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FACULTAD DE DERECHO

ESCUELA ACADÉMICA PROFESIONAL DE DERECHO

ARTÍCULO JURÍDICO

“UNA VISTA A LA FRONTERA NORTE DEL PERÚ”

AUTOR:

DOCENTE:

Chiclayo, 06 de Noviembre de 2020

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RESUMEN
El trabajo que a continuación presento titulado “Una vista a la frontera norte del Perú”
pretende abordar la problemática suscitada en su momento sobre la frontera norte del
Perú y el cómo ha definido la demarcación de acuerdo a los tratados que ha firmado con
el país vecino del Ecuador, si bien actualmente no hay conflictos fronterizos, existen otros
elementos que son de analizar respecto a nuestra frontera norte.

El problema de investigación es analizar los tratados fronterizos que en su momento firmo


nuestro país y el cómo nos ha beneficiado o perjudicado, los límites fronterizos se
encuentran dentro del campo del Derecho Internacional Público, para lo cual se analizara
el tratados con Ecuador.

El trabajo hace un recuento de los tratados firmados en la historia con el país vecino del
norte, como también hará una observación a la actual frontera en lo que respecta a su
protección y si este tratado también se viene cumpliendo.

El trabajo consistirá en presentar el origen de la frontera, desde su historia, proceso y


hacer un análisis sobre en que terminó. También se analizará el cómo cada país protege
su frontera actualmente así como la interacción entre las poblaciones limítrofes.

El problema por otra parte tiene que ver con asuntos económicos, puesto que las zonas
son de gran interacción poblacional, si bien son pequeños pueblos y por otro lado
ciudades ya de antemano se puede hablar de la diferencia con respecto a sus
potencialidades económicas.

La investigación se realizó con base en un método no experimental, usando información


de distintas herramientas documentales, como: libros, artículos jurídicos, normativa al
respecto, tesis e internet. Asimismo, se analizan los aspectos, que son: territorio,
población y soberanía, principios del Derecho internacional Público.

El trabajo favoreció a la formulación de conclusiones, las mismas que pretenden constituir


un aporte al mundo de la investigación

PALABRAS CLAVES:
Tratado Larrea – Gual, Protocolo Pedemonte – Mosquera, Tratado Mapazingue, Tratado
de Paz, Amistad y Límites del Río de Janeiro y Acta de Brasilia.

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I. INTRODUCCIÓN
Para la presente investigación se recabo información sobre la historia de la frontera del
Perú con su vecino país de Ecuador. Referente a los tratados que se firmó, se hará un
análisis y por qué ha ido cambiando en la historia, mencionado también que en su
momento trajo a nuestro país conflictos bélicos, desde el Tratado de Guayaquil hasta el
Acta de Brasilia, en este caso se podría decir que es el país con el cual tenemos mucha
historia referente al Derecho Internacional Público ya que es el país con el cual hemos
firmados más tratados internacionales. Si bien existen historia virreinal entre ambos
países ya que Perú fue un virreinato total y Ecuador perteneció al virreinato de Nueva
Granada, en este punto de su historia, ambos países utilizaron esta parte para
argumentar su soberanía sobre territorios. Incluso en un momento hubo un arbitraje de la
corona española, ya que dichos territorios estuvieron bajo el poder reino español.
Actualmente con el país del norte no existe conflictos, todo finalizo con el Acta de Brasilia,
pero que tan beneficioso para nuestro país fue ello. Las conclusiones serán de acuerdo a
lo analizado y propio de un debate.

II. MATERIALES Y MÉTODOS


El trabajo de investigación se hizo en base a un diseño No Experimental, debido a que se
ha identificado un conjunto de entidades que representan el objeto del estudio y se
procedió a la observación de los datos obtenidos, asimismo, se ha efectuado sin la
manipulación deliberada de variables. El tipo de investigación desarrollada es Explicativa,
ya que se enfocó primordialmente en analizar los límites y acuerdos que el Estado
peruano tuvo en su historia, como también el analizar el último acuerdo que mantiene
vigente con su vecino norteño y su repercusión hasta nuestros días.

Las herramientas metodológicas que se utilizaron fueron documentales porque la


investigación se centralizó en la revisión de documentos y estrategias para la
sistematización y estructuración de la información, siendo los materiales de investigación:
artículos, tesis, libros, documentos electrónicos, entre otros.

El componente ético de la investigación se rige por los principios de protección a las


personas, beneficencia y no maleficencia, justicia y consentimiento informado y expreso.

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III. CONTENIDO
En los inicios de la República del Perú los límites fronterizos se realizaron por dos formas
una fue mediante la Uti Posidettis1 y la otra mediante la Libre Determinación que en
términos para la época significo la consulta popular. Con el país del norte tenemos una
gran historia limítrofe, para ello recurriré al inicio de esta historia. Ecuador aparece como
Estado al dividirse La Gran Colombia en 1830, pero previo a ello en 1829 se había
firmado con La Gran Colombia el Tratado de Guayaquil o también conocido como el
Tratado Larrea – Gual [CITATION Tra20 \l 10250 ], donde el Perú entrego el territorio de
Guayaquil y La Gran Colombia los territorios de Tumbes, Jaén y Maynas, posteriormente
al disolverse La Gran Colombia, el nuevo Estado nacido Ecuador reclamaba los territorios
de Jaén y Tumbes mediante le Protocolo Pedemonte – Mosquera [CITATION Tra30 \l
10250 ], donde justo se reclamaba los territorios antes mencionados ya que ello
comprendía los territorios del Virreinato de Nueva Granada que en su momento dicho
Estado perteneció, si bien no hubo intervención de la corona española este pedido no
llegó a más, puesto que el representante ecuatoriano se retiró a su país argumentando
que se había firmado un acuerdo, ello va a tener consecuencias en la historia de los dos
países. Durante el segundo gobierno de Ramón Castilla se produjo una invasión
ecuatoriana, donde el país del norte tomo territorios en Perú, el ejército peruano derroto al
ejército ecuatoriano incluso se tomó el territorio de Guayaquil, posterior a ello los
representantes de Castilla y Franco (Ecuador), señores Manuel Morales y Nicolás
Estrada respectivamente, suscribieron el Tratado de Mapasingue, el 25 de enero de
1860, en la pequeña localidad del mismo nombre, bajo los términos de este tratado, se
restablecieron las buenas relaciones entre ambas repúblicas. Sin embargo el gobierno
ecuatoriano del presidente Gabriel García Moreno, luego de derrocar al gobierno de
Franco en Guayaquil y unificar el país bajo su mando, procedió a desaprobar el tratado,
declarándolo “insubsistente” (1861); solo ratificó lo concerniente a la derogación del
convenio con los británicos (1862). Debido al descontento de la población peruana hacia
el gobierno de Castilla, ya muy desgastado tras 8 años en el poder, no se intentó en
obligar al Ecuador a respetar el tratado por la vía militar, pues habría sido una medida
muy impopular dentro del Perú. En 1890 se procedió a la firma del Tratado Herrera –
García, por el cual el Perú conservaba Tumbes y Jaén, pero cedía Quijos, Canelos y una
gran parte de Maynas al Ecuador. Para los nacionalistas peruanos, este tratado fue
absurdo e incomprensible, el Congreso ecuatoriano aprobó el tratado, pero el Congreso

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El Uti Posidettis, es un principio legal de acción; su aplicación en el Derecho Privado consiste en
el dominio que ejerce un propietario sobre el inmueble, cosa u objeto de su derecho, y en el
Derecho Internacional Público, la de los Estados sobre los territorios que geográfica e
históricamente les pertenecen.

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peruano, bajo presión de los representantes amazónicos, no quiso aprobarlo sin antes
hacer importantes modificaciones en la línea trazada. Ecuador no aceptó ninguna revisión
del tratado, mientras que el Congreso peruano se mantuvo inflexible en su posición. El
tratado fue finalmente declarado insubsistente por Ecuador, que prefirió continuar con las
negociaciones directas. Posteriormente se presentaron conflictos en la zona limítrofe
enfrentamientos poblacionales, incluso hasta hubo un arbitraje del Rey de España
seguido de protocolos que no llegaron a nada. En el siglo XX se produce la guerra del 41
entre Perú y Ecuador, ello fue por las incursiones de ecuatorianos en territorio peruano,
pero queda en mención nuevamente como en los demás tratados antes visto, que el país
del norte siempre pide la parte amazónica, esta demás decir que es un acceso al río
Amazonas. Posterior al conflicto del 41’ se firmó el Tratado de Paz y Amistad y Límites de
Río de Janeiro [ CITATION Aya19 \l 10250 ], según el estado de Ecuador fue despojado de
más de 200.000 kilómetros cuadrados de territorio amazónico, que pasaron a ser territorio
peruano. Para el Perú, sin embargo, el Ecuador nunca poseyó dicho territorio, y lo que
hizo el tratado fue obligar a este país a renunciar a sus reivindicaciones de soberanía en
esa zona. Más allá de las posiciones nacionales, también existieron en esta guerra
intereses internacionales y un "fuerte olor a petróleo". Jaime Galarza Zavala, escritor
ecuatoriano, publicó a principio de los años 70 un libro titulado "El festín del petróleo", en
el que trata diversos aspectos relacionados con los intereses petroleros que, según él,
estuvieron en juego en el conflicto entre Ecuador y Perú. Galarza Zavala propone
claramente en su obra, que la guerra de 1941 entre Ecuador y Perú fue un conflicto ligado
a los intereses petroleros de dos compañías, de las que una era inglesa y la otra
norteamericana. De acuerdo al texto, los ecuatorianos representaban los intereses de la
compañía inglesa y los peruanos los de la norteamericana. Perú salió victorioso de esa
guerra y, por ende, la compañía petrolera estadounidense que estaba con el gobierno de
esa nación. Tal vez para nuestra generación el conflicto más conocido es la guerra del
falso Paquisha, el 22 de enero de 1981, el gobierno peruano denunciaba el ataque a una
de sus aeronaves cuando realizaba una misión de abastecimiento a puestos de vigilancia
en el río Comaina (territorio peruano). El entonces Presidente del Perú, arquitecto
Fernando Belaúnde Terry, ordenó la inspección del río Comaina hasta sus nacientes en
el lado oriental de la Cordillera del Cóndor, comprobándose la existencia dentro del
territorio peruano de tres destacamentos militares ecuatorianos con sus respectivas
instalaciones. Este hallazgo causó acciones de fuerza, logrando las fuerzas peruanas
desalojar los destacamentos ecuatorianos. Cabe señalar que por primera vez se organizó
durante dicho conflicto la primera operación de "envolvimiento vertical" desembarco
helitransportado con apoyo de fuego desde helicópteros Mi-8.

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La posición ecuatoriana señalaba que esos destacamentos correspondían a la base de
"Paquisha" establecida en territorio ecuatoriano. Pero, tras la medición de las
coordenadas, se comprobó que no correspondían a la mencionada Paquisha sino, como
lo calificó el presidente Belaúnde, a un "falso Paquisha". Tras las escaramuzas, que
motivaron la intervención de la Organización de Estados Americanos (OEA), el acta
Sorrosa-Du Bois fijó las coordenadas de ubicación permitidas para las tropas fronterizas,
ratificando la condición de la mencionada cordillera como límite natural entre ambos
países. En 1992, los presidentes de Perú y Ecuador, Alberto Fujimori Fujimori y Rodrigo
Borja Cevallos, suscriben el llamado Pacto de Caballeros, en el que se comprometen a
buscar soluciones pacíficas a las diferencias. Sin embargo, en el mes de diciembre de
1994, después de una declaración oficial por parte del gobierno peruano, que reclamaba
como suyos los territorios en disputa, y frecuentes encuentros entre patrullas de ambos
países, se empiezan a notar movilizaciones del ejército del Ecuador, que desde 1981
había estado preparándose para enfrentar un conflicto generalizado, desplegando sus
sistemas de defensa en el área de la Cordillera del Cóndor.

En los 90’ se suscita la guerra del Cenepa, el Conflicto del Cenepa para Perú, (Guerra del
Cenepa para Ecuador), llamada así por el nombre del río en cuya cabecera ocurrió el
conflicto fronterizo, tuvo lugar a comienzos de 1995. La guerra o conflicto (en la casi
totalidad de documentos "peruanos" se la menciona como conflicto dado que nunca hubo
declaración oficial de guerra entre ambos países) se inició el 26 de enero de 1995 en la
zona del Cenepa.

Ecuador desplegó unos 3,000 efectivos en la zona. Perú desplegó alrededor de 2,000
efectivos. Algunas aeronaves peruanas fueron abatidas por fuerzas ecuatorianas, aunque
hay dos posiciones, por un lado la parte ecuatoriana dice que la Fuerza Aérea
Ecuatoriana derribó a tres aeronaves (dos Sukhoi Su-22 "Fitter" y un A-37B) y que las
defensas antiaéreas dieron baja a varios helicópteros, la parte peruana dice que todas las
aeronaves (2 Sukhoi, 1 A37B y 3 helicópteros) fueron derribadas por la defensa aérea
(antiaéreos portátiles usados por el ejército ecuatoriano). A lo largo de la guerra del
Cenepa se desplegaron, en gran parte, soldados profesionales de brigadas de fuerzas
especiales. Una de aquellas brigadas perteneció al Grupo Comandos de Selva (IWIAS),
brigada élite ecuatoriana conformada exclusivamente por personal nativo de la región
amazónica dado su conocimiento y capacidad para sobrevivir en aquel entorno. En
contraparte de esto, el ejército peruano movilizado al principio del conflicto estaba

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conformado en su mayor parte por conscriptos de servicio militar obligatorio
pertenecientes a batallones que no eran Unidades de Combate especializadas en
operaciones de combate en selva, razón por la cual tuvieron que intervenir tropas de élite
compuestas por varios batallones de infantería contrasubversiva especializada en
combate en selva, traídas del Frente Militar Alto Huallaga.

Las fuerzas armadas ecuatorianas hicieron uso de sus líneas cortas de abastecimiento y
de la ventaja geográfica que le otorgaba la cordillera del Cóndor (1950 metros de altura)
en su territorio para atacar directamente con morteros y lanzadores de cohetes múltiples,
a las tropas del ejército peruano que consolidaban sus posiciones. Todo esto gracias al
uso de tecnología moderna, tal como el posicionamiento global satelital GPS, para
localizar con precisión su objetivo.

A pesar de que la sofisticación del armamento data de los años 60’s y 70’s, un conflicto
armado a esta escala era desconocido entre países hispanoamericanos. Las fuerzas
armadas ecuatorianas adoptaron una defensa activa y un combate tierra-aire, conceptos
implementados por fuerzas armadas estadounidenses e israelíes. Conceptos y técnicas
que el general Paco Moncayo aprendió y aplicó tras su estancia en Israel como agregado
militar en ese país en 1986.

Gabriel Marcella, analista estadounidense de la Escuela Superior de Guerra del Ejército


de los EE.UU afirmó lo siguiente:

“La limitada victoria del Ecuador en el Cenepa genera un nuevo umbral en el antiguo
conflicto: Ecuador ha logrado una victoria militar sobre Perú por primera vez desde la
batalla de Tarqui en 1829. Los ecuatorianos integraron exitosamente las estrategias
militares, operaciones y tácticas con una acertada campaña de información tanto en lo
nacional (diplomacia) como en lo militar (operaciones sicológicas)”.

El material perdido y el número de bajas peruanas que no cayeron en combate podrían


sustentar la afirmación de que el Perú no estaba preparado para un enfrentamiento con
Ecuador, debido a que el presidente Fujimori priorizó la lucha contrainsurgente, lo que
motivó una severa crítica en el país por parte de sectores políticos peruanos opuestos a
su gobierno, todo esto aunado a los problemas logísticos, debidos a la distancia y a las
condiciones meteorológicas y geográficas por el lado peruano. En una “carta” escrita por

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un supuesto alto militar del Ejército peruano y publicada en la Revista “Caretas” se dice lo
siguiente:

“(…) de todas las armas tuvimos que valernos de los viejos fusiles FAL que tuvieron
problemas cuando por los años 75 se compraron a los argentinos; con estas armas y
unos cuantos RPG, sin base de fuegos de morteros, sin artillería, sin apoyo aéreo, sin
inteligencia, nos enfrentamos a una fuerza moderna.(…) En esas condiciones,
recuperamos Cueva de los Tayos, Base Sur, llegamos a Tiwinza pero ya desgastados por
una terrible y larga línea de abastecimientos pero no pudimos mantenerla; es verdad
nuestros hombres sufrieron hambre, porque no tuvieron raciones oportunamente, porque
los cargadores eran emboscados, porque nos infiltrábamos en terreno ocupado por el
enemigo y nuestras tropas quedaban aisladas”.

El general EP Vladimiro López Trigoso, encargado de las operaciones militares durante el


conflicto armado, dijo algo concordante con lo anterior ante una comisión investigadora
del Congreso peruano:

“Por pretender lanzar bombas en Tiwinza una noche, creo que sería el cinco o el seis de
febrero, nos bombardearon Base Sur, donde estaban nuestras tropas. Nos causaron seis
muertos, y nuestra tropa se echó a llorar de amargura, de impotencia. (…) El ataque
aéreo de la FAP nos han producido estas bajas, y desde luego 180 desaparecidos, que
por fortuna fueron apareciendo uno, de uno, de uno a lo largo de toda la semana. (…) Me
enviaron (a combatir) con armamento sin munición, sin brújula, sin nada. ¿Y por qué
sucede ese bombardeo? No teníamos medios de comunicación, no teníamos GPS, que
es un aparato para indicar la posición geográfica vía satélite, que después me enteré que
valía unos 300 dólares”.

Otro aspecto de gran importancia es la diferencia en los gastos militares de ambos


países. En el periodo 1985 a 1994, los gastos de Defensa en el Perú disminuyeron en un
13%, mientras en el Ecuador se incrementaron en un 58%.

A pesar de la diferencia en gastos militares, no todo se encontraba a favor del lado


ecuatoriano, vistas las limitaciones impuestas por el ejecutivo ecuatoriano, que prohibió al
alto mando militar emprender acciones contra el eje Jiménez Banda-Soldado Pastor,
desde donde llegaban abastecimientos y refuerzos. El general del ejército ecuatoriano
Paco Moncayo afirmó:

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“La situación militar se había vuelto desagradable por la presencia de las fuerzas
peruanas en el interior de nuestro dispositivo, y la imposibilidad de desalojarles”.

El presidente Alberto Fujimori se inclinaba por una solución diplomática, pero la reunión
no produjo resultados. La popularidad del presidente ecuatoriano Sixto Durán Ballén
estaba por el suelo. Las fuerzas armadas ecuatorianas instalaron unas bases militares en
la cabecera del Río Cenepa, que según el protocolo de Río de Janeiro, hacía parte del
territorio peruano. El 9 de enero de 1995 se produjo un enfrentamiento de soldados
peruanos con una patrulla militar ecuatoriana. El 11 de enero una patrulla peruana fue
conminada por los ecuatorianos y se produjo un breve intercambio de disparos. Ecuador
ordenó el ataque contra los peruanos que se encontraran en el Cenepa, la destrucción de
todo elemento dentro de lo que consideraba como territorio suyo, y el control de las
cabeceras del río.

Pero fueron las tropas peruanas los que finalmente desalojan a las tropas ecuatorianas
de su territorio luego de intensos bombardeos por tierra y aire de las bases Cueva de los
Tayos, Base sur y Tiwinza. El 17 de febrero, los países integrantes del Protocolo de Río
de Janeiro mediaron un acuerdo de cese al fuego y entrega de posiciones controladas
tanto por Perú como por Ecuador, estas posiciones fueron entregadas a la MOMEP para
dar inicio a la separación de fuerzas, que debió ser ratificado el 28 de febrero en
Montevideo ante la continuación de los combates. Los combatientes se habían retirado
de la zona del Cenepa ya para el 5 de mayo de 1995, el 4 de agosto se hizo efectiva una
zona desmilitarizada. Observadores de los países garantes del Protocolo de Río de
Janeiro se desplazaron hasta la zona del conflicto. El 2 de marzo, tras cinco semanas de
enfrentamientos y escaramuzas, terminaron los combates. Una nueva ronda de
negociaciones condujo al acuerdo de Brasilia, firmado por el presidente Alberto Fujimori y
su par ecuatoriano Jamil Mahuad, el 24 de octubre de 1998.

Los países garantes resolvieron que la demarcación de la frontera seguiría siendo la


misma que estableció el tratado de Río de Janeiro de 1942.

Ambas naciones debieron hacer algunas concesiones, y las distintas interpretaciones


quedaron resueltas. Finalmente, en mayo de 1999, se colocó el último hito en la frontera
común.

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En su momento, algunos analistas atribuyeron el escalamiento del conflicto a la situación
política que vivían ambos países. La aceptación popular del presidente ecuatoriano Sixto
Durán Ballén se encontraba por el suelo. El presidente peruano, Alberto Fujimori, se
preparaba para su reelección. Con el conflicto, la popularidad de ambos mandatarios
aumentó dramáticamente. Menem (presidente argentino) fue procesado por la venta
ilegal de armas a Ecuador y Croacia durante su gobierno. En otro giro de esta historia, el
ex presidente Carlos Menem ha sido procesado en dos ocasiones por su presunta
responsabilidad en la venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia durante su gobierno en
la década de los años 90. En ese momento los ecuatorianos se encontraban en pleno
conflicto bélico con Perú. La venta incluyó 6.500 toneladas de fusiles, cañones, cohetes
antitanque y municiones. En 2001, Menem pasó seis meses bajo arresto domiciliario en
2001, como coautor del delito de contrabando agravado de armas de guerra. Menem
rechazó las acusaciones en su contra y las calificó de “persecución política” impulsada
por el gobierno, en septiembre de 2007 fue procesado por segunda vez. [CITATION Car13
\l 10250 ].

_ Ante el Fallo de la CIJ se considera como tal a la emitida en el 2012, donde el estado
colombiano obtiene la soberanía, si bien existe apelación, al no haber fallo definitivo las
zonas en mención siguen bajo la soberanía de Colombia.

_Si bien la CIJ es salomónica en sus decisiones, no quiere decir que su fallo tendrá que
ser así, sino más bien un fallo justo.

_ Se considera todavía al estado colombiano como soberano de las zonas en litigio en


mención hasta que se dé el fallo definitivo por al CIJ.

_ Se entiende para algunos entendidos que el fallo en sí beneficio más a Nicaragua ya


que ganó un mar territorial y que el estado colombiano está descontento en cuanto al fallo
del CIJ.

_ Para otros entendidos el fallo fue a favor de Colombia puesto que gano territorios, como
es el caso de los islotes, si bien ahí está un lugar turístico como San Andrés, es claro que
Colombia ganó.

_ Por último Colombia fue el que de alguna manera se desenvolvió mejor en los actos
procesales, que lo explicaron en CIAR GLOBAL, pero aduciendo que Colombia fue quien

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supo utilizar los instrumentos procesales a su alcance. La negociación fue conducida por
el jurista Fernando de Trazegnies a nombre de Perú y el embajador Edgar Terán, a
nombre de Ecuador. Después de un año y medio de intensas conversaciones, y luego de
un pronunciamiento por expertos internacionales sobre la línea de frontera, los dos
países, con aprobación de sus respectivos Congresos, acuerdan someter sus diferencias
a la decisión de los países integrantes del Protocolo de Río de Janeiro de 1942. Los
países integrantes (Argentina, Brasil, Chile y Estados Unidos de América), de acuerdo a
la opinión de los expertos consultados, resolvieron que la demarcación de la frontera era
estrictamente la establecida por el tratado de Río de Janeiro de 1942, que corre por las
altas cumbres de la cordillera del Cóndor; y que la región de Tiwinza, de 2000 hectáreas,
pertenece al Perú, aunque se entrega un kilómetro de Tiwinza como propiedad no
soberana al Ecuador, por tratarse de un cementerio de guerra ecuatoriano, para realizar
actos conmemorativos y no militares. A todo aquel que nazca en Tiwinza, además, se le
considerará peruano, por cuanto solo se le reconoce a Ecuador la propiedad privada de
dicha área, pero no su soberanía. Ecuador no ha efectivizado hasta el momento
construcción alguna en dicha zona, porque Perú no ha construido la carretera de acceso
a lo que se había comprometido. Asimismo, se resolvieron todas las controversias de
interpretación del Protocolo de Río de Janeiro que habían impedido continuar con la
instalación de los hitos, guardándose siempre una fidelidad estricta a dicho Tratado de
Río de Janeiro. Ecuador, además, logró el reconocimiento de su derecho a la libre
navegación por el río Amazonas y sus afluentes septentrionales, y un permiso para
establecer dos embarcaderos comerciales en sus orillas, conforme a lo señalado por el
Protocolo de Río de Janeiro (Saramiriza en el Río Marañón y Pijuayal en el río
Amazonas, un parque binacional ecológico, aún por implementar, sería la representación
de la paz entre ambos países vecinos. También se establecieron los nuevos hitos en
Cusumasa-Bumbuiza y Yaupi-Santiago (vecinos de Tiwinza) ubicados en el
departamento de Loreto, en el sector de Lagartococha y el Güeppi, todo lo argumentado
por ambos países y garantes quedo plasmado en el Acta de Brasilia.

Es así como se procede a la firma en Brasilia del Acuerdo Definitivo de Paz llamado
también Acta de Brasilia, el 26 de octubre de 1998, suscrito por el presidente peruano
Alberto Fujimori y su colega ecuatoriano Jamil Mahuad, así como por los Cancilleres
Fernando de Trazegnies Granda del Perú y José Ayala Lasso de Ecuador.

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Durante los meses siguientes, se procedió a instalar físicamente los hitos que faltaban en
la frontera y, de esta forma, el tema del conflicto fronterizo que tenía casi 150 años de
duración estuvo zanjado [ CITATION Aso98 \l 10250 ].

Este tratado si bien puso fin al problema entre Perú y Ecuador de manera definitiva en
toda su historia, no ha quedado del todo conforme con la población peruana, el
argumento de los 90’ “No cederemos ni un milímetro de territorio” dicho por el ex
presidente Alberto Fujimori, se convirtió al final en “No cederemos ni un milímetro, pero
cedimos un kilómetro”, hecho que enmarca que el Acta de Brasilia no fue del todo
conforme a nuestro país, y que más bien si uno analiza los hechos, desde esa firma el
estado ecuatoriano no ha argumentado ningún tipo de problema conforme a ello, será
que consiguieron lo que anhelaban. Una crítica al respecto, es que en todos los tratados
que ha firmado el Perú para demarcar su territorio existe la crítica de que nuestro Estado
siempre ha perdido, si bien en toda negociación existen diferentes elementos a
considerar como es el ceder para ganar, porque en nuestra negociaciones fronterizas no
existe una conformidad con los resultados, el Perú cuenta con una Escuela de
Diplomáticos, no dudo de la cátedra, ya que la teoría es diferente a la práctica, o será que
existen otros intereses económicos al respecto.

IV. RESULTADOS
En el Acta de Brasilia se encuentra el Acuerdo Amplio Peruano Ecuatoriano de
Integración Fronteriza, Desarrollo y Vecindad, un instrumento extenso que buscó abarcar
los aspectos más dinámicos e importantes de la relación fronteriza, tales como la
vecindad, el tránsito de personas, vehículos, embarcaciones y aeronaves o los comités
de frontera o la Comisión de Vecindad para el seguimiento de la relación de vecindad, el
libre comercio fronterizo, la interconexión eléctrica, entre otros temas. Asimismo, se
establece la formación del Fondo Binacional para la Paz y el Desarrollo, que se constituyó
con la contribución de aportes no reembolsables provenientes de los gobiernos de
Ecuador y del Perú, de los países amigos (Italia, Japón, Finlandia, Luxemburgo y España,
entre otros), de instituciones multilaterales y de organizaciones privadas. El Plan
Binacional de Desarrollo de la Región Fronteriza integraba la aplicación de cuatro
programas destinados a disminuir las carencias de las regiones fronterizas, tales como el
Programa Binacional de Proyectos de Infraestructura Productiva y Social, los programas
nacionales peruano y ecuatoriano de Construcción y Mejoramiento de la Infraestructura
Productiva en las Regiones Fronterizas, los de Construcción y Mejoramiento de

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Infraestructura Social y de Aspectos Ambientales en las Regiones Fronterizas y el
Programa Promoción a la Inversión Privada. Como muestra de los éxitos alcanzados en
estos 20 años, no hay mejor ejemplo que los montos del comercio bilateral: de 300
millones de dólares de comercio bilateral en 1998 se pasó a 2,000 millones de dólares en
el 2007, es decir, un crecimiento de casi 7 veces en 10 años. Al 2017, el comercio
bilateral alcanzó los 2,395 millones de dólares. Regularmente favorable para el Ecuador
en todos estos años, este clima positivo ha atraído también inversiones ecuatorianas al
Perú que superan los 160 millones de dólares. El éxito de este proceso, consolidado en el
Acta Presidencial de Brasilia, que hoy alcanza los 20 años, ha tenido múltiples actores,
algunos visibles, pero también incluye una enorme legión de anónimos patriotas (entre
profesionales, militares, empresarios y políticos) convencidos de que el progreso del Perú
pasaba ineludiblemente por garantizar la paz con un país hermano tan importante como
Ecuador [ CITATION Tue18 \l 10250 ].

Aunque se observe contradictorio, el tiempo demuestra que ambos países han sido los
vencedores de la paz y han alcanzado una construcción diaria de lazos. Pero que fue con
el tema del petróleo, que argumento en su momento Jaime Galarza Zavala, escritor
ecuatoriano, que a principio de los años 70´publico un libro titulado "El festín del
petróleo", en el que trata diversos aspectos relacionados con los intereses petroleros que,
según él, estuvieron en juego en el conflicto entre Ecuador y Perú, el escritor propone
claramente en su obra, que la guerra de 1941 (La guerra del 40’ para Perú) entre Ecuador
y Perú fue un conflicto ligado a los intereses petroleros de dos compañías, de las que una
era inglesa y la otra norteamericana. Lo cierto es que sobre este tema no se ha vuelto
tocar y por donde uno lo observe nuestro país solo obtuvo el cese de hostilidades, el
reconocimiento demarcatorio, pero nada más. En cambio el país del norte obtuvo desde
un kilómetro de territorio, como el acceso a navegar en el río Amazonas.

Una pregunta sobre este tema es ¿Quién ganó la guerra?, si bien es inobjetable que
Ecuador ganó la guerra bélicamente, el Perú ganó la guerra en mesa por así decirlo, este
último criterio lo sostienen en Ecuador, el analista ecuatoriano Carlos Espinoza
[ CITATION Esp15 \l 10250 ] en el sitio web Nodal (Noticias de América Latina y El Caribe),
hace una interesante explicación de lo acontecido durante las negociaciones de la paz en
dos naciones que sobrellevaban una enorme carga emocional en el tema de las
relaciones bilaterales.

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Luego de la firma del Protocolo de Río de Janeiro en 1942, el Ecuador se contagió de un
sentimiento de pérdida territorial (ellos le llamaban el “holocausto”). Ecuador adoptó una
estrategia revisionista proclamando la tesis de “inaplicabilidad del protocolo de Río”
suspendiéndose la demarcación en un pequeño trazo de 78 Km. De los 1500 Km. de la
frontera.

Ese sentimiento de “tragedia territorial” se vio reflejado por la acción psicosocial


emprendida por el Estado ecuatoriano entre los años cincuenta y sesenta. En países
como Ecuador y Perú, el sentimiento de nacionalidad se ve reflejado frecuentemente en
la geometría del país.

En 1995, los países garantes notaron inmediatamente que Ecuador no tenía derechos
territoriales en el Amazonas y que el Perú no cometía ninguna injusticia significativa.
Entonces los negociadores desarrollaron varias tácticas en el camino para manejar las
irreales aspiraciones ecuatorianas:

a) Los negociadores ecuatorianos, al inicio del proceso, orquestaron una catarsis


colectiva mediante la proclamación de una compensación territorial debido a los
males del pasado.

b) Mantuvieron las aspiraciones territoriales en la mesa el tiempo necesario para


demostrar al público que habían actuado agresivamente.

c) Buscaron concesiones que hicieran eco de las aspiraciones iniciales para salvar la
cara.

d) Pusieron en tela de juicio los mitos históricos para poder justificar el retroceso en las
posiciones irrendentistas.

Los Estados Unidos estaba especialmente preocupado con alterar las sensibilidades
ecuatorianas, ya que veía la disputa ecuatoriana-peruana como una amenaza para la
futura integración de las Américas.

El conflicto de 1995 redujo parcialmente en Ecuador el histórico sentimiento de pérdida


de la amazonía y de los sentimientos hostiles contra el Perú. Esos sentimientos ahora se
basaban en un nuevo simbolismo, el de “la gran victoria”, basado en la efectiva

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propaganda realizada en ese país. Los ecuatorianos estaban convencidos que las tropas
nacionales habían mantenido todas sus posiciones en los territorios ocupados. Entonces
los negociadores ecuatorianos aprovecharon la oportunidad psicosocial, ya que las
nuevas tesis nacerían de un sentimiento de victoria y no de uno de derrota, triunfalista,
allanando el camino ante la opinión pública Ecuatoriana.

La revisión del asunto territorial no se hizo evidente hasta Mayo de 1998 cuando las
negociaciones se estancaron, como resultado que la demarcación territorial dejaría los
puestos militares creados por el Ecuador en el lado peruano y la consiguiente protesta del
Perú ante los garantes. Esta segunda crisis llevaría a ambas naciones a un nuevo estado
de guerra en Agosto de 1998.

El problema de la pérdida de los lugares de las bases militares era uno basado en el
honor nacional. Los militares ecuatorianos afirmaron que, si se aceptaba la demarcación
trazada por la comisión técnica el honor nacional sería mancillado. Recordemos que la
buena actuación del ejército ecuatoriano en 1995, constituiría su única acción positiva en
los 150 años de disputa con el Perú. La “victoria” de 1995 había generado un sentimiento
de orgullo entre los ecuatorianos. El Perú, por otro lado, ocultaba su limitada actuación
durante el conflicto, aunque había expulsado al enemigo de las tres bases claves,
incluyendo Falso Tiwinza objetivo de poca importancia táctica.

En Junio de 1998, los presidentes se reunieron en Brasilia. El presidente Cardoso


deseaba que Brasil tomara parte mas activa en la resolución del conflicto afianzando su
posición hegemónica regional. En aquella reunión se presentaría una imaginativa
propuesta: el parque binacional. Los garantes contemplaron la creación de esta zona
ecológica sin frontera y con administración conjunta, en la cual se erigirían monumentos
en honor a las Fuerzas Armadas y a la memoria de los caídos en combate. De esta forma
los militares ecuatorianos tendrían acceso a las tres posiciones creadas Cueva de los
Tallos, Falsa Base Sur y Falso Tiwinza. El documento se filtró a la prensa y se hizo
público antes de tiempo provocando sendas reacciones negativas en las opiniones
públicas de ambas naciones, especialmente en el Perú.

Curiosamente, el diario liberal ecuatoriano “Hoy” afirmaba de que el ecuador ya había


recuperado el honor y no necesitaba de la posesión de las bases para salvaguardar el
honor. El gremio empresarial ecuatoriano insistió de que los beneficios materiales de la
paz sobrepasaban a los del honor y a otro conflicto. El ministro de relaciones exteriores

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animó a que se vea el honor nacional como la búsqueda de la justicia social o
“gobernabilidad” y en base a las acciones de defensa de territorios en el Alto Cenepa.
Estas posiciones sentaban las bases psicosociales para la siguiente fórmula de
entendimiento, acuñándose la frase “paz con honor”.

Las negociaciones entonces, tomaron un giro inesperado. Los presidentes Fujimori y


Mahuad empezaron a trabajar directamente en la resolución del conflicto, en lo que se
denominó “diplomacia presidencial”, lo cual provocó la renuncia del ministro de relaciones
exteriores del Perú Eduardo Ferrero. Los mandatarios se reunieron en varios países entre
septiembre y octubre de 1998. Queda en el campo de la especulación las formas y los
temas tratados por ambos presidentes. En Brasilia, Mahuad aceptó la opinión técnica
respecto a la demarcación de la cordillera. El 5 de Octubre en Washington, Fujimori
aceptó la necesidad de salvar el honor de ecuador por lo que aceptó otorgarle un terreno
de propiedad privada en el área con un rol militar y político clave, denominada Falso
Tiwinza. Las propuestas de solución eran aún muy controversiales ante la opinión pública
y las fuerzas armadas de ambas naciones, por lo que Fujimori y Mahuad pidieron a
Cardoso que las presente como la decisión de un tercero. En Washington, en reunión con
el Presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, los países garantes aceptaron la propuesta
de los presidentes y pidieron a los congresos de ambos países a que acepten la decisión
de “las terceras partes”.

El 26 de Octubre, en una emotiva ceremonia, los presidentes de Perú y Ecuador, firmaron


el histórico acuerdo de paz. Durante su discurso, el Presidente Mahuad contó la historia
de su abuelo materno que luchó en el conflicto de 1941. Al final del discurso, alcanzó al
Presidente Fujimori una cantimplora usada por un combatiente ecuatoriano de aquella
guerra. El simbolismo empleado por Mahuad allanaba los recuerdos de 1941 y revelaba
el deseo de perdonar y olvidar.

De esta forma Ecuador salvaba su honor, finalizando un largo período de tiempo en el


cuál habían crecido varias generaciones de ecuatorianos temerosos y con odio hacia un
país vecino. El Perú logró sentar en la mesa de negociaciones al vecino rebelde, sellando
un largo capítulo de la historia que nunca se debería repetir.

Ya es hora de escribir la verdadera historia de las relaciones de nuestros países, sin las
pesadas cargas de la política y del odio; cargas que siempre caracterizaron nuestras
tambaleantes relaciones. La historia de las negociaciones también servirá como ejemplo

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para lograr soluciones pacíficas en aspectos tan sensibles para la psiquis
latinoamericana.

La guerra del Alto Cenepa está revestida de una importante lección aún sin descubrir en
el Perú. Hay que tener presente que las crisis con otros actores o con los mismos no
terminan hoy, ellas están latentes y prontas a aparecer en el momento menos esperado.
Hay que estar listos para afrontarlas.

En ese sentido se entiende que el Perú se quedó con el territorio, es cierto que Ecuador
obtuvo el acceso al Amazonas pero al final, no obtuvo el territorio que señalaba su
documentos presentados en su momento, Perú acabo la guerra perdiendo bélicamente
más no el territorio. En ese aspecto Carlos Espinoza [ CITATION Esp15 \l 10250 ] dice que
han pasado 20 años y muchos ecuatorianos siguen preguntándose: ¿Ganamos o
perdimos? ¿De qué sirvieron la sangre y el triunfo si al final Perú obtuvo lo que quería?
Para responder a esas preguntas hay que decir por qué Ecuador luchó en el Cenepa y
para eso es necesario comprender que existieron dos vertientes principales: la política y
la militar.

Ahí confluyeron muchos nombres, pero fundamentalmente dos cabezas que tuvieron
mucho que ver en que el conflicto se diera ese año, ese mes y que iniciara ese día.

Por un lado, Sixto Durán Ballén, a quien el expresidente Jaime Roldós envió como
embajador especial dentro del equipo negociador ecuatoriano para la resolución del
conflicto de Paquisha en 1981. Por otro lado, el general Moncayo, quien en Paquisha fue
ayudante de órdenes del general Richelieu Levoyer, jefe de Estado Mayor del Ejército.
Ambos, coincidencia o no, jugaron un papel fundamental en el Cenepa.

Señores, vamos a ganar esta guerra o a perderla a base del mejor liderazgo que se
ejerza (…). Hay que instruir a los batallones para que nos presenten las listas de los
comandantes, unidad por unidad, equipo de combate por equipo de combate, elemento
de combate por elemento de combate, para conocer el nombre del líder. En caso de
abandono de armas o cobardía frente al enemigo, ellos son los que me responden (…) no
se trata de tres a uno, de cuatro a uno, sino de voluntad de combatir”.

En 1941, con la amenaza peruana de tomarse Guayaquil a la fuerza y con los mismos
cuatro países garantes, Ecuador se vio obligado a firmar el Protocolo de Río de Janeiro,

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con el cual perdía miles de kilómetros cuadrados de territorio, entre estos el acceso al río
Amazonas. Los límites se fijaron entonces gracias a unas fotografías aéreas hechas por
Estados Unidos. Sin embargo, Ecuador concluyó años después que había una porción de
más de 50 kilómetros que no estaba correctamente delimitada y que, por ende, no podía
ser demarcada. Precisamente, esta zona era la bañada por el río Cenepa. Desde esa
época hasta cuando se firmó la paz, Ecuador sostuvo que la zona debía negociarse para
darle al país acceso directo al Amazonas. La posición peruana fue siempre que toda la
frontera estaba definida desde el 41 y que Ecuador debía reconocerla.

Durante muchos años se estableció una especie de protocolo de entendimiento y había


tropas peruanas y ecuatorianas conviviendo en la zona y, aunque hubo muchas
intenciones bélicas, nunca prosperaron hasta 1981. Paquisha fue un fracaso para
Ecuador. El Ejército peruano era entonces inmensamente superior y las negociaciones
terminaron sirviendo solo para el cese al fuego y la zona en conflicto permaneció como
‘tierra de nadie’. Allí estuvieron Durán Ballén y Moncayo y ambos cargaron, de cierta
manera, con el resultado. El expresidente reconoce abiertamente que desde ese
entonces el tema le quedó ‘entre ceja y ceja’ y aunque Moncayo no cree que la victoria
del Cenepa fuera una revancha para él, dice que siempre vivió con la conciencia de que
en algún momento eso pasaría.

Dos décadas después del Cenepa, con la cadera severamente afectada, caminando con
bastón hasta en su propia casa, pero completamente lúcido, esto es lo que recuerda
Durán Ballén:

Fue posesionado el 10 de agosto de 1992. Al día siguiente desayunó en Carondelet con


su homólogo peruano Alberto Fujimori y fue la primera vez que le habló de la necesidad
de buscar una solución al conflicto.

Meses después, Durán Ballén le llevó un mapa con una propuesta ampliamente favorable
para Ecuador, con acceso al Amazonas. Fujimori se negó.

Hubo una tercera reunión en la que Durán Ballén le llevó una nueva propuesta, ‘cediendo’
algo de territorio, pero igual con acceso al Amazonas. Fujimori se volvió a negar. En un
nuevo encuentro, Fujimori llevó su contrapropuesta, que dejaba a Ecuador sin acceso al
Amazonas. Entonces, fue Durán Ballén el que se negó. “Y desde ese momento, Fujimori
dejó esa actitud de amistad que tenía y fue mucho más hostil”.

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El 9 noviembre de 1994 hubo una reunión de todos presidentes del continente en Miami.
Ahí se vieron Durán Ballén y Fujimori y ambos fueron signatarios del convenio que
estableció que, en adelante, todos los conflictos territoriales se resolverían por el diálogo.

Exactamente un mes después, el 9 de enero de 1995, el Ejército ecuatoriano detectó una


patrulla peruana en la zona de conflicto, la retuvo por un tiempo y luego la liberó. Dos
días después encontraron a una nueva patrulla y, cuando les pidieron que se replegaran,
los peruanos respondieron con fuego.

“En ese momento, comprendí lo que venía”, dice Durán Ballén. Sin consultarlo ni a su
Canciller (Galo Leoro Franco) ni a su Ministro de Defensa (José Gallardo), llamó a los
representantes de los cuatro países “garantes”. Ellos armaron una comisión y sugirieron
que ambos países debían retroceder 8 kilómetros desde el punto en conflicto.

El expresidente recuerda perfectamente su respuesta: “Me sentí desilusionado”.


“Entonces les dije que no, que esa vez no íbamos a retroceder. Salí al balcón de
Carondelet, aún sin consultar a nadie y sin haber preparado un discurso, y le conté al
pueblo lo que estaba pasando. Cuando la gente comenzó a gritar: ‘Ecuador, Ecuador’,
como en estadio de fútbol, me emocioné mucho y dije la famosa frase ‘Ni un paso atrás’”.

Luego de ser diputado, alcalde de Quito y asambleísta nacional, rodeado en su oficina de


libros de estrategia militar y de insignias del Cenepa, esto es lo que recuerda el general
Moncayo:

En los años previos al conflicto, gracias a las rentas petroleras, Ecuador había reforzado
significativamente su capacidad bélica. Además, los oficiales fueron a distintos países a
aprender sobre estrategias de guerra. Siempre tenían presente la nueva amenaza
peruana de tomar una parte del territorio en ‘prenda’, para obligar al país a colocar los
hitos según su versión de la frontera.

El presidente Fujimori estaba en plena campaña para su reelección y la ley peruana le


prohibía inaugurar obras o hacer propaganda. Necesitaba un ‘golpe’ que le diera un
empujón. En ese momento Perú comenzó a construir una base con un helipuerto en la
zona en conflicto. Tiempo después, Fujimori declaró que no lo había hecho antes porque
tenía que atender primero la amenaza terrorista que representó Sendero Luminoso.

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Fue entonces cuando Moncayo elevó a consulta al Comando Conjunto y al Gobierno su
decisión de atacar esa base con la finalidad de mantener la tesis ecuatoriana.

Vinieron, en total, 92 días de conflicto, en los que Ecuador dominó ‘el teatro de
operaciones’ todo el tiempo. A pesar de que en el Ejército ecuatoriano hubo 31 ‘bajas’,
algunos medios peruanos hablan de hasta 500 ‘bajas’ en el de su país.

Sin embargo, la estrategia de propaganda del vecino del sur, liderada por Vladimiro
Montesinos, hizo creer a los peruanos que, en medio de la guerra, Perú había tomado la
base Tiwinza, que ese era una especie de ‘trofeo’ y que declaraban un cese al fuego.
Algo que no fue aceptado por Ecuador porque realmente Tiwinza estaba ocupada
plenamente por su Ejército y el control de la zona era total para Ecuador.

En Ciespal se montó una base periodística desde donde reporteros nacionales e


internacionales emitían noticias con “la verdad”. “El periodismo jugó un papel
fundamental”, dice Moncayo.

Sobre la victoria militar ecuatoriana nadie mostró dudas. Incluso documentos de las
Fuerzas Armadas peruanas, citados en el libro ‘Historia general del Ejército’, de Édison
Macías Núñez, establecen que “la farsa de la victoria (peruana) es ya insostenible. Las
evidencias de que el cese del fuego y el acuerdo de paz se hicieron con tropas
ecuatorianas posesionadas de parte del territorio peruano, tanto en la cordillera del
Cordillera del Cóndor como en la confluencia Yaupi-Santiago, son abrumadoras. Hasta
los medios oficialistas lo reconocen”.

Sin embargo, según periodistas de ese país consultados y publicaciones recientes de


prensa, entre los peruanos no existe tampoco la idea de haber salido derrotados de este
asunto, dado que, a la final, su tesis prevaleció.

El embajador José Ayala Lasso, como canciller en los gobiernos de Fabián Alarcón y de
Jamil Mahuad, fue encargado de liderar las negociaciones definitivas de paz. Explica que
para el efecto se establecieron al menos cuatro mesas temáticas. En las de comercio y
seguridad fronteriza hubo acuerdo. Pero sobre navegación por el Amazonas y la
definición territorial, “las posiciones eran irreconciliables”.

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Llegó el momento en que los dos países acordaron dejar la decisión en manos de los
garantes y que sería de cumplimiento obligatorio. Ellos, a su vez, exigieron que este
pacto fuera aprobado por los dos congresos para evitar que alguno de los países se
negara a cumplir la resolución.

La línea de frontera, según la decisión, debía fijarse por donde Perú había sostenido
siempre, basado en el Protocolo de Río de Janeiro, y a Ecuador le reconocieron la
capacidad de navegar por el Amazonas y construir dos bases para comercio, aunque
quedó fuera de su territorio, y un kilómetro cuadrado que debería ser usado como una
especie de ‘cementerio’ para honrar a los muertos, que sería una propiedad privada, sin
soberanía. Nada más.

Durán Ballén lloró en Carondelet. Y su ministro de Defensa, José Gallardo, lloró en


Carondelet. “Para mí fue un dolor tremendo”, dice el expresidente. “Ni siquiera leyeron el
informe en un libro o un en cuadernillo anillado. Eran hojas sueltas”.

Moncayo es más drástico: “Claro que territorialmente fue pésima para Ecuador la
decisión. Y en ese momento hubo un resentimiento de parte de todos nosotros”.

Sin embargo, con la cabeza ‘más fría’ y con 20 años ‘en la maleta’, Durán Ballén,
Moncayo y Ayala Lasso coinciden en que, a la final, el país salió ganando.

“Fue una paz digna, de un país vencedor, no como la del 41 en donde tuvimos que firmar
humillados en Brasil. Perú se vio obligado a reconocer que existía el impasse, algo que
nunca antes había pasado y hubo dos años y medio de discusiones. A la final,
terminamos cediendo solo por la decisión de cuatro países. Esto terminó con 54 años de
esta humillante derrota”, asegura Moncayo, aún con mucha pasión en sus palabras.

Durán Ballén agrega: “A la final fue beneficioso acabar con este conflicto del que todo el
mundo se aprovechaba porque todos lo hacían”.

Y, según Ayala Lasso, la paz no hubiese sido posible sin el conflicto y la victoria
ecuatoriana. “Fue la primera vez que Ecuador triunfó como república y fue muy loable
que el triunfo militar se lograra a pesar de toda la propaganda que había cerca de
Fujimori, a tal punto de que la victoria ecuatoriana fue reconocida por diplomáticos y la
opinión pública a nivel internacional”.

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Los tres coinciden en que los dos principales beneficios fueron el incremento en la
relación comercial y los lazos de hermandad entre las dos naciones. El comercio se
multiplicó por 10 hasta 2013, el turismo subió ostensiblemente, ahora se hacen
recurrentemente gabinetes binacionales. “Se trabaja desde un plano distinto”, dice Ayala
Mora. “Antes desde la confrontación y recelo mutuos y ahora como vecinos fraternos”.

Ecuador ni ha construido las bases comerciales en el Amazonas ni ha hecho posesión del


kilómetro cuadrado que le dieron. Moncayo concluye que lo segundo fue ridículo y que lo
primero debe hacerse alguna vez. “No se ha hecho por falta de voluntad política. Claro,
antes había un sentimiento antiecuatoriano en esa zona peruana, ahora es diferente”.

V. CONCLUSIONES
_ En toda la historia observada respecto a los límites entre Perú y Ecuador, el país del
norte siempre ha reclamado soberanía sobre espacios geográficos amazónicos,
argumentando como base su historia virreinal.

_A pesar de haberse suscrito tratados al respecto sobre los límites fronterizos, tanto Perú
como Ecuador no han estado conforme a ello.

_ Respecto a la zona petrolera que supuestamente existe en la zona limítrofe como


también la intervención de capitales extranjeros como son Inglaterra y EEUU, no se volvió
a hablar, todo hace suponer la existencia de intereses transnacionales.
_ Respecto al Acta de Brasilia, el estado peruano solo obtuvo reconocimiento de sus
límites, sin embargo en país del norte obtuvo un kilómetro de la zona de Tiwinza y el
acceso a libre navegación en el Río Amazonas.

_ A partir de la firma del Acta de Brasilia, no ha vuelto a suceder ningún problema


limítrofe con Ecuador, por lo que se analiza que el país del norte siempre ha querido tener
acceso a la Amazonia, y que más la libre navegación por el río Amazonas.

_ Si bien no se mencionó en el contenido sobre las poblaciones que habitan el lugar, es


de saberse que existen diferencias en cuanto a servicios básicos, es lamentable decir que
en un noticiero local, se hizo ver que las poblaciones ecuatorianas tienen más acceso a

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estos servicios, lo que hace pensar que el plan de desarrollo binacional firmado entre los
dos países, solo es cumplido por el país del norte.

_ Es inobjetable que Ecuador gano la guerra, y en Perú ese conocimiento se sabe, pero
para el país del norte no se ha ganado nada, más bien todo lo contrario.

_ En Ecuador se sostiene que el Perú ganó la guerra en documentos, puesto que siguió
siendo soberano del territorio que el Estado Ecuatoriano reclamaba, habrá perdido la
guerra, pero le vencedor se quedó con los mismo.

_ Sobre el kilómetro de Tiwinza el estado ecuatoriano desmiente tal hecho e incluso lo


considera hasta ridículo, puesto que en el lugar no se ha puesto ninguna base
ecuatoriana al respecto.

_ Al final en Ecuador solo se logró finalizar hostilidades con Perú, hasta se considera que
todo fue un arreglo para conveniencias privadas.

VI. REFERENCIAS

Tratado Larrea - Gual. (1829, 04 de Noviembre). Enciclopedia de Ecuador. Disponible en:


http://www.enciclopediadelecuador.com/historia-del-ecuador/tratado-de-guayaquil-buijo/.

Tratado Pedemonte – Mosquera. (1830, 11 de Agosto). Enciclopedia de Ecuador.


Disponible en: http://www.enciclopediadelecuador.com/historia-del-ecuador/protocolo-
mosquera-pedemonte.

Asociación de Funcionarios del Servicio Diplomático del Perú. (1998, 26 de Octubre).


AFSDP. Disponible en: https://www.afsdp.org.pe/26-de-octubre-el-acta-presidencial-de-
brasilia/.

Ayala Mora, E. (03 de Febrero de 2019). El Comercio. Obtenido de El Comercio:


https://www.elcomercio.com/tendencias/rio-janeiro-brasilia-camino-paz.html.

Contreras, C. y. (2013). Historia del Perú Contemporáneo. Lima: Instituto de Estudios


Peruanos.

Espinoza, C. (Enero de 2015). Nodal. Obtenido de Nodal:


https://www.nodal.am/2015/01/analisis-y-miradas-sobre-sobre-el-enfrentamiento/.

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Enciclopedia del Ecuador: http://www.enciclopediadelecuador.com/historia-del-
ecuador/tratado-de-guayaquil-buijo/.

Mosquera, T. P. (11 de Agosto de 1830). Enciclopedia de Ecuador. Obtenido de


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ecuador/protocolo-mosquera-pedemonte/

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https://andina.pe/agencia/noticia-hoy-se-cumplen-20-anos-del-acuerdo-paz-
ecuador-729798.aspx.

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