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II domingo de Adviento
Kyrial XVII - Adviento
Iglesia del Salvador de Toledo
-
II DOMINGO DE ADVIENTO
I clase, morado
Se omite el Gloria. Credo. Prefacio del Adviento o, en su defecto, de la
Santísima Trinidad.
Me rocia-
rás, Señor
con el hiso-
po y seré
purificado.
Me lavarás
y seré más
blanco que
la nieve.
Sal.50. Ten
piedad de
mí, Señor,
según tu
gran mise-
ricordia.
Gloria al
Padre y el
Hijo y al
Espíritu
Santo.
Como era
en el
principio,
ahora y
siempre, y
por los si-
glos de los
siglos.
Amén
En el domingo de Pasión se omite el Gloria Patri.
Repetida la antífona Asperges, el sacerdote canta:
Ez 36,25-26
Al toque de la campana, comienza la Santa Misa con la procesión de entrada. El sacerdote
revestido con los ornamentos sagrados se dirige hacia al altar donde se renovará el santo
sacrificio de la Misa. Al llegar a las gradas del altar, el sacerdote junto con los ministros
rezan las oraciones preparatorias. Al mismo tiempo el coro interpreta el introito.
DE PIE
INTROITO Isaías 30, 30. Salmo 79, 2.
El introito es la antífona de entrada, tomada normalmente de la Sagrada Escritura, que
recoge los sentimientos que la Iglesia tiene en este día al celebrar la Sagrada Liturgia.
PÓPULUS SION, ecce Dóminus vénit PUEBLO DE SIÓN, he ahí que viene el
ad salvándas gentes: et audítam Señor a salvar a las naciones; el Señor
fáciet Dóminus glóriam vocis suæ hará brillar la majestad de su voz para
in lætítia cordis vestri. V/. Qui alegría de vuestro corazón. V/. Tú que
regis Israël, inténde qui dedúcis gobiernas a Israel, atiende; tú que guías
velut ovem, Joseph. V/. Glória a José como a una oveja. V/. Gloria al
Patri et Filio et Spiritui Sancto. Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Sicut erat in principio et nunc et Como era en el principio, ahora y
semper, et in saecula saeculorum. siempre, por los siglos de los siglos.
Amén. Amén.
KYRIE
Cuando el sacerdote sube al altar, el coro comienza el canto del Kyrie alternando con el
pueblo. Después de venerar el altar con un beso, lo inciensa. El canto del Kyrie, en lengua
griega, expresa la súplica de perdón por los pecados. Se recita 3 veces en honor a la Santísi-
ma Trinidad. El humo del incienso simboliza la oración de los santos, y la nuestra, que sobre
todo durante la Misa debe dirigirse hacia Dios igual que el incienso que se eleva al cielo.
Señor,
ten
piedad.
Cristo,
ten
piedad.
Señor,
ten
piedad.
SENTADOS
EPISTOLA
Cada vez que se celebra la Santa Misa, la Iglesia como Madre y Maestra nos ofrece para
nuestra instrucción la Palabra de Dios. Al final de la lectura, los fieles responden:
Romanos 15, 4-13
Vengan de donde vinieren y cualquiera que sea el medio a que pertenezcan,
el llamamiento de Dios se dirige a todos los hombres, sin distinción de
méritos o privilegios. Al recordárselo san Pablo a los fieles, llegados tanto
del paganismo como del judaísmo, da gracias a Dios, citando las Escrituras,
por esta vocación universal, fundamento de la esperanza cristiana.
LÉCTIO EPISTOLÆ BÉATI PAULI LECTURA DEL APÓSTOL SAN PABLO A
APÓSTOLI AD ROMÁNOS: LOS ROMANOS.
Fratres: Quæcúmque enim scripta Hermanos: Todas las cosas que han
sunt ad nostram doctrínam scripta sido escritas, para nuestra enseñanza
sunt: ut per patiéntiam, et están escritas, para que, por la
consolatiónem Scripturárum, spem perseverancia y consolación que dan
habeámus. Deus autem patiéntiæ, las Escrituras, tengamos esperanza. El
et solacii, det vobis id ipsum Dios de la perseverancia y del consuelo
sápere in alterutrum secundum os dé a sentir una misma cosa entre
Jesum Christum: ut unánimes, uno vosotros conforme a Jesucristo; para
ore honorificétis Deum et Patrem que unánimes, a una, glorifiquéis a
Dómini nostri Jesu Christi. Propter Dios, Padre de nuestro Señor
quod suscipite invicem, sicut et Jesucristo. Por tanto, recibíos los unos
Christus suscepit vos in honorem a los otros como Cristo os recibió, para
Dei. Dico enim Christum Jesum gloria de Dios. Yo os digo que
ministrum fuisse circumcisionis Jesucristo fue el ministro de la
propter veritatem Dei, ad circuncisión, por la veracidad de Dios,
confirmandas promissiones cumpliendo lo prometido a los padres.
patrum: gentes autem super Mas también los gentiles deben
misericordiam honorare Deum, glorificar a Dios por su misericordia,
sicut scriptum est: Proptérea según está escrito: Por esto te alabaré,
confitébor tibi in gentibus, Dómine, Señor, entre las naciones, y cantaré a tu
et nomini tuo cantabo. Et iterum nombre. Y en otro lugar: Alegraos,
dicit: Lætámini, gentes, cum plebe gentiles, con su pueblo. Y otra vez:
eius. Et iterum: Laudáte omnes Alabad al Señor todas las gentes, y
gentes Dóminum: et magnificate ensalzadle todos los pueblos. Y
eum omnes populi. Et rursus Isaias asimismo Isaías dice: Brotará el
ait: Erit radix Jesse, et qui exsúrget vástago de Jesé, y el que se levanta
regere gentes, in eo gentes para gobernar a las naciones: en él
sperabunt. Deus autem spei repleat esperarán las gentes. El Dios de la
vos omni gaudio, et pace in esperanza os colme de todo gozo y de
credendo: ut abundetis in spe, in paz en el creer; para que abundéis en
virtute Spiritus Sancti. la esperanza por la virtud del Espíritu
Santo.
Se responde:
R/. Deo gratias R/. Demos gracias a Dios.
GRADUAL Y ALELUYA
Terminada la Epístola, el coro interpreta el Gradual tomado del libro de los Salmos como
respuesta a la Palabra de Dios; y a continuación –excepto en Septuagésima y Cuaresma- el
Aleluya. Ambos son tomados normalmente del libro de los salmos. Su función es ayudarnos
a interiorizar la Palabra de Dios. Aleluya es una palabra hebrea que significa “alabad a
Dios”; y expresa de alegría y júbilo.
GRADUAL Salmo 49, 2-3. 5
EX SION spécies decóris ejus: Deus DE SIÓN, hermosura perfecta, Dios va
maniféste vénit. V/. Congregáte illi a manifestarse. V/. Congregad en su
sanctos ejus, qui ordinavérunt derredor a los fieles, que concertaron
testaméntum ejus super sacrifícia. alianza con él por sus sacrificios.
SENTADOS
HOMILÍA
El sacerdote exhorta a los fieles.
CREDO
Como respuesta a la Palabra de Dios proclamada en la Epístola y en el Evangelio y explicada
en la predicación, todos los fieles cantan el Credo: resumen de la fe que profesamos y que
nos une a los cristianos de todos los siglos. El sacerdote entona las primeras palabras del
Credo que es seguido por el coro y los fieles.
Creo en un
solo Dios,
Padre Todo-
poderoso,
Creador del
cielo y de la
tierra, de
todo lo
visible y lo
invisible.
Creo en un
solo Señor,
Jesucristo,
Hijo único de
Dios, nacido
del Padre
antes de
todos los
siglos: Dios
de Dios, Luz
de Luz, Dios
verdadero de
Dios verda-
dero, engen-
drado, no
creado, de la
misma natu-
raleza del
Padre, por
quien todo
fue hecho;
que por
nosotros, los
hombres, y
por nuestra
salvación
bajó del cielo,
(DE
RODILLAS)
y por obra
del Espíritu
Santo se
encarnó de
María, la
Virgen, y se
hizo hombre;
y por nuestra
causa fue
crucificado
en tiempos
de Poncio
Pilato; pade-
ció y fue
sepultado, y
resucitó al
tercer día,
según las
Escrituras, y
subió al cielo,
y está
sentado a la
derecha del
Padre; y de
nuevo vendrá
con gloria
para juzgar a,
vivos y
muertos, y su
reino no
tendrá fin.
Creo en el
Espíritu
Santo, Señor
y dador de
vida, que
procede del
Padre y del
Hijo, que con
el Padre y el
Hijo recibe
una misma
adoración y
gloria, y que
habló por los
profetas.
Creo en la
Iglesia, que es
una, santa,
católica y
apostólica.
Confieso que
hay un solo
Bautismo
para el per-
dón de los
pecados. Es-
pero la resu-
rrección de
los muertos
(SE SIGNAN)
y la vida del
mundo futu-
ro. Amén.
OFERTORIO
V.Dominus vobiscum. V. El Señor esté con vosotros.
R. Et cum spiritu tuo. R. Y con tu espíritu.
V. Oremus V. Oremus
SENTADOS
El sacerdote prepara las ofrendas y ofrece el pan y el vino que se convertirán el Cuerpo y la
Sangre de Cristo. Ofrécete tú también con tu vida, tus trabajos, tus sufrimientos… Mientras
tanto el coro canta la antífona propia, y seguidamente puede cantarse otro motete o canto
apropiado.
Antífona del Ofertorio
Salmo 87, 7-8
Se reconocerá en este canto del ofertorio los llamamientos a la salvación y
misericordia de Dios, que repite la Iglesia todos los días al terminar las
oraciones al pie del altar, cuando comienza la misa.
DEUS, tu convérsus vivificábis nos, et OH DIOS, si te vuelves a nosotros, nos
plebs tua lætábitur in te: osténde darás vida, y tu pueblo se alegrará en
nobis, Dómine, misericórdiam tuam, ti; muéstranos, Señor, tu misericordia,
et salutáre tuum da nobis. y danos tu Salvador.
SECRETA
Terminados los ritos del ofertorio y la incensación, el sacerdote dice en voz baja la oración
secreta que concluye cantando e hilándola con el canto del prefacio
PLACÁRE, QUǼSUMUS, Dómine, TE ROGAMOS, SEÑOR, te aplaques con
humilitátis nostræ précibus et nuestras humildes oraciones y
hóstiis: et ubi nulla súppetunt ofrendas; y como no podemos alegar
suffrágia meritórum, tuis nobis méritos de ningún valor, socórrenos
succúrre præsídiis. Per Dóminum con tu auxilio. Por nuestro Señor
nostrum Iesum Christum, qui tecum Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y
vivit et regnat in unitate Spiritus reina en la unidad del Espíritu Santo y
Sancti Deus. es Dios.
DE PIE
V/. Por los siglos
de los siglos. R/.
Amén. V/. El Se-
ñor esté con vo-
sotros. R/. Y con
tu espíritu. V/.
Levantemos el
corazón. R/. Lo
tenemos levan-
tado hacia el
Señor. V/. Demos
gracias al Señor
nuestro Dios. R/.
Es justo y nece-
sario.
PREFACIO DE ADVIENTO
(en su defecto, prefacio de la santísima Trinidad para los domingos; y prefacio común para
las ferias de Adviento)
El prefacio es un canto de acción de gracias donde los fieles son invitados a unirse y una
verdadera profesión de fe en la Trinidad Santísima a quién se ofrece el sacrificio de la misa.
Otros prefacios están al final, del folleto.
Vere dignum et iustum est, Verdaderamente es digno y justo,
aequum et salutare, nos equitativo y saludable, que te demos
tibi semper et ubique gratias gracias en todo tiempo y lugar, Señor
agere: Domine, sancte Santo, Padre todopoderoso y eterno
Pater, omnipotens aeterne Deus: Dios, por Jesucristo nuestro Señor; él es,
per Christum Dominum nostrum; Dios misericordioso y fiel, el Salvador
Quem perdito hominum generi que habías prometido al género humano
Salvatorem misericors et fidelis perdido por el pecado, para que la
promisisti: cuius veritas instrueret Verdad instruyese a los ignorantes,
inscios, sanctitas iustificaret la Santidad justificara a los impíos, la
impios, virtus adiuvaret Fortaleza ayudase a los débiles.
infirmos. Dum ergo prope est ut Mientras está cerca aquel a quién tú nos
veniat quem missurus es, et dies envías, -ya viene-, y el día de nuestra
affulget liberationis nostrae, in hac liberación ya brilla, llenos de confianza
promissionum tuarum fide, piis en tus promesas, nos llenamos de
gaudiis exultamus. Et ideo cum piadosos gozos. Y por eso, con los
Angelis et Archangelis, cum Ángeles y los Arcángeles, con los Tronos
Thronis et Dominationibus, y las Dominaciones, y con toda la milicia
cumque omni militia caelestis del ejército celestial, entonamos a tu
exercitus, hymnum gloriae tuae gloria un himno, diciendo sin cesar:
canimus, sine fine dicentes:
Ya está cerca la consagración. Pide a Dios por la Iglesia, por el Papa, los obispos y sacerdotes,
por los religiosos, por todos los cristianos, por tus intenciones y necesidades.
“Jesucristo,
la víspera de su
pasión, tomó el pan en sus santas y
venerables manos, y levantado los
ojos al cielo hacia ti, oh Dios, su
Padre omnipotente, dándote gracias, lo bendijo, lo partió y los dio a sus
discípulos diciendo: Tomad y comed todos de él:
PORQUE ESTE ES MI CUERPO.
Da gracias a Dios por el inefable don de la Eucaristía que Cristo ha dado a su Iglesia y por
todas las gracias recibidas. Pídele a Jesús presente en el Altar en el sacramento de su Cuerpo
y de su Sangre por el eterno descanso de los difuntos. También para que nosotros tengamos
la gracia de participar de la felicidad del cielo junto con los santos.
PADRENUESTRO
El Sacerdote comienza el rito de la comunión cantando el Padrenuestro.
Al Padrenuestro se le llama también ‘la oración dominical’ por haber sido enseñada por
Nuestro Señor Jesucristo. En la liturgia extraordinaria –desde tiempos de San Gregorio que lo
introdujo en la liturgia romana- lo canta solamente el celebrante recordando que Cristo fue
quien se lo enseñó a los discípulos.
V. Oremus. Praeceptis salutaribus V. Oremos. Teniendo en cuenta la
moniti, et divina institutione formati, orden del Señor y aleccionados por el
audemus dicere: divino Maestro, nos atrevemos a
exclamar:
PATER NOSTER, qui es in coelis; PADRE NUESTRO, que estás en los
sanctificetur nomen tuum; adveniat cielos. Santificado sea tu nombre.
regnum tuum: fiat voluntas tua sicut Venga a nosotros tu reino. Hágase tu
in coelo et in terra. Panem nostrum voluntad así en la tierra como en el
quotidianum da nobis hodie; et cielo. El pan nuestro de cada día
dimitte nobis debita nostra, sicut et dánosle hoy; y perdónanos nuestras
nos dimittimus debitoribus nostris. deudas, así como nosotros
Et ne nos inducas in tentationem. perdonamos a nuestros deudores. Y
R. Sed libera nos a malo. no nos dejes caer en la tentación.
R. Mas líbranos del mal.
EMBOLISMO
La oración “libera nos” es un ampliación de la última petición del Padrenuestro, implorando
la protección de la Virgen y de los santos. El Sacerdote la recita en voz baja:
Libera nos, quaesumus Domine, ab Líbranos, Señor, de todos los males
omnibus malis praeteritis, pasados, presentes y futuros; y por la
praesentibus, et futuris: et intercesión de la gloriosa siempre
intercedente beata et gloriosa semper Virgen María, Madre de Dios, y de tus
Virgine Dei Genitrice Maria, cum bienaventurados Apóstoles San
beatis Apostolis tuis Petro at Paulo, Pedro, San Pablo y San Andrés, y
atque Andrea, et omnibus sanctis, da todos los demás Santos danos
propitius pacem in diebus nostris: ut bondadosamente la paz en nuestros
ope misericordiae tuae adjuti, et a días; a fin de que, asistidos con el
peccato simus semper liberi, et ab auxilio de tu misericordia, estemos
omni perturbatione securi. Per siempre libres de pecado y al abrigo
eumdem Dominum nostrum Jesum de cualquier perturbación. Por el
Christum Filium tuum. Qui tecum mismo Jesucristo tu Hijo, nuestro
vivit et regnat in unitate Spiritus Señor, que contigo vive y reina en
Sancti Deus. unidad del Espíritu Santo.
Y la concluye cantando:
Per omnia saecula saeculorum. Por los siglos de los siglos.
R. Amen R. Así sea.
Y realiza la Fracción de la Hostia, que concluye con el rito de la paz:
V. Pax Domini sit semper vobiscum. V. La paz del Señor sea siempre con
R. Et cum spiritu tuo. vosotros.
R. Y con tu espíritu.
CORDERO DE DIOS
Mientras el sacerdote realiza la conmixtión (la mezcla de una pequeña partícula del pan
consagrado con el Sanguis del Cáliz), y se prepara para la comunión; los fieles y el coro
cantan el Agnus Dei.
Cordero de
Dios que
quitas el
pecado del
mundo, ten
piedad de
nosotros. (2)
Cordero de
Dios que quitas
el pecado del
mundo, danos
la paz.
Aprovecha estos momentos para prepararte a recibir la Comunión.
Puedes utilizar esta oración que también el sacerdote recita.
Oh Señor Jesucristo, Hijo de Dios vivo, que, por voluntad del
Padre cooperando el Espíritu Santo, diste la vida al mundo por tu
muerte: líbrame, por tu sagrado Cuerpo y Sangre de todas mis
iniquidades y de todos los demás males, y haz que cumpla siempre
tus mandamientos y no permitas que jamás me aparte de Ti,
quien siendo Dios, vives y reinas con el mismo Dios Padre y con el
Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
CONFITEOR
Cuando el sacerdote termina de comulgar los fieles se preparan de forma inmediata a recibir
la sagrada comunión recitando el Confiteor.
Confíteor Deo Omnipoténti, beá- Yo, pecador, me confieso a Dios
tæ Maríæ semper Vírgini, beato todopoderoso, a la bienaventurada siem-
Michaéli Archángelo, beato pre Virgen María, al bienaventurado San
Joanni Baptístæ, sanctis Após- Miguel Arcángel, al bienaventurado San
tolis Petro et Paulo, ómnibus Juan Bautista, a los santos Apóstoles San
Sanctis, et tibi, Pater: quia peccávi Pedro y San Pablo, a todos los Santos y a
nimis cogitatióne, verbo et opere: vos, Padre; que pequé gravemente con el
mea culpa, mea culpa, mea pensamiento, palabra, y obra, por mi
máxima culpa. Ídeo precor culpa, por mi culpa, por mi grandísima
beátam Maríam semper Vírginem, culpa. Por tanto, ruego a la biena-
beátum Michaélem Archángelum, venturada siempre Virgen María, al
beátum Joánnem Baptístam, bienaventurado San Miguel arcángel, al
sanctos Apostólos Petrum et bienaventurado San Juan Bautista, a los
Paulum, omnes Sanctos, et te, Santos Apóstoles San Pedro y San Pablo, a
Pater, orare pro me ad Dóminum todos los Santos, y a vos, Padre, que
Deum nostrum. roguéis por mí a Dios nuestro Señor.
Antífona de Comunión
Durante el momento de la comunión el coro interpreta la antífona de comunión propia de la
misa del día. Si la distribución de la comunión se alarga, se puede interpretar otros cantos
apropiados.
Baruc 5, 5. 4, 36
JERÚSALEM SURGE, et sta in excélso, LEVÁNTATE, JERUSALÉN, ponte en lo
et vide jucunditátem, quæ vénit tibi a alto, y mira el regocijo que te viene de
Deo tuo tu Dios.
DE PIE
ORACIÓN POSTCOMUNION
(ver hoja propia del día)
Terminada la purificación de los vasos sagrados el sacerdote, invita a los fieles a la acción de
gracias por los dones recibidos.
V/.Dominus vobiscum. V/. El Señor esté con vosotros.
R/. Et cum spíritu tuo. R/. Y con tu espíritu.
Oremus: Oremos:
REPLÉTI CIBO spirituális alimóniæ, SACIADOS ya con el manjar espiritual,
súpplices te, Dómine, deprecamur: te suplicamos, Señor, que por la
ut hujus participatióne mystérii, participación de este misterio nos
dóceas nos terréna despicere et enseñes a despreciar lo terreno, y amar
amare cælestia. Per Dóminum lo celestial. Por nuestro Señor
nostrum Iesum Christum, qui tecum Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y
vivit et regnat in unitate Spiritus reina en la unidad del Espíritu Santo y
Sancti Deus, per omnia saecula es Dios por los siglos de los siglos.
saeculorum. Amen. Amén.
DESPEDIDA
Nuevamente desde el centro del Altar, el sacerdote saluda a los fieles:
V. Dominus vobiscum. V. El Señor esté con vosotros.
R. Et cum spíritu tuo. R. Y con tu espíritu.
V. Id, la misa ha
terminado.
R. Demos gracias a Dios.
BENDICION
DE RODILLAS
El Sacerdote reza inclinado y en voz baja la oración Placeat tras la cual imparte la bendición
final de la santa Misa.
V/. Benedicat vos Omnipotens Deus V/. Os bendiga Dios Omnipotente,
Pater, Filius et Spiritus Sanctus. Padre, Hijo y Espíritu Santo.
R/. Amen. R/. Amén.
A continuación, lee el Último Evangelio en secreto,
mientras el coro y el pueblo entonan un canto de acción de gracias.
ORACIONAL
ALMA DE CRISTO
Alma de Cristo, santifícame Anima Christi, sanctifica me.
Cuerpo de Cristo, sálvame Corpus Christi, salve me.
Sangre de Cristo, embriágame Sanguis Christi, inebria me.
Agua del costado de Cristo, lávame Aqua lateris Christi, lava me.
Pasión de Cristo, confórtame Passio Christi, conforta me.
Oh mi Buen Jesús, óyeme O bone Iesu, exaudi me.
Dentro de tus llagas, escóndeme. Intra tua vulnera absconde me.
No permitas que me aparte de Ti Ne permittas me separari a te.
Del maligno enemigo, defiéndeme Ab hoste maligno defende me.
En la hora de mi muerte llámame In hora mortis meae voca me.
y mándame ir a Ti, Et iube me venire ad te,
para que con tus Santos te alabe ut cum Sanctis tuis laudem te
Por los siglos de los siglos. in saecula saeculorum.
Amén. Amen.
OFRECIMIENTO
Recibe Señor toda mi libertad. Recibe Súscipe, Dómine, univérsam meam
mi memoria, mi entendimiento y toda libertátem. Accipe memóriam, inte-
mi voluntad, todo cuanto tengo o llectum atque voluntátem omnem.
poseo, Tú me lo has dado: todo te lo Quidquid hábeo vel possídeo, mihi
devuelvo a tu divina voluntad, para largítus es: id tibi totum restítuo, ac
que ella me gobierne, sólo te ruego tuae prorsus voluntáti trado guber-
que me concedas tu amor, junto con nandum. Amores tui solum cum
tu gracia, y seré bastante rico, no pido grátia tua mihi dones, et dives sum
otra cosa. satis, nec áliud quidquam ultra posco.
ORACIÓN A LA VIRGEN
Oh María, Virgen y Madre Santísima, O María, Virgo et Mater sanctíssima
he recibido a tu Hijo amadísimo, que ecce, suscépi dilectíssimum Filium
concebiste en tus inmaculadas entra- tuum, quem immaculáto útero tuo
ñas, criándolo y alimentándolo con tu concepísti, genuísti, lactásti, atque
pecho, y lo abrazaste amorosamente. suavíssimis ampléxibus strinxísti.
Al mismo que te alegraba contemplar Ecce, cuis aspéctu laetabáris et
y te llenaba de gozo, te lo presento y ómnibus delíciis replebáris, illum
te lo ofrezco con amor y humildad ipsum tibi humíliter et amánter
para que lo abraces, lo quieras con tu repraesénto et óffero tuis brácchiis
corazón y lo ofrezcas como supremo constringéndum, tuo córde
culto de latría a la Santísima Trinidad, amándum, sanctíssimaeque Trínitate
por tu honor y por tu gloria y por mis in suprémum latríae cultum, pro tui
necesidades y las de todo el mundo. ipsíus honóre et gloria et pro meis
Te ruego, piadosísima Madre, que me totiúsque mundi necesitátibus
alcances el perdón de todos mis offeréndum. Rogo ergo te, píísima
pecados y gracia abundante para Mater, ímpetra mihi véniam ómnium
servirte desde ahora con mayor peccátorum meórum, uberémque
fidelidad, y por último, la gracia de la grátiam ipsi deínceps fidélius
perseverancia final, para que pueda serviéndi, ac dénique grátiam finálem,
alabarte contigo por los siglos de los ut eum tecum laudáre possim per
siglos. Amén. ómnia saecula saeculorum. Amen
1.No te enojes
Señor, no te
acuerdes más de
nuestra maldad. La
ciudad del Santo
está desierta; Sión
ha quedado arrasa-
da, Jerusalén,
desolada, la casa
de tu santidad y tu
gloria, donde te
alabaron nuestros
padres.
2.Hemos pecado y
estamos mancha-
dos. Hemos caído
como las hojas y
nuestras maldades
nos arrastraron
como el viento. Nos
escondiste tu
rostro
y nos dejaste con
nuestra iniquidad.
3. Mira, Señor, la
aflicción de tu
pueblo y envía al
Prometido:
envíanos al Cor-
dero que rige la
tierra, desde el
desierto de Petra
hasta el monte de
la hija de Sión, para
que rompa el yugo
de nuestra
esclavitud.
4. Consuélate,
pueblo mío,
consuélate, que
pronto llegará tu
salvación; ¿Por qué
te consumes de
tristeza? ¿Por qué
se renueva tu
dolor? Te salvaré,
no temas: yo soy el
Señor, tu Dios, el
Santo de Israel, tu
redentor.
VEN SALVADOR
1. Vino a enseñarnos el sendero, 3. Nuestro Señor vendrá un día,
vino a traernos el perdón. lleno de gracia y majestad.
Vino a morir en un madero, De nuestro pueblo Él será guía,
precio de nuestra redención. juntos iremos a reinar.
2. Por una senda oscurecida, 4. Brilla en la noche nueva Aurora,
vamos en busca de la luz. Sol de justicia, Sol de Paz;
Luz y alegría sin medida todos los hombres le añoran
encontraremos en Jesús. al que viene a salvar.
RORATE CAELI. Canto ambrosiano
Cielos enviad el
rocío (2), y las nubes
lluevan al Justo. (2)
Que se abra la tierra,
(2) y germine el
Salvador. He aquí
que la Virgen dará a
luz un Hijo y le
pondrá por nombre
Enmanuel. Entonces
los montes
destilarán la dulzura
y las montañas
fluirán leche. Y el
Verbo se hizo carne,
y el Salvador ha
nacido por nosotros.
Venid vayamos a
Belén y veamos al
Verbo y adorémosle.
Jesús, Jesús, Jesus,
ten piedad de
nosotros. Amén.
VENI EMMANUEL
Ven, ven, oh
Emmanuel,
libera al Israel
cautivo que
llora en el exilio
privado del Hijo
de Dios.
R/. Alégrate,
alégrate, Israel!
El Emmanuel –
Dios con
nosotros- va a
nacer por ti.
Ven, Llave de
David abre las
mansiones
celestiales, haz
seguro el
camino de lo
alto y cierra los
caminos
infernales.
Ven, oh Vara de
Jesé, libra a los
tuyos de las
garras de los
enemigos, de la
vista del tártaro
y de la caverna
infernal.
Ven, oh
Sabiduría que
ordenas todas
las cosas, ven,
para enseñar el
camino de la
prudencia y de
la gloria.
Augusta Madre del Redentor, que siempre eres Puerta del Cielo abierta, y
estrella del mar, socorre a tu pueblo caído, que anhela resucitar; tú que
generaste, con maravilla de la naturaleza, a tu santo Creador, Virgen antes y
después, que de la boca de Gabriel acogiste aquel saludo, ten piedad de los
pecadores.