En este año en específico cuando el covid-19 aparece y por el mismo hecho del

distanciamiento y las cuarentena obligatoria, la tecnología, en especial el uso de la

internet que solo tenía un setenta por ciento de la población especialmente en Perú; se
ha masificado hasta de forma obligatoria, entonces avizoramos un salto inevitable al uso
de las TICS, que en Europa y muchos países desarrollados el noventa por ciento de la
probación hace uso de estas tecnologías, desde 2009 sale la BlockChain, una tecnología
bastante segura y su especial aplicación en el uso de las criptomonedas o los famosos
bitcois que usan esta misma tecnología registro único, consensuado y distribuido en
varios nodos de una red. En el caso de las criptomonedas, podemos pensarlo como el
libro contable donde se registra cada una de las transacciones.

En el plano jurídico ya desde hace 5 años en la comunidad europea y en los

países donde tienen un alto desarrollo tecnológico y accesibilidad al mismo ya sea a ido
implementando estas tecnología con la tendencia de ir remplazando a los notarios y
registradores, puesto la blockchain es una tecnología inalterable, podemos afirmar de
que los notarios, meros certificadores ven en peligro la propia existencia de su
ocupación.

En el derecho corporativo en el viejo continente ya se hace uso de esta

tecnología de la blockchain en los contratos, además de que los notarios ya hacen uso de
ello pero sigue en pie la función del notario propiamente dicho por que la tecnología de
bloques fue asimilada como una herramienta más para la aplicación y el trabajo más
eficaz por parte de los notarios y registradores. Pero antes de comenzar hay que advertir
que comparar la figura del notario con la cadena de bloques es imposible. El notario es
un funcionario público y profesional del Derecho que presta un servicio complejo y
blockchain no es más que un medio técnico, como también lo es un disco duro, la firma
electrónica o la matriz digital.

Considero de que como herramienta útil tendrá y tiene un impacto positivo mas
no la de considerarse un notario del siglo XXI, especialmente en nuestro sistema
jurídico peruano, el papel tuvo in impacto en el modo de como trabajaba el registrador,
del mismo modo lo hizo la internet o los hardwares o elementos periféricos que ya se ha
implementado en nuestras notarias, entonces tendrá el mismo impacto el uso de la
blockchain, nada significativo como para suprimir a los notarios y registradores.
 Para la implementación de estas tecnología es necesaria la regulación normativa
puede que la tecnología este allí pero no será aplicada o de uso legal mientras no haya
ley que regule dicha herramienta, en especial en el Perú estamos acostumbrados a
resistirnos a la tecnología; por ejemplo, los estudiantes del siglo 21 deberíamos tener un
uso fluido de las TICS, así como el profesional del derecho en específico pero la
realidad es otra vemos estudiantes y profesionales con uso de un Smartphone pero
pocos entienden la utilidad que significa tenerlos, en consecuencia esta en nosotros
poder insertarnos en el mundo digital que poco a poco va recobrando especial
importancia y va ganando terreno en nuestro modo de vivir (se ha ido convirtiendo en
una indispensable herramienta).