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BIOÉTICA

La bioética ha sido definida por W. Reich en la Encyclopedie of Bioethics, en 1978, del


siguiente modo: “El estudio sistemático de la conducta humana en el área de ciencias de la
vida y la atención de la salud, en tanto que dicha conducta es examinada a la luz de
principios y valores humanos”. En la segunda edición de dicha Encyclopedie, del año 1995,
la definición aparece modificada: Bioética es un término compuesto derivado de las
palabras griegas bios (vida) y ethike (ética). Puede ser definido como el estudio sistemático
de las dimensiones morales de las ciencias de la vida y atención de la salud, empleando una
variedad de metodologías éticas en un contexto interdisciplinario. (1)

Comités de bioética

Los comités de bioética surgen para potenciar los valores propios de la actividad sanitaria,
la moral no puede ser impuesta desde afuera, tener la moral alta significa que una persona o
profesión ha alcanzado desde adentro juicio y eficacia vital. Por ello su misión es crear
conciencia en el ámbito profesional de que hay valores implicados en su forma de vida y en
sus decisiones. (2)

Los comités de bioética se encargan de promover una armonización nacional e


internacional, mediante el estudio de situaciones que presentan homogeneidad o disparidad,
así como definir las líneas de acción para todos los comités de bioética hospitalarios y de
esta forma desarrollar vías de acción comunes. Se encarga de la elaboración de criterios
generales para enfrentar diversos problemas, a modo de ejemplo muchos comités de
bioética han sugerido mejorar condicione de horario de visitas, facilidades para el contacto
de pacientes terminales con su familia, modo de personalizar más la atención, mejoras en la
información a los pacientes (2)

Debido al acelerado crecimiento, progreso de la tecnología y ciencia de la salud se han


generado nuevos problemas éticos y legales a raíz de los cuales surgen algunas
interrogantes: ¿Quién toma las decisiones por el paciente cuando este no puede?, ¿Cómo se
toman estas decisiones?, ¿Cuáles son las mejores opciones cuando se cruzan salud y
religión?, ¿Quién educa al personal sanitario en cuanto a la relación médico-paciente?,
Estos problemas que plantea la medicina, las ciencias de la vida y las tecnologías se
relacionan con el respeto de la dignidad de la persona, los derechos humanos y las
libertades fundamentales y es lo que lleva a la conformación de los comités de ética y
bioética en las instituciones de salud (3)

En la segunda mitad del siglo fueron apareciendo diversos códigos, declaraciones y


normatividades en distintos países. Organizaciones internacionales como la ONU y
asociaciones relacionadas con la investigación biomédica a nivel mundial se enfocaron en
establecer los límites éticos con el fin de evitar que se repitieran atroces experiencias (4)
Bases normativas internacionales y nacionales

La definición de bioética de Warren T. Reich en la primera edición de la Enciclopedia de


Bioética en La Asociación Médica Mundial (AMA) se constituyó en 1946 y en su primera
asamblea de 1947 promulgó resoluciones condenatorias a la conducta deshumanizada de
los médicos nazis. En 1956 la AMA adoptó la “Resolución sobre Experimentación
Humana” en la 18 asamblea de la mencionada asociación realizada en Helsinki en 1964, se
adoptó la declaración de Helsinki que se convirtió en la norma internacional sobre ética de
la investigación bioética. (5)

La declaración de Helsinki interpretó los principios del código de Núremberg y ha sido


modificada en siete oportunidades la última en 2013. Sus modificaciones responden a la
evolución de la ciencia y la práctica médica y al desarrollo del pensamiento bioético. (5)

Informe Belmont: En Estados Unidos durante la época del sesenta del pasado siglo XX
varias publicaciones evidenciaron graves errores éticos en investigaciones médicas;
inyección de células cancerosas a personas institucionalizadas, infección deliberada con
virus a niños discapacitados y una experimento conducido por la agencia de salud del
gobierno federal que siguió a centenares de enfermos de la raza negra que padecían sífilis,
desde la década del treinta a la del setenta, manteniéndolos sin tratamiento aún mucho
después del descubrimiento y aplicación de la penicilina. En esas circunstancias en
Congreso de los Estados Unidos en 1974 creó la Comisión Nacional para protección de
sujetos de investigación biomédica y mental (National Comission for the Protection of
Human Subjects of Biomedical and Behavioral Research, 1979). (5)

El informe antes mencionado tuvo gran trascendencia en términos de ética aplicada a la


investigación científica porque catalizó la visión utilitarista sustentada en un sistema de tres
principios que fue desarrollado posteriormente en el libro “Principles of Biomedical Ethics”
(1979) de Thomas L. Beauchamp y James E. Childress quienes agregaron un cuarto
principio (5):

a) Autonomía: respeto activo a la libertad de elección de la persona; no solo


absteniéndose de obstaculizarla sino también procurando que se den las condiciones
necesarias para ejercerla
b) No maleficencia: no producir daños intencionadamente
c) Beneficencia: obligación de actuar en beneficio del enfermo, ayudándole a
promover sus legítimos intereses
d) Justicia: distribución equitativa de recursos, benéficos y cargas entre todos los
miembros de la sociedad. (6)

Buenas prácticas: En 1982 el Consejo de Organizaciones Internacionales de Ciencias


Médicas (CIOMS, por sus siglas en inglés) una organización no gubernamental asociada a
la Organización Mundial de la Salud produce el documento “lineamientos éticos
internacionales para la investigación biomédica en seres humanos”. Estas normas se
orientaron a complementar y expandir los principios de la declaración del Helsinki en el
contexto de la investigación trasnacional, especialmente la que se formula en países
desarrollados y se ejecuta en subdesarrollados.(5)

Declaración universal sobre el genoma humano 1997: determina que el genoma humano
es patrimonio de la humanidad y, por ende, que los conocimientos científicos y
tecnológicos acerca del mismo no son susceptibles de apropiación privada ni pueden dar
lugar a beneficios pecuniarios. (7)

Declaración universal sobre Bioética y Derechos Humanos 2005: producida por la


Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la educación, la
ciencia y la Cultura, que versa sobre cuestiones bioéticas relacionadas con la medicina, las
ciencias de la vida y las tecnologías conexas aplicadas a seres humanos, tomando en
consideración sus dimensiones sociales, jurídicas y ambientales. (7)

CONBIOÉTICA

La Comisión Nacional de Bioética (CONBIOÉTICA) se creó en México en 1992 con el


objetivo de impulsar el desarrollo y la consolidación de la bioética en el país. En un inicio
se adscribió de lleno al enfoque bioético plasmado en el informe Belmont, orientado hacia
la investigación clínica y médica. En 2012 la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT) firmaron en un
convenio de colaboración con la CONBIOÉTICA con el objetivo de “llevar a cabo
acciones concentradas que contribuyan al mejoramiento, desarrollo, e impulso de la
actividad académica, la investigación y la difusión relacionadas con la bioética, así como
instaurar mecanismos para impulsar la bioética y la ética en la ciencia, la tecnología y la
innovación. (8)

Regulación nacional e internacional para investigaciones en animales

La UNESCO en su declaración del 15 de octubre de 1978, establece claramente los


Derechos de los Animales. En tal sentido del texto definitivo que esta declaración universal
indica que: “La experimentación animal que implique sufrimiento físico o psicológico es
incompatible con los derechos del animal, ya se trate de experimentos médicos, científicos,
comerciales o de cualquier otra forma de experimentación” y “las técnicas alternativas de
experimentación deben ser utilizadas y desarrolladas”.(9)

Con relación a la ética en la experimentación animal en 1959, Russell y Burch marcaron un


hito en la ética del manejo de animales de laboratorio cuando publicaron su libro The
Principles of Humane Experimental Technique. La esencia de la propuesta se reduce a las
famosas tres R’s de Russell:(9)

 Reemplazo: de animales conscientes por animales no conscientes o por materiales


no sensibles.
 Reducción: del número de animales sin disminución de la precisión
 Refinanciamiento: de las técnicas para reducir el dolor y el malestar. (9)

Regulación nacional e internacional para investigaciones en humanos

En la actualidad la investigación científica biomédica en nuestro país tiene ya un


importante desarrollo. Se realiza en varias universidades, en laboratorios y en instituciones
hospitalarias públicas, principalmente. Nuestro derecho presenta una serie de disposiciones
que la regulan en forma adecuada. Se dan avances para lograr su cabal cumplimiento y para
vencer, en consecuencia la resistencia de algunos investigadores que consideran que la
investigación científica biomédica es ética y jurídicamente neutra, por lo cual no debe estar
sujeta a normas de ninguna especie. (7)

Los artículos 98 y 100 de la Ley General de Salud prescriben que la investigación y


experimentación científicas han de sujetarse a principios éticos, para lo cual existirá una
comisión de ética encargada de revisar la corrección ética de los proyectos científicos.
Obligan estos preceptos tanto a los investigadores como a los médicos, enfermeros y
enfermeras, psicólogos, psiquiatras, genetistas, biólogos, químicos farmacobiólogos y otros
que realicen cualquier tipo de experimentación e investigación en pacientes o voluntarios.
(7)

La investigación científica compromete las medidas necesarias para prevenir y evitar daños
a la salud de los seres viviente y con ello, el funcionamiento normal de los ecosistemas.
Ahora bien la experimentación con seres humanos o animales, debe cumplirse bajo los
requisitos biotécnicos y humanitarios que garanticen el cuidado sanitario y condición de
resguardo de su condición biológica.(10)

Referencias

1. Palma JL. Introducción a La Introducción a La Αποπτωσιξ. Br J Cancer.


2015;25(3):206–22.

2. González ESU, Antúnez JVV. Bioética como marco de la responsabilidad social en


hospitales públicos. Opcion. 2016;32(Special Issue 12):830–56.

3. Carrillo González S, Lorduy Gómez J, Muñoz Baldiris R. Comités de Bioética


Clínico Asistencial en las instituciones de salud públicas y privadas de los niveles de
mediana y alta complejidad de las ciudades de la costa atlántica de Colombia. Pers y
Bioética. 2019;23(1):122–36.

4. García P. Evaluación de los comités de ética en investigación en el área de la salud.


Su relevancia y trascendencia en México. An Médicosdicos [Internet].
2015;60(4):311–6. Available from: http://www.medigraphic.com/analesmedicos

5. Pérez A, Santamaria EK, Operario D, Tarkang EE, Zotor FB, Cardoso SR de SN, et
al. No 主観的健康感を中心とした在宅高齢者における 健康関連指標に関する
共 分 散 構 造 分 析 Title. BMC Public Health [Internet]. 2017;5(1):1–8. Available
from:
https://ejournal.poltektegal.ac.id/index.php/siklus/article/view/298%0Ahttp://reposit
orio.unan.edu.ni/2986/1/5624.pdf
%0Ahttp://dx.doi.org/10.1016/j.jana.2015.10.005%0Ahttp://www.biomedcentral.co
m/1471-2458/12/58%0Ahttp://ovidsp.ovid.com/ovidweb.cgi?T=JS&P

6. Sánchez-Gonzaléz M, Herreros B. Temas de actualidad La bioética en la práctica


clínica Bioethics in clinical practice. Rev Med Inst Mex Seguro Soc [Internet].
2015;53(1):66–73. Available from: http://www.medigraphic.com/pdfs/imss/im-
2015/im151n.pdf

7. León F, León D, Navarrete V. BIOÉTICA PARA LA TOMA DE DECISIONES


Parte 2. IX Congreso Latinoamericano y del Caribe de Bioética. 2013. 1–578 p.

8. Contreras Islas DS. Sobre la urgencia de una bioética global. Rev Digit Univ.
2017;18(8):0–10.

9. Molina Martínez JL, Alonso Villavicencio G, Pedraza Acevedo NM, Bequer


Mendoza L, Gómez Hernández T, Sánchez Álvarez C, et al. Algunas reflexiones
sobre la Bioética en las investigaciones y la actitud humana frente a los animales.
Rev Electron Vet. 2017;18(1).

10. Reyes L, Carruyo J, Plata D. Ciencias de la Salud Bioética de la Investigación en


Experimentación. Multiciencias. 2016;16(1):87–94.

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