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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Salud


Universidad de las Ciencias de la Salud “Hugo Chávez Frías”
Lenguaje Comunicación y Técnicas de Estudio para el Aprendizaje

Profesora Estudiantes C.I


Mejías Elisa Pérez Jesús Eduardo 28.439.443
Sánchez Cleymer 28.439.235

San carlos23 de Noviembre del 2020


Biografía De Gilberto Enrique Rodríguez Ochoa
En tiempos inaugurales de Isaías Medina Angarita, el 6 de Agosto de 1941, nació
Gilberto Enrique Rodríguez Ochoa en la parroquia de La Pastora, en la calle de
Negro Primero a Callejón Mercedes, casa número 111. Tiempo después sus padres
José Andrés Rodríguez y Candelaria Ochoa se mudaron para la casa de la familia
paterna, ubicada de Cristo al revés a Totumo, número 75, en la misma parroquia, allí
con-vivieron con la abuela Dolores Martínez de Rodríguez y los tíos Juan José,
Felicia, Panchita y Soledad. En la actualidad funciona allí la Casa del Cartero.

La familia Rodríguez Ochoa ocupó la plata baja de esta casa, el área en el cual
vivían era una especie de sótano. Cuando llegaron a la casa, el piso era de tierra,
luego con el pasar del tiempo, la cabeza del hogar Juan Andrés Rodríguez empezó a
hacer uso de sus habilidades de carpintería y puso manos a la obra en compañía de
sus dos hijos mayores: Arnoldo y Gilberto, para remodelar el hogar en el cual vivían
forjando en su familia el amor por el trabajo y la construcción como forma de mejorar
la vida. Esta lección de vida diaria marcó definitivamente el carácter y la personalidad
de Gilberto.

Por otra parte su madre Candelaria Ochoa contribuía al ingreso económico del
hogar usando sus habilidades de costurera.

Gilberto Rodríguez tuvo nueve hermanos que son: Arnoldo, Mireya, Aura,
Argelia, Luís, Omaira, Carlos, Héctor y Raúl.

A la edad de ocho años, vive de cerca el golpe militar dirigido por los
comandantes Carlos Delgado Chalbaud, Marcos Pérez Jiménez y Felipe Llovera Páez
y con el cual se derrocó al gobierno democrático de Rómulo Gallegos. Años más tarde
también celebraría, en la platabanda de su casa los acontecimientos del
derrocamiento de Marcos Pérez Jiménez, el 23 de enero de 1958.

Estudió la primaria en el colegio “Pedro Emilio Coll” y durante este tiempo


también trabajo con lo relacionado a la carpintería, ya que heredo esta habilidad de su
padre; y por medio de esto ayudó a contribuir al ingreso económico de su hogar.

Desde la más temprana infancia mostró que su norte era la convivencia


armónica en comunidad, fue el organizador de muchísimos templetes durante los
carnavales, así como de los palos ensebados, carreras de sacos, quemas de judas y
otras diversiones de gran popularidad en esos tiempos.
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Inició el bachillerato en el liceo Caracas de la parroquia San Juan, durante ese
tiempo él disfrutaba jugar pelota de goma, tanto como las clases de inglés, o las de la
profesora de historia y las clases del profesor Vásquez Fermín. Terminó sus estudios
de secundaria en el Liceo de Aplicación en El Paraíso.

A la edad de 18 años realizó un viaje de vacaciones a Curazao con unos ahorros


que logro conseguir durante 2 años. En su retorno a la ciudad de Caracas el 19 de
Noviembre de 1959, al llegar al Aeropuerto Internacional de Maiquetía, recibió la
trágica noticia de la muerte de su padre ( quien tenía cuarenta y tres años), luego que
intentara hacer una separación de una pelea en la ciudad de Maracaibo. José Andrés
recibió una gran golpiza que a duras penas le permitía caminar. Estando en ese
estado realizó el esfuerzo para llegar a un Centro Asistencial donde no fue atendido
y días más tarde esto le condujo a la muerte, ya que el mismo tuvo un
desprendimiento de un bazo.

Este hecho marco de una gran manera la vida posterior de Gilberto, quien al
darse cuenta de la situación precaria en materia de salud del país, a la edad de Diez y
ocho años decide estudiar medicina y luchar por una atención médica más humana.

Con el fallecimiento de su padre, le toco asumir las riendas de su familia, ya que


su hermano Arnoldo estaba cursando para ese momento el tercer año en la Escuela
Militar. Para ese tiempo comienza a trabajar como listero en El Plan de Emergencia
durante el gobierno de Wolfgang Larrazábal. Él era el encargado de hacer la lista de
asistencia de los obreros que trabajaban en la construcción de las calles cercanas al
Ávila y además tenía la responsabilidad de cancelarles el salario por las faenas
cumplidas. Desempeñó ese trabajo hasta el día en que José Joaquín Carrillo, el
voleibolista conocido como Papá Carrillo y Bernardo Berroterán, preocupados por la
situación económica de la familia Rodríguez Ochoa, le consiguen un trabajo con un
ingreso mejor en la compañía de teléfonos ahora CANTV.

En la Compañía de Teléfonos trabajó como operador nocturno de la central


telefónica ubicada en la esquina de La Gorda en el centro de Caracas. Pasaba casi
toda la noche sin dormir, comunicando a las personas las llamadas hacia y desde el
interior del país y las de larga distancia internacional. Después de cumplir con su turno
de trabajo, a las siete de la mañana, asistía a clases en la Facultad de Medicina en la
Universidad Central de Venezuela, muchos de sus compañeros y familiares cuentan
que con frecuencia se dormía sobre el pupitre. Después sufrió de insomnio y siempre
lo atribuyó a ese trabajo.

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Durante toda su vida mantuvo una lucha vehemente contra todos los que, como
representantes del poder, fueron responsables del deterioro social y económico del
país. Así como manifestó en contra del predominio del poder y la opresión castrense
de Marcos Pérez Jiménez, más tarde lo hizo contra el gobierno de Rómulo Betancourt.

Fue militante del Partido Comunista de Venezuela, del Movimiento de Izquierda


Revolucionario (MIR) y del Movimiento al Socialismo (MAS).

En 1966 Gilberto se graduó de médico cirujano y debía realizar su pasantía rural


en San Carlos de Río Negro, pero una decisión del director de Salud de Aragua hizo
cambiar su rumbo y lo trajo a San Francisco de Asís, en el estado Aragua.

Una vez llego al centro Asistencial de San Francisco, puso manos a la obra para
tratar de que los objetivos que se había plantaeados años atrás se hicieran
manifiestos en ese centro asistencial, ya que con su llegada hizo de los espacios de
este, espacios más humanizados. Realizo un trabajo comunitario sumamente
importante en este lugar el cual causo gran impacto en la comunidad. Para muchos
este fue un esperanzador horizonte.

A penas estaba iniciando sus pasantías cuando nació su hijo mayor en Caracas
y en las vísperas del parto cuando iba a visitar a su esposa tuvo un serio accidente en
el trayecto de la autopista regional del centro, a la altura de Tejerías; a pesar de que el
vehículo fue considerado como pérdida total, Gilberto sólo sufrió daños leves.

Gilberto se especializo en el área de la dermatología y fue alumno del científico


Jacinto Convit. Gilberto junto con Jacinto pudieron trabajar en un trabajo investigativo
sobre la lepra para desarrollar un modo de combatir esta enfermedad mediante la
aplicación de vacunas.

En 1973 participó en la película Lepra, la cual obtuvo una medalla de oro en el


festival de Berlín, lamentablemente por esa poca cultura que tenemos en nuestro país
de registrar la historia, no queda copia de ella, ni certificado del premio, sólo una
fotografía con la leyenda.

Entre 1970 y 1977 Gilberto asume la jefatura del Servicio de Dermatología


Sanitaria de Caracas. Allí, a pesar de poseer un cargo de gerencia, su condición de
militante social lo impulsó a subir los cerros al norte de La Pastora, con la finalidad de
ofrecerle educación sanitaria a quienes por su condición de pobreza habían estado al
margen de esa información.

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En 1975 fue becado por la Oficina Panamericana de la Salud (OPS) para hacer
un curso en Brasil y Argentina.

En 1977, el Doctor Jacinto Convit le comunica a Gilberto una oportunidad de


trabajo en el Hospital Central de Maracay, la cual le permitiría asentarse en una
ciudad más tranquila que le abriría nuevos caminos para su militancia política y su
trabajo social en dermatología sanitaria.

En ese año asumió el cargo de Jefe del Servicio de Dermatología Sanitaria del
Estado Aragua, en el Hospital Central de Maracay, ubicado en la avenida José María
Vargas, en la Urbanización La Floresta. Simultáneamente fungía como director del
Centro Inter-nacional de Entrenamiento en Enfermedades Tropicales Dermatológicas,
cuya sede estaba ubicada en el mismo hospital. Este centro era dirigido en Caracas
por el Doctor Jacinto Convit y fue constituido bajo un convenio con la Organización
Panamericana de la Salud.
En 1979, Gilberto Rodríguez Ochoa publica su libro Del ejercicio privado de la
medicina o de la alienación del acto curativo, don-de expresa su visión sobre la
situación de salud en Venezuela y su posición tajante contra la privatización de la
medicina, asimismo pone en evidencia la descontextualización y la falta de pertinencia
social de la formación médica, de igual manera denuncia la desigualdad que tiene la
población con respecto al acceso a la atención médica.

Se casó con una vecina de la comunidad donde se crió, llamada Maritza


González, quien era estudiante de economía en la UCV.
Gilberto y Maritza tuvieron cinco hijos/as: los cuatro primeros nacieron en
Caracas: Gilberto José, el mayor, nació el 27 de diciembre de 1966, Levy Rafael el 27
de enero de 1968, Ayarí el 13 de Septiembre de 1970, Yuruani el 21 de Enero de
1975. En los nombres de ellas dos reflejaron su pasión por la cultura indígena y con el
del menor, Andrés Eloy, nacido el 16 de Agosto de 1979 en la ciudad de Maracay,
rindieron honores al poeta Andrés Eloy Blanco y al abuelo José Andrés.
Se desempeñó como docente en la universidad de Carabobo, donde trabajó
durante tres años, no sólo se centró en el contenido del programa, sino también en
sensibilizar al estudiante de medicina sobre cómo abordar al paciente. Desmitificaba el
uso de la bata blanca y era muy crítico del distanciamiento habitual que los galenos
establecían en su relación con los enfermos. Consideraba primordial una actitud de
respeto hacia el ser y a su dignidad

Durante la década de los 80 realizó una visita a Puerto Ayacucho, donde quedó
fascinado por la gran selva. Esta visita al Amazonas le llevo a iniciar un trabajo en
cuanto a materia de salud en las comunidades indígenas de la zona.

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Gracias a sus trabajos investigativos logro notar que en la zona se manifestaban
enfermedades como la malaria, la tuberculosis, la fiebre amarilla, la hepatitis, el
paludismo, el dengue y la diarrea, lo cual lo llevo a preocuparse por encontrar una
manera combatir las grandes injusticias presentes en la zona, ya que debido a la
condición social de las comunidades indígenas estas eran desfavorecidas en cuanto a
la salud, debido a que no tenía un poder económico.
En 1988 fue Director del Hospital José Gregorio Hernández, en 1991 Director
Regional de Salud hasta su destitución. Este cargo le fue restituido por Edgar Sayago,
el primer gobernador electo de Amazonas.
Durante 1991 Gilberto Rodríguez Ochoa realizó un proyecto para la creación de un
hospital indígena destinado a la comunidad de

Platanillal y Puerto de Samariapo el cual tendría churuatas como salas de


atención; con chinchorros como lugar de reposo. El hospital brindaría un espacio para
que los pacientes convivieran con su familia durante su hospitalización. En la maqueta
se previeron los fogones para que los familiares de los pacientes prepararan sus
alimentos. Este proyecto no se pudo concretar debido a la falta de financiamiento,
tanto por parte del Ministerio como de otras instituciones de Cooperación Técnica,
pero cuando Gilberto estuvo como Director del Hospital mandó a construir una
churuata y la puso a funcionar como sala de atención.
En 1992, luego de tomar posesión el primer gobernador electo, Edgar Sayago
Murillo vuelve nuevamente Gilberto como Director Regional de Salud y retoma sus
sueños y, con la misma pasión que había tenido antes, asume y emprende
innovadores proyectos. Uno de ellos fue “el Ambulatorio Fluvial” mediante el cual el
equipo de salud se desplazaría en una embarcación dotada de medicinas, laboratorio
y otros equipos para el tratamiento preventivo y curativo de enfermedades como el
paludismo y otras afecciones endémicas de la región, con este proyecto se le dieron
atención a 29 comunidades indígenas.

El 1 de febrero de 1999 lo juramentaron como Ministro de Sanidad. Al comenzar


su gestión se dedicó primeramente a analizar el estado del sector salud del país, y ¿
En qué áreas debía ser reforzado?, lo que lo llevo a implementar una serie de políticas
que ayudaron a mejorar el sistema de salud del país, basado en el Modelo de
Atención Integral el cual implemento con la finalidad de que la población en general
tuviera acceso a los servicios de salud, ya que para ese tiempo el sector salud estaba
orientado a la privatización debido a las políticas implementadas en la IV República.
Este era un modelo integrativo que garantizaba un acceso a los servicios de salud de
manera igualitaria, sin exclusión social, raza, color, ni partidos políticos.

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