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La

Nota Suicida Escrita en


Esperanto

Por

Alex Malpica


El inspector Roberto García se acomodó el bigote, y de nuevo con sus


anteojos veía la escena, ahora con la luz del amanecer. Se tapó la nariz, con un
pañuelo que afortunadamente llevaba, para el resfrío que presentaba hace
varios días. El cuerpo ya tenía un cuadro de descomposición avanzada, el olor
era profundo y bastante abultado, tomando en cuenta el lugar donde se
encontraban. Era un cuarto bastante amplio, donde se podía observar los lujos
que había dejado el difunto. Un televisor de 50 pulgadas estaba sobre la pared
con un sistema de audio completo, aire acondicionado, cama lujosa, alfombra
algo manchada por la sangre, Roberto inspecciono el cuerpo, tenía grandes
cortes en las muñecas hechas por la misma persona, el presumía suicidio. Todo
estaba perfectamente ordenado, todas las paredes estaban llenas de libros,
sacando cuentas, el inspector Roberto calculaba unos mil libros hasta dos mis
libros distribuidos por todo el cuarto, una pequeña fortuna literaria. Sacó su
libro de notas y empezó hacer sus anotaciones, hombre de aproximadamente
50 años, moreno claro, calvo, contextura delgada, estaba boca abajo en la
mesa donde había muerto, era un cuarto tipo estudio. Su mesa de estudio solo
contenía unas hojas con algo escrito, al parecer lo último que escribió el
suicida. Sin embargo eso sería producto de las evidencias investigativas. Se
puso los guantes blancos, y le echo un ojo a los papeles. El olor era más
penetrante y le produjo arqueadas. Levantó con mucho cuidado algunas hojas
y pudo notar que estaban escritas en un idioma extraño. No era inglés,
tampoco alemán, menos francés ¿Quizás italiano? No, Roberto pensaba y casi
aseguraba que no. El hombre tenía los rasgos propios de una persona nacional.
Escuchó pasos se acercaba el forense. Llegaron otros colegas y con parsimonia
le explico sus observaciones.
Al dirigirse su casa no dejaba de pensar en el extraño contenido que
contenían aquellas extrañas notas. Les pediría a sus superiores este caso en
específico. La curiosidad lo impulsaba a saber el contenido de aquellas
extrañas notas.
Al amanecer del segundo día, Roberto García recibió la parte del forense.
Donde con el tecnicismo propio de los forenses explicaba básicamente que su
muerte se había producido por el desangramiento expuesto por el corte de las
muñecas. Estaban adjuntas las cartas escritas por el suicida. El forense
presumía que era algún idioma Nórdico.
Roberto García salió de su oficina y se dirigió a un compañero que
trabajaba en los archivos, que respondía al nombre de pila de Javier, tenía
conocimiento que su primo trabajaba en la embajada de Italia. Luego de los
saludos correspondientes le solicito el favor que le echara un ojo a los escritos
para ver si de este modo, reconocía el idioma. Desafortunadamente no
reconocía el idioma, tomo unas cuantas capture con su teléfono, y se las
mando a su primo en la embajada, mientras esperaban la respuesta siguieron
hablando de trivialidades luego de diez minutos Roberto se dirigió a su oficina
a esperar la respuesta mientras seguía trabajando. Ahora pensaba que podía
hacer con un caso de un homicidio calificado, donde el delincuente era
buscado y el presumía donde se encontraba. Pero, pensándolo bien, que
ganaba con montar un operativo atrapar el delincuente y a lo días por la
burocracia estatal que saliera libre, sus esfuerzos serian en vano. Roberto
García además estaba cansado de ser la bandera de la justicia, donde la
sociedad estaba socavada por las injusticias, tomaba su café y trataba de no
meditar sobre el tema.
Luego de perderse en sus largas meditaciones mañaneras escuchó que
tocaban la puerta.
—¡Pase adelante! — dijo — su tono era perentorio.
Era el archivador Javier con noticias.
—Listo, ya mi primo identifico el idioma.
—¿Sí? Cuénteme.
—Es esperanto. — dijo — con un tono de satisfacción por reconocer el
misterio.
—¿Esperanto? ¿Qué es eso?
—Pues mi primo me explico que es un idioma artificial creado por un
oftalmólogo a finales del siglo XIX lo hablan muy pocas personas. No hay
embajadas, puesto que no es un idioma nativo, la única forma que lo traduzcan
es alguien de alguna universidad, o una persona que le guste y hable el idioma,
pero como el idioma no tiene registro, es difícil conseguir alguien que se
familiarice con el idioma.
—Muchas gracias, ya me encargare como traducir.
Luego de salir Javier, pensó que podía traducirlo el mismo por Google,
pero hacerlo representaba un enorme esfuerzo y tiempo, decidió investigar
alguien que lo hablara, y lo tradujera, busco en internet y vio que había una
pequeña sociedad esperantistas, como se hacían llamar, decidió matar dos
pájaros de un tiro, uno de ellos ver si de este modo le traducían las misteriosa
carta y la otra, ver si conocían a la persona en cuestión en esta sociedad.
Luego de bajar del carro se dirigió al edificio de ladrillos rojos que se
imponía en el centro de la ciudad, era un edificio de 8 pisos bastante
imponente, se presentó con el vigilante de la recepción, y lo hicieron pasar al
último piso donde se encontraba la oficina de los esperantistas. Al salir del
ascensor observo que había una gran estrella verde de 5 puntas con una foto
enorme del creador del esperanto Zamenhof rezaba una pequeña biografía, una
mujer lo atendió era joven, y bien arreglada, Roberto no entendía cuál era el
fin de la oficina pues lo que había investigado el esperanto no era una religión
y era totalmente gratuito ¿Por qué tener una oficina entonces?
—Mucho gusto, señor inspector mi nombre es Elena Petrosko.
—Interesante apellido, mi nombre es Roberto ¿Es rusa?
—No, en absoluto mis padres son polacos, es lamentable recibir la noticia
de la muerte del doctor Manuel Ospina.
—Si, lamentable estoy aquí para esclarecer algunas cosas, espero me sirva
de ayuda.
—¡Claro! Pase adelante, ni mas faltaba esto es un templo de claridad,
pasemos a la oficina ¿Quiere un café?
Al llegar a la enorme oficina con vista a la ciudad, Roberto dio un vistazo
general, bastantes muchas fotografías de Elena por todo el mundo, desde
Egipto, hasta china, parecía ser que los esperantistas estaban dispuestos por
todo el mundo.
—Interesante saber que ha viajado tanto por el mundo.
Elena sonrió, era una hermosa joven, Roberto empezaba a ver su rostro
unas expresiones características de última década de la juventud.
—Pues, si, algunos viajamos mucho a conferencias.
—Explique a que se dedicaba Manuel Ospina precisamente, aquí.
—Pues Manuel, no era muy cercano solo conocido, y gran aportador a la
sociedad esperantistas con sus contribuciones, tanto económicas como en la
práctica, hubo un tiempo que estuvo comprometido con nosotros, de hecho
viajo conmigo a Alemania sino recuerdo mal en el 2011 poco menos de una
década. Por sus obligaciones médicas, estaba distanciado, bueno eso es lo que
daba a entender. Duramos par de semanas por Alemania todo bien, excelente
persona. Lamentable su noticia.
—Pues, quiero que me despeje unas dudas, al momento de morir dejo
escrito esto. — Roberto saco de su maletín las cartas, mejor dicho las copias
de las originales — quisiera saber si puede traducirlas.
Elena miro las cartas, eran varias hojas, lo cual lo pensó un momento,
Roberto pensaba que le daría una excusa y que la pensaba.
—Será un placer para mí, pero me tendrá que dar unos días, quizás mmmm
una semana.
—Está bien tome el tiempo necesario.
Al terminar la entrevista con Elena, Roberto salió mucho más tranquilo.
Pronto saciaría su curiosidad. En una semana estaría con la información
necesaria para saber que contenía esos misteriosos escritos.
Luego del comienzo Roberto tenía la traducción, en su oficina, luego de
terminar el día con algo de ansiedad. Al llegar a su casa se preparó algo de
café, y se preparó para leer el contenido de estas notas suicidas. He aquí el
misterio.
**
Dios es verbo.
Esto lo escribo al que le pueda interesar, quizás a nadie, quizás a todos,
quien sabe. Lo cierto es que no quise escribirlo en castellano, sino, en
esperanto, un idioma que respeto profundamente por su neutralidad, a pesar de
que hablo cuatro idiomas perfectamente. Este es mi segunda semana encerrado
en estas paredes y luego de tanto pensar he decidió quitarme la vida, escribo
estas pequeñas notas para no pasar desapercibido y quizás lo haga, pero ¿Por
dónde comenzar? Tengo tanto que contar y a la vez tan poco tiempo, lo cierto
es que la ayuda psiquiátrica no me ayudo en nada, será por falta de pastillas
que mi mente maquina cosas, y antes de hacerlas prefiero quitarme la vida, no
siento que soy de este mundo.
Todo comenzó en Ureña mi tierra de origen, tan apartado del mundo como
lo es posible en tierra de campesinos, mi mama trabaja como promotora de
ventas, recuerdo aquellos años con nostalgia, mi padre no lo conocí, era hijo
único recuerdo que cuando comencé a leer, mi mama me llevaba a su trabajo,
y agarraba todas las revistas de mecánica popular o que tuvieran un alto
contenido educativo, creo que ahora pensándolo en retrospectiva siempre fui
diferente. Pasaba las ocho horas leyendo en un pequeño rincón del
supermercado en un almacén de depósito. Mi preciado tesoro que son los
libros, siempre los ame, me enseñaron algo que no me enseño mi madre que
era una persona sumamente ignorante, y católica conservadora, el
conocimiento es la clave para salir adelante, lo demostré a mi edad. Mi madre
lloraba en las noches, asumo que por mi padre al que nunca conocí, fue una
más de las mujeres engañadas por un buen verbo y quizás por un atractivo
físico, yo como hombre también lo viví, pero mi vida es una serie de desgastes
o etapas que mientras se consumían asumía otro rol para llenar mis
ambiciones, me desvié un poco del tema, continuo con aquellos años de mi
infancia.
Fue una etapa donde fui madurando rápidamente, creo que fue la más
importante de mi vida, donde fui más feliz, pues a partir de la muerte de mi
madre en mi adolescencia tuve que ingeniármelas solo. Es decir, tuve que
partir a la casa de mi abuela materna y eso era más adentro en el campo, la
escuela la recuerdo era de adobe, muy humilde, fue donde me destaque aun
mas con mis profesores, se tenía entendido que era un niño de la ciudad, en
realidad Ureña era la ciudad del campo, simplificando me delante de nuevo.
La muerte de mi madre significo un punto importante en mi persona, pues esto
me hizo reflexionar. En algo muy importante para toda persona ¿La cuestión
de dios?
Mi madre me inculco sus creencias como es natural, además de ser una
persona iletrada y sumamente supersticiosa recuerdo que si tenía una biblia, en
mi cumpleaños número diez me regalo una colección de libros católicos, lo
cual me devore inmediatamente, con ello creía que iba a ser padre, pues era
una vocación que me gustaba, ahora en este momento a punto de suicidarme
me rio de aquellos tiempos, la mente me perturba en algunas circunstancias,
antes de cometer una locura, prefiero escribir todo esto, es sumamente
satisfactorio un antisiolitico para lo que está por venir.
Empecé asistir a las iglesias en Ureña de rango católico, me arrodillaba,
rezaba, oraba, lloraba, todo lo que un niño ignorante de las circunstancias tiene
a la mano. Aunque tenía ciertas interrogantes que se logran pensando, todo se
acabó con la muerte de mi madre, una mujer joven de apenas cuarenta años,
siendo una persona tan devota y consagrada su vida a dios, no entendí como
dios se la había llevado, pase por un proceso existencial profundo que duro
mucho tiempo. Creo, que fue el momento donde me empecé apartar de la
religión poco a poco. Gota a gota mis dudas fueron llenando más lo que las
respuestas me estaban dando.
Mi madre murió de la peor manera, en un accidente, donde un conductor
de ganado sometido quizás a largas horas de trabajo se quedó dormido y se la
llevo en plena carretera, recuerdo que esa vez iba a comprar un queso para la
cena, esas cosas marcan la vida y nunca se olvidan.
Recuerdo ver el cuerpo mutilado por el camión. Eso nunca se me borrara
de la mente.
Recuerdo que es aparte de infancia fui un chico callado, aunque muy
inteligente, siempre callado, mi mente trabajaba de otra forma, es en ese
momento donde me aislé en la compañía de los pocos libros que tenía, trabaje
a la corta edad de quince años con un padrino, tenía una parcela donde se
sembraba caraotas. Estudiaba en la mañana trabaja en la tarde y leía y
estudiaba por las noches. Recuerdo que al cumplir la mayoría de edad me
traslade a la capital quería salir del campo, y ver con mis propios ojos aquella
ciudad que nombraban tanto los libros que había comprado, no me dolió tanto
dejar a mi familia, especialmente mi abuela o mis primos, sino, mis libros en
ellos si deje un profundo cariño. Pero, así es la vida y consistía en sacrificio
con los modestos ahorros que tenía, me traslade a la capital donde alquile un
pequeño cuarto, con mis excelentes calificaciones y a mi corta edad hice lo
que quería estudiar en la facultad de medicina, pues mi gusto por la ciencia
médica se había intensificado en los años que pase en el campo. En realidad
toda mi infancia.
Luego de aprobar los exámenes pase los momentos más duros de mi vida
que es vivir sin apoyo económico, hacia lo que podía para conseguir lo
modestos insumos que me llevaba a la boca, para pagar la pensión y comprar
todo lo que necesitaba para estudiar. Fueron años difíciles, no supe lo que era
divertirse, bueno cuando leía una novela era lo más significativo para mí. En
la capital podía obtener muchos más libros, en la biblioteca pública me devore
varios libros, luego los podía llevar a mi casa gracias a que me había ganado la
confianza del personal que laboraba en el sitio. En esa época me devore libros
de Julio Verne, Aristóteles, Platón, leía mucha poesía. Mi vida estaba
consagrada a mis libros, eran mi mundo, era mi todo.
Me gradué con mucho sacrificio luego me especialicé en cirugía plástica,
comencé a estudiar mi especialización mientras trabajaba en el hospital militar
de la capital. Tenía apenas 24 años cuando me gradué, fue también el
momento cuando me enamore verdaderamente, observaba a esta chica que no
nombrare, que era la primera de la clase, su mente me cautivo, a pesar de que
no contaba con bonitas formas, no era de todo mal para la vista, fui
correspondido, fue un año maravilloso. Todo lo que hablaban mis libros era
verdaderamente cierto, lo constante en ese periodo de maravilla perpetúa, fue
en ese momento donde recibí la noticia de la muerte de mi abuela, en realidad
no sentí gran tristeza, me sentí culpable por ello, es donde comencé a pensar
que había algo malo en mí.
La vida me dio muchas vueltas, en su momento con ella me sentía en el
paraíso, cuando digo paraíso es porque aunque no creo en ello, creo que es
ejemplo más recto y acorde a lo que se cree y en lo que pude vivir en el
momento. Las guardias y los estudios me tenían agotado. Comencé a vivir con
ella en una casa que alquilamos juntos. Lamentablemente eso no duro mucho,
fui donde viví mi segunda decepción.
Una noche le quería dar una sorpresa eran nuestros catorce meses como
pareja, fue donde decidí hacerle una sorpresa… aunque por designios de la
vida, el sorprendido fui yo. Con la excusa que tenía que cubrir una guardia le
dije que me ausentaría otra noche más encargue el mejor ramo de flores, los
mejores chocolates, reserve el mejor lugar en un restaurante de muy buena
reputación, y aunque no tenía y no ganaba mucho dinero había ahorrado para
el momento. Llegue a esos de las ocho de la noche, me extraño ver un carro en
la casa, en realidad ya había visto el carro en la facultad de medicina y el
hospital militar, era un carro de alta gama, y por su color era indudablemente
del doctor Ramiro. Sentí un poco de angustia será que le paso algo en mi
ausencia, entre con cautela y ahora que lo pienso no sé porque, será el miedo
de retrasar el tiempo, por si había una noticia mala. Pues, no. Simplemente era
una infidelidad, la que tuve la mala suerte de ver en vivo y directo, una
persona me traiciono y nunca pensé que lo haría ni siquiera se me había
ocurrido. Tuve mucha pericia ni siquiera me alteré quizás porque estaba en
shock. Quizás porque no asimile la información solo me quede en silencio,
Salí de la casa para nunca más volver. Aunque ella por multitud de medios
trato de darme explicaciones tanto en la facultad como en el hospital, decidí
ignorarla después de largos meses se cansó. Fue un momento muy duro y
fuerte para mí, tanto como la perdida de mi madre.
En esa época empecé a contratar prostitutas de las calles y mi odio a ellas
se hacía patente, no las maltrataba físicamente, solo las llevabas a sitios muy
retirados y las dejaba botadas era una forma de drenas mi rabia.
Luego de graduarme comencé a ver el mundo de otra forma, había logrado
mi objetivo era graduarme y hacer lo que me gustaba a los 30 años me sentía
un ser completo profesionalmente, es donde decidí estudiar idiomas, comencé
con el France ¿Por qué? Sencillo empecé a leer mucha filosofía existencialista,
me encantaba, sobre todo el idioma el Frances es el idioma del amor, aunque
no me fue muy bien en el amor, si pude constatar que existe para los otros. Es
aquí, donde viví mi pubertad. Tal cual la historia de El Dr. Jekyll y Mr. Hyde
siento que me depravé en las noches agarraba mi carro y buscaba prostitutas
en la calle, en la mañana era un respetado doctor, poco a poco sentí un odio
repulsivo por las personas, me sentía aislado y con pensamientos de
homicidios en masa. Siempre me pregunto ¿Me volví malo? La literatura me
calmaba, luego de aprender hablar francés, decidí aprender inglés, quería
hacer una especialización y tomar algunos en el exterior e Inglaterra me
presentaba la oportunidad. Es así como pase par de años en el país, gracias a
un fondo que me conseguí por iniciativa del estado, había hecho buenos
contactos. A mis 34 años era una persona completa, pero sin familia, me puse
un poco más agresivo con las prostitutas. Me deprave, comencé hacer orgias,
consumir mucho alcohol, y fumar marihuana. Pero sentía que esto no era
suficiente. No hubo alguien que me pusiera un control solo la monotonía de mi
trabajo era que me hacía que fuera una persona recta. Para evitar el remolino
de mi pensamiento que se debatía entre la maldad y la bondad, solo algo me
frenaba ¿Qué? No sé pero fue a partir de una década que fui decayendo.
Rompí mis relaciones religiosas, creo más en la ciencia y en el
existencialismo aun ahora, sobre todo en los viajes que dedique hacer para ir a
las ferias de libros de España e Inglaterra, leyendo aprendí mucho, seguí con
mi trabajo normal no me volví a enamorar, lo que no implica que no tuviera
sexo con una mujer ocasional, a veces pacientes, y a veces con prostitutas más
que todo con las ultimas. Me volví generoso con ellas, yo las ayudaba, pero a
pesar de todo cada ser humano tiene sus secretos, ¿Quién no? Mi secreto era
ser un pervertido me gustaban las jovencitas, luego perversiones, que en los
detalles íntimos no quiero entrar en el fondo, pero si en la forma.
Nunca olvídale el día fue un 20 de diciembre venía de dar una conferencia
en un hotel en la capital de las flores, cuando salí y rechacé muchas buenas
invitaciones de colegas con bastante efusividad, me dirigí a recorrer la calle,
ella se encontraba en una esquina, el corazón y la adrenalina en mi cuerpo
sentí una inyección de vida. Creo que ese impulso era lo que me mantenía
vivo, ya que no tengo algo que me de ese vital sentido de vivir, la vi, di un par
de vueltas, estudiando la zona definitivamente era una prostituta. Era joven
como me gustaban, últimamente estaba siendo un pervertido sin remedio, les
pagaba bien, descubrí que tenía una parafilia, pues la hipoxifilia ocupaba todo
mi ser, luego de intercambiar unas palabras y ganarme su confianza la lleve al
hotel donde me alojaba, tenía algunas bolsas que había comprado más
temprano en lo que llegue a la ciudad, le plantee el asunto ella, al principio
puso un poco de resistencia, pero al pagarle el triple no puso ninguno tipo de
problema, el asunto es que ese día no sé que me paso, será seria el ron que
tome en las conferencias, quizás fue la adrenalina del momento la hice mía
con violencia y comencé a tener mi fantasía, tenía la bestia dentro de mí. No
pude detenerla recuerdo que se asfixiaba, y que sus manos atadas a la cabecera
de la cama la hacían incapaz de defender ante mí, sentí eso el poder, creo que
eso es lo que me excitaba el poder de parar o no parar, todo esto mientras la
penetraba, a pesar de que me di cuenta que ella puso resistencia y trataba
desesperadamente, de zafarse no podía, en mi clímax no me di cuenta que ya
había parado de moverse, pues en ese momento me di cuenta que acaba de
asesinar a alguien. ¿Qué sentí?
Creo que es la sensación de saber si estas o no en la situación, como la
primera operación, la primera vez que haces el amor, la incertidumbre, la
adrenalina todo un sueño. Había cometido un homicidio y sabía que no había
oportunidad de salvarla como médico de profesión lo entendía, sacarla fue
fácil lo hice en la maletera de mi carro, no había sangre así que no había
mucho que limpiar.
El problema era el cuerpo, al hacerle una pesquisa vaginal encontrarían mi
semen, de eso si tenía que preocuparme, la idea era desaparecer el cuerpo,
viniendo a la ciudad había un gran lago, tenía que montarle mucho peso al
cuerpo para que de este modo no flotara, a la mañana siguiente aun con el
cuerpo atrás compre un saco de cemento en una ferretería, lo puse en el
asiento de atrás, compre luego cinta adhesiva, creo que por ser un criminal
primerizo no me daba cuenta de lo ridículo que me veía, lo compre en dos
sitios distintos y pague en efectivo sin llamar mucho la atención y dejando el
carro apartado del lugar donde hice mis compras, recuerdo que fui de nuevo
otro motel, de esos que tienen privacidad para estacionar el carro dentro de la
habitación, el día estaba caluroso, saque el cuerpo de nuevo y lo subí al cuarto
se estaba poniendo duro, encendí el aire lo mas frio que pude mientras llegaba
la noche, saque el cemento con mucho esfuerzo y con la cinta adhesiva
empecé a sujetarla al cuerpo. De este modo me cerciore que quedara bien
pegada a su cuerpo con muchas vueltas, al caer la noche pasadas las 10pm
baje el cuerpo de nuevo cosa que se me complico bastante pues era el peso del
saco del cemento mas el cuerpo, aunado la posición, mi carro era una
camioneta Tucson así que los asientos traseros los baje completamente, de este
modo puse el cuerpo y cupo perfectamente, Salí del hotel y conduje hacia mi
estado, mi ciudad, lo único que me aterraba una alcabala, pero dudaba que
hubiera una, llegue al lago, y estaciones por un sitio algo apartado era
peligroso y lo sabía, pero no podía pararme en la vía principal pasaban algunos
carros constantemente. Espere, y espere cuando se hicieron las 2AM encendí
de nuevo el motor, me puse en la mitad de la vía, y me fije que no hubieran
luces que determinara que venía algún carro por el sentido norte o sur, del
mismo modo que apague mi carro, tenía máximo 30 segundos para abrir la
maletera y lanzar el cuerpo al agua, la adrenalina del momento me dio fuerzas,
subí al cuerpo a la barandilla que no era muy alta, y lance el cuerpo, a los
segundos escuché un chapoteo en el agua, me asome y a pesar de la oscuridad
la luna le daba algo de claridad reflejaba el agua, movida y turbia por el peso
recibido, pero luego se sereno, el cuerpo ya estaba hundiéndose, encendí el
carro y me fui a mi ciudad.
Esos días no pude operar, no quería trabajar y para faltar dije que
presentaba problemas de salud, lo cierto es que estaba pegado a las noticias
sobre todo las regionales, estaba ansioso, nervioso, era una mescla de muchas
emociones que ahora escribiendo y recordando esto, las siento como si fueran
ayer, a pesar de que ya han pasado algunos años.
Luego de un par de semanas me sentí seguro y me engullí en mi habitual
trabajo, el mundo de esas mujeres es así van y vienen, y nadie pregunta por
ellas. Dejan atrás niños que quizás no pregunten por ellas pues aun son
infantes. Recuerdo que fue en el 96 en un año me porte acorde a lo esperado,
por una persona de bien, un ¿accidente o no? Siempre me lo pregunté, yo tenía
el poder para parar cuando quisiera, pero no lo hice será que en el fondo
quería, ahora, sentía que recurría mucho mas estas interrogantes y para no
darme respuestas no tenía sexo con prostitutas ni con nadie solo me daba
placer viendo porno, pero ya el apetito de estar con una mujer, me estaba
afectando, quería repetir la experiencia. Fue donde cometí mi segundo
homicidio, no describiré como asesiné a todas ellas, como dije anteriormente
no describiré el fondo sino la forma. Comenzare de la siguiente forma, esto no
sé si lo leerá alguien, quizás solo estoy haciendo un monologo. Pero aquí va
mi relato y mi descripción de mis homicidios.
Primero las estudiaba es decir, situación familiar siempre me inclinaba por
las prostitutas de calle por muchos factores diversos, entre ellos, que eran más
inmune a mis encantos, y mucho más desprotegidas que las prostitutas de un
burdel, de hecho son más solitarias, esto la hacen presa fáciles a personas
como yo, pues llegar a ese extremo en lo más desesperado de un ser humano,
siempre las escogía menores de 21 por varios motivos uno de ellos que no
tenían mucha historia, entre mas mayor más conocidos, mas personas que
pueden preguntar por su desaparición, luego les preguntaba cosas, ellas
siempre se abrían no es que pueda confiar 100% en lo que digan, pero por allí
siempre hay algo de verdad. Por lo general esas mujeres eran del campo o de
otra ciudad, siempre dejaban hijos atrás, madres solteras de bajos recursos, con
sus hombres presos o que las dejaron, viviendo con un familiar no directo,
problemas sociales graves en sus hogares. En fin un sinfín de problemas
personales, no eran nadie, por lo menos para mí, y para el mundo más. Su
desaparición por un tiempo pasa desapercibida y cuando preguntan las pocas
personas que puedan preguntar sería demasiado tarde y como buscar a alguien
de por sí ya perdido. Lo único que sentía que, pobres criaturas, es decir sus
niños pues ellas era el sostén de su vida. En realidad eso era lo único de lo que
me arrepentía.
A veces actuaba de manera que preparaba todo para asesinarlas de una vez,
o a veces me ganaba su confianza y luego de varios días de tener relaciones las
mataba con asfixia, creo que me excitaba mas pues era una persona que ya
conocía previamente, aunque así era más riesgoso. Corría el riesgo aunque
siempre se corre de diversas formas, de que la prostituta en cuestión hablara de
mí con una u otra amiga, “tengo un cliente que”… Pero para ello tome mis
previsiones, una no usaba mi carro, había comprado otro por medio de una
familiar del campo, me prestó su nombre, no había forma de rastrearlo en dado
caso me atraparan, además afortunadamente para cuando lo compre mi
familiar estaba murió al par de años, segundo nunca operaba en mi ciudad,
sino en otras, tercero siempre me vendía como un ingeniero padre de familia,
usaba otros nombres, bigote de mentira, todo era una mentira y cada vez que
me sumergía en el mundo de la violencia siempre me resultaba irónico por la
novela de Robert Louis Stevenson. Siempre las asesinaba en moteles, baratos
eso si, pero que tuvieran algo de privacidad, donde pudiera meter el carro y
salir sin levantar sospechas, además asesinarlas del modo que lo hacía me
permitía dejar la habitación impoluta, sin sangre ni violencia, siempre las
amarraba con un par de esposas que había comprado, la pueden conseguir en
mi caja fuerte, detrás de la biblioteca escondida, la clave es 02571 de este
modo me permitía que pusieran la resistencia necesaria que hace cuando su
vida expiraba en mis manos, pero de eso hablare más adelante. Luego las
metía en la maletera de mi carro, y las echaba a los lagos con objetos pesados
para que el cuerpo no flotara y fuera consumido por el fondo del mar alimento
para peces. Después no se decir, quizás el tercer asesinato mejore mis
métodos.
La ansiedad que me producía pensar en los primeros asesinatos, esto lo
describiré de la siguiente manera, es como cuando ganas un premio por algo
que haces, la primera vez te sientes nervioso por saber que puedes ganar el
premio, para cuando llega el día, y lo ganas no lo crees, pues de este modo me
sentía el premio era no ser descubierto, luego de un mes de no ver noticias, era
ganar el premio. Ansioso, victorioso y tranquilo. Ahora siempre actuaba en
distintos estados, no en el mismo pues esto sería un patrón a seguir por la
desaparición de varias prostitutas callejeras, no, yo era mucho más inteligente,
y digo era porque deje de asesinar hace mas de 5 años, luego diré el motivo
por el cual deje de asesinar y estoy aquí muerto. Mensual siempre viajaba, a
uno que otro estado, siempre y cuando mi trabajo me lo permitiera y siempre
en mi país, a menudo me tocaba viajar por el mundo a un curso, una
conferencia o algo referente a mi trabajo, pero en otro país si no me dedicaba a
eso, aunque se me pasaba poderosamente por la cabeza, no, definitivamente no
lo hacía creo que sentía miedo. Cosa que no sentía en absoluto en mi tierra,
creo que era porque me sentía seguro, ya entendiendo que las leyes corruptas
aplicadas por funcionarios, de mi país y su impunidad eran perfectas.
Siempre me extraño fue porque no había asesinos en serie en mi tierra, a
pesar de ser un país demasiado violento, cosas de la vida, si, lo sabía era un
asesino en serie anónimo. Nunca me atraparían eran demasiado estúpidos,
todos yo era el asesino en serie perfecto y como yo muchos, quizás no era el
único, sin dejar rastro era la máquina perfecta para matar, las evidencias son
muchas dejadas, en mi calidad de doctor sabía que la ciencia criminal para
ubicar a un asesino es muy importante, un pelo, una gota de sangre, semen…
Pero, como dije anteriormente ¿mi país? Y las personas que mataban era casi
nulas podía hacer lo que me plazca era mi impulso de vida, creo que sin mis
libros, y este apetito por la muerte no sé cómo iba seguir, en mi trabajo me
ocupaba como matar, era irónico como lo dije, pues a pesar de contribuir
mucho en la medicina, a ofrecer asistencia social, me preocupaba por matar
mujeres, esta era mi dualidad personal que luchaba una con otra de una
manera perpetua.
¿Por qué mataba? Lo he pensado mucho y he llegado a dos conclusiones.
Que es lo que siento.
La primera, el apetito de matar de sentir, el poder de dejar con vida o no a
la persona, su vida dependiendo de mis manos, esos segundos de victoria
perfecta donde la lucha encarnizada de un ser sentimental lucha por aferrarse a
una bocanada de aire, sabiendo que está a punto de perecer en mis manos eso
me excita me llena de una euforia perfecta. Creo que matar, el poder es lo que
me llevo a cometer todos esos homicidios el primero por accidente, y los otros
por placer, fue como el vegetariano que nace en una familia donde no se le
brinda la oportunidad de comer carne, y lo hace luego que crece y le gusta su
sabor. Lo hace a escondidas pero siente placer, primero porque lo tiene
prohibido de acuerdo a los valores que le inculcaron segundo por el placer de
sentir el sabor de la carne. Pues creo que mejor ejemplo no podré poner, es lo
mismo, ahora aquí en esta habitación me pregunto, cuantas personas son
asesinas en potencia y no lo saben, la ley es como la pared que te impide ver al
otro lado del muro. Claro que se, que la vida de un ser humano es sagrada y
cada muerte me transgrede a mí como persona no tengo perdón de dios, si es
que existe, o la opinión de la sociedad que no me interesa. Odio e irrespeto
siento por la humanidad en su conjunto no se dan cuenta que todo está mal,
que las cosas todo es una mentira. De eso hablaremos más y escribiré más
adelante.
La segunda por la adrenalina luego de pasar el éxtasis del momento, lo
segundo aunque menos importante sin embargo dura días, la adrenalina se
acelera, es algo fantástico, ser descubierto por alguien o por algo que dejaste
mal, esa excitación de que te descubran, leí algunos libros sobre los asesinos
en serie que dejan una pista para que los encuentren, creo que no
necesariamente es para que los descubran o dejar su marca personal en mi
opinión creo que es por el hecho de no pasar desapercibido y sentir la constate
angustia de sentirse perseguidos por la ley.. Los que los motiva a ser buscados,
aparecer en las noticias no lo fue en mi caso, pero solo una vez vi la noticia de
la desaparición de una mujer, en extrañas circunstancias, busque luego mas
información pero esa pequeña nota, me mantuvo en alerta y me excito
demasiado, la nota está escondida también en la caja fuerte, fue una de mis
tantas víctimas sometida a mis pecados carnales. En la nota había una pequeña
reseña de su vida, se llamaba Yoselin recuerdo que me dijo que se llamaba
Jazmín o génesis no recuerdo, pero sé que no se llamaba Yoselin, dejaba dos
hijos y tenía 19 años, era una niña pobres criaturas, sentí pena por ellas, pero
el mundo es así hay que afrontarlo como venga. Yo lo afronte como me vino,
una madre ignorante amorosa, que la vida no me permitió disfrutar. Creo que a
pesar de que dure años en mi modus operandi, al pasar el tiempo y creo y casi
estoy seguro que el apetito baja mucho, como lo explique anteriormente se
busca nuevas formas de llenarlo, el que gana el premio una y otra vez llega a
un punto que le da igual, obviamente le gusta el premio pero no siente lo
mismo, lo mismo es matar y matar, sientes el gusto pero llega un momento
que no sientes lo mismo que los primeros asesinatos, creo que eso es el punto
primordial de los asesinos en serie que dejan su marca, darle un nuevo impulso
a los asesinatos y excitarse de otro modo. También quiero establecer algo muy
personal.
Definitivamente no soy homosexual, lo pensé durante un tiempo por el
hecho de que no me enamoraba verdaderamente de una mujer, pero no me
atraía ningún hombre, me encantan las mujeres todo de ellas, su aroma, su
presencia, como digo entro en la dualidad, en mi papel el que represento soy
un caballero para con ellas, pero a mi edad con mi profesión y mantenerme
soltero soy víctima de comentarios de pasillos, por el motivo del cual tuve una
que otra ocasión de demostrar que no lo era, teniendo aventuras con personal a
mi cuidado más que todo enfermeras. Ellas se encargaban de hacer propagar el
rumor discretamente, por el sitio donde laboraba en mi consulta y en la clínica.
También tuve una relación medio año con una doctora, muy importante en el
mundo médico, sentía un profundo aprecio por ella mas no, un amor
incondicional, en ese entonces de igual forma asesinaba, a pesar de tener
relaciones con ellas, no me satisfacía, me gustaba lo sado, lo perverso lo
oscuro, a ella la respetaba profundamente, cortamos por lo sano, yo alegando
mucho trabajo y desinterés en la relación decidimos darnos un tiempo en el
cual nunca más volvimos ni tocamos el asunto, la vi ocasionalmente como
colega y quizás tuvimos una que otro aventura pero nada serio, creo que sentía
un respeto y admiración también por mí.
Tenerla era una responsabilidad, primero para atenderla segundo para
escaparme y cometer mis delitos. Por eso digo no soy homosexual, nunca me
atrajo un hombre, a diferencia de esos asesinos que son homosexuales y matan
mujeres, tampoco me considero pedófilo, pues nunca me atrajeron niñas,
jóvenes sí pero mayores de edad. Creo que soy una persona perfectamente
sana, pero eso lo determinara la persona que lea esta carta o que me estudie
post morten.
Creo que dure asesinando una década con intervalos regulares de calma
esos intervalos podían variar hasta seis meses no me considero un asesino
regular, aunque dije que lo hacía mensual, esto consistía en mi periodo de
actividad, pero mi otra gran pasión son los estudios lamento profundamente
dejar este mundo y no llevarme esta maravillosa colección de libros, creo que
eran el sedante para mi persona, a veces leía buenas obras que tardaba
semanas en terminar por mi trabajo, esto me perdía en otro mundo. Los libros
me dieron todo lo que soy, hasta pienso que mi mente perversa y retorcida.
Pero era mi sedante a veces cuando me tocaba viajar a España buscaba joyas
de la corona es decir, ediciones especiales, los libros son mi pasión. Me
quitaron mucho pero me dieron todo, es difícil explicar creo que mi mente
trabaja bajo otros parámetros al ser humano corriente, quizás por eso los odios
por su ignorancia, su tan cotidianidad, yo respeto la perfección de la
inteligencia, de lo culto, una persona que se pueda hablar, no dependa
exclusivamente de la música para que sean felices. Solo una vez perdone la
vida, esto aunado al hecho que estoy contando y me acabo de recordar, les
cuento a continuación:
Recuerdo que Salí a cazar, así es como yo nombraba aquello. Había pasado
por varias cirugías difíciles que complicaron mi trabajo, estaba estresado esos
días y tenía tiempo sin alimentar mi apetito. Viaje a la capital de Valencia y
busque durante par de noches, cuando vislumbre una que se adaptaba al perfil,
cuando la llevaba camino al hotel sacándole conversación me di cuenta que
usaba palabras técnicas, su forma de hablar y de comunicarse con sus gestos
me hizo parecer a mis ojos que hablaba con alguien diferente, es donde le
establecí mi pregunta ¿Tu lees? Me respondió que sí, el nombre sino se me
olvida, Carol Diaz bueno así me dijo que se llamaba, todos mis instintos se
desbordaron pero de otra forma, esa noche no nació el espíritu del asesino, era
una mujer diferente la que tenía en mi presencia. Le pague muy bien y ni
siquiera por sexo.
Hable con ella, su vida estuvo marcada por el comienzo, como todas ellas
una vida de tragedia tras tragedia, sentí simpatía por ella, hablamos toda la
madrugada en mi interior pensaba que horas antes pensaba asesinarla, me
pidió el número pues, vio en mi quizás un boleto de salida de ese mundo, la
chica leía buena literatura desde Vargas Llosa, hasta Tolstoi era una joya entre
todas, la ayude a salir de ese mundo, se lo merecía creo que me redimí, por
todos mis asesinatos la chica tenía potencial y necesitaba ser explotado, a
pesar de que sentía una fuerte atracción hacia ella, por el simple hecho de
haber sido una prostituta hacia que me repugnara, era una dualidad de
sentimiento para con ella, pues sentía simparía como una tierna amiga, pero no
amor. Ella por su agradecimiento, quizás por ¿amor? Si lo demostró y en cada
ocasión me lo demostraba, si tuve relaciones, y hacia lo que quisiera duramos
un año, lo que me calmo mi apetito homicida, pero luego de un tiempo la fui
dejando. Ella lo comprendía, quizás sentía que no era suficiente para mí,
verdaderamente quedamos como buenos amigos, ¿Cómo la ayude a salir de
ese mundo? Eso lo conservare en mi privacidad lo último que me entere es que
se había casado con un hombre de bien un profesional y vivía en un hermoso
apartamento por el este de la ciudad. Fue un periodo digamos bonito. Este fue
un periodo de transición para mí. Con mis congresos sobre el esperanto hice
un viaje, conocí personas, me encanto cuando hice un viaje a Japón y disfruté
su cálida hospitalidad y deliciosa comida. Esta cultura me enseño algo que ya
había leído, la armonía con la naturaleza descubrí que odiaba occidente con
todas mis fuerzas, el consumo lo detestaba, aunque no me considero
comunista y odio todo el pensamiento de izquierda, si comparto el uso
excesivo de los recursos por medio del capital, la diferencia es que no soy
hipócrita como las demás personas. En mi segundo viaje fue cuando la conocí
es aquí donde hablare sobre ella.
Se llamaba Aiko Misuri, tenía 27 años, la conocí en mi segundo viaje a
Japón precisamente en un congreso de esperanto, era profesora de literatura e
historia, creo que hubo un contacto inmediatamente cuando nos conocimos y
hablamos, nos podíamos comunicar en inglés y esperanto pues hablaba ambos
idiomas como yo, dure un par de semanas, y aunque su familia era sumamente
tradicional, amaba profundamente su libertad, no era una mujer sumisa y
quizás eso me ayudó mucho a conocerla y amarla. Nunca había viajado a
occidente y me preguntaba todo sobre occidente y aunque le hablaba muy mal
de estos países ella no se le quitaba la nostalgia por conocer, quedamos en que
vendría a mi país, eso me ilusiono mucho me sentí enamorado desde hace
mucho tiempo, quizás por mi decepción años atrás, hice que buscara algo
totalmente opuesto a lo anterior, tenía todo lo necesario para mí, de hecho
como lo demostró después ella me complementaba. Cuando viajo a mi país en
sus vacaciones escolares, la recibí en mi apartamento, como todo un caballero,
no la toque durante el tiempo de residencia, se ganó mi confianza paseamos,
comimos y nos conocimos, sinceramente me enamore. Aunque no sabía que
pensaba ella, no hacía gestos y era inexpresiva para con sus sentimientos
conmigo, el primer beso llego después de una ronda de buenos tragos en un
exclusivo restaurante de uno de mis pacientes. Luego de tomar mucho Ron
paso, no lo recuerdo muy bien, era como un sueño, pero si estoy seguro que la
bese. Esto fue extraordinario. Aiko era la mujer de mi vida. Lamentablemente
se presentaron dos cosas importantes, una que definitivamente estábamos
enamorados, pero el problema era la distancia y el tiempo para nosotros. Así
que a pesar de que ella amaba la cultura occidental me estableció claramente
que no iba a dejar su país. Analizando profundamente nuestra situación, la
mejor opción era que yo renunciara y me fuera a vivir con ella. Por varias
razones una que definitivamente quería un cambio de aire, segundo quería
pasarla con ella en su propio país con su propia cultura, tercera era un nuevo
aire una nueva vida, dejar atrás los sucio y pervertido que fui.
Así que al año ya me estaba estableciendo en Japón, con mis ahorros y la
venta de algunos de mis bienes, la medicina es mundial el problema era el
idioma, pero no importaba mucho, pues manejaba el inglés y donde trabaje en
Japón podía comunicarme por medio de él. Dure hermoso 4 años con Aiko,
era una persona totalmente maravillosa, aunque no creo en dios, puedo definir
que me saco el demonio que estaba en mi… Me enamoré aun más de su
cultura, de su pueblo, hasta de su idioma que, aunque no lo aprendí bien,
debido al tiempo, que me ocupaba en trabajar, me encantaba su tonalidad, su
alfabeto, el respeto a sus mayores al emperador, hasta a su dios.
Me enseño mucho de su cultura, me encantaban sus deliciosos platos, sus
flores, la casa donde compartimos y la manera como me hacía el amor, Aiko
era única, lamentablemente mi vida siempre opacada por el cruel destino sello
nuestros caminos. Pero, antes de caer en materia la seguiré recordando. A mi
mente viene los momentos que nos íbamos a los jardines, ver esas hermosas
Sakuras el sol, la montaña todo Japón es imponente. Comencé amar aun mas a
la naturaleza a la tierra virgen creada por las flores…. Siempre he pensado que
mi mente trabaja de una manera distinto a los demás, no sentía remordimiento
por las victimas dejadas atrás en mi país, pero si por mi comportamiento,
aunque no creía en el cielo ni en el infierno, sabía que le estaba fallando mi
secreto era mórbido y oscuro, y para mí, ella merecía lo mejor, una persona
mejor, aunque Aiko decía que yo era perfecto, yo sabía, y no tan en el fondo
de mí, que era al contrario.
Me encantaba esas mañanas cuando me recibía en la cocina con hermosas
flores recién puestas, y el aroma del té. Eso nunca lo olvidare, y ahora en este
cuarto que conoce todos mis secretos, lloro de tristeza, Aiko de mi corazón
nunca te olvidare. Ella fue un ángel que vino a mí para salir del infierno donde
me encontraba. Pero, pensándolo mejor creo que el infierno vino después,
luego que paso lo que paso.
Recuerdo un viaje que hicimos a El Monte Fuji. Solo diré esto para
describir esa hermosa experiencia: EXTRAORIDINARIO. Tengo la foto de
ese viaje enmarcada en la sala creo que fue el mejor día de mi vida. Recordar
ese sagrado día, es mi vacuna contra mi horror. Ahora siento que a partir de
esa experiencia, siento que todos los días son un tormento. Fueron 5 años,
hasta que llego el trágico día. Lo recuerdo perfectamente, hablare de ello. Creo
que de este modo, se enteraran si es que traducen esta carta, y sobre todo si me
leen completamente el motivo de mi muerte.
Tenía una cirugía lo recuerdo era una paciente que necesitaba cirugía
menor, se me complico un poco, pero nada del otro mundo, cuando por el
pasillo entro una emergencia la atendió un colega amigo mío, se veía la
victima bastante grave muchas enfermeras y médicos, le estaban brindando
asistencia, al pasar por mi lado, fui a la cafetería cuando recibí la llamada.
Aiko había sido atropellada cuando se disponía a ir a trabajar, y estaba
internada en mi clínica, reaccione al momento y quede completamente en
shock la persona que acababa de ver era ella.
Corrí con todas mis fuerzas a la sala de emergencia, no me dejaron
atenderla porque había sentimientos encontrados, le dije a mi amigo Kim que
hiciera todo lo posible para ayudarla. Pero lamentablemente el cuerpo de Aiko
no resistió el accidente, quede destrozado. Mi mundo se me había acabado.
Aiko me enseño alguna vez que existía el Karma y el darma, las pequeñas
cosas que haces se devuelven son energías tanto positiva y negativamente.
Pero, no era justo que por mis errores ella pagara si no ajustábamos a esa
premisa básica de la existencia. No tenía nada que hacer en Japón luego de su
desilusionante entierro puse mar y tierra de por medio para nunca más volver a
Japón un sueño de primavera que duro muy poco.
Ahora que me esperaba en mi tierra, pues solo mis libros no tenía buenos
amigos solo conocidos, no tenía trabajo, novias, nada de nada. Solo mis libros,
no tenía una existencia. ¿Qué hacer? Al pisar mi casa llore mucho durante
muchas semanas, pero ahora que lo pienso nunca me paso por mi mente la
idea de suicidarme, solo morir de dolor, pero matarme o infligirme dolor para
nada. Esta depresión duro unos meses, mientras me establecía en mi hogar,
buscando empleo, mi curriculum era impoluto de esta manera podía encontrar
trabajo fácil. Como efectivamente lo hice, pensé que el trabajo ocuparía mi
mente, creo que a partir de ese momento si me sentí vacío lo que llama los
filósofos existencialistas como una existencia inauténtica. No dejaba de pensar
en Aiko busqué chicas, de nuevo a prostitutas, recurrí a ellas de manera
constante, pero nada llenaba ese vacío, cuando decidí de nuevo vivir mis
antiguas experiencias de matar. Aunque lo que paso definiría mi vida y
llegaría a este punto en el cual me encuentro ahora, el desborde de mi vida a
través del suicidio.
No me importaba nada así que agarre mi propio carro para buscar una
nueva víctima. Tenía y sentía la mirada de Aiko sobre mi hombro, es por ello
que creo que me llevo al cielo o por lo menos así lo siento. Así que a partir de
este punto debo confesar mis crímenes. Siento que ya no puedo vivir con esta
culpa que me corroe. Es una carta para todos y para nadie tal cual, lo describe
mi escritor Nietzsche en su libro.
Me confieso ante todo, por los crímenes que cometí, pero no ante la
sociedad esta sociedad que detesto con toda el alma solo para ese pequeño
cumulo de personas que merecen vivir, sobre todo los explotados, los
abandonados, los escupidos por el sistemas, esos que se levantan con el sudor
de su frente, esos que son escupidos y dan los buenos días, esos se consiguen
en todos lados, son las personas que merecen todo, aquellos que nacieron en la
lotería de la vida y que desde pequeños dicen luche por lo mío, esos no, para
mi tienen mi más profundo desprecio, muchos colegas nacieron en familias
acomodadas y me juzgaban no con sus palabras de frente, sino por sus gestos,
creen que aun estamos en las sociedades de castas, es verdad no soy quien
para juzgar a nadie, solo expreso lo que siento, sobre todo porque represento
lo mas ruin de la sociedad es decir, un homicida confeso, pero quizás tenga un
problema, cada cabeza es un mundo, siento el arrepentimiento por haber
asesinado personas inocentes, pero lo mío puede ser tratado como una
enfermedad, como una demencia, lo hice por un impulso. Ese impulso que
frena a muchos seres humanos a ser lo que son no más que bestias. Nos
mantienen engañados, desvirtuados por nuestra falta de confianza, para no
obtener los máximos resultados que queremos, a través de la política y la
religión un gran engaño para el mundo occidental, nos mantienen estúpidos de
esa forma el poder no tiene poder, estas personas están en todos lados, para
donde tu vayas desde la cola del supermercado, hasta una cola del banco sus
temas tan carentes de sentido hace que me asquee de la humanidad, pero
necesito representar mi papel de doctor justo y recto y ya basta, me siento que
no pertenezco aquí, necesito irme y la mejor forma no esperando la muerte
natural sino la perfecta a través de mi suicidio.
Para hacerlo tuve que tomar una enorme determinación, en la caja fuerte
que exprese palabras atrás están todas las evidencias posibles, para
incriminarme pero no seré juzgado por esta puta sociedad, yo mismo me he
juzgado y me he declarado culpable, soy culpable de asesinar,
lamentablemente, no sé si los cuerpos seguirán en el fondo del lago o de los
lagos donde los lance quizás las corriente se los haya llevado hace mucho, los
lagos son los que están en él la puerta azul en la ciudad de las flores, en
chichimpina en mi capital, y en los cerezos en compipina… encontraras
material fotográfico y de videos además de algunas muestras de cabello que a
veces les quitaba a mis víctimas, todas las evidencias posibles para un caso
concreto. Algunos pero muy pocos recortes de algunas desapariciones
aisladas, creo que soy tan víctima del sistema como lo fueron ellas para mí. El
destino hizo que yo siendo lobo, matara a esos corderos, el impulso es mucho
más fuerte que yo, el instinto, el hambre, el apetito, todo esto se acabó con
Aiko pues era lucero y luz para mí.
Al morir dejo un enorme vacío de que ¿Sirve vivir? En esta sociedad tan
podrida y carente de mi afecto. Siento miedo por la determinación de mi vida
si ella aun estuviera viviendo, a la final agradezco que me haya tocado esta
pena, pues no me sentía muy a gusto viviendo en una mentira, creo que más
tarde que temprano le terminaría de decir la verdad. Aunque bondadosa no me
perdonaría nunca esa afrenta, siendo ella un ser tan dulce. Mis víctimas no las
contabilicé pero calculo y siendo justo poco más de tres decenas. Llego un
momento que perdí la cuenta, tampoco coleccionaba cada cosa de cada
víctima eso hacen los enfermos, o los locos, si, es verdad agarre algunas
muestras de cabello, pero creo que fueron de 5 o 6 muchachas ¿Por qué?
Quizás por si, a lo mejor quería en el fondo que me encontraran y vieran que
era culpable, aunque esta idea viniera de mi subconsciente ese que no controlo
y es tan dueño de mí.
Siempre quise hacer algo más allá con mi vida, no quedarme en la
existencia de la nada, eso de nacer, crecer, reproducirse y morir no iba
conmigo. Aunque siempre recurre a mi esa frase existencialista “Del hombre
es, lo que hicieron de él” creo y estoy casi seguro meditando profundamente
en mis pensamientos que si fuera crecido en un país árabe fuera sido un
ideológico fanático de esos que se inmolan con una bomba, como quieras
hacer aquí en este país con los políticos que nos explotan una y otra vez.
Ahora que lo pienso, luego de romper mis vínculos religiosos abrace
profundamente la ideología de izquierda leyendo libros como el Capital,
principios del comunismo y el estado y la revolución. Grandes maestros que
en su momento lo fueron para mí. Pero la historia es un espejo y creo que
tengo la distancia histórica para permitirme juzgar esa aunque brillante
ideología en la práctica resulto ser peor que una monarquía continuada.
Convirtiendo la dictadura en un yugo opresor para el pueblo y con los tintes
más hipócritas que se pueden establecer, comunistas gordos que aman el
poder, los deteste, otra mentira, otro engaño creado por los dueños del mundo,
los dueños de la verdad y el poder. Si no te sientes atraído por la fe, tenemos la
solución eso es lo que grita el sistema, pero a veces y verdaderamente muy
pocos somos lucidos, para establecer y tener conciencia de cómo está el
mundo. Más aun detesto los que van ambos, son de izquierda y religiosos esos
tienen el perfil perfecto para perecer, la diferencia de una religión extremista a
una como la católica es que ahora, hay un poco mas de cobertura para poder
estar libremente y dejar pensar, quizás en su momento y en el contexto
histórico nos fueran quemados, solo por pensar distinto como lo hicieron
bendita ciencia, eso sí lo respeto, bendito el pensamiento crítico, y digo
bendito y hasta acepto bendiciones de mi pacientes por que en nuestro mundo
no existe palabra de gratitud más grande que esta, no la hemos creado, no la
hemos hecho. Lo único que extrañare al dejar este mundo son mis
maravillosos libros, a través de ellos viaje, por multitud de épocas, eras,
destinos. Son mi pasión, como lo dije anteriormente me dieron todo, Borges
estableció que el paraíso sería una especie de biblioteca, pues aquí en mi
cuerpo muerto, digo que morí en el paraíso. Quizás esto nadie lo lea, esos
crímenes queden impune, para darle descanso a los familiares, la esperanza de
encontrarlas con vida. Ignorantes los odio con toda mi fuerza, si tuviera una
bomba se las lanzaría así paguen niños, ancianos, mujeres. Exprese mi
dualidad de sentimientos me gusta ayudar al particular al que se lo merece, no
al conjunto social tan escondidos en sus leyes en sus normas y son una cuerda
de hipócritas, que solo consumen el aire, los recursos, la vida y no aportan
nada, yo en mi campo adelante algunos estudios, adelante y postule algunas
tesis, hasta si me estudian a fondo esta carta podría ser tomada como objeto de
estudio para algún estudiante de psicología, mi vida fue nutritiva en constante
preparación, en constante lucha por el conocimiento, de resto como lo dice mi
gran maestro Nietzsche deben perecer en su conjunto, si tuviera una bomba no
dudaría un segundo, antes de cometer una locura prefiero irme a otro plano
quizás a encontrarme con Aiko aunque del paraíso estoy seguro de que no
existe, pero debe haber alguna forma otra dimensión otro parámetro, no me
siento de este mundo, siempre lo supe, ahora lo certifico. Hipócritas bastardos
no puedo seguir viviendo así, a mis 40 años creo que es suficiente, no dejare
que la vejez y las arrugas o alguna enfermedad destruya mi cuerpo moriré por
mi propia mano, cuando yo quiera, la energía y la valentía que se necesita para
eso pocos la tienen, de eso si aprendí de la cultura japonesa.
Me despido no si antes decir, que los detesto a todos creo que solo el 25%
de la humanidad vale la pena de esta forma si avanzaremos pero esto llegara
para cuando agotemos los recursos, cuando estemos al borde la extinción por
ahora estamos en el constante equivoco de la vida, soy un adelantado de
nuestro tiempo, creo que no es mi época. La humanidad no merece que yo
viva por asesino, homicida, enfermo como quieran llamarme y yo no necesito
vivir para estar lidiando con ustedes, mi cuerpo podrido alertara a los vecinos
quizás cuando encuentren esto los gusanos comerán mi cuerpo. Si, pues no
tengo ningún ser querido que pregunte diario por mí, a nadie le importo y
nadie me importa. Los que me importaban dejaron hace mucho este mundo,
me iré a reunir con ellos en la plenitud de la nada, ahora que estoy a punto de
morir siento que la vida es algo tan extraño, que nunca la apreciamos como se
debe, mi determinación está tomada. Solo digo al quien merece todos mis
respetos, a esos grandes escritores y esas grandes mentes del mundo, que
hicieron avanzar a la humanidad una palabra: GRACIAS.
Por haber existido, por haber hecho del mundo lo que es lamentablemente
para personas que no necesitan vivir ni respirar. Mi mano tiembla, mi corazón
late, sé que en unos minutos moriré. Dejare de existir respirar, que la vida
fuera fácil de apagar cuantas personas no solo tocaran ese interruptor, pero no
es sencillo como hacerlo sin que sea doloroso, creo que el dolor es lo que frena
a uno, por eso esta la valentía que tenemos nosotros los suicidas, albergue la
esperanza de recibir alguna llamada, escribir en esperanto para hacer más lento
mi suicidio pero ya no hay vuelta atrás…
Hasta nunca mundo bastardo. Me cago en todo lo que representa.
**
El inspector Roberto García termino de leer la carta, para cuando vio su
reloj habían pasado 2 horas, quedo sorprendido, ahora que ¿hacer con esta
información? Solo la sabía él, y la persona que la tradujo. Compartía puntos
importantes del maravilloso doctor y pensó que no todo es lo que parece. La
continuidad de su monotonía estaba tan bien plasmada en la carta. Abrió el
cajo saco un cigarro y mientras lo encendía miraba al techo pensando.
“fue en esperanto”

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