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Día a día por tu salud mental.

Programa 3

Actitud positiva

Según Goleman, autor de “Inteligencia emocional” el optimismo y la esperanza


impiden caer en la apatía, la desesperación o la depresión frente a los problemas.
Los pesimistas consideran que los contratiempos constituyen algo irremediable y
reaccionan ante los problemas asumiendo que no hay nada que puedan hacer para que
las cosas salgan mejor y, por tanto, no hacen nada. Pero, deberíamos tener en cuenta
que no nacemos con esta actitud sino que la podemos cambiar en cualquier momento.
Debemos ser conscientes de que somos responsable de nuestras actitudes lo cual es
importante porque así nos podemos mejorar a nosotros mismos.
Goleman llama “inteligencia emocional” a la “capacidad de motivarnos a nosotros
mismos, de perseverar en el empeño a pesar de las posibles frustraciones, de controlar
los impulsos, de diferir las gratificaciones, de regular nuestros propios estados de
ánimo, de evitar que la angustia interfiera con nuestras facultades racionales y, por
último –pero no, por ello menos importante–, la capacidad de empatizar y confiar en los
demás“.
Los principios de la “Inteligencia Emocional” se pueden resumir en cinco puntos:

1. Sea consciente de sus propios sentimientos y de los


sentimientos de los demás.
2. Muestre empatía y comprenda los puntos de vista de los
demás.
3. Haga frente de forma positiva a los impulsos emocionales y de
conducta y regúlelos.
4. Plantéese objetivos positivos y trace planes para alcanzarlos.

GUION VIDEO 2

Actitud positiva

Según Goleman, autor de “Inteligencia emocional” el optimismo y la esperanza


impiden caer en la apatía, la desesperación o la depresión frente a los problemas.
Los pesimistas consideran que los contratiempos constituyen algo irremediable y
reaccionan ante los problemas asumiendo que no hay nada que puedan hacer para que
las cosas salgan mejor y, por tanto, no hacen nada. Pero, deberíamos tener en cuenta
que no nacemos con esta actitud sino que la podemos cambiar en cualquier momento.
Debemos ser conscientes de que somos responsable de nuestras actitudes lo cual es
importante porque así nos podemos mejorar a nosotros mismos.
Goleman llama “inteligencia emocional” a la “capacidad de motivarnos a nosotros
mismos, de perseverar en el empeño a pesar de las posibles frustraciones, de controlar
los impulsos, de diferir las gratificaciones, de regular nuestros propios estados de
ánimo, de evitar que la angustia interfiera con nuestras facultades racionales y, por
último –pero no, por ello menos importante–, la capacidad de empatizar y confiar en
los demás“.
Los principios de la “Inteligencia Emocional” se pueden resumir en cinco puntos:

5. Sea consciente de sus propios sentimientos y de los


sentimientos de los demás.
6. Muestre empatía y comprenda los puntos de vista de los
demás.
7. Haga frente de forma positiva a los impulsos emocionales y de
conducta y regúlelos.
8. Plantéese objetivos positivos y trace planes para alcanzarlos.
9. Utilice las dotes sociales positivas a la hora de relacionarse.
PAUTAS PARA MANTENER UNA ACTITUD POSITIVA
 1. Muchas veces, magnificamos las cosas negativas
Cuando estamos viviendo una circunstancia negativa, no nos damos cuenta, ya que
estamos absorbidos por la misma pero podemos extraer una experiencia que, con la
percepción del tiempo, admitiremos que fue positiva, ya que nos enseño alguna cosa
que, posteriormente, podremos utilizar para experiencias similares.
Y es que dicha experiencia emocional, en si misma, está vacía de contenido, no es ni
buena ni mala, sino que somos nosotros quienes les otorgamos tal cualificación. Lo más
importante: al mirar atrás, ¿podremos decir que nos queremos o nos valoramos más a
raíz de ella? Lo que recordaremos de dicha situación, si la botella estaba medio llena o
medio vacía sólo depende de lo que tú decidas
2. No anticipes, vive el presente
Tener una actitud positiva no significa pensar que todo debe ser perfecto porque así sólo
lograrás angustiarte ya que necesitarás tenerlo todo bajo control, lo cual es imposible.
En esta situación, probablemente, acabarás con algún trastorno psicológico en un afán
de conseguir un imposible y, por cierto, con una actitud negativa, puesto que gastarás tu
tiempo en anticipar desgracias futuras
Por ello, olvídate de malgastar tu esfuerzo en aquello que sabes que es contraproducente
para tu bienestar emocional y vive, que de eso se trata. Disfruta del presente, que es lo
único que tenemos, del aquí y del ahora. Muchas veces, resulta más liberador de lo que
imaginas pensar que las cosas no siempre ocurren como uno desea y, entonces, sólo
cabe, aceptarlo
3. Y acepta, también, que te puedes equivocar, cómo cualquiera
Efectivamente, quién esté libre de error que tire la primera piedra y todos hemos pasado
por ello. Pero, ¿te sirve de algo autocriticarte constantemente?  No sería mejor parar un
instante y decirse: y bien, si hay una siguiente ocasión, ¿cómo lo resolveré?. De esta
forma, consigues un aprendizaje a partir del error, no te sientas en la piedra a llorar
indefinidamente por el mismo. De hecho “el único hombre que no se equivoca es el que
no intenta nunca nada”
4. El poder curativo de la risa
No es necesario que afrontes tú solo las situaciones negativas que se te pueden
presentar. La familia y los amigos están ahí para ayudarte a con cualquier experiencia
negativa, si coges la mano que te tienden, la relación con ellos se verá fortalecida y la
actitud de todos será más positiva.
Nunca menosprecies el poder curativo de la risa, que es una fórmula excepcional para
reducir el estrés, sentirte bien y hacer sentir bien a los demás. De hecho, como decía
James “No reímos porque estamos felices, estamos felices porque reímos”.
5. Hasta los peores momentos, pasan
La vida es como una montaña llena de picos y valles pero, también, las situaciones
negativas pasan. Debes quedarte con todo aquello que sea significativo para ti de esa
situación (quizás sea la lección que extraigas, cómo lo has afrontado) y  no debes
olvidar que hasta los peores momentos también acaban, y son oportunidades para
demostrarnos que podemos superarnos a nosotros mismos
6. Despierta tu interés por la vida
Sé curioso con el mundo que te rodea y la gente que te rodea porque siempre puedes
aprender de ellos. Si tienes verdadero interés en la vida, ello te otorga una manera
diferente de pensar, dejando una huella positiva en tu vida
7. Deja de quejarte
Frecuentemente nos estamos quejando de todo: que si del marido, del jefe, del
meteorólogo de la tele que nunca “adivina” el tiempo… Sin embargo, sería bueno
empezar a aprender que pensar en positivo es un hábito, sí, sí, un hábito (como comer,
ducharse,…)
8. Siente gratitud por lo que te rodea
Invierte un poco de tiempo al día en recordar aquellas razones por las cuales te sientes
agradecido y con quién; todo ello, te ayuda a mantener la actitud positiva ya que
convierte la rabia y la frustración en alegría y ánimos.
9. Un día sin sonrisas, es un día perdido
Es importante sonreírle a la vida, a la gente e, incluso, a aquello que nos sucede de
forma cotidiana porque nos ayudará a que nuestra actitud ante la vida y sus
circunstancias sea positiva.
Si sonreímos, la gente suele devolver esa sonrisa y ese feedback positivo nos ayudará en
nuestra forma de ver y comprender el mundo. Por tanto, regala sonrisas; son gratis y la
recompensa emocional es elevada
10. Respeta tu espacio personal, es muy necesario
A veces, no tener un espacio para uno mismo puede producir episodios depresivos en
algunas personas que se hallan esclavas de sus obligaciones, lo cual conduce a una
actitud negativa. Por tanto, lo ideal es dedicarle un espacio, a ser posible diario, a
aquello que te resulte placentero; la lectura, la música, un poco de deporte, un baño
relajante, una salida con amigas… cualquier cosa que sirva para disfrutar de los
pequeños detalles de la vida que, al fin y al cabo, son los más importantes y que
recargan nuestras pilas de actitud positiva
Finalmente, ten presente que es tu decisión ver la vida de la manera que quieras. Nadie
te está forzando a tener una actitud negativa, así que eres tú quien debe tomar el control
y cambiar tu visión negativa por una vida más entusiasta y llena de felicidad. La vida
esta llena de decisiones y esta es una de ellas: ¿el vaso medio lleno o medio vacío?

https://www.psicologaonline.org/articulos/actitud-positiva/

https://www.dolorsmaspsicologa.com/como-mantener-una-actitud-positiva/
Programa 4

Importancia de la salud mental

QUÉ ES LA SALUD MENTAL?

Al hablar de salud física, casi todo el mundo sabe lo que hay que hacer para conservarla. Pero
cuando preguntamos cómo mantener una buena salud mental, muchos dudan y no saben qué
decir. Sin embargo, es posible regular nuestro bienestar mental y emocional, ejerciendo influencia
sobre nuestros pensamientos, sentimientos, deseos y estado de ánimo. Es posible hacer
decisiones de suma importancia para la salud mental. Y manteniendo esas decisiones, gozaremos
de un estado mental equilibrado y alcanzaremos nuestros objetivos. Además, estaremos
previniendo la ansiedad, el desánimo, la culpabilidad, el sentir de inferioridad y otras muchas
dolencias de naturaleza psíquica.

Es el estado de equilibrio que debe existir entre las personas y el medio que les rodea, incluye el
bienestar emocional, físico y social e influye en cómo piensas, sientes, actúas y reaccionas ante
momentos de estrés.

La salud mental muy importante para tu propio bienestar como el de las personas que rodean y
hasta en tu desempeño: para ti mismo, para quienes te rodean y para tu comunidad.

Ahora bien, ¿qué puede afectar tu salud mental? Algunos factores pueden ser la inseguridad, la
desesperanza, los cambios sociales y el rápido avance de acontecimientos en tu vida y en la
sociedad; los riesgos de violencia y problemas que afecten tu salud física. También influyen las
experiencias personales, familiares, escolares y laborales.

Recomendaciones para una buena salud mental

1. Revise sus actividades diarias. El cuerpo y la mente se regeneran cuando nos


mantenemos ocupados. El oficio, profesión o la actividad estudiantil son tareas que,
cuando las hacemos a conciencia, producen satisfacción y agrado y son fuentes de salud
mental. Muchos trastornos mentales se detonan o perpetúan con la falta de actividad.
Pero no es suficiente llenar nuestro tiempo de actividad productiva. También el ocio es
necesario. Si el trabajo regular es sedentario, el ocio debe incluir actividad física para
compensar el exceso de quietud. Y si la labor profesional consiste en actividad física, es
bueno buscar motivos de ocio en donde la mente esté activa, como la lectura, el
coleccionismo, o la tertulia.
2. Mantenga sanas relaciones interpersonales
Cuando no hay roces ni dificultades y uno disfruta de buena relación con el cónyuge, con
el jefe, con el compañero, con el amigo y con el vecino, se goza de un estado de paz
mental y de bienestar psicológico incompatible con los trastornos mentales. Pero cuando
la relación con otras personas se encuentra en mal estado, la vida se torna amarga e
imperan la tristeza y el desánimo.
Muéstrese dispuesto a cooperar con sus compañeros, sea cortés y respetuoso con sus
superiores, bondadoso con todos y haga todo lo posible para conservar el buen humor.
Para su tiempo libre, no se limite a actividades en solitario sino busque actividades que
incluyan trato con otras personas.
3. Cultive pensamientos positivos.
La conexión entre los pensamientos y el estado de ánimo es incuestionable. Ser feliz y
estar mentalmente sano depende mucho de cómo se procesan los contenidos mentales. El
famoso psicólogo y psiquiatra Aarón Beck nos dice que las personas que corren mayor
riesgo de padecer trastornos mentales son quienes piensan de forma negativa, por partida
triple. Tienen una visión negativa:
• de sí mismos • del entorno que los rodea, y • del futuro.
4. Evite los sentimientos de culpa
Evite sentirse culpable por actos indeseados que le ocurrieron a otros en donde usted
estuvo involucrado o por situaciones que lo afectan a usted directamente. Aprenda a no
auto-inculparse y a comprender que no es responsable de esos males. Por otra parte, hay
personas que realmente tienen culpa por haber actuado mal. En estos casos, la confesión,
el arrepentimiento, el perdón y la reconciliación son caminos acertados para evitar el peso
de la culpa.
5. Mantenga un buen concepto de usted mismo
ya que la autoestima empobrecida está asociada a ciertos trastornos mentales. Cuando
alguien se siente inferior, inadecuado, e insuficiente, sus conductas serán de naturaleza
inferior. Al ver la pobreza de los resultados, el encartado se reafirma aún más en su
creencia y tiende constantemente al fracaso. La seguridad en sí mismo es un buen hábito
emocional que afecta la autoestima. Es, pues, fundamental que la persona no sea
demasiada estricta consigo misma en su pensamiento hacia sí. Por ello, quienes tienden a
esta dirección deben animarse a sí mismos, recordarse los triunfos del pasado, las
vivencias victoriosas, y confiar en que el futuro será venturoso. Todo el mundo, sin
excepción tiene virtudes y defectos.
6. Viva saludablemente
Mientras dure la dolencia física, nos será difícil gozar de bienestar mental. Es necesario,
pues, mantener un buen estado orgánico para gozar de salud mental.
Aliméntese sananamente
Duerma lo suficiente
Practique una rutina de ejercicio
Tome suficientes líquidos
Evite el consumo de bebidas alcohólicas
7. Viva la espiritualidad
Esa conexión con lo espiritual es fuente de paz y serenidad.

Referencias

https://www.redalyc.org/pdf/4676/467652767009.pdf

GUION VIDEO 5

Salud metal en los adultos mayores

Gozar de un estado de salud mental sano en la tercera edad se traduce en una mayor calidad de
vida para los ancianos y en un envejecimiento más feliz. Sin embargo, existe un gran porcentaje de
personas mayores con alteraciones psiquiátricas, entre las que se incluyen la depresión y
la demencia, que afectan gravemente a su bienestar emocional y físico.  

Los trastornos mentales son un gran obstáculo para las personas mayores, ya que les impiden
disfrutar de plenamente de esta etapa de su vida. Aunque no hay datos fiables sobre si la
depresión y la ansiedad aumentan con la edad, sí se aprecia que estas enfermedades se producen
más en las últimas etapas de la vida. De hecho, la depresión afecta aproximadamente a un 15% de
la población mayor de 65 años. Las mujeres, las personas que viven solas y las que presentan
discapacidades o enfermedades físicas son más propensas a padecer trastornos depresivos a esta
edad.

Diagnóstico y prevención, los mejores aliados de la salud mental

Muchas veces los síntomas de los trastornos mentales pasan desapercibidos en las primeras fases,
debido a que se confunden con otros problemas propios de esta etapa de la vida. Junto a un
correcto diagnóstico, la prevención es una de las mejores medidas para conservar la salud
mental en las personas mayores.
La salud mental de los ancianos afecta no solo a quien la padece sino a su entorno familiar y a
sus cuidadores, por lo que es importante involucrarse para mantener una buena salud
mental trabajando con nuestros mayores en su bienestar emocional y cognitivo.

La participación en actividades positivas contribuye a conservar la salud mental en las personas


mayores y mejora su calidad de vida. Las actividades educativas adaptadas a la tercera edad sirven
para que los ancianos mantengan una vida social activa, no se sientan solos y vivan un proceso
de envejecimiento más saludable y satisfactorio.

Por otra parte, el ejercicio físico moderado, como los paseos, es otro de los factores que
contribuye a mejorar la salud mental y a aumentar la participación social de los ancianos. La
actividad física mejora el estado psicológico y reduce los síntomas depresivos. Aunque no se
dispone de datos científicos, recientemente se ha observado que existe una relación entre la
actividad física y una menor tasa de demencia.

Cómo ayudar a nuestros mayores a conservar su salud mental

1. Ejercicios de agudeza mental. Leer, hacer sudokus o crucigramas, jugar al dominó o al


ajedrez son actividades que estimulan el cerebro y favorecen la creación de conexiones
neuronales. Además, sirven para evadir la mente de las preocupaciones cotidianas. Las
habilidades que no se practican se van perdiendo porque no se refuerzan las sinapsis o
conexiones neuronales. Invita a tus mayores a realizar sus actividades mentales favoritas
como parte de su ocio.

2. Ejercicio físico. Tener un estilo de vida activo sirve para dormir mejor, descargar el estrés,
reducir los estados depresivos y mejorar el estado de salud general (peso, colesterol,
tensión arterial, circulación…), con lo que se consigue una mayor sensación de bienestar
emocional. La actividad física puede consistir en dar paseos o en acudir a clases de
gimnasia para la tercera edad. Cualquier ejercicio adaptado a sus condiciones físicas
beneficiará la salud mental de las personas mayores.

3. Alimentos para el cerebro. Algunos alimentos son especialmente beneficiosos para la


producción de las hormonas que favorecen un buen estado de ánimo y mejoran la salud
de nuestro cerebro. En general, todos los alimentos ricos en Omega 3 y 6, vitaminas E, B6
y B12, antioxidantes, ácido fólico, hierro, magnesio y calcio son beneficiosos para la
memoria, la concentración, el estado de ánimo y la atención.

4. Tomar el sol. Con la protección necesaria y de forma moderada, tomar el sol aporta


muchas ventajas para la salud mental de las personas mayores. Además de ser una forma
de salir a pasear, el sol ayuda a fijar la vitamina D necesaria para que el calcio haga su
función en los huesos. Y no olvidemos que los rayos UV promueven la producción de
serotonina, esencial para el estado de ánimo.

5. Romper con la monotonía. Uno de los principales problemas a los que se enfrentan los
ancianos es la soledad y el aislamiento. Esto lleva a un estilo de vida rutinario y monótono
que puede influir en un estado de ánimo depresivo.
6. Invita a tus mayores a participar en actividades de grupo, con la familia, con asociaciones o
con Utilice las dotes sociales positivas a la hora de relacionarse.

PAUTAS PARA MANTENER UNA ACTITUD POSITIVA


 1. Muchas veces, magnificamos las cosas negativas
Cuando estamos viviendo una circunstancia negativa, no nos damos cuenta, ya que
estamos absorbidos por la misma pero podemos extraer una experiencia que, con la
percepción del tiempo, admitiremos que fue positiva, ya que nos enseño alguna cosa
que, posteriormente, podremos utilizar para experiencias similares.
Y es que dicha experiencia emocional, en si misma, está vacía de contenido, no es ni
buena ni mala, sino que somos nosotros quienes les otorgamos tal cualificación. Lo más
importante: al mirar atrás, ¿podremos decir que nos queremos o nos valoramos más a
raíz de ella? Lo que recordaremos de dicha situación, si la botella estaba medio llena o
medio vacía sólo depende de lo que tú decidas
2. No anticipes, vive el presente
Tener una actitud positiva no significa pensar que todo debe ser perfecto porque así sólo
lograrás angustiarte ya que necesitarás tenerlo todo bajo control, lo cual es imposible.
En esta situación, probablemente, acabarás con algún trastorno psicológico en un afán
de conseguir un imposible y, por cierto, con una actitud negativa, puesto que gastarás tu
tiempo en anticipar desgracias futuras
Por ello, olvídate de malgastar tu esfuerzo en aquello que sabes que es contraproducente
para tu bienestar emocional y vive, que de eso se trata. Disfruta del presente, que es lo
único que tenemos, del aquí y del ahora. Muchas veces, resulta más liberador de lo que
imaginas pensar que las cosas no siempre ocurren como uno desea y, entonces, sólo
cabe, aceptarlo
3. Y acepta, también, que te puedes equivocar, cómo cualquiera
Efectivamente, quién esté libre de error que tire la primera piedra y todos hemos pasado
por ello. Pero, ¿te sirve de algo autocriticarte constantemente?  No sería mejor parar un
instante y decirse: y bien, si hay una siguiente ocasión, ¿cómo lo resolveré?. De esta
forma, consigues un aprendizaje a partir del error, no te sientas en la piedra a llorar
indefinidamente por el mismo. De hecho “el único hombre que no se equivoca es el que
no intenta nunca nada”
4. El poder curativo de la risa
No es necesario que afrontes tú solo las situaciones negativas que se te pueden
presentar. La familia y los amigos están ahí para ayudarte a con cualquier experiencia
negativa, si coges la mano que te tienden, la relación con ellos se verá fortalecida y la
actitud de todos será más positiva.
Nunca menosprecies el poder curativo de la risa, que es una fórmula excepcional para
reducir el estrés, sentirte bien y hacer sentir bien a los demás. De hecho, como decía
James “No reímos porque estamos felices, estamos felices porque reímos”.
5. Hasta los peores momentos, pasan
La vida es como una montaña llena de picos y valles pero, también, las situaciones
negativas pasan. Debes quedarte con todo aquello que sea significativo para ti de esa
situación (quizás sea la lección que extraigas, cómo lo has afrontado) y  no debes
olvidar que hasta los peores momentos también acaban, y son oportunidades para
demostrarnos que podemos superarnos a nosotros mismos
6. Despierta tu interés por la vida
Sé curioso con el mundo que te rodea y la gente que te rodea porque siempre puedes
aprender de ellos. Si tienes verdadero interés en la vida, ello te otorga una manera
diferente de pensar, dejando una huella positiva en tu vida
7. Deja de quejarte
Frecuentemente nos estamos quejando de todo: que si del marido, del jefe, del
meteorólogo de la tele que nunca “adivina” el tiempo… Sin embargo, sería bueno
empezar a aprender que pensar en positivo es un hábito, sí, sí, un hábito (como comer,
ducharse,…)
8. Siente gratitud por lo que te rodea
Invierte un poco de tiempo al día en recordar aquellas razones por las cuales te sientes
agradecido y con quién; todo ello, te ayuda a mantener la actitud positiva ya que
convierte la rabia y la frustración en alegría y ánimos.
9. Un día sin sonrisas, es un día perdido
Es importante sonreírle a la vida, a la gente e, incluso, a aquello que nos sucede de
forma cotidiana porque nos ayudará a que nuestra actitud ante la vida y sus
circunstancias sea positiva.
Si sonreímos, la gente suele devolver esa sonrisa y ese feedback positivo nos ayudará en
nuestra forma de ver y comprender el mundo. Por tanto, regala sonrisas; son gratis y la
recompensa emocional es elevada
10. Respeta tu espacio personal, es muy necesario
A veces, no tener un espacio para uno mismo puede producir episodios depresivos en
algunas personas que se hallan esclavas de sus obligaciones, lo cual conduce a una
actitud negativa. Por tanto, lo ideal es dedicarle un espacio, a ser posible diario, a
aquello que te resulte placentero; la lectura, la música, un poco de deporte, un baño
relajante, una salida con amigas… cualquier cosa que sirva para disfrutar de los
pequeños detalles de la vida que, al fin y al cabo, son los más importantes y que
recargan nuestras pilas de actitud positiva
Finalmente, ten presente que es tu decisión ver la vida de la manera que quieras. Nadie
te está forzando a tener una actitud negativa, así que eres tú quien debe tomar el control
y cambiar tu visión negativa por una vida más entusiasta y llena de felicidad. La vida
esta llena de decisiones y esta es una de ellas: ¿el vaso medio lleno o medio vacío?

https://www.psicologaonline.org/articulos/actitud-positiva/

https://www.dolorsmaspsicologa.com/como-mantener-una-actitud-positiva/
Programa 4

Importancia de la salud mental

QUÉ ES LA SALUD MENTAL?

Al hablar de salud física, casi todo el mundo sabe lo que hay que hacer para conservarla. Pero
cuando preguntamos cómo mantener una buena salud mental, muchos dudan y no saben qué
decir. Sin embargo, es posible regular nuestro bienestar mental y emocional, ejerciendo influencia
sobre nuestros pensamientos, sentimientos, deseos y estado de ánimo. Es posible hacer
decisiones de suma importancia para la salud mental. Y manteniendo esas decisiones, gozaremos
de un estado mental equilibrado y alcanzaremos nuestros objetivos. Además, estaremos
previniendo la ansiedad, el desánimo, la culpabilidad, el sentir de inferioridad y otras muchas
dolencias de naturaleza psíquica.

Es el estado de equilibrio que debe existir entre las personas y el medio que les rodea, incluye el
bienestar emocional, físico y social e influye en cómo piensas, sientes, actúas y reaccionas ante
momentos de estrés.

La salud mental muy importante para tu propio bienestar como el de las personas que rodean y
hasta en tu desempeño: para ti mismo, para quienes te rodean y para tu comunidad.

Ahora bien, ¿qué puede afectar tu salud mental? Algunos factores pueden ser la inseguridad, la
desesperanza, los cambios sociales y el rápido avance de acontecimientos en tu vida y en la
sociedad; los riesgos de violencia y problemas que afecten tu salud física. También influyen las
experiencias personales, familiares, escolares y laborales.

Recomendaciones para una buena salud mental

8. Revise sus actividades diarias. El cuerpo y la mente se regeneran cuando nos


mantenemos ocupados. El oficio, profesión o la actividad estudiantil son tareas que,
cuando las hacemos a conciencia, producen satisfacción y agrado y son fuentes de salud
mental. Muchos trastornos mentales se detonan o perpetúan con la falta de actividad.
Pero no es suficiente llenar nuestro tiempo de actividad productiva. También el ocio es
necesario. Si el trabajo regular es sedentario, el ocio debe incluir actividad física para
compensar el exceso de quietud. Y si la labor profesional consiste en actividad física, es
bueno buscar motivos de ocio en donde la mente esté activa, como la lectura, el
coleccionismo, o la tertulia.
9. Mantenga sanas relaciones interpersonales
Cuando no hay roces ni dificultades y uno disfruta de buena relación con el cónyuge, con
el jefe, con el compañero, con el amigo y con el vecino, se goza de un estado de paz
mental y de bienestar psicológico incompatible con los trastornos mentales. Pero cuando
la relación con otras personas se encuentra en mal estado, la vida se torna amarga e
imperan la tristeza y el desánimo.
Muéstrese dispuesto a cooperar con sus compañeros, sea cortés y respetuoso con sus
superiores, bondadoso con todos y haga todo lo posible para conservar el buen humor.
Para su tiempo libre, no se limite a actividades en solitario sino busque actividades que
incluyan trato con otras personas.
10. Cultive pensamientos positivos.
La conexión entre los pensamientos y el estado de ánimo es incuestionable. Ser feliz y
estar mentalmente sano depende mucho de cómo se procesan los contenidos mentales. El
famoso psicólogo y psiquiatra Aarón Beck nos dice que las personas que corren mayor
riesgo de padecer trastornos mentales son quienes piensan de forma negativa, por partida
triple. Tienen una visión negativa:
• de sí mismos • del entorno que los rodea, y • del futuro.
11. Evite los sentimientos de culpa
Evite sentirse culpable por actos indeseados que le ocurrieron a otros en donde usted
estuvo involucrado o por situaciones que lo afectan a usted directamente. Aprenda a no
auto-inculparse y a comprender que no es responsable de esos males. Por otra parte, hay
personas que realmente tienen culpa por haber actuado mal. En estos casos, la confesión,
el arrepentimiento, el perdón y la reconciliación son caminos acertados para evitar el peso
de la culpa.
12. Mantenga un buen concepto de usted mismo
ya que la autoestima empobrecida está asociada a ciertos trastornos mentales. Cuando
alguien se siente inferior, inadecuado, e insuficiente, sus conductas serán de naturaleza
inferior. Al ver la pobreza de los resultados, el encartado se reafirma aún más en su
creencia y tiende constantemente al fracaso. La seguridad en sí mismo es un buen hábito
emocional que afecta la autoestima. Es, pues, fundamental que la persona no sea
demasiada estricta consigo misma en su pensamiento hacia sí. Por ello, quienes tienden a
esta dirección deben animarse a sí mismos, recordarse los triunfos del pasado, las
vivencias victoriosas, y confiar en que el futuro será venturoso. Todo el mundo, sin
excepción tiene virtudes y defectos.
13. Viva saludablemente
Mientras dure la dolencia física, nos será difícil gozar de bienestar mental. Es necesario,
pues, mantener un buen estado orgánico para gozar de salud mental.
Aliméntese sananamente
Duerma lo suficiente
Practique una rutina de ejercicio
Tome suficientes líquidos
Evite el consumo de bebidas alcohólicas
14. Viva la espiritualidad
Esa conexión con lo espiritual es fuente de paz y serenidad.
Referencias

https://www.redalyc.org/pdf/4676/467652767009.pdf

Programa 5

Salud metal en los adultos mayores

Gozar de un estado de salud mental sano en la tercera edad se traduce en una mayor calidad de
vida para los ancianos y en un envejecimiento más feliz. Sin embargo, existe un gran porcentaje de
personas mayores con alteraciones psiquiátricas, entre las que se incluyen la depresión y
la demencia, que afectan gravemente a su bienestar emocional y físico.  

Los trastornos mentales son un gran obstáculo para las personas mayores, ya que les impiden
disfrutar de plenamente de esta etapa de su vida. Aunque no hay datos fiables sobre si la
depresión y la ansiedad aumentan con la edad, sí se aprecia que estas enfermedades se producen
más en las últimas etapas de la vida. De hecho, la depresión afecta aproximadamente a un 15% de
la población mayor de 65 años. Las mujeres, las personas que viven solas y las que presentan
discapacidades o enfermedades físicas son más propensas a padecer trastornos depresivos a esta
edad.

Diagnóstico y prevención, los mejores aliados de la salud mental

Muchas veces los síntomas de los trastornos mentales pasan desapercibidos en las primeras fases,
debido a que se confunden con otros problemas propios de esta etapa de la vida. Junto a un
correcto diagnóstico, la prevención es una de las mejores medidas para conservar la salud
mental en las personas mayores.

La salud mental de los ancianos afecta no solo a quien la padece sino a su entorno familiar y a
sus cuidadores, por lo que es importante involucrarse para mantener una buena salud
mental trabajando con nuestros mayores en su bienestar emocional y cognitivo.

La participación en actividades positivas contribuye a conservar la salud mental en las personas


mayores y mejora su calidad de vida. Las actividades educativas adaptadas a la tercera edad sirven
para que los ancianos mantengan una vida social activa, no se sientan solos y vivan un proceso
de envejecimiento más saludable y satisfactorio.

Por otra parte, el ejercicio físico moderado, como los paseos, es otro de los factores que
contribuye a mejorar la salud mental y a aumentar la participación social de los ancianos. La
actividad física mejora el estado psicológico y reduce los síntomas depresivos. Aunque no se
dispone de datos científicos, recientemente se ha observado que existe una relación entre la
actividad física y una menor tasa de demencia.

Cómo ayudar a nuestros mayores a conservar su salud mental

2. Ejercicios de agudeza mental. Leer, hacer sudokus o crucigramas, jugar al dominó o al


ajedrez son actividades que estimulan el cerebro y favorecen la creación de conexiones
neuronales. Además, sirven para evadir la mente de las preocupaciones cotidianas. Las
habilidades que no se practican se van perdiendo porque no se refuerzan las sinapsis o
conexiones neuronales. Invita a tus mayores a realizar sus actividades mentales favoritas
como parte de su ocio.

3. Ejercicio físico. Tener un estilo de vida activo sirve para dormir mejor, descargar el estrés,
reducir los estados depresivos y mejorar el estado de salud general (peso, colesterol,
tensión arterial, circulación…), con lo que se consigue una mayor sensación de bienestar
emocional. La actividad física puede consistir en dar paseos o en acudir a clases de
gimnasia para la tercera edad. Cualquier ejercicio adaptado a sus condiciones físicas
beneficiará la salud mental de las personas mayores.

4. Alimentos para el cerebro. Algunos alimentos son especialmente beneficiosos para la


producción de las hormonas que favorecen un buen estado de ánimo y mejoran la salud
de nuestro cerebro. En general, todos los alimentos ricos en Omega 3 y 6, vitaminas E, B6
y B12, antioxidantes, ácido fólico, hierro, magnesio y calcio son beneficiosos para la
memoria, la concentración, el estado de ánimo y la atención.

7. Tomar el sol. Con la protección necesaria y de forma moderada, tomar el sol aporta


muchas ventajas para la salud mental de las personas mayores. Además de ser una forma
de salir a pasear, el sol ayuda a fijar la vitamina D necesaria para que el calcio haga su
función en los huesos. Y no olvidemos que los rayos UV promueven la producción de
serotonina, esencial para el estado de ánimo.

8. Romper con la monotonía. Uno de los principales problemas a los que se enfrentan los
ancianos es la soledad y el aislamiento. Esto lleva a un estilo de vida rutinario y monótono
que puede influir en un estado de ánimo depresivo.

Invita a tus mayores a participar en actividades de grupo, con la familia, con asociaciones o con
amigos. Tener algo diferente que hacer, ya sea una excursión, una cena o una partida de cartas, les
ayudará a apagar el televisor y romper con la rutina. Ser una persona socialmente activa es muy
positivo para conservar una buena salud mental.

6. Desarrollar la creatividad. La creatividad sirve para desarrollar la agudeza mental, por lo


que es una buena forma de mantener una buena salud mental en las personas mayores.

Nunca es tarde para aprender aquello que siempre les gustó pero no tuvieron tiempo de hacer
cuando eran jóvenes: escribir, pintar, hacer fotografía, punto o cualquier otra manualidad
resultará muy estimulante para su cerebro.

7. Fomentar la autonomía. Muchas personas mayores sienten que ya no sirven para nada,


que no son necesarios para la familia e, incluso, que son un estorbo.

Ayudarles a mantener su autonomía dentro de lo posible es una buena forma de que se sientan
útiles y autosuficientes. Incluso, pedirles ayuda para tareas puntuales que puedan realizar sin
problema (ayudar con una receta de cocina, arreglar una prenda de ropa, contar un cuento a los
nietos…) mejorará su estado de ánimo.

https://www.joyners.com/blog/consejos-conservar-salud-mental-personas-mayores/
http://www.revista60ymas.es/InterPresent2/groups/revistas/documents/binario/s301afondo.pdf

Programa 6

Estrés y cómo manejarlo en casa

Se considera estrés al mecanismo que se pone en marcha cuando una


persona se ve envuelta por un exceso de situaciones que superan sus
recursos. Por lo tanto, se ven superados para tratar de cumplir con las
demandas que se le exigen para superarlas. En estos casos, el individuo
experimenta  una sobrecarga que puede influir en el bienestar tanto físico
como psicológico y personal.
Las causas que pueden ocasionar el estrés son muchas, pero el estrés no
tiene por qué ser malo, también hay estrés positivo. En estas
circunstancias el estrés actúa como un proceso general de adaptación de los
individuos al medio.
un poco de estrés “saludable” permite a la persona rendir mejor y ser
más resolutiva.
Para adaptarse a las exigencias o a las necesidades activamos el proceso
del estrés que permite adaptarse y se manifiesta con reacciones como
agilizar el pensamiento, emplear una conducta más enérgica, aumentar la
eficacia para superar determinadas situaciones con éxito. A lo largo del día
podemos vivir estrés sin consecuencias negativas, además puede favorecer
al aumento de la autoestima al lograr incrementar el rendimiento y superar
los retos y metas fijadas.
Sin embargo, empieza a ser perjudicial cuando no se recuperan la energía o
los recursos gastados.

Reconozca cuando los niveles de estrés están altos


El primer paso para manejar el estrés es reconocer la presencia del estrés en su vida.

 Dolor de cabeza:  
 Mala memoria.
 
 Problemas estomacales
 
 Falta de energía o de concentración: 
 
 Cambios de la conducta.
 
 Problemas de salud mental: como ansiedad o depresión.
 
 Problemas cardiovasculares y musculoesqueléticas: cuando el
estrés se prolonga mucho tiempo.
 
 Cambios en el peso:
EVITE EL ALIVIAR EL ESTRÉS DE MANERAS POCO SALUDABLES

Al sentirse estresado, usted puede recurrir a comportamientos poco


saludables que lo ayuden a relajarse. Estos comportamientos pueden incluir:

Comer en exceso
Fumar cigarrillos
Beber alcohol y consumir drogas
Dormir demasiado o no dormir lo suficiente

Estos comportamientos pueden ayudarle a sentirse mejor en un principio,


pero pueden hacerle más daño de lo que ayudan. En lugar de ellos, utilice
los consejos que se presentan a continuación para encontrar maneras
saludables de reducir el estrés.

Existen muchas maneras de manejar el estrés. Pruebe


algunas para averiguar cuáles funcionan mejor para usted.

 Reconozca las cosas que no puede cambiar. Aceptar que no


puede cambiar ciertas cosas le permite dejarlas ir y no alterarse. Por
ejemplo, no puede cambiar el hecho de que debe conducir durante la
hora pico.
 Sea realista. Establezca metas personales y laborales que sean
realistas. Evite sobrecargar su agenda.
 Evite las situaciones estresantes. Siempre que le sea posible,
aléjese de la fuente del estrés. Por ejemplo, si su familia discute en
los días festivos, dese un descanso y salga a caminar o a dar una
vuelta en el auto.
 Haga ejercicio. Realizar actividades físicas todos los días es la
mejor y más fácil manera de lidiar con el estrés. Al hacer ejercicio,
su cerebro libera químicos que lo hacen sentir bien. También puede
ayudarle con su energía reprimida o su frustración. Busque algo que
disfrute, ya sea caminar, montar en bicicleta, jugar softball, nadar o
bailar, y hágalo por al menos 30 minutos la mayoría de los días.
 Cambie su perspectiva. Intente desarrollar una actitud más
positiva ante los desafíos. Puede hacerlo reemplazando los
pensamientos negativos con pensamientos más positivos. Por
ejemplo, en lugar de pensar, "¿por qué siempre todo sale mal?",
cambie esa idea por, "puedo encontrar una manera de superar esto".
Puede parecer difícil o tonto en un principio, pero podría descubrir
que esto le ayuda a dar un giro a su perspectiva.
 Haga algo que disfrute. Cuando el estrés lo tenga decaído,
haga algo que disfrute para ayudar a ponerlo de pie de nuevo. Puede
ser algo tan simple como leer un buen libro, escuchar música, ver su
película favorita o salir a cenar con un amigo. O comience un nuevo
pasatiempo o clase. Sin importar lo que elija, intente hacer al menos
una cosa al día que sea solo para usted.
 Conéctese con sus seres queridos. No deje que el estrés se
interponga entre usted y su vida social. Pasar tiempo con familiares
y amigos puede ayudarle a sentirse mejor y olvidarse del estrés.
Confiar sus problemas a un amigo también puede ayudarle a
resolverlos.
 Duerma lo suficiente. Descansar suficientemente durante la
noche puede ayudarle a pensar con más claridad y a tener más
energía. Esto hará que sea más fácil manejar cualquier problema que
pueda surgir. Intente dormir entre 7 y 9 horas todas las noches.
 Mantenga una dieta saludable. Comer alimentos saludables
ayuda a darle energía a su cuerpo y su mente. Evite los refrigerios
con altos contenidos de azúcar y consuma muchas verduras, frutas,
granos integrales, lácteos reducidos o libres de grasas y proteínas
magras.
 Aprenda a decir que no. Si su estrés viene de realizar
demasiadas tareas en casa o en el trabajo, aprenda a establecer
límites. Pida ayuda a los demás cuando la necesite.
https://cuidateplus.marca.com/enfermedades/psicologicas/estres.html

https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/001942.htm

Programa 7

Pensando luego actuando


Como seres humanos que somos a veces resulta natural que creamos
saberlo todo, pero de hecho nunca mejoraremos si no entendemos que no
sabemos nada y por lo tanto es muy importante pensar antes de actuar.

En otras palabras muchas veces solemos actuar por instinto y hacemos


aquello que creemos que está bien en ese momento sin pensarlo. Luego, es
cuando vienen las consecuencias de nuestros actos por haber hecho o por
no haber hecho nada y malgastamos el tiempo lamentándonos de ello.

Varias veces por una acción sin pensar solemos herir a la gente que más
queremos e incluso perder a gente que pensábamos que nunca se irían de
nuestras vidas, luego es cuando intentamos justificar nuestros actos pero sin
pensar en cómo los demás se sienten por la acción realizada.

A veces el silencio es el mejor amigo del ser humano, y es muchísimo más


sabio aquel que controla su lengua. Siempre podemos hablar pero
controlando lo que decimos y que seamos nosotros quien controlemos
nuestras propias emociones.

También, hablar con respeto es muy importante. Todos sabemos insultar y


faltar el respeto, pero porque debemos hacernos eso entre nosotros?, es más
sabio aquel que dice las cosas con respeto y bien. Siendo una persona que
no respeta en un futuro las cosas no te irán muy bien.

Que hacer para no tener problemas por actuar sin pensar

Recuerda tus experiencias pasadas y aprende de ellas. Tómalas


como una lección de aprendizaje y que no queden en la nada.

-No te frustres por tus errores. Aprovéchalos para superarlos y


avanzar, porque vivir quejándote no sirve de nada, solo hace que te
olvides en qué te equivocaste y, por eso, es posible que vuelvas a
repetirlos.

-Reflexione sobre las situaciones que fueron negativas. Si te sucede


algo similar, procura cambiar tu postura y, de esta manera, no tropezarás
con la misma piedra.

-piense. Confronte los hechos y busque en cada uno sus pros y los


contras, para tomar la decisión más acertada. Analizar las circunstancias
hace que actuemos precavida e inteligentemente.

-Escuche a los demás. Preste atención a las nuevas ideas que aportan


y recomendaciones. Si bien no tienes que dejarte influenciar por otros, a
veces un punto de vista diferente te puede ayudar a ver las cosas con
más claridad.

-Tenga en cuenta las adversidades que se te pueden


presentar. Planificar puede ser útil.

-No seas impulsivo ni te apures. Calme tu ansiedad y piense que todo


llega a su tiempo.

Tengamos en cuenta que el pensar antes de reaccionar nos


permite ser más tolerantes (iStock)
-Proponga objetivos reales. Respetando tus límites, plantee metas que
puedas alcanzar y luche por ellas.

-Dedica tiempo para analizar las decisiones que tengas que tomar
en tu vida. No pienses de forma apurada. Una vez que hayas logrado
desarrollar la prudencia, vas a poder lograr mejores relaciones con los
demás, sean laborales, de amistad, y hasta de pareja. Esta virtud no solo
consiste en abstenerse de actuar, también es saber proceder cuando así
se requiere, en la medida justa.

Tengamos en cuenta que el pensar antes de reaccionar nos permite ser


más tolerantes, sensatos, cautelosos, sabios y maduros. Y todas estas
cualidades nos facilitan el desarrollo personal y la interacción con los
demás.

¿Y si soy imprudente? No todos pensamos antes de actuar, a veces nos


puede resultar difícil si tendemos a dejarnos llevar por los impulsos.
Cuando nos enfrentamos a situaciones que nos generen sentimientos de
ira, enojo y tristeza; o cuando nos lastiman y nos sentimos víctimas de
injusticias, es probable que actuemos con la primera reacción que nos
invada, en vez de tomar decisiones previamente analizadas. Lo
importante es que tengamos la iniciativa de cambiar esta actitud ya que,
de lo contrario, nos puede traer consecuencias no deseadas.

Si nos ponemos a pensar, la mayoría de las veces que nos peleamos


con alguien, que tomamos alguna decisión incorrecta, que nos sentimos
mal o terminamos de mal humor, fue por haber actuado sin pensar. La
falta de prudencia siempre repercutirá en todos los aspectos de la vida,
tanto sea personal, como colectivo.

El valor de la prudencia, nos hace tener un trato justo con los demás y
con nosotros mismos, y esto permite crear relaciones de confianza con
uno mismo y con los demás. Que podamos desarrollar esta virtud no
quiere decir que no vayamos a cometer a errores. La persona que es
prudente, tiene la cualidad de reconocer en qué falló, cuáles son sus
límites, sabe disculparse y recibir consejos.
Por eso, si sentís que la irreflexión te interfiere, proponete como prioridad
desarrollar la prudencia a través de momentos de análisis, sensatez y
cautela. Cuando ya sea parte de tu forma se ser, te vas a dar cuenta de
los beneficios que vos mismo lograste.

Programa 8

Técnica de relajación

Aprender a relajarse no evita vivir situaciones de ansiedad, pero sí ayuda


a gestionarla cuando aparece, disminuyendo el nivel de activación
general. Se obtendrán beneficios en la sensación de bienestar y en la
salud física y psicológica.
A medida que aprendes técnicas de relajación, puedes comenzar a tomar más
conciencia sobre la tensión muscular y otras sensaciones físicas del estrés. Una
vez que sepas cómo se siente la respuesta al estrés, puedes hacer un esfuerzo
consciente para implementar una técnica de relajación en el momento en el que
comienzas a sentir síntomas de estrés. Esto puede prevenir que el estrés se salga
de control.
Recuerda que las técnicas de relajación son habilidades. Al igual que sucede con
cualquier habilidad, tu capacidad para relajarte mejorará con la práctica. Sé
paciente contigo mismo. No dejes que el esfuerzo que haces para practicar las
técnicas de relajación se convierta en otro factor de estrés.

La técnica de relajación progresiva Jakobson fue creada en 1929 y aún


hoy sigue siendo una de las más utilizadas. Básicamente consiste en
tensar y relajar distintos grupos musculares. Esta técnica se basa en que
los pensamientos y comportamientos asociados al estrés provocan
tensiones musculares. Cuando estamos tensos, nuestra percepción del
estrés y la sensación de ansiedad aumenta. Al relajar la musculatura,
conseguiremos controlar esas sensaciones.
Siéntate en una silla, con la espalda recta y las manos sobre las piernas en una
posición relajada. Los dos pies apoyados en el suelo.

1. Inhala profundamente llevando el aire a tu abdomen. Al exhalar, deja que tu


cuerpo empiece a relajarse.
2. Cierra los puños. Aprieta los antebrazos, los biceps y los pectorales. Siente
la tensión, Mantén ese tensión durante 7 segundos y afloja. Nota cómo
brazos y pecho se relajan. Deja que tu respiración se haga suave y rítmica, sin forzar.
El aire circula de forma suave y llega hasta tu abdomen. Trata de respirar con la parte baja
de los pulmones, de forma suave y rítmica, sin forzar...
3. Arruga la frente y mantenla así durante 7 segundos. A la vez rota la cabeza
hacia un lado y luego hacia el otro. Afloja y siente la relajación en la zona.
4. Arruga la cara. Frunce el entrecejo, los ojos, los labios, aprieta la mandíbula
y encorva los hombros. Mantén la posición 7 segundos y afloja, centrándote
en las sensaciones que la relajación te produce.
5. Inspira profundamente y arquea la espalda suavemente. Mantén la postura
7 segundos y relaja, hazlo rápidamente
6. Inhala profundamente y saca el abdomen, dejando que se hinche todo lo
posible, mantén la posición 7 segundos y suelta. Fíjate bien en lo que notas
en abdomen y espalda al relajar. Y suelta la tensión... Concentra tu atención de
nuevo en las sensaciones agradables que se producen al soltar la tensión... Y la respiración
continúa suave y tranquila, relajante y sin forzar... El aire entra y tu cuerpo se relaja... El
aire sale y la tensión se va... La respiración continúa suave, profunda y sin forzar. Relajante
y agradable. Suave y abdominal...
7. Flexiona los pies y los dedos de los pies. Tensa los muslos, las pantorrillas
y los glúteos. Mantén la tensión durante 7 segundos y afloja.
8. estira los pies como una bailarina, a la vez que tensas muslo, glúteos y
pantorrillas de nuevo. Pasados 7 segundos suelta y siente la relajación. Y
todo tu cuerpo se ha relajado... Los brazos... la cara y el cuello... los hombros... el
abdomen... la espalda... y las piernas

La respiración se ha hecho tranquila y profunda, suave y sin forzar, abdominal y relajante... Siente
el ritmo suave y tranquilo... Siente la paz que te reporta esa respiración tranquila, abdominal y
profunda... Siente cómo se renueva tu energía, cómo la tensión abandona tu cuerpo... Siente
cómo la tranquilidad y la relajación se hacen más y más agradables... Permítete sentir esas
sensaciones agradables. Tienes derecho a sentirte tranquilo y relajado... Disfruta un rato de estas
sensaciones y siente cómo renuevan también tu mente... Cuando desees levantarte, tan sólo
tienes que mover un poco las piernas y los brazos antes de hacerlo. Levántate de forma suave,
pues la relajación ha hecho que todos tus músculos queden blandos y agradablemente flojos, sin
tensión.

https://www.mayoclinic.org/es-es/healthy-lifestyle/stress-management/in-depth/relaxation-
technique/art-20045368

https://www.infogerontologia.com/documents/patologias/ansiedad/relajacion.pdf

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