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La demanda de energía eléctrica en Perú y otros países de la región se ha reducido entre un 6% y 32% debido a las medidas de aislamiento social implementadas para prevenir la propagación del COVID-19. El sector residencial ha incrementado su consumo, mientras que la industria y el comercio lo han reducido significativamente. Perú ha disminuido su producción eléctrica en un 32% en promedio desde la cuarentena general del 15 de marzo. La participación de la energía hidráulica ha aumentado al 90%, mientras que la de gas natural se
La demanda de energía eléctrica en Perú y otros países de la región se ha reducido entre un 6% y 32% debido a las medidas de aislamiento social implementadas para prevenir la propagación del COVID-19. El sector residencial ha incrementado su consumo, mientras que la industria y el comercio lo han reducido significativamente. Perú ha disminuido su producción eléctrica en un 32% en promedio desde la cuarentena general del 15 de marzo. La participación de la energía hidráulica ha aumentado al 90%, mientras que la de gas natural se
La demanda de energía eléctrica en Perú y otros países de la región se ha reducido entre un 6% y 32% debido a las medidas de aislamiento social implementadas para prevenir la propagación del COVID-19. El sector residencial ha incrementado su consumo, mientras que la industria y el comercio lo han reducido significativamente. Perú ha disminuido su producción eléctrica en un 32% en promedio desde la cuarentena general del 15 de marzo. La participación de la energía hidráulica ha aumentado al 90%, mientras que la de gas natural se
Evidentemente, la caída en los niveles de actividad de la economía ha dado lugar a grandes
reducciones en el consumo de energía, lo que se puede observar en la mayoría de los países a medida que se implementaron medidas preventivas durante los últimos 2 meses. Para el presente análisis se recopiló y procesó información de energía y potencia de los diferentes centros de despacho de carga publicada por algunos países de la región. En la mayoría de los casos analizados, las medidas de aislamiento social fueron establecidas entre mediados y finales del mes de marzo. Se evidencia una disminución significativa en la demanda de energía eléctrica de entre el 6% y el 32%, lo que ha ocasionado cambios de programación en los centros de despacho de energía. Tomando en consideración las fuentes, la tendencia ha sido la priorización de la participación de las energías renovables, principalmente de la hidroelectricidad. Las medidas de aislamiento obligatorio no afectaron por igual a todos los sectores que demandan electricidad. El sector residencial incrementó su demanda eléctrica. Dicho aumento es debido tanto al teletrabajo como a un uso hogareño más intensivo de dispositivos, durante todo el día. Asimismo, muchos comercios al permanecer cerrados dejaron de demandar electricidad, y las industrias, en su mayoría cerradas u operando en régimen limitado, la redujeron en forma significativa. Siendo la electricidad un servicio esencial y teniendo en cuenta el impacto que el confinamiento obligatorio puede tener sobre el ingreso de los hogares, los países de la región han tomado medidas, a ser aplicadas durante cierto período de tiempo, para garantizar el abastecimiento del servicio en hogares vulnerables y mantener actividades esenciales, como por ejemplo la suspensión de los cortes del servicio por facturas impagas, el pago por parte del Sector Público del consumo domiciliario para hogares pertenecientes a segmentos de bajos ingresos, la posibilidad de solicitar descuentos sustantivos en la factura de consumo, la prórroga del vencimiento de las facturas o la posibilidad de prorratear su pago en cuotas. La producción de energía eléctrica en Perú se ha reducido en promedio un 32%, desde la declaración de cuarentena general del pasado 15 de marzo del 2020. En cuanto a la participación por tipo de fuente, se evidencia una reducción significativa del aporte de Gas natural que pasó del 25% a un 5% promedio. Actualmente la energía hidráulica alcanza cerca del 90% de participación. La caída de la demanda máxima en Perú se ha visto afectada en casi un 36 %.