Está en la página 1de 5

COMPRENSIÓN Y REDACCIÓN DE TEXTOS I

Ciclo 2020 -AGOSTO

Fuentes para la Práctica Calificada 2 (PC2)

Fuente 1

El racismo se reproduce en la televisión peruana

La paisana Jacinta resurge, pero esta vez, reinterpretada desde la mirada infantil

No hay ninguna duda de que la paisana Jacinta es popular y lo popular, en el sentido de gusto
masivo, no necesariamente va de la mano de lo correcto y bueno.

Como marca, la paisana Jacinta es un éxito. Su sola presencia genera “recordación” inmediata, y
sus gestos y frases forman parte de su signo distintivo. Es en definitiva el sueño de cualquier
publicista y, en nuestro caso, es la mejor marca y signo distintivo de lo que caracteriza a nuestra
sociedad: el racismo.

No es casualidad que sea a través del humor que se propague con más éxito el racismo, pues apela
a un medio supuestamente “inocuo” y que recoge el gusto masivo y se apoya en los códigos
sociales establecidos y aceptados, pero que muy pocos se cuestionan sobre los fundamentos y
razón de los mismos.

Recientemente, un niño ha hecho las delicias del gusto popular al caracterizar a la paisana Jacinta
en un programa que viene apelando al play back, en su dimensión exagerada por decir lo menos,
en un programa del mismo nombre, que apoyándose en figuras conocidas de la farándula viene
creciendo para abarcar a todos los segmentos sociales, en este caso los niños.

Para un segmento mayoritario de la sociedad, le resulta discutible que se le cuestionen sus gustos.
Para otro sector, resultan muy cuestionables dichos gustos. ¿Qué queda entonces? El diálogo y el
debate, el libre pensamiento y la apertura a mejores formas de comunicación mediante la
participación de quienes se ven afectados en sus intereses y gustos.

Y los indígenas nos sentimos afectados en la continua propagación y reproducción de la imagen


de la paisana Jacinta, sobre la cual ya nos hemos pronunciado en reiteradas oportunidades
expresando argumentos, no de gustos, sino de cómo afecta a la construcción de nuestra identidad
indígena y cómo afecta en la manera como la sociedad identifica y percibe a los indígenas. Y no
se trata de gustos, pues un organismo mundial y diverso como el Comité para la Eliminación del
Racismo y la Discriminación Racial (CERD de las naciones Unidas) ha señalado lo negativo que
resulta este personaje para construir una sociedad diversa, democrática y respetuosa.

La paisana Jacinta ha sido de los personajes mediáticos que más formas ha encontrado para
reproducirse. Ahora ha sido un niño, que ha sido celebrado por su talento para reproducir los
gestos y maneras de la paisana Jacinta, mañana serán otros, tanto adultos como niños, que en su
imitación, continuarán aceitando los engranajes del racismo en nuestro país, que se alimenta del
gusto popular y lo nutre de estereotipos, imágenes y símbolos que nos colocan a los indígenas en
el campo de las burlas o, dicho de otra manera, que nos colocan en el campo de lo que no debe
tomarse en serio.

Recuperado de http://chirapaq.org.pe/es/el-racismo-se-reproduce-en-la-television-peruana

Fuente 2
Racismo en la televisión peruana: ¿qué mensajes trasmiten los programas cómicos?
Osbaldo Turpo Gebera
Zayuri Gutiérrez Gala

El racismo como concepto teórico empezó a ser estudiado recién a finales del siglo XIX. En la
práctica, ha existido siempre y, más concretamente, en sus formas de discriminación. La historia
demuestra que, por motivos fundados o no, el intento por definir la supremacía de una raza sobre
otra ha sido una constante en todas las épocas. Así, por mucho tiempo, grupos extremistas
defendían una supuesta superioridad racial, un absolutismo que los llevó a cometer actos de
intolerancia, de prácticas priorizadas para atentar contra los grupos vulnerables de la sociedad,
por lo general, contra las minorías que buscaban su reivindicación. Tales sucesos devienen “como
el resultado de las inconveniencias inherentes a las relaciones económicas” (Treviño, 2008, p.
670) y que, conforme discurren, se institucionalizan en la sociedad. Casos como el apartheid
sudafricano, basado en un “régimen de explotación económica y social, a la gran mayoría de la
población” (Denegri, 2015, p. 2), evidencian el nivel de degradación humana al que conduce el
racismo.
Sin duda, el racismo responde a situaciones estructurales que definen comportamientos de
creación, reproducción e influencia de concepciones, modos de representación, contextos,
posibilidades, inclusiones y exclusiones, moldeados racialmente (Goldberg, 2002). El racismo
subsiste en nuestros tiempos, con gravitante relevancia, no siempre explícito, muchas veces, de
manera sutil (Morales & Yubero, 1996). Y que no por ser menos visible y directo, es menos
intenso. Para estos autores, estamos ante un “racismo moderno que ya no se expresa,
generalmente, a partir de la consabida superioridad genética de una raza sobre otra, sino que
en muchos casos lo hace de forma indirecta a través de nuevos símbolos” (p. 9).
En el Perú, se ha ido imponiendo un racismo expresado en diversos tipos de prejuicio. Un racismo
aversivo (Gaertner & Dovidio 1986), fundado en un pensamiento inaceptable social e
individualmente, pero que busca emerger indirectamente, a escondidas o de manera cómica: a
través del chiste, del graffiti, etc. Como sostiene Portocarrero (1992), en nuestro país, el racismo
es un “tema oscuro”, construido sobre el color de la piel, y profundamente discriminatorio y
articulado con las categorías de clase, cultura y educación. Para De la Cadena (1998), el racismo
peruano está caracterizada por “silenciar” el fenotipo del Otro (la raza) y utilizar a la “educación”,
la “inteligencia” y la “cultura” con criterios discriminatorios. Así, la prensa reproduce estereotipos
físicos y emocionales, por ejemplo, situando a los amazónicos como “bravos”, “revoltosos” y
“manipulables”, sin referirse directamente a la raza, “sino más bien a aspectos relacionados con
el ser social, con la educación y con la ‘cultura’, entendida como ‘formas de ser’” (Arrunátegui,
2010, p. 437). A los andinos los presenta como “sucios”, “ignorantes”, entre otras
caracterizaciones ridiculizantes, y a los negros como “delincuentes, estereotipos que denigran su
cultura y la propia humanidad de individuo.
En esencia, un discurso que revela un racismo sutil, insertado en la cultura como pensamiento y
acción de ciertos sectores socio-económicos, y que los medios reproducen con un sentido
instrumental al servicio de determinados propósitos de dominación o de exacerbación del
conflicto, los mismos que son regulados mediáticamente para soslayar la comprensión del
fenómeno social.
Este racismo sutil es parte de la programación televisiva de los canales comerciales peruanos y
en horarios de amplia audiencia. Para Quijano (1980), se expresa así, desde el aparato ideológico
de la televisión, una forma de discriminación racial y étnica, con un énfasis puesto no solo en la
clase social, sino también en la cultura (Quijano, 1980). Esta lógica impresa revela las relaciones
de poder manifiestas en las interacciones culturales, donde se expresan “juegos de poder
heterogéneos, que evidencian residuos de un pensamiento colonial aún vigente en la mentalidad
nacional” y es la muestra de un énfasis sistemático de denigración cultural, y de invisibilización
del carácter reivindicativo de las culturas segregadas históricamente, desmereciendo sus
capacidades y libertades para imaginar y formular sus estrategias de desarrollo (Send, 2009).
Siguiendo la propuesta de Morales y Yubero (1996), se puede inferir que el racismo que la
televisión peruana enfatiza es de un racismo sutil, cuya difusión de contenidos en los programas
cómicos, sea de manera voluntaria o no, estaría contribuyendo a la continuidad cultural de
estereotipos y prejuicios raciales. Una práctica sin mayor respeto por las personas y sus derechos.
En ese sentido, Ardito (2004) advierte que el uso burlesco de personajes andinos y afroperuanos
configuran actos discriminatorios, un quehacer ampliamente arraigado en los programas cómicos
peruanos, representado maliciosamente con la complacencia de los gobiernos de turno. Son estos
medios y programas los que reproducen de una manera agresiva la exclusión de las poblaciones
que representan a sectores mayoritarios del país (indígenas, amazónicos y afrodescendientes),
ridiculizándolos.

Recuperado de https://rus.ucf.edu.cu/index.php/rus/article/view/1289/1319

Fuente 3
Estereotipos y discriminación en los programas de la señal abierta: La predominancia de
personajes blancos
Wilfredo Ardito Vega

A pesar de que la población blanca o de rasgos europeos es minoritaria en nuestro país, tiene un
marcado predominio en la televisión peruana. En muchos roles importantes es imposible
encontrar una sola persona que no sea blanca, como ocurre entre los conductores de los noticieros
(90 Segundos, Buenos Días Perú, América Noticias, Primera Noticia) y programas informativos
(Panorama, Cuarto Poder, Sin Medias Tintas, Punto Final). De esta forma, las personas de estos
rasgos físicos terminan asociadas a objetividad, veracidad y control de emociones, que son las
características que dichos medios buscan mostrar. El propio Ministerio Público en su programa
Los Fiscales elige como conductora a una mujer que corresponde a dicho estereotipo.
En dichos programas, además, también son blancos la mayor parte de entrevistados que buscan
mostrar solvencia sobre algunos temas y a quienes los conductores tratan respetuosa y
cordialmente.
Lo mismo ocurre entre los conductores de aquellos programas donde se muestra el conocimiento
de algunos temas como salud (Doctor TV), cocina (20 Lucas, La tribuna de Alfredo, etc.) o
inclusive deportes (Teledeportes, Deporte joven). De igual forma, son blancos quienes cumplen
el rol de manejar situaciones, como programas de concursos (todos los realities), atención a
personas con necesidades (La fábrica de sueños) o trato con niños (Yo soy kids y La hora de los
peques), presentación de situaciones sórdidas (Nunca más, Diez). Ocurre lo mismo en los
programas de espectáculos/escándalos (Hola a todos, Amor, amor, amor) y aquellos centrados en
el simple entretenimiento (Cinescape, De película).
Finalmente, son quienes aparecen como modelos de belleza, un rol que aparece además
explícitamente en decenas de avisos publicitarios. Esto se aprecia en programas de modas (Bodas
y estilo) o en los realities de competencia (Titanes, Esto es guerra y Combate) o en programas
que promueven relaciones de pareja (The Choice). Para que no quede duda, muchas veces se
explicitan elogios a quienes tienen rasgos más europeos (“churrísimo”, en La hora de los peques;
“es el más guapo”, en The Choice).
En cuanto a los programas de ficción, son elogiados por su belleza los actores blancos de Al fondo
hay sitio, al punto que los demás personajes siempre están obsesionados por ellos. Se maneja
también el estereotipo de mostrar en varios casos a los blancos como egoístas, ambiciosos y
clasistas, aunque no es posible mostrarlos como racistas, por cuanto los supuestos pobres no son
realmente de origen andino. Además, siendo el racismo un tabú, se hace difícil manejarlo en
televisión. Las alusiones físicas se realizan de manera que el color de la piel o las características
étnicas no se mencionan directamente.
Por otro lado, a lo largo de la trama, cuando algunos de los personajes blancos comienzan a perder
prejuicios, aparecen otros más clasistas o específicamente racistas, como los personajes de la
madre de Raúl (interpretado por Christian Thorsen), Anita Miller (interpretada por Denisse
Dibós) o Cayetana (interpretada por Alessandra Denegri) y su familia. Por otro lado, una
secuencia muy sintonizada referida a “las viejas pitucas” en El especial del humor, donde las
mujeres de clase alta son representadas por dos varones. Las protagonistas son sumamente
despectivas hacia los personajes populares, mostrados como vulgares y violentos. Nuevamente,
existe en las supuestas blancas, más clasismo que racismo. Sin embargo, esta secuencia podría
ser interpretada en algunos momentos como una velada crítica social, dado que se basa en las
rejas establecidas en La Molina. Inclusive, durante el último verano, cuando varios activistas
denunciaron las sogas que se habían colocado en las playas de Ancón y Naplo para impedir el
paso a los veraneantes de rasgos andinos, esto fue trasladado al programa cómico, mostrándose
inclusive el empleo de algunos vigilantes.

Recuperado de http://www.concortv.gob.pe/file/2014/investigaciones/07-consultoria-discriminacion-programas-tv-
wilfredo-ardito.pdf

Fuente 4
La Paisana Jacinta, el racismo en la televisión peruana y la construcción de la identidad
nacional
Tarcila Rivera Zea
CHIRAPAQ, Centro de Culturas Indígenas del Perú, celebra el retiro del personaje “El Negro
Mama” de la franja cómica de Frecuencia Latina. Asimismo, felicita al Centro de Estudios y
Promoción Afroperuano Lundú y la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos por su
incidencia directa en este logro.
Consideramos que este es un primer aporte para lograr medios de comunicación que muestren
con respeto la diversidad étnica, social y cultural de nuestro país. No obstante, nos llama la
atención que la caracterización de la Paisana Jacinta en este mismo espacio y la cual es mostrada
como una mujer indígena/migrante sucia e ignorante, no se considere igualmente ofensiva.
Creemos que es responsabilidad de los medios de comunicación el no promover imágenes que
alienten antivalores y el romper los paradigmas establecidos en una sociedad prejuiciosa como la
nuestra, mostrando personajes que sean ejemplo positivo para las nuevas generaciones. Por ello,
pedimos a los medios de comunicación el incluir en sus códigos de ética que los programas
emitidos no incurran en contenidos racistas que alienten la violencia y la marginación de nuestros
pueblos y culturas.
A los padres y madres de familia, que a veces se niegan a aceptar su propio origen andino,
amazónico o migrante, o quizás su propia intolerancia hacia el otro, les instamos a ver con claridad
el prejuicio oculto tras la broma y a reflexionar sobre el impacto que estos estereotipos,
aparentemente inofensivos, pueden tener en la construcción de la identidad y los valores de
nuestra niñez y juventud.
Por lo arriba expuesto, instamos a las organizaciones indígenas, a la Coordinadora Nacional de
Derechos Humanos y a Defensoría del Pueblo a adherirse a este pronunciamiento y a encaminar
acciones conjuntas para retirar el personaje de la Paisana Jacinta del aire en miras a promover una
sociedad respetuosa, inclusiva e intercultural. Asimismo, a los líderes de opinión, periodistas y
comunicadores sociales y a la Asociación Nacional de Anunciantes porque de ellos depende la
transmisión de contenidos que promuevan relaciones de respeto entre los ciudadanos y ciudadanas
de este país y sus diversidades éticas y culturales.

Recuperado de http://derechoshumanos.pe/2010/04/chirapaq-el-racismo-en-la-tv-peruana-y-la-
construccion-de-la-identidad-nacional/)

Fuente 5:
TV Perú es racista

¿Para qué el gobierno tiene un “Alerta contra el racismo” si ni siquiera pueden identificar una
muestra de discriminación cuando se comete en su propia casa, en su canal de televisión?

¿Para qué el gobierno tiene un “Alerta contra el racismo” si ni siquiera pueden identificar una
muestra de discriminación cuando se comete en su propia casa, en su canal de televisión?

En pleno 2018 uno de sus programas invita a una banda musical que lleva a un tipo disfrazado de
muñeco semidesnudo, calvo y de rasgos desmesurados, en la mejor tradición de las prácticas
segregadoras del blackface, para seguir difundiendo entre las mayorías el estereotipo del negro
bailarín, esclavo y animalizado. El racismo explícito es tan escalofriante como el racismo
inconsciente.

La Paisana Jacinta, el Negro Mama, el Farfán de Fox Sport tienen la peculiaridad de buscar la
complicidad de su público riendo con la discriminación, bailando con la exclusión. Marco Avilés
lo dijo: “El blackface es como el mundo blanco mira a los negros. Y es una celebración de la
brutalidad avasalladora de esa mentalidad”.

Queremos que los cómicos se rebanen los sesos en busca de una creatividad que no dañe.
Queremos que echen a Benavides y contraten a Natalia Barrera, la Chica Afroperuana, quien sí
hace humor afroperuano de verdad. Queremos que las empresas no sean tan caraduras como Fox,
que llamó “error involuntario” a su ignorancia y brutalidad. Queremos lo mínimo: que el canal de
Estado se tome con responsabilidad la reeducación y sensibilización social ante el racismo, que
cada uno de sus programas cumpla con un código estricto de respeto por todos los colectivos
estigmatizados de este país.

Queremos que el gobierno sea firme con los medios de comunicación y que sus alertas y
plataformas contra el racismo no sean letra muerta: que intervengan y sancionen a los que
denigran las diversas culturas e identidades nacionales con el cuento de la libertad de expresión.
Señores del Ministerio de la Incultura y la Desigualdad, les recomiendo que se pasen un buen rato
por las páginas de Facebook de las activistas afroperuanas, como Barrera y Sofía Carrillo. Tienen
mucho que aprender de ellas.

Recuperado de https://larepublica.pe/politica/1244694-tv-peru-racista/

Fuentes adicionales
Te sugerimos los siguientes enlaces.

Los medios en Perú alientan la discriminación racial– 5 de mayo 2014


https://www.youtube.com/watch?v=4W-DMw9L0TE

ONU recomienda a TV peruana sacar la programación programas racista -14 de setiembre 2014
https://www.youtube.com/watch?v=3t3jNTf9gBM

Combate: Racismo Belén Estevez DISCRMINA a Dayron Farfán - 2014


https://www.youtube.com/watch?v=SSKfyVwYjT0

Racismo en Perú: un problema nacional de cada día – 24 de febrero 2019


https://www.youtube.com/watch?v=fGgo-HS-AVA

En Boca de todos: Insulta a la selección peruana – 01 de julio 2018


https://www.youtube.com/watch?v=diHksMWv0s4

También podría gustarte