Las reales, que son las que vienen a establecer lo que es el
contenido de una ley en cuestión. 2. Las históricas, que son todos aquellos documentos antiguos que se emplean para referirse a los que tienen el contenido de una ley. 3. Las formales, que son las que se definen como todas aquellas acciones realizadas por distintos entes (individuos, Estado, organismos…) para proceder a crear lo que es la ley. Dentro de dicha categoría nos encontramos a su vez con la jurisprudencia, los tratados internacionales, la costumbre… jurídicos injustos como derecho, por ejemplo el sistema jurídico nazi, el sistema jurídico segregacionista, los regímenes que justifican la tortura, el régimen jurídico del apartheid, el régimen jurídico fascista etc. que desde la filosofía del derecho, por ejemplo Gustav Radbruch, pueden ser normas legales, pero no normas de derecho (Arbitrariedad legal, derecho supra legal), son un entuerto jurídico y son la negación misma del derecho o un ¨no derecho¨. Este segundo gran problema ha sido estudiado por medio de las escuelas y se dice que los iusnaturalistas son los que se encargan de dar relevancia al aspecto de la justicia en el derecho, sin justicia no hay derecho, haciendo un análisis valorativo y ético que se relaciona muchas veces con la moral y sobre lo que debe ser entendido por justicia. Si el derecho positivo no cumple con estos presupuestos axiológicos, universales y generales doctrinas que ponen el énfasis en el carácter de orden racional implantado por la ley natural; en segundo lugar, doctrinas en las que la ley es un mandato producto de la voluntad de Dios; por último, planteamientos para los cuales la nota definitoria del iusnaturalismo consiste en las facultades o derechos subjetivos de los que disfruta el individuo por el hecho de serlo. Por otra parte, para caracterizar el positivismo jurídico es habitual señalar que puede ser entendido de tres maneras distintas: en primer lugar, en sentido metodológico, positivismo significa conocimiento del Derecho sin juicios de valor. En segundo lugar cabe entender también el positivismo jurídico como un conjunto de criterios que nos permite distinguir el Derecho de otros órdenes normativos. Por último, es posible también entender el positivism conformidad con la regla de reconocimiento sino también con cierto supuesto sistema de moralidad objetiva. Frente a todo ello, el positivismo duro insiste en que atribuir a una norma la condición de pertenecer a un sistema jurídico sólo puede basarse en consideraciones de hecho. Por ejemplo, haber sido generada por la persona o institución facultada para ello El escepticismo frente a toda clase de cognoscitivismo ético impide aceptar que el componente moral del Derecho pueda traspasar el umbral de las condiciones fácticas que influyen a la hora d técnico utiliza el lenguaje natural, pero previamente definido en gran parte de sus términos, de manera que las palabras adquieren técnicamente un significado propio y adecuado a los fines de la comunidad que las utiliza. Su existencia responde a las exigencias terminológicas propias de cada ciencia y se forma, como cualquier sistema de signos, por pura convención. Así, el lenguaje técnico de la física, por ejemplo, define el sentido en que utiliza términos, también propios del lenguaje ordinario, como son fuerza, masa, velocidad, espacio, etc., y el lenguaje técnico de la medicina, oscuro para los profanos, es sumamente útil para la práctica médica, como lo es el lenguaje jurídico igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político (Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, 1999). La Constitución venezolana de 1999, no solamente provee de una definición de Estado democrático y social de Derecho y de Justicia, trasciende la democracia formal, ella nos coloca entonces, de forma efectiva ante del Estado Social de Derecho en el precitado artículo, que según esto, tenemos a la sazón la «construcción valorativa», en el