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REINSERCIÓN SOCIAL
Propuestas para una Política Pública
en la Ciudad de México
DGIRS
ESTRATEGIAS DE
REINSERCIÓN SOCIAL
Propuestas para una Política Pública
en la Ciudad de México
2
La Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México a través de
la Dirección General del Instituto de Reinserción Social presentan:
“Estrategias de Reinserción Social.
Propuestas para una Política Pública en la Ciudad de México”
DGIRS
Organismos colaboradores:
3
Elaboración de contenido:
Dirección General del Instituto de Reinserción Social
Paola Zavala Saeb (Directora General)
Sandra Izquierdo Montes
Daniela García González
Guadalupe Álvarez
Alejandro Rosario Yáñez
Corina Martínez Sánchez
Rogelio Salgado Carrasco
Asesoría
Aída Marín Acuapan
Ángela Guerrero Alcántara
José Alfredo Cortés Ruschke
Fotografía en portada:
“Sin título” David Flores Benítez
Usuario del Instituto de Reinserción Social
4
Índice
Presentación 7
Glosario de abreviaturas 9
Introducción 11
1. Contexto 15
1.1 Perfil de la población privada de la libertad 15
1.2 La inseguridad como problema social 16
1.3 Sobrepoblación en centros penitenciarios 20
1.4 Contexto sociodemográfico de la comisión del delito 21
1.5 Género y reinserción social 24
1.6 Exclusión social 26
5
Parte II. Estrategias de Reinserción Social en la Ciudad de México 51
1.1 Introducción 53
1.2 Objetivo general 53
1.3 Objetivo específicos 54
1.4 Estrategias, plazos e indicadores 54
2.1 Introducción 57
2.2 Objetivo general 58
2.3 Objetivos específicos 58
2.4 Estrategias, plazos e indicadores 58
3.1 Introducción 64
3.2 Objetivo general 65
3.3 Objetivos específicos 65
3.4 Estrategias, plazos e indicadores 66
4. Fortalecimiento institucional 71
4.1 Introducción 71
4.2 Objetivo general 71
4.3 Objetivos específicos 71
4.4 Estrategias, plazos e indicadores 71
Conclusiones 75
Fuentes 79
6
Presentación
7
Para avanzar en el restablecimiento de los derechos humanos de las personas
que son liberadas de algún Centro Penitenciario de la Ciudad de México, la
Secretario de Gobierno de la Ciudad de México, instruyó a la Dirección
General del Instituto de Reinserción Social a elaborar un diagnóstico actualizado
y proponer estrategias transversales para fortalecer la reinserción social en la
etapa post penal.
Por ello, desde la Dirección General del Instituto iniciamos la coordinación
de actividades para recopilar, analizar y procesar la información relativa a la
reinserción social contenida en investigaciones de organismos internacionales,
instituciones académicas y organizaciones de la sociedad civil, así como de los
datos generados en el Instituto.
Este trabajo es el primero en su tipo realizado por una institución
gubernamental de las entidades federativas del país. Además, cuenta con
el acompañamiento de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito
Federal; así como la participación de organizaciones de la sociedad civil
que tienen experiencia en el tema, las cuales aportaron información, brindaron
asesoría y propusieron acciones para enriquecer las estrategias planteadas
a través de un seguimiento puntual en todo el proceso. A todas ellas,
muchas gracias.
Tenemos la certeza de que estas Estrategias de Reinserción Social
contribuirán a restablecer los derechos de las personas liberadas, tarea de
todas y todos, con el objetivo de construir a una mejor convivencia entre las
personas que viven y transitan en la Ciudad de México.
8
Glosario de abreviaturas
CADH Convención Americana sobre Derechos Humanos
Seguridad Pública
9
SNSP Sistema Nacional de Seguridad Pública
la Ciencia y la Cultura
10
Introducción
El documento Estrategias de Reinserción Social. Propuestas para una
política pública en la Ciudad de México es el resultado de un trabajo
multidisciplinario desde las ópticas del derecho, la psicología, la sociología,
la ciencia política y el trabajo social. El objetivo general de esta iniciativa
es contar con información actualizada y relevante sobre las personas
liberadas que salen de un centro penitenciario, así como planificar las acciones
que desde el Instituto de Reinserción Social (Instituto en adelante) llevamos
a cabo para brindarles atención.
La finalidad del documento es generar insumos para el fortalecimiento
de una política pública de reinserción social y prevención del delito, la cual
contribuya a atender las causas estructurales de esta problemática y favorezca
las condiciones de vida, no sólo de las personas liberadas, sino también de
sus familiares y, en general, de todas las personas que habitan y transitan en
la Ciudad de México.
En el marco de la reforma al artículo 18 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos y de la entrada en vigor de la Ley Nacional de
Ejecución Penal, la Ciudad de México se encuentra ante un nuevo paradigma en la
ejecución de justicia. Dentro de este contexto, uno de los cambios importantes
fue la forma en que se concibe la reinserción social, la cual debe incorporar el
reconocimiento de las personas como sujetas de derechos y obligaciones.1
A partir del cambio de paradigma, el delito se entiende como un problema
social y no solamente como un problema de la persona, por lo que la reinserción
social implica realizar acciones y estrategias encaminadas a restablecer los
derechos de dichas personas, lo cual incluye enfoques especializados,
diferenciados, integrales, de género y de derechos humanos,2 todos ellos
acompañados del fortalecimiento de las redes familiares y comunitarias.
Lo que distingue a las personas usuarias del Instituto es que fueron sentenciadas
como responsables de la comisión de un delito, y es sobre las causas de los
1 El respeto a los derechos humanos es una base de la reinserción social, tal como lo expresa el
artículo 18 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y los artículos 4 y 72 de la
Ley Nacional de Ejecución Penal.
2 Existen diversos estudios que dan cuenta de la necesidad de utilizar estos enfoques, por
ejemplo, el “Informe derechos humanos, mujeres y reclusión. Informe sobre la situación de los derechos
humanos de las mujeres privadas de la libertad en centros de reclusión del Distrito Federal, 2014”
de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal que establece diseñar programas
especialmente dirigidos a mujeres, o el documento: “Mujeres presas. La situación de las mujeres
embarazadas con hijos/as menores de edad. Limitaciones al encarcelamiento, 2008” del Ministerio
Público de la Defensa en Argentina y UNICEF. En el tema de adolescentes y jóvenes puede consultarse
en el “Concurso sobre buenas prácticas en rehabilitación y reinserción de adolescentes infractores
de ley, 2011” de la Fundación Paz Ciudadana y UNICEF.
11
hechos delictivos en los que se debe trabajar, pues es parte de la prevención
terciaria, cuyo fin es construir alternativas que prevengan la reincidencia a través
de la restauración, la restitución y la prevención de riesgos vinculados a la
historia de vida y los contextos sociales de la persona que delinque.3
Para tener un diagnóstico sobre esta situación primero es importante
saber cuáles son los delitos que cometieron las personas privadas de su
libertad. De acuerdo a la Encuesta Nacional de Población Privada de la
Libertad (ENPOL) 2016, del Instituto Nacional de Geografía y Estadística
(INEGI), el principal delito cometido por esta población en la Ciudad de
México es el robo, el cual representa un 61.9% en sus diversas modalidades,
seguido del homicidio y el secuestro.
3 Para mayor información véase Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito
(2011) (Manual sobre la aplicación eficaz de las Directrices para la prevención del delito. Serie
de manuales sobre justicia pena. Nueva York: UNODC).
4 Se tomaron los datos de los principales delitos cometidos en la Ciudad de México, que no
necesariamente corresponden a los principales delitos en el nivel nacional.
12
públicas enfocadas a esta problemática debe poner especial atención a las
causas de los distintos tipos de “robo”, sin descuidar las causas de los otros
delitos identificados.
Cabe destacar que bajo los principios del nuevo sistema penal acusatorio,
el proceso de reinserción social se realiza tanto en el interior de los centros
penitenciarios como al exterior. De este modo, la reinserción debe continuar
una vez que las personas han obtenido su libertad por medio de los servicios
post-penales, hasta lograr su integración a la vida en sociedad.5 El Instituto de
Reinserción Social de la Ciudad de México interviene en ese segundo momento
respecto a la implementación de servicios post-penales6 a través de la coordinación
interinstitucional y el trabajo con la sociedad civil y la iniciativa privada.
Generar las condiciones necesarias para transformar los contextos
económicos, sociales y culturales en los que se encuentran las personas
liberadas resulta fundamental para reducir la reincidencia delictiva. En este
sentido, diseñar, implementar e invertir en programas dirigidos a la reinserción
social es indispensable y, además, debe ser parte esencial de las políticas
de prevención del delito (UNODC, 2013).
La política pública para la reinserción debe contemplar acciones que tengan
impacto en el corto y largo plazo. En el corto, se necesita integrar acciones
inmediatas que favorezcan el proceso de acondicionamiento; y en el largo, se
debe considerar la transformación de condiciones estructurales del contexto
en el que se desenvuelven las personas liberadas.
El cambio de paradigma en el tema de la reinserción social demanda el
diseño y aplicación de una política pública que, además de incluir los enfoques
de género y derechos humanos, contemple perspectivas diferenciadas,
especializadas e integrales para atender las características específicas de
las personas liberadas —por ejemplo, sus edades y los contextos de vida en
los que se desempeñaban— y que les permita acceder a todos los apoyos
posibles para lograr su reinserción a la vida en sociedad.
Al entender el delito en su dimensión social, y a la reinserción social bajo
nuevos enfoques y principios que son parte de la prevención del delito, la
política pública debe trascender las actividades de las instituciones públicas a
5 De acuerdo con información de Cauce Ciudadano AC., en algunos lugares como Chile, Uruguay
o el estado de Campeche existe como alternativa a la absoluta privación de la libertad un proceso de
transición para la reincorporación a la comunidad. Consiste en permitir la salida temporal (unas
horas, fines de semana, horario laboral) de las personas que tengan la opción de la libertad
condicional. Resulta pertinente analizar dichos modelos para valorar su incorporación en la
política pública de reinserción para la Ciudad de México.
6 El artículo 207 de la Ley Nacional de Ejecución Penal establece que los servicios post-penales
están dirigidos a las personas liberadas y sus familiares, para procurar su vida digna y prevenir
la reincidencia.
13
través de la suma de esfuerzos de las empresas y la sociedad civil, quienes
tienen un amplio campo de acción para incidir de forma positiva en la
reinserción de las personas, por ejemplo, para el acceso a un empleo formal,
el combate a la discriminación y la generación de información específica que
contribuya a comprender de una mejor manera los retos que se pueden
enfrentar durante dicha reinserción.
El presente documento da cuenta de los retos que se deben afrontar
resp ecto a la incidencia delictiva, así como de los trabajos y acciones que
son necesarias para abordar la reinserción bajo un enfoque de derechos en
el contexto del nuevo sistema de justicia penal.
14
Parte I. Diagnóstico de Reinserción Social
1. Contexto
15
necesidad de ascenso social que no puede ser cubierta por estas personas
debido a factores como la precariedad del empleo, la desigualdad persistente
y la insuficiente movilidad social que limitan las posibilidades legítimas de
ascenso social (Zavala, 2018).
También podemos observar, de acuerdo a la ENPOL 2016, que son personas
que se mantienen activas al interior de los centros penitenciarios, pues del
total de la población privada de su libertad en la Ciudad de México, el 84.3%
realiza actividades deportivas, al menos dos terceras partes las practica toda
la semana; el 45.9% indicó estar inscrita en algún programa educativo; de
las personas que saben leer y escribir, el 74.7% manifestó que dedica tiempo
a leer; asimismo, el 75.4% dijo tener una actividad de trabajo, el 53.5% la
realiza toda la semana y el 35.1% de cuatro a seis veces a la semana, de ellos,
el 55.8% labora en servicios para el centro y el 44.2% realiza actividades
comercializables para el exterior; por último, el 42.2% asistió a un curso o taller
para aprender un oficio.
Los delitos de alto impacto han aumentado de acuerdo con las estadísticas
del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP),
y con los datos que presentan organizaciones como el Observatorio Nacional
Ciudadano. Si se contrastan los valores absolutos del primer semestre de 2017
con el mismo lapso en 2016, a nivel nacional se aprecia el incremento de los
homicidios dolosos en un 36.05%, los homicidios culposos en un 2.12%, los
secuestros del fuero federal y común en un 14.29%, las extorsiones en un 7.97%,
los robos con violencia en un 41.96%, los robos de vehículos en un 23.74%, los
robos a casa habitación en un 5.29%, los robos a negocio en un 33.25%, los
robos a transeúnte en un 48.85% y las violaciones en un 10.01% (Observatorio
Nacional Ciudadano, 2017).
El INEGI, a través de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción
sobre Seguridad Pública (ENVIPE) del 2016, estimó que en 2015 el 34% de
los hogares del país tuvo al menos una víctima de delito y que hubo un total
de 23.3 millones de víctimas, cifras que han aumentado desde 2010 (INEGI,
2016b). Los datos de la ENVIPE 2016 indican que la Ciudad de México tiene
una tasa de prevalencia delictiva de 38.5 víctimas por cada cien mil habitantes,
además de contar con una tasa de 52.7 delitos por cada cien mil habitantes en
los que el 59.1% de los casos la persona que cometió el delito portaba algún
tipo de arma. De este modo, los principales delitos son el robo, asalto en la calle
o en el transporte público, la extorsión y el fraude (INEGI, 2016b).
16
Para continuar con los datos sobre incidencia delictiva, en los siguientes
recuadros se puede observar el panorama a nivel nacional de la prevalencia
e incidencia delictiva, así como la tasa de víctimas de delito a nivel Ciudad de
México y en todo el país.
17
Tasa de Incidencia Delictiva ⁸ por Entidad Federativa 2015
18
la Ciudad de México alcanzan el 94.7% (INEGI, 2016b).9 Estas cifras se traducen
además en una percepción de inseguridad alta por parte de la ciudadanía, que
en el caso de la Ciudad de México es de 70.5% (INEGI, 2016b), por lo que es
considerado como uno de los problemas más importantes en dicha entidad.
9 Entre los documentos que han analizado datos sobre el delito y la aplicación del sistema
de justicia se encuentran Observatorio Nacional Ciudadano (2017). Reporte sobre Delitos de Alto
Impacto, México: ONC.; y Centro de Investigación para el Desarrollo A.C., México Evalúa (2017).
Hallazgos 2016. Seguimiento y evaluación de la operación del sistema de justicia penal en México.
México: CID, A.C.
19
los procesos de las personas privadas de la libertad en el nuevo sistema
de justicia.
Uno de los desafíos más importantes del nuevo sistema de justica es atender
el problema de la sobrepoblación penitenciaria.
Para dimensionar de manera general esta problemática, se puede mencionar que,
al 3 de noviembre de 2017 existía una población de 28,222 personas privadas de
la libertad en la Ciudad de México (26,747 hombres y 1,475 mujeres), lo cual
representa una sobrepoblación del 17.22 %.10
Al respecto, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha mencionado
que las condiciones de hacinamiento provocan un impacto negativo en el
proceso de reinserción social, pues dificulta la gestión de los centros penitenciarios,
propicia condiciones de insalubridad, deteriora la infraestructura y menoscaba
las capacidades de supervisión y seguridad (UNODC, 2011).
Aun cuando está ampliamente extendido y presente desde hace mucho
tiempo, el hacinamiento es evitable y nunca debe convertirse en algo habitual.
Desde el punto de vista humanitario es vital afrontar este problema en los
lugares de detención. Este es un compromiso y un desafío difícil, dado que el
hacinamiento tiene causas múltiples y acumulativas que en gran parte son
ajenas al sistema penitenciario en sí mismo (por ejemplo, las altas tasas
delictivas y la implementación de políticas que fomentan o privilegian el
uso de la prisión). Por lo tanto, no puede ser tratado sólo en establecimientos
penitenciarios, sino que también requiere una respuesta multidimensional y
coordinada de las autoridades, a nivel de políticas públicas y de la sociedad
en general (UNODC, 2014).
De acuerdo con la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), la
Ciudad de México fue la entidad con mayor número de quejas reportadas
respecto a los centros penitenciarios, pues tuvo un total de 5,620 durante
el año 2016. Esto se explica porque en números brutos la Ciudad de México
tiene la mayor concentración de personas privadas de la libertad.
Uno de los principales retos para atender las problemáticas de estos espacios
es mejorar las condiciones de los centros y reducir la sobrepoblación existente.
Un dato positivo es que en 2016 la Ciudad de México ocupó el lugar número 11 a
nivel nacional dentro de la evaluación que la CNDH realizó sobre las condiciones
que se viven en los centros penitenciarios de todo el país. En ella obtuvo una
20
calificación de 6.8511 lo que la ubica por encima de la media nacional que fue
de 6.27 (CNDH, 2017). Esto implica una mejoría con respecto a 2013, año en el
que tuvo el lugar número 17 (CNDH, 2014).
Iztapalapa 7
Cuauhtémoc 6
Iztacalco 5
Gustavo A. Madero 3
Miguel Hidalgo 2
Venustiano Carranza 2
Coyoacán 1
21
Delegaciones donde se concentra la población penitenciaria
1
Miguel Hidalgo Cuauhtémoc Venustiano Carranza
2
3 Benito Iztacalco
4 Cuajimalpa Alvaro Juárez
de Morelos Obregón Iztapalapa
5
Coyoacán
6
7 Tlahuac
Magdalena
Contreras Xochimilco
Tlalpan
Milpa Alta
22
Personas privadas de la libertad en el Sistema Penitenciario de la Ciudad
de México, del 20 de noviembre de 2015
Personas privadas
Delegación Colonia
de la libertad
Cuauhtémoc Centro 626
Venustiano Carranza Morelos 518
Cuauhtémoc Guerrero 491
Cuauhtémoc Morelos 448
Cuauhtémoc Doctores 329
Coyoacán Pedregal de Santo Domingo 321
Iztacalco Agrícola Oriental 296
Iztapalapa Desarrollo Urbano 260
Cuauhtémoc Obrera 244
Miguel Hidalgo Anáhuac I Sección 236
Iztapalapa Ejército Constitucionalista 224
Iztacalco Gabriel Ramos Millán 212
Iztapalapa Vicente Guerrero – Unidad 205
Iztapalapa San Miguel Teotongo 183
Iztacalco Campamento 2 de Octubre 172
Iztacalco Agrícola Pantitlán 165
Cuauhtémoc Santa María La Ribera 154
Gustavo A. Madero Nueva Atzacoalco 154
Gustavo A. Madero San Felipe de Jesús 154
Iztapalapa Santa Martha Acatitla – Pueblo 148
Iztacalco Juventino Rosas 142
Iztapalapa Leyes de Reforma 142
Miguel Hidalgo Pensil Norte 139
Gustavo A. Madero Martin Carrera 133
Iztapalapa Ermita Zaragoza – Conjunto 133
Venustiano Carranza Moctezuma 2a Sección 132
Dichos datos pueden observarse de manera espacial a través del siguiente mapa.
23
Personas privadas de su libertad por colonia
18 132 - 255
24 19
255 - 379
379 - 502
502 - 626
23 17 4
10 3 2
1 26
5 9 16
21 12 7
16 11
22
25
13 20
14
6 8
24
analiza la situación familiar desde el enfoque de género, señala que “se hace
evidente no sólo los numerosos costos indirectos que para estas personas
implica el encarcelamiento de un familiar, sino además se hace patente que
estos costos no son distribuidos de forma equitativa entre hombres y mujeres:
son ellas quienes cargan desproporcionadamente con los costos indirectos del
uso de la prisión” (Pérez, 2015).
Estas características dan un perfil específico y relevante a la perspectiva de
género, tanto para entender los fenómenos delictivos como las implicaciones
familiares y sociales. Entre las desigualdades de género que existen en la
personas privadas de la libertad se encuentra, por ejemplo, la obtención de
beneficios preliberacionales. De acuerdo con DOCUMENTA A.C., “la situación
de abandono familiar, la ausencia de defensa pública adecuada o la falta de
recursos económicos para pagar una defensa privada y el desconocimiento
sobre los requisitos para acceder a la libertad anticipada han limitado este
derecho a las mujeres en reclusión” (2015), lo que se traduce en un 22% de
sus solicitudes de mujeres aceptadas, frente al 44% en el caso de los hombres
(DOCUMENTA, 2015).
Asimismo, aunque las mujeres privadas de la libertad son menores en
proporción, existen otros factores a tomar en cuenta. Uno de los más relevantes
es que generalmente con ellas se encuentran sus hijos e hijas, como ocurre en el
caso del Centro Femenil de Reinserción Social de Santa Martha Acatitla donde
existe un trabajo importante con las mujeres y sus hijos realizado por
Reinserta. Esta organización señala que “se deben ejecutar las acciones
necesarias para garantizar su protección integral, y sean reconocidos
como un grupo vulnerable” (Reinserta, 2015).
Un dato de relevancia es el aumento de las mujeres privadas de su libertad
por delitos contra la salud. De acuerdo con EQUIS, Justicia para las mujeres
A.C., entre 2014 y 2016 el ingreso de mujeres por este tipo de delito en el
fuero común se duplicó, mientras que en el fuero federal aumentó un 8.9%.
Además, de los delitos cometidos por mujeres, los delitos contra la salud
representan el 13.5% en el fuero común, mientras que en el fuero federal
representan el 43.23% (EQUIS, Justicia para las mujeres, A.C., 2017). Dichos
datos concuerdan con la información del Instituto sobre las mujeres usuarias,
pues del total de delitos cometidos por las mujeres, el 19.78% representa
delitos contra la salud.
25
Delitos cometidos por usuarios del Instituto de Reinserción Social 2017
Mujeres Hombres
Delito
Cantidad / Porcentaje Cantidad / Porcentaje
Robo agravado 76 / 41.75% 1821 / 69.7%
Delitos contra la salud 36 / 19.78% 114 / 4.4%
Otros delitos 17 / 9.30% 359 / 13.7%
Delitos patrimoniales 15 / 8.20% 33 / 1.3%
Extorsión agravada 13 / 7.10% 54 / 2.1%
Lesiones 11 / 6.00% 31 / 1.2%
Encubrimiento 7 / 3.80% 49 / 1.9%
Trata de personas 4 / 2.10% 10 / 0.4%
Homicidio 3 / 1.60% 143 / 5.5%
Total 182 / 100% 2614 / 100%
Elaboración propia con datos del Instituto de Reinserción Social de la Ciudad de México.
26
También existe un segmento de personas liberadas que se encuentran en
riesgo de situación de calle, ya que dentro de la prisión pueden surgir situaciones
que rompan con los círculos sociales y familiares, lo que tiende a aislarlas aún
más de la sociedad a la que se pretenden integrar. Aunado a ello, debe resaltarse
que un 7% de las personas privadas de su libertad no tienen expectativas de
tener una vivienda al salir, y entre quienes sí tienen esta expectativa sólo el 63%
indica que espera habitar su antigua vivienda, lo que arroja que el resto de las
personas no esperan regresar al hogar en donde se encontraban antes de
ingresar a un centro penitenciario (INEGI, 2016a). De ahí que la población que
está en riesgo de vivir en situación de calle pueda ser igual o mayor al del 7% del
total de la población privada de la libertad.
En el ámbito de las relaciones sociales, las personas liberadas suelen ser
estigmatizadas y llegan a vivir actos de discriminación, mismos que pueden
agravarse por formar parte de algún grupo en situación de vulnerabilidad,
como pertenecer a algún pueblo o comunidad indígena, tener alguna discapacidad
o estar en riesgo de caer en situación de calle.
12 La Encuesta sobre Discriminación en la Ciudad de México 2017 del Consejo para Prevenir
y Erradicar la Discriminación (COPRED), indica que al hacer la pregunta: ¿cuál es el grupo más
discriminado en la Ciudad de México? la respuesta fue que sí existía discriminación hacia este
grupo en específico, en el 87% de los casos, situándolo en el quinto lugar.
27
Percepción de la existencia de discriminación en la Ciudad de México, 2013
Indígenas 93% 1
Pobreza 92% 2
LBGTTTI 89% 3
VIH-SIDA 88% 4
Antecedentes penales 87% 5
Con discapacidad 86% 6
Fuente: Encuesta sobre Discriminación en la Ciudad de México 2013, COPRED.
28
La exigencia de una constancia de antecedentes penales, visto de esta
manera, no sólo implica una acción discriminatoria que propicia la violación de
derechos humanos, sino que también obstaculiza los procesos de reinserción
y deja a las personas sin alternativas a los contextos en los que cometieron
el delito.
De esta manera, los antecedentes penales se convierten en un generador de
discriminación, lo que afecta no sólo a la persona, sino también a sus familiares.
Esta problemática tendría que ser atendida como parte de una política pública
de igualdad y no discriminación (CNDH, 2016). En consecuencia, eliminar
o establecer límites a la solicitud de este tipo de constancias deberían ser
acciones para evitar situaciones discriminatorias y prever efectos negativos
como la falta de oportunidades laborales para las personas liberadas (Larrauri
James, 2011).
Pese a la existencia de estos obstáculos y riesgos, el 93% de la población
privada de la libertad en la Ciudad de México tiene expectativas en reinserción
familiar, el 87.3% en la reinserción laboral y el 55.8% en la reinserción escolar, lo
que puede indicar que esta población confía en restablecer sus lazos familiares y
obtener un trabajo para continuar con su vida (INEGI, 2016a).
29
2. Estándares internacionales y marco normativo
nacional y local
Tanto las personas privadas de la libertad, como las que cumplen su sentencia
fuera de un centro de reclusión y las que han concluido su proceso penal “deben
gozar de todos los derechos humanos reconocidos en las normas nacionales
e internacionales de derechos humanos, sin perjuicio de las restricciones a
ciertos derechos que son inevitables durante su reclusión. Es por eso que el
Estado debe garantizar el respeto a su dignidad en las mismas condiciones
que las personas no recluidas” (DOCUMENTA, 2017) o que no han pasado por
alguno de estos procesos.
Las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos, o
Reglas Nelson Mandela, establecen en su numeral 90 lo siguiente.
El deber de la sociedad no termina con la puesta en libertad del recluso.
Por consiguiente, se habrá de disponer de los servicios de organismos
gubernamentales o privados capaces de prestar al ex recluso una ayuda
pospenitenciaria eficaz que contribuya a disminuir los prejuicios contra él
y le permita reinsertarse en la sociedad (ONU, 1977).
Por otro lado, las reglas 106, 107 y 108 de este mismo instrumento,
respecto a las relaciones sociales y ayuda pospenitenciaria, establecen
algunas condiciones fundamentales que los Estados deben garantizar a las
personas liberadas después de un proceso penal:
Regla 106. Se velará particularmente por el mantenimiento y mejoramiento
de las relaciones entre el recluso y su familia que redunden en beneficio de
ambas partes.
Regla 107. Se tendrá debidamente en cuenta, desde el comienzo de la
ejecución de la pena, el porvenir del recluso después de su liberación, y se
alentará y ayudará al recluso a que mantenga o establezca relaciones con
personas u organismos externos que puedan favorecer su reinserción social y
el interés superior de su familia.
Regla 108 1. Los servicios y organismos, oficiales o no, que ayuden a los reclusos
liberados a reinsertarse en la sociedad velarán por que se proporcione a estos,
en la medida de lo posible, los documentos y papeles de identidad necesarios,
alojamiento y trabajo dignos y ropa apropiada para el clima y la estación, así
como los medios necesarios para que lleguen a su destino y puedan subsistir
durante el período inmediatamente posterior a su puesta en libertad. 2.
Los representantes acreditados de esos organismos tendrán todo el acceso necesario
a los establecimientos penitenciarios y a los reclusos. Se les consultará en cuanto al
30
futuro de cada recluso desde el momento en que comience a ejecutarse la
pena. 3. Convendrá centralizar o coordinar todo lo posible las actividades de
dichos organismos, a fin de asegurar el aprovechamiento óptimo de su labor
(ONU, 1977).
Por otra parte, las Reglas de las Naciones Unidas para el tratamiento de las
reclusas y medidas no privativas de la libertad para las mujeres delincuentes, o
también llamadas Reglas de Bangkok, establecen en sus estamentos 45, 46 y 47
la consideración del particular apoyo que requieren las mujeres durante su
reintegración social y su reingreso a la sociedad luego de su liberación. Aunque
las mujeres se enfrentan a muchos problemas durante su reingreso a la sociedad,
similares a los de los hombres, la intensidad y multiplicidad de las necesidades
posteriores a su liberación pueden ser diferentes.
“Las mujeres comúnmente sufren una particular discriminación después
de su egreso de la prisión que se debe a los estereotipos sociales. Ellas son
marginadas por su propio núcleo familiar, incluso, en algunos países pueden
perder sus derechos de familia. Si ellos han permitido una relación violenta, las
mujeres tendrán que establecer una nueva vida, lo que comúnmente conlleva
dificultades económicas, sociales y legales, las cuales se agregan a las
cuestiones vinculadas con la transición a la vida fuera de la cárcel” (ONU, 2011).
De este modo, la conclusión de las penas o medidas de seguridad impuestas
a las personas no significa el restablecimiento inmediato de sus derechos. El
Estado tiene la obligación de restablecer y garantizar las libertades y derechos
restringidos o suspendidos al momento de la privación de la libertad, además
de aquellos que fueron garantizados al momento de ingresar a un centro
penitenciario y que son importantes para su proceso de reinserción social. En
este sentido, sin ánimo limitativo, sería fundamental que los siguientes derechos
se les garantizaran a las personas liberadas.
31
discriminación es parte fundamental del concepto de igualdad, puesto que la
igualdad se traduce de la siguiente manera: “Tienen derecho, sin discriminación,
a igual protección de la Ley” (CADH, 1981).
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha puntualizado que la igualdad
de trato se viola cuando existe un trato diferenciado que carece de justificación
objetiva y razonable14. La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha
denominado como principio de especificidad a dicha aplicación razonable y ha
establecido que no constituye un acto discriminatorio, siempre y cuando “sirva
al propósito de permitir el cabal ejercicio de los derechos reconocidos […] Es
indispensable reconocer y respetar las diferencias de trato que corresponden a
diferencias de situación” (CIDH, 2002). Todo ello se traduce a la licitud de considerar
y ponderar diversas condiciones en las cuales se encuentran las personas con el fin
de favorecer su acceso efectivo al ejercicio de sus libertades y derechos15.
14 Para más información véase Corte Europea de Derechos Humanos, Caso “Relating to Certain
Aspects of the Laws on the Use of Languages in Education in Belgium”, 23 de julio de 1968, Volumen
6, Serie A, párrafo 10.
15 Véase Condición jurídica y derechos de los migrantes indocumentados. Opinión consultiva
OC-18/03 de 17 de septiembre de 2003, serie A, núm. 18, párrafo 101.
16 La Declaración Universal de Derechos Humanos, artículo 23, el Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales en sus artículos 6, 7 y 8; el Protocolo Adicional a la Convención
Americana sobre Derechos Humanos en materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; La
Observación General número 18 relativa al trabajo y diversos convenios realizados por la
Organización Internacional del Trabajo.
32
Sociales y Culturales puntualizó esta disposición al configurar en su artículo 13 lo
siguiente:
La educación debe orientarse hacia el pleno desarrollo de la personalidad
humana y del sentido de su dignidad, y debe fortalecer el respeto por los
derechos humanos y las libertades fundamentales. […] la educación debe
capacitar a todas las personas para participar efectivamente en una sociedad
libre, favorecer la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones
y entre todos los grupos raciales, étnicos o religiosos, […] (ONU, 1976).
Dentro de la interpretación que el Comité de los Derechos Económicos, Sociales
y Culturales (Comité DESC) hizo de este artículo (Observación General No. 13) se
agregaron una serie de elementos que abonan con el propósito y significado del
derecho a la educación, como en seguida se puede apreciar:
La educación es un derecho humano intrínseco y un medio indispensable de
realizar otros derechos humanos. Como derecho del ámbito de la autonomía
de la persona, la educación es el principal medio que permite a adultos y
menores, marginados económica y socialmente, salir de la pobreza y
participar plenamente en sus comunidades. La educación desempeña un
papel decisivo en la emancipación de la mujer, la protección de los niños contra
la explotación laboral, el trabajo peligroso y la explotación sexual, la promoción
de los derechos humanos y la democracia, la protección del medio ambiente
y el control del crecimiento demográfico. Está cada vez más aceptada la idea
de que la educación es una de las mejores inversiones financieras que los Estados
pueden hacer, pero su importancia no es únicamente práctica pues dispone
de una mente instruida, inteligente y activa, con libertad y amplitud de
pensamiento, es uno de los placeres y recompensas de la existencia humana
(Comité DESC, 1985).
33
a información objetiva y oportuna y a tratamientos de consentimiento informado;
libertad para ejercer derechos sexuales y reproductivos; establecimientos
respetuosos de la ética médica y culturalmente apropiados (CDH, 2004).
34
los beneficios que de él resulten. Toda persona tiene derecho a la protección
de los intereses morales y materiales que le correspondan por razón de las
producciones científicas, literarias o artísticas de que sea autora (CDH, 2004: 77).
En 2008, conforme a los más altos estándares de los derechos humanos, el Congreso
de la Unión reformó diversos artículos constitucionales, entre ellos el dieciocho y
el veinte con la finalidad de incorporar el sistema penal acusatorio en México y
cambiar la finalidad de la pena de readaptación social a reinserción social18.
El sistema penal acusatorio es un modelo garantista de justicia, en el cual existe
una parte acusadora y una parte acusada que se encuentran en igualdad de
condiciones para refutar con hechos, derechos y pruebas lo alegado por la otra
parte, sin que el órgano jurisdiccional dé ventaja a alguno. Se basa en los principios
de publicidad, contradicción, concentración, inmediación y continuidad, de acuerdo
al artículo 20 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Para complementar la reforma de 2008, el Congreso de la Unión en 2011 reformó
el artículo primero de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
lo cual tuvo como resultado el reconocimiento del principio pro homine o pro
personae, lo que significa que todas las personas tienen derecho al respeto y
protección de los derechos humanos que se les han reconocidos tanto por la
Constitución, como por los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano
es parte, privilegiando en todo momento la interpretación que brinde la mayor
protección para la persona. Tales derechos humanos sólo podrán restringirse
o suspenderse cuando la propia Constitución así lo establezca. Asimismo, este
artículo señala la obligación que tienen las autoridades de promover, respetar,
proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios
de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad.
35
para orientar y apoyar el desarrollo personal, laboral, cultural, educativo, social,
de salud física o psicológica y de capacitación para el trabajo. Sin embargo,
para implementar dichos servicios deberá coordinarse con otras autoridades,
denominadas autoridades corresponsables, que en el ámbito de sus atribuciones
tienen la obligación de brindarlos.
La atención dirigida a las personas liberadas de algún Centro Penitenciario
estará enfocada a empoderar a la persona y no de asistirlo, ya que se reconocerá
a la misma como un sujeto de derechos. En consecuencia, dicha atención será
diferenciada dependiendo de cada caso y los derechos a los cuales no tenga
acceso por encontrarse en una situación o posible situación de vulnerabilidad.
Los servicios post-penales están dirigidos a personas liberadas de Centros
Penitenciarios que hayan compurgado su pena o accedido a algún tipo de beneficio
establecido en la Ley19. En el caso de las medidas cautelares, la unidad encargada
de brindar diversos servicios análogos y de verificar el cumplimiento de las mismas
será la Autoridad de Supervisión de Medidas Cautelares y de Suspensión
Condicional del Proceso, de acuerdo a lo establecido en los artículos 176
y 177 del Código Nacional de Procedimientos Penales.
De igual forma, la Ley Nacional de Ejecución Penal en su artículo 26 establece
la creación de una autoridad de supervisión de la libertad condicionada. Dicha
autoridad tendrá como atribuciones dar seguimiento a la ejecución de las
sanciones penales, medidas de seguridad y restrictivas que sean impuestas por el
Juez de Ejecución. Asimismo, se encargará de la realización de los informes relativos al
cumplimiento de las condiciones impuestas por el Juez de Ejecución y, por último,
llevará la coordinación y ejecución de la aplicación del programa para las personas
que gozan del beneficio de libertad condicionada.
19 Véase los artículos 136 (Libertad condicionada), 141 (Libertad anticipada), 142, 144
(sustitución y suspensión temporal de penas y 146 (preliberación por criterios de política
penitenciaria). inglés.
36
Sin embargo, existe una diferencia conceptual de los servicios postpenitenciarios
entre la Ley de Ejecución de Sanciones Penales y Reinserción Social del Distrito
Federal y el concepto de servicios postpenales de la Ley Nacional de Ejecución
Penal. El primero se refiere a la asistencia y el segundo a los servicios postpenales
como se explica a continuación.
Los servicios postpenitenciarios consisten en la asistencia material y moral
por parte de una institución gubernamental o de las organizaciones de la
sociedad civil con el fin de garantizar un porvenir digno a la persona. Por otro
lado, los servicios post-penales buscan orientar y asesorar de manera focalizada
a la persona privada de su libertad en el desarrollo personal, la salud física y
mental, el deporte, la capacitación para el trabajo, el trabajo y la educación,
con una visión de empoderamiento de la persona.
Comisión Intersecretarial
37
19. Dirección General de Igualdad y Diversidad Sexual de la Ciudad de México
20. Dirección General de Tratamiento para Adolescentes
38
3. El Instituto de Reinserción Social de la
Ciudad de México
Mujeres, 7%
Hombres, 93%
39
Respecto al rango de edades, el grupo de edad más atendido durante este
año fue de 31 a 45 años con un 49%, seguido por el de 18 a 30 años con 31%,
después un 18% fue de 46 a 60 años y sólo un 2% fueron mayores de 61 años.
2%
No. de colonias con población
penitenciaria concetrada
18%
18 a 30 años 31%
31 a 45 años
46 a 60 años
61 en adelante
49%
Absuelto
8%
31%
Obligados
40%
Compurgado
52%
40
En relación al tipo de delitos cometidos, el 66.9% de las personas liberadas
fueron procesadas por robo (2,537 usuarios), 6.1% (234 personas) por daños
contra la salud, 4.2% por homicidio (166 personas), 4.1% por delitos sexuales
(155 personas), 1.9% por extorsión (73 personas) y 16.5% por otros diferentes
delitos (626 personas).
80.0%
66.9%
70.0%
60.0%
50.0%
40.0%
30.0%
16.5%
20.0%
6.1% 4.4% 4.1% 1.9%
10.0%
0.0%
Robo Daños a Homicidio Delitos Extorsión Otros
la salud Sexuales (32 delitos)
Aunque el robo y los daños contra la salud son los principales delitos por los
que son procesados hombres y mujeres, hay una diferencia sustancial entre los
porcentajes de ambos delitos según el género, pues el 69.7% de los hombres
que acudió al Instituto cometió robo y el 4.4% incurrió en daños contra la salud.
Mientras que en el caso de las mujeres fueron 41.75% y 19.78% respectivamente.
Otro dato a destacar es el nivel de escolaridad reportado por las personas
liberadas y preliberadas. En su mayoría tienen secundaria terminada (55%), seguido
de primaria concluida (12%) y bachillerato finalizado (12%). Sólo el 3% de
personas usuarias cuenta con el grado de licenciatura o con una carrera
técnica concluida.
55%
12% 12%
6% 7%
3% 3% 3%
0%
o a /
r ia at ur ra
da a er o at a tu a
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al Pr
im r
P tru cu c
An Se Ba
41
Respecto a la ocupación laboral, el 75% de las y los usuarios refieren no
tener empleo ni prospectos del mismo al salir de prisión, el 20% trabaja
como comerciante informal o en empresas familiares, y solamente un 5%
cuenta con empleos formales.
Empleo formal
5%
Empleo
familiar
20% 31%
Sin empleo
75%
42
· Tramitar permanencia en albergues de aquellos liberados que así lo requieran.
· Coordinar acciones con instituciones afines con el propósito de atender a los
liberados.
· Definir políticas y estrategias que orienten el proceso de reinserción a la sociedad.
· Celebrar convenios con instituciones públicas, privadas y de la sociedad civil
para cumplir sus funciones.
· Promover la participación de las referidas instituciones para obtener apoyos
en beneficio de los liberados.
· Difundir programas permanentes de capacitación.
· Dar seguimiento a aquellos liberados que cuenten con actividad laboral o
educativa para que cumplan con los mismos.
· Llevar control y seguimiento de los liberados que obtuvieron un beneficio
penitenciario con el objeto de que sean canalizados para continuar su
reinserción social.
· Realizar estudios e investigaciones criminológicas tendentes a mejorar los
programas asistenciales y de apoyo.
· Realizar acciones de coordinación con el Instituto para la Atención y Prevención
de las Adicciones del Distrito Federal, así como con la Comisión Nacional
para las Adicciones, para efecto de atender a liberados con problemas de
farmacodependencia y alcoholismo.
Para cumplir con sus atribuciones, el Instituto cuenta con tres Jefaturas de Unidad
Departamental dedicadas a los siguientes temas: educación y vinculación laboral,
atención psicológica y situación de inimputables y recuperación de identidad.
Aunque dichas unidades han logrado atender y canalizar a las personas que asisten
al Instituto, hasta ahora se observa que los recursos humanos son insuficientes
para cumplir a cabalidad las atribuciones que les corresponden, sobre todo, en
aquello relacionado con el seguimiento y acompañamiento en la restitución del
proyecto de vida de las personas liberadas.
43
de la reincidencia delictiva mediante la vinculación laboral y educativa, para lo
cual tiene tres objetivos, los cuales se enuncian a continuación seguidos de la
descripción de funciones para su cumplimiento.
1) Coordinar que las personas liberadas y preliberadas inicien, continúen y
concluyan sus estudios conforme a la obligación impuesta por la autoridad
ejecutora. Consiste en canalizar a las personas liberadas a instituciones educativas,
apoyarlas para que se inscriban, obtengan matrícula y tramiten certificados de
estudios ante autoridades educativas de diferentes niveles.
Hasta el mes de junio del 2017, se canalizaron a 2 personas al Instituto Nacional para
la Educación de los Adultos (INEA) para que continúen con su formación básica y
a 41 personas a la Dirección General de Bachillerato.
2) Impulsar a las personas liberadas y preliberadas para que accedan a capacitación
para el autoempleo y empleo, así como establecer vínculos con las empresas
públicas y privadas para la obtención de vacantes. Asimismo, apoyar y asesorar
en el trámite del Programa del Seguro de Desempleo.
Consiste en apoyar a las personas liberadas a tramitar el seguro de desempleo,
vincularlas con empresas que pudieran contratarlas y apoyarles en la inscripción
a cursos de capacitación impartidos por la Secretaría del Trabajo y Fomento al
Empleo y asesorarlos en las becas de capacitación laboral.
En el periodo comprendido entre abril y junio del 2017, 75 personas usuarias
asistieron a un curso de capacitación laboral impartido por la Procuraduría Federal
del Consumidor, 36 tomaron un curso de “corte de cabello” y 26 uno de aplicación
de uñas.
3) Dar seguimiento a las personas preliberadas en el cumplimiento de su
beneficio penitenciario.
Consiste en realizar entrevistas a las personas liberadas para detectar
necesidades específicas de capacitación, asimismo se ofrece oportunidades de
trabajo mediante los programas de empleo del Gobierno la Ciudad de México,
y se realiza un control y seguimiento de las personas que son capacitadas y
vinculadas laboralmente.
Hasta el mes de abril de 2017, se celebraron convenios de colaboración con
las siguientes instituciones: Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo (STyFE),
Us Technologies, ABC Tornillos, Contramar, A de Acento y La Cana.
44
habilidades de comunicación y resolución no violenta de conflictos; y elaboración
de un plan de vida que incluya metas a corto, mediano y largo plazo.
Es importante realizar un diagnóstico de los talleres que actualmente se
imparten para elegir los que tengan un aporte importante en la reinserción de
las personas liberadas en todos los ámbitos de su vida. Con el propósito de cumplir el
objetivo de la reinserción biopsicosocial de las personas usuarias, el Instituto debe
contar con un bloque de talleres de cuatro categorías: emocionales, deportivas,
de capacitaciones laborales y artísticas. Después de tener las bases obtenidas
en el taller básico, deberá aplicarse un diagnóstico de las necesidades de cada
una de las personas liberadas y de esa forma incluirlas en el taller que contenga
la temática adecuada y contribuya a su proceso de reinserción.
En la tarea de reinserción, es importante incluir a la familia en su proceso
de intervención, puesto que ésta le da sentido y significado al plan de vida
que la persona liberada inicia, además de fungir como factor protector y ente
motivacional. Es importante mencionar que al concebir a la familia como un
sistema, cada integrante se encuentra inmerso dentro del mismo. Por lo tanto,
no se busca ahondar en individualidades, más bien, se pretende profundizar
en la experiencia colectiva de la familia y hacerla participante activo de cada
uno de los pasos y etapas del proceso de reinserción.
Como se mencionó anteriormente, una de las funciones atribuidas a esta
Jefatura es canalizar a las personas liberadas con padecimientos psiquiátricos
a instituciones médico-psiquiátricas, quedando a cargo de estas autoridades
de salud el control, manejo y seguimiento para su atención. Por lo tanto, es
necesario abrir las puertas de instituciones dedicadas al manejo de este
tipo de padecimientos para las personas liberadas, realizando convenios
que incluyan investigación, diagnóstico, tratamiento efectivo y seguimiento
de las personas usuarias que sean canalizadas.
Otra área de oportunidad es que el personal del Instituto carece en su mayoría
de capacitación específica en el tema de reinserción e intervención en crisis.
Por ello, sería importante que el personal de primer contacto con las personas
usuarias cuente con un espacio de descarga emocional debido al estrés y
problemáticas inherentes a sus funciones.
Aunado a lo anterior, debe señalarse que actualmente no se tiene un
proceso específico de seguimiento a las personas usuarias que acuden al
Instituto para tener la certeza de efectividad en su proceso de reinserción. Por lo
tanto, sería indispensable establecer un mecanismo de seguimiento mediante
tutorías con la finalidad de que, aunque estas personas sean canalizadas a otras
instituciones, se pueda conocer la efectividad de las actividades (psicológicas,
laborales, educativas, etc.) que se les asignaron y, en dado caso, hacer cambios
en ellas para ajustarlas gradualmente y que este proceso sea exitoso.
45
3.3.3 J efatura de la Unidad (JUD) de Apoyos Sociales y Recuperación
de Identidad
46
c) Secretaría de Educación
d) Instituto para la Integración al Desarrollo de las Personas con Discapacidad
e) Instituto de Educación Media Superior
f ) Sistemas de Transporte (metro, metrobús, transporte eléctrico)
g) Instituciones académicas
h) Organizaciones de la Sociedad Civil
47
por haber incumplido el papel tradicional asignado por la sociedad. Además se
deben tomar en cuenta las múltiples exclusiones (género, orientación y preferencia
sexual, origen étnico, nivel académico y económico) a las que pueden
enfrentarse las mujeres, lo que provoca mayores niveles de discriminación.
En consecuencia, resulta necesario dotar de un enfoque interseccional a todos los
programas de atención dirigidos a las mujeres, ya que a partir de ello es posible
identificar las múltiples exclusiones sociales, los diferentes tipos de discriminación
y establecer la desventaja que enfrentan a partir de la combinación de estas
condiciones. Esto permitirá proponer programas de atención eficaces para su
situación específica.
En resumen, es indispensable realizar campañas informativas y de concientización
dirigidas a la sociedad civil con el objetivo de eliminar la estigmatización y
discriminación de la que son objeto las personas liberadas, ya que en ocasiones
es la misma sociedad la que les niega la posibilidad de incorporarse al ámbito
laboral u obtener algún lugar para vivir bajo el argumento de que se trata de
personas que estuvieron en prisión.
En este punto, resulta de gran relevancia la vinculación con la sociedad civil.
Es indispensable que el Instituto genere un mayor acercamiento con las personas
liberadas que acuden al mismo, ya que actualmente el número de usuarios
que regresan es bajo. Para ello, se requiere fortalecer el seguimiento con la
finalidad de identificar qué otros apoyos les pueden ser proporcionados.
Además, se requiere de alianzas estratégicas con diversos actores que
participan en el proceso de reinserción social de las personas liberadas. En este
sentido, se trabaja con el Instituto Nacional Electoral para que puedan
iniciar el trámite de solicitud de la credencial de elector presentando la
partida jurídica como documento que acredite su preliberación emitido por
la Subsecretaría del Sistema Penitenciario en el módulo correspondiente y, con
ello, agilizar la obtención del documento como medio de identificación oficial.
Lo anterior repercutirá positivamente en el derecho a la identidad y en todos
los procesos que requieren una identificación oficial: banco, programas sociales,
pensión, renta, entre otros.
Cabe señalar que también se ha solicitado al INE asignar un módulo
específico para que brinde atención a las personas usuarias compurgadas, el
cual pueda estar ubicado cerca del Instituto de Reinserción Social para facilitar
los trámites.
48
49
Título: Ingobernable
Autora: Oralia Bonfil Cuevas / Usuaria del Instituto de Reinserción Social
50
Parte II. E
strategias de Reinserción Social en
la Ciudad de México
51
reinserción social y familia, a la seguridad, al respeto de su integridad
física y mental, a una vida libre de violencia, a no ser torturadas ni víctimas
de tratos crueles, inhumanos o degradantes y a tener contacto con su
familia. El derecho a la reinserción social no concluye cuando la persona
abandona la prisión, compurga una pena o cumple la sanción, sino que
su satisfacción requiere que las personas recobren un sentido de vida
digno una vez que se han cumplido con las sanciones impuestas.
Por otro lado, la implementación de una política pública para la reinserción social
en la Ciudad de México requiere de la intervención de autoridades gubernamentales,
empresas y sociedad civil, con una visión del restablecimiento de derechos. La
Constitución Política de la Ciudad de México fundamenta que el derecho a la
reinserción social implica que las personas recobren un sentido de vida digno
y que puedan ejercer plenamente sus derechos y libertades.
Para avanzar hacia el restablecimiento de los derechos de las personas
que obtienen su libertad al salir de los centros penitenciarios, en esta propuesta
de política pública se plantean una serie de estrategias para brindar servicios
post-penitenciarios de manera integral, acorde a las necesidades de las personas
beneficiarias y con base en el diagnóstico realizado previamente.
52
Los indicadores que se asignarán por ahora sólo hacen referencia al nivel de
estrategias, de manera que se deja como un pendiente de consolidación para
2018 los indicadores de resultado (que responderían a los objetivos específicos)
e impacto (que reflejarán el objetivo general), mismos que deben generarse y
validarse desde el Mecanismo de Seguimiento y Evaluación que se le asigne a
este iniciativa.
1.1 Introducción
Las acciones que llevan a cabo las dependencias del Gobierno de la Ciudad
de México son indispensables para el restablecimiento de los derechos de las
personas liberadas, sin embargo, es necesario que las acciones se ejecuten de
manera coordinada para que puedan tener un impacto mayor y así ser más
efectivas. Para implementar estas coordinaciones es indispensable generar
una política transversal basada en una política social que atienda específicamente
a las personas liberadas, y que les permita contar con las condiciones básicas
para el desarrollo de una vida digna.
Para lograrlo, las dependencias del Gobierno de la Ciudad de México
deben estructurar programas sociales que consideren la opinión, testimonios
y experiencias de la población liberada. Asimismo, se debe destinar el
presupuesto necesario para orientar acciones específicas en materia de
reinserción social.
El propósito de dichas acciones será contribuir al restablecimiento de sus
derechos, con especial atención en el derecho al trabajo y la capacitación
para el mismo, el derecho a la educación, a la salud, al deporte y a la cultura,
así como a la alimentación y a la vivienda como medios para lograr la reinserción
a la sociedad y contribuir a la prevención de delitos.
De este modo, contar con programas que tengan recursos para brindar
atención a las personas liberadas permitirá plantear mejores estrategias y
ejecutar acciones integrales que restablezcan sus derechos.
53
1.3 Objetivos específicos
54
creó la Comisión Intersecretarial de Reinserción Social de los Centros Penitenciarios
y de Servicios Post-penales de la Ciudad de México. Esta Comisión integra a
22 dependencias del Gobierno de la Ciudad de México21 , lo que genera un
precedente de coordinación interinstitucional para la planeación, diseño,
implementación, ejecución y evaluación de Programas de Reinserción Social.
Se espera que su operación haga más eficiente la aplicación de una políti-
ca pública transversal en materia de reinserción social, pues involucra a todas
las dependencias gubernamentales que ejecutan programas susceptibles de
atender a las personas liberadas en el restablecimiento de sus derechos.
El seguimiento de las propuestas y acciones interdependenciales que se
generen en esta Comisión será indispensable para:
I. Conocer el avance de la política transversal. El seguimiento será
trimestral a través de la exposición y evaluación de los avances que se
presenten en las sesiones de la Comisión.
II. Desarrollar y consolidar la creación del Protocolo de Atención Integral
para la Reinserción Social de las Personas Liberadas.
III. Avanzar en la asignación presupuestaria de las dependencias para la
reinserción social.
55
Asimismo, establecerán los procesos generales de atención e intervención
institucional, desde el momento en que la persona está por salir de un centro
penitenciario hasta el tiempo en que les sean restablecidos sus derechos
y libertades. También establecerá las bases de atención diferenciada para
casos específicos y las pautas de atención para las personas que se encuentren
en situación de vulnerabilidad.
El Protocolo será elaborado por las dependencias que integran la Comisión
Intersecretarial y coordinado por el Instituto de Reinserción Social para establecer
mecanismos claros de participación y atención por cada dependencia. Además,
se incluirá la participación de las organizaciones de la sociedad civil y las
empresas. Dicho Protocolo también deberá contemplar los instrumentos de
evaluación necesarios para calificar su implementación y resultados.
56
2. Modelo de intervención institucional
2.1 Introducción
57
2.2 Objetivo general
· Mejorar las estrategias y herramientas que permitan obtener datos útiles para
identificar las capacidades, intereses y necesidades inmediatas, a corto, mediano
y largo plazo de las personas liberadas.
· Contribuir a la calidad de vida de las personas liberadas mediante la consolidación
de un plan de vida.
· Fortalecer los lazos de colaboración entre las personas liberadas y sus núcleos
familiares para contribuir en su proceso de reinserción social.
· Incrementar la atención inmediata y especializada hacia las personas liberadas
que se encuentran en riesgo de caer en situación de calle.
58
Recopilación de datos
59
Después de este primer acercamiento, se realiza un diagnóstico individual y, sólo
en caso de ser necesario, la persona puede reforzar otros aspectos emocionales a
través de psicoterapia individual, familiar o grupal para abordar temáticas tales
como: autoestima, relaciones de pareja, psico-educación para el control de
conductas adictivas, resiliencia, duelo, identidad de género, intervención de la
familia en el proceso de reinserción, escuela para padres, entre otros. El periodo
de estadía de las personas liberadas en esta fase será variable, ya que obedecerá
a las necesidades de cada una.
En una segunda fase, misma que puede estar a la par de la intervención
psicológica, la persona liberada se vinculará a la institución educativa que se
adecúe a sus necesidades. Podrá incorporarse a un curso de conocimientos
básicos diseñado especialmente para esta población, iniciar o concluir la educación
básica o el bachillerato, incluso integrarse a una licenciatura o posgrado.
En caso de que la persona no necesite alguna vinculación educativa, al
concluir la etapa de apoyo emocional, accederá a la tercera fase de la estrategia,
el cual tiene como finalidad la vinculación laboral, ya sea en un empleo formal
o por medio del autoempleo. Para ello, se trabajará de forma transversal con
dependencias gubernamentales y empresas de iniciativa privada.
En este punto de la intervención, de ser necesario, se incluirá a la familia, pues
en muchos casos funge como factor protector y ente motivacional para las
personas liberadas. Bajo este esquema no se busca ahondar en individualidades
sino profundizar en la experiencia colectiva del núcleo familiar y hacerlo
participante activo del proceso de reinserción.
De igual forma, el Instituto de Reinserción Social podrá brindar una serie de
herramientas para promover relaciones saludables con las redes de apoyo de las
personas liberadas, más allá de su círculo familiar, desde los enfoques de género
y juventud.
Asimismo, en cada punto de la intervención, desde la identificación de
necesidades hasta la vinculación laboral, se preverá utilizar el enfoque de género.
Esto atenderá de manera diferenciada los aspectos emocionales que resultan
del periodo de privación de libertad, así como el acceso a niveles de estudio y
a trabajos en igualdad de condiciones orientados a prevenir la violencia y la
reproducción de roles de género.
Además, se promoverán actividades lúdicas, artísticas y culturales para
fomentar el trabajo en equipo, el ejercicio de los derechos, el fortalecimiento
de la autoestima y la recreación, a fin de lograr de manera gradual y sistemática
la aceptación de las personas liberadas para incorporarse a un proceso de
integración familiar y social.
Las actividades artísticas y culturales son formas de expresión y, de acuerdo a
la experiencia de organizaciones de la sociedad civil y el Instituto de Reinserción
60
Social, en muchos casos se convierten en el factor de cambio que les permite a las
personas liberadas transformar sus vidas y contextos, lo que coadyuva con sus
procesos de reinserción. En ese sentido, se promoverá la inclusión de las
personas liberadas en la oferta cultural de la Ciudad, como parte de actividades que
pueden desarrollar en su plan de vida, así como su participación en el diseño,
implementación y producción de actividades artísticas y culturales que
los representen.
Jurídica
61
Debe resaltarse que existen factores y circunstancias que requieren de atención
focalizada durante el seguimiento a la implementación, tal es el caso de las
personas con discapacidad, mujeres liberadas con hijas e hijos, personas adultas
mayores, personas indígenas y población LGBTTTI.
Para los grupos anteriormente mencionados, se buscará que la atención sea
bajo una perspectiva incluyente, fundada en un diagnóstico y acompañada de
una intervención específica.
El diagnóstico será realizado por el Instituto de Reinserción Social y tendrá
como objetivo detectar las necesidades específicas de las personas integrantes de
algún grupo de atención prioritaria para coadyuvar en su proceso de reinserción.
Para la fase de intervención, el Instituto trabajará con las dependencias que
tengan pertinencia de acuerdo al tipo de atención focalizada necesaria. Por
ejemplo, para el caso de personas con discapacidad se trabajará estrechamente
con el Instituto de las Personas Con Discapacidad de las Ciudad de México, y
para el caso de personas indígenas con la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad
para las Comunidades.
62
dentro de esta interacción serán establecidas a partir del inicio del proceso
de reinserción. A partir de esta identificación se partirá para el diseño de la
intervención en el nivel familiar.
Los principales aspectos a trabajar en la intervención familiar, para contribuir
de forma positiva en el proceso de reinserción, serán la comunicación efectiva,
establecimiento de límites, interacción recíproca y complementaria, manejo de
crisis familiares, resiliencia familiar y afrontamiento grupal del estrés.
Así como el plan de vida variará de acuerdo al perfil de la persona liberada,
la intervención familiar también dependerá de la forma en cómo se conforme la
misma en cada caso, del tipo de interacciones y de los tiempos que impliquen
trabajar en cada uno de los aspectos señalados.
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3. Programas de acción prioritaria por la inclusión
3.1 Introducción
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3.2 Objetivo general
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3.4 Estrategias, plazos e indicadores
Diseñar e implementar
campañas que promuevan Corto Número de campañas que promueven la
la inclusión social y reduzcan plazo inclusión social y reducen el estigma hacia
el estigma hacia las personas 2018 las personas liberadas.
liberadas.
Corto
Promover la investigación en Número de investigaciones en materia
plazo
materia de reinserción social. de reinserción social.
2018
El trabajo como eje fundamental para la reinserción social debe formar parte de
cualquier esfuerzo encaminado a reincorporar a las personas liberadas a la sociedad,
sin embargo, el restablecimiento de tal derecho representa un gran reto, ya que
la estigmatización y los prejuicios que giran en torno a las personas que han sido
privadas de libertad provocan desconfianza entre las y los empleadores, de tal
forma que en muchos casos éstos ponen obstáculos para el acceso al trabajo.
De acuerdo con cifras del Instituto de Reinserción Social, el 75% de los usuarios no
tienen empleo ni expectativas de conseguir uno al salir de prisión. El desempleo
66
obstaculiza la adecuada reinserción de las personas liberadas, por ello, es necesario
implementar programas que incentiven la inclusión de personas con antecedentes
penales al campo laboral formal.
Para incluir a la población liberada de algún centro penitenciario en espacios
de trabajo, se requiere erradicar la discriminación laboral por antecedentes penales,
sensibilizar a las personas empleadoras a través de medidas de inclusión que les
muestren la situación y contextos de vida de las personas liberadas, así como
desarrollar vínculos laborales entre las personas liberadas y los empleadores
potenciales. Estos objetivos pueden alcanzarse mediante el trabajo coordinado
entre las dependencias gubernamentales y las empresas.
En tal sentido, el Instituto de Reinserción Social desarrollará un programa de
inserción laboral que contemple el otorgamiento de un apoyo económico durante
tres meses, periodo en el que las personas liberadas realizarán prácticas laborales
para empleadores potenciales. Dicho lapso funcionará para acercar a las personas
liberadas con sus posibles empleadores, ya que ellas accederán a un espacio laboral
formal. Al terminar dicho periodo con éxito, las empresas estarán en condiciones
de contratar a las personas liberadas.
67
que han estado o continúan privadas de la libertad, en el que se deberán incluir a
las instituciones que participarán y su forma de hacerlo. También se realizarán
las vinculaciones correspondientes y posteriormente se llevará a cabo la
implementación.
Asimismo, se tiene contemplado coordinar los programas con otras
instituciones, una vez que sean presentados y aprobados en sesión de
la Comisión Intersecretarial.
68
· Diseñar e implementar campañas que promuevan la inclusión social y
reduzcan el estigma hacia las personas liberadas.
Tal como se identificó en el Diagnóstico, las personas liberadas son un grupo
que frecuentemente es estigmatizado y discriminado, en consecuencia existe
una barrera en el restablecimiento de sus derechos y en el proceso de reinserción a
la sociedad. Ante ello, es necesario impulsar acciones que emitan un mensaje
de inclusión, igualdad y no discriminación, alineado con el paradigma de la
reinserción social.
Para tal fin, se han planteado tres actividades para fortalecer la emisión de
mensajes de inclusión, igualdad y no discriminación:
1. Crear un periódico con el objetivo principal de difundir y dar a conocer
las actividades que realiza el Instituto. Por medio de esta acción se enviará
un mensaje de inclusión de las personas liberadas, por lo que se ejemplificará
con casos puntuales de éxito.
2. Realizar la Semana de la Reinserción Social. La actividad consistirá en
una serie de eventos coordinados con dependencias de gobierno,
organizaciones, empresas e instituciones académicas. Entre los eventos
está contemplada la realización de un foro de debate con la participación
de personas usuarias que deseen compartir sus experiencias de vida, así
como la exposición de los trabajos realizados por ellas y ellos en los
talleres de capacitación.
3. Impulsar una campaña de difusión en colaboración con el Consejo para
Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (COPRED). Dicha
campaña se centrará en los derechos de igualdad y no discriminación.
Uno de los componentes principales será explorar la eliminación de la
solicitud de los antecedentes penales en los casos previstos por el marco
normativo nacional para contribuir a reducir las barreras de la inclusión
laboral a la que se enfrentan las personas liberadas.
69
de grupos que se encuentren en situación de vulnerabilidad. Asimismo, se
desarrollarán estudios e investigaciones en temas relativos a los factores que
fortalecen o debilitan los procesos de reinserción y prevención, para ello
se considerarán aspectos relevantes como la condición de juventud y los
enfoques de derechos humanos y género.
Los resultados de estos estudios e investigaciones permitirán evaluar las
acciones y programas a través de los cuales se brinda la atención a las personas
usuarias, además de proponer mejoras a las mismas con base en información
especializada. Estas actividades se realizarán de manera conjunta con instituciones
académicas de nivel superior, tesistas de licenciaturas y posgrado, dependencias
de los tres niveles de gobierno y organizaciones de la sociedad civil vinculadas con
el tema, formalizados a través de convenios de colaboración.
Por otra parte, con el Programa de Investigación se desarrollará un sistema
de indicadores con perspectiva de derechos humanos que permita evaluar el
avance en el restablecimiento de derechos de las personas liberadas. Dichos
indicadores permitirán realizar un mejor seguimiento del proceso de reinserción
social de las y los usuarios, con especial énfasis en las personas expuestas a
condiciones de vulnerabilidad.
Además, para incentivar la investigación en materia de reinserción social, se
prevé designar un rubro para becas de tesistas en el presupuesto del Instituto del
ejercicio 2018. Asimismo, se realizará una convocatoria anual para implementar un
concurso de tesis y ensayo sobre reinserción social que iniciará también en 2018.
70
4. Fortalecimiento institucional
4.1 Introducción
71
4.4 Estrategias, plazos e indicadores
72
de convenios de colaboración. También se fomentará la posibilidad de que el
personal acuda a otras actividades académicas como diplomados, seminarios
o foros.
Aunado a lo anterior, el Instituto deberá contar con un mecanismo que le
permita evaluar y dar seguimiento a la capacitación y profesionalización del
personal, así como el impacto que éste ha tenido en su desempeño.
Con este plan, el Instituto tendrá, por un lado, un calendario de los cursos
que deberán proporcionarse en el corto plazo, y por el otro, las instituciones
que habrán de impartirlos. Además, en el mismo periodo se deberá tener un
acercamiento con las instituciones propuestas a efecto de acordar con ellas si
es posible trabajar de manera conjunta en la capacitación y profesionalización
del personal del Instituto de Reinserción Social. De ser así, se deberán acordar
las fechas, horarios y temas sobre los que versará la capacitación.
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2. Coordinación Institucional
3. Coordinación General
4. Coordinador de gestión
5. Jefe de Unidad Departamental de Seguimiento
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Conclusiones
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la reinserción social y a la atención a las personas liberadas.
· Reestructurar la entrevista inicial.
· Fortalecer la metodología para estructurar un plan de vida para las personas
liberadas orientado al restablecimiento de sus derechos, la adopción de hábitos
para mejorar su salud integral y fortalecer sus habilidades.
· Coadyuvar en la implementación y dar seguimiento a los planes de vida de las
personas liberadas.
· Diseñar e implementar una estrategia de intervención familiar.
· Diseñar e implementar un programa de atención inmediata dirigido a personas
en situación de vulnerabilidad.
· Diseñar e implementar un programa dirigido a la inclusión laboral de las
personas liberadas.
· Diseñar e implementar un programa que mejore las condiciones de vida de las
hijas y los hijos de las personas liberadas.
· Diseñar e implementar un programa de acción en campo para obtener
datos útiles sobre los contextos que viven las personas liberadas que
acuden al Instituto de Reinserción Social.
· Diseñar e implementar campañas que promuevan la inclusión social y reduzcan
el estigma hacia las personas liberadas.
· Promover la investigación en materia de reinserción social con enfoque de
derechos humanos, género y perspectiva de juventud.
· Diseñar e implementar un programa de profesionalización y capacitación
dirigido al personal del Instituto de Reinserción Social.
· Instalar la Jefatura de Unidad Departamental de Control y Seguimiento.
· Implementar actividades de vinculación con la sociedad civil y la iniciativa
privada.
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· Asesorar en la coordinación de estrategias interinstitucionales para el diseño,
seguimiento y evaluación de las líneas de acción con enfoque transversal.
· Fomentar la participación de organizaciones de la sociedad civil, instituciones
académicas e iniciativa privada en acciones de reinserción social.
· Promover que las dependencias de gobierno consoliden las estrategias de
reinserción social.
77
78
Fuentes
·C
ondición jurídica y derechos de los migrantes indocumentados. Opinión
consultiva OC-18/03 de 17 de septiembre de 2003, serie A, núm. 18, párrafo 101.
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privadas de la libertad. México: DOCUMENTA.
· EQUIS, Justicia para las mujeres, A.C. (2017). Políticas de drogas, género y
encarcelamiento en México: Una guía para políticas públicas incluyentes,
México: EQUIS, Justicia para las mujeres, A.C.
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penales. Revista Electrónica de Ciencia Penal y Criminología, España.
· Ley Nacional de Ejecución Penal, 2016.
· Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito, UNODC (2013).
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Social de Delincuentes, 2010. Viena: UNODC.
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Reclusos (Reglas Nelson Mandela). Recuperado el 28 de octubre del 2017,
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· Pérez Correa, Catalina (2015). Las mujeres invisibles. Los costos de la prisión
y los efectos indirectos en las mujeres, Banco Interamericano de Desarrollo.
· Reinserta (2015). Anuario Los Niños Invisibles del Reclusorio Femenil Santa
Martha. México: Reinserta.
82
Título: Velas
Autora: Ángel Castellanos Puente / Usuario del Instituto de Reinserción Social
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DGIRS
INSTITUTO DE REINSERCIÓN SOCIAL
ESTRATEGIAS DE
REINSERCIÓN SOCIAL
Propuestas para una Política Pública
en la Ciudad de México
DGIRS