El patrimonio cultural, o la reivindicación de una identidad cultural específica, conjunto
de prácticas o lugares, existen dos definiciones:
Patrimonio cultural material sitios, monumentos, edificios y objetos considerados de
gran valor para la humanidad. También se denomina “patrimonio cultural”.
Patrimonio cultural intangible definición de la Unesco para la tradición oral, lenguas,
artes escénicas, rituales y acontecimientos festivos, conocimiento y prácticas sobre la naturaleza y el universo, y la artesanía. También llamado “patrimonio vivo”.
Los antropólogos culturales señalan que la preservación de la cultura expresiva en
muchas ocasiones es una forma de resistencia a las presiones de desarrollo externas. Un ejemplo de este fenómeno es el resurgimiento del hula, danza tradicional hawaiana (Stillman, 1996). A principios de los años 70, el Renacimiento Hawaiano surgió como protesta contra el colonialismo estadounidense. Los jóvenes hawaianos comenzaron a denunciar el desarrollo invasivo que estaba desplazando a los indígenas de sus tierras y destruyendo sus recursos naturales. Llevaron a cabo un esfuerzo conjunto para recuperar la lengua hawaiana, el hula, y la embarcación a remo, entre otras cosas. Desde entonces, han proliferado las escuelas de hula, y las competiciones entre las islas despiertan el interés de muchos locales y turistas internacionales.
En los 90 se inauguró el Festival Internacional de Hula en Honolulú que cuenta con
participantes de todo el mundo. Aunque las competiciones de hula han ayudado a asegurar la permanencia de esta antigua forma artística, algunos hawaianos están preocupados. Primero, creen que permitir participar a los no hawaianos puede comprometer la calidad del baile. Segundo, la forma de la competición viola las reglas tradicionales de estilo y presentación, que requieren más tiempo del permitido, por lo que las danzas importantes sufren cortes. Tercero, para los hawaianos el hula está muy ligado a las creencias religiosas y a historias de los dioses (Silva,2004). Las representaciones de hula en formato secular son ofensivas para los dioses y van en contra de los usos hawaianos. Otra aproximación a la preservación del patrimonio cultural son los proyectos tipo “las personas primero” (Millar, 2009), acciones que no surgen de arriba abajo. Son proyectos diseñados por las personas cuya cultura va a ser preservada, diseñados para su beneficio y dirigidos por ellos. Un gran número de ejemplos en todo el mundo ilustran como muy positivo el valor de la preservación del patrimonio cultural “de las personas primero”, con efectos cuantificables. Una de las mayores áreas de impacto es la supervivencia de la cultura a través de derechos territoriales, seguridad comunitaria, reducción de la pobreza, mejora de la salud mental y educación de los jóvenes en los conocimientos tradicionales. Otra faceta importante en la que la preservación del patrimonio “las personas primero” ha demostrado resultados positivos son los derechos de las minorías, prevención y solución de conflictos, y conservación y sostenibilidad del medio ambiente. Un ejemplo de preservación del patrimonio “las personas primero” con implicaciones de títulos de propiedad territorial y supervivencia de la cultura es el proyecto Historia de las Mujeres Waangy (Waanyi Women’s Project), al norte de Queensland, en Australia (Smith, Morgan y Ven der Veer, 2003). Se trata de un proyecto dirigido por la comunidad con vistas a recoger el patrimonio cultural y establecer una gestión de la comunidad local. La “comunidad” es un grupo de mujeres waanyi que considera patrimonio su historia familiar. La manera tradicional de conservar este patrimonio ha sido mediante la transmisión oral de madres a hijas. Las mujeres estaban interesadas en hacer una recopilación escrita de su historia y de la información de los lugares importantes para ellas. Contrataron a un antropólogo para recabar y grabar sus narraciones. Una cuestión interesante de este caso, que contrasta con las investigaciones académicas, es que el conocimiento generado no puede publicarse. El papel del investigador se limita a apoyar las aspiraciones de las mujeres waanyi. El proyecto dio resultados positivos a la hora de generar una nueva fuente de ingresos y, por ello, reducir las necesidades materiales y la inseguridad mediante el reconocimiento formal de la custodia de los waanyi de sus derechos y el establecimiento de un parque nacional. Esto generó nuevos ingresos debido a que algunas mujeres fueron empleadas en el parque nacional como “guardas culturales” responsables de la conservación de los emplazamientos de las mujeres. Este proyecto es un caso claro de iniciativa y control comunitarios de un proyecto de patrimonio. Tiene en cuenta la importancia y el reconocimiento de los intereses y las metas de la comunidad. Produce beneficios a la gente local en términos de unos derechos más firmes sobre la tierra, nuevas fuentes de ingresos, adquisición de habilidades y orgullo.