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TEMA DE INVESTIGACIÓ N: CIRUGÍA DE

CONTROL DE DAÑ OS

2017

CARRERA
DE
MEDICINA

CATEDRA DE
PRACTICAS
QUIRURGICAS

DOCENTE: DR. CARLOS


SALVADOR ESTUDIANTE
Semestre A Leslie Victoria Cruz
Celi
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TABLA DE CONTENIDO

CONCEPTO...............................................................................................................................2
FISIOPATOLOGÍA DEL TRAUMATISMO GRAVE...............................................................3
FASES DE LA CIRUGÍA DE CONTROL DE DAÑOS..........................................................5
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS.......................................................................................7

CONCEPTO
Cirugía de control de daños es un abordaje novedoso para el tratamiento de los
pacientes con politraumatismo grave. Consiste en la realización de una
operación quirúrgica en cuatro etapas que consiste en:

1. Fase prehospitalaria
2. Operación inicial
3. Estabilización en Unidad de Cuidados Intensivos (UCI)
4. Re-laparotomía o cirugía definitiva

Durante la laparotomía inicial se realizan esfuerzos para controlar el sangrado


quirúrgico y no quirúrgico (mediante empaquetamiento) y evitar la
contaminación peritoneal. En la fase de estabilización se corrigen la hipotermia,
la acidosis y la coagulopatía en la UCI. Durante la cirugía definitiva se retira el
empaquetamiento y se realiza la reparación definitiva de las lesiones.

El nombre de «control de daños» fue acuñado en 1993 por Schwab, en


Filadelfia, hace referencia al control inicial desde el momento del accidente si
es posible rápido de la hemorragia y la contaminación, cierre abdominal
temporal, reanimación en la UCI, la reexploración subsecuente con reparación
definitiva y finalizar en la unidad de cuidados críticos UCC. Antes de CCD, la
cirugía clásica pretendía resolver todos los problemas del paciente
politraumatizado en una sola cirugía. Sin embargo, el paciente con trauma tiene
mayor probabilidad de muerte debido a las alteraciones metabólicas
transquirúrgicas que por una falla en una reparación quirúrgica completa. Entre

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las alteraciones metabólicas que se encuentran en estos pacientes destaca
una tríada conformada por la coagulopatía, la hipotermia y la acidosis
metabólica.

Es importante el conocimiento de los conceptos del control de daños por todo


cirujano de trauma para aplicarlo en pacientes con múltiples traumas o aun en
ciertas situaciones de desastre, como los actos de terrorismo y los desastres
naturales.

FISIOPATOLOGÍA DEL TRAUMATISMO GRAVE


Un paciente con traumatismo grave se define como aquel con una lesión
que puede poner en peligro su vida, aquel con una escala Injury Severity
Score (ISS) > 16.
El trauma constituye una de las principales causas de muerte en todo el
mundo, solo por detrás de las cardiopatías, neoplasias malignas,
enfermedad cerebrovascular y neumopatías crónicas. Las principales
causas de muerte por trauma son las lesiones penetrantes (heridas por
proyectil de arma de fuego y por instrumento punzocortante), y por trauma
contuso (accidentes en vehículos de motor, caídas y atropellamiento), con
una gran incidencia en sujetos menores de 30 años.

La mortalidad por trauma tiene una distribución trimodal:


 muertes inmediatas IN SITU (50%, ocurridas poco después del
trauma debido a lesiones graves e irreparables como la ruptura de
corazón o de grandes vasos,medulares, TCE),
 muertes tempranas 3-4 h a 2-3 días (30%, ocurridas durante las
primeras 6 h debido a hemorragia masiva de órganos abdominales
o lesiones intracraneales graves hematoma epidural o subdural
agudo
 muertes tardías (ocurren a días o semanas de ocurrido el accidente,
y son debidas al síndrome de disfunción multiorgánica (SDMO)
traumático o séptico.

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La presencia de la tríada de coagulopatía, hipotermia y acidosis metabólica
en un paciente gravemente lesionado conlleva un riesgo de mortalidad de
hasta el 90%. Por lo tanto, la meta de la CCD es evitar que en el paciente
lesionado se establezca esta condición. Esta se engloba en el tratamiento
general del trauma grave→ LA REANIMACIÓN DE CONTROL DE DAÑOS
DCR: Hipotension arterial permisiva HAP, reanimación hemostática y CCD.
La DCR puede revertir la tríada letal.

FASES DE LA CIRUGÍA DE CONTROL DE DAÑOS

FASE 0: de la cirugía de control de daños Agregada en épocas recientes,


ocurre en el área prehospitalaria y en urgencias. Consiste en reconocer y tomar
la decisión temprana de realizar el control de daños, con un protocolo que
provea el reemplazo de los componentes sanguíneos en forma inmediata e
iniciar las maniobras de recalentamiento desde el área de trauma, además
evitar la hipotermia

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FASE I: Laparotomía inicial (o
«breve») En esta fase el paciente se
encuentra parcialmente reanimado y
el objetivo es ganar tiempo para que
sea estabilizado fisiológicamente. En
pacientes gravemente lesionados, la
reposición del volumen intravascular
con paquetes globulares y plasma
debe iniciarse tan pronto como sea
posible.

La prioridad en la cirugía es
identificar y controlar la hemorragia
que pone en riesgo la vida, seguido
del control de la contaminación
peritoneal. Para este se realizar la
ligadura, reparación o puenteo
(shunt) temporal intravascular de los
vasos lesionados. Debe advertirse
que es una medida temporal cuya finalidad es proporcionar un mayor tiempo
para la reparación sin riesgo de producir mayor isquemia tisular, se deben
removerse lo más pronto posible. Una vez controlada la hemorragia y la
contaminación peritoneal, se debe realizar un cierre temporal del abdomen, se
pueden usar pinzas de campo, mallas, cierre de la aponeurosis, hojas plásticas
o de silicón y empaquetamiento al vacío, proporcionan una cubierta libre de
tensión e impermeable del contenido abdominal para prevenir la pérdida de
líquidos y la evisceración.

En el paciente joven la prioridad es el trauma toracoabdominal, en pacientes


ancianos, se debe poner especial atención a lesiones musculoesqueléticas. La
fijación definitiva se puede realizar en pacientes estables y sin lesiones
complejas, en los pacientes inestables debe valorarse una CCD, especialmente
en presencia de fracturas femorales con múltiples lesiones y fractura del anillo
pélvico. Una manipulación inmediata de las fracturas femorales para realizar
una osteosíntesis definitiva (p. ej. Colocación de un clavo intramedular) puede
incrementar el riesgo de embolización grasa debido a la instrumentación del

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canal medular, iniciar la respuesta inflamatoria y predisponer a la infección
medular.

FASE II Fase de
reanimación incluye
todos los cuidados y
monitoreo en la UCI,
con corrección de la
hipotermia, la
acidosis y la
coagulación. Se
realiza una
Homeostasis
térmica, corrección
coagulopatía,
mejorar
hemodinamia, apoyo
ventilatorio,
identificación de
lesiones

FASE III Cirugía definitiva Después de la estabilización en UCI, el paciente


regresa a la sala de operaciones para la reparación de daño y cierre definitivo a
las vísceras. Se lleva a cabo con el paciente normotérmico,
hemodinámicamente estable y sin coagulopatía.

El tiempo óptimo de reoperación es controversial: algunas veces se lleva a


cabo en 24-48 h, donde otros prefieren esperar 48-96 h. Depende de las
lesiones encontradas, se regresa más pronto con una lesión vascular
importante para establecer un puenteo, que con las lesiones a vísceras huecas.
La operación comienza con una exploración meticulosa de la cavidad, seguido
de las reconstrucciones a vísceras huecas y vasculares. El paso final deberá
ser la remoción del empaquetamiento antes del cierre, debido a que podría
resultar en sangrado recurrente y en la necesidad de reempaquetar.

El término de reoperación no planeada hace referencia a la necesidad de


realizar una nueva cirugía sin planeación previa ni una completa estabilización
en la UCI. En este tipo de pacientes las complicaciones son habituales,

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frecuente y mortal la falla orgánica múltiple y los abscesos intrabdominales que
causan la muerte en 15-20% de los enfermos. Se reopera si el paciente cursa
con sangrado activo, si se sospecha una lesión entérica inadvertida o peritonitis
o SCA. Muchos pacientes continúan sangrando después de la primera cirugía,
lo que hace particularmente difícil la decisión de reoperar.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
1. Vizuete, J. J., Valdivieso, J. P., Suay, R. N., Garrido, M. G., Naharro, J.
M., & García, R. P. (2012). Reanimación de control de daños en el
paciente adultocon trauma grave. Revista Española de Anestesiología y
Reanimación, 59(1), 31-42.

2. Aguilera, J. F. C., & Jiménez, S. M. (2013). Cirugía de control de daños:


una revisión. Gaceta Médica de México, 149(1), 61-72.

3. Laguzzi, M. C., Monge, G., Ferla, D., & Sciuto, P. (2016). Cirugía del
Control de Daños. Fundamentos y Resultados. Revisión de 4 años en
un hospital público de Uruguay. Anales de la Facultad de Medicina,
Universidad de la República, Uruguay, 2(2), 45-52.

4. Egea-Guerrero, J. J., Freire-Aragón, M. D., Serrano-Lázaro, A.,


Quintana-Díaz, M., de Trauma, G. D. T., & de SEMICYUC, N. (2014).
Objetivos y nuevas estrategias de resucitación en el paciente
traumatizado grave. Medicina Intensiva, 38(8), 502-512.

5. Hernández-Velázquez, Edgar Uriel, Loyola-García, Ulises, Betancourt-


Ángeles, Mario, Gómez-Ríos, Neyra, Pérez-Guadarrama, Oliver
Alejandro, Albores-Figueroa, Rosemberg, & Corona-Esquivel, Enrique.
(2012). Control de daños en trauma penetrante de cuello: Abordaje
multidisciplinario. Cirujano general, 34(2), 138-142.

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