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Fase 2 - Comprender el concepto de sujeto histórico

Nombre: Ivan Manuel Bolaño Cantillo


ALEJANDRO HOYOS

MARIA EUGENIA VEGA

OSCAR ALBERTO LACERA PARODY

SAMY PATRICIA PEREZ

CODIGO: 1083018258

TUTOR: JUAN GERARDO CALDERÓN

GRUPO: 80004_26

UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA


SANTA MARTA
2020
Cuidades, estados y globalización
RESULTA PARTICULARMENTE DIFÍCIL ENCARAR la realidad social del milenio
que empieza teniendo como soporte teórico e ideológico las visiones
paradigmáticas y monolíticas de la ciencia así como las promesas incumplidas de
la modemidad.
Santos propone que fí-ente a los problemas sociales contemporáneos en la
denominada "posmodemidad inquietante o de oposición" "se asume que existe
una disyunción entre los problemas de la modemidad y las posibles soluciones de
la posmodemidad, la cual debe ser convertida en punto de partida para afrontar
los desafíos derivados del intento de construir una teoría crítica posmodema"
(2005:105).
 
La idea de la teoría crítica posmodema lleva a re-pensar las ideas modemas de
progreso y la noción de la historia que recurre a la imagen (con una actitud crítica
y desconfiada) del Ángelus Novus de Klee —^ya utilizada por Walter Benjamin en
sus críticas al positivismo y a la historíografía (1973).
 
Ciudades, estado y globalización.
Según lo dicho por el conferencista, la Ciudad es el estado, una Ciudad solamente
existe cuando hay una cultura sedentaria. Las ciudades existen cuando hay
riquezas suficientes, en las ciudades vivimos en un mundo nomada. En todo
Ciudad hay zonas de sacrificio. La globalización va de la mano de la robótica y la
inteligencia artificial.
Reconocimiento: Entre La Posmodernidad Inquietante Y La Búsqueda Del
Agonismo.
Partiendo que el termino de posmodernidad es controvertido, se puede usar para
una cosa y su contrario, podemos decir que es también deconstrucción, es el fin
de la fe en el progreso y de la legitimación de las contradicciones del presente en
pos de un futuro que necesariamente va a ser mejor. Santos propone que frente a
los problemas sociales contemporáneos en la denominada "posmodernidad
inquietante o de oposición" "se asume que existe una disyunción entre los
problemas de la modernidad y las posibles soluciones de la posmodernidad, la
cual debe ser convertida en punto de partida para afrontar los desafíos derivados
del intento de construir una teoría crítica posmoderna" (2005:105). Para
fundamentar su postura propone, entonces, es la búsqueda de un conocimiento
que se pueda comprender desde otro lugar de enunciación que es, en este caso,
la emancipación.
Mouffe y Wittgenstein: en busca de un pluralismo agonístico, aquí la democracia
pluralista necesita de relaciones donde emerja la diversidad y la diferencia, donde
las ideas de los trabajos de Wittgenstein constituyen una contribución valiosa para
el pensamiento democrático, en tanto aportan una alternativa que pone al
descubierto las limitaciones de la concepción liberal de democracia.  De acuerdo
con las categorías de Wittgenstein, las instituciones democráticas deben ser vistas
como definiendo un posible juego, entre otros, del lenguaje político.
Ahora la democracia no requiere una teoría de la verdad universal ni de nociones
como validez incondicionada, sino múltiples prácticas y movimientos pragmáticos
intentando persuadir a la gente de ensanchar el campo de sus compromisos y acuerdos con
otros, en orden a construir una comunidad más inclusiva.
Las terribles guerras e injusticias del presente nos muestran que nada hemos aprendido, y
que no es posible escapar a los más sombríos aspectos de la condición humana si
permanecemos atrapados en una sociedad donde el poder, el egoísmo, la competencia y el
individualismo más descarnado siguen siendo los valores dominantes.

 Ciudades, Estado y Globalización


El mundo hay que volverlo a transformar, pero antes debemos tener una nueva
comprensión del mundo, en el siglo XX impera la reforma y la revolución, pero en
pleno siglo XXI no existe revolución y menos reforma, pero si la contrarreforma.
Las ciudades hacen parte del estado y enfrentan la globalización, además las
ciudades viven en un mundo nómada, de traslación, un mundo de movimiento en
todos los sentidos.
La relación entre ciudad y estado siempre ha sido complementaria y, a la vez,
contradictoria. Mientras la ciudad es entendida como un ente dinámico y
cambiante, el estado se asocia a un conjunto de aparatos político-administrativos
basado en el poder legitimado por medio del marco constitucional y elecciones
periódicas.
Las ciudades son las primeras en sentir el impacto de las rivalidades entre países
generando así guerras. En este momento estamos en una rivalidad, pero al tiempo
estamos en camino de una nueva globalización y esta es basada en una
tecnología altamente rentable, la cual, actualmente es liderada por un país
asiático, diferente a los europeos y es China, esta nueva globalización la
constituye la robótica, la inteligencia artificial y la automatización, ejemplo de ello
es Estados Unidos y China.
Vivimos en una guerra fría y evidencia clara de esto fue el retroceso que sufrió
Brasil básicamente por un acceso a los recursos naturales, como en este caso es
el petróleo y la otra evidencia es lo ocurrido en Venezuela.
Las ciudades enfrentan 2 estados, un estado estrato y otro concreto, el primero se
hace presente por la ausencia, cuando el mismo estado no es protagonista y en
este caso su política es manejada por las multinacionales, existen imposiciones
del capital financiero. El otro estado es el concreto, soberano, nacional y represivo
por la brutalidad policial de la seguridad, el mismo ejército.
Debemos preservar las ciudades como territorios con poder para frenar problemas
globales como el cambio climático, el racismo y el machismo.
Reconocimiento: Entre La Posmodernidad Inquietante Y La Búsqueda Del
Agonismo.
Pues bien, en la hipótesis que yo propongo, la modernidad deja de existir cuando
-por múltiples razones- desaparece la posibilidad de seguir hablando de la historia
como una entidad unitaria. Tal concepción de la historia, en efecto, implicaba la
existencia de un centro alrededor del cuál se reúnen y ordenan los
acontecimientos. Nosotros concebimos la historia como ordenada en torno al año
del nacimiento de Cristo, y más específicamente, como una concatenación de las
vicisitudes de las naciones situadas en la zona «central», del Occidente, que
representa el lugar propio de la civilización, fuera de la cual están los hombres
primitivos, las naciones «en vías de desarrollo», etc. La filosofía surgida entre los
siglos XIX y XX ha criticado radicalmente la idea de historia unitaria y ha puesto de
manifiesto cabalmente el carácter ideológico de estas representaciones. Así,
Walter Benjamin, en un breve escrito del año 1938, sostenía que la historia
concebida como un decurso unitario es una representación del pasado construida
por los grupos y las clases sociales dominantes. ¿Qué es, en efecto, lo que se
transmite del pasado? No todo lo que ha acontecido, sino sólo lo que parece
relevante. Por ejemplo, en la escuela aprendimos muchas fechas de batallas,
tratados de paz, incluso revoluciones; pero nunca nos contaron las
transformaciones en el modo de alimentarse, en el modo de vivir la sensualidad o
cosas por el estilo. Y así, las cosas de que habla la historia son las vicisitudes de
la gente que cuenta, de los nobles, de los soberanos y de la burguesía cuando
llega a ser clase poderosa; en cambio, los pobres e incluso los aspectos de la vida
que se consideraban «bajos» no hacen historia...
Precisamente sería esta pretensión de universalidad la que habría dificultado la
tarea de Ricoeur de establecer la posibilidad del reconocimiento mutuo, pensando
en abrir el camino a un tipo de relación social en la que se habría dado más una
tarea de traducción, imposición, o reforzamiento de los códigos2 que una
propuesta dialógica (un agonismo, veremos) en la que pudiese darse el
reconocimiento mutuo. Sobre esta estela, el legado de la modernidad sólo
terminado desde sus contradicciones, el propósito de este ensayo es repensar la
idea de reconocimiento de Ricoeur a través de dos propuestas teóricas
fundamentales: Boaventura de Sousa Santos y Chantal Mouffe. Del primero,
retomaré algunos planteamientos su obra El milenio huérfano, en particular, sus
críticas al legado inconcluso y aparente de una modernidad monolítica. De Mouffe,
invocaré ciertos acercamientos al segundo Wittgenstein para explicar el problema
de la democracia radical y el pluralismo agonístico.
LINK: VIDEOS EXPLICATIVO

https://youtu.be/4LoKFwS1ApA
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

G RONCALLO DOW, S. (2008). Reconocimiento: Entre La Posmodernidad


Inquietante Y La Búsqueda Del Agonismo. Universitas Philosophica, 25(50), 95–
119. Recuperado de https://bibliotecavirtual.unad.edu.co/login?
url=http://search.ebscohost .com/login.aspx?
direct=true&db=a9h&AN=65118689&lang=es&site=e ds-live&scope=site

Ciudades, estado y globalización. Conferencia clausura de Boaventura de Sousa


Santos Recuperado de https://youtu.be/2oMAuUxOeNQ

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