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Introducción:
Un enlace químico es la fuerza que existe entre los átomos que los mantiene unidos en las moléculas.
Cuando dos o más átomos se acercan lo suficiente, se puede producir una atracción entre los electrones de
los átomos individuales y el núcleo de otros átomos. Los responsables de esta actividad son los electrones
de valencia (electrones del nivel más externo), que son los que forman los enlaces siguiendo la regla del
octeto ya sea ganando, perdiendo o compartiendo electrones. Esta regla fue enunciada en 1917 por Gilbert
Newton Lewis, la cual dice que la tendencia de los átomos de los elementos del sistema periódico es
completar sus últimos niveles de energía con una cantidad de 8 electrones tal que adquiera una
configuración semejante a la de un gas noble.
La electronegatividad también tiene que ver en el tipo de enlace que se forme. Si existe suficiente
diferencia de electronegatividad entre dos átomos se forma un enlace distinto a si existe poca diferencia.
Es muy importante el recordar el concepto de “solapamiento” que es el que proporciona el puente mental
entre orbitales atómicos y de enlace. El solapamiento de orbitales atómicos significa que de un orbital de
enlace ocupa gran parte de la región espacial previamente cubierta por ambos orbitales atómicos. En
consecuencia, un electrón de un átomo puede permanecer en gran medida en su núcleo, y ocupar, al mismo
tiempo, una posición favorable similar con respecto al segundo núcleo; por supuesto, esto mismo vale
para el otro electrón. El principio de solapamiento máximo, formulado por primera vez por Linus Pauling
en 1931 (Instituto Tecnológico de California), ha sido clasificado en importancia sólo ligeramente por
debajo del principio de exclusión para la comprensión de la estructura molecular. (Morrison & Boyd,
1998)
De acuerdo con Lozano (2011) Existen tres tipos importantes de enlaces que se forman entre los átomos
de un compuesto: iónico (o electrovalente), covalente (polar, no polar y coordinado) y el enlace metálico.
Enlace iónico
Las fuerzas de atracción entre cargas opuestas se les llama atracciones electrostáticas. Una unión que
resulta sólo de atracciones electrostáticas se llama enlace iónico. Así, un enlace iónico se forma cuando
hay una transferencia de electrones, haciendo que un átomo se transforme en un ion con carga positiva,
(baja energía de ionización) y el otro se transforme en un ion con carga negativa (alta afinidad electrónica).
(Yurkanis, 2008)
Brown, LeMay, Bursten, Murphy & Woodward (2014) mencionan que, en general, las sustancias iónicas
resultan de la interacción de metales del lado izquierdo de la tabla periódica con no metales del lado
derecho (Excluyendo gases nobles)
Algunas de las características más relevantes son:
• Se forma por trasferencia de electrones de un átomo a otro
• Se forman partículas de carga opuesta (iones) unidos por fuerzas electrostáticas
• Generalmente se forman entre metales (extremo izquierdo de la tabla) y no metales (extremo
derecho)
• La diferencia de electronegatividades debe ser mayor a 1.7
Enlace covalente
Un enlace covalente ocurre cuando los átomos de dos no metales comparten electrones. Debido a las altas
energías de ionización de los no metales, los electrones no se transfieren entre átomos no metálicos, sino
que se comparten para lograr estabilidad. (Timberlake, 2013)
Chang & Goldsby, (2013) mencionan que, para simplificar el par de electrones compartidos se representa
a menudo como una sola línea. Por ejemplo, el enlace covalente de la molécula de cloro se escribiría como
Cl—Cl. En este tipo de enlace, cada electrón del par compartido es atraído por los núcleos de ambos
átomos. En los enlaces covalentes entre átomos polielectrónicos sólo participan los electrones de valencia.
Para que se forme un enlace covalente, deben ubicarse dos átomos de manera que, el orbital de uno de
ellos solape al orbital del otro; cada orbital debe contener solamente un electrón. Cuando sucede esto,
ambos orbitales atómicos se combinan para formar un solo orbital de enlace ocupado por ambos
electrones, los cuales deben tener espines opuestos, es decir, deben estar aparcados. Cada electrón dispone
del orbital de enlace entero, por lo que puede considerarse como “perteneciente” a ambos núcleos
atómicos. Esta disposición de electrones y núcleos contiene menos energía (es más estable) que la
disposición en los átomos aislados; como resultado, la formación de un enlace va acompañada de
liberación de energía. La cantidad de energía desprendida durante la formación del enlace (o la cantidad
necesaria para romperlo) se denomina energía de disociación del enlace. (Morrison, R. & Boyd, 1998)
Características:
Fig. 2
Representación de
un enlace covalente.
Fig.3 Enlace covalente polar. Representado por la unión de HCl. Teniendo una diferencia de
electronegatividad de 0.9. donde se muestra cual es el átomo más electronegativo.
Fig. 3 Representación de un enlace covalente no polar, por la unión de Cl2. Teniendo una
diferencia de electronegatividad de 0
Enlace covalente coordinado
Cuando el par de electrones compartidos pertenece a uno de los átomos se presenta el enlace covalente
coordinado o dativo. El átomo que aporta el par de electrones se llama donador y el que los recibe receptor.
El donador será siempre el elemento menos electronegativo. (Yurkanis, 2008)
Teoría del enlace de valencia (EV): De acuerdo con Lozano (2011) Afirma que, dentro de esta teoría, los
electrones formadores del enlace se comparten en parejas y es la atracción de los núcleos sobre estos pares
de electrones, lo que le da mayor estabilidad a la molécula sobre sus átomos aislados. De acuerdo con esta
teoría, se forma un enlace entre dos átomos cuando se manifiestan las siguientes condiciones:
• Existe traslape de orbitales. Par que sea posible cada orbital debe estar ocupado por un solo electrón
y además de espines opuestos. Este traslape puede ser de dos tipos: enlace sigma (σ) o enlace pi
(π).
• A medida que el orbital de un átomo se traslapa con el otro, los electrones comienzan a moverse
alrededor de ambos núcleos.
• La fuerza de enlace depende de la cantidad de traslape entre los orbitales (solo puede haber dos
electrones); mientras mayor sea la sobreexposición mayor será la fuerza de unión
• y anti enlazantes.
Fig. 6 Orbitales enlazantes
• La interacción con cuatro electrones desestabilizara a la molécula por lo que la interacción debe
de ser solo de dos electrones.
• Cuanto mayor es su solapamiento y mejor la diferencia de energía, se generará una interacción
mayor entre los dos orbitales atómicos.
• Los orbitales moleculares se llenan por orden de energía, respetando el principio de exclusión de
Pauli y aplicando la regla de Hund.
• Se define orden de enlace como la diferencia entre el número de orbitales enlazantes y anti
enlazantes llenos.
El modelo del mar de electrones: Describe un metal sólido como una red de iones positivos inmersa en
un “mar de electrones”. Por ejemplo, en el litio, los iones son Li+ y hay un electrón por átomo que
contribuye al mar de electrones. En este mar, los electrones están libres, no están unidos a ningún ion
particular, y son móviles. Así, si llegan electrones de una fuente externa al extremo de un alambre
metálico, los electrones libres pasan a través del alambre y abandonan el otro extremo con la misma
velocidad. Así se explica la conductividad eléctrica.
Los electrones libres del mar de electrones no están limitados en su capacidad de absorber fotones de luz
visible como lo están los electrones enlazados en un átomo. Por lo cual los metales que absorben luz
visible; son opacos. Los electrones en la superficie de un metal son capaces de reirradiar luz a la misma
frecuencia que la luz que incide sobre la superficie, lo que explica el aspecto lustroso de los metales. La
facilidad de deformación de los metales puede explicarse como si una capa de iones metálicos es forzada
a atravesar otra capa por un golpe de martillo, los enlaces no se rompen, la estructura interna del metal
permanece prácticamente inalterada, y el mar de electrones se ajusta rápidamente a la nueva situación.
(Petrucci, Herring, Madura & Bissonnette, 2011)
Fig. 9 Ejemplo de la Teoría
del Mar de Electrones
Teoría de bandas: El modelo del mar de electrones es una descripción cualitativa sencilla del estado
metálico, pero en la mayor parte de los casos la teoría del enlace metálico que se utiliza es un tipo de teoría
de orbitales moleculares denominada teoría de bandas. Esta teoría explica la conducción de electricidad
en los metales. En estos materiales las bandas de valencia (la última completamente ocupada por
electrones a baja temperatura) y de conducción (la primera completamente vacía a baja temperatura) se
cruzan, permitiendo que los electrones en estados de valencia se muevan como si fueran libres saltando a
estados de conducción. La característica principal para la conductividad eléctrica es una banda de energía
que solo está parcialmente llena con electrones. Esta banda de energía se denomina banda de conducción.
(Petrucci, Et. Al, 2011)
Fuerzas ion-dipolo
La ley de Coulomb también explica las fuerzas ion-dipolo, las cuales atraen entre sí a un ion (ya sea un
catión o un anión) y a una molécula polar. La intensidad de este ion del tamaño de la molécula. Las cargas
en los cationes están más concentradas porque estos iones suelen ser más pequeños que los aniones. En
consecuencia, con una carga de igual magnitud, un catión experimenta una interacción más fuerte con los
dipolos que un anión. (Higinio,2012)
Enlaces
Fuerzas dipolo-dipolo
Las fuerzas dipolo-dipolo son las fuerzas de atracción entre moléculas polares, es decir, entre moléculas
que poseen momentos dipolares. Su origen es electrostático y se pueden entender en función de la ley de
Coulomb. A mayor momento dipolar mayor será la fuerza. En los líquidos, las moléculas polares no están
unidas de manera tan rígida como en un sólido, pero tienden a alinearse de tal manera que, en promedio,
las interacciones de atracción son máximas. (Higinio,2012)
Fig. 16 Fuerzas
de Dispersión.
Enlace de hidrógeno
En un enlace de hidrógeno un átomo de H se une covalentemente a un átomo muy electronegativo que
atrae la densidad electrónica del núcleo de H. Esto permite a su vez que el núcleo de H, un protón, sea
atraído simultáneamente por un par solitario de electrones de un átomo muy electronegativo de una
molécula vecina. Los enlaces de hidrógeno son posibles solo en algunos compuestos que contienen
hidrógeno, porque el resto de los átomos tienen electrones en las capas internas para proteger sus núcleos
de la atracción de los pares de electrones solitarios de los átomos cercanos. Solo los átomos de F, O y N
cumplen los requerimientos necesarios para la formación del enlace de hidrógeno. Ocasionalmente se
encuentran enlaces de hidrógeno débiles entre un átomo de H de una molécula y un átomo de C1 o S en
una molécula vecina. Los enlaces de hidrógeno, comparados con otras fuerzas intermoleculares, son
relativamente fuertes. (Higinio,2012)
Discusión/ conclusión:
El conocimiento de acuerdo a los enlaces químicos son de gran importancia ya que estos permiten que los
átomos sean agrupados en moléculas y por consiguiente que estas moléculas se agrupen entre sí para luego
dar un resultado de alguna sustancia pura o compuesta, el entendimiento y comprensión de las distintas
reacciones compuestas por los enlaces nos sirven para lograr analizar lo que el hombre puede formar y
separas de sustancias. Gracias a estos existe una inmensa cantidad de compuestos químicos que hoy en
día son utilizados para las necesidades del ser humano. Todas las cosas que conocemos hoy están hechas
por enlaces, no hay cosa que no se utilice en el día a día que no esté compuesta por estos. Para que estos
enlaces existan necesitamos de ciertas fuerzas moleculares las cuales son la base fundamental de la
construcción de las estructuras moleculares complejas, esta demás mencionar el porqué de su importancia.
Me parece que este al ser un tema tan común, es muy sencillo lograr encontrar información en los distintos
libros de química ya que, para lograr entender todos los aspectos dentro de la química, se necesita
comprender los comportamientos de los elementos cuando están realizando distintos enlaces. De la misma
forma el conocimiento de estos temas es muy relevante a la hora de entrar a un laboratorio o de intentar
experimentar con distintos elementos ya que al tener una base de los comportamientos de lo que será
formado, el cómo serán formados y todos aspectos dentro de este, es de gran ayuda a la hora de querer
fabricar cosas nuevas o simplemente a la hora de identificar lo que esta sucediendo y en al algún momento
que se llegue a identificar una acción de peligro reaccionar de la mejor manera.
Dentro de esta investigación se lograron identificar las propiedades generales de las sustancias y así se
identificó el cómo clasificarlas respectos a su tipo de enlace. También aspectos básicos a la hora de
averiguar que es lo que influye y cómo a la hora de realizar enlaces.
Referencias.
Alcañiz, E. (2019) Química inorgánica I. España: Universidad de Alcalá
Brown, T; LeMay, E: Bursten, B; Murphy, C. & Woodeard, P. (2014) Química, la ciencia central.
México: Pearson educación. ISBN 978-607-32-2237-2
Chang, R. & Goldsby, K. (2013) Química. Undécima edición. México: The McGraw-Hil. ISBN: 978-607-
15-0928-4
Higinio, F. (2012) Química Inorgánica. 5ª edición. México: McGRAW-HILL / INTERAMERICANA
EDITORES S.A. DE C.V ISBN: 978-607-15-0749-5
Lozano, N (2011) CUADERNILLO DE QUÍMICA GENERAL PARA LA CARRERA DE
INGENIERÍA EN SISTEMAS. Tecnológico de estudios superiores, oriente del estado de México.
Morrison, R. & Boyd (1998) Química orgánica. México: Addison Wesley Longman de México S.A. de
C.V ISBN 968 444 340 4
Petrucci, R; Herring, F; Madura, J & Bissonnette, C (2011) Química general. Décima edición. Madrid:
PEARSON EDUCACIÓN. ISBN: 978-84-8322-680
Timberlake, K. (2013) Química general, orgánica y biológica. Estructuras de la vida. 4ª edición. México:
Pearson Educación de México, S.A de C.V. ISBN: 978-607-32-2034-7
Yurkanis, B. (2008) Química Orgánica. 5ª edición. México PEARSON EDUCACIÓN, ISBN 0131963163