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Orientaciones para educadoras con niños con Síndrome de Down en etapa inicial

Vas a poder ayudarlo más si lo conoces mejor.

1.- Sacar lo mejor del niño: Decidir qué va a exigir y preparar lo necesario.

- Explicar qué tiene que hacer y cómo hacerlo.


- Conocer sus limitaciones y centrarse (apoyarse o basarse) en sus capacidades.
- Hacer que practique.
- Supervisar lo que hace y cómo lo hace.

2.- Hablar con mi familia; están acostumbrados a colaborar, y reforzar en casa todo lo enseñado. Hacer
saber todo lo que pueden hacer en el contexto familiar, y así también servirá para generalizar
aprendizajes y que sean útiles y prácticos en el día a día con la familia.

3.- Es importante el establecimiento de normas claras, consensuadas con la familia, que sirvan para la
mayor parte de situaciones, de forma que sepa en todo momento lo que el niño debe y no debe hacer.
Necesitará más tiempo en ponerla en práctica, pero siempre reforzar el que debe respetarlas como los
demás.

4.- Los límites sociales bien definidos le proporcionan al niño tranquilidad, seguridad y confianza (como
a todos los niños). Por lo cual se deben poner límites y usar el "tiempo fuera" si las conductas son
inadecuadas. Se debe tratar como a los demás niños, y además ayudar a saber lo que no debo hacer.

5.- Dentro de las rutinas de la sala, deberá aprender a:


 permanecer sentado, sin levantarse,
 estar sentado en su silla en actividades de mesa o durante el almuerzo,
 ponerse en la fila,
 jugar en los espacios con los otros niños, etc.
Puede costarle, pero poco a poco estará más tiempo sentado o atento a las propuestas. Hay que
recordar que para el niño/a, pasar de 1 minuto a 1,5 minutos es también un éxito: es importante fijarse
en los pequeños logros.

6.- Reforzar, siempre que se pueda, los éxitos y esfuerzos en las propuestas. Los elogios, sonrisas y
verbalizaciones positivas ayudan a quiera seguir haciéndolo bien. Es importante que en la clase esté
situado cerca del educador, para que pueda ir dándole pequeñas ayudas y le sea más difícil distraerse.

7.- En la medida de lo posible, fomentar la autonomía en el trabajo, de manera que no necesite un


apoyo constante.

8.- Cuando pueda hacer las cosas solo, dejar que se esfuerce y no anticiparlo. Aunque lo haga despacio,
no sustituirlo, solo acompañarlo.

9.- Involúcralo y potenciar su aprendizaje funcional y significativo, de forma que lo pueda aplicar en
situaciones cotidianas reales.

10.- Es importante que participe en todas las actividades escolares (salidas pedagógicas, celebraciones
de cumpleaños, bailes, música, …), ya que son espacios semiestructurados en los que practica
habilidades sociales. Si los adultos lo apartan, los demás niños también lo harán, ya que los educadores
son el modelo de conducta.

Lic. Lenna Tovar

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