Está en la página 1de 14

INTRODUCCIÒN

El organismo humano está conformado por distintos órganos y en conjunto,


diversos sistemas que ayudan al buen funcionamiento de todo el cuerpo, pero en esta
ocasión el tema principal o el tema general a tratar es acerca del sistema renal, qué es,
cómo se conforma y qué anomalías son las que se pudieran en encontrar muy
frecuentemente que, por lógica, puedan afectar el correcto funcionamiento de parte o
de todo el sistema renal en nuestro organismo.

Dentro de este documento hablaremos sobre lo que es el sistema renal, qué


órganos están involucrados y sus definiciones. Además, hablaremos sobre cómo se
conforma la corteza renal, la médula renal y otras unidades que se ven involucradas en
el funcionamiento del órgano principal que es el riñón, y por ende, es necesario
comentar el proceso que se realiza para poder expulsar la orina.

Dentro de esta información, también encontraremos lo referente a lo que es la


litiasis renal y uretral, es decir, las complicaciones que se pueden presentar en el
organismo. La litiasis renal y uretral son enfermedades comunes y se pueden presentar
en cualquier momento y en cualquiera de sus modalidades, mismos de los que
estaremos analizando las manifestaciones clínicas.

Analizaremos también, las posibles complicaciones o agravantes que se pueden


presentar durante este proceso de salud e incluso hablar sobre el o los posibles
tratamientos que se puedan adecuar a la necesidad que se presente.
ANATOMIA Y FISIOLOGÍA

SISTEMA RENAL

El sistema urinario es el conjunto de órganos que participan en la formación y evacuación de la


orina. Está constituido por dos riñones, órganos densos productores de la orina, de los que
surgen sendas pelvis renales como un ancho conducto excretor que al estrecharse se
denomina uréter, a través de ambos uréteres la orina alcanza la vejiga urinaria donde se
acumula, finalmente a través de un único conducto, la uretra, la orina se dirige hacia el meato
urinario y el exterior del cuerpo.

Los riñones

Los riñones son dos órganos que poseen la forma de haba o de fríjol, con un tamaño promedio
de 10 a 12 cm de longitud, 5 a 7 cm de anchos y de 3.5 a 5 cm de grosor. Pesan en promedio
135 a 150 gramos. Están situados en la parte posterior y superior del abdomen (generalmente
entre la última vértebra toráxica y la 3ª lumbar). Están recubiertos de una cápsula de tejido
fibroconectivo delgado. Para su estudio se pueden establecer cuatro caras: una interna
(relacionada con la columna vertebral), otra externa, una anterior y otra posterior.

En la cara interna se encuentra una depresión denominada el hilio, punto de entrada y salida
de los vasos sanguíneos (arterias y venas renales) y de los conductos excretores (los uréteres).
El polo superior del riñón está en relación con las cápsulas suprarrenales. La cara externa es
convexa.

Los riñones son un par de órganos ubicados en la región retroperitoneal, uno a


cada lado de la columna vertebral y los grandes vasos. Se trata de un órgano
vital para la vida dado que regula la excreción de productos de desecho, el
equilibrio hidro-electrolíco e incluso la tensión arterial.
La unidad funcional del riñón es la nefrona, un conjunto de elementos celulares
compuesto por células vasculares y células especializadas encargadas de cumplir
la tarea principal del riñón:
funcionar como un %ltro que separa las impurezas de la sangre permi endo su
expulsión a través de la orina.
Para poder cumplir su función a cabalidad, el riñón está unido a dis ntas
estructuras como el uréter (par, uno a cada lado con relación a cada riñón), la
vejiga urinaria (órgano impar que funciona como reservorio de orina, ubicado
en la línea media del cuerpo a la altura de la pelvis) y la uretra (conducto
excretor) también impar y ubicado en la línea media.
En conjunto todas esas estructuras forman lo que se conoce como sistema
urinario, cuya función principal es la producción y excreción de orina
Corteza renal:

En la corteza renal se encuentran las nefronas (unidades funcionales del riñón), así como una

extensa red de capilares arteriales que le dan un caracterís co color rojo; En esta zona se
llevan acabo los procesos %siológicos principales del riñón

Médula renal:

La médula es el área donde se encuentran los túbulos rectos así como los túbulos y los
conductos colectores.

La médula puede considerarse como la primera parte del sistema colector y funciona como
una zona de transición entre el área funcional (corteza renal) y el sistema colector
propiamente dicho (pelvis renal).

En la médula el tejido compuesto por los túbulos colectores se organiza formando de 8 a 18


pirámides renales. Los conductos colectores con>uyen hacia el vér ce de cada pirámide en
una abertura conocida como papila renal, a través de la cual la orina fluye desde la médula
hacia el sistema colector.

Sistema colector:

Es el conjunto de estructuras desnadas a recolectar la orina y canalizarla hacia el exterior. La

primera parte está constuida por los cálices menores, los cuales enen su base orientada
hacia la médula y el vérce hacia los cálices mayores.

Los cálices menores asemejan embudos que recogen la orina que >uye de cada una de las
papilas renales, canalizándola hacia los cálices mayores que enen un tamaño mayor. Cada
cáliz menor recibe el >ujo de una a tres pirámides renales, el cual es canalizado hacia un cáliz
mayor.

Cada uno se conecta por su base con entre 3 y 4 cálices menores cuyo >ujo es dirigido a través
de su vérce hacia la pelvis renal.

La pelvis renal es una estructura de gran tamaño que ocupa aproximadamente 1/4 del
volumen total del riñón; allí desembocan los cálices mayores, liberando la orina que será
empujada hacia el uréter para seguir su camino hacia el exterior.

Glomérulo:

Integrado a su vez por la arteriola aferente, los capilares glomerulares y la arteriola eferente;
todo esto rodeado por la cápsula de Bowman.

Adyacente al glomérulo se encuentra el aparato yuxtaglomerular, responsable de buena parte


de la función endocrina del riñón.

Túbulos renales:
Se forman como una continuación de la cápsula de Bowman y se dividen en varias secciones,
cada una con una función específica.

Según su forma y localización, los túbulos se denominan túbulo contorneado proximal y túbulo
contorneado distal (ubicados en la corteza renal), unidos entre sí por los túbulos rectos que
forman el asa de Henle.Los túbulos rectos se encuentran en la médula renal así como los
túbulos colectores, los cuales se forman en la corteza donde se conectan con los túbulos
contorneados distales para luego pasar a la médula renal donde forman las pirámides renales.

Proceso renal básico: Formación de orina

Los riñones procesan un volumen enorme de sangre cada día. Cada minuto, el flujo sanguíneo
que llega a los glomérulos renales es de unos 1200 mililitros de sangre, de los cuales, 650 ml
corresponden a plasma sanguíneo y de este, una quinta parte aproximadamente será filtrado
en el glomérulo. Esto implica que cada 24 horas, los riñones filtran más de 60 veces todo el
plasma sanguíneo.

Para evitar el enorme coste que la perdida de líquidos y otros elementos esenciales puedan
derivarse del proceso de depuración renal; tras el filtrado glomerular, la formación de orina se
completa con la reabsorción y filtración tubular, de forma que la orina contenga finalmente
menos del 1% de la parte liquida filtrada, y no se eliminen sales, iones y otros metabolitos que
puedan ser útiles

FORMACIÓN DE LA ORINA. FILTRADO GLOMERULAR

Desde una perspectiva funcional, la formación de la orina se inicia en la cavidad glomerular, en


la que se puede distinguir una capa parietal externa de epitelio escamoso simple, que
contribuye a su mantenimiento estructural pero no participa en la formación de la orina; y una
capa visceral, en la que la red capilar vascular y las estructuras glomerulares prácticamente
forman una unidad funcional gracias a la actividad de células epiteliales ramificadas altamente
modificadas llamadas podocitos, que literalmente, van a abrazar a los capilares glomerulares.

Proceso de filtración

La filtración glomerular es un proceso pasivo. De hecho, este proceso de filtración no tiene


apenas gasto energético para el organismo, por lo que podríamos considerarlo un proceso
meramente mecánico en el que la presión hidrostática de la arteria aferente empuja
literalmente a la sangre contra la membrana de filtración glomerular.

4.1.1 Membrana de filtración glomerular. Esta membrana constituye una barrera que evita el
paso al túbulo renal de células y de la mayor parte de las proteínas plasmáticas, generando un
¿ultrafiltrado¿ compuesto fundamentalmente por agua y elementos de pequeño tamaño
circulantes en la sangre. Para realizar esta función, la membrana de filtración consta de un
endotelio capilar fenestrado, es decir, con poros capilares cuyo tamaño impide el paso de
células o la mayor parte de las proteínas.

4.1.2 Membrana basal. Situada entra la capa endotelial y la epitelial. Presenta un grosor de 240
a 340 nm. Está constituida fundamentalmente por colágenos de tipo IV y V, glicoproteínas, y
proteoglicanos como el heparán sulfato. Esta composición hace que presente una carga
electro-negativa que repele a pequeñas proteínas y otros elementos cargados negativamente
que hubiesen atravesado la barrera endotelial fenestrada.
Membrana podocitaria. Los podocitos son células polarizadas, con una parte apical orientada
hacia el espacio de la cápsula de Bowman y otra hacia la lámina basal del endotelio. Presentan
un citoplasma aplanado, que emite multitud de prolongaciones a modo de dedos que
literalmente abrazan a la lámina basal del endotelio, constituyendo los ¿pies interdigitados¿.
Estos pies, suelen contactar con otros ¿pies¿ de podocitos vecinos mediante complejos
moleculares para formar diafragmas de ranura, a través de los cuales moléculas de pequeño
tamaño y elementos líquidos pasaran de la estructura glomerular al túbulo.

Los podocitos mantienen una baja actividad mitótica, y su número permanece prácticamente
invariable al estar reprimida su capacidad replicativa. Pero esto no quiere decir que sean
células funcionalmente inactivas. De hecho, sintetizan y liberan entre otras moléculas colágeno
de tipo IV, fibronectina, laminina, o heparán sulfato, que hacen que presenten una carga
electro-negativa muy importante y colaboren en la actividad funcional de las células de la
membrana basal.

Regulación del filtrado glomerular


El proceso de filtrado glomerular está condicionado por la presión
hidrostática capilar, que tiene que ser constante para garantizar una
actividad funcional eficaz de los riñones. Pero la presión sanguínea
glomerular depende de la presión sanguínea sistémica, y ambas
presiones no siempre van a ir paralelas. Por ejemplo, si aumenta la
presión hidrostática glomerular, se producirá más filtrado y en
consecuencia, más orina y una reducción en la volemia con el
consiguiente descenso de la presión sistémica. Por lo tanto, el
mantenimiento de la presión capilar renal depende de la regulación
nerviosa y endocrina que regula la presión sistémica, pero también
cuenta con un sistema de autorregulación local o intrínseco que
garantiza su mantenimiento.

spectos relevantes en el proceso de filtración renal

Se realiza en el corpúsculo renal en la nefrona. Su principal


característica es poseer un dintel máximo de filtración de
aproximadamente 4,5 nm de diámetro, y mantener una carga
electrostática que repele a proteínas y otros elementos.

Para ello cuenta con: a) Un endotelio capilar capaz de mantener


estable el flujo y a presión sanguínea, con poros de 50 a 100 µm de
diámetro que permita la salida de elementos del plasma; b) Una
membrana basal glomerular, con células cargadas
electronegativamente; c) Una capa de células podocitarias,
contráctiles, que envuelven a los capilares regulando la actividad
capilar y dejando a su vez entre ellas espacios libres que permitan el
paso de pequeñas substancias.

Cuantificación del proceso de filtración: Se consigue calculando la


depuración de un soluto indicador que se filtre totalmente a su paso
por el riñón. Por ejemplo, la inulina o la creatinina, utilizada
habitualmente en clínica que, aunque es secretada parcialmente en
los túbulos (entre un 10 y un 15%), se compensa con la
sobrevaloración entre un 10 y 15% en el método colorimétrico de su
medida. Se calcula que cada glomérulo mantiene una TFG media de
125 ml/ min., que va disminuyendo a medida que aumenta la edad.

La filtración glomerular sigue fundamentalmente leyes físicas


reguladas por presiones que afectan al flujo plasmático, estando
implicadas:

Presión hidrostática del capilar glomerular, se mantiene muy estable


por la capacidad de regulación de la resistencia de la arteriola
aferente como en la de la eferente. Su valor promedio es de 55 mm
de Hg

Presión hidrostática en la cápsula de Bowman, con un valor


prácticamente despreciable en condiciones fisiológicas ya que el
líquido filtrado pasa inmediatamente al túbulo.

Presión oncótica de las proteínas plasmáticas, que, aunque crece


ligeramente hacia el final del glomérulo por la disminución de
volumen líquido filtrado, suele mantenerse estable salvo en estados
de deshidratación, hipoproteinemia, etc.
Aproximadamente cada 22 minutos, la totalidad del plasma
sanguíneo ha sido filtrado en los glomérulos. Esto quiere decir que
los riñones filtran aproximadamente 180 L/día de plasma. Sin
embargo, el volumen de orina en 24 horas suele ser algo inferior a
1,5 litros, de los que aproximadamente el 95 % es agua y el 5%
restante son sustancias de desecho. Por tanto, la composición del
ultrafiltrado glomerular, durante su paso por los túbulos renales es
modificado para que gran parte del agua y los oligoelementos
filtrados sean reabsorbidos y transportados a los capilares
peritubulares para ser reutilizados. Pero a nivel tubular no solo se
produce un proceso de reabsorción. En sentido contrario, es decir,
desde los capilares peritubulares hacia la luz del túbulo renal, algunas
substancias son secretadas.

Estos procesos de reabsorción y secreción permiten por ejemplo que,


solutos importantes como la glucosa se recuperen completamente,
mientras que la mayoría de las toxinas son secretadas y no
reabsorbidas. Por lo tanto, son procesos adaptativos que varían en
función de las necesidades fisiológicas. En este sentido,
prácticamente todos los nutrientes orgánicos como la glucosa y los
aminoácidos se reabsorben por completo para mantener o restaurar
concentraciones plasmáticas dentro de un rango de normalidad.

LITIASIS RENAL Y URETRAL

LITIASIS RENAL

La litiasis renal o urolitiasis es una enfermedad caracterizada por la


aparición de cálculos en el aparato urinario superior.

La manifestación más frecuente de esta patología es el cólico


nefrítico. En el presente artículo se revisa la etiopatogenia,la clínica y
los factores de riesgo de esta enfermedad.
LITIASIS URETRAL

Es la presencia de cálculos de diferentes composiciones químicas,


formas y tamaños en el conducto del uréter, desde la unión pielo-
ureteral hasta la unión ureterovesical. Para efectos de tratamiento,
frecuentemente se dividen en cálculos ureterales del tercio proximal
o superior, cálculos ureterales del tercio medio y cálculos ureterales
del 21 tercio distal o inferior.

Manifestaciones clínicas

La urolitiasis es una enfermedad crónica, que suele cursar con


episodios agudos bastante intensos a los que siguen períodos
asintomáticos u oligosintomáticos.

El espectro clínico es muy variable. Oscila desde cuadros


asintomáticos hasta otros que pueden suponer un serio peligro para
la vida del paciente.

Así pues, las manifestaciones clínicas de la urolitiasis incluyen:


hallazgosanalíticos (microhematuria, leucocituria), dolor lumbar,
cólico nefrítico, síndrome miccional irritativo, infección urinaria,
pionefrosis, sepsis de origen urinario e insuficiencia renal crónica,
Otros síntomas incluyen náuseas y vómitos, sudoración y hematuria,
de un cálculo o de un fragmento de cálculo en la orina. La persona
puede sentir la necesidad imperiosa de orinar con frecuencia, en
especial cuando el cálculo desciende por el uréter. Escalofríos, fiebre,
ardor o dolor al orinar, orina turbia y maloliente, además de
hinchazón abdominal en algunas ocasiones.

Cólico nefrítico

El cólico nefrítico constituye el motivo más frecuente de asistencia


urgente dentro del ámbito urológico y representa un 2-5% de las
urgencias hospitalarias.
El cólico nefrítico es un cuadro predominantemente doloroso, que se
origi na en el ángulo costovertebral del lado afecto y que se irradia
hacia delante afectando a la fosa ilíaca, surco inguinal y genitales
externos. Es un dolor habitualmente intenso y fluctuante, que no se
alivia en ninguna postura ni posición álgica determinada.
Frecuentemente se asocia a un gran componente gastroin testinal y
vegetativo, con náuseas, vómitos, distensión abdominal, íleo
paralítico, sudoración profusa e incluso hipotensión de origen vagal.

El episodio típico ocurre durante la noche o en las primeras horas de


la mañana, tiene comienzo abrupto y suele afectar al paciente
mientras descansa o está en posición sedentaria.

La infección urinaria como manifestación de urolitiasis puede


presentarse en forma de bacteriuria persistente; en este

sentido, las bacterias productoras de ureasa pueden dar lugar a


cálculos coraliformes de fosfato amónico magnésico que suelen
alcanzar gran tamaño y rellenar las cavidades renales. Puede ocurrir
que el paciente acuda a la consulta con episodios recurrentes de
bacteriuria por estos gérmenes, bacteriuria que iría asociada a

un pH urinario muy alcalino y sin historia de dolor lumbar ni cólico


renal.

La pionefrosis consiste en la presencia de orina purulenta en una vía


urinaria obstruida, coincidente por lo general con una alteración
funcional del riñón correspondiente. Aproximadamente en el 75% de
los casos es el primer síntoma de la enfermedad litiásica.

COMPOSICIÓN Y FRECUENCIA RELATIVA DE LOS CÁLCULOS

El 85% de los cálculos urinarios se compone de calcio, principalmente en


forma de oxalato (ver Composición de los cálculos urinarios); el 10% es de
ácido úrico, el 2% de cistina, y la mayoría de los restantes está formada por
fosfato de amonio y magnesio (estruvita).

Las litiasis más frecuentes (80%) son las cálcicas, mayoritariamente de oxalato
cálcico, pero hasta el 40% son mixtas (oxalato y fosfato cálcico).

CLASIFICACIÓN SEGÚN SU COMPOSICIÓN.

 Cálculos de calcio: son los más comunes (representan entre un 60%-80% de todos).
El calcio que nuestro organismo no usa se dirige a los riñones, donde es retenido y
puede combinarse con sustancias como el oxalato –presente en muchos alimentos. El
fosfato y el carbonato son otras de las sustancias con las que a veces se combina el
calcio, y hasta un 40% de los cálculos de calcio son de composición mixta. Por ello es
muy importante consultar con tu médico para determinar el origen, especialmente las
características del núcleo que forma el cálculo renal para poder determinar el
tratamiento más adecuado.
 Cálculos de estruvita: entre un 5%-15% de los cálculos son de este tipo. Resultan
algo más frecuentes en la mujer y, a menudo, son producto de infecciones repetidas o
crónicas en el sistema urinario. Pueden alcanzar un gran tamaño y obstruir el riñón, los
uréteres o la vejiga.
 Cálculos de ácido úrico: del 5% al 10% de los cálculos. Más habituales en las
personas que ingieren mucha carne, mariscos y pescado y también pueden aparecer
en casos en los que la orina contiene una cantidad excesiva de este ácido, como en
pacientes con gota, con determinados trastornos de la sangre, en tratamiento con
quimioterapia o que han sufrido pérdidas rápidas de peso, entre otros casos.
 Cálculos de cistina: un 1% de las piedras renales tienen esta composición. Afectan a
ambos sexos, aunque son poco frecuentes y están provocados por un trastorno
genético llamado cistinuria. Este lleva a los riñones a volcar en la orina demasiada
cantidad de cisteína, un aminoácido presente en los músculos, los nervios y otras
partes del cuerpo.

COMPLICACIONES

Complicaciones
A largo plazo, la litiasis renal puede dar lugar a:
– Pérdida de función renal.
– Pielonefritis xantogranulomatosa.
– Carcinoma epidermoide

Pérdida de función renal


La litiasis urinaria puede generar una neuropatía tubulointersticial, tanto por
mecanismos obstructivos como por la infección asociada. Dicha neuropatía pone
enserio peligro la función renal del paciente, especialmente cuando se producen
episodios repetidos o prolongados de obstrucción e infección, aisladas o
combinadas, llegándose en ocasiones a deterioros irrecuperables de las unidades
renales afectadas. Esta situación es especialmente patente en aquellos enfermos
que inician los cólicos en la adolescencia y posteriormente sufren numerosas
recidivas.

Pielonefritis xantogranulomatosa
Esta enfermedad consiste en una inflamación proliferativa del riñón, asociada por
lo general a litiasis y a infecciones del parénquima de larga evolución. Debe
hacerse diagnóstico diferencial con el carcinoma renal.

Carcinoma epidermoide
Este tipo de carcinoma, con afectación del urotelio superior, es un proceso raro, si
bien casi en el 50% de los casos se asocia con historia de litiasis renal.
TRATAMIENTO QUIRÚRGICO: PIELOLITOTOMIA ABIERTA

Técnica quirúrgica que consiste en la extracción de un cálculo situado en la pelvis renal,


por vía abierta, y practicando una incisión en la pelvis renal.

URETEROLITOTOMIA

La Ureterolitotomía consiste en la extracción de cálculos urinarios localizados en el uréter,


mediante técnica quirúrgica abierta, cuando no se consigue este efecto mediante otros
métodos menos invasivos. Consiste en la localización del cálculo y posterior extracción,
previa incisión en el uréter.

TÉCNICA QUIRÚRGICA DE LA ENFERMERA

TÉCNICA QUIRÚRGICA DEL CIRUJANO

PREPARACIÓN PREOPERATORIA

 Profilaxis antimicrobiana: Tobramicina (TOBRADISTIN) 100 mg im seguidos de


otra dosis a las 8 h.
 En caso de IRC se cambia la Tobramicina por Ceftriaxona (ROCEFALIN ) 1 g im.
•Radiografía previa a la cirugía: Se debe conocer la localización exacta de la
litiasis, para su correcto abordaje.

POSICIÓN DEL PACIENTE

 Uréter lumbar: Decúbito lateral opuesto al de la localización litiásica. Pierna inferior


flexionada completamente con la rodilla cerca del borde de la mesa de
operaciones, y la superior en extensión (entre ambas se coloca un protector) para
tensar al máximo el flanco. La duodécima costilla debe quedar sobre la hendidura
de la mesa de operaciones, la cual debe estar en máxima flexión para tensar al
máximo los músculos del flanco.

TÉCNICA QUIRÚRGICA

 Acceso a uréter lumbar: Incisión de Foley (para litiasis en UPU o próximas a ella) o
lumbotomía subcostal (la descrita): -
 Incisión cutánea con bisturí de hoja sobre la 12ª costilla (transcostal o subcostal) desde
el tercio distal de la costilla, extendiéndola anteriormente 6-8 cm. hacia el ombligo.
Apertura de subcutáneo con bisturí eléctrico.
 Apertura de la fascia del músculo oblicuo externo y sección del mismo. - Apertura de la
fascia del oblicuo interno con sección del mismo y del músculo transverso hasta
alcanzar el espacio retroperitoneal.
 Disección digital o con torunda de la reflexión peritoneal hacia la línea media.
 Se identifica y diseca el uréter sobre el lado peritoneal de la herida, liberándolo hacia
arriba y hacia abajo
 Acceso uréter iliaco o pelviano: Incisión cutánea pararrectal u oblicua de Gibson
del lado afecto (la descrita): - Incisión cutánea con bisturí de hoja en palo de
hockey desde un punto situado a 2,5 cm. en relación medial con la espina iliaca
antero-superior y que se desplace 2,5 cm por encima del repliegue inguinal hasta
el borde del músculo recto de ese lado (Fig. 3A).
 Se secciona la aponeurosis del músculo oblicuo externo en la dirección de sus
fibras. - Se secciona el músculo oblicuo interno en la dirección de sus fibras y se
abre la capa muscular del músculo transverso.
 Se desplaza la fascia transversalis en sentido medial, para separar el peritoneo de
los vasos de la pared corporal. Se identifica el uréter contra el peritoneo cuando
cruza los vasos iliacos.

Técnica quirúrgica:

 Identificación del uréter y disección del mismo preservando el tejido periureteral.


 Localización de la litiasis mediante palpación digital, con maniobras suaves para
evitar la migración de la misma.
 Inmovilización de la litiasis con vessel loop o pinzas de Babcock alrededor del
uréter, proximales y distales a la misma.
 Incisión longitudinal con hoja de bisturí del 11 sobre el extremo superior de la
litiasis para abrir la pared ureteral.
 Extracción con suavidad de la litiasis con disector o pinzas de Randall. Se retira en
este momento el vessel loop proximal.
 Se canaliza a través del uréter una sonda de alimentación del 8F en sentido
proximal y distal (tras retirar el vessel loop distal) para comprobar la permeabilidad
del uréter.
 Se lava el uréter con la misma sonda si es preciso. Colocación de catéter de doble
J, primero proximalmente a través de la ureterotomía y luego distalmente, sobre
una guía teflonada.
 Se cierra la ureterolitotomía con puntos interumpidos reabsorbibles de 4/0 ó 5/0 de
ác. poliglicólico (DEXON) a través de la pared ureteral.
 Colocación de un drenaje (Penrose o Jackson-Pratts) próximo a la ureterotomía y
exteriorizado a través de la piel.

COMPLICACIONES

Por lo general, esta cirugía no suele presentar problemas. Sin embargo, como toda cirugía, conlleva
riesgos. El médico evaluará los posibles problemas. Entre las complicaciones asociadas con
cualquier cirugía, se incluyen las siguientes:

 Reacción adversa a la anestesia, que incluye mareos, presión arterial baja y sibilancia
 Infección
 Sangrado excesivo
 Ataque cardíaco o accidente cerebrovascular
 Coágulos sanguíneos
 Muerte

Entre las complicaciones relacionadas con la ureterolitotomía, se incluyen las siguientes:


 Cicatrización excesiva o estrechamiento del uréter, que pueden provocar problemas renales
 Imposibilidad de eliminar el cálculo renal
 Problemas al orinar, por ejemplo:
o Filtración de orina desde el uréter
o Dificultad para orinar, en especial en los hombres
 Complicaciones intestinales:
o Puede obstrirse o paralizarse después de la cirugía y causar distensión abdominal y
vómitos
o Formación de tejido cicatricial alrededor del intestino, que puede causar
obstrucciones
 Cicatrización excesiva de la incisión
 Hernia

INTERVENCIONES Y ACTIVIDADES DE ENFERMERÍA EN EL POS OPERATORIO

 0703-NOC3-Severidad de la infección
 2440-Mantenimiento de dispositivos de acceso venoso
 2440A-Cambio del sistema de infusión-llaves
 2440B-Cambio del conector
 1876-Cuidados del catéter urinario
 1876A-Vaciar bolsa colectora-AUX
 1400-Manejo del dolor
CONCLUSIÓN
Es muy importante identificar los síntomas o cualquier otra señal de alarma que nuestro
cuerpo emite ante un inminente peligro y es que, tratándose de los riñones pues es para
alarmarse, ya que los riñones son de los órganos más delicados y vitales, con los que cuenta el
ser humano. Es por ello que, debemos tener en claro a que nos referimos cuando hablamos
sobre cálculo renal, litiasis renal o uretral, las manifestaciones clínicas y muchos otros detalles,
ya que contando con estos conocimientos acerca del tema, tendremos un panorama más
amplio y de este modo, poder determinar en primer plano que estamos hablando de una
problemática presente en el sistema renal.

Los cálculos renales, como bien hemos tratado el tema en este documento, se pueden
presentar en cualquier parte del conducto urinario, estos coloquialmente son llamados
“piedras en el aparato urinario”, estos a su vez, ocasionando varias alteraciones en la salud y
en el funcionamiento normal del organismo humano. Teniendo presente todo esto y demás
información recabada en este escrito, podemos conocer la magnitud de los daños que puede
ocasionar en el ser humano y por consecuente, mantener un diagnóstico correcto ante la
presencia de este padecimiento.

Debemos tener en claro que algunas veces el tratamiento, según el tipo de


padecimiento, puede o no funcionar de manera correcta, pero en sí el objetivo es firme y
consiste en la eliminación de los cálculos, mediante intervenciones quirúrgicas, donde se
emplean cuidados específicos, incluyendo intervenciones del cirujano y del personal de
enfermería a cargo del área establecida, para poder realizar cuidados establecidos y asimismo
evitar complicaciones postoperatorias.

Los problemas renales se siguen convirtiendo en una de las causas más comunes de
emergencia hospitalaria y quirúrgica, pero todo esto se debe a que no existe un tratamiento
oportuno y esto a su vez implica un riesgo para la vida del paciente.

También podría gustarte