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AMOR Y SEXUALIDAD EN LA HISTORIA

AMOR Y SEXUALIDAD EN LA HISTORIA

Paula Hernández Rodríguez


Gustavo Hernández Sánchez
Paula Ortega Martínez
Carlos Píriz González
Pablo Poveda Arias
(Coordinadores)

Rafael García Mahíques


(Prólogo)

Salamanca • 2015
Colección Temas y Perspectivas de la Historia, núm. 4
Editores: Paula Hernández Rodríguez, Gustavo Hernández Sánchez, Paula Ortega Martínez, Carlos Píriz
González y Pablo Poveda Arias.
Comité editorial: Jose Manuel Aldea Celada, Paula Hernández Rodríguez, Gustavo Hernández Sánchez,
Paula Ortega Martínez, Carlos Píriz González, Pablo Poveda Arias, Mª de los Reyes de Soto García y
Francisco J. Vicente Santos.
Consejo asesor: Enrique Ariño Gil (Universidad de Salamanca), Juan Andrés Blanco Rodríguez
(Unversidad de Salamanca) Mª Cruces Blázquez Cerrato (Universidad de Salamanca), André Carneiro
(Universidade de Évora), Julián Casanova Ruiz (Universidad de Zaragoza), Francisco Chacón Jiménez,
(Universidad de Murcia), Leonor Chocarro Peña (EEHAR-CSIC ), Rosa Cid López (Universidad de
Oviedo), Josefina Cuesta Bustillo (Universidad de Salamanca), Pablo de la C. Díaz Martínez (Universidad
de Salamanca), Ángel Esparza Arroyo (Universidad de Salamanca), Fábio Faversani (Universidade Federal
de Ouro Preto, Mariana, MG, Brasil), María Isabel Fierro Bello (CSIC), Mª José Hidalgo de la Vega
(Universidad de Salamanca), José Ignacio Izquierdo Misiego (Universidad de Salamanca), Iñaki Martín
Viso (Universidad de Salamanca), Esther Martínez Quinteiro (Universidad de Salamanca), María Paz Pando
Ballesteros (Universidad de Salamanca), Manuel Redero San Román (Universidad de Salamanca), Francisco
J. Rodríguez Jiménez (Universidad de Salamanca) y Manuel Salinas de Frías (Universidad de Salamanca).

Los textos publicados en el presente volumen han sido evaluados mediante el sistema de pares ciegos.
© Los autores
© AJHIS
© De la presente edición: Los editores

I.S.B.N.: 978-84-943493-3-1
Depósito legal: S.174-2015
Maquetación y cubierta: Paula Hernández Rodríguez, Gustavo Hernández Sánchez, Paula Ortega Martínez, Carlos
Píriz González y Pablo Poveda Arias.
Edita: Hergar ediciones Antema
Realiza: Gráficas LOPE
C/ Laguna Grande, 2-12 Polígono «El Montalvo II»
37008 Salamanca. España

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Omnia vincit amor, et nos cedamus amori
(Virgilio, Églogas, X, 69)
ÍNDICE

Prólogo
Rafael García Mahíques.................................................................... 21-30

Introducción
Paula Hernández Rodríguez, Gustavo Hernández Sánchez, Paula Ortega
Martínez, Carlos Píriz González y Pablo Poveda Arias........................ 31-35

RESÚMENES.................................................................................... 37-114

CONTENIDO DEL CD

SEXUALIDAD, PODER Y VIOLENCIA

Fulvia, corazón de cónsul


Roberto López Casado....................................................................... 117-135

Prostitutas y control de natalidad en el mundo grecorromano


Patricia González Gutiérrez.............................................................. 137-155

La cuestión de la mirada en las pinturas de prostitutas de


lujo de Hermen Anglada-Camarasa (1900-1904): Cocottes en
los palcos de teatro y de cafés-concierto del París de la Fin-
de-siècle
Cristina Ribot Bayé........................................................................... 157-175

Fuentes para el estudio de los procesos judiciales de los


delitos cometidos hacia la mujer en el Madrid de finales del
Antiguo Régimen
Tamara Velasco García..................................................................... 177-199

Amor y Sexualidad en la Historia 9


Temas y Perspectivas de la Historia, vol.4
Factores de género y sexualidad en la construcción política
de Adolfo Suárez: el caso de la revista ¡Hola!
Darío Díez Miguel............................................................................. 201-219

HISTORIA DE LA SEXUALIDAD. TEORÍA, METODOLOGÍA E


HISTORIOGRAFÍA

Apuntes El Banquete de Platón: amor, sexualidad,


sobre
política y postmodernidad. Contribución para una erontoikología
Marco Antonio Hernández Nieto...................................................... 223-244

La canastilla del bebé: reflejo material del amor maternal.


Usos y modas en España en el siglo XIX
Inés Antón Dayas.............................................................................. 245-265

HISTORIA LGBT

Doctrina cristiana, costumbre social y homosexualidad


entre la época clásica y la Alta Edad Media europea
Manel Feijoó Morote.......................................................................... 269-289

Los delitos sexuales en la legislación de los musulmanes


castellanos. El caso de la sodomía
Luis Araus Ballesteros ...................................................................... 291-310

El discurso franquista contra la homosexualidad: la


degeneración feminizada
Iván Gómez Beltrán........................................................................... 311-329

Hacer visible lo invisible: la literatura como arma del


activismo homosexual. El ejemplo de Gore Vidal y La ciudad
y el pilar de sal
Iker Itoiz Ciáurriz y Roberto Pastor Cristóbal................................... 331-353

10 Amor y Sexualidad en la Historia


Temas y Perspectivas de la Historia, vol.4
AMOR SACRO Y AMOR PROFANO

Sexo y religión en el Mundo Clásico


José María Blázquez Martínez.......................................................... 357-375

Carnal and Conjugal Love among the Bishops of Late Antiquity


Fabian D. Zuk.................................................................................. 377-399

La magia ante el sexo, el matrimonio y la mancebía: miedos y


deseos en la primera mitad del siglo XVI
Ana E. Ortega Baún......................................................................... 401-421

LOS REFLEJOS DEL ARTE: LA SEXUALIDAD EN LA


LITERATURA, LAS ARTES PLÁSTICAS Y EL CINE

Amor y sexo en la representación pictórica. Hombres y mujeres


como productores de obras artísticas
Pilar Muñoz López............................................................................ 425-459

Entre pecados y pecadores: el sexo en la Edad Media y su


representación en la plástica escultórica románica
Leticia Tobalina Pulido...................................................................... 461-477

Amor, estudiantes y sociedad barroca: fragmentos


existenciales de un sentimiento desordenado
Gustavo Hernández Sánchez.............................................................. 479-496

“Preciso es que el placer tenga sus penas y el dolor sus


placeres”: los amores de Fausto y Margarita en la pintura
española del siglo XIX
María Victoria Álvarez Rodríguez.................................................... 497-515

Entre apacibles hogares y lúbricos burdeles. La prostitución


a los ojos de Mary Wollstonecraft
Tania Robles Ballesteros..................................................................... 517-537

Amor y Sexualidad en la Historia 11


Temas y Perspectivas de la Historia, vol.4
El erotismo en Càncer (1946) de Josep Palau i Fabre
Anna Perera Roura........................................................................... 539-551

Los recodos de la pureza: blancura, castidad e identidad


nacional en monja y casada, virgen y mártir
Alejandra Palafox Menegazzi............................................................ 553-567

Destellos de amor en la necrópolis. Transformaciones de las


expresiones de amor en el cementerio católico arquidiocesano
de Bucaramanga, siglo XX y principios del siglo XXI
Claudia Lorena Gómez Sepúlveda y Harold Mauricio Mogollón
Caballero........................................................................................... 569-586

EL MATRIMONIO: ENTRE AMOR Y SEXUALIDAD

El matrimonio y las relaciones familiares en las élites locales


hispanorromanas
María Gago Durán y Rafael Ruz Gómez.......................................... 589-608

La expresión epigráfica del amor conyugal : análisis


del vocabulario afectivo de los libertos
Alberto Barrón Ruiz de la Cuesta..................................................... 609-629

Fuentes para el estudio del matrimonio judío en la


Castilla de la Baja Edad Media
Gonzalo Pérez Castaño...................................................................... 631-655

Amor y sexo mediatizados: la concepción del matrimonio


a través de la familia C ernesio , condes de P arcent
(siglos XVII-XVIII)
Josep San Ruperto Albert................................................................... 657-676

Estudio de un pleito matrimonial por malos tratos en la


Edad Moderna
Nerea González de Arriba ............................................................... 677-690

12 Amor y Sexualidad en la Historia


Temas y Perspectivas de la Historia, vol.4
El Matrimonio en el tránsito a la Modernidad
Iker Echeberria Ayllón ..................................................................... 691-713

¿Monogamia o poligamia? Conflictos al inicio de la modernidad


en Hispanoamérica
Diana Barreto Ávila......................................................................... 715-729

PÓSTERES

La doble cara de las mujeres samnitas: sexualidad hacia lo


humano y lo divino. Un relato peculiar en la Géographiká
de Estrabón
Gonzalo Castillo Alcántara y Benjamín Cutillas Victoria ................ 733-742

Las violaciones en Francia tras el desembarco de Normandía:


una de las caras ocultas de la liberación
María del Mar Ortega Gómez, Gonzalo Castillo Alcántara y
Benjamín Cutillas Victoria.............................................................. 743-752

Amor y Sexualidad en la Historia 13


Temas y Perspectivas de la Historia, vol.4
CONTENTS

Prologue
Rafael García Mahíques.................................................................... 21-30

Introduction
Paula Hernández Rodríguez, Gustavo Hernández Sánchez, Paula Ortega
Martínez, Carlos Píriz González and Pablo Poveda Arias................ 31-35

ABSTRACTS....................................................................................... 37-114

CD CONTENT

SEXUALITY , POWER AND VIOLENCE

Fulvia, Consul Heart


Roberto López Casado....................................................................... 117-135

Prostitutes and Birth Control in the Greco-Roman World


Patricia González Gutiérrez.............................................................. 137-155

The Question of the Gaze in the Hermen Anglada-Camarasa’s


Paintings of Courtesans (1900-1904): Cocottes in the Theatres
and Café-Chantants’ Boxes of Fin de siècle of Paris
Cristina Ribot Bayé........................................................................... 157-175

Sources for the Study of Judicial Processes of Crimes Committed


Against Women in Madrid at the End of the Old Regime
Tamara Velasco García..................................................................... 177-199

Amor y Sexualidad en la Historia 15


Temas y Perspectivas de la Historia, vol.4
Factors of Gender and Sexuality in the Adolfo Suárez’s
Political Construction: The Case of ¡Hola!’s Magazine
Darío Díez Miguel............................................................................. 201-219

HISTORY OF SEXUALITY. THEORY, METHODOLOGY AND


HISTORIOGRAPHY

Notes on Plato’s Symposium: Love, Sexuality, Politics and


Postmodernity. Contribution for an Erontoikology
Marco Antonio Hernández Nieto...................................................... 223-244

The Baby Layette: Material Reflection of Maternal Love.


Traditions and Uses in Spain in the Nineteenth Century
Inés Antón Dayas.............................................................................. 245-265

LGBT HISTORY

Christian Doctrine, Social Custom and Homosexuality


between the Classical Period and High Middle Ages
in Europe
Manel Feijoó Morote.......................................................................... 269-289

Sexual Crimes in Castilian ‘Mudéjares’ Legislation. The Case of


Sodomy
Luis Araus Ballesteros ...................................................................... 291-310

The Francoist Discourse against Homosexuality: The


Feminized Degeneration
Iván Gómez Beltrán........................................................................... 311-329

Making Visible the Invisible: Literature as Tool of


Homosexual Activism: the Example of Gore Vidal´s The City
and the Pillar
Iker Itoiz Ciáurriz y Roberto Pastor Cristóbal................................... 331-353

16 Amor y Sexualidad en la Historia


Temas y Perspectivas de la Historia, vol.4
SACRED AND PROFANE LOVE

Sex and Religion in the Classical World


José María Blázquez Martínez.......................................................... 357-375

El amor carnal y conyugal entre los obispos de la Antigüedad


tardía
Fabian D. Zuk.................................................................................. 377-399

Magic in front of Sex, Marriage and Concubinage: Fears and


Desires in the First Half of the Sixteenth Century
Ana E. Ortega Baún......................................................................... 401-421

REFLECTIONS OF ART: SEXUALITY IN LITERATURE,


THE PLASTIC ARTS AND CINEMA

Love and Sex in Pictorial Representation. Men and Women


like Producers of Artistic Works
Pilar Muñoz López............................................................................ 425-459

Between Sins and Sinners: Sex in Middle Ages and its


Representation in the Romanesque Sculpture
Leticia Tobalina Pulido...................................................................... 461-477

Love, Students and Baroque Society: Existential Passages of


a Messy Feeling
Gustavo Hernández Sánchez.............................................................. 479-496

“Joy Still Must Sorrow, Sorrow Joy Attend”: The Love of Faust
and Marguerite in the Nineteenth Century Spanish Painting
María Victoria Álvarez Rodríguez.................................................... 497-515

From Peaceful Homes and Lewd Bawdy Houses. Prostitution


through Mary Wollstonecraft’s Writings
Tania Robles Ballesteros..................................................................... 517-537

Amor y Sexualidad en la Historia 17


Temas y Perspectivas de la Historia, vol.4
Eroticism in Càncer (1946) by Josep Palau i Fabre
Anna Perera Roura........................................................................... 539-551

The Corners of Purity: Whiteness, Chastity and National


Identity in Monja y Casada, Virgen y Mártir
Alejandra Palafox Menegazzi............................................................ 553-567

Étincelles d’amour dans la nécropole. Transformations


d’amour dans le cimetière Arquidiocesano de Bucaramanga,
XXème et début du XXIème siècle
Claudia Lorena Gómez Sepúlveda and Harold Mauricio Mogollón
Caballero........................................................................................... 569-586

THE MARRIAGE: BETWEEN LOVE AND SEXUALITY

Marriage and Family Relationships in Local Hispanic


Roman Elites
María Gago Durán and Rafael Ruz Gómez..................................... 589-608

The Epigraphic Expression of Conjugal Love: Analysis


of F reedmen ’ s A ffective V ocabulary
Alberto Barrón Ruiz de la Cuesta..................................................... 609-629

Sources for Knowledge of the Jewish Marriage in


Castile of the Late Middle Ages
Gonzalo Pérez Castaño...................................................................... 631-655

Love and Sex Influenced: The Conception of the


Marriage through Cernesio Family, Counts of Parcent
(17th and 18th Centuries)
Josep San Ruperto Albert................................................................... 657-676

Study of a Marriage Lawsuit for Mistreatment in the


Modern Age
Nerea González de Arriba ............................................................... 677-690

18 Amor y Sexualidad en la Historia


Temas y Perspectivas de la Historia, vol.4
Marriage in Transit to the Modernity
Iker Echeberria Ayllón ..................................................................... 691-713

Monogamy or Polygamy? Conflict at the Beginning of


Modernity in Latin America
Diana Barreto Ávila......................................................................... 715-729

PÓSTERS

The Double Side of Samnites Women: Sexuality towards the


Human and the Divine. A Peculiar Story in Strabo’s Géographiká
Gonzalo Castillo Alcántara and Benjamín Cutillas Victoria ............ 733-742

The Rapes in France after the Normandy Landings: One of


the Hidden Faces of the Liberation
María del Mar Ortega Gómez, Gonzalo Castillo Alcántara and
Benjamín Cutillas Victoria.............................................................. 743-752

Amor y Sexualidad en la Historia 19


Temas y Perspectivas de la Historia, vol.4
FULVIA, CORAZÓN DE CÓNSUL

Fulvia, Consul Heart

Roberto López Casado


Universidad de Valladolid
rolopez14@gmail.com

Resumen: El objetivo de este artículo es analizar la transgresión de roles de género


en la Roma de finales de la República en la figura de Fulvia, una mujer romana que se
evadió tanto del espacio al que había sido asignada (la domus, la casa) como de sus labores
domésticas (hilar, tejer, administrar el hogar, criar a los hijos, etc.) para irrumpir en un
espacio que la sociedad romana asignó al varón: el espacio público, es decir, la política y, en
este caso, los asuntos bélicos. Fulvia adoptó un comportamiento más próximo a un hombre
de estado que a una matrona romana, convirtiéndose en una mulier virilis y alterando la
norma defendida por la costumbre, la ley y la religión romanas.

Palabras clave: Fulvia, República romana, guerra, roles sexuales, mulier virilis.

Abstract: The aim of this article is to analyse the transgression of gender roles during
Late Republic Rome in Fulvia’s figure. It deals with how a Roman woman escapes so much
the space that she has been designated (the domus, the house) as her domestic labours
(spinning, weaving, administrating the home, raising children, etc.) to invade a space that
Roman society assigned to the male: the public space; that is, politics and, in this case,
warlike matters. Fulvia adopted a behavior closer to a statesman than to a Roman matron,
turning into a mulier virilis and altering the norm defended by custom, law and Roman religion.

Keywords: Fulvia, Roman Republic, War, Sexuals Roles, Mulier Virilis.

Amor y Sexualidad en la Historia 117


Temas y Perspectivas de la Historia, vol.4
Roberto López Casado

1. Introducción1

Tú, romano, recuerda tu misión; ir rigiendo los pueblos con tu


mando. Estas serán tus artes: imponer leyes de paz, conceder tu favor
a los humildes y abatir combatiendo a los soberbios. Virgilio, Eneida
VI, 850-853

Virgilio expresó en este fragmento de su Eneida la concepción


defendida por el orden de género patriarcal romano, que otorgaba una
primacía al hombre a la hora de ejercer diversas funciones en el Estado. En la
sociedad romana, la costumbre de los antepasados -mos maiorum-, establecía
una exclusividad del varón sobre la mujer en los asuntos relacionados con la
res publica, ya sea la política, la guerra, la diplomacia, etc.2 Según Columela3,
los hombres y las mujeres tenían cada uno diferentes labores en función de
su sexo. Así lo materializó en el libro XII de su obra Sobre la agricultura:

La naturaleza conformó a la mujer para el cuidado atento de la casa


y al hombre para las actividades desarrolladas fuera, en el exterior. Y
así la divinidad asignó al hombre la misión de soportar los calores y
los fríos, las caminatas y las fatigas, de la paz y de la guerra, es decir,
los trabajos del campo y del servicio militar, mientras que a la mujer,
a la que no hizo apta para todas estas funciones le confió el cuidado
de los trabajos domésticos.

No obstante, en la sociedad romana surgieron mujeres que


transgredieron los roles femeninos e invadieron la esfera que la costumbre y
la ley romanas tenía reservada a los varones. Ellas fueron mulieres viriles.

1 Me gustaría agradecer el apoyo, la paciencia y los comentarios de las profesoras de la


Universidad de Valladolid Henar Gallego Franco y Cristina de la Rosa, que han hecho
posible la realización de este trabajo. Los errores que hubiere son exclusivamente míos.
Quiero expresar mi gratitud también a Gonzalo Pérez Castaño, Virginia Martón, Anastasio
Rubio y Guadalupe Rodríguez Iglesias por su tiempo y ayuda.
2 Cabe destacar que en latín el adjetivo romanus califica tanto a hombres como a mujeres,
en nominativo masculino, lingüísticamente hablando, es el término no marcado: es decir,
quien tiene la misión de regir los pueblos podría ser tanto un hombre romano como una
mujer. Pero como sabemos, esto no fue así. Para esta cuestión véase la obra de RUBIO
FERNÁNDEZ, 1989.
3 Lucius Iunius Moderatus (Gades, 3 a.C.- Roma, 71 d.C.) autor de la obra de agricultura De re
rustica. Fue además tribuno militar de la legio VI Ferratae en Siria.

118 Amor y Sexualidad en la Historia


Temas y Perspectivas de la Historia, vol.4
Fulvia, corazón de cónsul

2. Breve biografía

Fulvia nació probablemente entre el 84 y el 82 a.C.4, en Tusculum5. Su


padre era Marco Fulvio Bambalio, cuyo nombre se debía a la tartamudez con
la que hablaba6, era según Cicerón una persona insignificante y de espíritu
pobre. No obstante, los Fulvii pertenecían a la nobleza plebeya, apareciendo
en los Fasti consulares en el 322 a.C.7, aunque si bien es cierto que en el siglo
I a.C. los Fulvios estaban en franca decadencia8. Por parte de madre, Fulvia
pertenecía a la familia de los Sempronii Tuditanii, siendo su madre Sempronia,
hermana homónima de una de las conspiradoras en la conjuración de
Catilina9. Su abuelo, Sempronio Tuditano era hijo del cónsul del año 129
a.C.10 y una persona extravagante a juzgar por lo que dice Cicerón11. De
esta forma, nuestra protagonista reunía la herencia de dos familias nobles
venidas a menos, lo que la convertía en un excelente partido a la hora de
concertar un matrimonio12.
El primer esposo de Fulvia fue el malhadado Publio Clodio Pulcro13,
perteneciente a la familia patricia de los Claudii, famoso por su tribunado
del año 58 a.C. y su enemistad con Cicerón, la cual heredó su mujer
como veremos. Este matrimonio se realizó en el 62 a.C.14 Sin embargo, la
aparición de Fulvia en el escenario de la política romana no tendrá lugar
hasta la muerte de su esposo el 18 de enero del 52 a. C. Es en ese momento
cuando la de Tusculum se muestra en público para defender la memoria de
su esposo y lograr el castigo de los culpables de su muerte. No obstante, se
ha especulado en torno a la influencia de Fulvia en la carrera política de sus
maridos, principalmente de Clodio y, posteriormente, de Antonio15.

4 BABCOCK, 1965: 7.
5 Cic., Fil. III, 16.
6 Cic., Fil. III, 16.
7 BABCOCK, 1965: 3.
8 SYME, 2010: 32.
9 BAUMAN, 1994: 83; WEIR, 2007: 3.
10 BABCOCK, 1965: 3.
11 Cic., Fil. III, 16. En este pasaje Cicerón habla de Tuditano vestido de capa y coturnos
distribuyendo dinero a la plebe desde la tribuna de los oradores en el foro. Otro autor
clásico que también recoge la locura de Sempronio Tuditano es Val. Max., Hechos. VII, 8, 1.
12 BABCOCK, 1965: 7.
13 Sobre Clodio véase el estudio realizado por TATUM, 1999.
14 BABCOCK, 1965: 7.
15 La más que posible influencia de Fulvia en la política de sus maridos es confirmada
por BABCOCK para los dos primeros esposos, y por HUZAR en el caso de Antonio.
VIRLOUVET, 1994: 77, aclara que, pese a pensar que sí hubo esa influencia en las
decisiones políticas sobre sus maridos, la falta de fuentes no permite valorar con exactitud

Amor y Sexualidad en la Historia 119


Temas y Perspectivas de la Historia, vol.4
Roberto López Casado

Este matrimonio dejó un hijo, Publio Clodio Pulcro, y una hija,


Clodia, quien sería esposa de Octavio durante los años 43-41 a.C.16 Sobre la
relación entre los esposos, Valerio Máximo nos legó una cita verdaderamente
significativa que sugiere el papel que desempeñó la hija de Bambalio en este
matrimonio: “Clodio Pulcro logró hacerse con el favor de la plebe, pero,
al sujetar su espada a los vestidos de Fulvia, sometió el honor militar a los
caprichos de una mujer”17.
El segundo matrimonio de Fulvia tuvo lugar en el año 51 a.C.18, con
otro poderoso hombre de familia consular, Cayo Escribonio Curión, quien
siendo un optimate se pasó al bando cesariano poco antes de comenzar
la guerra civil. El matrimonio fue efímero, pues Curión, encargado
por César de la campaña de África, encontró la muerte en esa misma
expedición, derrotado por el rey númida Juba en el año 49 a.C. 19 Aun así,
el matrimonio tuvo un hijo que fue ejecutado por Octavio después de la
batalla de Actium (31 a.C.)20.
El tercer y último matrimonio de Fulvia se realizó con Marco Antonio
sobre los años 47-46 a.C.21 Por aquel tiempo, Antonio era el segundo hombre
de César al mando22, habiendo ejercido de César al mando, habiendo ejercido
ya los cargos de tribuno de la plebe, augur y magister equitum. Al unirse con
Fulvia, el futuro triunviro sumaba no solo la riqueza que la viuda recibía de
su familia, sino también las relaciones y clientelas que su esposa heredaba
de sus esposos, principalmente de Clodio23.
Este enlace produjo una desdichada descendencia, ya que sus dos
hijos murieron de forma violenta: Marco Antonio Antilo fue ejecutado tras
la caída de Alejandría (30 a.C.) y Iulo Antonio que, tras una carrera política
favorecida por Augusto (llegando a ser cónsul en el 10 a.C.) estuvo involucrado
en la caída en desgracia de Julia y fue condenado a muerte (2 a.C.)24.

el peso que pudo tener la influencia de Fulvia en la toma de tales disposiciones.


16 BABCOCK, 1965: 13, nota 25.
17 Val. Max., Hechos. III, 5,3.
18 WEIR, 2007: 6.
19 Apian., Hist. Rom. II, 45.
20 BABCOCK, 1965: 13, nota 25.
21 BABCOCK, 1965: 7; cf. WEIR, 2007: 7 establece la fecha ca. 46 a.C.
22 En cuanto a obras acerca de Marco Antonio véase HUZAR, 1978.
23 WELCH, 1998: 192.
24 BABCOCK, 1965: 13, nota 25.

120 Amor y Sexualidad en la Historia


Temas y Perspectivas de la Historia, vol.4
Fulvia, corazón de cónsul

Antonio y Fulvia pudieron haber alterado la historia de Roma tras


la muerte de César. Es a partir de esa fecha (44 a.C.) cuando nuestra
protagonista destapó su faceta política y quebró las barreras que la ley y la
costumbre romanas habían establecido para las mujeres, transgrediendo
los roles de género e invadiendo la esfera de acción del varón; al defender y
luchar por los intereses de su esposo a través de una doble vía esencialmente
masculina: la política y, sobre todo, la militar25. No obstante, en primera
instancia, Fulvia se limitó a suplicar, acompañada por Antilo, el hijo mayor
que tuvo en su último matrimonio, y por su suegra Julia, el favor de los
políticos romanos para evitar que su cónyuge fuera declarado enemigo
público (43 a.C.)26. Hay que tener en cuenta que la posición política y militar
de Antonio en este momento era inestable al mantener una pugna con el
Senado por la posesión de la provincia de la Galia Cisalpina.

Sin embargo, tras la formación del Triunvirato a finales del año


43 a.C., el protagonismo de Fulvia cobró un brío inusitado. Las fuentes,
mayoritariamente adversas a su figura, situaron a la de Tusculum en el centro de
los principales acontecimientos políticos: las proscripciones27, el matrimonio
de Octavio con Clodia28, la guerra de Perusia29, etc. La derrota en esta guerra
supuso el final del poder y de la influencia de Fulvia en la esfera política
de Roma; ya que tras la caída de Perusia a principios del año 40 a.C., tuvo
que huir a Grecia con sus hijos, encontrando la muerte a mediados de ese
mismo año en Sición. Según el relato transmitido por Apiano y Dión Casio,
Antonio fue el causante de la muerte de su esposa, debido a los reproches
tras enterarse de la noticia de la guerra30. Incluso, llegó a sentirse culpable31.
Por el contrario, Plutarco omite este encuentro y narra la muerte de Fulvia
como resultado de una enfermedad. Tras su muerte, los triunviros sellaron
de nuevo su alianza32.

25 LIGHTMAN, 2008: 142.


26 Apian., Hist. Rom. III, 51.
27 Dio., Hist Rom. XLVII, 8, 2.
28 BABCOCK, 1965: 20.
29 Apian., Hist. Rom. V, 19.
30 Apian., Hist. Rom. V, 59 y 62; Dio., Hist. Rom. XLVIII, 28, 3; WEIR 2007: 132 añade
sagazmente que Apiano no especifica los motivos de la amonestación de Antonio a Fulvia,
si fue por incitar la guerra contra Octavio o por perderla.
31 Apian., Hist. Rom. V, 59.
32 Plut., Vit. Ant. 30, 5-6.

Amor y Sexualidad en la Historia 121


Temas y Perspectivas de la Historia, vol.4
Roberto López Casado

3. ¿Fulvia como mulier virilis?

En primer lugar, hay que definir qué se puede entender por mulier
virilis. El concepto de mujer viril apareció en el mundo romano de la mano
de los padres de la Iglesia para definir un ideal de mujer. Apoyándose en
antecedentes paganos, la patrística dio forma a una idea de mujer “virilizada”,
es decir, dotada de virtudes masculinas. Esta mujer viril lograría abandonar
la inferioridad y los valores negativos asociados a su sexo para alcanzar un
elenco de principios positivos asociados a la virtus, o lo que es lo mismo, al
hombre (vir), y acceder de esta manera a la espiritualidad y a la perfección33.
La idea de la mulier virilis emerge en el siglo II34. No deja de ser un
concepto diseñado por y para la religión cristiana, con el que se pretende
imbuir en las fieles un ideal de perfección a través de la “virilización”. Este
planteamiento puede rastrearse en la Carta de San Pablo a los efesios (4,13),
donde sugiere llegar a ser un varón perfecto al lograr la unidad de fe y el
conocimiento del Hijo de Dios.

Las fuentes que nos han llegado referentes a Fulvia no son cristianas
ni escriben desde esos planteamientos, luego la noción de mulier virilis no es
extrapolable. En primer lugar, los autores clásicos paganos no acuñaron un
término tan específico para definir este modelo de mujer, ni en el sentido
positivo, que es el de la mulier virilis, ni en el negativo. En segundo lugar, el
concepto de mujer viril, ajeno a la reflexión realizada por los padres de la
Iglesia, evoca una mujer que transgrede la ley y la costumbre romanas no
solo desempeñando funciones propias de los hombres como pueden ser
los asuntos públicos o la guerra, sino también adoptando atributos que el
mundo romano atribuía al varón35. Lo que en castellano se puede denominar
una virago36.
En el mundo romano, la mujer, por naturaleza, no puede poseer
ninguna virtud asociada a los varones tales como el coraje o la osadía, y
mucho menos debe irrumpir en el espacio de exclusividad masculino
como eran los asuntos de la res publica. Aquella mujer que incurría en esta
transgresión inaceptable era vituperada desde todos los puntos de vista, uno
de ellos el sexual.

33 PEDREGAL RODRÍGUEZ, 2005: 146-148.


34 PEDREGAL RODRÍGUEZ, 2005: 146.
35 DELIA, 1991: 197.
36 Vid. nota 18.

122 Amor y Sexualidad en la Historia


Temas y Perspectivas de la Historia, vol.4
Fulvia, corazón de cónsul

El sentido con el que empleo el concepto mulier virilis es diferente al


definido por Amparo Pedregal, expuesto anteriormente. Etimológicamente,
mulier virilis es la mujer que adquiere atributos de un varón37. La idea de
mujer viril desde el punto de vista de la patrística tiene una connotación
positiva, sin embargo, desde la óptica de los autores paganos, el significado
es negativo, siendo la antítesis de la matrona romana. Una mujer romana no
debe extralimitarse a lo que la ley y la costumbre, elaboradas por varones,
le han impuesto, es decir, debe dedicarse a su familia, a administrar la casa,
criar a los hijos, trabajar la lana (lanifica), etc.38
Algunos historiadores actuales describen a Fulvia como mujer viril,
como es el caso de Pomeroy, que define la “masculinidad” de Fulvia como la
irrupción en la esfera masculina. Más adelante, la autora atribuye a Cleopatra
la crueldad y la osadía masculina aportadas por la figura y el ejemplo de
Fulvia39. Balsdon describe a Fulvia como una virago en sus cuatro últimos
años de vida40. Virlouvet señala a Fulvia como una mujer viril, temeraria, al
transformarse en comandante de guerra, transgrediendo los roles de una
mujer romana41. Por lo tanto, habiendo expuesto estas consideraciones
acerca de la mulier virilis, ya solo queda acercarse a las fuentes clásicas para
ver el tratamiento de la figura de Fulvia como mujer viril.

3.1. Fulvia en las fuentes clásicas

La representación de Fulvia en las fuentes clásicas obedece a unos


patrones bien definidos. Estas referencias pueden partir, bien sea, de la
enemistad personal (Cicerón), de la propaganda contraria a los intereses
de su facción (Res Gestae de Augusto, epigramas, glandes) o bien, de autores
posteriores que utilizaron los primeros relatos sobre Fulvia, por lo tanto
hostiles a su figura, como base de sus escritos. Hay que tener en cuenta,
que las acciones realizadas por las mujeres romanas nos han sido relatadas

37 Sal., Conj. Cat. 25 comenta acerca de Sempronia: “Una de ellas era Sempronia, mujer que
muchas veces había realizado hechos de una audacia verdaderamente varonil”; Vel. Pat., Hist.
Rom. II, 74, 3 decía de Fulvia: “Por otra parte, la esposa de Antonio, Fulvia, que no tenía de
mujer más que el cuerpo, promovía en todo la violencia alentando el descontento”. Floro,
Ep. II, 16, 2, ofrece el más claro ejemplo sobre Fulvia como mulier virilis: “El temperamento
de Antonio, siempre nefasto en otras circunstancias, lo excitaba en esta ocasión, con la
espada al cinto, su esposa Fulvia, de viril osadía”. Cabe mencionar el error de Floro al
confundir a Lucio Antonio con su hermano Marco como esposo de Fulvia.
38 DE LA ROSA CUBO, 2004: 22; CID LÓPEZ, 2010: 125.
39 POMEROY, 1987: 208-210.
40 BALSDON, 1977: 49.
41 VIRLOUVET, 1994, 93.

Amor y Sexualidad en la Historia 123


Temas y Perspectivas de la Historia, vol.4
Roberto López Casado

por autores masculinos, después de ser tamizadas y manipuladas, puesto


que el fin de la obra de los autores era dar un ejemplo sobre lo que debe
o no debe hacerse por parte de la matrona romana. Al fin y al cabo, el
discurso oficial de género romano consideraba a la mujer poseedora de una
serie de incapacidades “naturales” que la imposibilitaban seriamente para ser
independiente jurídicamente, así como para representar a otros, y convirtió
la actividad doméstica en la única que legítimamente podía desarrollar,
desempeñando un rol principalmente reproductor42. Cualquier mujer que
transgrediera su papel e invadiera la esfera destinada a los hombres, aquello
relacionado con la res publica, era duramente criticada. No obstante, las
mujeres que se ceñían al rol asignado por el varón como buena matrona
eran alabadas por las fuentes.

Partiendo de la idea comentada previamente, la gran mayoría de


noticias que podamos hallar sobre la figura de nuestra protagonista van a
tener un sesgo negativo. Podemos hablar en primer lugar de Marco Tulio
Cicerón (106-43 a.C.). El de Arpino llegó a tener sus razones para atacar a
Fulvia de la forma que veremos en sus Filípicas. El origen de ese “odio” fue
la derrota que el orador sufrió en el juicio de Tito Annio Milón, acusado de
haber asesinado a Clodio, en el año 52 a.C. El papel que jugó Fulvia, tanto
en el momento posterior al asesinato, como en el juicio, fue crucial. En un
primer instante, habiéndose enterado de la muerte de su marido y teniendo
el cuerpo delante de ella, lo mostró a la multitud entre lamentos y sollozos43.
Este hecho enardeció los ánimos de la plebe, pues Clodio gozaba del favor
popular, siendo muy querido por el pueblo. Posteriormente, durante la
celebración del juicio, la viuda del tribuno asesinado y su madre Sempronia
fueron las últimas en declarar, posición en gran medida ventajosa. Además,
con sus lamentos impresionaron al jurado y a los allí presentes44. Sumando
lo acontecido en el juicio de Milón junto a la boda en terceras nupcias con
Marco Antonio, enemigo acérrimo de Cicerón a partir de la muerte de César,
se puede colocar en su verdadera dimensión la información que nos aporta
el orador sobre Fulvia.

42 DE LA ROSA CUBO, 2004: 16-17.


43 Asc. Ped., Disc. 7. BABCOCK, 1965: 21 menciona este suceso como el uso de Fulvia
tanto de sí misma como de su familia en las luchas de poder. Apian., Hist. Rom. III, 51 cuenta
como Fulvia, su hijo y su suegra ruegan a los hombres influyentes de Roma no declarar a
Antonio enemigo público. Poco tiempo antes de que estallase la guerra de Perusia, Fulvia,
acompañada de sus hijos, visita a los veteranos recordándoles que Antonio es su verdadero
señor, y no Octavio (Apian., Hist. Rom. V, 14).
44 Asc. Ped., Disc. 28.

124 Amor y Sexualidad en la Historia


Temas y Perspectivas de la Historia, vol.4
Fulvia, corazón de cónsul

En sus Filípicas, el arpinenese pretende acabar con la figura política del


triunviro mediante “la retórica de crisis”, el uso del “ridiculum” y el encomio
y la proposición de honores45. Otro medio empleado por el orador para
vituperar a Antonio es arremeter contra su esposa46. Cicerón acusó a Fulvia
de avaricia47, de crueldad48 y le exigió que hiciera su tercer pago al pueblo
romano49. Además, la culpó de la muerte de sus anteriores maridos, Clodio
y Curión, por ello la apremia a que cumpla ese tercer pago, que significaría
la muerte de Antonio. De esta manera, Cicerón acusó a Fulvia de estar
maldita. Hay que tener en cuenta que el mundo romano era extremadamente
supersticioso y una acusación similar podría traer graves consecuencias50. El
de Arpino continuó atacando al triunviro a través de su esposa. Por una parte,
Cicerón cargó el peso de la toma de decisiones políticas sobre los hombros
de su esposa, lo que convertía a Antonio en un hombre sin voluntad,
incapacitándole como político51. Por ello, el orador tildó a Antonio de estar
sometido a la voluntad de una mujer, a la que obedecía antes que al Senado
y al pueblo romano52. Para desprestigiar aún más a Fulvia, Cicerón lanzó
una acusación de adulterio contra ella53, acusándola de haber mantenido
una aventura amorosa con el Antonio cuando todavía esta estaba casada
con Clodio54.
Un aspecto confuso en la vida de nuestra protagonista es su grado
de participación en las proscripciones que sucedieron a la formación del
Segundo Triunvirato. Los escritores adeptos al régimen de Octavio no
podían dejar pasar esta oportunidad para tratar de ensombrecer la reputación
de sus enemigos políticos y absolver al propio Octavio de tal abyecto
suceso. De este modo, se representa a Antonio como una bestia sanguinaria
bien secundado por su cruel y rencorosa esposa. Atacar a Fulvia era una

45 MUÑOZ JIMÉNEZ, 2006: 28.


46 WEIR, 2007: 40.
47 Cic., Fil. II, 113; VI, 4; XIII, 18.
48 Cic., Fil. XIII, 18. Además, Cicerón (Fil. V, 22) reprocha a Antonio que se llevara a su
esposa a los campamentos militares, siendo un espacio totalmente vedado para las matronas
romanas.
49 Cic., Fil. II, 113.
50 Cic., Fil. II, 11; WEIR, 2007: 62.
51 Cic., Fil. II, 95; III, 10; V, 11.
52 Cic., Fil. VI, 4.
53 Cic., Fil. II, 99.
54 BABCOCK, 1965: 13 cree en esta supuesta relación adúltera de Antonio y Fulvia por
el divorcio repentino de Antonio y la boda celebrada poco después. HUZAR, 1986: 99
establece el año 58 a.C. como fecha en la que Fulvia y Antonio pudieron haber mantenido
una relación amorosa. VIRLOUVET, 1994: 74.

Amor y Sexualidad en la Historia 125


Temas y Perspectivas de la Historia, vol.4
Roberto López Casado

manera directa de mancillar el nombre de Antonio55. De entre los autores


clásicos que más furibundamente relataron la participación de Fulvia en las
proscripciones destacamos a Dión Casio56.
Dión Casio acusa enconadamente a Fulvia de matar a muchos
romanos por odio o por dinero57. Hasta tal punto llega la codicia de esta, que
manda ejecutar a ciudadanos que ni siquiera su marido conoce58. Pero las
acusaciones de crueldad no se quedan ahí. Dión Casio relata el tratamiento
que recibe la cabeza de Cicerón, una vez que ha sido entregada a Antonio.
Según Dión Casio, Fulvia cogió la cabeza y, mofándose de ella, le arrancó
la lengua y la atravesó con sus horquillas del pelo59. No obstante, Apiano,
que apenas la menciona en las proscripciones60, no comenta nada sobre este
hecho. Por otra parte, Plutarco narra que Antonio mandó cortar la cabeza
y la mano derecha de Cicerón y exponerlos en el foro, en la tribuna de los
oradores, los Rostra61. Este acto de Antonio fue resultado del odio avivado a
lo largo de los años hacia el orador, ampliado recientemente por las Filípicas.

Fig. 1: Pavel Svedomsky (1849-1904), Fulvia con la cabeza de Cicerón, óleo sobre lienzo, Museo
estatal al aire libre de Historia y Arquitectura, Pereslavl-Zaleski, Rusia

55 BABCOCK, 1965: 21; DELIA, 1991: 201.


56 Historiador y político romano que vivió en los siglos II y III. Se ha conservado
parcialmente su gran obra Historia Romana, que abarcaba desde la fundación de Roma
hasta la época de la dinastía Gordiana.
57 Dio., Hist. Rom. XLVII, 8, 2.
58 Es la historia que cuenta Apiano de un tal Rufo, de cuya casa se había encaprichado
Fulvia y, ante el hecho de negarse a vendérsela, ésta le proscribió. Cuando le presentaron la
cabeza a Antonio, el triunviro dijo que no le conocía (Apian., Hist. Rom. IV, 29). Dio., Hist.
Rom. XLVII, 8, 3 también menciona este suceso.
59 Dio., Hist. Rom. XVLII, 8, 4.
60 Vid. nota 46.
61 Plut., Vit. Ant. 20, 3-4.

126 Amor y Sexualidad en la Historia


Temas y Perspectivas de la Historia, vol.4
Fulvia, corazón de cónsul

Durante la terrible época de las proscripciones, los triunviros no


reunieron todo el dinero que ellos esperaban para pagar a las legiones que
se enfrentarían a Bruto y Casio. Por ello, el triunvirato impuso una tasa a las
1.400 mujeres más ricas de Roma. Obviamente, las mujeres protestaron y
acudieron a las esposas, madres y hermanas de los triunviros para conseguir
anular dicha proposición. Octavia, la hermana de Octavio, y Julia, la madre
de Antonio, las acogieron debidamente, pero Fulvia las agravió de modo
considerable al no recibirlas62. Hay que tener en cuenta que la de Tusculum,
como una de las mujeres más ricas, debería pagar dicha contribución, a pesar
de ser la esposa de Antonio, lo que tal vez la eximiría de esta retribución al
Estado. Weir apunta que Fulvia estaría de acuerdo con la aportación asignada
por el triunvirato a las mujeres, por lo tanto ella consideraría oportuno
satisfacer esta demanda para ayudar a la “restauración de la República”,
objetivo del triunvirato para la imposición de este gravamen. Si esta historia
es cierta, las críticas de Cicerón como mujer avara caerían en saco roto63.
El acontecimiento histórico que define verdaderamente a Fulvia
como una mulier virilis es la guerra de Perusia. El año 41 a.C. marcó el auge
de su influencia en la sociedad romana según las fuentes clásicas. En este
año, Lucio Antonio ejerció el consulado junto a su colega Publio Servilio
Isáurico. No obstante, las fuentes mencionan a la esposa de Antonio como
la auténtica detentadora del poder, teniendo a Lucio como un títere64.
Apiano y Dión Casio son los autores que más noticias transmiten acerca de
su participación en la guerra. A través de las descripciones de estos clásicos
podemos contemplar más rasgos de Fulvia como mulier virilis.

No es el objetivo de este trabajo hacer un exhaustivo estudio de las


causas y el desarrollo de la guerra de Perusia, sino simplemente mencionar el
rol que los autores clásicos asocian a Fulvia. En primer lugar, hay que destacar
que toda la culpa de la guerra acaecida recayó sobre ella, tanto por parte
de Octavio, como por parte de Antonio, una vez que su esposa falleció65.
Era un recurso conveniente para propiciar y explicar luego la reconciliación
entre los triunviros. Además, la propaganda augustea recriminó a Fulvia

62 Apian. Hist. Rom. IV, 32.


63 WEIR, 2007: 108.
64 Dio., Hist. Rom., XVLIII, 4, 1-6. Dión Casio escribe así sobre Fulvia: “Fulvia era suegra
de César y mujer de Antonio. No tenía a Lépido en ninguna consideración a causa de su
parsimonia, y era ella la que administraba todos los asuntos, de modo que ni el Senado ni la
plebe aprobaban nada contra su parecer” (XLVIII, 1).
65 Dio., Hist. Rom., XVLIII, 28, 3.

Amor y Sexualidad en la Historia 127


Temas y Perspectivas de la Historia, vol.4
Roberto López Casado

incitar a Lucio a entrar en guerra contra Octavio debido a sus celos, ya que
Antonio en estos momentos estaba en Oriente con Cleopatra66. La causa del
estallido de las hostilidades según Apiano es achacada a la propia naturaleza
femenina, pasional e irracional.

Siguiendo a las fuentes romanas detractoras de Fulvia, esta actuó en


política lastrada por su naturaleza, provocando una guerra civil. No obstante,
la pugna distó mucho en sus comienzos de convertirse en una clara victoria
cesariana. El papel que desempeñó Fulvia antes y durante la guerra fue el
de un general. Previamente al inicio de la contienda, Dión Casio nos relata
la toma de Preneste por parte de Fulvia, estableciéndola como base de
operaciones67. No obstante, el aspecto más característico de este episodio
referente a la esposa de Antonio como mulier virilis lo describe Dión Casio:
¿Por qué se iba a sorprender alguien de esto, si ella llevaba una
espada ceñida a la cintura, daba consignas a los soldados y muchas
veces les dirigía arengas? (Hist. Rom. XLVIII, 10, 4)68.

Existen más ejemplos en las fuentes clásicas sobre la actividad varonil


que adoptó nuestra protagonista en el contexto de la guerra. Al igual que
cualquier general, Fulvia reclutó un ejército y ordenó a uno de los suyos
que fuera a auxiliar a Lucio, asediado en Perusia por las tropas de Octavio69.
Los autores contemporáneos que han estudiado su figura resaltan el perfil
político y la maestría en el manejo de los asuntos públicos gracias a la
experiencia que adquirió junto a sus maridos. De este modo, Babcock achaca

66 Apian., Hist. Rom. V, 19 comenta: “… hasta que Manio, de forma malintencionada,


consiguió que ésta cambiara de actitud al decirle que, mientras Italia estuviera en paz, Antonio
permanecería con Cleopatra, pero que, si estallaba la guerra, acudiría allí rápidamente.
Entonces Fulvia, herida en su condición de esposa, incitó a Lucio a la discordia”. Hist.
Rom. V, 59: “A ambas partes les pareció que les beneficiaría mucho la muerte de una mujer
entrometida que había suscitado una guerra tan grande por su envidia de Cleopatra, pues se
veían ya libres de ella. Sin embargo, Antonio se entristeció mucho con este suceso, puesto
que se consideraba, en cierto modo, el responsable”; Plut., Ant. 30,4 escribió lo siguiente:
“Fulvia, una mujer de naturaleza temeraria e intrigante, esperaba así arrancar a Antonio de
las garras de Cleopatra, si se producía alguna revolución en Italia”; Dio., Hist. Rom. XLVIII,
5, 4-5, aboga por una lucha entre Fulvia y Lucio contra Octavio. No obstante, Lucio es
considerado como un asistente de Fulvia aunque sea el cónsul; Liv., Per. 125, incide en la
idea de culpar a Fulvia de la guerra y considera a Lucio como marioneta de Fulvia.
67 Vel. Pat., Hist. Rom. II, 74, 3; Dio., Hist. Rom. XVLIII, 10, 3.
68 Floro alude a algo semejante a lo que expone Dión Casio. Vid. nota 28.
69 Apian., Hist. Rom. V, 33. “Fulvia urgió a Ventidio, Asinio, Ateyo y Caleno para que se
apresuraran a marchar desde la Galia en auxilio de Lucio, y ella misma, después de reunir
otro ejército, ordenó a Planco que se lo llevara a Lucio”.

128 Amor y Sexualidad en la Historia


Temas y Perspectivas de la Historia, vol.4
Fulvia, corazón de cónsul

la habilidad de Fulvia para organizar y reclutar tropas durante la guerra de


Perusia a la experiencia que adquirió ayudando a Clodio a estructurar los
collegia70. Huzar afirma que ella era esencialmente, si no nominalmente,
el comandante en jefe, llegando a vestir armadura. Fue una mujer dedicada
a la política y al ejército. Por lo tanto, los actos de Fulvia transgreden a la
esfera de incumbencia masculina71. Cluett la otorga algún tipo de autoridad
militar en los sitios de Preneste y Perusia72.
En el período inmediatamente anterior al conflicto bélico, cada bando
ya se había declarado la guerra en el terreno de la propaganda; siendo Fulvia
objeto de ataques obscenos que no solo resaltaban su papel importante
en este momento, sino que también servían para arremeter contra su
esposo Marco Antonio. La transgresión de roles que Fulvia llevó a cabo,
demostrando atributos varoniles, generó críticas de índole sexual73. Marcial
recoge un epigrama que él mismo adscribe a Octavio:
20. al lector circunspecto
Tú, envidioso, que lees mohíno palabras latinas, lee
seis procaces versos de Augusto César:
“porque Antonio se folló a Gláfira, Fulvia me ha impuesto
este castigo: que yo me la folle también a ella.
¿Qué yo me folle a Fulvia? ¿Y si Manio me ruega
que le dé por culo? ¿Lo haría? Creo que no, si tengo cabeza.
‘O follas o luchamos’, me dice. ¿Qué hago, si siento más aprecio
por mi polla que por mi propia vida? ¡Qué den la señal!”
Seguramente eres comprensivo con mis picantes libritos tú, Augusto,
que sabes expresarte con franqueza romana. (Marcial, Epig., 11, 20).

El epigrama representa una imagen de Fulvia arrastrada por las


debilidades de su propia naturaleza femenina, que la hace proclive a este
tipo de desmanes, a esta falta de raciocinio y de autocontrol, hasta tal
punto, que es capaz de provocar una guerra si no quedan satisfechos esos
deseos74. Durante el asedio de la ciudad de Perusia, los soldados de ambos
bandos emplearon los proyectiles de honda (glandes) para lanzar mensajes
propagandísticos y peyorativos. Varios de esos mensajes iban dirigidos a

70 BABCOCK, 1965: 21.


71 HUZAR, 1986: 102-103.
72 CLUETT, 1998: 70.
73 DE LA ROSA CUBO, 2004: 25.
74 WEIR, 2007: 71.

Amor y Sexualidad en la Historia 129


Temas y Perspectivas de la Historia, vol.4
Roberto López Casado

Fulvia, a pesar de que ella no estaba en Perusia75. Tanto el epigrama como


los glandes reflejan el desempeño de un papel verdaderamente significativo
por parte de una mujer que se pasea por espacios varoniles, es decir, por los
asuntos de la res publica.

Por si esto no fuera suficiente para demostrar la importancia que


demostró Fulvia a finales de los años 40 a.C., la probable aparición de su
efigie en las monedas sacaría de cualquier tipo de duda. Si realmente se acuñó
su rostro, estaríamos ante la primera mujer romana que, en vida, es retratada
en las monedas76. Una serie de piezas de la ceca de Eumenea en Frigia a
finales de los años 40 a.C., un denario de Lucius Mussidius Longus del 42 a.C.
y un áureo de Caius Numonius Vaala del 41 a.C. pueden esconder el rostro
de Fulvia tras la imagen femenina que registran en el anverso. Además, el
nombre de Eumenea pudo haber cambiado para adoptar el de Fulvia, en
honor de Antonio tras su paso por Oriente77.

Fig. 2: Busto de Victoria qua algunos numismáticos atribuyen a Fulvia. Fuente: SEAR, 1998: 83

Pero no todas las fuentes transmiten aspectos negativos acerca de la


vida y acciones de Fulvia. Nos han llegado testimonios de autores clásicos
que la retratan como una auténtica matrona romana defendiendo los
intereses de su marido, a quien es leal incluso después de su muerte. Este es

75 CIL XI, 6721.5: Peto [la]ndicam Fulviae (busco el clítoris de Fulvia); 6725.7 Pet[o]
Octavia(ni) culum (busco el culo de Octaviano); 6721.14: Luci Antoni calve, Fulvia culum
pan(dite) (Lucio Antonio calvo, abre el culo Fulvia).
76 WEIR, 2007: 77-80; HUZAR, 1986: 102.
77 SEAR, 1998: 83; WEIR, 2007: 80.

130 Amor y Sexualidad en la Historia


Temas y Perspectivas de la Historia, vol.4
Fulvia, corazón de cónsul

el espacio femenino legítimo que el mundo romano resaltaba de las mujeres.


Fulvia, al trasgredirlo, adoptó atributos relativos al hombre y por ello su
condición de mulier virilis.

Como vestigio de la lealtad de Fulvia hacia Clodio, nos encontramos


con el argumento de Quinto Asconio Pedanio en el juicio de Milón78. En el
relato de Asconio, el cuerpo de Clodio es mostrado a la plebe por su mujer,
lleno de heridas, lo que hizo que aumentara la reprobación del crimen. Weir
sugiere una premeditación absoluta por parte de Fulvia en el acto de exponer
el cadáver de su esposo al pueblo, con el fin de exaltar los ánimos y hacer
pagar el delito cometido a sus agresores79.

La lealtad a su tercer marido, Marco Antonio, la demostró en varias


ocasiones. En primer lugar, suplicando a los senadores que su esposo no
fuera declarado enemigo público (hostis)80. Esta acción la llevó a cabo en
compañía de su hijo habido con Antonio y de la madre de este, Julia. Y en
segundo lugar, defendiendo los intereses de Antonio en Italia mientras él
estaba en Oriente81.

Otro argumento a favor de Fulvia a tener en cuenta es el de Cornelio


Nepote en su obra Vida de Ático. En dicho relato, Nepote no menciona
ninguna característica peyorativa de Fulvia; simplemente relata la ambición
de los enemigos de Antonio por despojarla de sus bienes e incluso acabar
con su vida y la de sus hijos. Ático se nos presenta como el protector de
Fulvia y de sus hijos, tanto judicial como financieramente82. No hay que
olvidar que Ático era amigo íntimo de Cicerón y de Bruto. Sin embargo, no
duda en proteger a los familiares de Antonio durante el período en el que
éste fue declarado enemigo público.

4. Conclusiones

Se ha intentado demostrar en las páginas anteriores el rol que jugó


Fulvia en el mundo romano según los testimonios de las fuentes clásicas.
Los relatos de los escritores antiguos son parciales y caen en el desprecio
hacia aquello que no se ajusta a la norma impuesta por la costumbre y la

78 Asc. Ped., Disc. 7 y 28.


79 WEIR, 2007: 89.
80 Apian., Hist. Rom. III, 51.
81 Apian., Hist. Rom. V, 14; Dio., Hist. Rom. XLVIII, 5, 4; Plut., Vit. Ant. 28, 1.
82 Corn. Nep., Vidas, XXV, 9 y 9,4.

Amor y Sexualidad en la Historia 131


Temas y Perspectivas de la Historia, vol.4
Roberto López Casado

ley romanas. Fulvia quebrantó todo ello. Sin abandonar las labores como
matrona, irrumpió claramente en la esfera de poder de los hombres, es
decir, en la política y, particularmente en este caso, en la guerra, adquiriendo
cualidades varoniles y llegando a ser una auténtica mulier virilis.

Plutarco dice de ella:


Aquella era una mujer que no circunscribía sus pensamientos a
las simples tareas del hogar, como cardar la lana, ni se veía digna de
domeñar a un simple ciudadano, sino que tenía designado casarse con
un gobernante al que quería gobernar y un capitán dispuesto al que se
le capitaneara. De esta forma, las lecciones de sumisión que Antonio
recibió de Fulvia, le sirvieron a Cleopatra para tomar posesión de él,
ya que desde el principio estaba amansado y medianamente instruido
en obedecer a las mujeres83.

Orosio dudó en situar a Fulvia como la última mujer del régimen


republicano o la primera del régimen imperial84. Queda claro que la
personalidad y ambición de Fulvia no se ciñe a lo que tradicionalmente se
considera una matrona en el mundo romano, sino que transgrede ese rol y
aborda lo que no le compete a ojos de la costumbre romana: los asuntos de
la res publica. Es por ello que recibe todo tipo de críticas, incluidas las de tipo
sexual. Hermann reflexiona acerca del suceso narrado por Plutarco (Vit.
Ant., 10, 7-10) en el que, tras los rumores de la muerte de César, Antonio
fue a su casa disfrazado de esclavo con una carta para Fulvia. Esta preguntó
ansiosa por el estado de Antonio, lo que Hermann cree que se pudo deberse
más a la ambición que al afecto. Si César hubiese muerto en Hispania,
Antonio podría ser su sucesor85. Su importancia queda reflejada en la posible
aparición de su rostro en las monedas, siendo así la primera mujer romana
en prestar su imagen para los cuños de estas piezas metálicas.
Logrado el matrimonio con Fulvia, el poder y la influencia de Antonio
llegaron a su apogeo. Fue ella quien llevó a cabo las súplicas y ruegos a los
senadores para evitar que fuera declarado enemigo público; la que mantuvo
el nombre de Antonio entre los soldados veteranos; y, sobre todo, la que

83 Plut., Vit. Ant. 10, 5-6. El mismo autor puso en boca de Marco Catón las siguientes
palabras: “Todos los hombres mandan sobres sus mujeres, nosotros, en cambio, sobre
todos los hombres, pero somos mandados por nuestras mujeres” (Vit. Cat., 8.4).
84 Oros., Hist. VII, 17.
85 HERMANN, 1964: 111.

132 Amor y Sexualidad en la Historia


Temas y Perspectivas de la Historia, vol.4
Fulvia, corazón de cónsul

se enfrentó a Octavio para evitar que se hiciera con el poder en Italia86.


El ejemplo de Fulvia será parcialmente seguido por otras mujeres romanas
como Livia o Agripina la Mayor87.
Bibiliografía

Fuentes clásicas:

Asc. Ped. Disc. ASCONIO PEDANIO, Discursos. IV, En defensa de Tito


Anio Milón. Argumento de Quinto Asconio Pedanio. Madrid, Gredos, 1994.

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I-II y III-V), Madrid, Gredos, 1985.

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87 BAUMAN, 1994: 216. El título del capítulo dedicado a Fulvia se denomina Fulvia:
la emperatriz fracasada, siguiendo la estela de Münzer, que hizo lo propio en un artículo
(“Fulvia”, RE 7, 1910: 281-284); BALSDON, 1963: 50 dice acerca de Fulvia: “She was the
first woman to enact the rôle of ruler’s wife in Roman history”.

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