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O bjeto: El H ombre
Su jeto: El H ombre
El H ombre es objeto y sujeto de toda antropología, porque el hombre se estudia
a sí mismo.
Esta ciencia postula que nada de lo humano (salvo la biología) es inherente a
su naturaleza. Por ello, el objeto del análisis antropológico no puede ser tomado
como una cosa dada. La definición del problema a investigar pasa por la
reflexión teórica y empírica del fenómeno.
Tras el desarrollo de diferentes tradiciones teóricas en diversos países, entró
en debate cuál era el aspecto de la vida humana que correspondía estudiar a la
antropología. Para esa época, los lingüistas y arqueólogos ya habían definido sus
propios campos de acción. Edward B. Tylor en las primeras líneas del capítulo
primero de su obra Cultura primitiva había propuesto que el objeto era la
cultura o civilización, entendida como un «todo complejo» que incluye las
creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres, y cualesquiera otros
hábitos adquiridos por el hombre en cuanto miembro de una sociedad. Esta
propuesta está presente en todas las corrientes de la antropología, ya sea que se
declaren a favor o en contra de la misma.
Sin embargo, a partir del debate se presenta un fenómeno de constante
atomización en la disciplina, a tal grado que para muchos autores —por citar el
ejemplo más conocido—, el estudio de la cultura sería el campo de la
antropología cultural; el de las estructuras sociales sería facultad de la
antropología social propiamente dicha. De esta suerte, Radcliffe-Brown
(antropólogo social) consideraba como una disciplina diferente (y errada, por lo
demás) la que realizaban Franz Boas y sus alumnos (antropólogos culturales).
Según Clifford Geertz, el objeto de la antropología es el estudio de la diversidad
cultural.
Técnicas de campo
Los primeros días que comienza la observación para el etnógrafo, determinados aspectos
pueden resultarle extraños, pero con el paso del tiempo, acaba por acostumbrarse y
acepta como normales patrones culturales que inicialmente le habían resultado extraños,
(lo normal es que el etnógrafo pase más de un año en su lugar de trabajo se campo, lo que
le permite observar el ciclo anual completo, ya que de esta manera puede repetirse el
momento estacional en el que se inició la estancia).
Muchos etnógrafos anotan sus impresiones en un diario personal, que mantienen por
separado de las notas de campo más formales, lo cual les ayudará a señalar algunos de
los aspectos más fundamentales de la diversidad cultural.
Existen numerosos aspectos que el nativo las da por sabidas, pero sólo el ojo novato del
antropólogo las percibe.
Cabe destacar, que así como se han señalado los aspectos positivos en la observación
participante, hay que recavar, que ésta técnica al mismo tiempo que te permite profundizar
el tema de estudio, te puede conducir al amplio marco de la subjetividad y con ello a la
pésima recogida de información.
En ocasiones, podemos confundir una encuesta con este tipo de entrevistas. Sin embargo,
una encuesta implica un muestre. Mientras que la entrevista dirigida, se establece en base
a una muestra local, es decir, que se lleva a cabo en todos los hogares de la comunidad
que se está estudiando. Además la entrevista dirigida utiliza más una guía que
un cuestionario. Con este tipo de entrevistas el etnógrafo habla cara a cara con sus
informantes, hace preguntas y anota las respuestas. Los procedimientos habituales con
cuestionario tienden a ser más indirectos e impersonales, siendo con frecuencia, el propio
encuestado el que rellena el formulario.
Investigación en equipo:
Las fuerzas contemporáneas del cambio son demasiado penetrantes y complejas como
para poder ser entendidas de forma completa por un “etnógrafo solitario”. Un investigador
que comienza de cero y trabaja solo, durante un período limitado de tiempo, y que ve su
lugar de trabajo de campo como algo relativamente distinto y aislado.
ni tampoco puede sumir que tiene derechos de exclusividad (de propietario). Ya que,
después de todo, esa información es el producto de relaciones de amistad, cooperación y
consulta con la gente local.
Finalmente señalar que el trabajo en equipo a lo largo del tiempo y el espacio, resulta n
una mejor comprensión del cambio cultural y de la complejidad social.
Las creencias y percepciones locales y las del etnógrafo. La distinción (emic / etic)
Con este enfoque el antropólogo busca “el punto de vista local” se apoya en la gente local
para explicar cosas y para decir si algo es significativo o no.
Con esta perspectiva, el etnógrafo le otorga más peso a lo que él o ella (el observador)
percibe y considera importante. Ya que el antropólogo debe aportar un punto de vista
objetivo y global al estudio d otras culturas. No obstante, el antropólogo es un ser humano
con sus filtros culturales que impiden la objetividad completa, pero gracias a una
preparación adecuada se puede reducir el sesgo del observador.
Ej: Muchas personas pueden creer que los escalofríos y las corrientes de aire son la causa
de los resfriados, mientras que los científicos saben que los provocan los gérmenes. En
aquellas culturas que carecen de la teoría de la enfermedad por gérmenes, las dolencias
se explican de forma emic mediante varias causas que van desde los antepasados,
pasando por los espíritus hasta las brujerías. La dolencia se refiere a la percepción y
explicación propia de una cultura (emic) de la mala salud, mientas que enfermedad se
refiere a la explicación científica (etic) que implica agentes patógenos conocidos.
La mayoría de los etnógrafos combinan las estrategias emic y etic en su trabajo de campo.
Las afirmaciones, percepciones y opiniones locales ayudan a los etnógrafos a entender
cómo funcionan las culturas. Las creencias locales son también interesantes y valiosas por
sí mismas y ensanchan la visión que el antropólogo tiene de mundo. Sin embargo, con
frecuencia la gente local no admite, o incluso no reconoce, ciertas causas y consecuencias
de su comportamiento.
La encuesta suele tomar una muestra (un grupo de estudio manejable) de entre una
población mucho más amplia; muestra que es representativa y adecuadamente
seleccionada, a través de la cual se pueden hacer inferencias precisas sobre la población
más amplia.
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