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10 consejos para la práctica del kung fu

Shaolin

Como todos sabemos la práctica del kung fu shaolin tiene como objetivo no sólo la
defensa sino también fortalecer nuestra salud. Es sabido también que el kung fu shaolin
es uno de los estilos más completos en lo que se refiere a la búsqueda de la armonía
entre cuerpo, mente y espíritu. Sin embargo, si el practicante no toma seriamente su
entrenamiento, ciertas prácticas dentro del kung fu – wushu a veces pueden causarnos
lesiones bastante molestas y que pueden o no perdurar en el tiempo. Por ejemplo en el
movimiento de pisar el suelo, si lo hacemos con excesiva fuerza podría dañarnos la
planta del pié y repercutir también en la espalda. Otras técnicas de fortalecimiento con
las cuales hay que tener cuidado son aquellas que nos exigen golpear o chocar alguna
parte del cuerpo contra un árbol o pared. Todas estas técnicas sin una persona
cualificada (Maestro – Shifu)  que nos guíe podrían a la larga ser perjudiciales para
nosotros, incluso en el ámbito de los ejercicios internos o chi kung.

Por estas razones hemos recopilado algunos consejos que han sido transmitidos de
generación en generación por los monjes del Templo Shaolin y que les podrán ser
útiles en el entrenamiento diario del kungfu – wushu.

1 – Seguir el entrenamiento de forma gradual y ordenada, hay que aprender a ser


paciente y no dejarse llevar por la ansiedad de aprender demasiadas técnicas.
2 – Practicar los ejercicios de manera asidua y no de manera discontinua.

3 – Cada estilo tiene sus ventajas y depende siempre del practicante el llevarlo al más
alto nivel, siga un camino y no piense “la otra montaña es más grande que esta”, uno
debe centrar sus esfuerzos en dominar primero una.

4 – Entrenar sin descanso las habilidades básicas, sobre todo aquellas correspondientes
a piernas, cintura y espalda.

5 – No intentar aprender técnicas que no pertenezcan a su nivel o que no estén al


alcance de uno, siempre es mejor avanzar de forma progresiva y bajo la supervisión del
Maestro. Los movimientos que parecen más sencillos como golpes de puño o patadas
requieren igual de cuidado al ejercitarlos.

6 – Antes de comenzar cada entrenamiento es necesario realizar algunos ejercicios de


calentamiento para agilizar el cuerpo. Nunca deberá comenzarlo lanzando patadas o
estirando los tendones de forma violenta.

7 – Una vez terminado el entrenamiento siempre es conveniente realizar algunos


ejercicios de relajación. Tampoco hay que tardar en cambiarse de ropa después del
entrenamiento, siempre recuerde que el viento puede atravesarnos como una flecha.
Tampoco es bueno ducharse seguidamente después de la práctica ya que equivaldría a
echar un cubo con agua a una hoguera. Hay que esperar por lo menos una hora para que
se reestablezca nuevamente nuestro calor corporal y el Qi (energía vital).

8 – No conviene realizar entrenamientos demasiado exigentes si uno se siente muy


cansado, lo mismo con el chi kung si uno está influido en exceso por la alegría, la
tristeza o el enojo.

9 – Hay que intentar descansar lo suficiente y prestar más atención a la alimentación,


beber un vaso de agua hervida templada en ayunas cada mañana le ayudará a lavar el
estómago e intestinos y suplir el agua bebida la noche anterior.

10 – Deberá esforzarse al máximo en cada entrenamiento y mantenerse lo más


concentrado posible, nunca creerse superior ni usar sus conocimientos para fines que no
acompañen la virtud y la moral de las artes marciales.

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