso inferior condición
jerárquica que la persona acosada. Sería el acoso relacionado con
comentarios y bromas desagradables relacionadas con el sexo, ostentación
de material pornográfico, contacto físico innecesario (rozamientos,
palmaditas),...

© María Ferraz Dobarro, 2010 15


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

9.3.4.- Tráfico de Mujeres con fines de Explotación Sexual y


Comercio Sexual, Matrimonios Serviles y Explotación Laboral:
El tráfico de mujeres, la feminización de la pobreza y las políticas de
globalización económica están estrechamente relacionados. Las condiciones de
vida de los sectores más desfavorecidos económicamente resultan elementos
potenciales de vulnerabilidad y esto da lugar al tráfico de variadas “mercancías”
(especialmente mujeres y niñas) dentro de un marco ilegal y para los más variados
fines.
Los ámbitos en los que se desarrolla el tráfico de mujeres son:
- Matrimonios serviles: Las mujeres son engañadas con la idea de que van a
encontrar pareja y acaban sometidas a cautiverios, prestando servicios
sexuales en contra de su voluntad a su “marido o compañero” y a familiares
y amigos de éste. La situación socioeconómica de muchos de los países de
origen de estas mujeres hace que se acojan a este tipo de alternativas
como forma de huir de la pobreza en la que viven, pero muchas veces, esta
salida no tiene el efecto que ellas esperaban.
- Explotación laboral (especialmente en el servicio doméstico): Generalmente
es utilizado como fachada y las mujeres acaban en la prostitución, pero las
que trabajan en casas o en fábricas lo hacen en unas condiciones
prácticamente de esclavitud y sin regularizar su situación jurídica en el país
en el que se encuentran.
- Prostitución: Es el ámbito que ocupa al mayor volumen de mujeres que se
mueven a través de redes de tráfico internacional. Se calcula que sólo en
Europa entre 300.000 y 700.000 mujeres ejercen la prostitución a través de
dichas redes.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha definido el
tráfico de mujeres como cualquier transporte o desplazamiento ilícito de mujeres
inmigrantes y su posterior comercialización para actividades económicas o
personales. Incluye por tanto los siguientes elementos:

- Facilitar el movimiento ilegal de mujeres inmigrantes a otros países, con o sin su


consentimiento o conocimiento.
- Engañar a la mujer inmigrante sobre el propósito de la migración, sea legal o
ilegal.
- Abusar psíquica o sexualmente de la mujer inmigrante con el propósito de
traficar con ella.
- Vender, o comercializar mujeres con el propósito de dedicarlas al empleo
doméstico, matrimonios, prostitución o cualquier otra forma de abuso y
explotación que genere beneficios económicos.

© María Ferraz Dobarro, 2010 16


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

Naciones Unidas plantea que las condiciones injustas de trabajo, los


reclutamientos forzosos, la servidumbre por deudas, la explotación sexual, las/os
niñas/os trabajadoras/es, los matrimonios forzados, etc., son modernas formas de
esclavitud. Se estima que actualmente hay en el mundo 250 millones de
esclavas/os.
Amnistía Internacional ha editado un Informe en julio de 2009 denominado
España: una vida sin violencia para mujeres y niñas. Las otras víctimas de violencia
de género: violencia sexual y trata de personas, que se puede consultar en:
http://www.es.amnesty.org/campanas/no-mas-violencia-contra-las-mujeres/saber-mas/informes-por-pais/espana/

9.3.5.- Mutilación Genital Femenina (MGF):


Se estima que entre 100 y 140 millones de mujeres han estado sujetas a
esta forma de tortura y cada año, aproximadamente, dos millones de niñas son
mutiladas o están en riesgo de serlo. Cada vez se está ejerciendo la mutilación a
edades más tempranas ante el temor a las leyes restrictivas de algunos gobiernos
de los países afectados, pues se supone que cuanto mayor sea la niña,
adolescente o mujer a quien se intente mutilar, mayor capacidad de decisión tendrá
sobre su propio cuerpo y mayor capacidad de denuncia.
Contrariamente a lo que se pueda pensar, la MGF no se limita sólo a los
países de la esfera islámica, algunas comunidades coptas, cristianas y judías
(judíos falasha) se suman a esta práctica, así como muchas tribus de culto
animista. Con las migraciones esta práctica se ha diseminado a otros países pues
las/os migrantes continúan practicando sus tradiciones en sus nuevas
comunidades.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) definió en 1995 la MGF como
aquel conjunto de procedimientos que implican una eliminación parcial o total de los
genitales externos femeninos y/o lesiones causadas a los órganos genitales
femeninos por razones culturales o motivos no terapéuticos de cualquier otro tipo.
Existen cuatro tipos de mutilación (aunque en algunos países los tipos II y III
van unidos):
- Tipo I o Sunna: Aquí se quita el capuchón del clítoris, preservando el clítoris en
sí y las partes posteriores más grandes del labio menor (es la forma menos
severa).
- Tipo II o clitoridectomía: Consiste en la ablación parcial o total del clítoris.

© María Ferraz Dobarro, 2010 17


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

- Tipo III o Escisión: Aquí, al margen de quitar el clítoris, se eliminan partes


adyacentes del labio menor o la totalidad de éste, sin incluir el labio mayor y sin
cerrar la vulva.
- Tipo IV o Infibulación (también llamada circuncisión faraónica): La infibulación
es la forma más severa de esta práctica y consiste en la extirpación e
infibulación de la vulva. La extirpación consiste en quitar el clítoris entero y los
dos tercios anteriores (o más) del labio menor y del labio mayor. La apertura
vaginal está casi completamente cicatrizada, dejando únicamente una pequeña
abertura que permite salir el flujo menstrual.
Las consecuencias de la MGF son terribles. Algunas de ellas son:

 Shock  Daño o trauma de las estructuras


 Infección de la herida adyacentes (tejidos del tracto urinario,
 Infección de VIH vagina, perineo o recto)
 Hepatitis B  Problemas menstruales y en el parto
 Huesos rotos  Trauma psicológico
 Falta de recuperación  Hemorragia
 Tétanos  Ardor al orinar o retención de la orina
 Septicemia (envenenamiento  Problemas en las relaciones sexuales
sanguíneo)  Muerte

Para combatir la MGF es necesario que, desde las propias comunidades


donde se practica, la población, y especialmente las mujeres tomen conciencia del
daño que supone esta práctica y sea modificada desde dentro y no por la
intervención de agentes externos que pueden ser tomados como una injerencia en
sus “costumbres y tradiciones”.

9.3.6.- Violencia contra los Derechos Sexuales y Reproductivos:


La Plataforma de Acción de Beijing'95 definió la salud reproductiva como un
estado general de bienestar físico, mental y social, y no de mera ausencia de
enfermedad o dolencias en todos los aspectos relacionados con el sistema
reproductivo y sus funciones y procesos. En consecuencia, la salud reproductiva
entraña la capacidad de disfrutar de una vida sexual satisfactoria y sin riesgos y de
procrear, y la libertad para decidir hacerlo o no hacerlo, cuándo y con qué
frecuencia, así como el acceso a servicios y métodos de atención a la salud sexual
y reproductiva.
Debido a los condicionamientos de género, las mujeres son más vulnerables
a riesgos relacionados con su salud sexual (ej.: incremento preocupante del VIH en
las mujeres; embarazos no deseados al ser forzadas en las relaciones sexuales;
métodos forzados de control de la natalidad  abortos selectivos, esterilización

© María Ferraz Dobarro, 2010 18


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

forzosa; negación del derecho a decidir libremente sobre el propio cuerpo o sobre
su orientación sexual,…) Estos y otros aspectos ejemplifican la vulneración de los
derechos sexuales y reproductivos.

9.3.7.- Hostigamiento en los espacios públicos:


Existe una forma de violencia de género, característica exclusivamente de
los espacios públicos, y ejercida normalmente por desconocidos. Nos referimos a
todas aquellas prácticas que invaden el espacio vital de las mujeres, bien a través
de la palabra, del gesto, del roce o de la agresión física directa.
El recorrido de las mujeres por los espacios públicos, calles, plazas,
mercados,... en ocasiones duplica su trayectoria habitual por la "carrera de
obstáculos" que tienen que realizar para no soportar lo que para ellos son "simples
piropos" y para ellas son agresiones sexistas. La creencia machista que permite a
los hombres la apropiación del espacio, del cuerpo y de la intimidad de las mujeres,
incluso en plena calle, legitima esta forma de violencia.

FOTO PORTADA
DEL LIBRO
“CUANDO LOS
AMORES
MATAN” DE Mª
JESÚS
IZQUIERDO

9.3.8.- Acoso Moral:


Para Hirigoyen (1999), la primera característica importante del acoso moral
es que es un proceso inconsciente de destrucción psicológica para la mujer. A
través de acciones hostiles evidentes u ocultas (alusiones, insinuaciones y palabras
aparentemente anodinas) es posible llegar a desestabilizar y destruir a alguien. El
término “desestabilizar” es clave en este análisis y será usado con mucha
frecuencia. Es uno de los objetivos principales del acoso: paralizar e impedir a la
víctima defenderse al igual que haría un depredador. Otro aspecto importante del
acoso moral es el perfil del acosador. Este es un perverso narcisista que sólo puede
existir si adquiere su autoestima y su poder a costa de rebajar a los demás. La
perversidad no proviene de un trastorno psiquiátrico, sino de una fría racionalidad
que se combina con la incapacidad de considerar a los/as demás como seres
humanos.
© María Ferraz Dobarro, 2010 19
Curso Género e Igualdad de Oportunidades

Hirigoyen plantea que la violencia perversa o el acoso moral no es


patrimonio exclusivo de los hombres contra las mujeres, también estas pueden
llegar a poner en práctica mecanismos de acoso moral, pero sí reconoce que en la
mayor parte de acosos que se dan en la pareja, al igual que en el terreno laboral, la
balanza se inclina desfavorablemente para las mujeres, es decir, ellas son las
víctimas de sus parejas o jefes perversos.

Cuando se produce una ruptura en las relaciones de pareja, las estrategias


del acoso moral pueden agudizarse. Es como si no quisiera soltar a su “presa” y la
invade en cada momento con su presencia (llamadas telefónicas constantes, la
espera al salir del trabajo, la amenaza,...). No olvidemos que un gran porcentaje de
las víctimas de violencia de género en nuestro país mueren precisamente en estas
circunstancias.

En el lugar de trabajo, el acoso se manifiesta como una conducta abusiva a


través de comportamientos, palabras, actos, gestos y escritos que puedan atentar
contra la personalidad, la dignidad o la integridad física o psíquica de una persona,
o que puedan poner en peligro su empleo o degradar el clima de trabajo.
La guerra psicológica en el lugar de trabajo incluye dos fenómenos:
- el abuso de poder, que las personas asalariadas no siempre aceptan y
que pueden desenmascarar con rapidez,
- la manipulación perversa, que engaña con insidias y causa muchos más
estragos.
Cuando un proceso de acoso se instaura en una empresa, la víctima es
estigmatizada: se dice que el trato con ella es difícil, que tiene mal carácter o que
está loca, sin embargo, al contrario de lo que pretenden hacer creer los agresores,
las víctimas no están afectadas por ninguna patología.

9.3.9.- Violencia de Género derivada de Conflictos Armados:


Lepa Mladjenovic (2000), asesora del Centro Autónomo de Mujeres contra la
Violencia Sexual de Serbia, explicaba en Valencia, en el Foro Internacional de
Mujeres contra la Violencia, que "la guerra es una cuestión de poder y control. El
comprender a las mujeres en un mundo patriarcal es también una cuestión de
poder y control. Una guerra comienza normalmente con la creación del OTRO
como enemigo, bien sea un grupo étnico o religioso. (...) Los odios, pues se
suceden en una lista interminable relativa a cómo tratamos al Otro: no los
escuchamos, no confiamos en ellos, no nos gustan, no debemos tocarlos, ni
© María Ferraz Dobarro, 2010 20
Curso Género e Igualdad de Oportunidades

besarlos, ni amarlos,... (...) Se podría decir que casi en cualquier sociedad hay una
creación del odio hacia algunos Otros, pero (...) el único objeto de odio que no ha
variado ha sido la mujer. Las mujeres son Otro permanente, un enemigo
permanente. El odio hacia la mujer se materializa en la guerra con las violaciones,
con el fin de humillar al enemigo y de mostrar la supremacía sobre él. Las
violaciones son un común denominador de todas las guerras y se ha demostrado
que las mujeres son violadas con el fin de comunicar al enemigo que ha sido
derrotado. En este sentido, el cuerpo de la mujer se convierte en un campo de
batalla, paralelo y secundario. Durante la guerra, el odio hacia la mujer se
materializa de dos formas; en primer lugar, para expresar la violencia masculina
sobre una mujer en concreto y, en segundo, esa misma violencia se convierte en un
instrumento del odio hacia el Otro varón, hacia el hombre enemigo.
Los varones violan a las mujeres enemigas, pero también a sus propias
mujeres, cada día. En otras palabras, la historia de esta civilización demuestra que
los regímenes y la milicia pueden desplazar al sujeto enemigo durante las guerras
pero que el enemigo de género permanece y precede a otros enemigos de guerra.
La guerra no sólo tiene consecuencias terribles para los países en conflicto:
deprivación socioeconómica, destrucción de infraestructuras básicas, desprotección
y alta vulnerabilidad de las víctimas civiles (mujeres y niñas/os, principalmente),
sino que afecta de lleno a los países que no participan en la contienda: recepción
de migraciones forzosas, campos de refugiadas/os,…

9.3.10.- Crímenes de Honor:


Se denomina "crimen de honor" al asesinato de una mujer habitualmente a
manos de su padre, hermano o esposo, por haber tenido prácticas sexuales antes
del matrimonio o fuera de él, o porque se sospeche que lo ha hecho. No importa
que haya sido violada, el crimen se comete igualmente ya que se presupone que
las mujeres son las depositarias del honor familiar, y el honor reside en la
virginidad, si esta se pierde el honor familiar queda mancillado.
El Fondo de Población de la Naciones Unidas (FNUAP) calcula que unas
cinco mil mujeres y niñas son asesinadas cada año por miembros de sus familias.

9.3.11.- Feminicidio:
Después de las múltiples formas de violencia analizadas hasta ahora,
¿podemos hablar de un asesinato sistemático de mujeres solo por el hecho de ser
mujeres? ¿Está ocurriendo un feminicidio a escala mundial o ese término se ha de

© María Ferraz Dobarro, 2010 21


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

quedar reducido a determinados lugares del mundo como Ciudad Juárez (México),
Guatemala,…? Estas y otras preguntas forman parte de un debate que está aún
abierto.
El término femicide (femicidio) se comenzó a utilizar para hablar de los
asesinatos masivos de mujeres. Autoras como Marcela Lagarde, Ana Mª Portugal o
Julia Monárrez, prefieren hablar de feminicidio para darle una significación política
al genocidio de mujeres. Monárrez (México, 2003) define el feminicidio como
“asesinato misógino de mujeres cometido por hombres desde su superioridad de
género. Tiene que ver con los motivos, con las heridas que se inflingen en el cuerpo
de la mujer y con circunstancias sociales que imperan en ese momento. Para que
se de, tiene que haber una complacencia de autoridades, personas e instituciones
que están en el poder, llamémosle poder político, económico y social. En todo
patriarcado hay un exterminio hacia las mujeres que se presenta bajo diferentes
esquemas. (…) El feminicidio es un continuo sistemático de violencia que termina
con el asesinato de la mujer”.
La Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia
(México, 2007) define en su artículo 21 la violencia feminicida como: “la forma más
extrema de violencia de género contra las mujeres, producto de la violación de sus
derechos humanos, en los ámbitos público y privado, conformada por el conjunto de
conductas misóginas que pueden conllevar impunidad social y del Estado y pueden
culminar en homicidio y otras formas de muerte violenta de mujeres”.
Para las organizaciones de mujeres, estos asesinatos responden a un
sistema patriarcal en el que las mujeres que transgreden su rol tradicional de
género son sistemáticamente asesinadas. La responsabilidad subsidiaria del
Estado por sus omisiones y falta de la debida diligencia en las investigaciones,
sanciones y reparaciones a las víctimas y sus familiares, es un elemento
importantísimo de los feminicidios. La falta de implicación policial en las
investigaciones, la escasa estructura pública de apoyo a las víctimas y sus
familias,… son algunos de los elementos que hacen cómplice a los poderes
públicos.

9.4.- Violencias simbólicas:

El carácter estructural de las violencias de género hace que esté presente


no sólo en las formas de violencia directa ya descritas, sino en otras formas más
sutiles de percibir, pero que impregnan nuestro desarrollo vital. Este tipo de

© María Ferraz Dobarro, 2010 22


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

violencia se manifiesta en forma de "barreras invisibles", es decir, de expectativas,


normas y valores que impiden la capacitación de las mujeres para los procesos de
toma de decisiones y para participar plenamente en la sociedad.
Habría que cuestionarse hasta qué punto lo que denominamos
discriminaciones por razón de género o desigualdades de género no son en última
instancia mecanismos de control más o menos violentos. Por ejemplo, ¿podríamos
considerar que es violencia contra las mujeres las dificultades que viven éstas para
conciliar la vida personal, familiar y laboral? Muchas personas pensarían que no,
que simplemente es una consecuencia más de las desigualdades de género, pero
si esas mujeres, fruto de las dobles y triples jornadas, de la sobrecarga familiar y
laboral sufren estrés, depresiones, ansiedad, somatizaciones,… en definitiva, se
lesiona su salud física y psíquica, ¿podríamos entonces hablar de violencia
estructural contra las mujeres? Tal vez habría que empezar a denominar “violencia”
a la subordinación y la opresión de género.
Pierre Bourdieu desarrolló en la década de los 70 el concepto de violencia
simbólica para referirse al hecho de que las clases sociales dominantes presentan
sus saberes como los únicos válidos, infravalorando o rechazando como no válidas
las formas de entender el mundo que no coincidan con las del grupo dominante. En
la violencia simbólica las armas físicas se sustituyen por las ideológicas. No hay
lesiones físicas, no parece haber secuelas evidentes, sin embargo su efecto puede
llegar a ser más demoledor porque contribuyen a perpetuar el sistema patriarcal
que legitima la violencia directa.

9.4.1.- Violencia de Género a través del Lenguaje Sexista y los


Productos Culturales:
El lenguaje históricamente nos ha invisibilizado y el seguir siendo invisibles
tras el genérico masculino es una forma de violencia, pero también el lenguaje nos
agrede con expresiones sexistas muy arraigadas en nuestra cultura. En la
actualidad urge crear un lenguaje que incluya a las mujeres, que las visibilice, que
exprese su realidad y que las haga sentir cómodas. El universal masculino ya no
sirve. El mundo se ha construido sobre una concepción androcéntrica de la
realidad, representada en su expresión verbal por "el hombre", término que según
los/as puristas de la lengua incluye a las mujeres, pero sólo alguien sin una
concepción subjetiva de su identidad como mujer puede sentirse incluida en ese
sustantivo.

© María Ferraz Dobarro, 2010 23


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

Por lo que respecta a los productos culturales, el cine, el teatro, la


literatura, la pintura, la música, y en general, todo el mundo de las artes plásticas y
escénicas, son elementos transmisores de cultura, pero también de estereotipos
sexistas. Los refranes, los chistes, los cuentos infantiles, las fábulas, las leyendas,
los símbolos, el imaginario fantástico... también reproducen la ideología y la visión
androcéntrica que ha construido el sistema patriarcal.
Si recordamos los prototipos de héroe y heroína en el cine, podemos
comprobar cómo ellos reproducen el ideal masculino de agresividad,
competitividad, dominio,... y promueven los comportamientos violentos, mientras
que ellas esperan pasivamente a que su héroe las rescate de las garras del villano.
La cultura "popular" transmitida a través de refranes, cuentos, fábulas,...
también es un perfecto reflejo de la violencia de género. Refranes del tipo "no hay
mejor cuchillada que a la mujer y al fraile dada", "la mujer mala o buena, palo", "la
mujer, la pata quebrada y en casa", "a la mujer muy casera, el marido bien la
quiera", "dolor de mujer muerta, dura hasta la puerta", y tantos otros de similar estilo
demuestran la pervivencia aún en la actualidad de la creencia popular de que a las
mujeres hay que pegarles o someterlas para que "funcionen correctamente".
Los cuentos infantiles son perfectos transmisores de los roles tradicionales
asignados a niños y niñas y todavía desde las familias se siguen contando los
cuentos clásicos de Blancanieves, Cenicienta, la Bella Durmiente, Caperucita,
Pulgarcito... en los que a las protagonistas femeninas les marcan su proyecto vital
(su destino será esperar al príncipe y ser salvadas por éste), mientras que los
protagonistas masculinos se trazan su propio destino.

9.4.2.- Violencia de Género a través de la Publicidad, Medios de


Comunicación y Nuevas Tecnologías:
Los medios de comunicación hacen circular constantemente
representaciones estereotipadas y sexistas de lo masculino y lo femenino. Algunas
de esas formas son:
 En publicidad:
- Utilización del cuerpo de las mujeres como objeto sexual, reclamo
para vender cualquier producto imaginable y en casos extremos
apología de la violencia.

© María Ferraz Dobarro, 2010 24


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

En febrero de 2007 el Instituto de la Mujer


solicitó a Dolce&Galbana la retirada de
este spot por considerarlo apologético de
la violencia de género. Hubo un debate
social entre quienes lo consideraban una
censura a la expresión artística y quienes
considerábamos que, efectivamente, hacía
apología de dicha violencia

- Transmisión estereotipada de la imagen de las mujeres en su rol


tradicional de ama de casa.
- Presentación de un modelo de mujer (superwoman) cuya obsesión
es estar guapa, adelgazar y cumplir con sus "responsabilidades":
buena madre, buena esposa, buena trabajadora, buena amante,...
- Transmisión de un modelo de chica joven extremadamente delgada,
preocupada por ropa de marca y por un móvil de última generación.
Estos modelos generan en las mujeres sentimientos contradictorios al no
poder llegar a realizar el deseo inalcanzable que presenta la publicidad.

 En los medios de comunicación (prensa, radio y televisión):


- Presencia minoritaria de mujeres en páginas principales de prensa o
en programas de máxima audiencia radiofónicos o televisivos.
Cuando aparecen se alude a ellas en función de sus atributos
tradicionales femeninos como su atuendo, sus relaciones
familiares,... en lugar de priorizar su quehacer profesional.
- Los expertos de prensa o tertulias radiofónicas o televisivas suelen
ser hombres, en una proporción cercana al 85% o 90% (frente a un
10% o un 15% de mujeres).
- Cuando una mujer es noticia suele aparecer en las secciones de
moda o belleza, o en la de sociedad o sucesos (por violencia de
género). Si algún medio dedica una sección específica para mujeres
los temas tratados en ella suelen ser: cocina, belleza, moda,
invisibilizando la contribución de las mujeres a la cultura, política,
economía,…
- El deporte femenino apenas es cubierto en los diarios deportivos ni
en los programas radiofónicos o televisivos.

© María Ferraz Dobarro, 2010 25


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

- La gestión y dirección de los medios de comunicación está


fundamentalmente en manos masculinas.
La Ley Orgánica 1/2004, de Medidas de Protección Integral contra la
Violencia de Género (artículo 14), establece que "los medios de comunicación
fomentarán la protección y salvaguarda de la igualdad entre hombre y mujer,
evitando toda discriminación entre ellos" y que "la difusión de informaciones
relativas a la violencia sobre la mujer garantizará, con la correspondiente
objetividad informativa, la defensa de los derechos humanos, la libertad y la
dignidad de las mujeres víctimas de violencia y de sus hijos.
Actualmente, según la Ley 34/1988, de 11 de noviembre, General de
Publicidad, se considera ilícita "la publicidad que atente contra la dignidad de la
persona o vulnere los valores y derechos reconocidos en la Constitución”.

 En las nuevas tecnologías:


Internet y los videojuegos están construyendo un nuevo universo simbólico
de dominación masculina. La telefonía móvil también está siendo un recurso usado
para controlar a las mujeres. En Internet el poder sigue en manos de los hombres,
ellos desean, fantasean, deciden, someten, poseen,… controlan. Ejemplo de este
poder son las páginas Web donde ellos se vengan de las ex -novias que les han
dejado colgando fotos íntimas sin el conocimiento de éstas, o publicidad como esta:

El “Emule” o cualquier programa de descarga gratuita (Redes P2P) de


archivos nos ofrece una amplia variedad de videos caseros, fotos pornográficas,…
al alcance de cualquiera (menores incluidos).
Con respecto a los videojuegos podemos hacer las siguientes
consideraciones:
- Son el juguete más regalado a niños (en menor medida a niñas) y
adolescentes.
- Reproducen estereotipos sexistas. Están hechos por hombres y para los
hombres y pensados para un imaginario masculino.
- La imagen de la mujer (en las escasas ocasiones que aparece) es
minusvalorada y en actitudes dominadas y pasivas.

© María Ferraz Dobarro, 2010 26


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

- Lo masculino se convierte en norma y esta cultura está caracterizada por


la competitividad, el triunfo a cualquier precio, la violencia, el racismo, el
belicismo, la irresponsabilidad, el sexismo en grado extremo.

El GTA (Grand Theft Auto) como “San Andreas” y sus


sucesivas versiones es uno de los videojuegos
emblemáticos que presentan un modelo de masculinidad
tradicional violenta. Pese a que está recomendado para
mayores de 18 años, son miles los niños menores de 10
años que juegan con este videojuego.

9.4.3.- Violencia estética:


Las mujeres se enfrentan cada vez más a una definición arbitraria y
patriarcal de modelos y patrones de belleza uniformes e irreales tendentes a
alcanzar una “perfección” inexistente. Estos modelos se difunden masivamente a
través de medios de comunicación y de la industria cosmética, cinematográfica,
musical, de la moda,… impactando desfavorablemente en las mujeres. La
anulación de la propia identidad y la desvalorización del cuerpo de las mujeres son
algunos de los efectos que se producen en aquellas que no “encajan” en el modelo
de belleza patriarcal. Para ellas se origina un mercado de la “salud” estética con
cirugías invasivas y restricciones alimentarias que pueden acabar ocasionando
serios daños en la salud física y psíquica de las mujeres.
En palabras de la socióloga Esther Pineda (http://estherpinedag.wordpress.com/),
es violencia estética cuando los hombres desvalorizan la naturalidad del cuerpo
femenino, cuando asumen como criterio de valoración de belleza las mujeres
ficticias, es decir, el canon impuesto por el sistema, es violencia estética cuando los
hombres, esposos, padres, compañeros, novios, hermanos, amigos, promueven en
las mujeres que forman parte de su vida la transformación de sus cuerpos para lucir
más atractivas, cuando son descalificadas y humilladas, es violencia estética
cuando el hombre avergüenza a la mujer, critica con ahínco su imagen y apariencia
física por no lucir como esa muñeca de perfectos rasgos y medidas exactas que le
ha sido prometida por el mercado.
La violencia estética es la violencia que ejerce el mercado de la salud a
través de médicos/as inescrupulosos/as que perciben a las mujeres como objetos,
como clientes, como negocio, es violencia estética cuando los/as profesionales de
la salud realizan procedimientos en condiciones inadecuadas, cuando introducen en
los cuerpos de las mujeres sustancias prohibidas por el incumplimiento de la

© María Ferraz Dobarro, 2010 27


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

normativa de salud y alta peligrosidad como los biopolímeros, es violencia estética


cuando las mujeres no son informadas detalladamente, asesoradas y advertidas
acerca de los riesgos asociados a la realización de procedimientos quirúrgicos o
ambulatorios dirigidos a modificar su imagen, es violencia estética la
implementación de instrumentos inadecuados, materiales vencidos, como también
la reutilización de implantes para abaratar los costos e incrementar sus ganancias a
costa de la integridad física de las mujeres.
Pero fundamentalmente es violencia estética aquella que ejercen las
mujeres contra sí mismas, al evaluarse y valorarse a partir de los criterios
impuestos por un mercado capitalista que ha cosificado, mercantilizado y
comercializado sus cuerpos, es violencia estética aquella que cometen las mujeres
contra sí al someterse a cirugías invasivas, restricciones alimentarías,
procedimientos agresores de su integridad y su naturaleza, así como, todo el
conjunto de elementos constitutivos de la tiranía de la belleza, como medio de
adecuación a la expectativa social estética y estereotípica de la sociedad.
Es violencia estética la que ejercen las mujeres contra sí mismas al borrar
su identidad, sus particularidades y someter sus cuerpos al molde impuesto de la
belleza, es violencia estética el renunciar a quienes son, al invisibilizar su historia
escrita en sus cuerpos, en sus kilos, en sus marcas, la violencia de borrar su
unicidad.

9.4.4.- Violencia Económica:


En la mayor parte del mundo es escasa o nula la presencia de mujeres en
los niveles de adopción de decisiones económicas, incluida la formulación de
políticas financieras, monetarias, comerciales y de otra índole, así como los
sistemas fiscales y los regímenes salariales. Dado que a menudo esas políticas
determinan la forma en que las mujeres y los hombres deciden, entre otras cosas,
cómo dividirán su tiempo entre el trabajo remunerado y el no remunerado en el
marco de esas políticas, la evolución real de esas estructuras y políticas
económicas incide directamente en el acceso de la mujer y el hombre a los
recursos económicos, en su poder económico y, por ende, en su situación recíproca
en el plano individual y familiar, así como en la sociedad en su conjunto (Plataforma
de Acción de Beijing, 1995).
Marilyn Waring (1994) afirma que si el trabajo femenino en tanto que
productor y reproductor, es invisible en la contribución a la contabilidad nacional,
entonces las mujeres son invisibles para la distribución de beneficios. Por otro lado,

© María Ferraz Dobarro, 2010 28


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

la asunción de que el trabajo femenino no remunerado se reduce al trabajo


doméstico, refuerza la invisibilidad de todo el trabajo femenino, y por consiguiente,
la invisibilidad global de las mujeres en la contabilidad nacional.
A esto le sumamos que las tasas de paro femenino son sensiblemente
superiores a las de los varones lo que influye a su vez en las cotizaciones al
sistema de Seguridad Social que ejercen las mujeres a lo largo de su vida laboral,
obteniendo en el momento de su jubilación o invalidez pensiones inferiores a las de
sus compañeros al no reconocérsele gran parte de su vida productiva o al cotizar
por cuantías inferiores a los hombres por el mismo trabajo desempeñado.
Y si hablamos de las mujeres que nunca han accedido a un empleo
remunerado porque han trabajado toda su vida como amas de casa, o de las que
trabajan en la economía sumergida, peor panorama se les presenta, pues la
ausencia de cotización en el sistema contributivo hace que, al llegar a la
ancianidad, tengan que depender de pensiones no contributivas que escasamente
cubren las necesidades básicas. Este desequilibrio entre mujeres y hombres en el
terreno económico es uno de los factores que está provocando el incremento de la
feminización de la pobreza.

9.4.5.- Violencia Institucional:


Cuando los poderes públicos no ejercen su responsabilidad en la lucha
contra las violencias de género consideramos que es una forma de violencia por
omisión. Es violencia la dejación de las instituciones públicas a la hora de
desarrollar políticas y planes destinados a prevenir y erradicar la violencia de
género y no destinar financiación para su implementación de medidas.
Pero la violencia institucional tiene dos facetas: por un lado nos
encontramos con la responsabilidad política de promover y financiar medidas para
afrontar la violencia, y la responsabilidad técnica de ejecutarlas, y por otro lado, nos
hallamos ante el trato dispensado a las mujeres que acuden ante cualquier tipo de
organismo o institución a ejercer un derecho. Es violento el trato que se da desde
diferentes instituciones cuando se vulnera la intimidad y el derecho a la privacidad
de las mujeres sin su consentimiento, aludiendo a supuestos beneficios para éstas.
Es violencia cuando se le niega el protagonismo y la capacidad de participar
a las propias mujeres en su proceso vital y en la solución de sus problemas,
aludiendo a la incapacidad de éstas y a la mejor preparación que tienen las/os
técnica/os que conducen y asesoran el proceso. Pero también consideramos que
se da esta violencia cuando no se aplican las leyes existentes con el suficiente rigor

© María Ferraz Dobarro, 2010 29


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

y se dictan sentencias que permite que los agresores queden impunes. Cuando en
las administraciones públicas infravaloran, descalifican o agreden de cualquier
forma a las mujeres nos encontramos ante la violencia institucional.

9.4.6.- Violencia Ritual, Pseudorreligiosa o Religiosa:


Si las grandes religiones han contribuido a cimentar la desigualdad entre
hombres y mujeres, los nuevos movimientos religiosos que han surgido en las
últimas décadas, en una época en que la igualdad ya es un principio reconocido,
ofrecen aún planteamientos más retrógrados y desfavorables para las mujeres.
En muchas sectas y grupos destructivos se ejerce una forma de violencia
ritual donde se manipula la sexualidad de las mujeres y se refuerza
extremadamente su rol social tradicional. En este sentido también hay que
mencionar la violencia ejercida en nombre de prácticas religiosas o
pseudoreligiosas para mantener controlados a determinados colectivos de mujeres
(ejemplo: víctimas de las redes de tráfico que han sido obligadas a ejercer la
prostitución bajo amenazas de infligirles daño mediante prácticas de vudú o
santería).

9.4.7.- Tolerancia Social ante la Violencia de Género:


Bonino (2000) afirma que la violencia no es un problema "de" sino un
problema "para" las mujeres, siendo en realidad, y fundamentalmente, un problema
"de" la cultura masculina/patriarcal y "de" los varones. Son las normas de esta
cultura las que la propician y toleran la violencia, y son generalmente ellos quienes
la ejercen de diversos modos y en diferentes ámbitos. (...) Incluir a los varones en
las estrategias para combatir la violencia supone comprometerles, como grupo e
individualmente, a romper el silencio cómplice y colaborar activamente en la lucha
contra la violencia. Tolerar la violencia, permanecer impasibles ante ella y permitir
que se siga produciendo es una forma de violencia por omisión.

Según el Banco Mundial, la violencia de género es una de las causas más


significativas en el caso de enfermedad y muerte producto de palizas durante el
embarazo, abortos practicados en malas condiciones sanitarias, esterilizaciones
forzadas, agresiones sexuales y falta de acceso a los servicios de salud.
La violencia de género es el abuso de los derechos humanos más perverso
e insidioso en todo el mundo. Si cualquier otro grupo fuera torturado, golpeado y
asesinado tan sistemáticamente, la sociedad declararía un estado de emergencia
civil (Charlotte Bunch, 1991).
© María Ferraz Dobarro, 2010 30
Curso Género e Igualdad de Oportunidades

9.5.- Deconstruyendo mitos:

Es importante señalar que en torno a la violencia contra las mujeres


perviven aún numerosos mitos que sostienen creencias falsas sobre este
fenómeno, muy extendidas a nivel popular. Las/os profesionales especializadas/os
en el tema cumplen una función importante al tener la capacidad de contra-
argumentar estos mitos. Señalamos a continuación los más significativos
relacionados con la violencia de género en el ámbito doméstico:

MITOS REALIDADES
Los casos de Las denuncias sobre este tema suponen en nuestro país unas 140.000 al año;
violencia teniendo en cuenta que sólo se denuncia un 10% de los malos tratos nos
doméstica son podemos hacer una idea de la magnitud del fenómeno. Investigaciones
escasos y no realizadas demuestran que un 38% de españolas (casi 7 millones) reconocen
representan un haber sido maltratadas en algún momento de su vida. (Encuesta del Instituto
problema tan Opina, 2000).
grave
Sólo en las La violencia de género se produce en todas las clases sociales, sin distinciones
familias económicas, de etnia, de estatus, de nivel cultural,... Así lo avalan numerosos
marginales hay estudios (Hyde, 1995; Pérez del Campo, 1995; Eriksson, 1997; Heise y col.,
violencia 1999)
Los En menos del 10% de los casos se han encontrado patologías mentales graves
maltratadores asociadas a la violencia de género. El estudio de Belén Sarasúa y col. (1994),
padecen algún por ejemplo, habla de una incidencia de entre un 5% y un 7% de enfermedad
tipo de mental entre los maltratadores.
enfermedad
mental
Los hombres son Se intenta justificar la violencia por circunstancias transitorias. Se ha
violentos porque demostrado que siguen siendo violentos aunque no consuman y tengan
están en paro, la trabajo, porque subyacen circunstancias más profundas. En el caso del
sociedad no les alcohol, son muchos los estudios que lo relacionan con el maltrato (los datos
ofrece oscilan entre un 25% y un 85% de maltratadores bajo los efectos del alcohol
alternativas y cuando cometen el maltrato, pero también los estudios hablan de que el
consumen alcohol y otras drogas no hacen que las personas se vuelvan violentas, pueden
sustancias actuar como desencadenantes, desinhibidores y agravantes, pero no son la
adictivas causa.
A las mujeres Hay un elemento fundamental que paraliza la decisión de abandonar una
maltratadas les relación violenta y es el miedo, al margen de los sentimientos de indefensión, la
gusta que les soledad, la falta de apoyo,... Diferentes estudios hechos al respecto descartan
peguen, de lo la personalidad masoquista como argumento para que las mujeres aguanten la
contrario no violencia, pero establecen otras causas como la escasez de estrategias de
permanecerían afrontamiento, dependencia emocional y/o económica, temor a represalias,
en una relación frecuencia, duración y severidad del maltrato, influencia de las creencias
violenta religiosas, interiorización del rol femenino tradicional, déficits de autoestima,...
En definitiva, hay una amplia combinación de razones psicológicas,
económicas, sociales y legales para soportar una relación violenta.
Las víctimas del La conducta violenta es absoluta responsabilidad de quien la ejerce. No se ha
maltrato a veces encontrado ninguna evidencia de características psicológicas o patrón de
se lo buscan, lo conducta que prediga que una mujer será golpeada.
provocan

© María Ferraz Dobarro, 2010 31


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

El maltrato Si es continuado puede provocar un gran desequilibrio emocional, y es más


emocional no es fácil eliminar un hematoma que continuos insultos y vejaciones.
tan grave como
la violencia física
La conducta La conducta se aprende a partir de modelos familiares y sociales que la
violenta es algo consideran un recurso válido para resolver conflictos. Hay que distinguir el
inherente a la conflicto de la violencia, por eso no es útil ni recomendable proponer la
esencia del ser mediación como estrategia ante un “conflicto” inexistente. En violencia no se
humano. En puede mediar porque las dos partes no se sitúan en el mismo plano de
todas las parejas igualdad en la relación.
hay conflictos.
Las mujeres Todos los estudios que hablan de la incidencia de la violencia de género
maltratan igual concluyen con que las mujeres suponen entre el 80% y el 95% de las víctimas
que los hombres, de malos tratos (Vázquez, 1993; Rodgers, 1994; Pagelow, 1997; Echeburúa y
y los hombres Corral, 1998). Los estudios que utilizan ciertos colectivos de hombres para
maltratados argumentar que ellos son maltratados en idéntica proporción se ha
constituyen un comprobado que han sido sesgados y sin perspectiva de género (ejemplo:
problema tan estudios de Murray Straus con la Escala de Tácticas de Conflicto, CTS, 1975,
grave como las 1985).
mujeres
maltratadas
En el caso de Si la mujer es agredida, las niñas y los niños presenciarán las humillaciones de
que tengan su madre en muchas ocasiones, convirtiéndose en testigos y/o en víctimas
hijos/as es mejor directas, produciéndoles trastornos de conducta, de salud y de aprendizaje.
que aguanten Los niños incorporarán un modelo de relación agresiva y las niñas de
victimización.
Las mujeres se Según ha explicado el Observatorio de Violencia de Género del Poder Judicial,
aprovechan de la el sobreseimiento de unas actuaciones o una sentencia absolutoria no implica
Ley Integral y que una denuncia sea falsa. Las investigaciones de la Fiscalía General del
denuncian Estado en el año 2007 sólo refieren 18 casos en toda España en los que se ha
falsamente deducido testimonio contra mujeres para la investigación de hechos que
podrían revestir los caracteres de acusación o de denuncia falsa, que también
podrían ser de falso testimonio, toda vez que en ocasiones las denunciantes se
retractan de su denuncia, por una errónea concepción del perdón al acusado o
por el deseo de evitar su condena. Para ampliar esta información se puede
visitar:
http://www.e-mujeres.net/noticias/los-jueces-desmontan-el-mito-de-las-denuncias-falsas
http://www.elpais.com/articulo/opinion/mujeres/denuncian/falso/elpepiopi/20090309elpepiopi_5/Tes/
Las mujeres El SAP no tiene ninguna validez científica, pese a lo cual se sigue utilizando
manipulan a como argumento misógino para desacreditar a las madres (que en muchos
los/as hijos/as casos también son víctimas de violencia). Para ampliar la información sobre
contra los padres este tema se puede consultar el posicionamiento de Andrés Montero
en procesos de (Presidente de la Sociedad Española de Psicología de la Violencia) en
separación http://www.redfeminista.org/pnoticia.asp?id=5690 o el siguiente documento:
(Síndrome de www.amnistia-infantil.org/negandoelsapquefrabfican.pdf
Alienación
Parental – SAP)

9.6.- Recursos frente a las violencias de género:

La Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección


Integral contra la Violencia de Género reconoce una serie de derechos a las
mujeres víctimas de violencia. También las Leyes Autonómicas contra la violencia
de género son garantes de esos derechos. En Canarias existe la Ley 16/2003, de 8
de abril, de Prevención y Protección Integral de las Mujeres contra la Violencia de

© María Ferraz Dobarro, 2010 32


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

Género, así pues vamos a tomar como referente estas dos leyes para realizar una
breve enumeración de los derechos más importantes, para una vez mencionados,
pasar a exponer los recursos existentes para cumplirlos.

- Derecho a la información (art. 18, Ley 1/2004): Las mujeres tienen derecho
a recibir información sobre las medidas que contempla la Ley para su
protección y sobre las ayudas y recursos a su disposición, de manera clara y
accesible.
- Derecho a la asistencia social integral (art. 19, Ley 1/2004): Las mujeres y
menores a su cargo, tienen derecho a disponer de servicios de atención,
emergencia, apoyo, acogida y recuperación integral, así como a la atención
especializada y multidisciplinar, fundamentalmente en las áreas social,
jurídica, psicológica, educativa y laboral.
- Derecho a la asistencia jurídica gratuita (art. 20, Ley 1/2004): Las mujeres
con insuficientes recursos para litigar recibirán asistencia jurídica inmediata
en todos los procedimientos judiciales y administrativos que tengan relación
con la situación de violencia (si tuvieran recursos abonarían los costes de
dicha asistencia).
- Derecho a la representación jurídica (en juicio) en casos de violencia con
resultado de muerte o incapacidad definitiva (art. 42, Ley 16/2003): consiste
en el ejercicio de la acción popular por parte del Instituto Canario de
Igualdad en los procedimientos penales derivados de la muerte o
incapacitación absoluta de la mujer víctima de violencia, previo
consentimiento de su familia.
- Derechos laborales y prestaciones de la Seguridad Social (art. 21, Ley
1/2004): Las trabajadoras por cuenta ajena tienen, entre otros, derecho a la
reordenación de su tiempo de trabajo, a la reducción de la jornada laboral, al
cambio de centro de trabajo, a la suspensión de la relación laboral con
reserva del puesto de trabajo,… Las trabajadoras por cuenta propia también
tienen derecho a no cotizar durante 6 meses los cuales se considerarán de
cotización efectiva y su situación asimilada al alta.
- Derechos de las funcionarias públicas (arts. 24-26, Ley 1/2004): Para las
funcionarias públicas también se contemplan derechos laborales, algunos
similares a los de las trabajadoras por cuenta ajena: reordenación de su
tiempo de trabajo, reducción de la jornada laboral, movilidad,
excedencias,…

© María Ferraz Dobarro, 2010 33


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

- Derechos económicos (art. 27, Ley 1/2004): Las mujeres víctimas tienen
derecho a una ayuda económica específica para aquellas con especial
dificultad para obtener un empleo, siempre y cuando cumplan una serie de
requisitos fijados en la Ley. Asimismo, la Ley autonómica 16/2003 (art. 39)
crea un Fondo de Emergencia, destinado a atender de modo inmediato
situaciones de emergencia social de las mujeres víctimas de violencia que
carezcan de recursos económicos suficientes.
Al margen de estos derechos mencionados, también se establecen en la Ley
los siguientes:
- Derecho a formular denuncia.
- Derecho a solicitar una Orden de Protección.
- Derecho a ser parte en el procedimiento penal: el ofrecimiento de acciones.
- Derecho a la restitución de la cosa, reparación del daño e indemnización del
perjuicio causado.
- Derecho a recibir información sobre las actuaciones judiciales.
- Derecho a la protección de la dignidad e intimidad de la víctima en el marco
de los procedimientos relacionados con la violencia de género.
- Derecho a acceder a las ayudas económicas previstas para las víctimas de
delitos violentos y contra la libertad sexual.
- Derecho a autorización de residencia temporal por razones humanitarias.
- Derecho a autorización de residencia independiente de los familiares
reagrupados.
- Inscripción como demandantes de empleo de las mujeres extranjeras.
- Derecho a la escolarización inmediata de los hijos en caso de cambio de
residencia por causa de la violencia de género.
- Concesión de la condición de refugiada.
- Tramitación urgente del procedimiento de reconocimiento de anticipos del
Fondo de Garantía del pago de alimentos.
Para el cumplimiento de estos derechos, los poderes públicos se estructuran
en una serie de sistemas desde los cuales se desarrollan distintas medidas para
abordar, de la forma más integral posible, la violencia de género. Vamos a hacer un
breve repaso por los sistemas con competencias en el abordaje de esta materia:

9.6.1.- Cuerpos y Fuerzas de Seguridad:


La Policía Nacional y la Guardia Civil son competentes en la protección de la
integridad de las mujeres y la garantía de sus derechos constitucionales.

© María Ferraz Dobarro, 2010 34


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

El Cuerpo Nacional de Policía (CNP: http://www.policia.es/) dispone de


una serie de servicios especializados en atención a mujeres víctimas de violencia:
los SAM (Servicios de Atención a la Mujer) o los SAF (Servicios de Atención a la
Familia). Estos últimos no sólo atienden violencia de género sino cualquier forma de
violencia que se produzca en el ámbito familiar. A partir de 2002 se crean las UPAP
(Unidades de Prevención, Asistencia y Protección a la mujer) que sí atienden
específicamente violencia de género. Sus funciones son, entre otras:
- Mantenimiento de contactos permanentes con las mujeres maltratadas que
tiene asignadas, procurando transmitirles una sensación general de
seguridad.
- Detectar y controlar las posibles situaciones de riesgo para la mujer.
- Actuar como policía-enlace entre la mujer víctima de malos tratos y los
restantes servicios especializados de atención a la mujer.
- Mantener un control de las áreas de vida cotidiana (familiar y profesional) de
la mujer, y de las zonas previamente frecuentadas por el posible agresor.
- Alentar a la víctima de malos tratos a presentar la correspondiente denuncia
policial o judicial una vez que ha sido sujeto pasivo de una acción criminal.
- Asesorar, auxiliar y acompañar, en su caso, a la víctima del maltrato durante
la tramitación de los correspondientes procedimientos policiales y judiciales,
en coordinación con otros servicios asistenciales.

Por su parte, la Guardia Civil cuenta con los EMUMES (Equipos de Mujer y
Menor: http://www.guardiacivil.org/mujer/emumes_new.jsp) dentro de las Unidades
Orgánicas de la Policía Judicial que abordan:
- La violencia en el entorno familiar, en todas sus formas (desde los malos
tratos psicológicos hasta las lesiones y los homicidios).
- Los delitos contra la libertad sexual, como las agresiones y los abusos
sexuales, fuera y dentro del ámbito familiar.
- Los delitos relacionados con la delincuencia juvenil.
- Los actos delictivos relacionados con el tráfico de seres humanos con fines
de explotación sexual, y la pornografía infantil por Internet.

Por último, por lo que respecta a las Policías Autonómicas o Locales, las
correspondientes leyes autonómicas contemplan en algunos casos funciones para
estas policías en materia de violencia de género.

© María Ferraz Dobarro, 2010 35


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

9.6.2.- Administración de Justicia:


La Ley Integral promueve la creación de Juzgados específicos de violencia
sobre la mujer, la existencia de fiscales especializados/as en la materia y un amplio
dispositivo de ayudas y recursos para la protección de las mujeres.
El Ministerio de Justicia (o las Comunidades Autónomas con competencias
transferidas) promueve una red de Oficinas de Asistencia y/o Atención a las
Víctimas de Delitos Violentos por todo el territorio nacional, a través de las cuales
se puede recibir información y apoyo psicológico y se pueden tramitar las ayudas
económicas para las víctimas de violencia de género. Para más información sobre
las competencias de la administración de justicia se puede visitar la página del
Ministerio: http://www.mju.es/
Los Institutos de Medicina Legal, por su parte, son órganos dependientes del
Ministerio de Justicia (o de las correspondientes Consejerías de Justicia de las
Comunidades Autónomas con competencias para su creación) y es importante
hacer referencia a ellos, puesto que el papel de los/as especialistas en medicina
forense es clave en la determinación de las pruebas periciales en casos de
violencia de género. La Ley Integral 1/2004 contemplaba además que estos
Institutos se ampliaran creando Unidades de Valoración Integral de la Violencia de
Género (UVIVG) integradas por los/as propios médicos/as forenses además de
psicólogos/as y trabajadores/as sociales, como personal técnico de apoyo a los
Juzgados de Violencia y al resto de Juzgados que se ocupen de estos delitos.
No podemos dejar de citar en este apartado el Observatorio contra la
Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial
(http://www.poderjudicial.es/eversuite/GetRecords?Template=cgpj/cgpj/principal.htm). Se
constituyó en 2002 para plasmar en la práctica el principio constitucional de
coordinación administrativa, en este caso, en defensa, garantía y protección de los
derechos fundamentales de los ciudadanos y las ciudadanas.
También es importante mencionar el papel de los Colegios de Abogados, ya
que es a través de éstos, que se designa letrada/o de oficio en los procedimientos
que se siguen por violencia de género.
Finalmente, pero no por ello menos importante, hemos de hacer referencia a
la conocida Orden de Protección. Dicha Orden se regula en la Ley 27/2003, de 31
de julio (BOE. Núm. 183, 1 de agosto de 2003) y consiste en una resolución judicial
rápida y sencilla que contempla medidas cautelares de naturaleza civil y penal en
aquellos casos en los que existen indicios fundados de un delito o falta contra la

© María Ferraz Dobarro, 2010 36


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

vida, la integridad física o moral, la libertad sexual, la libertad o la seguridad de la


víctima.
La Orden puede solicitarla cualquier persona víctima de violencia física o
psíquica por parte de su cónyuge, ex cónyuge, persona con análoga relación de
afectividad, hijos o padres, su representante legal o las personas de su entorno
familiar más inmediato. También el Ministerio Fiscal o el juez, de oficio.
Se solicita a través de un formulario único disponible en las Comisarías,
Juzgados de Guardia, Servicios Sociales municipales, autonómicos o estatales, el
Ministerio Fiscal o las Oficinas de Atención a las Víctimas.
Se presenta ante el Juzgado de Guardia, el Ministerio Fiscal, las Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad, las oficinas de atención a las víctimas o los servicios
sociales e instituciones asistenciales dependientes de las Administraciones
Públicas. Cuando se entregue en entidades u organismos asistenciales estos
deberán ponerlas en conocimiento inmediato del juez de guardia o del Ministerio
Fiscal.
El procedimiento a seguir una vez presentada la Orden es el siguiente: El
juez de instrucción de guardia convoca a la víctima, a su representante legal, al
solicitante, al Ministerio Fiscal y al agresor, asistido en su caso, de abogado a una
audiencia de carácter urgente en un plazo máximo de 72 horas desde la
presentación de la solicitud. El juez escucha a las partes por separado. Celebrada
la audiencia, el juez de guardia resuelve mediante auto lo que proceda sobre la
solicitud de protección, así como sobre el contenido y vigencia de las medidas que
incorpore.
La orden de protección se notifica a las partes y es comunicada por el juez
inmediatamente, mediante testimonio íntegro, a la víctima y a las Administraciones
públicas competentes para la adopción de las medidas de protección oportunas. La
orden se inscribe en el Registro Central para la Protección de las Víctimas de la
Violencia Doméstica.
La Orden puede establecer las siguientes medidas de protección:
- Medidas cautelares penales como la prisión provisional, prohibición de
aproximación, prohibición de residencia, prohibición de comunicación,
retirada de armas o cualquier otra.
- Medidas cautelares civiles, como la atribución del uso y disfrute de la
vivienda familiar, determinación del régimen de custodia, visitas,
comunicación y estancia con los hijos, el régimen de prestación de
alimentos así como cualquier otra medida que se considere oportuna. No es

© María Ferraz Dobarro, 2010 37


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

necesario esperar a la formalización del correspondiente proceso


matrimonial civil pero deben ser solicitadas por la víctima o su representante
legal o bien por el Ministerio Fiscal, cuando existan hijos menores o
incapaces, siempre que no hubieran sido previamente acordadas por un
órgano del orden jurisdiccional civil. Al cabo de un mes desde la
presentación de la demanda de separación o divorcio, el juez civil tiene 30
días para decidir si mantiene o no vigentes esas medidas.
- Ayuda económica. Subsidio de 300 euros mensuales durante 10 meses
para las víctimas sin ingresos.
- Asistencia jurídica a disposición de las mujeres, de manera gratuita,
especializada y permanente durante 24 horas al día.

Las distintas Administraciones públicas, estatal, autonómica y local,


activarán inmediatamente los instrumentos de protección social establecidos en sus
respectivos instrumentos jurídicos para garantizar el cumplimiento de la Orden de
Protección.

También hemos de hacer referencia al Protocolo de 8 de julio de 2009 de


seguimiento por medios telemáticos de las medidas de alejamiento. El art.
64.3 de la Ley Integral prevé la posibilidad de que los órganos judiciales acuerden
la utilización de instrumentos de tecnología adecuada para controlar el
cumplimiento de las medidas de alejamiento impuestas con carácter cautelar en los
procedimientos que se sigan por violencia de género.
En esta línea, el Ministerio de Igualdad ha puesto en marcha el "Sistema
de Seguimiento por Medios Telemáticos de las Medidas de Alejamiento en
materia de Violencia de Género", que se aplica conforme al protocolo de actuación
aprobado el 8 de julio de 2009 por acuerdo de los Ministerios de Igualdad, Interior,
Justicia y el CGPJ. Con este Sistema se busca hacer efectivo el derecho de las
víctimas a su seguridad, documentar los posibles quebrantamientos de las
medidas de alejamiento y disuadir a los agresores.

9.6.3.- Sistema sanitario:


La violencia contra las mujeres también es un problema de salud. Las
secuelas físicas y psicológicas que provoca son atendidas desde el sistema
sanitario. Es fundamental que los/as profesionales de la sanidad tengan la
suficiente formación en violencia de género para poder detectar este tipo de
situaciones, abordarlas adecuadamente y, en los casos concretos en que sea
© María Ferraz Dobarro, 2010 38
Curso Género e Igualdad de Oportunidades

preciso, cumplimentar correctamente los partes de lesiones y llevar un seguimiento


adecuado del estado de salud de las víctimas.
En general son las Comunidades Autónomas las que tienen transferidas las
competencias en sanidad, por lo que desde éstas se siguen también protocolos
específicos de actuación y se promueve la formación de los/as profesionales del
área. La Comunidad Autónoma de Canarias ha sido un referente pionero en este
sentido, disponiendo desde hace años de un Protocolo de actuación sanitaria
ante la violencia de género en el ámbito doméstico.
(http://www2.gobiernodecanarias.org/sanidad/scs/contenidoGenerico.jsp?idDocument=0e2a8f12-
ed41-11dd-958f-c50709d677ea&idCarpeta=0428f5bb-8968-11dd-b7e9-158e12a49309)

Desde el Ministerio de Sanidad se ha promovido la elaboración de un


Protocolo Común para la Actuación Sanitaria ante la Violencia de Género, existe un
Observatorio de Salud de las Mujeres y han adaptado instrumentos de diagnóstico
y cribado para la detección de la violencia contra las mujeres en las relaciones de
pareja desde este ámbito: http://www.msc.es/ciudadanos/violencia/home.htm

En el ámbito sanitario hay que distinguir la atención que se presta desde los
Centros de Salud (Atención Primaria) y la actuación desde los Hospitales y otros
recursos del sistema (Atención Especializada). La atención primaria de salud es el
espacio idóneo para la detección y la prevención de la violencia de género,
mientras que la atención especializada atiende aquellos casos que acuden con
lesiones evidentes ante una agresión (sea maltrato en el ámbito doméstico,
agresión sexual, etc.). Es muy importante la coordinación entre la atención
especializada y la primaria para la derivación de la paciente una vez atendida en el
contexto hospitalario.

9.6.4.- Sistema educativo:


Es competencia del sistema educativo (reconocido en el artículo 1 de la Ley
Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación) transmitir y poner en práctica
valores que favorezcan la libertad personal, la responsabilidad, la ciudadanía
democrática, la solidaridad, la tolerancia, la igualdad, el respeto y la justicia, así
como que ayuden a superar cualquier tipo de discriminación. Y, específicamente, se
atribuye a la educación el desarrollo del principio de igualdad de derechos y
oportunidades y el fomento de la igualdad efectiva entre hombres y mujeres. Por
tanto, el sistema educativo es clave para la prevención de la violencia de género,
como así lo reconoce también la Ley Integral, la autonómica y la propia Ley de
Educación.
© María Ferraz Dobarro, 2010 39
Curso Género e Igualdad de Oportunidades

En todos los Consejos Escolares ha de existir una persona que impulse


medidas educativas que fomenten la igualdad real y efectiva entre hombres y
mujeres (artículo 126.2, Ley 2/2006) y es competencia de los citados Consejos:
proponer medidas e iniciativas que favorezcan la convivencia en el centro, la
igualdad entre hombres y mujeres y la resolución pacífica de conflictos en todos los
ámbitos de la vida personal, familiar y social.
La organización del sistema educativo y la aplicación de la normativa
emanada del Estado es competencia fundamental de las Comunidades Autónomas,
por tanto, de ellas depende la inclusión en los currículos escolares de contenidos
específicos de prevención de violencia de género. Suelen tener órganos asesores
para ello como los Centros del Profesorado, los Equipos de Orientación Educativa o
el servicio de Inspección.

9.6.5.- Sistema de Vivienda:


En el caso de este sistema, sus políticas públicas deben garantizar que las
mujeres víctimas de violencia en situación de mayor vulnerabilidad social puedan
acceder, de forma prioritaria, a una vivienda de protección oficial. En el caso de
Canarias, el DECRETO 138/2007, de 24 de mayo, por el que se establece el
régimen de adjudicación de las viviendas protegidas de promoción pública de
titularidad del Instituto Canario de la Vivienda, reconoce el acceso prioritario a las
viviendas protegidas. Su artículo 9 incluye entre los cupos especiales: “e) Cupo
para mujeres víctimas de malos tratos: previsto para aquellas demandantes que
hayan sido, declaradas por sentencia firme, víctimas de malos tratos y se hallen
como consecuencia de ello sujetas a un programa de acogida”.

9.6.6.- Sistema de Empleo:


Las políticas de empleo, deben contemplar estrategias concretas de
formación e inserción laboral de las mujeres que han sufrido violencia y se
encuentran con más dificultades para acceder al mercado de trabajo. No olvidemos
que, si bien la independencia económica no garantiza la superación de la situación
de violencia, es un factor importante que contribuye a la autonomía de las mujeres.
La Renta Activa de Inserción (RAI), tramitada a través de las Oficinas de Empleo,
es un ejemplo de prestación económica tendente hacia dicha autonomía.

© María Ferraz Dobarro, 2010 40


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

9.6.7.- Sistema de Servicios Sociales:


El sistema se estructura en Servicios Sociales Generales, de Base o
Comunitarios y Servicios Sociales Especializados. Tanto desde un nivel, como
desde el otro, se abordan situaciones de violencia de género, desde el primero
como puerta de entrada al sistema y desde el nivel especializado ofreciendo
servicios y recursos para atender a las víctimas.

Los recursos especializados se suelen estructurar en tres niveles:


- Atención inmediata frente a situaciones de emergencia derivadas de la
condición de víctima de violencia de género.
- Atención especializada, que incluye información, orientación,
asesoramiento e intervención integral multidisciplinar.
- Acogida temporal para la mujer y personas que dependen de ella,
especialmente menores a su cargo.
Vamos a ejemplificar estos recursos, exponiendo el modelo llevado en la
Comunidad Autónoma Canaria:

SERVICIOS DE ATENCIÓN INMEDIATA:

- SERVICIO DE ATENCIÓN A MUJERES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA DE


GÉNERO (SAMVV) EN EL CENTRO COORDINADOR DE EMERGENCIAS
Y SEGURIDAD (CECOES) 1-1-2: Tiene por objeto dar respuesta a la
demanda de la ciudadanía en materia de atención a mujeres víctimas de
violencia de género, ante situaciones de urgencia y emergencia,
proporcionando información específica y asistencia primaria. Trabaja en
coordinación especialmente con los Dispositivos de Emergencia para
Mujeres Agredidas (D.E.M.A.) existentes en cada una de las Islas, a fin de
activar los recursos necesarios para atender la situación.

- DEMA (Dispositivo de Emergencia para Mujeres Agredidas): Servicio de


atención inmediata permanente para mujeres víctimas de violencia de
género, disponible en cada una de las islas y atendido por personal
especializado, que interviene en coordinación con el SAMVV 112 y con los
servicios de la Administración de Justicia de la isla: juzgados, fiscalía, clínica
médico forense o Instituto de Medicina Legal, así como con los Cuerpos y
Fuerzas de Seguridad, los centros sanitarios y los recursos normalizados

© María Ferraz Dobarro, 2010 41


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

que en cada caso se requieran (servicios sociales, ONGs, centros de


atención a la mujer, etc.) Funciona las 24 horas del día, todos los días del
año y se activa llamando al 1-1-2. Proporciona acompañamiento directo a la
mujer, prestándole información y asesoramiento especializado, así como
alojamiento inmediato por un plazo de 96 horas, en los casos en que sea
necesario. Se dirige a mujeres víctimas de violencia de género o en riesgo
de sufrirla, mayores de 18 años o menores legalmente emancipadas, en
situación de necesidad, cualquiera que sea su estado civil, nacionalidad o
lugar de residencia, que se encuentren en la Comunidad Autónoma de
Canarias. La información sobre este recurso y otros de la Red, así como sus
folletos divulgativos se puede encontrar en:
http://www.gobiernodecanarias.org/icmujer/servicios_71.html

RECURSOS DE ACOGIDA TEMPORAL PARA MUJERES VÍCTIMAS DE


VIOLENCIA DE GÉNERO:

Son centros destinados a prestar acogimiento temporal a las mujeres


víctimas de violencia de género, junto con los/as menores a su cargo, que se
encuentren expuestas a una situación de peligro cierto para su vida e integridad
física o psíquica como consecuencia de la violencia de género.
En ellos se facilita a las personas acogidas, además del alojamiento y la
manutención, atención integral, que incluye la intervención, el asesoramiento y el
acompañamiento especializado en las áreas social, laboral, educativa, jurídica y
psicológica.
Los Centros de acogida se clasifican, según su naturaleza, en:

- CAI (Centro de Acogida Inmediata): Recurso de acogida temporal


preparado para dispensar el alojamiento y la manutención temporal, por
tiempo máximo de quince días, a las mujeres que así lo soliciten, por haber
sido víctimas de violencia de género o encontrarse en situación inminente
de riesgo, que precisen abandonar su domicilio habitual a fin de proteger la
vida y la integridad física de la víctima y menores acompañantes. (Art. 27.1
Ley 16/2003 de 8 de abril, de prevención y protección integral de las mujeres contra la
violencia de género).
- Casa de Acogida: Recurso de acogida temporal que dispensa alojamiento y
manutención temporal, por tiempo máximo de 12 meses, a las mujeres que
así lo soliciten, por haber sido víctimas de violencia de género o encontrarse
© María Ferraz Dobarro, 2010 42
Curso Género e Igualdad de Oportunidades

en situación de riesgo y que precisen no retornar a su domicilio habitual así


como el desarrollo de programas de apoyo e intervención para su
fortalecimiento personal y reintegración sociolaboral. (Art. 28.1 Ley 16/2003 de 8
de abril, de prevención y protección integral de las mujeres contra la violencia de género).
- Piso Tutelado: Son aquellos inmuebles puestos a disposición, para su
alojamiento por un período máximo de doce meses, de las mujeres y, en su
caso, de las personas sujetas a la patria potestad, tutela, curatela, guarda o
acogimiento o representación legal de la mujer víctima de violencia de
género, cuando dichas potestades se ejerzan efectivamente, y de forma
exclusiva por ésta, o cuando, de ejercerlas de manera compartida con otra
persona, resulte conveniente, a fin de evitar situaciones de riesgo, que tales
personas convivan con la víctima de violencia, o cuando así lo disponga la
autoridad competente en cada caso. Tendrán derecho a la utilización de
forma gratuita de los Pisos Tutelados (PT) las personas que, habiendo
residido en una Casa de Acogida (CA), se encuentren en condiciones de
abandonarla, y aquéllas que hayan agotado el plazo máximo legal de
permanencia en Casas de Acogida. Será a su cargo el mantenimiento del
piso en las condiciones adecuadas de uso. (Arts. 30 y 31 Ley 16/2003 de 8 de abril,
de prevención y protección integral de las mujeres contra la violencia de género).

RECURSOS DE INFORMACIÓN, ORIENTACIÓN Y/O ATENCIÓN E


INTERVENCIÓN ESPECIALIZADA:

- Centros de Información, Orientación y Asesoramiento: Son recursos


destinados a poner en conocimiento de las mujeres los derechos que las
asisten, orientarlas sobre la violencia de género, asesorarlas en los trámites
que deban realizar, así como sobre los recursos públicos y privados,
(sociales, laborales, educativos, sanitarios, económicos, etc.) a los que
pueden acceder.
- Servicios de intervención multidisciplinar e integral especializada: Son
de carácter multidisciplinar y tienen por finalidad la intervención integral
especializada con las mujeres en las áreas social, jurídica, psicológica,
educativa y/o laboral, cuando proceda, con el objetivo de normalizar su
situación, promover su autonomía personal y facilitar su recuperación e
integración social y familiar.
Estos recursos de atención e intervención especializada se pueden localizar
principalmente en los ámbitos insular, comarcal y/o municipal
© María Ferraz Dobarro, 2010 43
Curso Género e Igualdad de Oportunidades

(Ayuntamientos, Cabildos – o Diputaciones en la península - y entidades


sociales).
- Intervención con hijos/as de mujeres víctimas de violencia: En general,
desde los recursos de atención a las mujeres víctimas de violencia se
procura atender a sus hijos/as de forma coeducativa si presentan problemas
significativos derivados de la situación de violencia.

TELÉFONOS DE INFORMACIÓN Y ASISTENCIA A MUJERES VÍCTIMAS DE


VIOLENCIA DE GÉNERO:

Denominación Teléfono Servicios que presta

NACIONALES
Teléfono gratuito de información sobre los
Servicio telefónico de información y derechos de las mujeres víctimas de violencia de
asesoramiento jurídico a mujeres 016 género y los recursos disponibles (de empleo,
víctimas de violencia de género servicios sociales, de asistencia, etc).
Disponible las 24 horas del día. No deja rastro en la
factura telefónica.
Presta asesoramiento jurídico todos los días del
año de 9 a 21 h. de lunes a viernes, y de 12 a 20 h.
los sábados, domingos y festivos.
Teléfono gratuito de información a la Teléfono de información a las mujeres sobre
mujer aspectos jurídicos, orientación de empleo y
(Instituto de la Mujer) 900 19 10 10 recursos sociales en general. También prestan
información sobre cualquier discriminación por
Teléfono gratuito de información razón de sexo, así como denuncias de publicidad
para mujeres con discapacidad sexista.
auditiva 900 15 21 52 Funcionan las 24 horas del días
(Instituto de la Mujer)
Comisión de investigación de los Servicio gratuito de atención telefónica a mujeres
malos tratos a mujer 900 100 009 víctimas de malos tratos.
Funciona de lunes a viernes de 9.00 a 21.00 horas

En Canarias contamos además con:


- 1-1-2 de ámbito autonómico (recomendable para activar en caso de
urgencia en territorio canario ya que la respuesta es más rápida que el 016).

PROGRAMA DE TELEASISTENCIA MÓVIL:

El servicio de teleasistencia móvil para las víctimas de la violencia de


género es una modalidad de servicio que, con la tecnología adecuada, ofrece a
las víctimas una atención inmediata y a distancia, asegurando una respuesta
rápida a las eventualidades que les puedan sobrevenir las 24 horas del día, los
365 días del año y sea cual sea el lugar en que se encuentren. Algunos requisitos
de acceso para la mujer son: que no conviva con el agresor y que cuente con una
Orden de Protección, aunque excepcionalmente y previa valoración se puede

© María Ferraz Dobarro, 2010 44


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

conceder el servicio sin la existencia de dicha orden. El Programa está gestionado


por el IMSERSO Y LA FEMP, y puede ser solicitado en aquellas Administraciones
Locales (Cabildos y Ayuntamientos) que se hayan adherido por Convenio.
Para finalizar este apartado vamos a presentar un procedimiento de
actuación desde los Servicios Sociales para la atención a mujeres víctimas de
violencia. Pueden existir diferentes itinerarios por los que una mujer accede a los
recursos del sistema para afrontar la situación de violencia que está viviendo. El
ejemplo planteado a continuación ofrece varios itinerarios, aunque puede haber
diferentes matices en función de la situación, y teniendo en cuenta que en los casos
de violencia de género intervienen otros recursos al margen de los propios del
sistema de Servicios Sociales que son los señalados aquí.

Es importante señalar la necesaria coordinación entre los Servicios Sociales de base y


los especializados, así como con el resto de los sistemas que intervienen (sanidad,
justicia, seguridad,..). El apoyo que pueden prestar los servicios comunitarios a las
mujeres que deciden enfrentar una situación de violencia es fundamental para evitar
situaciones de desarraigo (entre otros aspectos), especialmente cuando han tenido que
dejar su domicilio y, pasado un tiempo, se reincorporan a su entorno habitual. La
tramitación de las prestaciones y de los recursos que requieran las mujeres ha de
producirse desde su administración de referencia (independientemente que
permanezcan en recursos de acogida temporal en otros municipios, ya que ésta puede
ser una situación transitoria).
También son fundamentales los recursos comunitarios a la hora de intervenir con las
mujeres víctimas de violencia de género que además presentan otras problemáticas
importantes: drogodependencias, trastornos de salud mental, discapacidad, etc., por lo
que vuelve a ser imprescindible la coordinación en este ámbito.
Por último, señalar que una vez que la intervención de los recursos especializados
finaliza, hay que poner especial atención y dedicación al seguimiento, desde el ámbito
comunitario, a las mujeres que están en el proceso de normalizar su situación.

© María Ferraz Dobarro, 2010 45


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

PROTOCOLO DE ACTUACIÓN

Servicios Sociales Comunitarios: Posible detección.


Primeras consultas e información inicial sobre el problema.
Derivación a recursos especializados.

Servicios Sociales Especializados: Centros de Información a las Mujeres /


Oficinas Insulares, Comarcales o Municipales especializadas en
Intervención en violencia de género: Asesoramiento específico.

TOMA DE DECISIÓN DE ROMPER LA SITUACIÓN DE VIOLENCIA

NO EMERGENCIA
SITUACIÓN DE EMERGENCIA

No se activan recursos de
1-1-2  Activación del DEMA emergencia (aunque puede
requerir R.A.T.)
En el caso de temer
por su seguridad
En el caso de NO temer
por su seguridad: Si NO requiere R.A.T.
Permanencia en su
domicilio y apoyo de
recursos.

Recursos de Acogida
Temporal (R.A.T.):
- Centros de Acogida Asesoramiento especializado
Inmediata
- Casas de Acogida
- Pisos Tutelados
Terapias de recuperación

Orientación y apoyo al empleo

Prestaciones económicas (para


Programas de intervención ambos itinerarios si es necesario)
con hijos/as de mujeres
víctimas de violencia

VIDA AUTÓNOMA

Seguimiento y apoyo si fuera necesario


por los Serv. Soc. comunitarios

© María Ferraz Dobarro, 2010 46


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

DERECHOS ECONÓMICOS Y PRESTACIONES PARA VÍCTIMAS

El sistema de Servicios Sociales se ha caracterizado, entre otros muchos


aspectos, por ser gestor de prestaciones para aquellas personas en situación de
exclusión o vulnerabilidad económica. En el caso de las mujeres víctimas de
violencia de género, el artículo 27 de la Ley Integral garantiza ayudas económicas
para aquellas víctimas con escasos recursos económicos y especiales dificultades
para acceder a un empleo. También las víctimas de violencia pueden acceder a
otras ayudas como las establecidas en el Real Decreto 1369/2006, de 24 de
noviembre, por el que se regula el programa de renta activa de inserción (RAI) para
desempleados/as con especiales necesidades económicas y dificultad para
encontrar empleo, así como a las ayudas reguladas en la Ley 35/1995, de 11 de
Diciembre, de Ayuda y Asistencia a las Víctimas de Delitos Violentos y contra la
Libertad Sexual (y sus posteriores modificaciones: Real Decreto 199/2006, de 17 de
febrero, por el que se modifica el Reglamento de ayudas a las víctimas de delitos
violentos y contra la libertad sexual, aprobado por Real Decreto 738/1997, de 23 de
mayo; el Reglamento de ejecución de la Ley 32/1999, de 8 de octubre, de
solidaridad con las víctimas del terrorismo, aprobado por el Real Decreto
1912/1999, de 17 de diciembre, y el Reglamento de ayudas y resarcimientos a las
víctimas de delitos de terrorismo, aprobado por Real Decreto 288/2003, de 7 de
marzo).
Es fundamental que las mujeres conozcan sus derechos económicos, las
incompatibilidades entre las distintas ayudas, las cuantías que cada ayuda puede
suponer,… para que sean ellas quienes decidan qué ayuda les será más
beneficiosa en función de su situación.

9.6.8.- Análisis de los recursos disponibles para atender las violencias


de género:
Aunque ya hemos señalado a lo largo del texto diferentes recursos para
abordar las violencias de género, es conveniente sistematizar los mismos, en
función de las competencias de cada Administración pública y las formulas de
gestión de los recursos:

© María Ferraz Dobarro, 2010 47


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

a) Administración estatal:
En la actualidad es el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad
quien tiene competencias en materia de violencia de género (entre otras muchas).
De él depende la Delegación del Gobierno para la violencia de género y el
Observatorio Estatal de Violencia sobre la Mujer, adscrito a esta Delegación. El
Instituto de la Mujer es un organismo autónomo dependiente del citado Ministerio.
Las competencias estatales tienen que ver con la incorporación del principio
de igualdad en todas las políticas y con la formulación de políticas públicas en
relación con la violencia de género, a desarrollar por el Gobierno y que comprenden
todas aquellas actuaciones que hagan efectiva la garantía de los derechos de las
mujeres víctimas de esta violencia.

Es importante destacar que desde el Ministerio de Hacienda y


Administraciones Públicas y a través de las Delegaciones del Gobierno en todo el
territorio español se han creado Unidades de Coordinación contra la Violencia
sobre la Mujer que prestan los siguientes servicios:
 Apoyo a la protección integral de las víctimas de violencia de género.
 Seguimiento de las situaciones de violencia de género (en especial en
relación a las actuaciones de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del
Estado).
 Elaboración de informes a los Ministerios competentes.
Cada Subdelegación del Gobierno (o en el caso de las islas, cada
Delegación Insular) cuenta con una de estas Unidades.

b) Administración autonómica:
Todas las Autonomías tienen organismos responsables en materia de
políticas de igualdad y abordaje de la violencia de género. En Canarias es el
Instituto Canario de Igualdad (ICI) (http://www.gobiernodecanarias/icigualdad.org) el
organismo encargado de la coordinación de la Red Canaria de Servicios y Centros
de Atención Social Especializada a Mujeres Víctimas de Violencia de Género.

c) Administración local:
Las administraciones locales, más cercanas a la ciudadanía, son las que
normalmente asumen la gestión de recursos especializados en la atención a la
violencia de género. En el caso de Canarias, son los Cabildos Insulares quienes
tienen transferidas las competencias relativas a la implementación de recursos de
© María Ferraz Dobarro, 2010 48
Curso Género e Igualdad de Oportunidades

servicios sociales especializados, por lo que la gestión de centros y servicios les


compete a ellos (aunque normalmente conciertan la gestión con entidades
privadas), mientras que la financiación es compartida entre el Instituto Canario de
Igualdad y los Cabildos Insulares, correspondiendo a cada entidad aportar el 50%
de cada servicio, centro, proyecto o actuación que se realice al amparo del
convenio anteriormente descrito entre ambas administraciones.
Por lo que respecta a los Ayuntamientos, en función del número de
habitantes, su grado de apuesta política y su capacidad económica, desarrollan
más o menos recursos para atender a la violencia de género.
En los Ayuntamientos, y promovidos por las Concejalías de Mujer o
Igualdad, nos podemos encontrar dentro de los Planes municipales de Igualdad de
Oportunidades con Programas específicos de Prevención y Erradicación de la
Violencia de Género. En el marco de estos Planes (o fuera de ellos si no existen)
también encontramos Oficinas municipales de Información a la Mujer / Casas de la
Mujer, que como recursos específicos ofrecen información y asesoramiento sobre
distintas problemáticas, entre las que se puede encontrar la violencia. En el caso de
aquellos Ayuntamientos que no dispongan de servicios especializados, la puerta de
entrada al sistema de las mujeres víctimas de violencia suele ser Servicios Sociales
de Base. En general, los Ayuntamientos como administración más cercana a la
ciudadanía pueden desarrollar con mayor facilidad actividades preventivas a nivel
comunitario y pueden tener implantados, en sus respectivos territorios, recursos de
acogida temporal, centros de información,… para poder ofrecer a las mujeres
servicios descentralizados, cercanos y de calidad. La futura ley de reforma de la
Administración local pone en riesgo todos estos servicios.

d) Entidades de Iniciativa Social:


Tal y como señalamos en la Unidad Didáctica 3, las Asociaciones de
Mujeres han sido las agentes que, históricamente, han desarrollado acciones contra
la violencia de género y que lo siguen haciendo, y son un acicate fundamental que
exige a los poderes públicos el cumplimiento de sus obligaciones. También las
Secretarías de la Mujer de los Sindicatos se han implicado en la lucha contra el
acoso sexual y otro tipo de ONG desarrollan proyectos para prevenir y erradicar la
violencia de género.

© María Ferraz Dobarro, 2010 49


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

TEMA 10: CLAVES Y ESTRATEGIAS PARA LA PREVENCIÓN DE LAS


VIOLENCIAS DE GÉNERO Y LA PROMOCIÓN DE LA IGUALDAD.

10.1.- Prevención desde el ámbito comunitario:

El refrán popular “más vale prevenir que curar” también se puede aplicar a
las violencias de género. Hablar de prevención implica hacerlo de tres niveles:
a) Prevención Primaria (también denominada Prevención Universal): Se
dirige a la población en general con el fin de evitar nuevos casos de
violencia y la reproducción de la misma. Se engloban aquí las campañas de
sensibilización, los programas coeducativos, etc.
b) Prevención Secundaria (o Prevención Selectiva): Se dirige a grupos
específicos de riesgo. Entrarían en este apartado, por ejemplo, los hijos e
hijas de mujeres víctimas de violencia.
c) Prevención Terciaria (o Prevención Indicada): Dirigida a las víctimas de
violencia de género para minimizar su impacto o consecuencias negativas y
prevenir la recurrencia en nuevas relaciones violentas.

Cuando hablemos de prevención lo haremos fundamentalmente de


prevención primaria (y secundaria en ocasiones), ya que a la prevención terciaria
hemos hecho referencia al hablar de los recursos de atención a mujeres víctimas de
violencia. Por tanto, se pueden prevenir las violencias de género desde diferentes
contextos: educativo, sanitario, comunitario, laboral,… Aquí vamos a abordar dos
de ellos: el comunitario y el educativo.

Al hablar de comunidad lo hacemos de un contexto territorial habitado por un


conjunto de personas que comparten unos elementos comunes (idioma,
costumbres, valores, visión del mundo, ubicación geográfica, estatus social,…) y
funcionan bajo ciertas reglas. La comunidad, por tanto, crea una identidad común
para diferenciarse de otros grupos y genera un conjunto de relaciones entre las
personas que la habitan.
En el marco del siglo XXI los vínculos comunitarios se han ido diluyendo, las
relaciones y el tejido social desarticulándose y los afectos y la solidaridad han dado
paso a un individualismo materialista cada vez más feroz. Sin embargo, es posible
recuperar lo comunitario como espacio de intervención social, como espacio para la
articulación de redes de apoyo, que en el caso de las violencias de género
supondrían un elemento de prevención importante.

© María Ferraz Dobarro, 2010 50


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

En los espacios comunitarios confluyen una multiplicidad de agentes


sociales en distintos ámbitos de trabajo: educativo, sanitario, de servicios sociales,
ocio y tiempo libre, juventud, urbanismo y vivienda, justicia y cuerpos de seguridad,
medios de comunicación, organizaciones no gubernamentales (el tercer sector),…
¿Qué podemos hacer para prevenir las violencias de género desde esos
contextos comunitarios? La idea que aquí se presenta está inspirada en las
propuestas de Dahlberg (1998) y Rosenberg y Mercy (1991), pero adaptada a la
violencia contra las mujeres específicamente. La tabla que sigue a continuación
recogerá un esbozo de las posibles acciones a desarrollar para esta prevención
desde distintos ámbitos:

ÁMBITO ACCIONES A DESARROLLAR


- Introducción de metodologías coeducativas en todas las etapas
educativas.
- Desarrollo de programas específicos de prevención de las violencias
de género.
Educación - Fomento de una cultura escolar pacífica, asertiva, respetuosa.
- Programas de mediación y resolución de conflictos.
- Cooperación con los recursos comunitarios.
- Implicación de las familias en la dinámica escolar.
- Introducción de módulos específicos de igualdad de oportunidades y
prevención de la violencia en las escuelas de madres y padres,…
- Fomentar la accesibilidad a servicios de salud reproductiva.
- Incrementar la formación del personal sanitario para la detección de la
violencia de género.
Salud - Mejorar los sistemas de detección, identificación y registro de las
mujeres víctimas de violencia.
- Crear grupos para abordar la salud de las mujeres y los
condicionantes que inciden en ella en función del género.
- Cooperar con otros recursos comunitarios en esta materia.
- Incluir en la capacitación de las policías locales formación
especializada en género y violencia contra las mujeres.
Policía local - Mejorar los sistemas de recogida de información y detección de
posibles situaciones de violencia.
- Fomentar la cooperación con otras áreas, especialmente con
Servicios Sociales.
- Creación de programas específicos de prevención con población
infantil y juvenil fuera del ámbito escolar (asociaciones juveniles,
talleres lúdicos,…)
- Desarrollo de programas de competencia parental que incluyan
módulos sobre violencia de género.
Servicios - Fomento de grupos específicos de mujeres donde se aborden
Sociales contenidos favorecedores de la igualdad.
- Fomento de grupos específicos de hombres en contra de la violencia.
- Constitución de grupos de autoformación de profesionales hombres
con sensibilización y/o experiencia en violencia de género para
analizar y profundizar en los siguientes aspectos: la construcción de la
identidad masculina, identidad sexual e identidad de género,
homofobia y masculinidad patriarcal, sexualidad, violencia y poder,
resolución de conflictos y mecanismos de autocontrol, la restricción
emocional,…

© María Ferraz Dobarro, 2010 51


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

- Formación específica del personal de Servicios Sociales en


prevención de la violencia contra las mujeres.
- Cooperación con otros ámbitos.
- Realización de campañas preventivas desde las emisoras municipales
o los medios comunitarios (boletines, periódicos locales,…)
Medios de - Formación a profesionales de los medios en materia de género e
comunicación igualdad y para un tratamiento adecuado de las noticias sobre
violencia de género.
- Garantizar la seguridad mejorando la iluminación y las zonas
conflictivas del barrio con mayor riesgo para las mujeres.
Urbanismo y - Existencia de infraestructuras para la reunión de los grupos formales e
vivienda informales de la comunidad.
- Dotación de un cupo específico de viviendas de protección oficial para
mujeres víctimas de violencia.
- Creación de zonas verdes, equipamientos sociales, deportivos,…
- Articulación y coordinación de las organizaciones no gubernamentales
que inciden en la comunidad.
Participación - Fomentar desde las ONG la prevención de la violencia de género.
ciudadana - Apoyo a la creación de asociaciones de mujeres y de otros grupos
que rechacen el ejercicio de la violencia y respeten los Derechos
Humanos.
- Creación de espacios formativos en las asociaciones de mujeres
donde se aborden temas como: identidad de género, roles y
estereotipos, vínculos afectivos y relaciones interpersonales,
autoestima, afrontamiento de conflictos en la vida cotidiana,
estrategias de negociación en pareja, identificación de las formas de
violencia, conocimiento de recursos para afrontarla,…
- Creación de redes de jóvenes por la igualdad y la no violencia.
Juventud - Creación de grupos de trabajo estables de jóvenes, vinculados a
colectivos juveniles organizados, que profundicen en estrategias
preventivas de la violencia de género.
- Desarrollo de encuentros juveniles para intercambiar experiencias y
buenas prácticas logradas.
- Constitución de premios para las asociaciones juveniles que
destaquen por la promoción de valores igualitarios y no violentos.
Ocio y tiempo - Introducción de enfoques coeducativos en actividades lúdicas.
libre - Realización de prácticas deportivas no sexistas.
- Promover la participación de las chicas en actividades físico-
deportivas y en la naturaleza y de los chicos en actividades lúdicas sin
componentes físicos como juegos de mesa, activ. socioculturales, etc.
- Favorecer que las chicas asuman liderazgo y protagonismo en los
juegos.

Todas estas acciones descritas no tendrían sentido si se desarrollaran de


forma inconexa, si no se hiciera en el marco de una planificación comunitaria y desde
un modelo, el de redes sociales. Todas las personas forman parte de una serie de
redes desde las que establecen vínculos y son generadoras de apoyo social. La red
más cercana sería la primaria y la conforman la familia (nuclear y extensa) y las
amistades más íntimas, así como el vecindario, gracias al cual la familia se inserta en
la estructura comunitaria. La red social secundaria estaría compuesta por los grupos
de ocio, amistades y conocidos/as con los que se tiene menor contacto, personas
estratégicas de la comunidad (médico/a, panadero/a, abogado/a,…) y aquellas

© María Ferraz Dobarro, 2010 52


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

relaciones comunitarias, religiosas, laborales o de estudios que permiten un tiempo


compartido. Finalmente, las redes sociales institucionales son aquellas más alejadas
de la persona pero a las que se accede cuando las otras redes no pueden satisfacer
nuestras necesidades; forman parte de esta red el sistema educativo, el sanitario, los
servicios sociales y los distintos recursos que la comunidad nos ofrece. Es desde
este último tipo de red desde donde se tienen que articular los mecanismos para
desarrollar acciones de prevención de las violencias de género que reviertan en el
resto de redes.

10.2.- Prevención desde el ámbito educativo:

La coeducación aplicada al ámbito escolar es la herramienta que nos va a


permitir combatir aquellas prácticas culturales que continúan legitimando modelos
de dominio-subordinación entre hombres y mujeres, y que, en definitiva, son los que
sustentan la violencia contra las mujeres. Ha de afectar a toda la estructura escolar
y es responsabilidad de los poderes públicos promover una modalidad educativa
cuyos fines se correspondan con la igualdad, la pluralidad y la libertad. El fin de la
coeducación, por tanto, es desarrollar una identidad personal y social no
condicionada por la ideología, normas y estereotipos sexuales.
Una verdadera política coeducativa contribuiría a hacer de las diferencias,
diferencias y no desigualdades. La coeducación aplica medidas compensadoras
para superar los condicionamientos de género, por ejemplo, si en los chicos pesa
más la restricción emocional hay que potenciar su desarrollo emocional y si en las
chicas se observan déficits en la construcción de su autoestima ésta debe ser
reforzada. Las políticas mixtas o “igualitarias” aparentemente sólo contribuirían a
reforzar más las desigualdades, pues no se puede tratar igual lo que es diferente, y
lo que es aún más grave, lo que se ha construido de forma desigual.

A continuación vamos a exponer qué elementos serían necesarios para la


construcción de un modelo coeducativo de escuela en tres niveles: político-
normativo, técnico y de la ciudadanía.
En el político-normativo incluiremos las líneas estratégicas que han de
definir las políticas educativas y los marcos normativos, en el técnico incluiremos a
los propios centros educativos, al profesorado y todos los recursos técnicos que
inciden en el sistema (Equipos de Orientación, CEPs, Inspección,…) mientras que
en el nivel de la ciudadanía, incluimos a las familias y a la sociedad en general.

© María Ferraz Dobarro, 2010 53


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

Así pues, vamos a esbozar algunas medidas que sería necesario desarrollar
para disponer de escuelas coeducativas:

a) Nivel político – normativo:


- Garantizar gobiernos paritarios entre hombres y mujeres en los puestos de
responsabilidad para que la población infantil, adolescente y adulta cuente
con modelos de referencia no sexistas.
- Elaborar marcos normativos que incluyan la coeducación como eje
metodológico de las políticas educativas.
- Garantizar los recursos humanos y económicos suficientes para que lo
establecido en los marcos normativos pueda desarrollarse con calidad.
- Revisar y unificar los diseños curriculares para garantizar que no haya
transmisión de estereotipos sexistas.
- Apostar por la educación para una ciudadanía democrática.
- Potenciar el uso de las nuevas tecnologías desde un enfoque no sexista.
- Incluir en toda la normativa y proyectos educativos que se desarrollen desde
el ámbito gubernamental la lucha contra las desigualdades y
discriminaciones por razón de género.
- Garantizar la formación obligatoria del profesorado en coeducación.

b) Nivel técnico (profesorado y recursos de apoyo) (Bonal, 1997):


- Revisar el uso sexista del lenguaje en toda la documentación que se maneja
en el centro educativo (evitar las omisiones del género femenino, por
ejemplo: si se va a enviar una carta a las familias, decir “Querida familia” o
“Estimados padres y madres” y NO decir “Estimados padres”, máxime
cuando son las madres, en un ejercicio tradicional de su rol de género, las
que mantienen los vínculos con la institución escolar).
- Cuidar los estereotipos sobre ambos sexos en la decoración del centro, en
los folletos, periódicos escolares,… que se hagan. Por ejemplo: resulta más
didáctico decorar una clase de infantil con animalitos, letras, números o
personajes humanos en número paritario que colocar una figura de
Blancanieves barriendo la casa a los siete enanitos.
- Revisar que los libros de texto que utiliza el alumnado no transmitan
imágenes y contenidos estereotipados en función del género. A este
respecto es muy ilustrativo hacer un análisis del número de personajes
masculinos y femeninos en los libros de texto, las funciones que realizan, las
actitudes que presentan,… ¿Realizan los hombres trabajos principales y las
© María Ferraz Dobarro, 2010 54
Curso Género e Igualdad de Oportunidades

mujeres subordinados? ¿Quién asume las actitudes socialmente negativas:


agresivas, autoritarias, temerosas, sumisas,… y quién asume las actitudes
socialmente positivas: ternura, valentía, curiosidad, solidaridad,…?
- Cuidar qué uso hacen chicos y chicas de los espacios del centro, ser capaz
de ver cómo se configuran las relaciones de poder entre chicos y chicas en
los espacios libres. Es importante comprobar quiénes ocupan las canchas
deportivas, qué tipo de juegos hacen, si se mezclan chicos y chicas entre
ellos, quién/es se mueven más activamente, dónde se sitúan chicos y chicas
en los espacios no formales (pasillos, patios, canchas,…)
- Analizar el uso del material y los recursos escolares de forma desagregada
por sexo: quién recoge los materiales, qué tipo de materiales usan, quién
requiere más la ayuda del profesor o profesora,…
- Observar y abordar adecuadamente las manifestaciones de violencia o
afectividad: analizar la asociación entre masculinidad y violencia y entre
feminidad y afectividad (ver el tipo de agresiones que se producen, si existe
acoso sexual, ver el tipo de manifestaciones afectivas, entre quiénes se
producen,…). Es importante que la escuela tenga pautadas las respuestas a
las actitudes o acciones agresivas y una política de “Tolerancia Cero” frente
a la violencia.
- Analizar las producciones libres del alumnado en función del sexo. Es
importante observar los dibujos, murales, redacciones,… hechos por el
alumnado en que aparezcan hombres y/o mujeres y ver quiénes son los
personajes protagonistas y secundarios, cómo se sitúan en el espacio, qué
funcionen les atribuyen a los personajes, qué conductas y actitudes
manifiestan,…
- Cuestionar y deconstruir la interiorización de los estereotipos de género y
culturales en el alumnado. Es conveniente dedicar espacios específicos
para trabajar la construcción de la masculinidad y la feminidad en el
alumnado, en función de su edad y etapa educativa. Resulta muy
interesante escuchar sus respuestas a las preguntas ¿qué significa ser
chico/a? o ¿qué es lo mejor de ser niño/a? Es importante trabajar sobre sus
expectativas futuras, tanto las relativas a la vida familiar como profesional.
- Desarrollar programas específicos de prevención de la violencia de género
en las aulas.
- Garantizar un reparto paritario de los puestos directivos de los centros.
- Acudir a la formación en esta materia que se desarrolle.

© María Ferraz Dobarro, 2010 55


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

- Impulsar el papel de los Consejos Escolares como garantes de la aplicación


en los centros educativos de metodologías coeducativas.
- Incorporar todo este enfoque planteado en los Proyectos Educativos del
centro, en los Proyectos Curriculares y en la Programación General de Aula.
- Contar con la participación de toda la comunidad educativa (familias,
alumnado, personal no docente) para la materialización de estos proyectos.
- Fomentar espacios de formación de familias en los centros que incorporen
estos enfoques metodológicos.

c) Nivel de la ciudadanía:
- Transmitir en las familias valores basados en el respeto a la diversidad y
aceptación de las diferencias.
- Formarse para que las familias sean auténticas escuelas de ciudadanía
democrática.
- Implicarse activamente en espacios de participación social (AMPAS,
asociaciones vecinales, asociaciones de mujeres,…) desde donde se
puedan trabajar valores coeducativos.
- Adoptar posturas de firme rechazo y tolerancia cero frente a la violencia de
género.
- Crear cauces de diálogo permanente con los centros educativos y exigir que
las escuelas sean verdaderos espacios para la convivencia respetuosa entre
sexos y entre diferentes grupos culturales.

A continuación reseñamos algunos materiales de interés para aplicar a lo


largo de las diferentes etapas educativas para prevenir las violencias de género.
Estos materiales pueden ser aplicados tanto desde el espacio de la educación
reglada como desde contextos comunitarios.

Para Educación Infantil:


- “La magia de los buenos tratos” (Gobierno de La Rioja): Creado en 2007, el
programa está dirigido a alumnado de Educación Infantil y está estructurado
en siete bloques temáticos: Autonomía, Educación Sexual, Sentimientos y
Emociones, Valores y Coeducación, Límites y normas, Habilidades
Sociales,…
http://www.larioja.org/npRioja/default/defaultpage.jsp?idtab=446949

© María Ferraz Dobarro, 2010 56


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

- “Los hombres no pegan” es un cuento de Beatriz Moncó y Mabel Piérola que


aborda el tema de la violencia de género en el ámbito doméstico. Ediciones
Bellaterra, 2006.
- “Ni un besito a la fuerza” o “Ni una caricia a la fuerza” son cuentos de Marion
Mebes que abordan el tema del abuso sexual infantil. Ediciones Maite
Canal, 2006 y 2007, respectivamente (Sobre abusos sexuales en la infancia
existen materiales específicos como las Guías Didácticas de Félix López y
Amaia del Campo (1997): Prevención de abusos sexuales a menores. Guía
para padres y educadores. Unidades didácticas para educación infantil,
primaria y secundaria. Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Salamanca:
Amarú Ediciones.)

Para Educación Primaria:


Recomendamos especialmente para trabajar en primaria los diversos
materiales que ha elaborado la Junta de Andalucía
(http://www.juntadeandalucia.es/iam/Programa-para-prevenir-la.html), y
específicamente, como programa preventivo de la violencia de género, el
“Programa de Buenos Tratos” del Gobierno de la Rioja. Está organizado en tres
bloques temáticos: autoestima, sensibilización para la coeducación y resolución de
problemas y se imparte de 1º a 6º de primaria, implicando también a las familias en
su desarrollo. Para más información se puede visitar:
http://www.larioja.org/npRioja/default/defaultpage.jsp?idtab=446949&IdDoc=446922
Emakunde (Instituto Vasco de la Mujer) ha desarrollado en los últimos años
el programa “Nahiko” para la prevención del maltrato en las futuras relaciones de
pareja. Se puede consultar en: http://www.nahiko-emakunde.com El vídeo
“Sorkunde” editado por este mismo organismo hace ya algún tiempo, pero cuya
vigencia aún perdura, también es un recurso didáctico de gran interés. Este vídeo
fue coeditado también por el Gobierno de Canarias (ICM – Consejería de
Educación). Se puede consultar la información sobre esta Consejería en:
http://www.gobiernodecanarias.org/educacion/WebDGOIE/scripts/default.asp?IdSitio=13&Cont=173#

Otras Comunidades Autónomas también disponen de materiales específicos


de prevención de la violencia contra las mujeres a los que se puede acceder
consultando las páginas web de los respectivos Institutos de la Mujer.
Entidades privadas como la Obra Social de La Caixa, también han editado
materiales de prevención. El programa Violencia: Tolerancia Cero está destinado
tanto a primaria como a secundaria enfocado a prevenir cualquier forma de
© María Ferraz Dobarro, 2010 57
Curso Género e Igualdad de Oportunidades

violencia, con especial incidencia en la violencia de género. Plantea una


fundamentación del programa y una serie de actividades para aplicar en el aula o
en otros espacios. Consta de dos cuadernos de trabajo (uno para primaria y otro
para secundaria) + DVD.

Para Educación Secundaria:


La educación secundaria es una etapa clave para la prevención de las
violencias de género. La adolescencia es la época de la "revolución hormonal", pero
también de la revolución emocional. Existe una exigencia continua de readaptación a
los cambios que se van sucediendo con rapidez. El trabajo coeducativo con
adolescentes en los Centros de Enseñanza Secundaria, al igual que en primaria,
debe ser transversal a todas las áreas del curriculum.
Los contenidos habrán de ser adaptados en función de la edad de 1º a 4º de
ESO. Existen múltiples recursos didácticos para abordarlos: exposiciones temáticas
sobre la historia de las mujeres, vídeo forum, lecturas guiadas, debates en clase,…
En distintas guías de recursos coeducativos para secundaria se pueden encontrar
listados de cuentos, libros y películas adaptadas para la educación en igualdad y la
prevención de la violencia contra las mujeres. Se podrían hacer numerosas
recomendaciones de materiales didácticos pero hay una lectura importante y es el
libro “El Diario azul de Carlota” de Gemma Lienas, editado por El Aleph, muy
apropiado para Secundaria (mejor a partir de 2º ciclo) y Bachilleratos y FP.
También destacamos La construcción de la igualdad y la prevención de
la violencia contra la mujer desde la educación secundaria. Materiales
elaborados por Mª José Díaz–Aguado y Rosario Martínez Arias y publicados por el
Instituto de la Mujer, dentro de la colección Estudios (nº 73, 2001). En 2002 se editó
“Prevenir la violencia contra las mujeres construyendo la igualdad. Programa para
Educación Secundaria”. Madrid: Instituto de la Mujer, (un libro y dos vídeos) y
también en el mismo año la “Guía de Buenas Prácticas para paliar los efectos de la
violencia contra las mujeres y conseguir su erradicación”. Los materiales son de
distribución gratuita a través del Instituto de la Mujer.
Otro material muy interesante para trabajar en secundaria se denomina:
Programa Gener@-T. Programa socioeducativo para la prevención de la
violencia de género en parejas adolescentes. Su autora es Ainoa Mateos
Inchaurrondo y está editado por “Pirámide” en 2013. En la primera parte se explican
las características del Programa, la segunda parte incluye una propuesta teórica y

© María Ferraz Dobarro, 2010 58


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

práctica para el profesorado y la tercera incluye el desarrollo de las sesiones para


trabajar con alumnado a partir de la Educación Secundaria.

Otro material recomendable es La prevención integral de la violencia de


Rosaura González Méndez (Gobierno de Canarias, 2007). Este material está
compuesto por tres pequeños manuales que bajo el título genérico mencionado se
subdividen en:
- Reflexiones y propuestas (1)
- Habilidades para la convivencia y para la construcción de parejas saludables
(2)
- Módulo formativo para madres y padres adolescentes (3) (elaborado
también por Marta García Ruiz y Melania Hdez. García)
No se dirige específicamente a violencia de género pero son aprovechables
sus planteamientos.

Finalmente, nos parece procedente reseñar el libro de Rosa Sanchís que


apuntamos en la bibliografía, titulado “¿Todo por amor?”, ya que explica una
experiencia interesante basada en la educación afectivo sexual como base para la
prevención de la violencia, y ofrece en el capítulo final todas las actividades
llevadas a cabo dentro de la asignatura optativa “Papeles sociales de hombres y
mujeres” en 4º de ESO.

Para las etapas de Bachillerato y Formación Profesional se pueden adaptar


contenidos de la etapa de secundaria añadiendo un mayor grado de complejidad a
las actividades.

Para la educación de personas adultas el Instituto de la Mujer editó ya hace


más de diez años la colección: “De otra manera: Carpetas de Educación de
Adultas”, un material didáctico muy recomendable (aunque actualizando aspectos
para el momento actual) para trabajar con mujeres adultas de forma coeducativa.

Finalizamos este tema aportando una serie de enlaces donde se pueden


encontrar diferentes recursos para trabajar desde un enfoque coeducativo:

- http://web.educastur.princast.es/proyectos/coeduca/
- http://www.juntadeandalucia.es/averroes/impe/web/buscadorRecursosEducativos?busqueda=coeducaci
%F3n&x=7&y=11&idSeccion=28041

- http://www.educacionenvalores.org/

© María Ferraz Dobarro, 2010 59


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

- http://www.educarenigualdad.org/
- http://www.ciudaddemujeres.com/
- http://educandoenigualdad.blogspot.com/
- http://diversidadycoeducacion.com/

La educación en igualdad, en definitiva, es la clave para hacer frente a la


peor lacra que sufren y han sufrido las mujeres de todas las culturas, edades,
estatus,…: la violencia por el simple hecho de ser mujer. Profundizar en la
construcción de nuevas relaciones afectivas y respetuosas entre los sexos es el
gran reto de las escuelas y comunidades del siglo XXI.

© María Ferraz Dobarro, 2010 60


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA:
 ALTABLE, C. (2001): Educación sentimental y erótica para adolescentes. Madrid:
Miño y Dávila Editores.
 ALTABLE, C. (1999): Penélope o las trampas del amor. Valencia: Nau Libres.
 ÁLVAREZ, A. (2001): Guía para mujeres maltratadas. Madrid: Consejo de la Mujer
de la Comunidad de Madrid.
 ARENAS, G. (2006): Triunfantes perdedoras. La vida de las niñas en la escuela.
Barcelona: Graó.
 BAREA, C. (2004): Manual para mujeres maltratadas (que quieren dejar de serlo).
Detectar y prevenir la violencia de género. Barcelona: Océano.
 BARRAGÁN, F. Y OTROS/AS (2001): Violencia de género y curriculum. Málaga:
Aljibe.
 BIGLIA, B. y SAN MARTÍN, C. coord. (2007): Estado de Wonderbra. Entretejiendo
narraciones feministas sobre las violencias de género. Barcelona: Virus editorial.
 BLANCO, N. (coord.) (2001): Educar en femenino y en masculino. Madrid: Akal.
 BONAL, X. (1997): Las actitudes del profesorado ante la coeducación. Propuestas
de intervención. Barcelona: Graó.
 BONINO, L. (2002): Violencia, condición masculina y coeducación, en Bolancé, J. y
Laín, C.(comp.)Violencia, género y coeducación. Córdoba: Ayto de Córdoba.
 BOSCH, E. Y FERRER, V. (2002): La voz de las invisibles. Las víctimas de un mal
amor que mata. Madrid: Ediciones Cátedra, colección Feminismos.
 BOSCH, E., FERRER, V. y ALZAMORA, A. (2006): El laberinto patriarcal.
Reflexiones teórico-prácticas sobre la violencia contra las mujeres. Barcelona:
Anthropos.
 BROWNMILLER, S. (1981): Contra nuestra voluntad. Hombres, mujeres y violación.
Barcelona: Planeta.
 BUNCH, C. (1991): “Hacia una Re-Visión de los Derechos Humanos”, en Ximena
Bunster e Regina Rodriguez (orgs.), La Mujer Ausente: Derechos Humanos en el
Mundo. Chile: Isis Internacional.
 CORIA, C. (2001): El amor no es como nos contaron… ni como lo inventamos.
Buenos Aires: Paidós.
 DUQUE, E. (2006): Aprendiendo para el amor o para la violencia. Las relaciones en
las discotecas. Barcelona: El Roure.
 ESSOMBA, M.A. (2007): Coeducación y prevención temprana de la violencia de
género. Madrid: Ministerio de Educación y Ciencia.
 FABRA, Mª L. (1996): Ni resignadas ni sumisas. Técnicas de grupo para la
socialización asertiva de niñas y chicas. Barcelona: UAB.
 FISAS, V. (ed.) (1998): El sexo de la violencia. Barcelona: Icaria.

© María Ferraz Dobarro, 2010 61


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

 FRANCO ANDÍA, P. y LAPEÑA JIMÉNEZ, Mª J. (1999): Dar la media vuelta. Un


método de valoración de casos de malos tratos. Zaragoza: Certeza.
 FRENCH, M. (1993): La guerra contra las mujeres. Barcelona: Plaza y Janés.
 GONZÁLEZ MÉNDEZ, R. Y SANTANA HDEZ., J. D. (2001): Violencia en parejas
jóvenes. Análisis y prevención. Madrid: Pirámide.
 HIRIGOYEN, M.F. (1999): Acoso moral. Barcelona: Paidós.
 IZQUIERDO, Mª J. (2000): Cuando los amores matan. Madrid: Libertarias.
 LAGARDE, M. (1997): Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas,
presas y locas. México: Universidad Nacional Autónoma.
 LAGARDE, M. (2005): Para mis socias de la vida. Madrid: Horas y horas.
 LAMEIRAS FDEZ., M., RGUEZ. CASTRO, Y., OJEA RÚA, M. y DOPEREIRO
RGUEZ., M. (2004): Programa coeducativo de desarrollo psicoafectivo y sexual.
Madrid: Pirámide.
 LIENAS, G. (2001): El diario violeta de Carlota. Barcelona: Alba.
 LIENAS, G. (2006): El diario azul de Carlota. Barcelona: El Aleph.
 LOMAS, C. (comp.) (2004): Los chicos también lloran. Identidades masculinas,
igualdad entre los sexos y coeducación. Barcelona: Paidós.
 LOMAS, C. (comp.) (2003): ¿Iguales o diferentes? Género, diferencia sexual,
lenguaje y educación. Barcelona: Paidós.
 LÓPEZ SÁNCHEZ, F., CARPINTERO RAIMÚNDEZ, E., DEL CAMPO SÁNCHEZ,
A., LÁZARO VISA, S. y SORIANO RUBIO, S. (2006): Programa Bienestar. El
bienestar personal y social y prevención del malestar y la violencia. Madrid:
Pirámide.
 LORENTE ACOSTA, M. Y LORENTE ACOSTA, J.A. (1998): Agresión a la mujer:
maltrato, violación y acoso. Granada: Comares.
 MARTÍN SERRANO, E. y M. (1999): Las violencias cotidianas cuando las víctimas
son mujeres. Madrid: MTAS (Instituto de la Mujer).
 MATEOS, A. (2013): Programa Gener@-T. Programa socioeducativo para la
prevención de la violencia de género en parejas adolescentes. Madrid: Pirámide.
 MONTERO GÓMEZ, A. (2001): Síndrome de Adaptación Paradójica a la violencia
doméstica. Una propuesta teórica. Revista Clínica y Salud, Volumen 12, nº 1.
Madrid: Colegio Oficial de Psicólogos. Págs. 371-397.
 OSBORNE, R. (2001): La violencia contra las mujeres. Realidad social y políticas
públicas. Madrid: UNED.
 PEREZ DEL CAMPO, A. (1995): Una cuestión incomprendida. El maltrato a la
mujer. Madrid: Horas y horas.
 QUINTANILLA, T.: “La globalización del comercio sexual”. Publicado en Internet:
http://www.socwatch.org.uy/1997/esp/comsex.htm (descargado en septiembre 2000)

© María Ferraz Dobarro, 2010 62


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

 RUIZ-JARABO QUEMADA, C. y BLANCO PRIETO, P. directoras (2006): La


violencia contra las mujeres. Prevención y detección. Madrid: Díaz de Santos.
 SASTRE, G.; MORENO, M. (2002): Resolución de conflictos y aprendizaje
emocional. Una perspectiva de género. Barcelona: Gedisa.
 SUBIRATS, M., BRULLET, C. (1988): Rosa y Azul. La transmisión de los géneros en
la escuela mixta. Madrid: Instituto de la Mujer.
 TUTS, M.; MARTÍNEZ TEN, L. (2006): Educación en valores y ciudadanía.
Propuestas y técnicas didácticas para la formación integral. Madrid: La Catarata.
 SANTOS GUERRA, M.A. (coord.), ARENAS, G., BLANCO, N., CASTAÑEDA, R.,
HDEZ. MORALES, G., JARAMILLO, C., MORENO, E., OLIVEIRA, M. y SIMÓN, Mª
E. (2000): El harén pedagógico. Perspectiva de género en la organización escolar.
Barcelona: Graó.
 SANCHÍS, R. (2006): ¿Todo por amor? Una experiencia educativa contra la
violencia a la mujer. Barcelona: Octaedro.
 THEMIS, Asoc. de Mujeres Juristas (1999): Respuesta penal a la violencia familiar.
Madrid: Consejo de la Mujer.
 TEUBAL, R. y col. (2001): Violencia familiar, Trabajo Social e Instituciones. Buenos
Aires: Paidós.
 URRUZOLA, Mª J. (1999): Educación de las relaciones afectivas y sexuales desde
la filosofía coeducadora. Bilbao: Maite Canal.
 URRUZOLA, Mª J. (1991): Aprendiendo a amar desde el aula. Manual para
escolares. Bilbao: Maite Canal.
 VARELA, N. (2002): Íbamos a ser reinas. Barcelona: Ediciones B.
 VILLAVICENCIO CARRILLO, P. y SEBASTIÁN HERRANZ, J. (1999): Violencia
doméstica: su impacto en la salud física y mental de las mujeres. Madrid, Instituto de
la Mujer.
 VV.AA. (2000): La dignidad quebrada. Las raíces del acoso sexual en el trabajo.
Madrid: Los libros de la Catarata.
 VV.AA. (2000): Foro Mundial de Mujeres Contra la Violencia. Valencia: Centro Reina
Sofía para el Estudio de la Violencia.
 WARING, M. (1994): Si las mujeres contaran. Una nueva economía feminista.
Madrid: Vindicación Feminista.
 WISE, S. Y STANLEY, L. (1992): El acoso sexual en la vida cotidiana. Barcelona:
Paidós.

 Programa Canario para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres 2002-
2006. Gobierno de Canarias.
 Convención para la Eliminación de todas las formas de discriminación contra la
mujer (CEDAW), 1979.

© María Ferraz Dobarro, 2010 63


Curso Género e Igualdad de Oportunidades

 Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra


la Violencia de Género.
 LEY 27/2003, de 31 de julio, reguladora de la Orden de protección de las víctimas
de la violencia doméstica.
 Ley 16/2003, de 8 de abril, de prevención y protección integral de las mujeres contra
la violencia de género. (Canarias)
 Guía para la atención a Mujeres Víctimas de Violencia de Género. Instituto Canario
de la Mujer, 2007.
 Cómo actuar ante la violencia de género. Guía práctica para las Entidades locales.
Federación Aragonesa de Municipios, comarcas y provincias (FAMCP) y Gobierno
de Aragón, 2008.
 Guía para sensibilizar y prevenir desde las entidades locales la violencia contra las
mujeres. FEMP, 2007
 Guía de actuación ante el maltrato doméstico y la violencia sexual contra las
mujeres para profesionales de los Servicios Sociales, EMAKUNDE, 2006.

 http://www.gobiernodecanarias.org/icigualdad (Instituto Canario de Igualdad)


 http://www.mujeresenred.net/ (Mujeres en Red)
 http://www.fundacionmujeres.es (Página de la Fundación Mujeres)
 http://www.redfeminista.org (Red Feminista de Organizaciones contra la V. G.)
 http://www.webmujeractual.com/noticias/femicidio.htm (Descargado el 21 de octubre
de 2007)

© María Ferraz Dobarro, 2010 64

También podría gustarte