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Se considera que esta área de la psicología tuvo su inicio en el año 1896, cuando
Lightner Witmer dio inicio a la primera clínica psicológica en la Universidad de
Pensilvania. En la primera mitad del siglo XX, la psicología clínica estuvo enfocada en la
evaluación psicológica, con poca atención hacia el tratamiento.
Este enfoque se vio invertido después de la década de 1940, cuando la Segunda Guerra
Mundial produjo un incremento en la necesidad de clínicos capacitados. La psicología
clínica tiene cuatro orientaciones teóricas primarias: Psicodinámica Humanista, Cognitiva
comportamental, Terapia familiar.
PRIMERA PARTE
Después de consultar la bibliografía señalada (Libro básico: Psicología Clínica de
Butcher) y otras fuentes de interés científico para la temática objeto de estudio, se
aconseja que realices las siguientes actividades:
1. Elabora un cuadro informativo sobre la Psicología Clínica, incluye:
Una antigua teoría que todavía se encuentra en la actualidad, sostiene que la conducta
anormal se puede explicar mediante la operación de fuerzas extrañas o sobrenaturales y
mágicas como los espíritus malignos o los demonios. En las sociedades que creen en
esta teoría por lo general comprende el exorcismo, es decir, expulsan el demonio de
adentro hacia fuera por medio de la magia y la oración, por lo general esto prevalece
con mayor fuerza en las culturas iletradas, aunque todavía aún se sigue encontrando en
las culturas industrializadas, esto lo podemos ver cuando muchas personas buscan los
servicios de los médicos, pero al
mismo tiempo buscan los servicios
de los curanderos.
Otra perspectiva relaciona la conducta anormal con los defectos orgánicos. Una
evidencia de esto se encuentra en los cráneos de tiempos prehistóricos que muestran
evidencia de trepanación, curación por medio de orificios en el cráneo.
Desde la Grecia Antigua Hipócrates hacía referencia a la teoría de los cuatro fluidos, (La
Sangre, La Bilis Amarilla, La Bilis Negra y La Flema) afirmaba que la conducta anormal
se debía a los excesos de estos, así, si había una abundancia de cualquiera de estos
elementos, el comportamiento del hombre devenía en un cambio de temperamento.
Hipócrates esta también el primero que habla de enfermedades mentales, con lo que
hablara de tres trastornos mentales: Manía, considerada una enfermedad crónica se
caracterizaba por la presencia de agitación. La Frenitis consistía en estados delirantes
agudos se caracterizaba por la presencia de fiebre y La Melancolía que era la ausencia
tanto de fiebre como de agitación. Esclepiades mantuvo que esto se debía a problemas
emocionales. Siguiendo con la línea científica Galeno en el 200 d.c. mantenía que estas
enfermedades surgían de pasiones
como el enojo, el miedo, el pesar, la
envidia y la lujuria violenta., uno de los
conceptos que el sostenía y que es el
concepto que personalmente
considero muy valedero y concreto, es
el que sostiene indicando que, “Estas
pasiones están gobernadas por un
poder irracional que está dentro de
nosotros y que se rehúsa a obedecer
a la razón”.
La anormalidad durante la
edad media: locura colectiva exorcismo y brujería.
Durante la Baja Edad Media (s. IX – XI) existió una relativa permisividad hacia las
tradiciones paganas y demonológicas; la mayoría de las personas recurrían a brujas y
magos para resolver sus problemas. Durante este período, cabe destacar también el
trato humanitario que los enfermos mentales recibían en los múltiples monasterios; claro
está, que quedaban fuera de este trato humanitario todos aquellos enfermos que
presentaran conductas violentas o muy desagradables. Pero, a medida que fue
transcurriendo el tiempo, la Iglesia católica fue escalando puestos hasta llegar a ser la
rectora absoluta de la vida de los ciudadanos, y la estricta moral cristiana choca con la
tradición popular apegada durante siglos a costumbres paganas más liberales.
El clima de tolerancia inicial comienza inevitablemente a reducirse. A todo esto, hay que
añadir que se dio un periodo de crisis social (hambre, miseria, peste…) así como
innumerables guerras sangrientas. Dada la falta de cauces para expresar el malestar,
comienzan a desarrollarse curiosos modos de expresión emocional, brotes de locura
colectiva, es decir, alteraciones extremas del comportamiento que llegaron a afectar a
poblaciones enteras. Durante estos siglos se registraron epidemias de manías
danzantes: delirios frenéticos, saltos, bailes, convulsiones… Existían curiosas creencias
populares como la de que, si se bailaba sin parar, la persona quedaba inmunizada ante
una posible picadura de tarántula; ciudades enteras fueron contagiadas, los ciudadanos
podían pasar horas, a veces días enteros danzando, saltando, riendo… En Italia, este
fenómeno se conoció como garantismo; se extendió por toda Europa, donde se le acabó
conociendo con el nombre de Baile de San Vito.
La reforma humanitaria.
Como se puede ver, hacia finales del siglo XVIII la mayoría de los hospitales mentales
europeos y americanos necesitaba urgentemente una reforma. Esta orientación hacia un
tratamiento más humanitario de los pacientes recibió un gran ímpetu del trabajo del
francés Philippe Pinel (1745-1826).
Las concepciones del siglo XIX sobre causas y tratamiento de los trastornos
mentales. Cambio de actitud hacia la salud mental a principios del siglo XX.
Asistencia en los hospitales mentales durante el siglo XX.
Durante la segunda mitad del siglo XIX, los puntos de vista sobre retraso mental se
caracterizan por una trasformación del enfoque categorial, comenzándose a establecer
puentes cuantitativos entre niños normales y niños con retraso leve. Esto supuso un
cambio fundamental en la teoría con la aportación de Sollier, Binet y Simón sobre la
introducción del primer concepto factible de cociente intelectual.
El primer problema que encontró Sollier, fue que la idiocia no es una entidad clínica, el
idiota es un ser anormal, pero su anormalidad varia en muchas dimensiones, por otro
lado, este no pertenece a una categoría diferente, sino que se solapa con las formas
más leves del trastorno. Para solucionar esto Sollier sugiere la posibilidad de medir su
estado mental buscando una comparación del mismo con una edad determinada en el
niño normal. El obstáculo en este caso es que para que este principio fuese aplicable se
requeriría que la causa de la idiocia fuera idéntica en cada caso, pero esto,
desafortunadamente no es así. Tanto los principios como las conclusiones de Sollier son
perspectivas modernas y rompen con el pensamiento categorial hasta el punto de que
Binet y Simón no necesitaron buscar una justificación para su obra, estos últimos se
limitaron a repetir el punto de vista de Sollier, según el cual se necesitaba establecer un
diagnóstico científico (cuantitativo) de los estados de inteligencia.
Los test psicológicos fueron desarrollados por Binet y Simón a comienzos del siglo XX
para identificar aquellos niños del sistema escolar de París con riesgo de fracasar en el
programa educativo estándar. Esta técnica luego fue desarrollada por Goddard en este
país y fue utilizada como técnica diagnóstica del RM. Además, desarrolló una
clasificación según el nivel de edad alcanzado en estos test.
Los pioneros de los test psicológicos y el RM, incluidos el propio Goddard, pensaron que
no debía utilizarse solo el CI, pero lo cierto es que se convirtió en el único instrumento
diagnóstico. Sin embargo, pruebas acumuladas durante años demuestran que estos test
no son predictivos de otras áreas de funcionamiento. Por consiguiente, se añadió el
criterio de adaptación social a la definición. (HI Kaplan, BJ Sadock, 1989).
Perspectivas contemporáneas de la conducta anormal.
Mientras que el movimiento de higiene mental ganaba terreno en los Estados Unidos
durante los últimos años del siglo XIX, se estaban produciendo, tanto dentro como fuera
de sus fronteras, enormes descubrimientos tecnológicos. Tales avances permitieron
introducirse en lo que hoy conocemos como la perspectiva científica y experimental de la
conducta patológica, y la aplicación del conocimiento científico al tratamiento de las
personas con trastornos.
Por convención, la patología suele dividirse para su estudio en dos grandes ramas:
la patología general, que se ocupa de las reacciones de las células y tejidos frente a
estímulos anormales y defectos genéticos; y la patología sistémica, que analiza las
alteraciones de órganos y tejidos
especializados.
Durante cinco décadas de observación, terapias y escritos, Freud desarrollo una teoría
global de la psicopatología que ponía el acento en la dinámica interna de los motivos
inconscientes (lo que a menudo se denomina psicodinámica) que supone el núcleo de la
perspectiva psicoanalítica. Asimismo, los métodos que utilizaba para estudiar y tratar a
sus pacientes se denominaron psicoanálisis. Podemos rastrear las raíces ancestrales
del psicoanálisis hasta llegar a algunos lugares inesperados, como el estudio de la
hipnosis, sobre todo en su relación con la histeria. La hipnosis, un estado de relajación
inducido en el que la persona está completamente dispuesta a la sugestión, comenzó a
utilizarse de manera amplia a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX en Francia.
Conclusión
Esto es totalmente de suma importancia para el mundo, ya que ayuda a varias personas
con problemas psicologicos, esto ayuda a que esas personas no dañen a otros que no
tienen nada, esta materia me gusta bastante ya que he aprendido mucho de esta.