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DiplomaDo a Distancia

en meDicina, cirugía y Zootecnia


en perros y gatos
“Educar a un hombre cuesta mucho,
pero no educarlo cuesta más”

Jesús Reyes Heroles.


DiplomaDo a Distancia en meDicina, cirugía y Zootecnia en perros y gatos
Módulo
Fundamentos de Cirugía
Autores
Alejandro Jiménez Yedra
José Antonio Ibancovichi Camarillo
Jorge Luna del Villar Velasco
Ciriaco Tista Olmos
Octava edición, 9 de septiembre de 2011.

D.R.© 2011. Universidad Nacional Autónoma de México.


Ciudad Universitaria, Delegación Coyoacán, C.P. 04510, México, Distrito Federal.

ISBN:
De toda la obra: 978-607-02-0500-2
Del presente tomo: 978-607-02-0502-6

“Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio sin la autorización


escrita del titular de los derechos patrimoniales”.

Impreso y hecho en México / Printed and made in Mexico.

Miembros del Comité:


MVZ, MC Esp. Joaquín Aguilar Bobadilla
MVZ Patricia Díaz Güemez
MVZ, MPA Carlos Esquivel Lacroix
MVZ Patricia Mejía Gutiérrez
MVZ, Esp. Alejandro Jiménez Yedra
MVZ, Esp. Luis Fernando De Juan Guzmán
MVZ, Esp. Riad Katrib Mir
MVZ Socorro Lara Díaz
MVZ, MC Jorge Luna del Villar Velasco
MVZ, Esp. Jesús Marín Heredia
MVZ, Esp. Humberto Morales Castro
MVZ, MC Norma Silvia Pérez Gallardo
MVZ, Esp. Victoria Yukie Tachika Ohara
MVZ, MCV Germán Valero Elizondo
MVZ Julia Alejandra Ríos Mohar
Lic. Georgina Bates Acosta

Revisión técnica: Manuel Rangel Quintanar, Enrique Nuñez Hernández


Revisión de pruebas de galera: MVZ, Esp. Humberto Morales Castro

Producción editorial:
Diseño editorial: LDCV F. Avril Braulio Ortiz
Formación electrónica: LDG Alma Angélica Chávez Rodríguez
Corrección de estilo: Lic. Rubén Jiménez Flores
Realización de ilustraciones y edición digital: MVZ Alejandra Gutiérrez Martínez,
LDCV Rosalinda Meza Contreras
Diseño de portada: LSCA Edgar Emmanuel Herrera López
Jorge Luna del Villar Velasco

capítulo 6 w manipulación DelicaDa De tejiDos


Estimados Alumnos del Diplomado:

Es un placer presentarles el tercer módulo del Diplomado a Distancia en


Medicina, Cirugía y Zootecnia en Perros y Gatos, en esta ocasión titulado:
Fundamentos de Cirugía, área de gran importancia en la labor del médico
veterinario zootecnista dedicado a las pequeñas especies. Reconocemos
los deseos de superación que los han llevado a inscribirse en este di-
plomado y el enorme interés en ofrecer servicios médicos y quirúrgicos
de mayor calidad. Considerando lo anterior, el Comité Académico del
diplomado ofrece en este módulo los aspectos que garantizan un pro-
cedimiento quirúrgico óptimo, con base en la revisión de los aspectos
fundamentales que norman esta práctica: desde los principios básicos
preoperatorios hasta las caracteristicas necesarias de las instalaciones y el
equipo en una clínica u hospital.
Para lograr este objetivo, un grupo de prestigiados cirujanos vete-
rinarios, con años de experiencia en el ejercicio de la práctica y la ense-
ñanza quirúrgica, ha plasmado sus conocimientos técnicos en esta obra,
para ser consultada y utilizada de manera rutinaria en su propia práctica
profesional.
La información que condensa esta obra tiene la finalidad de ser el
primer paso en el camino a la práctica quirúrgica de excelencia y será en
los módulos posteriores donde se analicen, con mayor profundidad, as-
pectos más complejos de la misma, dependiendo del tema que se abor-
de. La intención del Comité Académico es abarcar todos los aspectos de
nuestra profesión y avanzar sólida y gradualmente en los puntos finos de
la misma.

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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

En un esfuerzo constante por mejorar la calidad del diplomado, el


Comité Académico se ha dado a la tarea de reestructurar y revisar cada
módulo en beneficio de quienes, como ustedes, buscan superarse cada
día. Con esta labor, estamos seguros de responder a los compromisos
que hemos adquirido para el engrandecimiento de nuestra profesión y
de nuestra sociedad.
Agradeciendo como siempre su entusiasmo, su apoyo y en espera
de sus sugerencias o comentarios para mejorar la calidad del diplomado,
reciban la más distinguida de nuestras consideraciones y la certeza del
compromiso académico contraído para apoyarlos en su constante supe-
ración académica.

Atentamente
Comité Académico

8
conteniDo Del Módulo 3
Capítulo 1: Instalaciones y equipo quirúrgico . . . . . . . . . . . . . . . . 11
Ciriaco Tista Olmos

Capítulo 2: Asepsia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
Jorge Luna del Villar Velasco

Capítulo 3: Anestesia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67
José Antonio Ibancovichi Camarillo,
Alejandro Jiménez Yedra

Capítulo 4: Hemostasis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .169


Ciriaco Tista Olmos

Capítulo 5: Suturas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .189


Jorge Luna del Villar Velasco

Capítulo 6: Manipulación delicada de tejidos . . . . . . . . . . . . . . .223


Jorge Luna del Villar Velasco

Nota: El contenido de los escritos es responsabilidad de los autores.

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capítulo 1
Capítulo 1
Instalaciones y equipo quirúrgico

mVz, esp. D, DcV, DcloVe


ciriaco tista olmos

Profr. Tit. “B”, tiempo completo definitivo,


FMVZ-UNAM.

Z Grados de contaminación microorgánica en instalaciones


quirúrgicas y circulación del personal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .17
Z Sala para preparación del paciente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .19
Z Área para vestido y lavado quirúrgico de los cirujanos . . . . . . . .21
Z Quirófano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .23
Z Mobiliario del quirófano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .25
Z Ropa de cirugía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .30
Z Instrumental quirúrgico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .34

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Ciriaco Tista Olmos

capítulo 1 w instalaciones y equipo quirúrgico


objetiVos

Al finalizar la lectura de este capítulo, los participantes conocerán


las características que debe reunir un quirófano, así como el mo-
biliario, el equipo y el instrumental que les permita realizar una
intervención quirúrgica.

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DiplomaDo a Distancia en meDicina, cirugía y zootecnia en perros y gatos
móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

introDucción
La medicina es una de las ramas importantes de la ciencia, debido a que
su finalidad primordial es la curación o terapéutica de las enfermedades
que padecen tanto el hombre como los animales, dicha terapéutica se
divide en dos: la médica y la quirúrgica; en este contexto, la cirugía cons-
tituye una de las áreas más importantes de estudio.
Antropólogos y científicos concuerdan en que el origen de la cirugía
se remonta al Paleolítico, después de los primeros homo, como el austra-
lopitecus, el Homo augusta, o el Neanderthal; es decir, cuando aparecen el
Cromagnón y el Homo sapiens, quienes, ya pensantes y con grado de inte-
ligencia superior, sufren algún tipo de herida o traumatismo severo y tra-
tan de “curarse”. Los estudios, en 1875, de Pruvieres y Bocard, comprueban
que en esas épocas ya se practicaba algún tipo de trepanación de cráneo;
aspectos similares han observado otros estudios de la cultura Egipcia, al-
rededor del 4000 a. C., donde los “médicos reales” la practicaban, además
que utilizaban tratamiento para las heridas mediante vendajes con tiras
de tela impregnadas con mirra y miel.
Así, con el paso de los siglos la medicina ha avanzado y han sucedido
hechos trascendentales que han permitido giros importantes a la cirugía,
sobre todo entre la práctica de la medicina antigua y la moderna. Entre
tales hechos, destaca el descubrimiento de la microbiología, para honra
de sus pioneros, entre éstos se menciona a Spalanzani, Leeuwenhoek,
Lister, Pasteur, Semmelweis y muchos otros, quienes hicieron brillantes
aportaciones para conocer las enfermedades infecciosas y abrir un nuevo
camino a la cirugía.

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Ciriaco Tista Olmos

capítulo 1 w instalaciones y equipo quirúrgico


Desde luego, los principios elementales de la cirugía, como la asep-
sia, la anestesia, el manejo delicado de los tejidos, la hemostasia y los
mecanismos de sutura son básicos; sin embargo, de ellos, uno es de im-
portancia especial: la asepsia (del gr. a, sin y sepsis, putrefacción), que con-
siste en realizar la cirugía bajo condiciones adecuadas y un medio “estéril”,
debido a que de ello depende gran parte del éxito de una intervención
quirúrgica.
En consecuencia, el orden en que se sitúan los principios básicos de
la cirugía ha sido discutido por investigadores y cirujanos, quienes han
concluido lo siguiente:
1. Para llevar a cabo una intervención quirúrgica es necesario, en pri-
mer lugar, preparar de forma adecuada al paciente y el material e
instrumental que será utilizado, de manera que se evite la contami-
nación por medio de microorganismos.
2. El paciente estará bajo la acción de fármacos que provoquen un es-
tado de anestesia suficiente para evitarle sufrimiento y dolor durante
el tiempo que dure la cirugía.
3. Aunque en la medicina practicada con seres humanos primero se
lleva a efecto la asepsia y después se aplica la anestesia, en los ani-
males, por lo general, es a la inversa, debido principalmente a que la
antisepsia se dificulta a causa de la inquietud y agresividad de éstas.
Le siguen en orden la incisión o corte de tejidos, la hemostasia o he-
mostasis, la manipulación de tejidos y órganos de manera cuidadosa
y delicada, y la reconstrucción de los mencionados tejidos y órganos
mediante diversos materiales y procedimientos de sutura.
De estos antecedentes históricos y conclusiones actuales se des-
prenden los denominados “cinco principios o principios básicos de la
cirugía”. Dada la importancia que reviste el hecho de aislar el organismo
estéril del medio ambiente no estéril, de tiempo atrás se ha considerado
que todo acto quirúrgico debe realizarse bajo las condiciones asép-
ticas más adecuadas, incluyendo el mobiliario y equipo; por tanto, el
primer aspecto relevante que debe conocerse es ¿cómo y en qué sitio se
debe practicar la cirugía? La respuesta es: en un lugar donde se cuente
con las instalaciones más completas, con el mobiliario e instrumental más
adecuado y en el quirófano ideal.

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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

En este capítulo se revisarán los siguientes aspectos:


a) Las instalaciones, principalmente todos los edificios y los sitios que
serán ocupados: lavado, doblado y esterilizado de ropa para ciruja-
nos y pacientes, vestidores, baños, sala de preparación para pacien-
tes, sala de materiales para la preparación de instrumental, pasillos o
corredores de tránsito, lavamanos para cirujanos y quirófanos.
b) El mobiliario e instrumental, que incluye los elementos que permi-
tan a los cirujanos y ayudantes efectuar la cirugía lo más perfecto po-
sible, desde lámparas con luz focal, hasta el instrumental quirúrgico,
sea general o especial.
c) En cuanto al quirófano ideal, deberá reunir todos los requerimientos
necesarios para el acto quirúrgico, con todas las condiciones de es-
pacio, comodidad y principalmente de asepsia.

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Ciriaco Tista Olmos

capítulo 1 w instalaciones y equipo quirúrgico


graDos De contaminación
microorgánica en instalaciones
quirúrgicas y circulación
Del personal

Las instalaciones que son utilizadas para la actividad quirúrgica son va-
riadas, dependiendo del hospital o centro quirúrgico que se trate; sin
embargo, debido al principio básico de la asepsia quirúrgica, todos los
espacios que se utilizan se dividen, según el grado de contaminación que
hay en ellos, en tres grandes grupos:
a) Zona negra, se aplica a las instalaciones o espacios sucios, “conta-
minados”, también denominados sépticos. Por ejemplo, los baños,
pasillos exteriores, instalaciones para lavado de ropa quirúrgica y, en
especial, la sala para la preparación del paciente; es decir, el sitio don-
de se realiza la antisepsia del paciente.
b) Zona gris, son los sitios con grado medio de contaminación; por
ejemplo: sitio para cambio de ropa de cirujanos y ayudantes, lavama-
nos para cirujanos, pasillos de circulación para personal con la ves-
timenta básica de hospital, preferentemente la “pijama quirúrgica” o
filipina, bata y zapatos blancos.
c) Zona blanca, se le asigna principalmente al quirófano, que deberá
permanecer estéril o con el grado mínimo de contaminación; en él
se ingresará vestido igual que en la zona gris, además de aplicar so-
bre los zapatos blancos las botas quirúrgicas de lona o tela estériles.

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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

También en el quirófano se encontrarán diferentes aparatos y acce-


sorios que también deberán reunir características de esterilidad.

Esterilidad de instalaciones
Para conservar el grado de esterilidad en cada una de las zonas, se reco-
mienda que tengan paredes o pisos lisos de fácil lavado y señalización
o flechas con el sentido de circulación, que muestren el color pertinente.
Otra característica necesaria para permitir la desinfección adecuada
es la forma estructural de las uniones entre paredes y piso, así como es-
quinas, que deben ser redondeadas.

Circulación del personal y pacientes


Z Los cirujanos y el personal que transiten de zona negra a las zonas gris
y blanca, deberá usar botas estériles o pasar por tapete sanitario.
Z Los pacientes deberán trasladarse de la zona negra a la blanca, me-
diante camilla, pasando las ruedas por tapete sanitario.
Z Se recomienda que los recorridos, traslados o movimientos den-
tro del quirófano, de cirujanos y personal auxiliar, se lleven a cabo
siempre frente a frente, es decir, presentando la parte más limpia o
estéril.
Z El personal que no porte la ropa y vestido quirúrgico adecuado, no
deberá circular por las zonas gris y blanca.

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Ciriaco Tista Olmos

capítulo 1 w instalaciones y equipo quirúrgico


sala para preparación Del paciente
El sitio donde se lleva a cabo la antisepsia del paciente es la sala de prepa-
ración, en ésta se realizan principalmente el rasurado, lavado y embroca-
do con un agente antiséptico; sin embargo, también se inicia la aplicación
de fármacos tranquilizantes e incluso, cuando es necesario, la inducción
de anestésicos inyectables denominados “fijos”. Por su grado de contami-
nación, es un lugar considerado como zona negra. Ahí se deben incluir
varios elementos con características especiales, como mesas de metal
(acero inoxidable), lavamanos con drenaje suficiente, paredes lisas que
resistan la acción de desinfectantes con lavados frecuentes, esquinas y
zoclos curvos que permitan escurrido rápido; pisos antiderrapantes para
equipos rodantes de trabajo rudo y contactos eléctricos suficientes, dis-
tribuidos de forma estratégica para aparatos como máquinas de rasurar,
lámparas de emergencia, etc. Si se considera conveniente, se debe contar
con una tina para el lavado o baño completo cuando se requiera.
Las actividades se inician con la sujeción correcta del paciente para
evitar accidentes y tomar el control de sus movimientos (revisar las for-
mas correctas de sujeción para cada especie animal). Se deberá contar
con una báscula fija para medir el peso corporal e instituir y aplicar los
fármacos tranquilizantes o preanestésicos correspondientes. En este sitio
también se aplicarán catéteres o venoclisis para iniciar la terapia de líqui-
dos determinada.
Las mesas de trabajo deben ser fuertes, fijas o móviles y con espacio
suficiente para permitir actividades anexas (Fig. 1).

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DiplomaDo a Distancia en meDicina, cirugía y zootecnia en perros y gatos
móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

Cuando el paciente se halla tranquilo, se le coloca sobre la mesa y


mediante una máquina rasuradora con peine del número 40 se lleva a
cabo el corte de pelo sobre el área en que se realizará la cirugía, ense-
guida se lava con cepillo de cerda suave o gasas sobre la misma zona y,
finalmente, se embroca con una sustancia química antiséptica.
Z Es importante mencionar que el lavado de las manos de los ciru-
janos se realiza en tres tiempos, dejando actuar el antiséptico tres
minutos en la superficie de la piel, con un cepillado por la técnica
de “arrastre”.

Figura 1. Las mesas para la preparación de los pacientes deberán


ser fuertes y contener un sistema de drenaje para realizar un
buen lavado, como parte de la antisepsia .

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Ciriaco Tista Olmos

capítulo 1 w instalaciones y equipo quirúrgico


área para VestiDo y laVaDo
quirúrgico De los cirujanos

Otra sección importante, anexa a los quirófanos, es el vestidor o sala espe-


cial para el cambio de ropa. En ella los cirujanos y el personal que circule
o trabaje en las zonas gris y blanca deberán vestirse con el uniforme es-
pecial para cirugía, que consiste en:
a) Pijama quirúrgica, la que no debe ser apretada, con mangas cortas
o sin ellas para que permita el lavado quirúrgico de manos y brazos
correctamente, se recomiendan colores azul o verde claro para evitar
el cansancio de la vista.
b) Gorro o escafandra, con la finalidad de contener el cabello para evi-
tar su caída sobre la zona operatoria; por tanto, cuando el cabello se
lleva corto se utilizará gorro sencillo, si el cabello es largo o se porta
barba, el gorro será de tipo escafandra.
c) Cubreboca, este tiene la finalidad de que, al hablar, el portador no
libere microgotas de saliva (contamine) sobre el área operatoria.
d) Botas quirúrgicas, tienen dos funciones principales, una de ellas es
bloquear la corriente estática que se genera con la utilización de pi-
sos antiestáticos que entran en contacto directo o “hacen tierra” con
el cirujano y con ello evitar la explosión de gases anestésicos voláti-
les (los gases anestésicos actuales ya no son explosivos); la segunda
se debe a la disciplina aséptica de mantener los pisos y las botas
perfectamente limpios durante la permanencia dentro del quirófa-
no (Fig. 2).

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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

Figura 2. Cirujano vestido con pijama, gorro, cubreboca y botas


quirúrgicas .

Ya vestido con el uniforme, el personal pasará de la zona negra a la


gris; es decir, al pasillo o sección donde se encuentren los lavamanos qui-
rúrgicos, que generalmente están situados entre el vestidor y los quirófa-
nos; es conveniente recodar que el lavado quirúrgico de las manos es otro
de los aspectos de antisepsia muy importantes para el acto quirúrgico.
Los lavamanos tendrán primordialmente un vertidor de agua con
cuello de pato, además carecerán de llaves de mano (para no manipular-
las); por tanto, su manejo se lleva a cabo mediante distintos mecanismos,
como un botón en el piso, accionado con el pie, o con paletas largas que
se dirigen con los codos o rodillas, o los utilizados más recientemente,
de funcionamiento electrónico por medio de sensores. El jabón debe ser
despachado por jaboneras de presión o se pueden emplear cepillos con
jabón antiséptico.
El procedimiento del lavado se describe en el capítulo 2: Asepsia.

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capítulo 1 w instalaciones y equipo quirúrgico


quirófano
El quirófano (del gr. keiro-mano y faino-mostrar) es el lugar o sala principal
donde se realiza la cirugía.
Las dimensiones son variables puesto que en medicina veterinaria
se intervienen quirúrgicamente todo tipo de especies animales. Existen
desde quirófanos de zoológicos, de 8 x 8 m, con mesas quirúrgicas hi-
dráulicas para grandes animales, hasta quirófanos de sólo 2 o 3 m2 para
cirugía experimental, donde se lleva a cabo la actividad en pequeños
animales. Sin embargo, el trabajo quirúrgico más frecuente se hace con
perros y gatos. En este contexto, la amplitud de la sala debe ser suficiente
para contener el mobiliario básico requerido, como mesa o plancha para
cirugía, mesa o mesas para instrumental, aparatos de respiración mecá-
nica, aparatos para anestesia inhalada, aspiradores, electrobisturís, elec-
trocoaguladores, monitores cardiológicos y otros instrumentos según la
especialidad quirúrgica de que se trate, aparte de dar cabida a uno o dos
cirujanos, el anestesiólogo, el instrumentista y el ayudante séptico; por
tanto, se sugiere que el espacio sea de 16 m2, es decir, de forma cuadran-
gular con paredes de 4 x 4 m y de 2.5 a 3 m de altura.
Las paredes deberán ser de material liso y pulido, como el azulejo,
sin ranuras ni hendiduras y cóncavas en sus puntos de unión, con la fi-
nalidad de permitir una limpieza y desinfección adecuadas, cada vez que
sea necesario.
La iluminación del espacio debe lograrse con luz natural, para lo que
hay que contar con ventanas laterales y en el techo, con placas de tipo
tragaluz.

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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

Se recomienda también luz artificial, utilizando una lámpara con


emisión de corto y amplio haz de luz, sea que se encuentre sujeta al te-
cho mediante rieles corredizos o que tenga un tripié con ruedas móviles.
Para casos de emergencia nocturna con insuficiencia del flui-
do eléctrico, se recomienda una o dos lámparas grandes con baterías
recargables.
El aire o atmósfera contenida debe ser lo menos contaminado, para
ello es conveniente contar con un extractor y un inyector constante de
flujo laminar que introduzca el aire por presión con filtros milipore. El con-
tenido atmosférico del quirófano se debe cambiar por lo menos cuatro
veces por hora, con la finalidad de evitar acumulación de gases y otros
que causen reacciones indeseables al personal que realiza la actividad
quirúrgica. También se recomienda que la temperatura del interior se
mantenga entre 20 y 25ºC. El piso de los quirófanos, por la reglamen-
tación de gases anestésicos, debe ser de un material antiestático (que
no permita corriente estática); sin embargo, debido a que los agentes
anestésicos inhalados en la actualidad ya no son volátiles ni explosivos, el
piso puede ser de cualquier material, sólo se recomienda que esté pulido
y que permita su fácil limpieza y desinfección.

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Ciriaco Tista Olmos

capítulo 1 w instalaciones y equipo quirúrgico


mobiliario Del quirófano
El mobiliario de un quirófano debe reunir los elementos necesarios para
el trabajo quirúrgico, además de estar construido con material durable,
de fácil limpieza y resistente a sustancias corrosivas.
El mobiliario básico comprende:
a) Mesa para cirugía
b) Lámpara
c) Mesa para instrumental
d) Mesa para el material auxiliar (mesa de riñón)
e) Accesorios adicionales
a. Mesa para cirugía. Para pequeñas especies se recomienda una mesa
de acero inoxidable, con medidas generales de 120 x 70 cm, que po-
sea una cremallera para ajustar la inclinación y la altura, con sangrera
en uno de sus extremos, para el desecho de orina y líquidos.
Los gatos y perros tienen la columna vertebral semejante a la
quilla de un barco, por ello al colocarlos en posición dorsoventral
(con relación a la mesa) no mantienen la postura y se inclinan ha-
cia sus costados. Como consecuencia de lo anterior se recomienda
que la parte superior de la mesa o plancha esté constituida por dos
partes que formen una hendidura, lo que la hará más apta para el
trabajo (Fig. 3).
b. Lámpara para quirófano. Aparte de la iluminación natural que per-
mitan ventanas y otras fuentes luminosas, como tragaluces, el quiró-
fano debe contar con una lámpara especial fija al techo, que emita
un haz de luz con diferente grado de amplitud. Es conveniente que
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DiplomaDo a Distancia en meDicina, cirugía y zootecnia en perros y gatos
móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

dicha lámpara cuente un brazo articulado, de movimiento variado,


con la finalidad de dirigir el haz de luz sobre la zona operatoria, in-
dependientemente de su posición (Fig. 4). Existen también lámpa-
ras con base de tripié rodante, diseñadas para quirófano. Casi todas
están provistas de una fuente de energía basada en baterías, que
permite su utilización durante una interrupción en el suministro de
la energía eléctrica general (Fig. 5).
Se recomienda al médico veterinario dedicado a las pequeñas
especies que aun cuando posea un quirófano modesto, deberá con-
tar con algún tipo de sistema de luz de emergencia.

Figura 3. Mesa para cirugía con hendidura en el centro


formando dos hojas

Figura 4. Lámpara fija con brazos móviles para quirófano .

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Ciriaco Tista Olmos

capítulo 1 w instalaciones y equipo quirúrgico


c. Mesa para instrumental. A la mesa para instrumental tradicional se
le conoce como mesa de “riñón”, sus medidas son de 120 x 60 cm y
altura ajustable (Fig. 6). En la cirugía para seres humanos es factible
colocar dos o más mesas juntas, formando un circulo por fuera de
la mesa principal; en ellas se colocan los instrumentos por grupos o
aparte, según sea el caso.
Si la cirugía no se lleva a cabo en un quirófano clásico, existe la
opción de una mesa diseñada para utilizar pocos instrumentos; es
decir, como “material de curación”. Es relativamente pequeña, de 30 x
50 cm y altura ajustable. Se conoce como mesa de Mayo. Su tamaño
permite acomodar los instrumentos básicos para una cirugía gene-
ral; en la actualidad se utiliza en forma rutinaria durante la cirugía
veterinaria básica (Fig. 7).

Figura 5. Sistema de luz de emergencia mediante baterías .

Figura 6. Mesa clásica en forma de riñón para instrumental

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d. Mesa para materiales auxiliares. Existe una serie de materiales


auxiliares que se requieren como apoyo durante la cirugía, entre
ellos: frascos de medicamentos, soluciones, suturas, paquetes auxi-
liares de ropa, guantes, cajas de Doyen con gasas y torundas estériles,
y muchos otros más. Todos ellos se colocan en una mesa anexa que,
por estar dentro del quirófano, deberá estar desinfectada y contener
materiales preferentemente estériles.
e. Accesorios adicionales. Son los elementos que se encuentran
dentro del quirófano y que brindan servicio adicional a cirujanos y
ayudantes; entre aquéllos: aparatos para suministrar anestesia, para
respiración artificial o de aspiradores, monitores cardiacos, portasue-
ros, cubetas y algunos muebles como negatoscopios o vitrinas con
material auxiliar.
Estos accesorios deben ser fáciles de limpiar, resistentes a las
sustancias o gases esterilizantes; si son móviles, deberán poseer ba-
ses o ruedas de material antiestático (Fig. 8).

Figura 7. Mesa de Mayo para material de curación, habilitada


como mesa de instrumental en cirugía veterinaria .

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Ciriaco Tista Olmos

capítulo 1 w instalaciones y equipo quirúrgico


Figura 8. Accesorios adicionales: cubeta, portasueros,
banco, etcétera .

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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

ropa De cirugía
La tela que se utiliza en el material de la cirugía, principalmente en la
ropa para los cirujanos, los campos quirúrgicos y las guanteras, debe ser
de algodón, con trama fina que permita la entrada del vapor a presión
constante durante la esterilización en autoclave, el color será de prefe-
rencia azul o verde y en tono “pastel”; es decir, no brillante para evitar el
cansancio visual de los cirujanos.
En la actualidad se utiliza también ropa con las mismas característi-
cas de comodidad y color, pero desechable.
Cada una de estas prendas la preparará un laboratorista con la fina-
lidad de lograr “bultos de ropa” bien doblada y estéril para que los ciruja-
nos, al usarlas, trabajen con precisión y sin contaminar.
Para dar a conocer mejor los grupos de materiales o ropa quirúrgica,
se describirá por separado cada una de ellos:
a) Bulto de campos quirúrgicos
b) Bulto de batas
c) Guanteras
d) Paquetes de gasas o compresas de esponjear.
a) Bulto de campos quirúrgicos. Lo forman cinco unidades, cuatro
denominadas “compresas de campo” o “sábanas de campo” de dis-
tintas medidas, según la cirugía y constitución del paciente, aunque
para las pequeñas especies (perros y gatos) es suficiente el tamaño
estándar de 60 × 90 cm.
También se encuentra en este bulto una sábana grande de 100
× 70 cm, conocida como sábana hendida debido a que en el cen-
30
Ciriaco Tista Olmos

capítulo 1 w instalaciones y equipo quirúrgico


tro presenta un ojal o hendidura de 20 a 30 cm, que permite aislar
la zona de incisión. Lo importante en esta sábana es que se coloca
después de haber puesto los campos chicos.
En cuanto a la colocación de los campos chicos, se recomienda
que formen un área de tamaño suficiente para el acceso a la zona
operatoria; existen diversos criterios en cuanto a cuál campo se co-
loca en primer lugar. Uno menciona que es el campo distal, ya que
está más cercano al anestesiólogo (por asepsia), y posteriormente el
craneal. Otro cita que primero se coloca la sabana de pies o podal, ya
que en ocasiones la cirugía se realiza en “cráneo” (ojos, oídos, orejas
etc.); por tanto, es a la inversa. De cualquier manera en que sean co-
locados, distal o craneal, se pondrán enseguida los campos laterales.
Lo importante es conservar la asepsia quirúrgica (Fig. 9).

Figura 9. Paciente con los campos o sábanas chicas colocadas


correctamente .

b) Bulto de batas. Las batas para un equipo quirúrgico casi siempre


son tres: del cirujano, del primer ayudante y del instrumentista, aun-
que cada cirujano tendrá un número variable de ayudantes.
La bata es indispensable para el trabajo de cirugía; por tanto,
habrá de distintas medidas para cada uno de los miembros, de ma-
nera que le sea cómoda y lo suficientemente amplia para permitir
movimientos libres.

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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

Como reiteración a la disciplina, se recomienda que los inte-


grantes de un equipo quirúrgico, además de la bata utilicen gorro,
cubreboca y botas quirúrgicas.
Debido a que su colocación requiere una técnica especial un
tanto complicada y extensa, se sugiere observar el video correspon-
diente en el Módulo 3.

c) Guantera. Es una bolsa rectangular, preferentemente de tela de al-


godón que permite buena esterilización de los guantes; sus medidas
son de 30 x 15 cm. Presenta dos secciones, una para cada guante.
En uno de los lados se localiza un compartimento que contiene una
pequeña bolsa con almidón, para aplicarse en las manos antes de la
colocación de aquéllos.
Para identificación de los guantes, el laboratorista dejará como
marca los dedos pulgares expuestos hacia la abertura de la guan-
tera (Fig. 10). Existen en el mercado guantes y guanteras estériles
desechables.

d) Compresas de esponjear. Son secciones de gasa de varios tama-


ños, se utilizan húmedas para la remoción de sangre, como parte
inicial del primer método de hemostasia por compresión; es decir, al
mismo tiempo que se limpia o remueve la sangre de vasos secciona-
dos, se ejerce ligera presión para permitir el coágulo y la hemostasia.
Las gasas se mantienen estériles en caja de Doyen específica
para ello; en caso de no poseerla se pueden integrar al instrumental
o se mantienen y esterilizan en paquetes de papel o tela.
Se recomienda que al iniciar el acto quirúrgico se tenga el nú-
mero preciso de esponjas o compresas, que debe coincidir al termi-
nar la operación. Este punto es importante debido a que, en ocasio-
nes, al existir hemorragia profusa accidental se utiliza una compre-
sa a manera de tapón o bloqueo sanguíneo; en ocasiones ésta se
queda dentro del paciente como accidente quirúrgico; para mayor
precaución al respecto, existen en el mercado compresas que tienen
en su interior un hilo radiopaco, como medida de seguridad ante la
posibilidad de haber quedado una compresa dentro del paciente, ya
que se detecta mediante radiología.

32
Ciriaco Tista Olmos

capítulo 1 w instalaciones y equipo quirúrgico


Figura 10. Guantera que contiene los guantes estériles para el
cirujano .

Finalmente, también se recomienda otro grupo de compre-


sas que poseen medidas y formas suficientes para aislar órganos
durante los tiempos sépticos de la cirugía, además de mantenerlos
hidratados.

33
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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

instrumental quirúrgico
Éste se divide en dos grandes grupos, uno conocido como general y otro
en el que cada pieza se ha diseñado para un propósito específico, deno-
minado especial. Sin embargo, cada uno de ellos tendrá una función bá-
sica para: a) campo; es decir, para limitar el campo quirúrgico o permitirle
al cirujano una sección de campo operatorio; b) incisión, corte, o diéresis;
c) hemostasia, instrumental que permite evitar o controlar la hemorra-
gia de los vasos sanguíneos seccionados; y d) sutura, en él se encuentran
todos los instrumentos que se utilizan para reunir los tejidos seccionados
para su restauración natural por medio de la cicatrización.
En este contexto, todo instrumental se incluye esos cuatro grupos,
el número de piezas varía según la operación de que se trate. A conti-
nuación se mencionan algunos de los instrumentos más comunes y el
motivo o forma de utilización.
1. Instrumental de corte o incisión
Constituye todo instrumento con filo o filos, es útil para incidir o
remover tejidos. En este grupo se encuentra todo tipo de navajas,
cuchillos o tijeras, algunos de ellos para cirugía especial.
Ejemplo de navajas o cuchillos:
Z Bisturí o escalpelo
Z Cuchillo de Graeffe (bisturí fino para oftalmología)
Z Cucharilla de Crichet (para raspar quistes)
Z Burdizo (pinza-cuchilla para castrar)
Z Sierra de Lis o Gigli (hilo de metal con sierra)
Z Legras (para desprender periostio)
34
Ciriaco Tista Olmos

capítulo 1 w instalaciones y equipo quirúrgico


Z Cuchillos para amputación
Z Costotomo (pinza con filo para seccionar costilla)
Z Pinzas de Gubia (pinza con punta cortante para remover es-
quirlas o callos óseos)
Z Otros.
El bisturí o escalpelo es uno de los instrumentos más antiguos
en la cirugía y es clásico para el inicio de todo acceso a cirugía.
Su mango presenta acople de entrada de hojas de distinto ta-
maño y forma para corte, según la necesidad de forma y dureza del
tejido u órgano.
La forma de sujetar, empuñar o manejar el bisturí se describe en
las figuras 11, 12 y 13.

Figura 11. Como lápiz .

Figura12. Como cuchillo .

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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

Figura13. Como arco de mesa de violín .

En lo que se refiere a las tijeras, en un muestrario actual existen


más de 500 variedades entre forma, tamaño y necesidad de uso.
Como ejemplos de las más utilizadas están (Figs. 14, 15):
Z Tijeras (curvas o rectas chicas o largas):
Z Tijera de Mayo (puntas curvas atraumáticas)
Z Tijera de Cooper (punta curva y recta o mixta)
Z Tijera de Metzembaum (ramas largas y quijadas cortas, curvas
o rectas
Z Tijera de Littahuer (para seccionar suturas)

Figura 14. Tijera clásica de Mayo, recta, para disección .

36
Ciriaco Tista Olmos

capítulo 1 w instalaciones y equipo quirúrgico


Figura 15. Tijera de Metzembaum para corte
de tejidos profundos y delicados .

2. Instrumental para campo


Este tipo de instrumental permite aislar los campos quirúrgico y
visual, entre ellos: los separadores de Farabeuf (ganchos cromados
para separar manualmente los tejidos) y las pinzas de Backhaus (para
fijar los campos quirúrgicos al paciente) (Fig.16). Sin embargo, exis-
ten un número indeterminado de instrumentos, tanto generales
como especiales, para la actividad quirúrgica.
Algunos ejemplos de instrumental de campo son:
Z Separador de Gosset (para cesáreas)
Z Pinza de Laborde (para aplicar cánula traqueal)
Z Cuadro de Weingard (para rumenotomía)
Z Pinza blefarostato (para abrir párpados, cirugía oftálmica)
Z Pinza de Adson (para sujeción de tejidos delicados)
Z Pinza de De Bakey (para sujeción de tejidos suaves o
epiteliales)
Z Pinza de Allis (con dientes finos para sujetar tejidos delicados)
Z Pinza de Doyen (para sujetar intestino)

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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

Figura 16. Pinzas de Backhaus para sujetar campos quirúrgicos .

3. Instrumental para hemostasia


Este instrumental permite realizar presión sobre vasos sanguíneos
(arterias o venas) de cualquier calibre, para detener el flujo sanguí-
neo (hemostasia). También existe variedad de modelos, formas y
tamaños de este instrumental: las pinzas más comunes para hemos-
tasia son semejantes en su quijada o punta, sólo varían en tamaño.
Las más pequeñas de Hartman y Halsted, denominadas de mosqui-
to, tienen 6 cm de longitud; enseguida las de Kelly, de 12 cm, y las
mayores de 14 cm, denominadas de Schaedel. También existe gran
número de pinzas o instrumentos para hemostasia.
Como ejemplos de instrumentos para hemostasia se citan:
Z Pinzas de Pean (con punta ancha que también se habilita
como portaaguja)
Z Pinzas de Kocher (con dientes de ratón en la punta)
Z Pinzas de Buldog (para bloquear el paso sanguíneo durante la
anastomosis arterial)
Z Pinzas de Rochester-Pean y Rochester-Rankin (semejantes bo-
cados ranurados)
Z Pinzas de Haupner (para sujetar útero)

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Ciriaco Tista Olmos

capítulo 1 w instalaciones y equipo quirúrgico


Z Pinza forceps intestinal (para sujetar y aislar intestino durante
enterotomía).

4. Instrumental para sutura


Existe gran número de instrumentos para restaurar o reconstruir te-
jidos, se clasifican en dos grandes grupos: instrumental y material.
Dentro del instrumental se consideran principalmente los portaagu-
jas, tijeras, pinzas, engrapadoras y agujas; dentro del material se en-
cuentran todos los tipos de hilos y materiales utilizados para reunir
los tejidos.
Ejemplos de portaagujas clásicos son el de Mayo-Hegar y el au-
tomático de Mathieu (Figs. 17, 18).
Las tijeras para seccionar hilos son las de Littauer, que presen-
tan una muesca en la punta de las quijadas para facilitar la remoción.
En relación con los hilos, así como tipos de sutura, hay gran can-
tidad, por ello se recomienda ver el capítulo respectivo para mayor
información.
Como material especial de este grupo se menciona:
Z Portaagujas de Arruga (para cirugía oftálmica).
Z Pinza engrapadora y grapas de Michel (para engrapar tejidos).
Z Portaagujas de Cooper y Reverdín (para pasar hilos en forma
circular).

Figura 17. Portaagujas de Mayo-Hegar .

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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

Figura 18. Portaagujas automático de Mathieu .

Para un mejor manejo del instrumental durante el acto quirúrgico, se


recomienda el auxilio de un técnico o cirujano instrumentista, que conoz-
ca muy bien la cirugía a realizar, con el propósito de que tengan a la mano
cada instrumento requerido y así agilizar el tiempo de operación.
Para manejar el material, de forma agilizada, el instrumentista de-
berá conocer cada pieza y tenerla bien localizada, y ya sea en la mesa de
instrumental especial (riñón) o en la mesa de Mayo, el instrumental se
deberá colocar siempre por grupos, según el número de piezas que sean
necesarias (Fig. 19).

Figura 19. Colocación correcta del instrumental general en la


mesa de Mayo . De izquierda a derecha: Diéresis, hemostasia,
campo y suturas . Si hay instrumental especial se colocará en la
mesa anexa .
40
Ciriaco Tista Olmos

capítulo 1 w instalaciones y equipo quirúrgico


literatura recomenDaDa

1) Alexander A. Técnica quirúrgica en animales y temas de terapéuti-


ca. 6a ed. México (DF): Interamericana, 1986.
2) Bograb J. Medicina y cirugía en especies pequeñas. México (DF):
CECSA, 1986.
3) Kneecht CD. Técnicas fundamentales de cirugía veterinaria.
Philadelphia: WB Saunders Co, 1987.
4) Slatter D. Texto de cirugía de los pequeños animales. México:
Salvat, 1997. Vols. 1 y 2.
5) Slatter D. Manual de cirugía en pequeñas especies. México:
Interamericana-McGraw-Hill, 1997.
6) Sevestre J. Elementos de cirugía animal. México: CECSA, 1984.
7) Annis JA. Atlas de cirugía canina. México (DF): UTEHA, 1975.
8) Tista OC. Fundamentos de cirugía en animales. Trillas, 1993.
9) Lazzeri L. Fundamentos de la técnica quirúrgica, diéresis, hemos-
tasis sutura. México: UNAM (Textos Universitarios de la UNAM),
1975.
10) Niemand H. Prácticas de clínica canina. México: CECSA, 1983.
11) Ormrod AN. Técnicas quirúrgicas en el perro y en el gato. 3ª ed.
México: CECSA, 1975.

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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

DuDas para la asesoría


Si surgen dudas al leer este capítulo, anótelas; si no tiene oportuni-
dad de discutirlas con sus pares, pregúntelas al autor vía telefónica,
fax o correo electrónico.
Prepare sus dudas por escrito y tenga a la mano material para tomar
notas cuando las consulte con el autor. No olvide anotar correcta-
mente los datos para que el autor le conteste. Mencione el tema
sobre el cual quiere consultar y haga una pregunta por cada una de
las dudas.

MVZ, Esp. DCV CiriaCo TisTa olMos

Z Para cualquier duda o comentario, comuníquese a la Ciudad de


México de lunes a viernes de las 10:00 a las 14:00, al teléfono
(55) 5622-5934.
Z Fax: (55) 5550-0731.
Z Correo electrónico: tistaoc@hotmail.com

42
capítulo 2
Capítulo 2
Asepsia

mVz, mc, esp. jorge luna


Del Villar

Técnico Académico del área de Cirugía de


Tejidos Blandos y profesor de asignatura
en el Hospital de la Facultad de Medicina
Veterinaria y Zootecnia de la UNAM.

Z Instrumental quirúrgico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .50


Z Quirófanos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .54
Z El paciente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .56
Z El cirujano y el personal quirúrgico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .59
Z Glosario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .63

43
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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

44
Jorge Luna del Villar

capítulo 2 w asepsia
objetiVos

Al finalizar la lectura de este capítulo, los participantes contarán


con información práctica para elegir y aplicar los métodos de este-
rilización, desinfección y antisepsia en el ambiente quirúrgico.

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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

introDucción
Desde los trabajos pioneros de Joseph Lister, quien introdujo el uso de áci-
do carbólico como antiséptico, en 1865, y los de William Halstead, quien
inició el uso de guantes quirúrgicos, en 1898, los cirujanos han luchado
por eliminar las infecciones quirúrgicas mediante el uso de una técnica
aséptica. Ésta puede definirse como “la manera para reducir al nivel más
bajo posible la contaminación microbiana en un ambiente quirúrgico”.
Las fuentes potenciales de contaminación están bien definidas. Por
una parte, toman en cuenta al paciente y, por otra, al ambiente quirúrgico
conformado por el cirujano y su equipo, el instrumental, las suturas, los
campos quirúrgicos y todo el material en contacto con dicho ambiente.
En este capítulo se discutirán los principios de la técnica aséptica y
se dará énfasis a la aplicación práctica de los principios asépticos en un
ambiente hospitalario.
Con el propósito de que esta técnica funcione de manera óptima, se
recomienda, en la medida de lo posible, contar con áreas separadas de
preparación, ubicación de quirófanos y de las áreas de cuidado intensivo
y posquirúrgico (tratamiento de soporte de los pacientes). Es recomen-
dable que las superficies interiores para cada una de estas áreas estén
construidas con materiales impermeables y fáciles de limpiar. El área de
soporte para el quirófano debe contar con instrumental, lavadoras y este-
rilizadoras. El material usado regularmente en el quirófano, como máqui-
nas anestésicas o suturas, también estarán incluidas.

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Jorge Luna del Villar

capítulo 2 w asepsia
La asepsia
Ésta se clasifica en:
1) Esterilización.
2) Desinfección.
3) Antisepsia.

1) Esterilización. Es el proceso de destrucción de microorganismos


mediante agentes físicos o químicos. Se aplica sobre objetos móviles
y pequeños.
2) Desinfección. Consiste en la destrucción de microorganismos so-
bre objetos grandes que no pueden exponerse al calor, como pisos,
jaulas, mesas y mostradores. Como complemento se emplean sus-
tancias químicas germicidas.
3) Antisepsia. Proceso que reduce la cantidad de microorganismos
patógenos, o bien inhibe su crecimiento mientras se mantiene en
contacto el antiséptico y el germen. Este término se emplea cuando
los agentes se usan sobre la piel y mucosas del cuerpo; por tanto, se
aplica en la preparación del cirujano, ayudantes y paciente.
En el Cuadro 1 se muestran las características de los principales agen-
tes desinfectantes y antimicrobianos utilizados en medicina veterinaria.
La técnica aséptica incluye la preparación del instrumental, del mate-
rial empleado en el procedimiento quirúrgico, de los quirófanos, el cuarto
de preparación, del paciente y del cirujano, así como el uso de técnicas
para disminuir la probabilidad de infección.

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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

Desinfectantes comúnmente utilizados en la práctica veterinaria

Agente Uso práCtICo propIedAd propIedAdes MeCAnIsMos preCAUCIones


desInFeCtAnte AntIséptICAs de ACCIÓn

Alcohol Limpieza Buena Muy buena Desnaturali- Corrosivo


isopropílico local y zación de para el
y alcohol preparación proteínas, acero
etílico del sitio de interrupción inoxidable,
rebajado inyección. metabólica y volátil.
lisis celular.
Compuestos Limpieza Buena Regular Libera cloro y Es inactivado
clorinados: de pisos y oxígeno por restos
hipoclorito mostradores. orgánicos,
de sodio al corrosivo al
5% metal.
Compuestos Limpieza Buena Buena Oxidación de Tiñe telas y
de yodo: de pisos moléculas tejidos.
yodóforos de color y esenciales.
(7.5%) mostradores.
Glutaralde- Desinfección Buena, Ninguna Alquilación Irritación
hído al 2% de esteriliza nucléica y a tejidos.
(solución instrumentos proteínica. Deben
alcalina) delicados. enjuagarse
los materiales
antes de su
uso.

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Jorge Luna del Villar

capítulo 2 w asepsia
Jabones antimicrobianos utilizados para el cepillado quirúrgico

AntIMICrobIAno MeCAnIsMo de ACCIÓn propIedAdes


Yodados Penetración en la pared Amplio espectro (hongos y virus).
celular, oxidación, Tiene cierta actividad contra
reemplazan el contenido esporas. Se inactiva en presencia
microbial con yodo libre. de material orgánico. Requiere un
mínimo de 2 minutos en contacto
con la piel (grampositivas y
negativas).
Gluconato de Ruptura de la pared Amplio espectro (más efectivo
clorhexidina celular y precipitación de contra gramnegativos) y viricida.
proteínas celulares. Actividad residual. No se inactiva
con material orgánico. Menos
irritante que los yodóforos.
Hexaclorofeno Ruptura de la pared Bacteriostático para
celular y precipitación de grampositivas. Mínima actividad
proteínas celulares. contra gramnegativas, bacterias,
hongos y virus. No se inactiva
con material orgánico. Puede ser
neurotóxico.
Triclosán Ruptura de la pared Amplio espectro (no es efectivo
celular. contra algunas pseudomonas).
Mínimo efecto contra material
orgánico
Cuadro 1. prinCipales agentes desinFeCtantes y antiMiCrobianos.

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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

instrumental quirúrgico
Todo el instrumental y los implantes deben esterilizarse antes de usarse,
ya que se pondrán en contacto con los tejidos.
Los métodos para la esterilización quirúrgica incluyen el calor en
forma de vapor, el calor seco, los gases (como el óxido de etileno), las
sustancias químicas, el plasma y la radiación ionizante.
Los desinfectantes no se aplican al instrumental quirúrgico.
Los factores que determinan la elección del método son el tipo de
microorganismos involucrados, la naturaleza del material y el tiempo dis-
ponible para la esterilización.

Esterilización con vapor


Es un método físico que emplea vapor presurizado mediante autoclaves
que elevan la temperatura en rangos de 121 a 134 grados centigrados y
alcanzan una presión de 15 a 30 atmosferas de presión (psig), logrando
la destrucción de las bacterias por coagulación y desnaturalización de las
proteínas (Figura 1).
Las bacterias se destruyen con calor húmedo y con calor seco; pero
cuando existe humedad, la muerte se produce a temperaturas inferiores
y en un lapso más corto.

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Jorge Luna del Villar

capítulo 2 w asepsia
Figura 1. Autoclaves para la esterilización de instrumental
y material quirúrgicos .

Aire caliente o esterilización en seco


Método físico que emplea altas temperaturas, que van de 160 °C a 180 °C.
Para el instrumental se recomienda aplicarlo entre 15 y 30 minutos y en
caso de la ropa quirúrgica, durante una hora.
Para este tipo de esterilización se utilizan los hornos Pasteur y
Poupinel.

Radiaciones ionizantes
Este método físico se limita al uso industrial, debido a su elevado costo.
Algunos de los artículos que se utilizan en el quirófano son esterilizados
con este método, como el material de sutura, las esponjas de gasa, los
artículos desechables (hules, campos, cubremesas) y el equipo fabricado
con derivados del petróleo.

Esterilización con gas


Es un método químico que utiliza el óxido de etileno y es efectivo con-
tra todo tipo de microorganismos; los destruye mediante la alquilación
de sus ácidos nucleicos. Es flamable y explosivo (efectos que disminuyen

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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

cuando se mezcla con bióxido de carbono), no es corrosivo y es seguro


para materiales de plástico y polietileno; sin embargo, no debe aplicarse
en líquidos ni en material que no esté correctamente empacado.
El proceso de esterilización es óptimo entre 45 °C y 60 °C, de 10 a 12
psig y con humedad de 20% a 40%.
Todos los materiales que se esterilizan por este método deben ven-
tilarse por un mínimo de siete días en periodos de dos a dieciocho horas,
en un aireador especial para disminuir el efecto tóxico en los tejidos.

Esterilización con plasma


Es un método químico que emplea iones reactivos, electrones y partí-
culas de átomos neutrales por medio del vapor de la peroxidación del
hidrógeno.
Aproximadamente, en 75 minutos se logra la esterilización eficiente
del instrumental; se puede utilizar de manera inmediata y no necesita de
ningún sistema de aireación.
El material que puede esterilizarse por este método es: acero inoxida-
ble, aluminio, silicona, teflón, látex, acetato de etilenvinilo, policarbonato,
polietileno, polivinilo y polimetilmetacrilato; éstos deben envolverse en
una cubierta de polipropileno, de ninguna manera en tela ni en papel.
Los artículos que no pueden ser esterilizados por este método son
lino, esponjas de gasa, productos de lana, papel, algunos plásticos, líqui-
dos, artículos con soldadura de cobre o plata, epóxicos, tubos y catéteres
mayores de 30 cm y menores de 3 mm de diámetro.

Esterilización en frío
Es un método químico que utiliza, básicamente, al glutaraldehído líquido,
provee esterilización segura para instrumental delicado, como los endos-
copios (broncoscopios y cistoscopios). Este material se sumerge en gluta-
raldehído al 2% durante 10 horas a 20 o 25 °C.
Se requiere que el equipo a esterilizar esté limpio y seco antes del
proceso. Posteriormente se enjuaga con agua estéril y se seca con toa-
llas estériles para evitar la toxicidad de los tejidos por alquilación de
proteínas.

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Jorge Luna del Villar

capítulo 2 w asepsia
Control de la esterilización
Con el propósito de registrar la efectividad del proceso de esterilización,
se emplean indicadores de los cambios químicos o biológicos en res-
puesta a combinaciones de tiempo y temperatura. Los más comunes son
las tiras de papel o las cintas que cambian su color cuando los parámetros
de temperatura deseada son alcanzados.
Las envolturas utilizadas para el instrumental, material y ropa quirúr-
gica deben verificarse de manera constante para evitar su contaminación.
En los paquetes esterilizados se consideran seis meses de efectividad
confiable, siempre y cuando se coloquen en lugares secos y cerrados.

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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

quirófanos
Estas áreas se construyen preferentemente cerca de la sala de prepara-
ción y anestesia, cuidados intensivos y radiología; no obstante, cuando
esto no es posible, se procurará que el quirófano tenga un solo acceso,
con el propósito de impedir que sea una zona de tránsito. Se recomienda
que la puerta abra hacia la sala de preparación, que por lo general sirve
como área de tratamiento. La zona de lavado debe encontrarse fuera de
ese perímetro. Se recomienda mantener temperatura ambiental de 22 °C
y humedad relativa de 50% para proporcionar un medio confortable; de
lo contrario, se dificultaría el mantenimiento de la temperatura corporal
del paciente.
Para los pisos, paredes y techos se sugieren materiales impermea-
bles sin uniones burdas o bordes ni ángulos agudos como esquinas o
cambios de dirección en los muros, con la finalidad de facilitar la limpieza
y desinfección mediante el uso de soluciones, como gluconato de clor-
hexidina, formaldehído, gluteraldehído o alcohol al 70%.
Si existen ventanas, éstas estarán selladas para evitar corrientes de
aire.
No se recomiendan muebles que tiendan a acumular polvo, sino
mobiliario empotrado en la pared o el piso y que tengan puertas de cris-
tal, como armarios.
Los accesos deben ser anchos para permitir el paso libre de la ca-
milla del paciente, las puertas deben ajustarse perfectamente al cierre
para que impidan la contaminación del interior; también habrá buena
iluminación.

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Jorge Luna del Villar

capítulo 2 w asepsia
El personal que tiene acceso a esta área se viste con pijama quirúrgi-
ca. Cuando el personal sale de esta zona se colocará una bata que cubra
su ropa quirúrgica. Se sugiere que los pacientes, en la medida de lo posi-
ble, estén limpios y con el área quirúrgica de interés rasurada ampliamen-
te antes de pasar al quirófano.

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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

el paciente
La preparación del paciente comienza varios días o minutos antes de la
cirugía, dependiendo de cada caso. Al paciente de cirugía electiva se le
realiza historia clínica, examen físico, estudios de laboratorio y de gabine-
te, al tiempo que se establece comunicación estrecha con el propietario
del paciente.
Los animales se disponen en la sala de preparación fuera de los
quirófanos donde se proporciona la anestesia. Según el caso, se puede
requerir que el estómago, el recto y la vejiga sean evacuados; esto es,
restringir el alimento y el agua ocho o doce horas antes de la cirugía o,
en casos especiales, practicar enemas para vaciar el colon.
Se hace la tricotomía del área quirúrgica en una extensión aproxi-
madamente cinco veces mayor que la zona prevista, para ello se utilizan
de preferencia rasuradoras eléctricas, aunque también puede realizar-
se con navaja y técnica depurada, de otra manera se ocasiona derma-
titis. Algunas regiones anatómicas, como el escroto, sólo requieren ser
depiladas.
Después de la tricotomía se recomienda la aspiración del pelo rema-
nente. Enseguida, se lleva a cabo la limpieza de la piel aplicando agua y ja-
bón mediante un cepillado suave sobre el área quirúrgica. Posteriormente
se coloca un antiséptico como gluconato de clorhexidina al 0.5% o povi-
dona yodada en solución jabonosa al 10%, que termina de remover con-
taminantes. Previo a la aplicación del antiséptico y de manera estéril, se
traslada en camilla al paciente a la sala de operaciones.

56
Jorge Luna del Villar

capítulo 2 w asepsia
En el quirófano, el paciente se coloca y se sujeta sobre la mesa qui-
rúrgica en la posición que requiera el cirujano (decúbito dorsal, decúbi-
to ventral, decúbito lateral, trendelemburg, etcétera). Esta sujeción no
debe comprometer la función respiratoria por una hiperextensión de los
miembros hacia la cabeza o por una inclinación del cuerpo en dirección
craneal, ya que provocarían presión de los órganos abdominales sobre el
diafragma. Las extremidades no se extienden más allá de su rango nor-
mal de movimiento para evitar un problema del retorno venoso.
Luego que el animal se encuentra sujetado, se le colocan los electro-
dos para registro electrocardiográfico, estetoscopios esofágicos, o placas
para electrocauterio.
Se embroca con un antiséptico en solución (como los menciona-
dos), aplicándolo de manera centrífuga al sitio de incisión, o mediante
líneas rectas a partir de la línea de incisión y hacia los extremos. Esta ac-
ción se realizará tres veces hasta lograr un tiempo de contacto de cinco
minutos.
Es oportuno destacar que cuando se realice una cirugía sobre el ab-
domen ventral, en el macho se sugiere preparar el prepucio lavándolo
previamente e instilándole una solución antiséptica suave que permita,
después, envolverlo con una compresa estéril.
Una vez preparado el paciente, el cirujano y el equipo quirúrgico
que porte bata y guantes estériles, colocan los campos quirúrgicos, con
el propósito de crear y mantener un ambiente estéril alrededor del sitio
operatorio, distribuyéndolos uno tras otro sobre el área preparada para la
incisión; se evitarán movimientos innecesarios para no acarrear bacterias.
Los campos se colocan sobre el paciente en el orden que el cirujano pre-
fiera, y se sujetan con pinzas de campo. Enseguida, se coloca la sábana
hendida sobre el área de la piel a incidir, para lograr un aislamiento qui-
rúrgico más seguro y amplio.
En la preparación de las extremidades que se requieran en la cirugía
ortopédica, es necesario un procedimiento especializado:
a) Se realiza la tricotomía desde los dedos hasta la parte proximal de la
extremidad, tanto por la cara medial como por la lateral, a modo de
rodear la superficie.

57
DiplomaDo a Distancia en meDicina, cirugía y zootecnia en perros y gatos
móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

b) Se mantiene la extremidad suspendida mediante una cinta o mate-


rial removible.
c) Las falanges se vendan o enguantan de manera estéril.
d) Los campos se colocan sobre el área quirúrgica. Antes de liberar la
extremidad sobre la mesa, se coloca un campo debajo de ella y otra
compresa que involucre la parte distal del miembro para aislarlo del
cuerpo y que pueda manejarse durante la cirugía.
e) Finalmente, se coloca una sábana hendida por la que se hace pasar
la extremidad y se refuerza el aislamiento de la zona operatoria.
Es importante hacer hincapié en que los campos se sujetan con pin-
zas. Cuando el animal está preparado y el área quirúrgica está cubierta
con campos estériles, se acerca la mesa del instrumental para dar inicio
a la cirugía.

58
Jorge Luna del Villar

capítulo 2 w asepsia
el cirujano y el personal quirúrgico
Una de las principales fuentes de contaminación en el área quirúrgica
es el personal, ya que hasta la descamación de la piel libera gérmenes.
Existen correlaciones entre el número de personas, su movimiento y la
liberación de bacterias aerobias, por lo que es preferible reducirlo en la
medida de lo posible. Para disminuir la contaminación, el equipo qui-
rúrgico debe vestir pijamas, zapatos o botas quirúrgicas, gorros y cubre
bocas. El personal no debe portar anillos, joyas o relojes, con excepción
del anestesista. Las uñas de todos los miembros del equipo deben estar
perfectamente cortadas y limpias.

Lavado quirúrgico
Las manos y los antebrazos se lavan durante dos o tres minutos con ce-
pillo y jabón quirúrgico. Enseguida, se emplea un cepillo quirúrgico, de
preferencia estéril y desechable, que contiene un antiséptico (como el
gluconato de clorhexidina o povidona yodada), y se hace pasar metódi-
camente sobre la superficie de los dedos hasta 5 cm arriba de los codos.
Ambos brazos deben lavarse, el proceso se repite y siempre se comienza
en los dedos y se sigue hacia los codos en forma vertical, de arriba abajo,
adoptando una posición quirúrgica. El contacto con el jabón antiséptico
debe durar de tres a cinco minutos, o bien, ejecutar de cinco a veinte
cepilladas por área.

59
DiplomaDo a Distancia en meDicina, cirugía y zootecnia en perros y gatos
móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

Posteriormente ambos brazos se enjuagan, de manera que el agua


caiga de la punta de los dedos hacia los codos; esto reduce la contami-
nación de las manos.

Colocación de la bata estéril


Las manos se secan con toalla estéril que se encuentra dentro del bulto
de batas, o bien en un bulto adicional.
El siguiente paso consiste en la desenvoltura cuidadosa de los bultos
que realiza el personal séptico, se evitará tocar su porción interna. Es im-
portante que el cirujano y sus ayudantes mantengan las manos a la altura
del pecho y separadas de éste, ya que arriba de los hombros y abajo de la
cintura se consideran áreas contaminadas. Para la colocación de las batas,
se localiza el doblez de las mangas y se insertan los brazos en cada una de
ellas, deslizándolos suavemente. El asistente tracciona la bata por la parte
interna de atrás, entre la altura del cuello y la cintura.

Enguantado
Los guantes quirúrgicos por sí solos no son una barrera contra la conta-
minación bacteriana, ya que se ha demostrado que al concluir una cirugía
bajo condiciones asépticas, 13% de los guantes están perforados y 31%
contaminados con bacterias; por tanto, sólo actúan como barrera entre el
cirujano y el paciente y, de ninguna manera, son un sustituto del método
de lavado.
Existen tres técnicas para la colocación de guantes:
1) Técnica abierta.
2) Técnica cerrada.
3) Técnica asistida.

1) Técnica abierta. Normalmente, los guantes estériles vienen dobla-


dos por la zona de la muñeca para evitar que se toquen sobre la
parte externa y hacer que se extraigan de la porción interna del do-
blez. En esta técnica se sujeta el primer guante con los dedos por
la parte interna y se desliza sobre la mano, dejando el dedo pulgar

60
Jorge Luna del Villar

capítulo 2 w asepsia
afuera. Enseguida, se toma el otro guante con la mano previamente
enguantada por la porción externa del doblez, tratando de hacerlo
con un ángulo de 90° utilizando la misma técnica, se procurará intro-
ducir el dedo pulgar dentro del guante y se evitará el enrollamiento
del guante; con ese propósito se recomienda separar los dedos en el
interior del doblez. Posteriormente se termina de colocar el primer
guante, evitando la contaminación.
2) Técnica cerrada. En esta técnica, el personal se coloca las batas qui-
rúrgicas sin sacar las manos por las mangas; la cartera que contie-
ne los guantes se expone y ayuda a mantener las manos cerradas
dentro de la manga; se debe levantar el primer guante del interior
de su envoltura utilizando el dedo pulgar y el índice. El guante se
coloca con la palma de éste sobre la palma de la mano, con los de-
dos del guante orientados hacia el codo; después, se sujeta la orilla
del guante con el pulgar y el dedo índice de la mano contraria a la
que será enguantada, para desdoblar el pliegue y montarlo sobre la
mano cerrada que sostiene el guante. Se tracciona la manga hacia el
codo para permitir que el guante se deslice sobre la mano, luego se
procede de manera similar con la mano contraria.
3) Técnica asistida. Para esta técnica se requiere, primero, que un
miembro del personal quirúrgico se coloque los guantes con cual-
quiera de las dos técnicas antes descritas. Enseguida, esta persona
extrae un guante del interior de la cartera que lo contiene, previa-
mente abierta; coloca sus dedos sobre la porción externa de la orilla
del guante, extendiéndolo hacia fuera con el propósito de abrir y
exponer la porción interna del guante y ofrecerlo con el pulgar di-
rigido hacia el asistido y se procura hacer una luz amplia para que
éste deslice fácilmente su mano. El asistente toma la orilla del guante
traccionándolo hacia arriba y sobre la manga de la bata quirúrgica lo
suelta gentilmente. La importancia radica en que, a su vez, se prote-
jan los guantes de quien los está ofreciendo. El asistente debe repetir
estos pasos con el otro guante.

61
DiplomaDo a Distancia en meDicina, cirugía y zootecnia en perros y gatos
móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

Agradecimientos
Se agradece a la MVZ Norma Pérez Gallardo su valiosa ayuda científica,
y a Elizabeth Villanueva Stark su inigualable apoyo para la realización de
este trabajo.

62
Jorge Luna del Villar

capítulo 2 w asepsia
glosario
Z Antisepsia: Conjunto de procedimientos y prácticas destinadas a
impedir la colonización de gérmenes patógenos, o destruirlos en
especial por medio de agentes químicos. Se aplica sobre organismos
vivos.
Z Antiséptico: Impide la infección o la putrefacción. Sustancia des-
tructora de los gérmenes infectivos.
Z Centrípeto: Que se dirige hacia el centro. Exódico o eferente.
Z Decúbito: Actitud del cuerpo en estado de reposo sobre un plano
horizontal.
Z Decúbito dorsal, lateral o ventral: Variedades de decúbito según
la región que toca con el plano horizontal, dorso, costado o vientre,
respectivamente.
Z Dermatitis: Inflamación de la piel.
Z Desinfección: Destrucción de los microorganismos patógenos en
todos los ambientes, materias o partes en que pueden ser nocivos,
por medios mecánicos, físicos o químicos contrarios a su vida o de-
sarrollo. Se aplica sobre superficies y muebles.
Z Embrocación: Aplicación de un medicamento líquido, en este caso
un antiséptico, en la superficie del cuerpo del paciente antes de rea-
lizar un acto quirúrgico.
Z Esterilización: Destrucción de todos los microorganismos conte-
nidos en una parte u objeto cualquiera por medios físicos (calor,
presión, etcétera) o químicos (antisépticos). Se aplica sobre objetos
inanimados pequeños.
Z Infección: Implantación y desarrollo de microorganismos patóge-
nos en el organismo, acción morbosa de éstos y reacción orgánica
consecutiva en el portador.
Z Instilación: Acción y efecto de verter un líquido gota a gota sobre
una superficie o en una cavidad.
Z Séptico: Que produce la putrefacción o que es producido por ella.
En un sentido más general y más común, infectivo, no aséptico.
Z Supina: Con el dorso hacia abajo.

63
DiplomaDo a Distancia en meDicina, cirugía y zootecnia en perros y gatos
móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

Z Trendelemburg: Posición supina sobre una mesa inclinada, a 45°,


con la cabeza abajo y los miembros pélvicos colgando por el extre-
mo superior de la mesa.
Z Tricotomía: Rasurado del pelo.

64
Jorge Luna del Villar

capítulo 2 w asepsia
literatura recomenDaDa

1) Knecht CD, Allen AR, Williams DJ, Johnson JH. Fundamental tech-
niques in veterinary surgery. 2a ed. Filadelfia (USA): WB Saunders,
1981.
2) Brown MJ, Pearson PT, Tomson FN. Guidelines for animal surgery in
research and teaching. Am J Vet Res 1993; 9: 1544-59.
3) Gardner JF, Peel MM. Introduction to sterilization and disinfection.
Melbourne (Australia): Churchill Livingstone, 1986.
4) Rutlala WA. APIC Guidelines for selection and use of disinfectants.
Am J Inf Control, 1990; 7:99-117.
5) McCredie JA, Burns GP. Basic surgery. Nueva York (USA): Mac Millan
Pub Co, 1986.
6) Fossum WT, Hedlund SCh, Hulse AD, Johnson LA, Siem BH, Willard
DM, et al. Small animal surgery. St. Louis (Missouri): Mosby-Year
Book, 1997.
7) Banerjee K, Cheremisinoff PN. Sterilization systems. Lancaster (PA):
Technomic Publishing Company, 1985.
8) Slatter HD. Textbook of small animal surgery. Saunders, 2003.

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DiplomaDo a Distancia en meDicina, cirugía y zootecnia en perros y gatos
móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

DuDas para la asesoría


Si surgen dudas al leer este capítulo, anótelas; si no tiene oportuni-
dad de discutirlas con sus pares, pregúntelas al autor vía telefónica,
fax o correo electrónico.
Prepare sus dudas por escrito y tenga a la mano material para tomar
notas cuando las consulte con el autor. No olvide anotar correcta-
mente los datos para que el autor le conteste. Mencione el tema que
quiere consultar y haga una pregunta por cada una de las dudas.

MVZ, MC, Esp. JorgE luna DEl Villar


VElasCo

Z Para cualquier duda o comentario, comuníquese a la ciudad de


México de lunes a viernes de las 10 a las 14 horas, al teléfono
(55) 5622-5864 al 5866.
Z Fax: (55) 5550-0731.
Z Correo electrónico: jlvv@servidor.unam.mx

66
capítulo 3
Capítulo 3
Anestesia

mVz, esp. josé antonio ibancoVichi

mVz, esp. alejanDro jiménez yeDra

67
conteniDo
I . Examen preanestésico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .72
II . Medicación preanestésica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .84
III . Inductores y anestesia total intravenosa . . . . . . . . . . . . . . . . . . .93
IV . Técnicas de analgesia local y regional en el perro
y en el gato . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107
V . Componentes de la máquina de anestesia . . . . . . . . . . . . . . . .120
VI . Anestesia inhalatoria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .142
VII . Monitoreo durante la anestesia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .154

69
objetiVos

Al finalizar la lectura de este capítulo, los participantes conocerán


los principales anestésicos utilizados en el perro y el gato.

70
José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
introDucción
“La ciencia no es una verdad, sino el camino que lleva hacia ella”

Realizar un trabajo sobre un tema limitado entraña siempre un riesgo,


pues el lector puede sentirse defraudado al comprobar que se ha omitido
algún tipo de información importante relacionada con dicho tema.
En esta ocasión, en que trataremos sobre técnicas anestésicas, con-
sidero que si nos limitáramos específicamente a describirlas y a ponderar
los resultados no estaríamos beneficiando a otros profesionales de las
ciencias veterinarias, ya que es necesario conocer muchos aspectos que
conduzcan a la verdad que pretendemos comunicar a los demás.
Por ello, los autores pretendemos exponer aquí de manera sencilla y
didáctica, el alcance de todos los niveles profesionales, ello resulta nece-
sario para realizar con exactitud las técnicas de trabajo de forma correcta,
con gran margen de seguridad para los pacientes que son puestos en
nuestras manos.
No buscamos erudición, sino un resultado práctico y real. Por ello,
queremos insistir en un hecho importante: Ninguna técnica anestésica se
aprende sólo con la lectura, es imprescindible aprender la práctica junto
a esas personas, quienes por su honestidad, habilidad y desprendimiento
científico, merecen que se les llame maestros.

José Antonio Ibancovichi Camarillo

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DiplomaDo a Distancia en meDicina, cirugía y zootecnia en perros y gatos
móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

i. ExamEn prEanEstésico
El examen preanestésico tiene como principal objetivo identificar las al-
teraciones que se presentan en el organismo y clasificar la severidad de
cada problema. Esta información se deriva de una adecuada historia clíni-
ca y examen físico. Las pruebas auxiliares como electrocardiografía, rayos
X y de laboratorio son esenciales para confirmar el diagnóstico. El exa-
men preanestésico constituye una herramienta fundamental para evitar
complicaciones durante la anestesia. Por tanto, el plan anestésico debe
ajustarse con la condición física de cada paciente.

Identificación del paciente


Especie
La especie es un punto importante a considerar antes de realizar cual-
quier procedimiento anestésico. El perro y el gato difieren de manera im-
portante en la anatomía y la fisiología (por ejemplo, en las concentracio-
nes de gases sanguíneos, en los mecanismos de metabolismo hepático
de los fármacos como la conjugación y en los requerimientos nutriciona-
les). La respuesta farmacológica y las técnicas de contención química son
diferentes en estas dos especies; por tanto “el gato no debe ser tratado
NUNCA como un perro pequeño”.
Raza
Algunas razas de perros presentan marcadas diferencias anatómicas y
fisiológicas, por lo que el plan anestésico no siempre es el mismo para
cada paciente.

72
José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
1) Las razas braquicéfalas, como el Bulldog Inglés, son en extremo pro-
pensas a padecer obstrucción de las vías respiratorias altas; general-
mente requieren de medicación preanestésica mínima, una buena
oxigenoterapia y de recuperación rápida.
2) Los lebreles generalmente presentan un periodo de recuperación
de la anestesia muy prolongado cuando se usan barbitúricos. Una
alternativa para la inducción anestésica en estos casos es usar la
neuroleptoanalgesia y mantener la anestesia con anestésicos
inhalatorios.
Edad
La edad es otro punto importante a considerar. Los animales neonatos
metabolizan y excretan los anestésicos en forma menos eficiente que los
animales adultos, por lo que la medicación preanestésica debe ser míni-
ma. Si es necesaria, deberán utilizarse fármacos de corta duración o que
cuenten con un antagonista. Se prefiere el uso de anestésicos inhalados
en relación con los inyectables. Es recomendable detectar y solucionar
periodos de hipoglucemia durante la anestesia de perros y gatos meno-
res a ocho semanas de edad. Los pacientes de edad avanzada poseen
menor reserva celular funcional, por lo cual las alteraciones fisiológicas
que se presentan durante la anestesia no son bien toleradas. Se reco-
mienda la utilización de anestésicos con mínimos efectos acumulativos y
rápida eliminación.
Sexo
El sexo no tiene una importancia relevante durante la anestesia, excepto
en las hembras gestantes. La anestesia deberá evitarse durante la gesta-
ción debido al peligro de ocasionar efectos teratogénicos o aborto. Las
hembras gestantes no toleran bien la recumbencia dorsal, ya que el útero
desplaza al diafragma cranealmente y comprime grandes vasos, lo que
predispone a depresión ventilatoria e hipotensión.
Peso
El peso es útil para determinar la dosis del fármaco que se planea admi-
nistrar, en el cálculo de la terapia de líquidos y para seleccionar el tipo de
sistema de respiración durante la anestesia inhalatoria. Se debe tener cui-
dado de no sobreestimar las dosis de los fármacos en pacientes obesos.
La acumulación de grasa en el mediastino, pared torácica y abdomen

73
DiplomaDo a Distancia en meDicina, cirugía y zootecnia en perros y gatos
móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

en pacientes obesos dificulta la expansión pulmonar, predisponiendo a


hipoventilación (Pa CO2 > 45 mmHg), lo que lleva a tener que proporcio-
nar asistencia ventilatoria o controlar la ventilación durante la anestesia.
En los casos de caquexia o desnutrición severa, por lo general se presenta
una función hepática disminuida, por lo que la tolerancia a los anestési-
cos endovenosos es mala. Otra consideración que se debe tener en cuen-
ta en los animales delgados o caquécticos es la utilización de tapetes tér-
micos y de preferencia acojinados para minimizar la hipotermia y evitar la
lesión de nervios periféricos.

Historia clínica, anamnesis


y examen clínico general

Anorexia
La falta de apetito y de consumo de líquidos se asocia con alteraciones
electrolíticas y energéticas. Los pacientes que han presentado anorexia
durante más de tres días están predispuestos a hipoglucemia e hipo-
proteinemia, generándose, así, disminución en la tolerancia anestésica y
complicaciones, como sobredosis, hipotensión, hipoventilación, tiempos
prolongados en la recuperación, retardo en la cicatrización, infecciones y
paro cardiaco. La cirugía debe posponerse, si fuere posible, hasta que me-
jore su condición física. Los pacientes con anorexia prolongada pueden
presentar hipocalemia, por lo que debe realizarse complementación de
potasio antes de llevar a cabo la administración de anestésicos. La alcalo-
sis respiratoria, la terapia con bicarbonato o glucosa, tienden a exacerbar
la hipocalemia. La hipocalemia severa ocasiona hiperpolarización de la
célula cardiaca, ello impide la despolarización de las células miocárdicas y
de la red de Purkinje, como consecuencia se generan arritmias ventricu-
lares y paro cardiaco.

Diarrea y vómito
La diarrea produce deshidratación e hipovolemia con pérdida de electró-
litos. El vómito también puede provocar deshidratación con pérdida de
cloro, ocasionando alcalosis hipoclorémica.

74
José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
Estos desbalances electrolíticos alteran el equilibrio ácido-base y
afectan la farmacocinética de los anestésicos.

Convulsiones
En los pacientes en los que se sospecha o exista una historia clínica de
epilepsia o convulsiones, no se recomienda la utilización de los anestési-
cos que disminuyan el umbral convulsivo, como los fenotiacínicos, anes-
tésicos disociativos y enflurano.

Alteraciones cardiacas
La frecuencia cardiaca en un perro normal oscila entre 80 y 160 la-
tidos por minuto, en un gato es de 145 a 200. Si la frecuencia car-
diaca fuere lenta deben considerarse posibles bloqueos atrioven-
triculares, hipercalemia, aumento en el tono vagal (administración
de fentanilo o cuadros de toxicidad). Una frecuencia cardiaca lenta
sin evidencia de enfermedad se considera de mínima importan-
cia. La frecuencia cardiaca debe mantenerse en el periodo transqui-
rúrgico por arriba de 60 latidos por minuto, por medio de un adecuado
plano anestésico, o bien con el uso de anticolinérgicos o simpáticomi-
méticos como la dopamina. Las variaciones en el tono vagal pueden o
no asociarse con la respiración, aunque es común que se corrijan con la
administración de anticolinérgicos.
Para el caso de que aparezca taquicardia, tendrán que considerarse
las causas que aumentan el tono simpático: miedo, dolor, excitación, fiebre,
alteraciones en la ventilación, anemia, sepsis, hipovolemia-deshidratación,
o insuficiencia cardiaca. Cada latido cardiaco debe asociarse con un pulso
fuerte y lleno. Si el pulso disminuye notablemente o es irregular, se reco-
mienda la evaluación electrocardiográfica con el objetivo de determinar la
causa. Un pulso débil se asocia con disminución del gasto cardiaco, arrit-
mias, hipovolemia-deshidratación, vasoconstricción o insuficiencia cardia-
ca. Las características del pulso son difíciles de evaluar en pacientes hipo-
tensos, obesos y en presencia de edema en los miembros pélvicos.
En casos de insuficiencia cardiaca, el riesgo anestésico es alto. El tipo
de pacientes que lo presentan requieren de monitoreo constante, así
como de elección de anestésicos con un mínimo efecto depresor sobre

75
DiplomaDo a Distancia en meDicina, cirugía y zootecnia en perros y gatos
móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

el aparato cardiovascular. El monitoreo hemodinámico representa una


herramienta de gran utilidad, pues permite una evaluación constante y la
detección oportuna de las alteraciones que pudieran presentarse.

Insuficiencia renal
La insuficiencia renal también presenta un alto riesgo anestésico, sobre
todo si el paciente se encuentra azoémico y con desbalances electrolíti-
cos, por lo que se requiere de un adecuando plan anestésico y monitoreo
constante, así como mantener una presión arterial media de 70 mmHg, lo
cual evita mayor deterioro renal.

Deshidratación
La deshidratación incrementa el riesgo anestésico debido a que se puede
agravar el cuadro de hipovolemia o hipotensión, por lo que se debe co-
rregir el déficit antes del procedimiento anestésico-quirúrgico. Puede ins-
taurarse una terapia con líquidos endovenosos a dosis de 10–40 mL/kg
de solución electrolítica balanceada antes de la inducción. El monitoreo
de los parámetros cardiovasculares es de gran importancia para evaluar
la respuesta a la terapia.

Anemia e hipoproteinemia
Existe gran controversia con respecto a las pruebas de laboratorio, pero
se debe recordar que toda prueba que se realice con buena justificación
médica, ayudarán al clínico y al anestesiólogo a realizar procedimientos
anestésicos más seguros. La anemia ocasiona inadecuada oxigenación
de los tejidos y la hipoproteinemia contribuye a exacerbar un cuadro de
hipotensión.
La determinación del hematocrito y la medición de las proteínas
plasmáticas son pruebas rápidas y económicas que aportan valiosa infor-
mación en el examen preanestésico.
Es recomendable mantener niveles de hemoglobina entre 9 y 10
g/dL y un hematocrito de 27%-30% (0.27-0.30 L/L).

Alteraciones respiratorias
La frecuencia respiratoria en el perro oscila entre 10 y 40 respiraciones
por minuto, en el gato es de 20 y 60. La bradipnea se asocia con una

76
José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
inadecuada ventilación, depresión del sistema nervioso central y, en ge-
neral, tiende a exacerbarse con los anestésicos. La taquipnea puede estar
asociada a excitación, dolor, fiebre, obstrucción de la vía aérea, pérdida
de la integridad de la pared torácica, enfermedades que ocupan el es-
pacio pleural (neumotórax, hidrotórax, hernia diafragmática), distensión
abdominal, enfermedades del parénquima pulmonar (edema pulmonar,
neumonía), hipotensión, hipoxia y acidosis metabólica.

Hígado
La enfermedad hepática suele acompañarse con alteraciones en la capa-
cidad metabólica que alteran la farmacocinética de los anestésicos. Se re-
comienda la utilización de anestésicos que no dependan exclusivamen-
te del metabolismo hepático, como el propofol, etomidato, isoflurano y
desflurano.

Temperatura corporal
La hipertermia puede ser causa de infección (fiebre), excitación o influen-
cia del medio ambiente. El aumento de la temperatura corporal ocasiona
aumento de la concentración alveolar mínima (CAM) de los anestésicos
inhalatorios.
La hipotermia se observa con frecuencia durante la anestesia, sobre
todo en pacientes pequeños y con procedimientos prolongados.
La temperatura corporal menor de 33 ºC, provoca mayor tiempo de
recuperación y arritmias cardiacas. Los pacientes con un peso inferior a
8 kilogramos requieren, de manera especial, soporte térmico (tapetes
de circulación de agua y administración de soluciones a 25 ºC - 27 ºC),
con el objetivo de evitar hipotermia severa. Se tendrá especial cuidado
con el soporte térmico a través de medios físicos (botellas o bolsas de
agua cliente) y de preferencia se evitará el soporte térmico con tapetes
eléctricos, ya que con frecuencia éstos suelen producir quemaduras
graves.
La hipertermia maligna es una complicación que casi siempre tiene
un origen farmacológico (halotano, succinilcolina); sin embargo, no se
presenta comúnmente en el perro ni en el gato.

77
DiplomaDo a Distancia en meDicina, cirugía y zootecnia en perros y gatos
móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

Tratamientos previos y su interacción


con los anestésicos
Los antibióticos, antieméticos, antihistamínicos, glucocorticoides y vaso-
dilatadores modifican la respuesta a los anestésicos. Una historia clínica
detallada proporciona la información necesaria para determinar si existe
la posibilidad de que se presenten interacciones farmacológicas que mo-
difiquen gravemente la fisiología del paciente.
Debe valorarse si la terapia se continuará o no durante el periodo
perioperatorio y, sobre todo, conocer las principales interacciones que
existen con los anestésicos.

Antiarrítmicos
La quinidina, procainamida, lidocaína y propanolol disminuyen el auto-
matismo del marcapasos del corazón, así como la contractilidad miocár-
dica. Estos efectos son sinérgicos con los anestésicos que deprimen de
manera directa el miocardio, como los agonistas alfa 2, halotano, y en-
flurano. La administración de antiarrítmicos durante la anestesia general
puede ocasionar hipotensión, depresión miocárdica severa y paro cardia-
co. Los fármacos antiarrítmicos potencian la acción de los bloqueadores
neuromusculares no despolarizantes (cisatracurio, atracurio, vecuronio,
rocuronio).

Antibióticos
Los antibióticos como la neomicina, estreptomicina, gentamicina, kana-
micina, polimixina B, tetraciclinas, lincomicina y clindamicina, interfieren
en la transmisión neuromuscular, prolongando la depresión respiratoria
de los bloqueadores neuromusculares y anestésicos inhalatorios.
Los aminoglucósidos, tetraciclinas y cefalosporinas pueden ocasio-
nar daño renal, sobre todo si se administran con furosamida, o en presen-
cia de cuadros de hipoxia, hipotensión o vasoconstricción periférica.
El cloranfenicol es un inhibidor del sistema microsomal enzimático
P-450, por lo que prolonga el tiempo de acción de los barbitúricos.

78
José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
Vasodilatadores
Los vasodilatadores se utilizan para el tratamiento de la hipertensión y la
reducción de la poscarga en la insuficiencia cardiaca congestiva. Su efec-
to sobre el sistema nervioso simpático potencia los cuadros de hipoten-
sión durante la anestesia; por lo general la pérdida de sangre no es bien
tolerada. El tratamiento con vasodilatadores propicia que los cuadros de
hipotensión sean difíciles de controlar con vasopresores, como la efedri-
na, dopamina y dobutamina.

Diuréticos
Los diuréticos predisponen a la pérdida de líquidos (deshidratación e hi-
povolemia), así como al desequilibrio electrolítico. Los diuréticos mercu-
riales, tiazidas y furosemida ocasionan hipocloremia, hipocalemia y acido-
sis metabólica. Los pacientes con anorexia y bajo terapia diurética tienen
mayor predisposición a desarrollar hipocalemia.

Evaluación del riesgo anestésico


Luego de evaluar la condición física del paciente, se determinará los ries-
gos anestésico y quirúrgico. La determinación del primero debe conside-
rar todos los aspectos de cada caso en particular:
1. Medios para tratar los problemas existentes.
2. Posibles complicaciones anestésicas.
3. Posibilidad de complicaciones quirúrgicas.
La Sociedad Estadounidense de Anestesiología (ASA) ha propuesto
cinco riesgos anestésicos. Las categorías I y II incluyen pacientes sanos
con mínimas probabilidades de presentar complicaciones. Las categorías
III, IV y V representan riesgos bajo, moderado y alto, respectivamente.

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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

rIesgo desCrIpCIÓn
AnestésICo
I Paciente sano (cirugías electivas, como OVH)
II Paciente con enfermedad sistémica leve (cardiopatía
compensada)
III Paciente con enfermedad sistémica severa que limita la actividad
pero no incapacita (enfermedades crónicas, nefropatías,
cardiopatías, etc.)
IV Paciente con enfermedad sistémica que incapacita y pone en
riesgo la vida (neuropatías-cardiopatías descompensadas, etc.)
V Paciente moribundo con pocas expectativas de vida con o sin
cirugía (choque, sepsis, etc.)
U Denota todos los procedimientos que requieren tratamiento
quirúrgico de urgencia (invariablemente la ASA)

Cuadro 1. Evaluación del riesgo anestésico según la ASA

Debemos recordar que la anestesia es una especialidad médica cuyo


principal objetivo es la prevención. La condición física y gravedad deter-
minan la forma de proceder y las técnicas de monitoreo requeridas.

Terapia de líquidos durante la anestesia


Los animales pueden presentar problemas graves como consecuencia de
una descompensación metabólica, sistémica, traumática o cualquier otra
alteración que cause una ruptura grave de la homeostasis del organismo
que pueden preceder al choque o desarrollar este último durante el diag-
nóstico y el tratamiento, cuando las enfermedades médicas y quirúrgicas
pueden dejar una posible secuela del proceso patológico.
El objetivo primordial de la terapia de líquidos es llevar a la normalidad
el volumen y la composición de los líquidos corporales.
En un sentido estricto, el hecho de instaurar una terapia de líquidos en
cualquier paciente tiene varios objetivos, entre ellos:
Z Mantener una vía permeable para la administración de líquidos y fár-
macos vía intravenosa (IV)
Z Mantener normal la volemia
Z Mantener normal la hidratación (deshidratación)

80
José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
Z Reemplazar electrólitos
La velocidad de administración de los líquidos está directamente de-
terminada por la magnitud y rapidez de su pérdida; en anestesiología, la
velocidad de administración dependerá de:
Z El estado fisiológico del paciente
Z El estado de hidratación del paciente
Z El tipo de cirugía (sangrados)
Z El tiempo quirúrgico (exposición de cavidades)
Z La patología con la que curse el paciente (cardiopatía, nefropatía,
etc.)
Las velocidades que comúnmente se utilizan para mantener un mar-
gen adecuado en el paciente oscilan entre los 5 y 25 mL/kg/h, aunque pre-
venir una probable hipovolemia durante la inducción o durante el manteni-
miento de anestesia que pudiera propiciar hipoperfusión renal es suficiente
con mantener una velocidad de infusión de 5 a 10 mL/kg/h. Es altamente
recomendable tratar de no sobrepasar esta velocidad de administración,
porque de ser así el paciente puede presentar edema periférico, disminu-
ción de la temperatura, aumento de la presión auricular derecha, disminu-
ción del hematocrito, de la concentración total de proteínas y de la presión
oncótica, diuresis, así como pérdida urinaria de electrólitos.

Nota: El tema de terapia de líquidos se abordará de manera más extensa en el


capítulo X

Dolor y analgesia perioperatoria


El dolor, según la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor,
constituye una sensación desagradable asociada a daño tisular potencial
o real. Es producido por el organismo a través de los mecanismos que
transmiten, modulan e integran dicha sensación como un método de
protección ante un estímulo con el fin de evitar una lesión más grave.
Una de las razones más frecuentes para administrar analgésicos a los
perros o gatos es la vocalización que emiten éstos ante cualquier daño.
Cuando un perro o un gato no presentan vocalizaciones no significa que
el paciente no presenta dolor. Durante el examen clínico el paciente pue-

81
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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

de presentar áreas con dolor y adoptar posturas anormales, es posible


que existan cambios en su conducta y puede volverse agresivo o tímido.
Diversos autores opinan acerca de la instauración imperiosa de tra-
tamientos analgésicos para el control del dolor en los animales, ya que
aquéllos contribuyen a disminuir los efectos fisiológicos causados por el
dolor y el estrés.
El tratamiento del dolor de manera perioperatoria permitirá que el
paciente se encuentre más confortable y cooperador, ya que el manejo
sobre aquél será más fácil; además hay que recordar que la percepción
de dolor o incomodidad por parte del paciente permitirá liberación cons-
tante de aminas vasoactivas que el estrés continúe y se predisponga al
miocardio a la acción de las catecolaminas y se promueva la presencia
de arritmias.
Asimismo, un paciente con dolor será más difícil de manejar, pues se
tornará agresivo o arisco y quizá los fármacos preanestésicos no ejerzan su
efecto de manera óptima.
Durante el transanestésico el efecto producido por el dolor puede pro-
vocar que el paciente no se mantenga adecuadamente anestesiado, lo que
puede provocar que se encuentre continuamente en movimiento o des-
pierte, lo que provocará incomodidad para el cirujano, pérdida de tiempo
quirúrgico-anestésico y alteraciones en la hemostasia del paciente, predis-
poniendo a éste a un procedimiento anestésico tormentoso e inclusive al
fracaso anestésico que pudiese terminar en deceso.
El bloqueo del dolor se puede lograr de las siguientes formas:
1. Periféricamente al sitio del receptor previniendo estímulos nocivos
(analgesia anticipada), se puede lograr con la administración de
antiinflamatorios no esteroidales (AINES).
2. También a nivel periférico para prevenir transmisión neuronal de los
nervios periféricos al cordón espinal por medio de fármacos que se
depositan cerca del el sitio de dolor (analgesia local).
3. Centralmente se pueden bloquear la transmisión a nivel espinal por
medio de diferentes vías (manejo polimodal) por medio de analgé-
sicos locales, agonista alfa-2, opioídes, AINES, etcétera.
Más adelante se hablará de algunos fármacos y técnicas encaminadas
al alivio del dolor que permitan un mejor acto anestésico

82
José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
Preparación del paciente
1. Realizar el examen preanestésico, determinando la condición física,
riesgo anestésico y medicación actual.
2. Corregir las anormalidades preexistentes antes de llevar acabo la
inducción.
3. Determinar el plan anestésico, monitoreo y soporte específico para
cada problema.
La alimentación con sólidos deberá suspenderse por lo menos 12
horas antes de la inducción. La náusea y el vómito son comunes en la
inducción y en la recuperación. Esta suspensión es particularmente im-
portante cuando el paciente se encuentra sin protección de la vía aérea;
de lo contrario queda expuesto a neumonía por aspiración, obstrucción
grave de la vía aérea y muerte.
Los líquidos deben suspenderse por lo menos dos horas antes de la
cirugía. Para el caso de animales jóvenes o viejos, debe evitarse el ayuno
de líquidos y sólidos por periodos prolongados, ya que se predispone a
deshidratación.
El manejo del paciente en un lugar tranquilo y con adecuada conten-
ción física permite disminuir los requerimientos anestésicos. Asimismo,
los pacientes que no cooperan deben de ser tranquilizados o sedados,
dependiendo de su temperamento, con el objetivo de evitar una induc-
ción con excitación. La inducción con signos de excitación provoca reac-
ciones adversas, como dosis altas de anestésicos, vómito, aspiración de
contenido gástrico y arritmias cardiacas.

83
DiplomaDo a Distancia en meDicina, cirugía y zootecnia en perros y gatos
móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

ii. mEdicación prEanEstésica


La medicación preanestésica consiste en la utilización de ciertos fárma-
cos previos a la administración de distintos tipos de anestesia con los si-
guientes objetivos:
1. Contención química y facilitar el manejo del paciente.
2. Proporcionar analgesia (esto último se logra con la administración
de agonistas alfa-2 adrenérgicos, opiáceos, AINES).
3. Evitar secreción salival y defecación durante el acto quirúrgico
(anticolinérgicos).
4. Reducir la ansiedad y el miedo (tranquilizantes y sedantes).
5. Disminuir los requerimientos anestésicos.
6. Proporcionar inducción y recuperación tranquila.
Los agentes preanestésicos se dividen en:
AntIColInérgICos sedAntes trAnqUIlIzAntes trAnqUIlIzAntes trAnqUIlIzAntes AnAlgésICos
(AgonIstAs FenotIACínICos bUtIroFenonAs benzodIACepInAs opIoIdes
AlFA 2
AdrenérgICos)

Atropina Xilacina Acepromacina Droperidol Diacepam Agonistas:


Morfina,
Fentanilo,
Meperidina,
Remifentanilo,
Glicopirrolatos Medetomidina Propiopromacina Midazolam Agonistas–
antagonista:
Butorfanol,
Nalbufina
Romifidina Zolacepam + Agonistas
Tiletamina parciales:
Buprenorfina
Dexmedeto- Antagonistas:
midina Naloxona

Cuadro 2
84
José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
Anticolinérgicos
La administración de anticolinérgicos tiene como propósito evitar la ac-
ción de la acetilcolina en los receptores muscarínicos y prevenir la secre-
ción salival, defecación y el estímulo vagal. No se deben administrar anti-
colinérgicos en pacientes con taquicardia, ya que se predispone a focos
ectópicos y se aumenta el riesgo de arritmias ventriculares, sobre todo
cuando se utilizan anestésicos que sensibilizan el miocardio a la acción
de las catecolaminas (halotano, ketamina). El abuso en la utilización de
anticolinérgicos puede provocar disminución de los movimientos intes-
tinales e íleo paralítico.

Indicaciones/Ventajas Precauciones/Desventajas
Causas de aumento del tono vagal: Taquicardia sinusal
Entubación endotraqueal Predispone a contracciones
Presión ocular (reflejo óculo- ventriculares prematuras
cardiaco) Reseca la boca
Estímulo quirúrgico Reduce la motilidad intestinal
Opiáceos (fentanilo) (Íleo paralítico)
Agonistas alfa 2 adrenérgicos

Cuadro 3. Ventajas y desventajas


de la utilización de anticolinérgicos

Reducción de la salivación Aumenta la viscosidad de las


Inhibición de los efectos secreciones respiratorias
muscarínicos adversos por Relaja el esfínter esofágico inferior,
parasimpaticomiméticos indirectos predisponiendo a reflujo
(neostigmina) En pacientes con aumento del tono
Reducción del volumen y la acidez simpático (hipertiroidismo) predispone
de las secreciones gástricas a contracciones ventriculares
prematuras

Cuadro 4. Ventajas y desventajas


de la utilización de anticolinérgicos

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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

AtropInA glICopIrrolAto
Farmacognosia: Derivado de la Farmacognosia: Cuaternario de
belladona amonio
Cruza la barrera hematoencefálica y No cruza la barrera hematoencefálica
placentaria ni placentaria
Inicio de acción inmediata Lento inicio de acción
Dosis en el perro y en el gato Dosis en el perro y en el gato
(0.02 – 0.04 mg/kg/IM, iv, sc) (0.005 – 0.01 mg/kg/IM, iv, sc)
Disponible en México

Cuadro 5. Diferencias entre la atropina y glicopirrolato

Tranquilizantes y sedantes
Es importante diferenciar entre estos dos términos ya que con frecuencia
se mencionan de manera indistinta. Los tranquilizantes (fenotiacinas y
butirofenonas) generan un estado de calma o quietud, pero el individuo
tiende a estar responsivo ante la mayoría de los estímulos; por tanto, se
recomiendan para contrarrestar el miedo y la ansiedad en pacientes que
colaboran, y no en pacientes difíciles de manejar o que manifiestan do-
lor. Por el contrario, los sedantes (agonistas adrenérgicos α 2) producen
un efecto de calma y quietud con grados variables de hipnosis (sueño),
además de proporcionar analgesia; por tanto, este tipo de fármacos se re-
comiendan en pacientes poco cooperadores o que manifiestan dolor.
A la combinación de un opiáceo con un tranquilizante o sedante
se le denomina neuroleptoanalgesia (por ejemplo, morfina + acepro-
macina). Dependiendo de la combinación, la neuroleptoanalgesia es re-
comendable en procedimientos quirúrgicos menores o en pacientes en
estado crítico. Por lo general, la neuroleptoanalgesia con opiáceos ago-
nistas generan sedación de moderada a profunda y analgesia intensa.

Fenotiacínicos y butirofenonas
Los fenotiacínicos y butirofenonas tienen un efecto antidopaminérgico
central y periférico, a dosis altas son responsables de reacciones extrapi-
ramidales, efectos parkinsonianos y tremores musculares. Debido a los
efectos paradójicos de las butirofenonas (por sí solas) no son fármacos
que se utilicen con frecuencia en el perro y en el gato.

86
José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
Los fenotiacínicos disminuyen el umbral convulsivo, por lo que su
uso no se recomienda en animales epilépticos. Los fenotiacínicos y buti-
rofenonas ocasionan hipotensión por un bloqueo α-1 adrenérgico, agra-
vando los efectos hipotensores de otros anestésicos. Sin embargo, en pa-
cientes sanos y con estabilidad hemodinámica, a la dosis recomendada
la tensión arterial se mantiene sin cambios. Por el contrario, en animales
críticamente enfermos es común observar hipotensión severa. Su efecto
adrenolítico reduce la sensibilización del miocardio a las catecolaminas
que ocasionan el halotano y los anestésicos disociativos.
Se ha notificado que las razas grandes de perros están predispuestas
a desarrollar un efecto de profunda depresión del SNC con la administra-
ción de fenotiacínicos, por lo que en esos casos se recomienda no exce-
der 3 mg del total de la dosis. Existen informes en que se menciona que
el Boxer es extremadamente sensible a los fenotiacínicos, por lo que para
esta raza se deben tomar medidas de precaución.
Los fenotiacínicos y las butirofenonas poseen propiedades antie-
méticas, antihistamínicas y anticolinérgicas. Los fenotiacínicos tienen
un tiempo de acción de 4 a 6 horas, lo cual favorece una mejor recu-
peración anestésica; a diferencia de las butirofenonas (droperidol), que
poseen un tiempo de acción de aproximadamente dos horas.
La dosis recomendada de acepromacina como preanestésico en el
perro y en el gato es de 0.03 a 0.1 mg/kg por vía intravenosa, intramuscu-
lar o subcutánea.

Benzodiacepinas
Las benzodiacepinas que más se utilizan en la anestesia de perros y gatos
son diacepam, midazolam y zolacepam.
Su principal efecto es la activación de los receptores del ácido gam-
maaminobutírico (GABA), que favorece la entrada de cloro al interior de
la célula nerviosa y la hiperpolariza. Las benzodiacepinas han demostrado
ser excelentes tranquilizantes y sedantes en la medicina humana; sin em-
bargo, en los perros y gatos, dosis de 0.5 mg/kg por vía intramuscular o
intravenosa no generan efecto de tranquilización o sedación en más de
70% de los casos (excepto en pacientes críticamente enfermos); por el
contrario, se han observado efectos paradójicos de excitación.

87
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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

La principal indicación de las benzodiacepinas en el perro y en el


gato consiste en controlar cuadros convulsivos y evitar la catalepsia pro-
vocada por los anestésicos disociativos.
El diacepam contiene propilenglicol; por tanto, su administración
intramuscular es dolorosa. Por vía intravenosa la velocidad de administra-
ción debe ser lenta, ya que se puede generar depresión cardiovascular o
tromboflebitis.
El midazolam es soluble en agua, lo cual no genera irritación en el
sitio de aplicación y su administración endovenosa no ocasiona trombo-
flebitis ni cardiotoxicidad.
Debido a que las benzodiacepinas producen cambios poco signi-
ficativos en el aparato cardiovascular y respiratorio, suelen ocuparse en
pacientes críticamente enfermos que requieren de los efectos de un
tranquilizante.
La combinación de benzodiacepinas con opiáceos es recomen-
dada en pacientes debilitados, pues proporciona mayor estabilidad
cardiovascular.
Dosis de diacepam en el perro y en el gato
0.1-0.5 mg/kg/IV.
0.3-1.0 mg/kg/IM.
Dosis de midazolam en el perro y en el gato
0.1-0.2 mg/kg/IV, IM.

Flumazenil
La depresión del SNC ocasionada por las benzodiacepinas puede ser re-
vertida con el antagonista de benzodiacepinas flumazenil (Lanexat), a
razón de una parte de flumazenil por 13 partes de diacepam o midazo-
lam. La vida media del flumazenil es de 60 minutos. La sobredosis por
benzodiacepinas es rara en el perro y en el gato; por tanto, la utilización
de flumazenil no es una práctica común.

Analgésicos opioides
Durante muchos años los analgésicos opioides han probado ser analgé-
sicos consistentes y efectivos para el control del dolor de moderado a

88
José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
intenso. Existen tres diferentes receptores opiáceos conocidos como re-
ceptores mu (µ), kappa (κ) y delta (δ).
La morfina, fentanilo, remifentanilo y meperidina son opioides ago-
nistas que actúan con gran afinidad sobre los receptores mu.
Los opiáceos agonistas–antagonistas, como el butorfanol, bupre-
norfina, nalbufina y pentozacina, se utilizan de manera frecuente para re-
vertir los efectos de los agonistas puros; sin embargo, aquéllos generan
analgesia por sí solos. Su actividad agonista es principalmente sobre los
receptores kappa y su actividad antagonista sobre los receptores mu.
La buprenorfina es un opioide con acción única, ya que actúa como
agonista parcial sobre los receptores mu y antagonista de los recepto-
res kappa; por tal motivo, también ha sido clasificada como un agonista
parcial.
Los opiáceos pueden ser administrados por vía sistémica, epidural,
subaracnoidea o transdérmica.

reCeptor AnAlge respIrACIÓn CoMportA- pUpIlAs ACtIvIdAd opIoIde opIoIde

sIA MIento loCoMotorA AgonIstA AntAgonIstA

Mu (µ) Sí Depresión Euforia; Midriasis Incremento Morfina Naloxona


excitación Meperidina Butorfanol
Fentanilo Pentozacina
Remifentanilo
Buprenorfina++
Butorfanol+

Kappa (κ) Sí Mínimo Sedación Midriasis Mínimo Morfina Naloxona


o sin efecto Meperidina
Fentanilo
Remifentanilo
Buprenorfina++
Butorfanol+
Pentozacina+
Nalbufina+

Sigma (σ) No Estimulación Excitación Midriasis Incremento Butorfanol+ Naloxona


disforia Pentozacina+
Nalbufina+

Delta (δ) Sí Depresión Sedación Miosis? ¿ Butorfanol+ Naloxona


Pentozacina+

Cuadro 6. Clasificación de receptores opioides .

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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

FárMACo dosIs espeCIe víA de tIeMpo


AdMInIstrACIÓn de AnAlgesIA
Butorfanol 0.1 – 0.2 Perro, gato IM, IV, SC 3–4h
mg/kg
Nalbufina 0.03 – 0.1 Perro, gato IM, IV, SC 2–4h
mg/kg
Buprenorfina 0.005 – 0.2 Perro, gato IM, IV, SC 8 – 12 h
mg/kg

Cuadro 7. Dosis recomendadas de opioides


para controlar el dolor perioperatorio
Se recomienda iniciar con dosis bajas en el gato, y con premedicación de tran-
quilizantes o sedantes.

Agonistas α 2 adrenérgicos
Los receptores α 2 adrenérgicos se encuentran distribuidos en el sistema
nervioso central, aparato gastrointestinal, útero, riñones y páncreas.
El principal interés de los agonistas α 2 adrenérgicos en la aneste-
siología veterinaria se relaciona con su efecto sedante, analgésico y de
relajación muscular.
Z Efectos cardiovasculares
1. Inicialmente breve periodo de hipertensión seguido de disminución
del gasto cardiaco e hipotensión.
2. Incremento del tono vagal que ocasiona bradicardia sinusal, blo-
queo atrioventricular de primero y segundo grados, y disociación
atrioventricular. Por tal motivo, no se recomienda su uso en pacien-
tes con enfermedad cardiovascular y arritmias preexistentes.

Z Efectos en el aparato respiratorio


1. A la dosis recomendada y en pacientes sanos, en general no existen
cambios en la ventilación.
2. Cuando se combinan con opiáceos y anestésicos inhalatorios es co-
mún observar depresión respiratoria.

90
José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
Otros efectos
1. Ocasionalmente generan vómito en el perro y con mayor frecuencia
en el gato.
2. Aerofagia en perros mayores de 25 kg, debido a la relajación de es-
fínter esofágico inferior, y disminución de los movimientos gastroin-
testinales. Se tendrá especial cuidado en razas predispuestas a desa-
rrollar dilatación y vólvulo gástrico.
3. Se favorece el reflujo gastroesofágico.
4. Disminución importante en la producción de insulina. Por tal moti-
vo, se contraindica su uso en pacientes diabéticos.
5. Aumento del tono uterino, lo cual puede ocasionar inicio del trabajo
de parto o aborto.
Fármacos utilizados en medicina veterinaria:

FárMACo perro
Xialcina 0.25 - 0.5 mg/kg
Romifidina 40-120 µg/kg
Medetomidina 1 - 3 µg/kg
Dexmedetomidina 125 µg/kg m2

Cuadro 8.

Antagonistas α-2
La mayor ventaja en la utilización de los agonistas α-2 consiste en que
se cuenta con antagonistas específicos. Los principales antagonistas α-2
son: yohimbina, tolazolina y atipamezole.
La tolazolina es un potente agonista de los receptores H2, por lo
que se asocia a sangrado gastrointestinal. Se utiliza principalmente en
rumiantes.
La yohimbina ha demostrado ser eficaz para revertir los efectos de la
xilacina en perros y gatos. La dosis recomendada de yohimbina es de 0.1
-0.2 mg/kg IV o IM.
El atipamezole es el antagonista α-2 con mayor especificidad (200
a 300 veces mayor al de la yohimbina). La dosis recomendada de atipa-

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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

mezole para revertir los efectos de la xilacina y de la romifidina es de 0.2


mg/kg/IV. La dosis recomendada por el fabricante para revertir los efec-
tos de medetomidina es en una proporción sedante/antagonista de 1:1.
El atipamezole puede administrarse por vía intramuscular o intravenosa,
pero se aconseja la primera. La vida media de atipamezole es dos veces
mayor al de la medetomidina, por lo que rara vez se requiere de una se-
gunda aplicación. Para el caso de la dexmedetomidina la relación con el
sedante-antagonista es de 1:10.
Z Efectos adversos de los antagonistas α-2
Los efectos adversos, por lo general, se presentan cuando se admi-
nistran por vía intravenosa y a una rápida velocidad. Los principales
signos clínicos que se observan son: hipotensión, taquicardia, excita-
ción, jadeo, convulsiones y, en raras ocasiones, muerte súbita.

92
José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
iii. inDuctores y anestesia total
intraVenosa

En la actualidad no existe ningún agente anestésico que contenga todos


los componentes fundamentales de la anestesia. Con el fin de mejorar la
calidad de la anestesia, es indispensable la utilización conjunta de varios
tipos de fármacos; por ejemplo, tranquilizantes, analgésicos y relajantes
musculares.
La transición de un paciente despierto al estado de inconsciencia
provoca alteraciones fisiológicas importantes, en especial en los aparatos
cardiovascular y respiratorio. Durante el periodo de inducción debe ha-
ber monitoreo constante con el fin de detectar a tiempo las alteraciones
hemodinámicas y ventilatorias que se presenten.
Los agentes anestésicos inyectables más usados en la actualidad
son:
Z Barbitúricos.
Z Propofol.
Z Etomidato.
Z Anestésicos disociativos.

Barbitúricos
Los barbitúricos tienen efectos sedantes, hipnóticos y anestésicos, así
como antiepilépticos, dependiendo de la dosis administrada, pero no po-
seen propiedades analgésicas específicas, razón por la cual no deben ser

93
DiplomaDo a Distancia en meDicina, cirugía y zootecnia en perros y gatos
móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

utilizados por sí solos para mantener la anestesia general. En medicina


veterinaria se emplean como agentes inductores y para mantenimiento
de la anestesia general en procedimientos de corta duración que no se
acompañen de estímulos nociceptivos importantes.

Clasificación de los barbitúricos


Los barbitúricos se clasifican así: a) por su composición química, y b) por
su tiempo de acción.
Z Clasificación por su composición química:
I. Oxibarbitúrico:
a. Pentobarbital.
b. Fenobarbital.
c. Barbital.
d. Secobarbital.
II. Oxibarbitúrico metilado:
a. Metohexital sódico.
b. Hexobarbital.
III. Tiobarbitúrico o barbitúricos azufrados:
a. Tiopental.
b. Tiaminal.
c. Tialbarbital.

Z Clasificación por su tiempo de acción:


I. Barbitúrico de acción prolongada:
Su duración es de 6 a 12 horas, después de la administración endo-
venosa. Este grupo de fármacos no se utilizan como anestésico, por
tener un lento inicio de acción; principalmente son empleados en el
tratamiento de la epilepsia.
a. Fenobarbital.
b. Barbital.
II. Barbitúrico de corta duración:
Rápido inicio de acción (30-60 segundos después de su administra-
ción endovenosa) y duración promedio de una a dos horas.

94
José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
a. Pentobarbital.
b. Hexobarbital.
c. Secobarbital.
III. Barbitúrico de muy corta duración:
Rápido inicio de acción (10 a 15 segundos después de su adminis-
tración endovenosa) y duración de 5 a 30 minutos. Se utilizan prin-
cipalmente como agentes inductores de anestesia y para el mante-
nimiento general de la anestesia de corta duración.
a. Tiopental.
b. Tiamilal.
c. Metohexital.

Farmacocinética
a) Ionización
Los barbitúricos son ácidos débiles que pueden presentarse de for-
ma ionizada y no ionizada en el plasma. Los primeros no son metabó-
licamente activos ni capaces de atravesar las membranas celulares.
Los de la fracción no ionizada son liposolubles y capaces de atrave-
sar las membranas celulares; por tanto, metabólicamente activos.
La disminución en el pH sanguíneo ocasiona mayor cantidad
de fracción no ionizada o activa, por lo que es posible sobredosificar
en estos casos.
b) Unión a proteínas plasmáticas
Cada barbitúrico varía en su habilidad para unirse a las proteínas
plasmáticas, aquí el pH sanguíneo tiene una función importante. A
mayor academia, menor unión a las proteínas.
c) Distribución
Cuando un barbitúrico es administrado por vía endovenosa, éste
se distribuye inicialmente a compartimientos que reciben el mayor
aporte sanguíneo (encéfalo, corazón, pulmones, hígado y riñones),
después se distribuirá a compartimientos medianamente irrigados
(músculo esquelético, intestino, piel); por último, a los comparti-
mientos con escasa irrigación (grasa, hueso, tendones) (Figura 1).
La recuperación de la anestesia se logra a medida que el tio-
pental se redistribuye desde el SNC al resto de compartimientos. Si
95
DiplomaDo a Distancia en meDicina, cirugía y zootecnia en perros y gatos
móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

se administran dosis repetidas de tiopental, el músculo y las grasas


se saturan sin que pueda existir redistribución.
Dosis repetitivas de barbitúricos saturan rápidamente los com-
partimientos y los sistemas enzimáticos hepáticos, retrasando la re-
cuperación. Debido a este efecto, los barbitúricos no se recomien-
dan para mantener la anestesia general por periodos prolongados.

Figura 1. Se observa la distribución del tiopental sódico en los diferentes


compartimientos, después de su administración intravenosa . El eje
vertical representa la dosis; el horizontal, el tiempo de distribución .

d) Metabolismo
Los barbitúricos son metabolizados en el hígado y estos subproduc-
tos son eliminados en la orina. Se calcula que el perro es capaz de
eliminar 15% de la dosis total por hora. Cuando se elimina entre 30%
y 40% de la dosis total, significa que el perro comienza a recuperarse
de la anestesia.

Farmacodinamia
Z Efectos sobre el sistema nervioso central
Los barbitúricos generan depresión del sistema nervioso central por in-
hibición de la transmisión sináptica, disminución de la excitabilidad neu-

96
José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
ronal a nivel de la corteza cerebral y en el sistema reticular activador, y
favorecen la acción del ácido gammaaminobutírico (GABA).
Otros efectos observados de la utilización de barbitúricos son: dis-
minución en el consumo de oxígeno cerebral hasta en 55%, depresión
de los reflejos espinales, ausencia de analgesia, depresión de los centros
respiratorio y de la termorregulación.
Z Efectos en los aparatos cardiovascular y respiratorio
Los barbitúricos ocasionan una respuesta variable en el aparato cardiovas-
cular, dependiendo de la especie, dosis y vía de administración utilizada.
La frecuencia cardiaca generalmente aumenta debido a la depresión
del centro vagal y por reflejo de los barorreceptores arteriales. Se pueden
presentar taquiarritmias ventriculares secundarias a la administración en-
dovenosa rápida de tiobarbitúricos.
Los barbitúricos son potentes depresores de la respiración, aun a las
dosis recomendadas. El umbral y la sensibilidad de los quimiorreceptores
carotídeos se encuentran deprimidos, disminuyendo su respuesta ante la
hipoxemia (< PaO2) e hipercapnia (> PaCO2).

Tiopental sódico
El tiopental se usa en pequeñas especies como agente anestésico único
en procedimientos diagnósticos, cirugías menores de corta duración o
como agente inductor para la anestesia inhalatoria.
La rapidez de su efecto se debe a la gran liposolubilidad del fármaco,
lo que hace que llegue rápidamente al sistema nervioso central. Se en-
cuentra disponible como una sustancia en polvo, y puede reconstituirse
con agua estéril y solución salina fisiológica para lograr concentraciones
de 2.5% a 5.0%.
Luego de hecha la preparación, el tiopental debe conservarse a
5-6ºC.
Se debe evitar la inyección perivascular debido a que el tiopental
sódico provoca necrosis de la zona.
La dosis recomendada en pacientes sanos y sin premedicación es
de 15-20 mg/kg/IV, y de 10–11 mg/kg/IV, en pacientes con medicación
preanestésica.

97
DiplomaDo a Distancia en meDicina, cirugía y zootecnia en perros y gatos
móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

Factores que afectan la respuesta a los barbitúricos


Z Edad
Los perros y gatos menores de tres meses no han desarrollado adecua-
damente el sistema microsomal enzimático del hígado, por lo que la re-
cuperación anestésica tiende a ser lenta y el efecto anestésico se alcanza
a dosis menores.
Z Choque e hipovolemia
Cualquier condición que disminuya el volumen y flujo sanguíneo propi-
cia que los barbitúricos se distribuyan en compartimientos con mayor
aporte sanguíneo: sistema nervioso central, corazón, pulmones y riñones.
Esto último provoca efectos depresores que pueden generar sobredosis y
paro cardiaco. Por lo general, la hipoperfusión tisular conlleva a la acidosis
metabólica, cambiando la constante de disociación con el incremento de
la concentración de la fracción no ionizada.
Z Hipotermia
La anestesia general y los estados de choque provocan hipotermia, lo
cual disminuye la tasa metabólica del organismo, retrasando la biotrans-
formación y eliminación de los anestésicos.
Z Hipoproteinemia
La hipoproteinemia puede ser ocasionada por diferentes enfermedades,
por ejemplo, insuficiencia hepática, glomerulonefritis y diarrea crónica, lo
cual provocará mayor cantidad de fármaco libre o activo.

Fármacos que potencian el efecto de los barbitúricos


La utilización de cualquier fármaco que deprima el SNC (tranquilizan-
tes, sedantes, opiáceos) genera un efecto sinérgico con los barbitúricos.
Además, algunos fármacos pueden competir con los barbitúricos por
unirse a las proteínas plasmáticas, lo cual da como resultado concentra-
ciones elevadas de barbitúrico libre o activo.

Anestésicos no barbitúricos
Propofol
El propofol (2-6-diisopropilfenol) es un agente anestésico intravenoso
derivado del alquilfenol, comúnmente utilizado en medicina humana y
98
José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
veterinaria. El propofol se encuentra comercialmente disponible en for-
ma de emulsión acuosa de color blanquecino, a 10 mg/mL. El resto de
la fórmula incluye 100 mg/mL de aceite de soya, 2.5 mg/mL de glicerol,
12 mg/ml lecitina de huevo e hidróxido de magnesio como amortigua-
dor del pH. Debido a que el propofol no contiene conservadores y es
un medio propicio para crecimiento bacteriano, se recomienda evitar la
contaminación y desechar el anestésico no utilizado.
El propofol es un agente anestésico que provee una inducción y re-
cuperación rápida; otra ventaja es la ausencia de efectos acumulativos.
Sin embargo, puede existir depresión cardiaca o respiratoria y no posee
propiedades analgésicas.
El propofol suele utilizarse para inducir y mantener la anestesia. La
dosis recomendada en el perro y en el gato sin medicación preanestésica
es de 6 a 8 mg/kg/IV y de 2 a 5 mg/kg/IV en pacientes sin preanestesia.
La dosis calculada debe inyectarse a una velocidad de administra-
ción lenta, pero sin provocar excitación. La administración rápida de pro-
pofol suele ocasionar depresión cardiovascular y apnea.
El propofol es uno de lo principales fármacos utilizados en técnicas
de anestesia total intravenosa; sin embargo, no proporciona analgesia,
por lo que se requiere la administración de analgésicos. El mantenimien-
to de la anestesia se puede lograr por infusión continua a 0.2–0.4 mg/
kg/min, mediante un bolo de inducción y bolos intermitentes de 0.5–2.0
mg/kg.
Las presiones intracraneal e intraocular suelen disminuir o permane-
cer sin cambios. La tensión arterial y el gasto cardiaco descienden inicial-
mente y, por lo general, se normalizan en pocos segundos.
La administración rápida de propofol ocasiona dolor; sin embargo,
la infiltración perivascular inadvertida no provoca necrosis. En gatos, la
administración prolongada (> 6 h) da como resultado la formación de
cuerpos de Heinz.

Etomidato
El etomidato (Etil-1-alfa-metil-bencil-medazol-5-carboxilato) es un deri-
vado imidazólico que inicialmente, en 1975, se utilizó en humanos como
inductor de la anestesia general. Tiene una presentación de 2 mg/mL de
etomidato, en 35% de propilenglicol.
99
DiplomaDo a Distancia en meDicina, cirugía y zootecnia en perros y gatos
móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

La administración intravenosa de etomidato en perros y gatos en


dosis de 1–3 mg/kg/IV genera rápidamente inconsciencia, con duración
de 2 a 8 minutos. Suelen existir breves periodos de mioclonos y estimula-
ción frénica, lo cual puede evitarse con una adecuada sedación.
Debido a que la depresión cardiovascular y respiratoria son mínimas,
se recomienda su uso como inductor de la anestesia en pacientes con
alto riesgo. El etomidato reduce la actividad metabólica cerebral y el con-
sumo de oxigeno, por lo que puede utilizarse con seguridad en casos de
traumatismo craneoencefálico.
El etomidato es un anestésico eficaz para mantener estable la fisio-
logía de los cachorros nacidos por cesárea. La concentración venosa ma-
dre: cordón umbilical es de 24:1, en comparación con el tiopental 1:1.3.
El etomidato disminuye la producción de esteroides e inhibe el au-
mento del cortisol plasmático que normalmente se observa durante el
estrés quirúrgico.
Dado que el etomidato es hiperosmolar y provoca dolor durante su
administración, se recomienda diluir en una proporción 1:1 con solución
salina fisiológica y administrar a una velocidad lenta.

Anestésicos disociativos
El término anestesia disociativa se usa para describir un estado inducido
por fármacos que interrumpen la transmisión ascendente de las partes
concientes e inconscientes del encéfalo, ahí se observa disociación entre
el tálamo y el sistema límbico. La anestesia disociativa se caracteriza por
un estado cataléptico en donde los ojos se mantienen abiertos, con mira-
da fija, ligeros nistagmos, opistótonos y movimientos musculares.
La fenciclidina fue el primer anestésico disociativo utilizado en ani-
males, pero ya no se encuentra disponible. Actualmente se emplea la
ketamina, que es un agente disociativo derivado de la fenciclidina. Otro
fármaco disociativo disponible para medicina veterinaria es la tiletamina,
que ha sido aprobada para su uso en combinación con benzodiacepina
(zolacepam) en proporción 1:1.

Ketamina
El nombre químico de la ketamina es 2-0 coropenil – 2 metilaminociclo-
hexanona. Después de su administración endovenosa, la ketamina cruza

100
José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
la barrera hematoencefálica, y la concentración encéfalo/plasmática se
mantiene constante, en un periodo menor a 60 segundos. La irritación
de los tejidos ocurre cuando se administra por vía intramuscular, debido
a que posee su pH es 3.5.
Z Efectos en el sistema nervioso central
La ketamina produce grados de inconsciencia y analgesia dependientes
de la dosis. Debido a su bajo peso molecular y alta liposolubilidad, la keta-
mina tiene un inicio de acción rápido después de su administración intra-
venosa. Su efecto concluye al poco tiempo de administrarse, debido a su
pronta distribución del encéfalo hacia otros tejidos. El principal efecto en
el sistema nervioso central ocurre en el sistema tálamo cortical, ocasio-
nando depresión selectiva en la función neuronal del eje corticotalámico
y del núcleo central del tálamo.
La ketamina deprime las células nociceptivas de la formación reticu-
lar media y de las láminas I-V del asta dorsal de la médula espinal, lo que
explica en parte su efecto analgésico. La ketamina también interactúa
con los receptores opioides del cordón espinal y antagoniza los recepto-
res NMDA, lo que complementa su acción analgésica.
Z Utilización de la ketamina
Se pueden utilizar dosis bajas de ketamina, como un método para con-
trolar el dolor perioperatorio. Debe emplearse una dosis inicial de 0.5 mg/
kg/IV antes de iniciarse el procedimiento quirúrgico y luego continuar
con una infusión de 10 mg/kg/min hasta el término del estímulo quirúr-
gico. Si es necesario, se pueden emplear dosis bajas de 1–2 mg/kg/min
para controlar el dolor posquirúrgico.
Si no se cuenta con bomba de infusión 0.6 mL (60 mg) de ketamina
por cada 20 kg de peso, puede añadirse a un litro de solución cristaloide
y administrarse a una velocidad de infusión de 2mL/kg/h, para proporcio-
nar analgesia en el paciente despierto. Aunque aún existe controversia, la
analgesia con esta técnica es principalmente somática y no visceral.
La ketamina produce un incremento significativo en el flujo sanguí-
neo cerebral, provocando aumento de la presión intracraneal y del líqui-
do cerebroespinal, como resultado de vasodilatación cerebral y aumento
de la tensión arterial. Por tal motivo, no se recomienda su uso en pacien-
tes con traumatismo craneoencefálico.

101
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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

La recuperación de la anestesia en el perro y en el gato puede


acompañarse de alucinaciones, delirio, ataxia, incremento de la actividad
motora, hiperreflexia sensitiva y auditiva, y con recuperación violenta. La
premedicación con xilacina, fenotiacínicos y benzodiacepinas disminuye
la incidencia de estos efectos. La ketamina induce depresión del callicu-
lus inferior y del núcleo geniculado medial, provocando lo que explica la
respuesta exagerada ante estímulos visuales y auditivos. Por tal motivo,
los pacientes que se encuentren bajo los efectos de la ketamina deben
manejarse en lugares tranquilos y evitarse la exposición directa a la luz.
Z Efectos cardiovasculares
La frecuencia cardiaca y la tensión arterial aumentan como resultado de
una estimulación directa sobre el sistema nervioso simpático. Las con-
centraciones de epinefrina y norepinefrina aumentan en plasma aproxi-
madamente en dos minutos después de la administración de ketamina;
por lo general, se normalizan a los 15 minutos.
El incremento en la frecuencia cardiaca se acompaña de aumento
en el consumo miocárdico de O2. En estudios recientes se ha observado
que la ketamina sensibiliza el miocardio a las catecolaminas. Este efec-
to arritmogénico de la ketamina es común, sobre todo, en presencia de
halotano.
Z Efectos en el aparato respiratorio
La ketamina difiere considerablemente de otros anestésicos en que no
deprime la respuesta ventilatoria ante la hipoxia. A dosis altas, la respira-
ción se caracteriza por ser apnéustica, poco profunda e irregular. La keta-
mina incrementa la salivación y las secreciones respiratorias, esto último
puede ser controlado por medio de premedicación con anticolinérgi-
cos. El reflejo laríngeo y faríngeo se mantiene sin cambios. La presencia
del reflejo deglutorio, por lo general, no dificulta la colocación del tubo
endotraqueal.
Z Efectos oculares
En los humanos existe un incremento en la presión intraocular (PIO), in-
dependientemente de los cambios que ocurran en la presión sanguínea.
Al parecer, la presentación de catalepsia y del aumento del tono
muscular del globo ocular, son las principales causas en el incremento de

102
José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
la presión intraocular. Debido a que estos efectos no son predecibles, los
anestésicos disociativos no deben utilizarse en pacientes con PIO alta o
predispuestos a desarrollarla.
La ketamina mantiene los ojos abiertos y en posición central; por tal
motivo, se recomienda la utilización de sustitutos de lágrima, con el obje-
tivo de proteger la córnea. Debido a que los ojos permanecen abiertos y
en el centro, es difícil evaluar la profundidad anestésica.

FárMACo dosIs Mg/kg dUrACIÓn CoMentArIos


y víA de AproxIMAdA
AdMInIstrACIÓn
eDiacepam 0.2 IV 16 Recomendada
Ketamina 5.5 IV para inducción
Midazolam 0.2 – 0.5 16 - 20 Recomendada
Ketamina 5 – 10 IV para inducción
Acepromacina 0.1 IV Buena relajación
Butorfanol 0.2 -0.4 IV 39 muscular y
Ketamina 10 IV analgesia
para dolor
moderado

Cuadro 9. Utilización de la ketamina en el perro .

Tiletamina-Zolacepam
La tiletamina es un agente anestésico disociativo, tiene efecto más pro-
longado y mayor efecto analgésico que la ketamina. El zolacepam es una
benzodiacepina y se ha combinado con la tiletamina, debido a que de esta
manera se reduce el riesgo de catalepsia y convulsiones, además mejora
la relajación muscular. Se comercializa como polvo liofilizado que requie-
re de solución salina, glucosa al 5% o agua estéril para su reconstitución.
Luego de reconstituida, debe desecharse en cuatro días, si se mantiene a
temperatura ambiente; y en 14 días si se mantiene en refrigeración.
Ya que puede ser administrada por vía intramuscular o subcutánea,
es buena opción para la contención química o como inductor de la anes-
tesia general en perros y gatos difíciles de manejar.

103
DiplomaDo a Distancia en meDicina, cirugía y zootecnia en perros y gatos
móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

Los efectos que provoca en el sistema nervioso central dependen de


la dosis; causa pérdida progresiva de la percepción sensorial y la concien-
cia, sin que produzca condición de sueño profundo. A dosis moderadas,
la tiletamina-zolacepam puede provocar catalepsia en todas las especies.
A dosis mayores produce analgesia y anestesia general. Las dosis muy
elevadas pueden ocasionar convulsiones.
Tras su administración los párpados permanecen abiertos y el reflejo
corneal intacto. Si la relajación muscular y la analgesia fueran insuficientes
para el procedimiento quirúrgico, se puede complementar con el uso de
otro tipo de medicamentos en el protocolo anestésico.
La frecuencia cardiaca y la presión sanguínea pueden incrementarse
a los pocos minutos de su administración. Sin embargo, a dosis elevadas,
la tiletamina deprime el miocardio, lo que ocasiona bradicardia e hipo-
tensión entre los 5 y 30 minutos posteriores a su administración, estabili-
zándose de forma gradual.
Cuando se utilizan dosis bajas (suficientes para producir estados de
catalepsia) no se presenta depresión respiratoria, pero la sobredosis de
tiletamina-zolacepam puede llevar a hipoventilación y apnea. En gatos
se ha notificado una frecuencia respiratoria irregular, incremento en la
presión de CO2 y disminución en la presión de O2.

104
José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
FárMACo dosIs Mg/ dUrACIÓn CoMentArIos
kg y víA de AproxIMAdA AdMInIstrACIÓn
AdMInIstrACIÓn en MInUtos
Ketamina < 22 IM 20 - 40 Contención
química,
catalepsia.
Ketamina 4 – 22 IM 25 - 120 Vómito, mayor
Xilacina 0.2 – 2 IM duración de
anestesia
Ketamina 4 – 22 IM Mejor analgesia
Xilacina 1 IM 25 – 120 somática
Butorfanol 0.2 -0.4 IM
Ketamina 4 -22 IM Mejora la
Xilacina 1 IM analgesia
Morfina 0.1 s.c. 100 -120 visceral

Cuadro 10. Utilización de la ketamina en el gato .

La combinación de 3 mg/kg de tiletamina-zolacepam + 0.4 mg/kg, o


2 mg/kg de tiletamina zolacepam + 0.2 mg/kg de butorfanol administra-
dos por vía intramuscular, proporcionan anestesia suficiente para realizar
procedimientos quirúrgicos menores (exámenes diagnósticos, suturar
heridas en piel).
Cuando existe preanestesia con sedantes, tranquilizantes u opioides,
se puede utilizar como inductor a 2 – 4 mg/kg/IV de tiletamina zolacepam
a efecto, hasta permitir la colocación del tubo endotraqueal. Si existiera
sedación profunda, la dosis puede disminuirse hasta en 50%.
Al igual que con la ketamina, los reflejos palpebral, corneal, auricular
y patelar se mantienen, lo que dificulta la evaluación de la profundidad
anestésica.
En general la tiletamina–zolacepam puede utilizarse en pacientes
con riesgo anestésico I-II, sometidos a procedimientos diagnósticos y qui-
rúrgicos menores. No se recomienda su uso para mantener la anestesia
general por periodos prolongados ya que aumentan considerablemente
los tiempos de recuperación.
La recuperación violenta se observa con mayor frecuencia en el pe-
rro, esto último se debe a las diferencias farmacológicas que existen con
el zolacepam. Las concentraciones plasmáticas de zolacepam disminu-

105
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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

yen rápidamente en el perro y son casi nulas durante el periodo de recu-


peración, con ellos se favorece la presencia de alucinaciones y delirio en
esta fase.
En el gato la eliminación del zolacepam es lenta, por lo que durante
la recuperación aún existen concentraciones plasmáticas, lo cual propor-
ciona una mejor recuperación.
Z Efectos adversos
1. Aumento del tono simpático, provocando arritmias. Por tanto, no se
debe utilizar en pacientes con hipertiroidismo, cardiomiopatía hi-
pertrófica y arritmias preexistentes.
2. Aumento de la presión intracraneal y ocular.
3. Al igual que la ketamina, la tiletamina proporciona excelente anal-
gesia somática pero no visceral, provoca salivación y aumento de las
secreciones del tracto respiratorio.

106
José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
iV. técnicas De analgesia local
y regional en el perro y en el gato

Las técnicas de analgesia local y regional pueden utilizarse de manera


segura y efectiva, como parte de la analgesia preventiva en gran número
de procedimientos quirúrgicos. Las soluciones analgésicas y cremas son
útiles para mitigar el dolor en piel y en mucosas. En presencia de dolor
somático por traumatismo o inflamación úsense las técnicas por infiltra-
ción. La analgesia regional intravenosa, neural periférica y neural central
son efectivas para controlar el dolor en pacientes en quienes se realizó o
no cirugía. Los analgésicos locales tienen la característica de producir blo-
queo completo de las fibras nerviosas sensitivas, evitando así el desarrollo
de sensibilización central. Las técnicas de analgesia local y regional se han
usado con opiáceos, agonistas α2, anestésicos disociativos y antiinflama-
torios no esteroidales como parte del manejo polimodal del dolor en el
perro y en el gato.
Las técnicas de analgesia local y regional son fáciles de realizar en
animales sedados o anestesiados, la única forma de realizarlas sin conten-
ción química es en los pacientes gravemente enfermos. Los perros y los
gatos sanos deben recibir premedicación con fenotiacínicos, agonistas
α2, con combinación o no de opiáceos. En algunos casos será necesaria la
utilización de anestésicos de corta duración como el propofol, etomidato;
en gatos se aplicarán bajas dosis de ketamina por vía intramuscular (5-10
mg/kg). Las técnicas de analgesia local y regional pueden ocuparse para
reducir los requerimientos de los anestésicos, con ello se genera excelen-
te analgesia y relajación muscular. Es importante recordar que la mayoría
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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

de los anestésicos inyectables (propofol, tiopental, etomidato), así como


los anestésicos inhalatorios, generan hipnosis pero no son buenos anal-
gésicos. Los analgésicos opioides han sido utilizados de manera con-
tundente para controlar el dolor perioperatorio; sin embargo, éstos, al
ser sustancias del grupo I, tienen mayor regulación sanitaria, lo cual es
contrario a los analgésicos locales, que son de fácil adquisición, econó-
micos y efectivos.

Técnicas de analgesia local y regional


en el perro y en el gato
Analgesia tópica
La analgesia tópica o de superficie es utilizada en la piel o membranas
mucosas con el objetivo de bloquear las terminaciones nerviosas sen-
sitivas. Los analgésicos locales han sido utilizados ampliamente en ojo,
esófago, tracto genitourinario y mucosas nasal y bucal. Es común que
su utilización en la piel intacta sea inefectiva debido a que la epidermis
cornificada limita su penetración. La reciente introducción de una com-
binación de lidocaína y prilocaína en crema atraviesa el estrato córneo en
un intervalo de 30-45 minutos. Entre los analgésicos locales de uso tópico
se encuentra la lidocaína (2% al 5%), la tetracaína (0.5% al 2%), benzocaína
(14% a 20 %). Una solución de lidocaína al 2% a 4 %, usada para analgesia
tópica en las membranas mucosas produce su efecto en cinco minutos
con duración de 30 minutos. Los analgésicos locales en aerosol (10% de
lidocaína 14 a 20 % de benzocaína) producen analgesia de la mucosa,
hasta una profundidad de 2 mm, en uno o dos minutos tras su aplicación.
La analgesia suele durar 15 a 20 minutos. Los aerosoles o los ungüentos
que contienen 14% a 20% de benzocaína usados en forma recurrente
causan metahemoglobinemia, principalmente en el gato.

Analgesia por infiltración


La infiltración local es utilizada principalmente para extirpar nódulos en
piel o tejido subcutáneo, así como para reparar heridas superficiales.
Después de realizar la antisepsia de la piel, la infiltración de lidocaína al
2% (0.5 a 2 mL), utilizando agujas de los números 22 y 25, respectivamen-

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José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
te, desensibiliza la piel para extirpar nódulos pequeños o para la obten-
ción de biopsias. Con el fin de extirpar nódulos más grandes, o para el
tratamiento de heridas que requieran de un área de analgesia mayor, se
recomienda usar soluciones al 1%, que proporciona mayor volumen. El
bloqueo en forma de “V” invertida facilita la extirpación o reparación de
dichas lesiones. Para los nódulos subcutáneos que requieren de analgesia
en áreas más profundas, la infiltración de lidocaína puede hacerse en un
patrón rectangular o triangular que facilita la extirpación. El tamaño de
la lesión es una limitante para la utilización de analgésicos locales en el
gato, ya que se pueden presentar con mayor frecuencia efectos tóxicos;
por tanto, la dosis se calculará con cuidado con base en las recomenda-
ciones para su uso intravenoso.

Analgesia regional intravenosa o técnica de Bier


La analgesia regional intravenosa es útil para proporcionar analgesia has-
ta por dos horas en la porción distal de las extremidades del perro y del
gato. Un vendaje de compresión se aplica para disminuir el flujo sanguí-
neo de la extremidad. Posteriormente se coloca un torniquete de plásti-
co en la porción proximal del vendaje, este se retira y se administra una
solución de lidocaína (0.25 % a 0.5%), vía intravenosa, a dosis de 2.5 a 5.0
mg/kg a flujo lento y presión baja, utilizando la vena más accesible distal
al torniquete. La porción distal del miembro presenta analgesia en diez
minutos. Al retirar el torniquete puede mantenerse hasta por 90 minutos.
Una vez retirado el torniquete, la sensibilidad retorna en 15 minutos (Figs.
1, 2).

Figura 1. Vendaje de compresión .


109
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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

Figura 2. Analgesia regional intravenosa .

Bloqueo de nervios periféricos


El bloqueo selectivo de los plexos y nervios craneales genera analgesia de
corta duración y facilita el manejo anestésico de los perros y de los gatos,
que requieren de procedimientos quirúrgicos y dentales. La mayoría de
los nervios pueden ser bloqueados con lidocaína al 2 % o bupivacaína
al 0.5 % a dosis de 0.5 a 1.0 mL en el perro y de 0.1 a 0.3 mL en el gato,
utilizando agujas de los numeros 22 y 25, respectivamente. Siempre de-
berá utilizarse una técnica aséptica, la dosis se calculará cuidadosamente.
Antes de administrar el analgésico, se recomienda aspirar con el fin de
evitar la administración intravascular. A continuación se redescriben las
principales técnicas de bloqueo de los nervios periféricos.

Bloqueo del nervio infraorbitario


Éste se realiza palpando el foramen del mismo nombre, que se encuentra
rostral del canto medial del ojo, donde se inserta la aguja para proporcio-
nar analgesia en el labio superior, nariz y región dorsal de la cavidad nasal
(Figs. 3, 4).

110
José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
Figura 3. Bloqueo del nervio infraorbital .

Figura 4. Referencia anatómica .

Bloqueo del nervio mentoniano


Este bloqueo se utiliza para generar analgesia del labio inferior y se realiza
introduciendo el anestésico en el foramen mental, que se encuentra en
el aspecto lateral de la mandíbula, justo a nivel del borde caudal del se-
gundo premolar (Figs. 5, 6).

111
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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

Figura 5. Referencia anatómica .

Figura 6. Bloqueo del nervio mentoniano .

Bloqueo del nervio mandibular (técnica externa)


El bloqueo del nervio mandibular puede realizarse de forma interna o
externa. Para bloquear el nervio mandibular abordándolo externamente
se necesita ubicarlo y aislarlo, introduciendo un dedo en la boca del pa-
ciente; se le localiza como una banda fibrosa que corre paralela al borde
ventral de la mandíbula, mientras con la otra mano se administra el anal-

112
José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
gésico introduciendo la aguja en el aspecto ventromedial de la mandíbu-
la a nivel del ángulo mandibular; con lo anterior se promueve analgesia
ipsilateral de los dientes incisivos, caninos, premolares, molares, piel, mu-
cosa del mentón y el labio inferior. Con la técnica interna o intraoral se
ubica al nervio de la misma forma o se toma como referencia el borde
caudal del último molar (Figs, 7-10).

Técnica externa

Figura 7. Bloqueo del nervio .

Figura 8. Referencia anatómica


mandibular .
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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

Técnica interna

Figura 9. Referencia anatómica .

Figura10. Bloqueo del nervio mandibular .

Bloqueo intercostal y analgesia intrapleural


Este bloqueo es útil para proporcionar analgesia cuando existen lesiones
de la pared torácica, como fractura de costillas o para la colocación de un
dren intratorácico. En animales sometidos a toracotomía es posible ver el
nervio intercostal que corre en el borde caudal de la costilla con la rama

114
José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
ventral de la arteria intercostal y la vena. Se inserta la aguja en el borde
caudal de la costilla, cerca del foramen intervertebral, y se aspira para ase-
gurarse de no administrar el analgésico en un vaso sanguíneo (Fig. 11).
Para proporcionar una adecuada analgesia, es necesario bloquear el
sitio de lesión, así como dos nervios craneales y dos caudales al sitio de la
lesión. La bupivacaína al 0.5% recomendada es de 0.5 mL por nervio en
perros menores de 10 kg y de 1 mL en perros de mayor peso. Se puede
utilizar una combinación de lidocaína 1.5 mg/kg y bupivacaína 1.5 mg/kg
para asegurar un rápido inicio de acción y analgesia de 4 a 6 horas.
La analgesia intrapleural es una alternativa al bloqueo intercostal
que ofrece analgesia prolongada sin requerir múltiples inyecciones. Se
administra al perro 1.5 mg/kg de bupivacaína diluida en solución salina
(10 a 20 mL) a través del tubo torácico. Después se colocará al paciente
en decúbito lateral con el lado afectado hacia abajo, durante 15 a 20 mi-
nutos. Si el tubo torácico permanece por más de 12 horas, se continuará
con la terapia analgésica cada 6 a 12 hr. Para el gato se aplica una cuarta
parte de la dosis que se utiliza en el perro.

Figura 11. Bloqueo intercostal .

115
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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

Analgesia epidural
Esta técnica se realiza mediante administración única o continua colocan-
do un catéter epidural. Es utilizada en caso de fracturas de pelvis, fracturas
o amputación de miembros pélvicos, procedimientos en abdomen bajo,
región anal y perianal, aporta el beneficio de reducir los requerimientos
anestésicos y generar analgesia posquirúrgica. Este procedimiento debe
realizarse bajo tranquilización o anestesia, se contraindica en casos de
septicemia, coagulopatías, trauma en región lumbosacra e infección de la
piel a ese nivel. La técnica consiste en introducir una aguja espinal (calibre
20-22 para perros grandes) , hipodérmica (calibre 25 en pacientes peque-
ños) o de Tuohy (calibre 18-20 para realizar analgesia epidural continua)
en el espacio lumbosacro, perpendicular a la piel y en la línea media, con
el paciente colocado en decúbito dorsal o lateral, introduciéndola lenta-
mente hasta vencer la resistencia generada por el ligamento amarillo, si
aparece sangre se debe retirar la aguja e intentarlo nuevamente; la pre-
sencia de líquido cefalorraquídeo indica que la aguja se encuentra en el
espacio subaracnoideo, ello hará necesario reducir la dosis del analgésico
local en 50% a 60%, no así de los narcóticos, logrando así un bloqueo
subaracnoideo (Figs. 13, 14).
Para confirmar que la aguja se encuentra en el espacio epidural, se
inyecta 1 mL. de solución salina o aire, debiendo existir un paso libre; la
prueba de colocar una gota de solución sobre la aguja y que aquella sea
aspirada por la presión negativa del espacio epidural no es del todo con-
fiable en animales pequeños. Al administrar el analgésico, se debe elevar
la cabeza del paciente durante 10 min, luego se mantendra a éste en
recumbencia dorsal durante 20 min, logrando así un efecto bilateral. Si
lo que se desea es analgesia unilateral, el paciente permanecerá sobre el
lado afectado por el mismo tiempo. Los analgésicos locales útiles en esta
técnica son: lidocaína y bupivacaína, agonistas alfa 2 adrenérgicos, como
la xilacina; y opioides, como la morfina.

116
José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
Figura 13. Referencia anatómica .

Figura 14. Bloqueo epidural .

Bloqueo del plexo braquial


Esta técnica, bloquea los nervios radial, mediano, ulnar, musculocutáneo y
axilar, puede realizarse a ciegas con un 50% de éxito o mediante un loca-
lizador nervioso. Se utiliza para proporcionar analgesia desde el codo a la
punta de los dedos. Consiste en administrar el analgésico mediante una
aguja espinal, medial a la articulación del hombro, avanzando lentamente
a nivel de la primera costilla, y en dirección paralela a la columna vertebral.
Debe evitarse la posibilidad de entrar al tórax, ya que se ocasionaría neu-
motórax. Se realiza aspiración para evitar la administración inadvertida en
un vaso sanguíneo y se administra lentamente el analgésico al tiempo que
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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

se retira la aguja. Posteriormente se reintroduce dos veces más, dirigiéndo-


la 30 grados dorsal y 30 grados ventral, luego se retira la aguja mientras se
administra lidocaína al 2% a dosis de 1.5 mg/kg o bupivacaína al 0.5% a la
misma dosis. Se proporciona analgesia durante120 minutos y de 180-300
minutos, respectivamente (Fig. 14).

Figura 14. Bloqueo del plexo braquial .

Analgesia intraarticular
Se utiliza en forma prequirúrgica, posquirúrgica o para facilitar el diagnós-
tico de ciertas enfermedades ortopédicas. Es común que se aplique en la
rodilla, introduciendo la aguja lateral al ligamento patelar e inyectando
lidocaína 1 a 2 mg/kg, bupivacaína 1-2 mg/ kg o morfina 0.1 mg/kg (Fig.
15).

Figura 15. Administración de analgésico en la articulación de la rodilla .


118
José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
Bloqueo del nervio radial y ulnar
Esta técnica es utilizada en casos del desgarre en gatos, amputación de
dedos o cualquier procedimiento entre la articulación del carpo y la pun-
ta de los dedos. Se utilizan agujas hipodérmicas del número 25 y una
combinación de lidocaína 1.5 mg/kg + bupivacaína 1.5 mg/kg. La dosis
puede diluirse en solución salina cuando se requiere de un mayor volu-
men. La aguja se inserta en el aspecto distal al carpo y en el aspecto me-
dial-proximal del metacarpo. Se administra la combinación de analgési-
cos locales hasta generar un ligero abultamiento subcutáneo. El bloqueo
se completa administrando el analgésico en zona palmar, por debajo de
la depresión existente del carpo accesorio (Fig. 16).

Figura 16. Bloqueo del nervio radial .

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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

V. componentes De la máquina
De anestesia

Se denomina genéricamente mesa, máquina, aparato o equipo de anes-


tesia, al conjunto de elementos que sirven para administrar los gases me-
dicinales y anestésicos al paciente durante la anestesia, tanto en ventila-
ción espontánea como controlada. Sin embargo, hoy día podemos hablar
de estaciones de trabajo de anestesia que incluyen, junto a la máquina de
anestesia, el monitoreo asociado, ventiladores y sistemas de alarma y pro-
tección. Aunque existen diferentes máquinas de anestesia, se distingue
una estructura común, consta de:
Z Sistema de aporte de gases frescos.
Z Circuito anestésico.
Z Ventilador.

Aporte de gases frescos


El sistema de gases frescos comprende desde la llegada de éstos al apa-
rato de anestesia hasta el circuito anestésico. El aparato de anestesia re-
cibe el gas comprimido desde una fuente de suministro. Por medio de
caudalímetros o flujómetros crea una mezcla de gas y composición co-
nocida. Ésta pasa a través de un vaporizador, donde incorpora un porcen-
taje exacto de agente anestésico, que es transportado hacia el circuito

120
José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
anestésico. Por tanto, el sistema de aporte de gases está compuesto por
la fuente de alimentación de gases, los caudalímetros o flujómetros y los
vaporizadores, cuya finalidad es generar el flujo de gas fresco.
Llamamos flujo de gas fresco (FGF) al volumen-minuto de gas final
que se aporta al circuito anestésico y que todavía no ha sido utilizado
por el paciente; habitualmente es una mezcla de oxígeno (O ), óxido ni-2

troso (N O), aire medicinal y vapor anestésico. Al gas que atraviesa el va-
2

porizador para ser enriquecido con vapor anestésico se le denomina “gas


vector”.

Fuente de alimentación de gases


Los tanques de oxígeno que comúnmente se usan en la anestesia vete-
rinaria son: tipo “E”, contienen 700 litros de oxígeno; y tipo “H”, contienen
7000 litros. Como medida de seguridad cada tanque se encuentra codifi-
cado por un color: verde para el oxígeno, azul para el óxido nitroso y ama-
rillo para el aire medicinal. Los tanques no deben estar cerca de materia-
les inflamables y deben asegurarse de manera correcta. Es indispensable
almacenarlos en lugares bien ventilados, secos, limpios y construidos con
materiales resistentes al fuego. Por lo general, las máquinas de anestesia
se equipan para adaptar tanques tipo “E”, con la finalidad de ocuparlos
como reserva, en ausencia de alimentación central o si ésta fallara. En
estos casos, los tanques o salvas están marcados según su código de co-
lor, conectadas al equipo con un cierre hermético, que asegura un flujo
unidireccional de gas al interior de la máquina de anestesia.
Cada conexión posee un sistema de seguridad de tipo Pin Index
System (PIS) que elimina la posibilidad de colocar un tanque equivoca-
do. Para el caso de que los aparatos no cuenten con tanques de reserva,
se recomienda tener en el quirófano un tanque tipo “H”, que alimente al
aparato de anestesia (Fig. 1).

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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

Figura 1. Figura que muestra el sistema de seguridad Pin Index


System (PIS); los orificios 2 y 5 son utilizados para el oxígeno
y los 3 y 5 para el óxido nitroso . (Tomado del Veterinary
Anesthesia . Thurmon JC ., Tranquilli JW ., Benson, JG .)

Flujómetros
La proporción de oxígeno, óxido nitroso y otros gases medicinales ad-
ministrados por el aparato de anestesia, así como el volumen-minuto
(flujo) de esta mezcla de gases, son ajustados por medio del flujómetro.
Actualmente se utilizan tres tipos de éstos: de paleta o carrete, flotador y
electrónicos. Estos últimos muestran una escala de la velocidad de flujo,
en mililitros o litros-minuto, en un Tubo de Torpe, transparente; en su in-
terior flota un indicador móvil (flotador), cuya superficie refleja la escala y
la cantidad de flujo que pasa a través de él. Algunos flujómetros poseen
cilindros dobles, uno para flujos en mililitros y otro para flujos altos de 1 a
15 litros minuto. Éstos siempre cuentan con un código de color, así como
con la impresión de la fórmula química de cada gas (Figs. 2, 3)

122
José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
Figura 2. Flujómetros de paleta o carrete de dos columnas .

Figura 3. Flujómetro digital que muestra un flujo de 8 litros


minuto (Julian Dragar) .

Vaporizadores
Constituye el sistema que propicia que el agente anestésico líquido se
trasforme en los volúmenes precisos y controlables de vapor anestésico.
De manera general, podemos describir un vaporizador como una cámara
en la cual un gas vector es saturado con un agente volátil. La vaporización
de una sustancia líquida a una fase de vapor depende de una serie de

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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

factores, como la presión de vapor, calor latente de vaporización, calor


especifico, temperatura, presión atmosférica, conducción térmica. Los
vaporizadores modernos han incorporado mecanismos de control de di-
chas variables para ofrecer a su salida una concentración controlada de
vapor anestésico. La cantidad de vapor liberado se expresa en volúmenes
por 100; o sea, número de volúmenes de vapor en relación con un total
de 100 unidades del volumen de la mezcla gaseosa.
De las diversas clasificaciones, la de Dorsch y Dorsch es la más uti-
lizada. Según el método de vaporización, podemos distinguir entre va-
porizadores de burbujeo (ya anacrónicos), de arrastre, de inyección, de
inyección de vapor y de pulverización. Según el método para regular la
concentración de salida del anestésico, se clasifican en vaporizadores de
cortocircuito variable (by-pass variable) y en vaporizadores de flujo de va-
por controlado (Fig. 4).
Pueden o no tener compensación térmica (mecanismo que ayuda
a mantener una concentración de salida del vaporizador constante en
un margen amplio de temperaturas); pueden estar diseñados para con-
tener un agente inhalatorio específico, o no ser específicos. Por último,
podemos clasificarlos por su localización en el circuito, fuera o dentro del
circuito anestésico.

Figura 4. Esquema de vaporizador de cortocircuito variable . El


mando R corresponde al dial, el cual varía la resistencia al flujo
que va al vaporizador . VT: flujo total de gas fresco . Vv: flujo de la
cámara del vaporizador . Vc: Flujo a través del corto circuito . Cv:
Concentración de anestésico en la cámara del vaporizador . Cc:
Concentración en el cortocircuito . Cx: Concentración a la salida .

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José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
Figura 5. Vaporizador para desflurano Tec 6,
que funciona eléctricamente .

Bolsa reservoria
Constituye un reservorio cuya capacidad debe ser, al menos, equivalente
al volumen corriente, sin distenderse más allá de su capacidad nominal.
Recoge el flujo de gas fresco que penetra en el circuito anestésico, para
ser impulsado al paciente por compresión manual o ser inspirado por
este último durante la ventilación espontánea.
En los circuitos circulares, la bolsa recoge, además, una fracción más
o menos importante de los gases espirados, que se mezclan con el gas
fresco antes de llegar de nuevo al paciente. Por tanto, sirve para asistir o
controlar la ventilación manual y permite la ventilación espontánea. Es
muy útil observar sus movimientos, como medio de supervisión de la
ventilación espontánea. La bolsa se caracteriza por su gran compliancia
o elasticidad, lo que permite aumentar mucho su volumen sin aumentar
la presión en el circuito, proporcionando mayor seguridad contra el baro-
traumatismo pulmonar (Fig. 6).

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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

Figura 6. Bolsa reservoria de 2 .3 litros .

Válvulas
Válvula APL (Adjustable Pressure Limiting Valve)
También conocida como válvula de escape regulable, de Heidbrink, de
Waters, de sobrepresión, de sobreflujo, válvula pop-off o válvula espirato-
ria. Está destinada a dejar pasar a la atmósfera la totalidad o una parte del
gas espirado. Se abre cierta presión, regulable entre 0.5 y 80 cmH2O; por
tanto, deja salir el gas cuando la presión en el circuito sobrepasa dicho
valor. Durante la ventilación espontánea, la válvula, se deja abierta, mien-
tras que en la ventilación controlada manualmente, se ajusta y permite
una adecuada presión positiva sin sobrepasar la presión del circuito (Figs.
7, 8).

126
José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
Figuras 7- 8. Se observan dos diferentes válvulas de
sobrepresión o APL .

Válvulas unidireccionales
Las válvulas unidireccionales son, genéricamente, las que dirigen el gas
al paciente. En las máquinas de anestesia con circuito circular, tienen la
función de asegurar el sentido circular (unidireccional) de los gases. Con
este fin, se utilizan dos válvulas, una al inicio y otra al final de la rama
espiratoria, en ambos casos. Tienen movimiento pasivo, abriéndose o ce-
rrándose por efecto de la presión del circuito. Las comúnmente utilizadas
son las de cúpula, con disco móvil de plástico o de metal, pues ejercen
una baja resistencia al flujo de gas y presentan baja presión de apertura.
No obstante, una válvula espiratoria húmeda puede aumentar mucho la
resistencia.

Absorbentes de dióxido de carbono


La cal sodada y la cal baritada son los absorbentes de CO2 que actual-
mente se ocupan en los circuitos circulares. La cal sodada está compuesta
por hidróxido cálcico en 80%; hidróxido sódico, 4%; e hidróxido potásico,
1%. En el caso de la cal baritada, se sustituye el hidróxido sódico por el
hidróxido de bario. Es indispensable que contengan en su superficie un
porcentaje de 14 a 18 mL de agua para el proceso de absorción.

127
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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

A estos gránulos que miden de 3 a 6mm. de diámetro se les añaden


pequeñas cantidades de silicatos que confieren dureza a los gránulos y
evitan la formación de polvo.
La reacción se inicia al entrar en contacto con el CO2, formando ácido
carbónico que se disocia:
CO2 + H2O  CO2H2  H+ + HCO3
El ácido carbónico así disociado reacciona rápidamente con el hi-
dróxido sódico y potásico disociado:
2Na+ + 2OH + 2H+ +CO3-  CO3Na2 + 2H2O
El carbonato sódico formado entra en contacto con el hidróxido cál-
cico y produce carbonato cálcico:

2Na+ + CO3- +Ca++ + 2OH  CO3Ca + 2NaOH


Esta reacción es exotérmica y conlleva la regeneración del hidróxido
sódico y potásico, así como la formación de agua.
Por tanto, los gases que atraviesan el absorbente salen desprovistos
de CO2 y acondicionados (calientes y húmedos) para llegar al paciente. En
teoría, la capacidad de absorción es de 260 litros de CO2 por cada kg de
cal sodada, pero en la práctica es de sólo 120 litros por cada kg de cal. Para
conocer el grado de consumo del absorbente, se incorpora a los gránulos
un indicador (etil violeta) que cambia de color progresivamente a medida
que se agota la capacidad de absorción de CO2 (Fig. 9).
Se destaca que el viraje indica el agotamiento de la cal, no el por-
centaje de CO2 que atraviesa sin ser absorbido. Además, no es comple-
tamente fiable, ya que se degrada por lo rayos ultravioleta, perdiendo
la capacidad de viraje. Sólo la detección con el capnógrafo es signo in-
equívoco de agotamiento de la cal. La degradación del sevoflurano por
bases fuertes (hidróxido de potasio e hidróxido de sodio), presentes en
los absorbentes de CO2 tradicionales, degradan al sevoflurano a fluoro-
metil-2, 2-difluro-1-(trifluorometil) vinil éter (CF2=C(CF3)–O–CH2F), cono-
cido como compuesto A, el cual ha demostrado ser nefrotóxico en ratas.
Sin embargo, la anestesia con sevoflurano utilizando circuitos circulares
no ha demostrado ocasionar alteraciones en el funcionamiento renal en
pacientes sanos.

128
José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
El compuesto A es un alqueno que se forma por la extracción de
un protón ácido del sevoflurano, al entrar en contacto con los absorben-
tes de CO2. El desflurano, el isoflurano y el enflurano son degradados a
monóxido de carbono (MC) al entrar en contacto con absorbentes de
CO2 deshidratados o parcialmente deshidratados. El hidróxido de potasio
y el hidróxido de sodio poseen la propiedad de remover un protón lábil
de la molécula de los anestésicos inhalatorios, haciéndolos susceptibles
a degradación. Debido a esto se han desarrollado nuevos absorbentes
de CO2, que modifican cantidades u omiten las bases fuertes que pro-
mueven la degradación de los anestésicos inhalatorios.

Figura 9. Depósito de cal sodada (cánister), donde


se observa el cambio de color de blanco a violeta,
al empezar a saturarse el absorbente de CO2 .

Debido a que la degradación es mayor con el hidróxido de potasio


que con el hidróxido de sodio, la reducción en el contenido de hidróxi-
do de potasio ha sido el principal objetivo en el desarrollo de nuevos
absorbentes de CO2. Drägersorb 800 Plus®, Medisorb® y Spherasorb® no
contienen hidróxido de potasio ni de calcio, pero sí hidróxido de sodio,
hidróxido de calcio y agua. Amsorb® no contiene hidróxido de potasio
ni hidróxido de sodio, éstos son reemplazados con 70% de hidróxido de
calcio (CaOH2) y 0.7% de cloruro de calcio (CaCl2).

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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

Circuitos anestésicos
Los circuitos anestésicos permiten conducir la mezcla de gas fresco hacia
el sistema respiratorio del paciente y evacuar los gases espirados o, en
su caso, recuperarlos para readministrarlos de nuevo. Existen numerosos
circuitos que pueden ser agrupados desde un enfoque funcional o desde
un punto de vista técnico. Según el flujo de gas fresco (FGF) utilizado,
Couto da Silva, Aldrete y Orkin los clasifican en cerrados, semicerrados,
semiabiertos o abiertos. El circuito de bajos flujos en donde el FGF tuviera
de 25 a 60 mL por kg. Se hablará de flujos intermedios en los rangos de
FGF que van de 60 a 150 mL por kg, y de flujos altos en FGF superiores a
150 mL por kg. No obstante, esta clasificación, como todas las basadas en
la magnitud del FGF utilizado, hace referencia exclusivamente al modo
de utilización clínica de los circuitos circulares, con reinhalación parcial
o total del gas espirado y con absorbente de bióxido de carbono (CO2),
excluyendo al resto de los circuitos.
Por otro lado, con base en el hecho clínico de la presencia o no de
absorbentes de CO2, existen tres grandes categorías de circuitos anesté-
sicos: los circuitos sin reinhalación, los circuitos con reinhalación que no
cuentan con absorbentes de CO2 y los circuitos con reinhalación, con ab-
sorbentes de CO2, haciendo énfasis en los de mayor aplicación clínica.

Circuitos con reinhalación de gases


espirados y absorción de CO2
Entre los circuitos con absorbente de CO2 que permiten la reutilización
de los gases espirados está el de vaivén o to and fro de flujo bidireccio-
nal, descrito por Waters, en 1923, actualmente fuera de uso. A pesar de
ser simple, tenía el riesgo de aumentar la temperatura del paciente y de
introducir polvo de cal sodada en la vía aérea; además, era incómodo por
su peso y su proximidad a la cabeza del paciente.

Flujo de gas fresco para los sistemas


de respiración circular
El flujo de gas fresco apropiado para el circuito circular es controvertido.
Los términos cerrado, bajo flujo, y semicerrado se refieren a la entrada de
gas fresco, según las necesidades metabólicas del paciente.

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José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
Esto último no denota alguna diferencia estructural en los sistemas
de respiración, y no se relacionan de ninguna manera con la posición
válvula de sobrepresión (abierta o cerrada).
Z Sistema circular cerrado
El sistema circular cerrado es una forma de realizar anestesia de bajos
flujos, donde el consumo del FGF (O2 y gas anestésico) es igual al
consumo del paciente. El consumo de oxígeno y la tasa metabólica
están influenciados por el peso, superficie corporal en m2, tempera-
tura, estado de conciencia y tipo de anestésico. Aunque el consumo
de O2 es utilizado como guía para establecer el FGF en los circuitos
circulares, es necesario asegurar un mínimo de flujo para el buen
funcionamiento del vaporizador.
Los vaporizadores de cortocircuito variable pueden proporcio-
nar concentraciones inadecuadas de anestésico ante bajos flujos de
gas fresco. Sin embargo, no existe un estándar para determinar el
mínimo de FGF necesario que garantice concentraciones exactas de
gas (Cuadro 1)

FlUjo de oxígeno AUtor

11 ml/kg/min Hartsfield
4.4 – 11 ml/kg/min Muir y Hubell
4 – 7 ml/kg/min Wagner y Bednarski
4.4 – 6.6 ml/kg/min Muir y Hubbell

Cuadro 1. Flujo de O2 recomendado para los sistemas


de respiración circular cerrados en anestesia veterinaria .

Por lo general, el óxido nitroso (N2O) no es utilizado en circuitos


de respiración cerrados, debido a la posibilidad de que se generen
concentraciones hipóxicas de gas. Si se utiliza N2O en circuitos circu-
lares, debe realizarse el monitoreo de la fracción inspirada de oxíge-
no (FIO2).
En los circuitos circulares, la desnitrogenización del sistema, va-
ciando la bolsa reservoria a través de la válvula de sobrepresión o
APL, y el rellenado a el sistema con gas fresco, debe realizarse de

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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

dos a cuatro veces durante los primeros 15 minutos de anestesia,


con el objetivo de evitar que el nitrógeno exhalado disminuya la
concentración de O2 en el sistema. Los circuitos circulares dependen
de la absorción química de CO2, por lo que la calidad del absorben-
te debe evaluarse antes de cada uso. Por lo general, el monitoreo
de la concentración inspirada de CO2 debe garantizar un adecuado
funcionamiento del absorbente. Los sistemas circulares disminuyen
los costos de anestesia, retienen calor y humedad y generan menor
contaminación del quirófano.
Z Sistema circular de bajo flujo
La anestesia de bajos flujos es aquella en que el flujo de O2 es mayor
al consumo de O2 del paciente, de 4 a 7 mL/kg/min y menor a 22
mL/kg/min, ya que este flujo sólo se usa en los sistemas circulares
semicerrados. La ventaja de este tipo de sistemas es similar en los sis-
temas cerrados en donde disminuyen los costos, la contaminación y
se conservan calor y humedad.
La principal desventaja se relaciona con una inadecuada libe-
ración en la concentración de anestésico cuando se utilizan vapo-
rizadores de cortocircuito variable; en la inducción con mascarilla,
así como en el periodo de transición de inducción con anestésicos
endovenosos, para continuar con el mantenimiento de anestesia
inhalatoria. Para solucionar este problema, se sugiere la utilización
de flujos altos durante los primeros 15 a 30 minutos de anestesia,
seguidos de un cambio a bajos flujos, después de que la captación
de anestésico ha disminuido por parte del paciente. Los cambios en
la profundidad anestésica son lentos con flujos bajos de gas fresco.
En este caso conviene aumentar el flujo de gas fresco, hasta alcanzar
la concentración requerida.
Z Sistemas circulares semicerrados
Éstos emplean una entrada de FGF superior a la captación de anes-
tésico y oxígeno del paciente; tradicionalmente oscilan entre 22 y 44
mL/kg/min. El gas en exceso es eliminado por la válvula de sobre-
presión. La velocidad exacta del flujo depende de la preferencia del
anestesiólogo; tres veces el consumo de oxígeno es lo común. Por
ejemplo, si el consumo de oxígeno fuera de 7 mL/kg/min el flujo de

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capítulo 3 w anestesia
gas fresco sería de 21 mL/kg/min. El empleo de N2O aumenta las ne-
cesidades de FGF total. Para el N2O al 50%, tanto el flujo de oxígeno
como de N2O serían iguales a 21 mL/kg/min (el flujo de gas fresco
total sería de 42 mL/kg/min). Para el circuito circular semicerrado, la
acumulación de nitrógeno no es significativa porque el nitrógeno
se elimina a través de la válvula de sobrepresión. El N2O puede utili-
zarse de forma segura, y la concentración de anestésico inspirado se
cambia rápidamente. La dependencia de un absorbente de CO2 es
menor porque éste es eliminado parcialmente a través de la válvu-
la de sobrepresión. Este sistema retiene menor cantidad de calor y
humedad y disminuye menos los costos de anestesia, si se compara
con las técnicas de flujos bajos.
Z Sistema de vaivén o to and fro
El sistema de vaivén o to and fro es un sistema de reinhalación, me-
nos popular que el circuito circular y el de Maplesson. Áquel con-
tiene absorbente de CO2, localizado entre el tubo endotraqueal y
la bolsa reservoria. La válvula de sobrepresión y la entrada de gas
fresco están ubicados entre el cánister y el conector del tubo endo-
traqueal (Figura 9). Este sistema puede ser utilizado para pequeños
y grandes animales con el cánister adecuado. El gas fresco pasa a
través del cánister durante la ventilación. El flujo de gas fresco pue-
de seleccionarse con base en los mismos principios que el circuito
circular. A bajos flujos, el consumo de oxígeno se aproxima a los del
paciente, la remoción de CO2 depende de la absorción química. Con
flujos altos el CO2 es eliminado a través de la válvula de sobrepresión.
La portabilidad, simplicidad y fácil desmontaje para su limpieza son
ventajas del sistema de vaivén. Las desventajas se relacionan con la
posición del sistema, en donde el cánister se encuentra muy cercano
a la cabeza del paciente. El calor producido durante la absorción de
CO2 puede transferirse al paciente durante la inspiración predispo-
niéndolo a un aumento de la temperatura corporal; la cercanía del
cánister aumenta la posibilidad por contaminación de la vía aérea
con polvo del absorbente de CO2 (Figura 10).
La posición horizontal del cánister es poco deseable en compa-
ración con la posición vertical de los sistemas circulares. Al igual que

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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

en los sistemas circulares, la desnitrogenización durante las fases ini-


ciales de la anestesia es importante cuando se utilizan flujos bajos
de gas fresco.

Figura 10. Sistema de vaivén ο to and fro (Tomado del Veterinary


Anesthesia . Thurmon JC ., Tranquilli JW ., Benson, JG)

Circuito de reinhalación universal F


Es un opción relativamente nueva, que remplaza a la pieza en “Y” estándar
y a los tubos de respiración, inspiratorio y espiratorio, tradicionales del
circuito circular. Este sistema consta de un tubo corrugado que lleva en su
interior el tubo de gas fresco inspiratorio, que posee un diámetro interno
de 15 mm. El tubo espiratorio tiene un diámetro interno de 25 mm. El
fabricante indica que este circuito puede ser utilizado en pacientes con
peso de hasta 136 kg. Este sistema aporta los beneficios del sistema Bain,
con la diferencia de utilizar bajos flujos, ya que se utiliza con absorbente
de CO2 (Figura 11).

A
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capítulo 3 w anestesia
B

Figura 11. Sistema universal F . A Se observa la rama inspiratoria


por dentro del tubo corrugado, que utiliza absorbente de CO2 . B
Sustitución de la pieza en “Y”, y de fácil manejo .

Características de los sistemas circulares


El circuito circular con flujo unidireccional, en la actualidad es ampliamen-
te utilizado como circuito principal en las máquinas de anestesia. Se de-
nomina así porque sus componentes están dispuestos de forma circular
(Figura 12).

Figura 12. Sistema de respiración circular; se observan las


válvulas unidireccionales (rama inspiratoria y rama espiratoria),
cánister de cal sodada y bolsa reservoria .
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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

Este circuito evita la reinhalación de anhídrido carbónico, mediante


su absorción a través de la cal sodada, pero permite la reinhalación parcial
del resto de los gases espirados, reponiendo el oxígeno y los anestésicos
consumidos, con un bajo flujo de gas fresco (FGF). Es el más completo
y de mayor diversidad de aplicaciones, puesto que permite seleccionar
cualquier nivel de FGF. Su desarrollo se vio impulsado por la aparición
de anestésicos inhalatorios más caros e inflamables (ciclopropano), las
correspondientes ventajas económicas, y reducción en la contaminación
del quirófano, derivada del uso de flujos bajos.
Los componentes que lo integran son: 1) Entrada de gas fresco; 2)
válvulas unidireccionales inspiratoria y espiratoria; 3) tubos corrugados
inspiratorio y espiratorio 4) conector en “Y”; 5) bolsa reservorio; 6) reci-
piente del absorbedor de anhídrido carbónico y 7) válvula APL de sobre-
presión o sobreflujo.

Ventajas y desventajas de los circuitos circulares


Ventajas
1. Economía. La anestesia inhalatoria es más barata cuando se utilizan
flujos bajos en los circuitos circulares, esto se debe a la reducción en
el consumo de halogenados, oxígeno y óxido nitroso.
2. Contaminación en quirófano y daño al ambiente. La utilización
de flujos bajos y de circuitos circulares reduce de manera importante
la contaminación del quirófano y del ambiente, ocasionada por los
anestésicos halogenados y el óxido nitroso. No obstante, el riesgo de
contaminación del quirófano por la utilización de flujos altos debería
quedar reducido con el uso de los sistemas de anticontaminación,
fácilmente adaptables a los ventiladores y aparatos de anestesia. La
reducción de la contaminación ambiental debe basarse en anesté-
sicos que no dañen la capa de ozono (sevoflurano y desflurano) y la
sustitución de óxido nitroso (N2O) por xenón.
3. Humidificación y calentamiento de los gases inspirados. Este
beneficio sólo se consigue con el uso de flujos bajos y en anestesias
de larga duración, ya que las pérdidas calóricas por vía respiratoria
no superan las 15 kcal/hora, o sea, 10% de las pérdidas totales.

136
José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
Desventajas
1. Complejidad. La aplicación de la anestesia de bajos flujos conlleva
ciertas consideraciones:
Z Lentitud en producir cambios o ajustes en el FGF.
Z Cuando el flujo de gas fresco se acerca a la captación, la cons-
tante de tiempo tiende al infinito y los cambios en la composi-
ción de gas en el circuito se producen lentamente.
Z Dilución del FGF con el gas reinhalado. Las diferentes captacio-
nes de gases por el organismo producen variación de la com-
posición del gas en el circuito y pueden reducir la concentra-
ción de oxígeno, sobre todo con FGF bajo.
2. Necesidad de un elevado nivel de monitoreo de las medidas de
fracción inspirada de oxígeno FIO2, y del volumen corriente (VC),
así como de la concentración de anestésicos, ya que no existe una
correlación lineal entre la fracción inspirada (Fi) y espirada (Fet) de
halogenado.
3. Otros inconvenientes son:
Z Complejidad en su diseño, ya que cuentan con diez conexio-
nes, las cuales predisponen a fugas y desconexión.
Z Necesidad de cambiar la cal sodada y lavar el cánister, para evi-
tar que la acumulación de polvo reste hermeticidad.
Z El riesgo de transmisión de infecciones respiratorias, aunque la
acción bactericida de la cal sodada (medio alcalino y tempera-
turas de hasta 60 ºC) hace improbable este efecto.
Z Acumulación de sustancias indeseables, como ácido carbónico
(en fumadores) o acetona, mercaptanos, alcohol y metano (en
casos de coma diabético, coma hepático, intoxicación etílica y
obstrucción intestinal, respectivamente). Este riesgo obliga a la
purga periódica del circuito con flujos bajos.

Sistemas de no reinhalación y sin absorción


de bióxido de carbono
Debido a la poca resistencia que se produce con este tipo de sistemas, és-
tos se han empleado para proporcionar anestesia en pacientes pequeños
o en aquellos que se mantendrán en respiración espontánea.
137
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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

Sistema Maplesson
Este sistema no utiliza absorbente de CO2, y depende de manera primaria
de un flujo alto de gas fresco, el cual diluye el CO2 espirado.
A bajos flujos, puede generar reinhalación de los gases espirados,
por lo que algunos autores no lo consideran como sistema de no rein-
halación. Este sistema es simple, fácil de limpiar y esterilizar, ligero y com-
pacto. Su principal desventaja consiste en que requiere de flujos altos de
gas fresco, con el objetivo de evitar la reinhalación de CO2, lo cual oca-
siona que los gastos anestésicos sean mayores y haya predisposición a
desarrollar hipotermia y resequedad de la vía aérea (Figura 13).

Figura 13. Muestra los diferentes tipos de sistemas de


respiración Maplesson . (Tomado del Veterinary Anesthesia .
Thurmon JC ., Tranquilli JW ., Benson, JG)

138
José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
tIpo entrAdA loCAlIzACIÓn exIstenCIA tUbo ejeMplo
de gAs de lA de lA bolsA CorrUgAdo del
FresCo válvUlA de de reservA sIsteMA
sobrepresIÓn
A Cercano a Cercana al Sí Sí Magill
la bolsa de paciente
reserva
B Cercano al Cercana al Sí No *
paciente paciente
C Cercano al Lejos del Sí Sí *
paciente paciente
D Cercano al Lejos del Sí Sí *
paciente paciente**
MD*** Cercano al Lejos del Sí Sí Bain
paciente paciente
E Cercano al Lejos del No Sí Pieza
paciente paciente en T
F Cercano al Lejos del Sí Sí Jackson-
paciente paciente** Rees

Cuadro 2. Características de los sistemas de respiración tipo Maplesson .


* Comúnmente no utilizados en la medicina veterinaria.
** La válvula de sobrepresión se localiza entre la bolsa reservoria y el tubo corru-
gado.
*** Sistema Maplesson D modificado.

Sistema de Magill
Es un circuito Maplesson A, se caracteriza por una entrada de gas fresco
cercana a la bolsa reservoria y una válvula de sobrepresión entre el tubo
corrugado y el tubo endotraqueal. Debido a la localización de la válvula,
es un sistema incómodo durante la ventilación controlada.

Sistema Bain
Es un circuito Maplesson D, modificado y diseñado con un tubo corru-
gado, en su interior tiene el tubo de gas fresco. El tubo corrugado trans-
porta el gas espirado desde el paciente hasta la bolsa reservoria, y de ahí
a la válvula de sobrepresión, la cual deja escapar el gas hacia el exterior.
Durante la ventilación espontánea se recomienda un flujo de oxígeno de

139
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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

200 a 300 mL/kg/min en personas y de 100 a 150 mL/kg/min en animales.


Algunos autores han sugerido 200 mL/kg/min para animales menores a 7
kg. La mayoría de los estudios recomiendan flujos de gas fresco de 1.5 a 3
veces el volumen minuto (Figura 14).

Figura 14. Sistema Bain (Ver válvula respiratoria) .

Cámaras de inducción
Son utilizadas para dar complemento de oxígeno e inducir animales pe-
queños. La principal ventaja es que pueden evitar el contacto físico; son
eficaces con gatos agresivos y animales de laboratorio, salvajes o exóticos.
Por lo general, se fabrican con plástico transparente, lo que permite ob-
servar a los animales durante la inducción. La principal desventaja es la
imposibilidad de monitorear al paciente durante la inducción, así como
de inducción con excitación (Figura 15).

Figura 15. Cámara de inducción utilizada


para proporcionar terapia de oxígeno .

140
José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
Mascarillas
Se emplean principalmente para realizar la inducción en pacientes dé-
biles, tranquilizados o sedados. También se usan con frecuencia durante
la recuperación, con el objetivo de proporcionar soporte de oxígeno en
pacientes que no toleran el tubo endotraqueal.
Los pacientes nerviosos, poco cooperadores o que manifiestan difi-
cultad respiratoria no son candidatos para la inducción con mascarilla.

141
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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

Vi. anestesia inhalatoria


La anestesia inhalatoria se empezó a utilizar hace aproximadamente 150
años. Este tipo de anestesia es única, debido a que su vía de administra-
ción y eliminación se lleva a cabo a través de los pulmones. Es necesario
el uso de aparatos especiales para su aplicación. El equipo debe incluir:
fuente de oxígeno, sistemas de respiración (tubuladuras, tubo endotra-
queal, mascarilla), absorbentes de bióxido de carbono, vaporizador y bol-
sa reservoria. Su principal ventaja consiste en controlar en forma rápida la
profundidad anestésica, así como mejorar la ventilación.

Agentes AnestésICos
Mayor uso Halotano
Isofluorano
Menor uso Enfluorano
Oxido nitroso
Agentes nuevos Sevofluorano
Desfluorano
Xenón
Interés histórico Metoxifluorano
Cloroformo
Ciclopropano
Éter

142
José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
Características fisicoquímicas
La estructura química de los anestésicos inhalados y sus propiedades fí-
sicas son determinantes para su mecanismo de acción y la seguridad de
administración. Las características fisicoquímicas determinan e influyen
en las consideraciones prácticas, como la forma de administración (por
ejemplo, gas o líquido), resistencia de la molécula a la degradación por
factores físicos (exposición a la luz o calor) y estabilidad al entrar en con-
tacto con otros materiales (metal, plástico, cal sodada).

Características químicas
Todos los anestésicos inhalatorios contemporáneos son compuestos or-
gánicos, excepto el óxido nitroso (N2O). Estos agentes pueden ser clasifica-
dos como hidrocarburos alifáticos o éteres. El halotano es un hidrocarburo
saturado alifático y halogenado. Se comenzó a usar a principios de 1950;
sin embargo, se observó que la presencia simultánea de halotano y cate-
colaminas incrementa la probabilidad de aparición de arritmias cardiacas.
El halotano es susceptible a la descomposición; por tanto, es almacenado
en botellas de color ámbar y se le añade timol como conservador.

Características físicas
La anestesia inhalada consiste en el transporte de un anestésico desde
un contenedor (vaporizador), hasta sitios específicos del sistema nervioso
central. Durante ese proceso, el agente debe ser diluido para una concen-
tración apropiada y aportado al sistema respiratorio en una mezcla de gas
que contenga la suficiente cantidad de O2. Esta cadena de eventos se ve
influida por las características fisicoquímicas de cada agente anestésico.

143
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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

propIedAdes FIsICoqUíMICAs de los AnestésICos InhAlAtorIos

Propiedad Enfluorano Halotano Isofluorano Metoxifluorano Óxido


nitroso
Peso 185 197 185 165 44
molecular
Gravedad 1.52 1.86 1.49 1.42 -
específica
(20º C) (g/mL)
Punto de 57 50 49 105 - 89
ebullición (ºC)
Presión
de vapor
(mmHg)
20ºC 172 243 240 23 -
24ºC 207 288 286 28 -
mL/vapor/mL 197.5 227 194.7 206.9 -
líquido 20ºC
Conservador No Requerido No Requerido No
Estabilidad Estable Inestable Estable Inestable Estable
con
absorbentes
de CO2

Propiedades que determinan los métodos


de administración
Gas y vapor
Los anestésicos inhalatorios pueden encontrase en dos formas: gas o va-
por. El término gas se refiere al óxido nitroso (N2O) y al ciclopropano, los
cuales se encuentran en forma gaseosa a temperatura ambiental y a una
presión al nivel del mar. El término vapor indica el estado gaseoso de
una sustancia que a temperatura y presión ambientales se encuentra en
estado líquido.

Presión de vapor
La presión de vapor de un anestésico es la capacidad de éste para evapo-
rarse; en un anestésico volátil debe ser suficiente para proveer la cantidad
144
José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
necesaria de moléculas en estado gaseoso y así generar anestesia bajo
condiciones ambientales.
Es importante reconocer que la presión de vapor saturado a una
atmósfera es única para cada agente anestésico y depende de la tem-
peratura. Por tanto, si desciende la temperatura, la presión también lo
hará, diminuyendo la concentración de vapor; lo contrario sucede si la
temperatura aumenta.

Coeficiente de partición sangre/gas


La mayoría de los efectos provocados por los anestésicos inhalatorios
pueden explicarse por las características de solubilidad en diferentes sol-
ventes biológicos, como la sangre y los tejidos. El coeficiente de partición
sangre/gas (CP) provee de un medio para predecir la velocidad de in-
ducción anestésica y de recuperación, así como la velocidad de cambio
en la profundidad anestésica. Por ejemplo, si un anestésico presenta un
CP de 15, significa que la concentración de anestésico en la sangre será
15 veces mayor que la concentración de gas alveolar. Dicho con otras
palabras, 1 mL de sangre puede tener quince veces más anestésico que
gas alveolar.
Un bajo coeficiente de partición significa la capacidad del anestésico
para generar anestesia y recuperación en un periodo corto (el desflurano
es el anestésico con más bajo coeficiente de partición, 0.42, por lo que es
el de acción más rápida). Por el contrario, un coeficiente de partición alto

145
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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

aumenta el tiempo de inducción y recuperación (por ejemplo, el metoxi-


flurano, que tiene un coeficiente de partición de 15).

CoeFICIentes de pArtICIÓn solvente/gAs A 37 ºC


Solvente Desfluorano Halotano Isofluorano Metoxifluorano Sevofluorano Óxido
nitroso
Agua - 0.82 0.62 4.50 0.60 0.47
Sangre 0.42 2.54 1.46 15.00 0.68 0.47
Cerebro 1.30 1.90 1.60 20.00 1.70 0.50
Hígado 1.30 2.10 1.80 29.00 1.80 0.38
Riñón 1.00 1.00 1.20 11.00 1.20 0.40
Músculo 2.00 3.40 2.90 16.00 3.10 0.54
Grasa 27.00 51.00 45.00 902.00 48.00 1.08

Farmacocinética de los anestésicos


inhalatorios
La farmacocinética de los anestésicos inhalatorios describe el ritmo de su
absorción desde los pulmones hacia la sangre, así como su distribución
en el organismo y su eliminación.
La presión parcial alveolar de los anestésicos inhalatorios es igual al
suministro de éste y la pérdida generada por la absorción de anestésico
hacia la sangre y los tejidos.
Un rápido incremento de la presión alveolar (PA) se asocia con una
rápida inducción o cambio en la profundidad anestésica. El aumento de
la ventilación alveolar incrementa el ritmo de suministro anestésico. Si
no existiera absorción tisular, la concentración alveolar (FA) aumentaría
rápidamente, igualando la concentración de la fracción inspirada (FI). Por
el contrario, la hipoventilación disminuye el ritmo de concentración al-
veolar y, por tanto, la inducción anestésica se vuelve lenta.
La absorción del anestésico depende de tres factores: la solubilidad
(CP), el gasto cardiaco, así como la diferencia entre la presión alveolar y de
la sangre venosa que retorna a los pulmones. Estos factores son determi-
nantes durante la inducción y recuperación de la anestesia inhalatoria.

146
José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
Eliminación
La recuperación de la anestesia inhalada es resultado de la eliminación
del anestésico en el cerebro. Esto requiere de un descenso en la presión
parcial alveolar, lo cual, a su vez, promoverá un descenso en la concen-
tración sanguínea y en la presión parcial anestésica del cerebro. Cuando
se utilizan sistemas de respiración en donde existe reinhalación de anes-
tésico (sistemas de reinhalación), la concentración alveolar disminuirá
lentamente, sobre todo en los pacientes que permanecen conectados al
sistema de ventilación.
La hipoxia por difusión está asociada con la recuperación después
del uso de óxido nitroso (N2O) cuando el paciente respira aire ambiente
en lugar de O2 al 100%. El N2O tiene la característica de diluir la concentra-
ción de oxígeno alveolar y disminuir la presión arterial de oxígeno (PaO2),
por lo que debe mantenerse el suministro de oxígeno durante 10 a 15
minutos después de su administración.

Biotransformación
Los anestésicos inhalatorios pasan por diferentes grados de metabolismo,
principalmente en el hígado y, en menor grado, en el pulmón y el riñón. El
metabolismo puede facilitar la recuperación de la anestesia; sin embargo,
también existe la posibilidad de generar metabolitos tóxicos. El sevofluo-
rano reacciona con los absorbentes de bióxido de carbono, generándose
un compuesto vinil éter conocido como compuesto A, el cual se asocia
con daño renal en ratas. Este fenómeno no ha sido comprobado en el
perro ni en el gato.

solvente MetAbolIsMo hepátICo en %


Halotano 20
Isofluorano 0.2
Sevofluorano 3

147
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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

Concentración alveolar mínima (CAM)


El término potencia se refiere a la cantidad de anestésico inhalado que
debe ser administrado para causar el efecto deseado. La concentración
alveolar mínima (CAM) es la concentración mínima de un anestésico a
una atmósfera que produzca inmovilidad en 50% de los sujetos expues-
tos a un estímulo nociceptivo (pinzamiento del espacio interdigital).
Por tanto, la CAM corresponde a la dosis efectiva 50 (DE50) en donde
la mitad de los sujetos pueden ser anestesiada y la otra mitad no alcanza
ese nivel.
La concentración alveolar es fácilmente evaluada mediante la tec-
nología contemporánea. Entre las diferentes especies la variabilidad de la
CAM es mínima; sin embargo, en seres humanos la CAM para el N2O es de
104%, haciéndolo el anestésico menos potente. Debido a que la CAM del
N2O está por arriba de 100%, no puede utilizarse por sí solo a una presión
atmosférica en cualquier especie y proporcionar cantidades adecuadas
de O2. Consecuentemente, y asumiendo que los valores de CAM para las
combinaciones de anestésicos inhalados son adicionales, el N2O es, por lo
general, administrado con otros agentes anestésicos de mayor potencia.

vAlores de CAM %
Halotano Isofluorano Sevofluorano
Gato 0.99 1.63 2.6
Perro 0.89 1.30 2.1-2.3
Ser humano 0.74 1.15 2.0

De acuerdo con los valores expresados en el cuadro anterior, se ob-


serva que el halotano es el gas anestésico con menor valor de CAM y el
más potente de los tres gases mostrados, seguido por el isofluorano y el
sevofluorano.

148
José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
FACtores qUe InFlUyen en el vAlor de lA CAM
La incrementa: Hipertermia (hasta 42 ºC)
Hipernatremia
Fármacos estimulantes del SNC:
Anfetamina
Efedrina
Laudanosina (metabolito generado por el metabolismo del
atracurio)
Fisostigmina
No hay cambios: Duración de la anestesia
Hipercalemia/hipocalemia
Sexo
PaCO2 (15-95 mmHg)
PaO2 >40 mmHg
Cambios en el metabolismo ácido-base
Anticolinérgicos (periférico)
La disminuye: Hipotermia
Hiponatremia
Gestación
PaO2 <40 mmHg
PaCO2 >95 mmHg
Presión sanguínea < 50 mmHg
Edad avanzada
Fármacos depresores del SNC: N2O, ketamina, tiopental,
xilacina, medetomidina, midazolam, diacepam, acepromacina,
meperidina

Efectos de los anestésicos inhalatorios


en el organismo

Sistema nervioso central (SNC)


Loa agentes inhalados inducen una depresión generalizada del sistema
nervioso central. El grado de depresión generalmente se describe como
profundidad de la anestesia.
El mecanismo de acción de los anestésicos inhalatorios en el SNC ha
sido debatido en los últimos años. Aunque existen varias teorías, no se
ha identificado la mediación sobre algún neurotransmisor en particular.

149
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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

Para explicar esto último, se propone la observación de la actividad de los


anestésicos inhalados sobre los receptores de ácido gammaaminobutíri-
co, un neurotransmisor inhibidor en el SNC, así como sobre las membra-
nas celulares nerviosas.
Varios anestésicos tienen potencial epileptogénico, especialmen-
te en pacientes predispuestos a sufrir convulsiones. El isofluorano es el
principal anestésico que produce este efecto, incluso en el periodo po-
sanestésico. Los anestésicos que producen un electroencefalograma iso-
eléctrico, esto es, que producen menor actividad epileptogénica, son el
halotano y el isofluorano, por lo que se recomiendan para pacientes con
historia clínica de convulsiones.

Sistema respiratorio
Todos los anestésicos inhalatorios inhiben la función del sistema respi-
ratorio de manera dependiente a la dosis. En general, la ventilación es-
pontánea disminuye progresivamente a medida que aumenta la dosis de
anestésico. Esto significa que a mayor dosis de anestésico, mayor dismi-
nución de la frecuencia respiratoria; por tanto, el monitoreo del bióxido
de carbono al final de la espiración cobra especial importancia durante
la anestesia.
El broncoespasmo contribuye al incremento de la resistencia aérea.
Una gran variedad de estudios sugieren que el halotano posee propieda-
des broncodilatadoras, por lo que es el anestésico de elección para pa-
cientes con predisposición al broncoespasmo.

Sistema cardiovascular
Gasto cardiaco
Los anestésicos inhalatorios disminuyen el gasto cardiaco (GC) de acuer-
do con la dosis. En general, el isofluorano es el anestésico que inhibe en
mayor grado el GC; el isofluorano lo hace en menor grado.

Presión arterial
Los anestésicos inhalatorios ocasionan disminución del gasto cardiaco y
disminuyen la resistencia vascular, por lo cual pueden generar hipoten-
sión, dependiendo de la dosis utilizada.

150
José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
Ritmo cardíaco y catecolaminas
El halotano sensibiliza el miocardio al efecto de las catecolaminas, redu-
ciendo de manera importante la cantidad de epinefrina necesaria para
ocasionar contracciones ventriculares prematuras (taquiarritmias ventri-
culares). Este punto es de gran importancia en aquellos pacientes con
niveles altos de catecolaminas endógenas o cuando se requiere terapia
con vasopresores, ya que pueden aparecer este tipo de arritmias cardia-
cas en el periodo transanestésico, y éstas pueden comprometer la fun-
ción cardiovascular del paciente. Es importante reconocer estas arritmias
cardiacas y darles el tratamiento oportuno.

Sistema renal
Los anestésicos inhalatorios disminuyen el flujo sanguíneo renal, así como
la tasa de filtración glomerular. El incremento de nitrógeno ureico, creati-
nina y fosfatos inorgánicos suele observarse durante la anestesia prolon-
gada, sobre todo cuando ésta se acompaña de hipotensión.
La disminución en la función renal depende de la condición física
del paciente, hidratación y estabilidad hemodinámica durante el proce-
dimiento anestésico. La terapia de líquidos endovenosos y un adecuado
mantenimiento de la tensión arterial suelen evitar el deterioro de esta
función.

Sistema hepático
En general, el isofluorano, el sevofluorano y el desfluorano mantienen un
adecuado flujo sanguíneo hepático, durante periodos prolongados de
anestesia. Se ha demostrado que el halotano es un inductor de enzimas
estructurales hepáticas y que puede generar hepatitis inmunomediada
en el humano.

Hipertermia maligna
Consiste en una miopatía de origen farmacológico que pone en riesgo la
vida. El ser humano y la especie porcina son susceptibles a desarrollarla. El

151
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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

halotano parece ser el anestésicos inhalatorio que con mayor frecuencia


la desencadena.
Este síndrome se caracteriza por un aumento súbito en la tempera-
tura corporal y en la producción de bióxido de carbono.

Óxido nitroso (N2O)


Como ya se mencionó, la potencia del óxido nitroso en el perro y en el
gato es baja (200% CAM), por lo que debe utilizarse con otros anestésicos
de mayor potencia.
El óxido nitroso no se debe usar en enfermedades donde exista
acumulo de gas (neumotórax, obstrucción intestinal, dilatación y vólvulo
gástrico), ya que tiende a difundirse rápidamente en las cavidades.

Contaminación
La exposición crónica a los anestésicos inhalatorios propicia efectos ad-
versos en la salud del personal médico.
Las siguientes alteraciones se han asociado con la exposición cróni-
ca de bajas concentraciones de anestésicos inhalatorios:
1. Dolor de cabeza, fatiga, irritabilidad y somnolencia.
2. Alteraciones psicomotoras.
3. Insuficiencia renal y hepática.
4. Infertilidad, aborto y enfermedades congénitas.

Sugerencias para evitar contaminación


en la sala de cirugía
1. El tubo colector de la válvula de sobrepresión, o APL, nunca debe
dirigirse hacia el personal de quirófano.
2. Los contenedores con carbón activado evitan la contaminación en
el quirófano.
3. Las principales fuentes de contaminación se deben a mal funciona-
miento de los componentes de la máquina de anestesia (por ejem-
plo, cánister mal colocado, sistemas de respiración y bolsas de reser-

152
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capítulo 3 w anestesia
va rotos, mala colocación del tubo endotraqueal); se recomienda el
mantenimiento periódico del equipo de anestesia y sus accesorios.

153
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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

Vii. monitoreo Durante la anestesia


Entre los principales aspectos que deben observarse durante la anestesia
se encuentra el tratamiento de las alteraciones fisiológicas que se presen-
tan durante estrés provocado por el acto anestésico-quirúrgico.
El monitoreo ayuda a resolver algunas dudas durante la anestesia:
1. ¿El paciente se encuentra con adecuada profundidad anestésica?
La evaluación de la profundidad anestésica fue descrita por Guedel,
quien utilizó como anestésico el éter. Esta evaluación no puede rea-
lizarse cuando se administran anestésicos disociativos o bloqueado-
res neuromusculares, debido a que la respuesta ocular y los reflejos
no se ven afectados. Sin embargo, con la mayoría de los anestésicos,
la evaluación de los reflejos es un método confiable para determinar
la profundidad anestésica.
2. ¿El proceso de ventilación es adecuado?
Todos los anestésicos tienen la capacidad de ocasionar depresión
ventilatoria, por tal motivo, el anestesiólogo debe conocer las técni-
cas de monitoreo sobre ventilación y saber cómo corregirlas.
3. ¿Existe estabilidad hemodinámica?
Los anestésicos alteran, de manera dependiente a la dosis, el gasto
cardiaco y la resistencia vascular periférica; por tanto, el monitoreo
cardiovascular ayuda a detectar en forma oportuna cuadros de hi-
potensión y arritmias cardiacas.
4. ¿Existe analgesia?
La anestesia general genera inconsciencia, pero esto último no es
sinónimo de analgesia. Si un paciente se encuentra realmente anes-

154
José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
tesiado, es incapaz de reaccionar ante los estímulos dolorosos. Es
una práctica común llevar a un paciente a un plano de anestesia
profundo cuando existen movimientos provocados por el estímulo
quirúrgico. Esto es un error, debido a que se requiere analgesia y no
hipnosis.
5. ¿La relajación muscular es adecuada para el tipo de procedimiento
quirúrgico?
Pequeños movimientos musculares podrían ser aceptables, siempre
y cuando no interfieran con el procedimiento quirúrgico. Sin embar-
go, existen claras excepciones como la cirugía ocular, torácica y de
columna, donde se requiere del uso de bloqueadores neuromuscu-
lares para producir relajación antes de llevar al paciente a planos pro-
fundos de anestesia. La intensidad y nivel de monitoreo dependerán
del estado físico de cada paciente.
La Asociación de Anestesiólogos Veterinarios recomiendan vi-
gilar la pulsioximetría, capnografía, electrocardiografía y medición
de la tensión arterial con métodos no invasivos.

Monitoreo respiratorio
El monitoreo de la respiración por sí sola tiene valores limitados, ya que
no sabemos con exactitud cómo se encuentra el volumen corriente o si
el proceso ventilatorio realmente es adecuado. Aquél puede estimarse
con los movimientos del tórax y de la bolsa reservoria. La espirometría
(espirómetro de Wright) es un método confiable para determinar el vo-
lumen corriente y minuto durante la ventilación. El volumen corriente
normal en el perro y en el gato es 10 a 20 mL/kg y el volumen minuto
puede oscilar entre 150 a 250 mL/kg/min.

Dióxido de carbono
Éste es transportado a través de la sangre en tres formas: alrededor de
30% del CO2 se une a la carboxihemoglobina; 10% se encuentra disuelto
en el plasma (presión arterial de bióxido de carbono PaCO2), y el restante

155
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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

reacciona con el agua para formar ácido carbónico, que es rápidamente


convertido a bicarbonato e iones hidrógeno.
CO + H O  H CO  HCO - + H+
2 2 2 3 3

El anestesiólogo debe evaluar si el paciente es capaz de eliminar el


CO2. La PaCO2 puede evaluarse por medio de gases sanguíneos o a través
de una muestra de gas tomada al final de la espiración. Sin embargo, el
CO2 teleespiratorio suele ser ligeramente bajo en comparación con la
PaCO2 (1 a 4 mmHg en seres humanos y perros). El aumento del CO2 en
sangre (hipercapnia) suele asociarse con hipoventilación, reinhalación de
bióxido de carbono, o por saturación del absorbente de CO2. La presión
arterial de bióxido de carbono (PaCO2) es una medida del estado ventila-
torio y normalmente se encuentra entre 35 y 45 mmHg; cuando supera
45 mmHg, es indicativo de hipoventilación, mientras que valores inferi-
ores a 35 mmHg sugieren hiperventilación.
La capnografía (CO2 teleespiratorio) es un método de monitoreo
del bióxido de carbono durante el proceso respiratorio. Tiene la ventaja
de ser continuo y no invasivo. Durante la inspiración, la cantidad de CO2
debe ser cero o con un mínimo de reinhalación de 1 a 3 mmHg (fase D
- E). Durante la espiración la curva deberá oscilar entre 35 y 45 mmHg, con
una meseta que dependerá del tiempo espiratorio (fase B-C). Al iniciar la
inspiración, el CO2 alveolar se diluye provocando que la meseta caiga a
cero (fase C - D). La interpretación del capnograma es fundamental para
detectar alteraciones ventilatorias que pueden presentarse durante la
anestesia (Figs. 1-5, Cuadro 1).

Figura 1. Capnograma normal . Capnógrafo con analizador de agentes


halogenados y óxido nitroso . (Fi = Fracción inspirada- Fet = Fracción
espirada) A-B, inicio de la espiración . B-C, Meseta espiratoria que indica el
total de CO2 espirado . D-E, Fase inspiratoria en donde el CO2 se diluye a 0 .
A-D, Fase espiratoria .
156
José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
Figura 2. Capnograma que muestra reinhalación de CO2, por
la utilización de flujos bajos en sistemas de respiración de no
reinhalación .

Figura 3. Capnograma que muestra recuperación de


la respiración espontánea después de la utilización de
bloqueadores neuromusculares .

Figura 4. Oscilaciones de origen cardiaco que se observan


durante la fase inspiratoria .

Figura 5. Capnograma que muestra una fase de meseta anormal


y caída brusca de la fase inspiratoria por un mal sello del globo
del tubo endotraqueal .

157
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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

Figura 6. Capnograma que muestra disminución progresiva


de CO2, debida a paro cardiorrespiratorio, y subsiguiente
incremento del CO2 por las maniobras de reanimación

MetAbolIsMo presIÓn ventIlACIÓn errores


AlveolAr AlveolAr téCnICos
Disminución de Hiperventilación. Desconexión
gasto cardiaco.
Hipotermia. Hipotensión. Apnea. Fuga en la línea
de muestreo
Disminución del CO2 Hipotiroidismo. Hipovolemia. Obstrucción parcial Obstrucción en la
de la vía aérea. línea de muestreo
Bloqueadores Embolismo
neuromusculares. pulmonar.
Asma. Tubo endotraqueal
obstruido.
Arresto cardiaco. Edema pulmonar.

Saturación del
absorbente
de CO2.
Disminución del CO2 Fiebre. Inadecuado flujo
de gas fresco.
Hipertermia maligna. Aumento Hipoventilación. Obstrucción de las
Convulsiones. del gasto cardiaco. válvulas.
Terapia con Aumento de Reinhalación de Fugas en el sistema
bicarbonato. la presión arterial. CO2. de respiración.

Cuadro 1. Causas comunes de aumento o disminución del CO2 teleespiratorio .

Ventilación
La presión arterial de oxígeno (PaO2) y la saturación de oxígeno (SaO2)
son parámetros para evaluar la fisiología respiratoria. La PaO2 representa
la cantidad de oxígeno disuelto en plasma, mientras que la SaO2 indica la
cantidad de oxígeno unido a la hemoglobina (Hb-O2), expresada en por-

158
José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
centaje. La pulsioximetría es un método no invasivo que detecta la SaO2 y
el pulso. Sin embargo, tiene el inconveniente de no ser del todo confiable
ante situaciones de vasoconstricción periférica (hipotensión o hipoter-
mia). Por tanto, en muchas ocasiones es importante corroborar la PaO2 y
la SaO2 por medio de gases sanguíneos. Los sensores de pulsioxímetro, se
colocan, por lo general, en la lengua o labios. Tanto la PaO2 como la SaO2
son medidas que reflejan la capacidad que tienen los pulmones para
transportar oxígeno a la sangre. Las dos medidas se relacionan mediante
la curva sigmoidea de disociación de la oxihemoglobina.

Relación entre la PaO2 y la SaO2


con respecto a la hipoxemia
>80 mmHg >95% Normal
<60 mmHg <90% Hipoxemia
<40 mmHg <75% Hipoxemia grave

Monitoreo cardiovascular
La liberación de oxígeno hacia los tejidos depende de varios procesos
fisiológicos:
1. Integridad pulmonar que transporta oxígeno del aire ambiental a la
sangre.
2. Cantidad suficiente de hemoglobina capaz de captar oxígeno.
3. Gasto cardiaco suficiente para transportar hemoglobina oxigenada
a los tejidos.

Estetoscopio esofágico
Todos los pacientes bajo anestesia general deben vigilarse por medio de
un estetoscopio. Aunque la calidad de los sonidos respiratorios y cardia-
cos resulta mejor con un estetoscopio esofágico, su uso se limita a pa-
cientes con tubo endotraqueal.
El diseño del estetoscopio esofágico tradicional ha incorporado son-
das de temperatura y, en algunas ocasiones, electrodos electrocardiográ-

159
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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

ficos. En pacientes entubados, la posibilidad de introducir el estetoscopio


en la tráquea es poco probable. La información proporcionada por un
estetoscopio esofágico incluye la confirmación de la ventilación, calidad
de los sonidos respiratorios, regularidad de la frecuencia cardiaca y cali-
dad de los sonidos del corazón.

Electrocardiografía
El electrocardiógrafo es un registro de los potenciales eléctricos genera-
dos por las células miocárdicas. Su uso transoperatorio regular permite
la detección de arritmias, hipoxia al miocardio, anormalidades en la con-
ducción y alteraciones electrolíticas. Es importante recordar que algunos
anestésicos poseen propiedades arritmogénicas (por ejemplo, xilacina,
tiopental, halotano y anestésicos disociativos). Por tanto, contar con este
tipo de dispositivos permite identificar en forma oportuna arritmias que
pongan en riesgo la vida y evaluar de manera continua el tratamiento
instaurado. Existen diferentes monitores para electrocardiografía; sin em-
bargo, todo monitor de este tipo debe incluir la derivada II, que es la de
mayor importancia durante la anestesia. Los electrodos de un electrocar-
diógrafo pueden ser de pinza, con un dispositivo para parches, que son
frecuentemente usados en medicina humana y que pueden utilizarse en
perros y gatos.

Presión arterial
La presión arterial es producto del gasto cardiaco, la resistencia vascular
y el volumen sanguíneo. Los anestésicos, por lo general, son capaces de
influir de diferentes formas sobre el aparato cardiovascular.
La presión arterial sistólica resulta de la contracción ventricular, que
impulsa la sangre a través de la aorta; esta es la máxima presión que se al-
canza en el ciclo cardiaco. La presión diastólica es la presión que perma-
nece en la fase de reposo entre cada contracción, constituye la presión
mínima que se ejerce en cada ciclo cardiaco.
La presión arterial media representa la presión promedio del ciclo
cardiaco, y una de las más importantes para el anestesiólogo; es el reflejo

160
José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
de la perfusión general en los tejidos. La presión arterial media puede
calcularse por medio de monitores o a través de la siguiente fórmula.
MAP = presión diastólica + presión sistólica – presión diastólica/3
La presión arterial en el perro y el gato es: Sistólica: 100 - 160 mmHg;
diastólica: 60 - 100 mmHg y media: 80 – 120 mmHg (70 - 90 durante la
anestesia). La presión arterial en el perro y en el gato se evalúa mediante
métodos invasivos o no invasivos. Por lo general, el monitoreo no invasi-
vo se utiliza en pacientes con bajo riesgo anestésico ASA I- ASA III, y las
técnicas invasivas en pacientes de alto riesgo ASA IV - ASA V y los que
presentan inestabilidad hemodinámica.

Métodos no invasivos
1. Sistema Doppler.
2. Esfingmomanometría indirecta.
3. Oscilométrica.

Métodos invasivos
1. Manómetro aneroide.
2. Transductor.
El monitoreo con sonda Doppler incluye la aplicación de un pequeño
cristal piezoeléctrico sobre la arteria. La energía se transmite al interior
de los tejidos adyacentes. Como los eritrocitos se mueven a través de la
arteria, la sonda detecta el cambio en la frecuencia Doppler. La diferencia
entre la frecuencia transmitida y recibida está representada por el sonido
silbante (chasquido de latigazo) característico de Doppler, que indica el
flujo de sangre. Como el aire refleja el ultrasonido, debe aplicarse gel de
unión. Las arterias que comúnmente se utilizan en el perro y en el gato
son la metacarpiana, la dorsal metatarsiana y la tibial medial. Por medio
de este método sólo puede determinarse en forma confiable la presión
sistólica.
Esfingmomanometría indirecta. La anchura del brazalete debe ser
aproximadamente 40% de la circunferencia de la extremidad en la que se
aplica. El brazalete de presión se ajustará perfectamente alrededor de la
extremidad. Si se ajusta muy fuerte, las medidas de la presión serán erró-

161
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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

neamente bajas. Si el brazalete está demasiado holgado, las medidas de


presión serán erróneamente elevadas, debido a que se requerirá de una
presión excesiva del brazalete para ocluir la arteria.
Un vez colocado el brazalete en forma correcta, se procede
a palpar la arteria que se va a evaluar (dorsal metatarsiana), se lo-
caliza el pulso arterial y se insufla el brazalete con el esfigmoma-
nómetro hasta ocluir el flujo sanguíneo.
Cuando la presión del brazalete, que va disminuyendo gradualmen-
te, queda por debajo de la presión arterial sistólica, la sangre comienza a
fluir de manera normal; en este punto podremos determinar la presión
sistólica. Una presión sistólica por debajo de 80 mmHg puede conside-
rarse como hipotensión.

Figura 6. Se muestra la localización Figura 7. Se insufla el brazalete


de la arteria dorsal metatarsiana, hasta dejar de percibir el pulso,
previa colocación del brazalete con para posteriormente disminuir la
el esfigmomanómetro . presión hasta volverlo a percibir .

La tecnología oscilométrica consiste en el emplazamiento de un


brazalete alrededor de un miembro, utilizando la arteria radial o dorsal
metatarsiana. Las pérdidas paulatinas de presión en el interior del braza-
lete son medidas y registradas por una computadora; por tanto, la presión
arterial sistólica, diastólica y media, así como la frecuencia cardiaca, se vi-
sualizan digitalmente. La lectura de estos equipos puede ser motivo de
confusión a causa de los artefactos ocasionados por el movimiento. No
obstante, la velocidad, precisión y versatilidad de los dispositivos oscilo-
métricos ha mejorado considerablemente. Este tipo de seguimiento es
recomendable en pacientes sin alteraciones hemodinámicas (Figura 8).
162
José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
La medición invasiva o directa de la presión arterial es precisa y
continua, si se compara con los métodos indirectos, pero requiere de la
introducción de un catéter en una arteria, por vía percutánea o a través
de un corte en la piel. La arteria dorsal metatarsiana es la más empleada
para la cateterización percutánea.

Figura 8. Colocación del brazalete con un transductor


para medición de la presión arterial oscilométrica .

Presión venosa central


La caterización venosa central está indicada en: 1) tratamiento con líqui-
dos en hipovolemia y choque, 2) en pacientes con venas periféricas in-
adecuadas para proporcionar acceso venoso. La medición de la presión
venosa central implica introducir un catéter en la vena yugular derecha,
de forma tal que su punta esté situada justo por encima de la unión vena
cava craneal y la aurícula derecha. Esta medición se establece con una
columna de agua (cmH2O) interconectada con la solución salina y el ca-
téter, por medio de una llave de tres vías. El punto cero de la columna de
solución deberá estar siempre al nivel de la entrada de la tráquea y del
tórax. La presión venosa central normal es de 0 a 10 cmH2O. Los valores
inferiores a éste indican hipovolemia relativa y sugieren una inmediata
administración de líquidos. Los valores por encima del rango indican hi-
pervolemia, por lo que debe evitarse la administración de líquidos.

163
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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

Urgencias y complicaciones perioperatorias


Las urgencias o complicaciones durante el periodo preoperatorio suelen
no ser comunes si el médico a cargo del procedimiento anestésico realizó
adecuadamente la valoración preanestésica correspondiente y cuando
éste realizó adecuadamente el protocolo anestésico con base en el punto
anterior.
Sin embargo el hecho de anestesiar a varios pacientes crea en el
personal médico encargado de los procedimientos anestésicos una falsa
sensación de seguridad, por lo que es necesario considerar que cada vez
que se anestesia a un paciente (invariablemente la técnica y el tiempo) se
pone en riesgo su vida.
Si bien es cierto, es necesario saber cómo reaccionará el personal
médico cuando se presente una complicación, pero de manera general
es mejor conocer las causas que propician dichas complicaciones y así
preverlos.
Desafortunadamente dentro de las principales causas que propician
la presencia de urgencias o complicaciones se encuentra el error humano
(mala obtención de los datos, inexperiencia en el uso y conocimiento del
área, errores en la administración de los fármacos empleados, incapacidad
de reacción cuando se suscita una emergencia, fatiga, etc.) seguido de los
factores relacionados con el paciente per se y su condición (patologías).
Si la condición del paciente no es favorable aun cuando se haya
intentado su estabilización, es probable que se presente la posibilidad
de un evento que requiera de maniobras de reanimación, ya que bajo
estas condiciones la probabilidad de un arresto cardiorrespiratorio es
muy probable desde la inducción o durante el procedimiento; por ello
el médico encargado del procedimiento anestésico decidirá si se inician
o no labores de reanimación; no así en los pacientes que se presentan a
procedimientos quirúrgicos electivos o que su riesgo anestésico, según la
clasificación ASA, sea de mínimo a moderado, en donde la presencia de
alguna alteración, por simple que sea, necesitará de toda la atención ne-
cesaria para evitar que éste se complique y para el caso de que haya paro
cardiorrespiratorio, se inicien las maniobras de recuperación de manera
inmediata sin escatimar esfuerzos ni costos.

164
José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
Algunas de las muchas situaciones que pudieran representar una
complicación que debieran de atenderse de inmediato son:

1. Pacientes que no logran ser anestesiados. En algunas ocasiones el


médico encargado de la anestesia no logra mantener al paciente en
el plano anestésico adecuado, por lo que el paciente tiende a mo-
verse o a presentar indicios de dolor bajo los estímulos quirúrgicos,
por lo que de inmediato se verificará si se está utilizando anestesia
inhalatoria, si el sondeo traqueal es adecuado, si hay fugas, si hay
oxígeno, si hay anestésico suficiente, etc.; y en el caso de manteni-
miento con anestésicos inyectables: dosis correctas, intervalos de
administración correctos, etcétera.
2. Pacientes con planos anestésicos muy profundos. En ocasiones sue-
le iniciarse el mantenimiento de la anestesia con dosis elevadas de
anestésico (inhalados e inyectables), por lo que suele producirse
depresión profunda del paciente y éste puede presentar bradipnea,
cambios en la coloración de las mucosas, bradicardia, hipotermia,
hipotensión, etc. Cuando estos signos comiencen a presentarse, el
anestesiólogo aprenderá a interpretar la necesidad o no de realizar
las maniobras adecuadas para evitar la excesiva profundización que
desencadenen maniobras que pudieron evitarse con tiempo.
3. Paro respiratorio. El cese de la respiración suele presentarse después
de la administración de fármacos durante el transanestésico como
ketamina, propofol, etc.; dicho cese puede ser transitorio, pero el
anestesiólogo comprobará el ritmo y la frecuencia del corazón, ade-
más de la calidad del pulso y el color de las mucosas entre otros
aspectos. Para el caso de que se prolongue el cese de la respiración
demasiado tiempo, ésta deberá ser asistida. Recodemos que el paro
respiratorio puede conducir al paro cardiaco.
4. Paro cardiaco. El cese del latido cardiaco obligatoriamente involu-
cra las maniobras de reanimación cerebrocardiopulmonar (RCCP), si
la condición del paciente lo amerita.

165
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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

bibliografía recomenDaDa

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3) DiBartola Stephen P. Fluid Therapy in Small Animal Practice. WB
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10) Muir WW, Hubbell J, Skarda R y Bednardski R. Handbook of
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José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra

capítulo 3 w anestesia
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13) Stoelting Robert K. Pharmacology and Physiology in Anesthetic
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167
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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

168
Jorge Luna del Villar Velasco

capítulo 6 w manipulación DelicaDa De tejiDos


capítulo 4
Capítulo 4
hemostasis

mVz, esp. D, DcV, DcloVe


ciriaco tista olmos

prof. tit. “b” tiempo completo


DefinitiVo, fmVz-unam.

Z Consideraciones sobre las hemorragias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 173


Z Métodos naturales de hemostasia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 175
Z Métodos físicos de hemostasia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 178
Z Métodos químicos de hemostasia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 185

169
DiplomaDo a Distancia en meDicina, cirugía y zootecnia en perros y gatos
móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

objetiVos

Al finalizar la lectura de este capítulo, los participantes conocerán


los procedimientos naturales, físicos y químicos que les permitan
controlar y detener las hemorragias que se producen durante el
acto quirúrgico.

170
Ciriaco Tista Olmos

capítulo 4 w Hemostasis
introDucción
El término hemostasis, o hemostasia como algunos otros autores la deno-
minan, se deriva de la raíces griegas hemo-o-haima-sangre y stasis–parar
o detener. Por su importancia, ocupa un lugar dentro de los principios
básicos de la cirugía moderna.
La hemostasis se define como: el conjunto de elementos naturales
y procedimientos físicos que tienden a evitar la extravasación sanguínea o
hemorragia.
Algunos cirujanos e investigadores consideran la diéresis, aféresis y
exéresis de los tejidos como acto quirúrgico inicial en el que se lleva a
cabo la incisión, o separación de los tejidos, lo que provocará hemorragia
y, por ende, el mecanismo de hemostasis; por tanto, estos dos principios
deben estar unidos como Incisión y hemostasis.
Otros autores afirman que la incisión es una parte del manejo delica-
do de tejidos, otro principio básico de la cirugía moderna.
De cualquier forma, en esta ocasión no se hace referencia a la
incisión.
Como en otros capítulos, a continuación se mencionan breves datos
históricos del tema en cuestión.
Tanto en humanos como en animales, una de las primeras preocu-
paciones fue y ha sido la presencia de sangre en las heridas cuya canti-
dad depende del sitio, tamaño y profundidad donde se haya efectuado
la incisión.
En la historia hay memorables médicos investigadores que tuvieron
preocupación por este capítulo y que además de estudiar importantes

171
DiplomaDo a Distancia en meDicina, cirugía y zootecnia en perros y gatos
móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

y fundamentales aspectos como la “coagulación natural de la sangre” se


dieron a la tarea de diseñar instrumentos que permitieran auxiliar al ci-
rujano durante el acto quirúrgico para evitar la hemorragia o extravasa-
ción sanguínea, entre ellos: Emil Theodor Kocher (1841-1917), Jules Péan
(1830-1898) y William Stewart Halsted (1852-1922) gracias a los cuales
ahora se cuenta con instrumentos como las pinzas de Kocher, Péan y
Halsted, que son muy utilizadas.
Algunos aspectos importantes a considerar en la hemostasis, son:
Z En cada corte o incisión de diversos tejidos, serán seccionados tam-
bién vasos sanguíneos con diferente calibre, desde capilares periféri-
cos hasta las grandes venas o arterias. Por tanto, una hemostasis mal
realizada, además de interferir con la visualización adecuada de los
tejidos a manipular, también favorecerá la proliferación bacteriana.
Z Una hemorragia, por pequeña que sea, disminuye las defensas orgá-
nicas del paciente y aumenta las posibilidades de un choque hipo-
volémico que pondrá en peligro la vida del animal.
Z La presencia de gran cantidad de sangre y coágulos en la herida,
retardarán el proceso de cicatrización.

Hemostasis primaria o básica


Como base de la hemostasia primaria en vasos de pequeño calibre, se
considera que cuando un vaso es seccionado, su pared se retrae y con-
trae; esa contracción dura aproximadamente 1 minuto. En los vasos capi-
lares se forma un tapón plaquetario. La sangre que abandona el vaso es
expuesta al subendotelio en donde se adhieren los trombocitos mediante
el factor von Willebrand (fvW). Acto seguido, se activan las plaquetas. Los
receptores para el fibrinógeno y el factor W. son expuestos promoviendo
la adhesión plaquetaria adicional. El factor W. interviene primordialmente
adhiriendo las plaquetas al subendotelio y el fibrinógeno actúa adhirien-
do a las plaquetas entre sí, de esta forma, entonces, las plaquetas son res-
ponsables del microambiente en áreas del subendotelio expuesto, el que
promueve la activación de más plaquetas y amplifica la forma de fibrina.

172
Ciriaco Tista Olmos

capítulo 4 w Hemostasis
consiDeraciones
sobre las hemorragias

Las hemorragias se clasifican según varios puntos de vista:


1. De acuerdo con el lugar en que ocurren:
a) Externas. Cuando la sangre fluye inmediatamente al exterior.
b) Internas. Cuando el sangrado se produce en una actividad cerrada.
Algunas hemorragias que, inicialmente son internas terminan
por convertirse en externas, como sucede en el caso de la hemorragia
pulmonar.
2. Según la naturaleza del vaso sangrante:
a) Arteriales.
b) Venosas.
c) Capilares.
3. Por su tiempo de aparición:
a) Primarias. Ocurren al momento del traumatismo.
b) Intermedias. Se producen dentro de las primeras 24 horas.
c) Secundarias. Se observan después de 24 horas. De producida la
lesión.
4. Por su extensión:
a) Petequias. Áreas hemorrágicas del tamaño de la cabeza de un alfi-
ler, no mayores que 2 mm de diámetro.

173
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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

b) Equimosis. Áreas de hemorragia más extensa y con bordes más di-


fusos que las petequias.
c) Hemorragias profundas. Extravasación sanguínea en los tejidos
blandos.
d) Sufusiones. Sangre derramada en el tejido laxo (endocardio y
peritoneo).
e) Hematomas. Acumulación más o menos esférica de sangre coagu-
lada en el tejido subcutáneo, intraarticular o en un órgano.

174
Ciriaco Tista Olmos

capítulo 4 w Hemostasis
métoDos naturales De hemostasia

a) Vascular. La hemostasia, en este caso, se debe a la vasoconstricción


(reducción del calibre del vaso) generada por la reacción de las pro-
pias paredes del vaso lesionado. La hemostasia vascular se logra por
el enrollamiento de la capa íntima del vaso sanguíneo; esto provoca
la reducción del calibre y permite el taponamiento que facilita el me-
canismo de coagulación. En este enrollamiento, la retracción de los
extremos del vaso desempeña un papel muy importante.
b) Intravascular. Es el desencadenamiento de una serie de meca-
nismos o actividades fisiológicas que se provocan dentro del vaso
seccionado, estos permiten cambios en las plaquetas una vez que
se presentan lesiones endoteliales. Así entonces, todo ello es una
consecuencia del mecanismo de activación de la coagulación san-
guínea que se consigue debido al taponamiento de los vasos y que
determina o inician el proceso de cicatrización.
En este proceso se inicia el mecanismo denominado “cascada
de la coagulación” en él, intervienen factores representados por un
elemento importante de la sangre, estos son:
Z La vía intrínseca, que se inicia con la activación del factor XII
(Hageman), en la sangre que circula en los vasos.
Z La vía extrínseca, que se inicia con la interacción de la tromboplasti-
na tisular, mediante el factor VII, iones de calcio y vitamina K.
Las dos activan el factor X (Stuart-Power) y a partir de este mo-
mento, siguen la misma vía.

175
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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

La vía intrínseca se inicia cuando el factor XII (Hageman) se ac-


tiva por el contacto con el colágeno subendotelial. Continúa la acti-
vación del factor XI a XIa, que actúa como enzima proteolítica y con-
vierte el factor IX (Christmas) en una enzima activa IXa. En presencia
de iones de calcio se activa el factor X transformándose en Xa.
El factor Xa, en presencia de fosfolípidos plaquetarios activa
el factor V y Va; y éste, a su vez, actúa sobre la protrombina (Factor
II) transformándola en trombina (IIa). Enseguida, ésta actúa sobre
el fibrinógeno (Factor I) que se transformará en fibrina monómera
soluble, misma que se polimeriza en fibrina coagulada (polímera) y
forma una red.
La polimerización necesita un factor estabilizador de la fibrina
(XIII), el que se activará por la trombina (IIa), en presencia de iones
de calcio y se transformará en XIIIa. El factor XIII promueve la unión
entre fibrina y fibronectina, que le da más solidez al coágulo.
En resumen y según el orden de los factores, se considera el
siguiente cuadro:

Factor I Fibrinógeno.
Factor II Protrombina.
Factor III Tromboplastina tisular.
Factor IV Calcio divalente.
Factor V Factor lábil.
Factor VI No se ha detectado.
Factor VII Proconvertina, precursor de
la tromboplastina sérica, vit. K
dependiente.
Factor VIII Factor antihemofílico, globulina
antihemofílica, factor antihemo-
fílico A.
Factor IX Factor Christmas, componente
de la tromboplastina plasmática.
Factor X Factor de Stuart-Power.

176
Ciriaco Tista Olmos

capítulo 4 w Hemostasis
Factor XI Antecedente de la tromboplasti-
na plasmática
Factor XII Factor Hageman.
Factor XIII Factor estabilizador de la fibrina.

c) Extravascular. Este tipo de hemostasis se logra apartir de la natura-


leza del tejido que rodea el vaso seccionado; de esta manera, a ma-
yor presión de los tejidos circundantes (como el caso de los múscu-
los), se provocará una mayor compresión, lo que auxilia a los factores
intravasculares. El caso contrario será el tejido graso en el que existe
poca presión circundante a los vasos.
A todo ello, se agrega la vasoconstricción provocada por las descar-
gas adrenérgicas.

177
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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

métoDos físicos De hemostasia

Hemostasia preventiva
a) Compresión de emergencia
Z Torniquete. Se considera, más que hemostasia quirúrgica, una he-
mostasia de emergencia. Se logra mediante una compresión circular
de arterias y venas, casi siempre en paquete. En la actividad quirúrgi-
ca se utilizan cintas elásticas planas o cilíndricas (hule látex elonga-
ble). Se debe evitar la utilización de elementos de poco diámetro y
no extensibles, ya que una presión intensa provoca necrosis.
Para realizar hemostasia de un vaso arterial, éste se debe colocar
entre la base del miembro y el lugar de la herida. En el caso de una
hemorragia venosa, basta con la compresión en el nivel de la herida.
Nunca se debe dejar el torniquete más de tres horas ya que se pro-
duciría anoxia tisular y, posteriormente, necrosis. Se debe aflojar el
torniquete antes de comenzar a suturar, lo que permite ver si queda
algún vaso sangrante.
En las grandes especies, es decir en animales mayores, se utili-
za un cordón; denominado tortor o garrote. Este es un cordón que
presenta forma de anillo se dispone doblado en cuartilla, caña o an-
tebrazo, se le introduce un pequeño palo por sus dos extremos y se
hace girar aplicando la máxima tensión.
Z Banda de Esmarch. Es un perfeccionamiento del sistema de tor-
niquete; permite evacuar del miembro la sangre venosa y la linfa
antes de la intervención quirúrgica. Es una banda de caucho plana

178
Ciriaco Tista Olmos

capítulo 4 w Hemostasis
y flexible; en su extremo se debe colocar algún sistema de cierre
para realizar el torniquete arterial. Se comienza colocándola muy
apretada en el extremo del miembro, avanzando proximalmente y
formando espirales que cubren parte de la espiral anterior. Una vez
que se ha cubierto la zona deseada, se fija para realizar el torniquete.
Este procedimiento es muy utilizado para efectuar las neurectomías
en équidos y las intervenciones en pezuñas de bóvidos como la am-
putación de tercera falange.
En pequeñas especies es poco frecuente utilizar estos dos mé-
todos aunque como emergencia son factibles, tomando en cuen-
ta el tamaño del paciente, el lugar de aplicación y el grado de
hemorragia.

Métodos físicos de hemostasia


Los principales métodos para la hemostasia física o quirúrgica, general-
mente, se aplican de acuerdo al grosor o calibre de los vasos, según el
grado de complicación de la técnica quirúrgica empleada; siguiendo ese
orden se menciona, entonces, desde el método de compresión “simple”
para vasos capilares, hasta la ligadura de transficción, para grandes vasos
e incluso la reunión de ellos, como método de anastomosis. Así, se descri-
ben las distintas técnicas de hemostasis.
b) Compresión quirúrgica. Es la forma más antigua y sencilla que se
conoce para detener una hemorragia, consiste en comprimir los
vasos sangrantes con una compresa de esponjear humedecida con
solución salina isotónica a temperatura corporal. Se recomienda que
el tiempo de presión sea de tres a nueve segundos. Una vez lograda,
se deja de comprimir la zona sin hacer movimientos de limpieza o
arrastre, ya que los pequeños coágulos formados serían removidos y
se reactivaría la hemorragia. Este método se utiliza en vasos peque-
ños, capilares o tejidos suaves y delicados.
Algunas formas de aplicar este método son:
Z Manual. Se apoya el dedo directamente sobre el vaso o vasos san-
grantes, con la ayuda de una compresa húmeda y se ejerce presión
suficiente, como ya se mencionó, de tres a nueve segundos; se revisa

179
DiplomaDo a Distancia en meDicina, cirugía y zootecnia en perros y gatos
móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

para corroborar que se ha logrado hemostasia, en caso contrario, se


vuelve a comprimir, y si aún no se logra la requerida hemostasia, en-
tonces se utilizará el siguiente método.
Z Relleno con compresas. Se rellena una cavidad mediante compre-
sas esterilizadas, con la finalidad de ocupar el espacio vacío, retener
la sangre extravasada, formar coagulo y permitir la hemostasia; un
ejemplo es en la enucleación ocular.
Z Apósitos compresivos. Tienen un fundamento similar al anterior.
Se utilizan en ortopedia de grandes especies, aquí el ejemplo es la
férula de Robert-Jones.
Z Angiotripsia. Se lleva a cabo realizando aplastamiento del vaso en
un punto, el endotelio se disocia y produce una depresión de las
paredes que dan lugar a la formación de un coágulo (ovariotomos
y emasculadores). Provoca el machacamiento del vaso en el lugar
donde se aplica .
c) Pinzamiento. Los vasos de gran calibre no presentan hemostasia
por coagulación o simple compresión, ya que la presión sanguínea
es alta y no lo permite, por tanto, se lleva a cabo otra forma más radi-
cal que es por pinzamiento, para ello se utilizan pinzas de hemosta-
sia, denominadas también hemostáticas.
Desde luego, las pinzas se utilizarán de acuerdo con el calibre
del vaso (se refiere en el capítulo I Figs. 24, 25 y 26).
Existen dos variantes en la técnica de pinzamiento:
Z Pinzamiento estático. Permite mayor rapidez durante la cirugía;
consiste en pinzar el vaso y dejar la pinza cerrada durante unos
segundos o incluso minutos, logrando así la unión de las paredes o
mucosa del vaso y favoreciendo la coagulación. Para ello se utilizan
las pinzas curvas.
Z Pinzamiento con torsión. Para este método se utilizan las pinzas
hemostáticas rectas. Una vez pinzado el vaso, se procede a enrollarlo
sobre su propio eje. La técnica requiere de cuatro a ocho vueltas
(dependiendo del calibre). Para terminar se retira la pinza y se libera
el vaso.
d) Ligadura. Cuando la compresión por pinzamiento no es suficiente
para lograr la hemostasia, se utiliza otro método que permite mayor

180
Ciriaco Tista Olmos

capítulo 4 w Hemostasis
seguridad. Este consiste en colocar un hilo o material de sutura alre-
dedor del vaso para anudarlo (dependiendo del cambio del vaso se
recomienda un absorbible de 000). Se describe la técnica en las Figs.
A a J.

181
DiplomaDo a Distancia en meDicina, cirugía y zootecnia en perros y gatos
móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

Figura 1 . Ligadura simple con las manos .

Para la ligadura de continuidad, se recomienda colocar dos liga-


duras en un vaso, separadas por aproximadamente 1 cm y se realiza
la sección del vaso en el punto medio entre ellas.

182
Ciriaco Tista Olmos

capítulo 4 w Hemostasis
Para llevar a cabo una ligadura de transficción o transfijación
denominada también de seguridad, se realiza un punto de sutura
abarcando parte del tejido conjuntivo que rodea el vaso, posterior-
mente y con el mismo material de sutura, se aplica un nudo al resto
del pedículo vascular. Esto impide que la sutura se deslice y se re-
mueva (Figs. A y B).

Figura 2 .Ligadura por transfixión .


A) Se atraviesa el tejido adyacente al vaso . B) Se realiza el nudo .

e) Termocoagulación. Como su denominación lo indica, son los mé-


todos de coagulación mediante temperatura, ya sea alta o baja; a
continuación se describen las modalidades más frecuentes:
Z Termocoagulación simple. Es la manera más simple de acelerar o
provocar la formación del coágulo por medio de calor; ésta se lleva
a cabo mediante la aplicación de compresas humedecidas en so-
lución fisiológica isotónica a una temperatura de entre 45 y 50ºC,
deberá hacerse de forma suave, gentil y no traumática. A esta tem-
peratura, las células soportan algunos minutos sin provocar necrosis.
Z Cauterización. Aunque en fechas recientes se ha considerado que
este método de coagulación es de verdadera emergencia, ha sido
una de las formas más antiguas, utilizadas por la mayoría de socieda-
des en la historia, para lograr la hemostasia; es decir, mediante la apli-
cación de un cauterio (kaiein-quemar). En la actualidad, se utiliza un
cautín eléctrico (electrocauterio). Se aplica en contadas ocasiones y

183
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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

únicamente como último recurso, ya que produce áreas necróticas


importantes y complicaciones infecciosas posteriores.
Z Electrobisturí. Se realizan cortes o incisiones con un bisturí eléctri-
co. Requiere corriente de baja frecuencia, baja tensión y alta densi-
dad, con el fin de obtener un fuerte calentamiento local.
Z Coagulación monopolar. Se basa en la utilización de dos electro-
dos: uno activo y otro neutro. La corriente eléctrica, también de baja
frecuencia, penetra por un activo situado en el mango del bisturí.
Z Coagulación por aire caliente. Se obtiene con la aplicación de un
“chorro” de aire caliente estéril, que se puede regular tanto en su cau-
dal, como en su temperatura. Las referencias de la aplicación de este
método consideran que los mejores resultados se han obtenido en
órganos parenquimatosos y en hemorragia de cuernos y pezuñas.
Z Lasercoagulación. Se obtiene con la transformación de la luz en
calor sobre el punto de contacto del haz, que penetra a profundidad
variable.
Z Coagulación por plasma. Se obtiene al aplicar un flujo de gas ca-
liente parcialmente ionizado, que se genera sometiendo un gas no-
ble a un campo eléctrico, con lo que la energía eléctrica en el arco
se convierte en energía térmica en el gas, dejándolo parcialmente
ionizado.
Z Criohemostasia. Este método se basa en la aplicación de la tempe-
ratura contraria, es decir, por frio (krios- frio). El ejemplo más antiguo
de este método es la aplicación de hielo por varios minutos sobre la
zona de hemorragia. En la actualidad, existen otros métodos como
son: la aspersión sobre las heridas con cloruro de etilo o gas hidróge-
no y nitrógeno líquido.

184
Ciriaco Tista Olmos

capítulo 4 w Hemostasis
métoDos químicos De hemostasia
Son métodos auxiliares en la hemostasia definitiva. Se obtienen con la
aplicación de fármacos o sustancias químicas, ya sea locales o por vía
endovenosa, que activan el mecanismo de coagulación o que alteran la
fisiología orgánica; hay que evitarlos en heridas infectadas.
a) Vasoconstrictores locales
Z El más utilizado es la adrenalina en solución al 1:1000 a través de
infiltración directa.
Otros hemostáticos locales que favorecen la formación del coá-
gulo son:
Z Compresas de celulosa oxidada. De utilidad en cualquier órgano
parenquimatoso, poseen un pH bajo, que da lugar a un efecto anti-
bacteriano, por ello se recomienda en heridas infectadas. Se degradan
y fagocitan después de una a cinco semanas de su implantación.
Z Esponjas de gelatina. Se obtienen de la dermis y carecen de ra-
dicales aromáticos responsables de la sensibilización y la anafilaxis,
por lo que no son antigénicas. Carecen de propiedades antibacte-
rianas. Se degradan por fagocitosis a las tres o cinco semanas de su
implantación.
Z Colágeno microfibrilar. Hace una muy buena hemostasia en
las superficies óseas sangrantes; en cavidad abdominal provoca
granulomas.
Z Etamsilato. Estimula la reacción plaquetaria y aumenta la resistencia
vascular.

185
DiplomaDo a Distancia en meDicina, cirugía y zootecnia en perros y gatos
móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

Z Cloruro cálcico. Se utiliza para compensar la hipocalcemia.


Z Vitamina K. Su administración debe ser precoz, ya que no eleva las
tasas de protrombina hasta después de tres o cuatro días.
Z Menadiona. (vitamina K sintética).
Z Nitrato de plata. Se obtiene en forma de lápiz y se utiliza como coa-
gulante local, principalmente en piel o tejidos superficiales.
También existen otras sustancias, en ampolletas, que se aplican en
casos de urgencia por vía endovenosa.
Z Trombostyl K.
Z Concentrados plaquetarios.
Z Plasma fresco congelado.
Z Adhesivo de fibrina.

186
Ciriaco Tista Olmos

capítulo 4 w Hemostasis
literatura recomenDaDa

1) Alexander A. Técnica quirúrgica en animales y temas de terapéutica.


6a ed. México (DF): Interamericana, 1986.
2) Bojrab J. Medicina y Cirugía en especies pequeñas. México (DF):
CECSA, 1986.
3) Kneecht CD. Técnicas fundamentales de cirugía veterinaria.
Philadelphia: WB Saunders, 1987.
4) Slatter D. Texto de cirugía de los pequeños animales. Vols. 1 y 2,
México: Salvat, 1997.
5) Slatter D. Manual de cirugía en pequeñas especies. México:
Interamericana-McGraw-Hill, 1997.
6) Sevestre J. Elementos de cirugía animal. México: CECSA, 1984.
7) Annis JA. Atlas de cirugía canina. México (DF): UTEHA, 1975.
8) Tista OC. Fundamentos de cirugía en animales. Trillas, 1993.
9) Lazzeri L. Fundamentos de la técnica quirúrgica, diéresis, hemostasis
sutura. México: Textos Universitarios de la UNAM, 1975.
10) Niemand H. Prácticas de clínica canina. México: CECSA, 1983.
11) Ormrod AN. Técnicas quirúrgicas en el perro y en el gato. 3ª ed.
México: CECSA, 1975.

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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

DuDas para la asesoría


Si surgen dudas al leer este capítulo anótelas; si no tiene oportuni-
dad de discutirlas con sus colegas, pregúntelas al autor vía telefóni-
ca, fax o correo electrónico.
Prepare sus dudas por escrito y tenga a la mano material para tomar
notas cuando las consulte con el autor. No olvide anotar correcta-
mente los datos para que el autor le conteste. Mencione el tema
sobre el cual quiere consultar y haga una pregunta por cada una de
las dudas.

MVZ, Esp. DCV CiriaCo TisTa olMos

Z Para cualquier duda o comentario, comuníquese a la ciudad de


México, de lunes a viernes de las 10:00 a las 14:00 horas, al telé-
fono (55) 5622-5934.
Z Fax: (55) 5550-0731.
Z Correo electrónico: tistaoc@hotmail.com

188
Jorge Luna del Villar Velasco

capítulo 6 w manipulación DelicaDa De tejiDos


capítulo 5
Capítulo 5
suturas

mVz, mc, esp. jorge luna


Del Villar Velasco

Académico del área de cirugía de tejidos


blandos y profesor de asignatura en el
Hospital de Pequeñas Especies de la FMVZ,
UNAM.

Z Suturas orgánicas absorbibles . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 192


Z Suturas sintéticas absorbibles . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 193
Z Suturas orgánicas no absorbibles. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 195
Z Suturas sintéticas no absorbibles . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 196
Z Nudos quirúrgicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 200
Z Selección de agujas quirúrgicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 203
Z Técnicas comunes de sutura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 206
Z Suturas evertidas o evaginantes. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .212
Z Suturas invertidas o invaginantes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .215

189
DiplomaDo a Distancia en meDicina, cirugía y zootecnia en perros y gatos
móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

objetiVos

Una vez concluida la lectura de este capítulo, los participantes co-


nocerán los diferentes tipos de suturas, de acuerdo con la acción
que ejercen sobre los bordes de las heridas, los patrones y sus téc-
nicas de elaboración, así como de los nudos quirúrgicos, los diver-
sos materiales que se utilizan para su fabricación y la descripción
de los diferentes tipos de agujas para sutura.
Lo anterior sentará las bases para restablecer, biológicamente y de
la forma más adecuada, una solución de continuidad, ello favore-
cerá la óptima cicatrización de los tejidos.

190
Jorge Luna del Villar Velasco

capítulo 5 w suturas
introDucción
Las suturas quirúrgicas representan el fundamento de cualquier actividad
operatoria, así que deben llevarse a cabo en condiciones de asepsia.
Un material idóneo de sutura se maneja con facilidad, produce una
reacción mínima en el organismo, no favorece el crecimiento bacteriano,
resiste la tensión de los tejidos, no es capilar, no induce respuestas alér-
gicas o carcinogénicas, es fácil de obtener y de esterilizar sin que sufra
alteración. Infortunadamente, no existe un material que posea todas las
cualidades; por tanto, el cirujano debe escoger uno que se acerque a lo
ideal y se adecue a determinada circunstancia, además de tener en cuen-
ta las propiedades físicas y biológicas de cada material.
Las suturas se clasifican en:
Z Absorbibles. Sufren degradación y una pérdida de la resistencia a la
tracción dentro de los primeros 60 días; desaparecen por acción de
la fagocitosis o por hidrólisis. Pueden ser orgánicas o sintéticas.
Z No absorbibles. Son orgánicas, sintéticas o metálicas y mantienen
su resistencia a la tracción por más de 60 días.

191
DiplomaDo a Distancia en meDicina, cirugía y zootecnia en perros y gatos
móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

suturas orgánicas absorbibles

Catgut
Éste fue, durante mucho tiempo, la sutura orgánica más utilizada; se fabri-
ca de submucosa de intestino de ovino o de serosa intestinal de bovino
y contiene aproximadamente 90% de colágeno. Constituye una sutura
multifilamentosa, capilar, que se degrada por fagocitosis y provoca reac-
ción inflamatoria severa, en comparación con otras suturas.
Su absorción se realiza por un doble mecanismo que implica al ma-
crófago: en primer lugar, se produce una actividad hidrolítica y colageno-
lítica, en segunda instancia, se realiza su digestión y absorción por parte
de enzimas proteolíticas.
Existen dos presentaciones de catgut: simple y crómico. Este último
tarda más tiempo en absorberse e incrementa su resistencia a la tracción,
además de disminuir su actividad hística. Pierde su resistencia después de
20 o 40 días; además, los nudos no pueden deshacerse en la humedad.

192
Jorge Luna del Villar Velasco

capítulo 5 w suturas
suturas sintéticas absorbibles
Dentro de estos materiales se encuentran el ácido poliglicólico, la poli-
glactina 910, la polidioxanona, el poligliconato y el poliglicaprone. Todos
estos materiales se degradan por hidrólisis.

Ácido poliglicólico (dexon)


Es un entretejido de filamentos extraídos del ácido glicólico, recubierto
con una capa inerte de poloxámero. En los primeros 14 días pierde 35%
de resistencia y 65% a los 21 días. Los nudos tienden a deslizarse, por lo
que se recomienda hacer refuerzos o nudo triple de cirujano. Las princi-
pales vías de excreción, demostradas mediante el empleo de radioisóto-
pos, son la orina y el aire exhalado. La degradación del material se acelera
en medios alcalinos, en presencia de orina y en heridas infectadas.

Poliglactina 910 (vicryl)


Se trata de una sutura multifilamentosa, elaborada de un copolímero de
ácido láctico y glicólico, con poliglactina 370, cubierta con estearato de
calcio. Su absorción es más lenta que la de la sutura anterior, debido a su
hidrofisidad. Puede permanecer en el tejido hasta 90 días, pero a la terce-
ra semana es casi indetectable. Pierde la mitad de su resistencia a los 14
días y 80% a los 21 días. Es más fuerte y tiene fricción menor que el ácido
poliglicólico, aunque ésta aumenta en presencia de humedad; es bien
tolerada y permanece estable en heridas contaminadas, provocando una
reacción hística mínima.
193
DiplomaDo a Distancia en meDicina, cirugía y zootecnia en perros y gatos
móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

Polidioxanona (PDS II)


Es una sutura monofilamentosa, hecha con base en un polímero de po-
lidioxanona, no presenta cubierta y se elimina por orina, heces y vías res-
piratorias. Pierde 14% de su resistencia a los 14 días, 31% en 42 días y su
absorción se completa a los seis meses. Origina menor respuesta tisular
que el ácido poliglicólico y la poliglactina 910, y retiene su fuerza de ten-
sión por más tiempo que éstos. Es comparable con el nailon y el polipro-
pileno. La calcinosis circunscrita se ha asociado con este tipo de material
en perros. La exposición a infecciones y a enzimas digestivas no influye
en los rangos de absorción de la sutura, se recomienda para tejidos de
cicatrización lenta.

Poligliconato (maxon)
Es una sutura monofilamentosa, copolímero de ácido glicólico y trimeti-
leno, que no presenta cubierta. A los 14 días pierde 19% de su resistencia,
41% en 28 días y su absorción completa sucede a los seis meses. La res-
puesta tisular es similar a la del PDS II, se utiliza en tejidos de cicatrización
lenta y órganos huecos.

Poliglicaprone (monocryl)
Es una sutura monofilamentosa, elaborada a partir de un copolímero de
glicolida (75%) y coprolactona, no tiene cubierta y presenta maleabilidad
y deslizamiento adecuado. Ofrece reacción tisular mínima y su resistencia
termina entre los 90 y 120 días.

194
Jorge Luna del Villar Velasco

capítulo 5 w suturas
suturas orgánicas no absorbibles

Seda
Constituye un material de sutura orgánico, no absorbible, muy utilizado.
Es multifilamentoso y se obtiene a partir de un tipo especial de seda. Se
encuentra en forma simple o con recubrimiento de aceite, silicón, resina
o cera. Pierde la mitad de su resistencia al año y toda ésta después de dos
años de implantada.
En ocasiones produce reacciones inmunológicas en cirugías oftálmi-
cas o vasculares, que es donde más se utiliza.
Al estar recubierta, disminuye su fuerza tensora. Está contraindicada
en medios sépticos, en el recto y en el aparato genitourinario, ya que tien-
de a producir cálculos y úlcera; tampoco debe usarse en órganos huecos,
por su capilaridad.

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DiplomaDo a Distancia en meDicina, cirugía y zootecnia en perros y gatos
móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

suturas sintéticas no absorbibles


En este grupo se encuentran las suturas de tipo multifilamentoso, como
el poliéster o el caprolactam polimerizado, y monofilamentoso, como el
polipropileno, poliamida (nailon y caprolatum polimerizada), plásticos
poliolefínicos o fibras de polibutesteres.

Derivadas del poliéster


Son el mersilene ethibond, el ticrón, el dacrón, el tevdek y el polydek.
Están hechas de polímeros de resina del teraphtalato de polietileno, con
una cubierta de teflón (tevdek y polydek); del polidiapato de tetrametile-
no (mersilene); del polibutilato (ethibond) y de silicona (ticrón). Éstos se
toleran y se utilizan en heridas o cirugías cardiovasculares y de piel, pue-
den causar reacción tisular severa cuando no presentan recubierta.

Caprolactam polimerizado
Su materia prima es el teraphtalato de polietileno, resultado de la con-
densación del ethilenglicol y teraphtalato de dimetil. Puede tener una re-
cubierta de proteínas, provoca reacción tisular, se usa en cirugías plásticas
y cardiovasculares, presenta maleabilidad defectuosa y se evita en heridas
infectadas por su reacción en los tejidos.

Polipropileno
Surge de un polímero lineal de carbohidratos. Es un material óptimo para
tejidos de cicatrización lenta o heridas infectadas. Se utiliza en cirugía
196
Jorge Luna del Villar Velasco

capítulo 5 w suturas
general, plástica y cardiovascular, para el cierre cutáneo; en oftalmología
(por su elasticidad) y en el músculo cardiaco, ya que, además, es poco
trombogénica.
Presenta maleabilidad y resistencia a la tensión, comparable con las
grapas de acero inoxidable, con respuesta tisular mínima a los cuerpos
extraños.

Nailon
Las suturas hechas con nailon son el surgilon, dermalon, nurolon y el
ethilon. Se elaboran a partir de un polímero de poliamida, derivado de la
celulosa y el ácido adípico; no están recubiertas ni son capilares; el tejido
presenta mínima reacción hacia ellas; se recomiendan en la sutura de he-
ridas contaminadas o infectadas y para la piel, el músculo, la oftalmología
y la cirugía cardiaca.

Plásticos poliolefínicos o fibras de polibutesteres


(polietileno)
Derivado del ethileno polimerizado, no presenta cubierta; se sugiere en
heridas contaminadas o infectadas. Provoca escasa reacción hística; su
principal desventaja se relaciona con la pérdida de resistencia a la trac-
ción en el anudamiento.

Suturas metálicas
El acero inoxidable es la sutura metálica más común. Se consigue como
multifilamento o monofilamento, la reacción hística que produce es míni-
ma; sin embargo, los cabos del material que permanecen en el paciente,
ocasionan inflamación. Este material corta los tejidos y puede fragmen-
tarse y migrar; no obstante, parece estable en heridas contaminadas y se
elige si ya se presentó una reacción a otro material de sutura.

Grapas
Tienen origen sintético; por lo general, son de tipo absorbibles o me-
tálicas. Los instrumentos de engrapado se crearon en la antigua Unión
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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

Soviética, desde 1950; tienen forma de ‘U’ y, al ser colocadas, adoptan fi-
gura de ‘B’. Se utilizan en cirugías vasculares, gastrointestinales, en la piel,
los pulmones y los genitales. Son resistentes y proporcionan un cierre
hermético; su mayor ventaja es la rapidez de aplicación: minimiza el tiem-
po de exposición quirúrgica y anestesia.
La gran desventaja, en la cirugía veterinaria, es su elevado costo y la
necesidad de utilizar aplicadores especiales.

Pegamentos biológicos
También llamados cementos quirúrgicos, se usan principalmente en el
humano, en cirugías periodontales o gingivales. Entre ellos destacan el
cianoacrilato, óxido de zinc o magnesio y eugenol, sustancias capaces de
unir tejidos húmedos, además son hemostáticas. Se asocian con la pre-
sentación de granulomas, infecciones severas por emplearse en heridas
contaminadas, provocan retardo en la cicatrización y adherencias sobre
superficies húmedas.
En el Cuadro 1 se muestran las características de los principales ma-
teriales de sutura.

noMbre pIerde AbsorCIÓn CApIlArIdAd reChAzo


tensIÓn
Nailon 30% en 720 Nula Negativa Mínimo
días
42% en 28 182 días Negativa Ligero
Polidioxanona días
50% en 14 60 a 90 días Mínima Ligero
Poliglactin días
910
37% en 7 días 120 días Mínima Ligero
Ácido
poliglicólico
41% en 28 180 días Negativa Ligero
Poligliconato días
Poliglicaprone 90-120 días 180 días Negativa Ligero

198
Jorge Luna del Villar Velasco

capítulo 5 w suturas
Polipropileno NA* Nula Negativa Mínimo

Polibutester NA Nula Negativa Mínimo

Poliéster NA Nula En capa Moderado


Acero NA Nula Negativa Inerte
inoxidable
Acero/ NA Nula Negativa Inerte
tantallum
Algodón 50% en 180 Nula Positiva Severo
días
* NA: No aplicable debido a que pierden su tensión mas allá de los 720 días

Cuadro 1. CaraCterístiCas de los materiales de sutura

Material portaagujas
Los portaagujas ayudan a manejar las agujas de sutura en los tejidos. El
portaagujas de Mathieu o automático se emplea para cualquier tipo de
sutura. El de Mayo Hegar es más difundido. El modelo de Metzenbaum se
usa para las agujas finas que se emplean en suturas intestinales.

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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

nuDos quirúrgicos
En lugar del nudo corriente, el simple o el de costurera (siempre insegu-
ro), se recurre al nudo de marinero (nudos cuadrados) o de cirujano. Casi
no se aflojan ni se desatan; se realizan invirtiendo la dirección de cada
nudo simple, manteniendo tensión uniforme sobre los cabos, paralelos
con respecto al plano del nudo que se asegura en cada vuelta.
El nudo de cirujano es similar al nudo de marinero, salvo que en
aquél se pasa un cabo a través de la lazada de inicio, dos veces. Esta tor-
sión adicional sobre sí mismo incrementa la fricción (Figura 1).
Entre los métodos básicos para atar nudos se encuentran el anuda-
miento con las manos y con instrumentos.

Anudamiento con manos


Los extremos del hilo se mantienen paralelos, de manera que la mano
izquierda sujeta, entre el índice y pulgar, el extremo superior del hilo. La
mano derecha toma la otra punta y la hace pasar por debajo del dedo
índice de la izquierda, enseguida se desliza alrededor del otro extremo.
Finalmente, se tira de ambos extremos y se ajusta la primera parte del
nudo.
Después se procede a la inversa; es decir, el extremo que sujeta la
mano izquierda se pasa por debajo del dedo índice de la derecha, y luego
por el otro punto, rodeándolo. De esta forma se realiza la segunda parte
del nudo que se tensa y se aprieta adecuadamente.

200
Jorge Luna del Villar Velasco

capítulo 5 w suturas
Figura 1. A) Nudo plano o cuadrado .
B) Nudo de cirujano .
C) Triple nudo de cirujano .

Anudamiento con portaagujas


Con esta técnica se logra un ahorro sustancial de material de sutura; para
realizar este anudado, el portaagujas permanece paralelo a la herida y se
desliza perpendicularmente a ésta.
Como primer paso, se introduce la aguja a través de los bordes de
la herida, como si se realizara un punto simple; la aguja sobresale y se
sujeta con la pinza de disección, se jala toda la hebra del hilo hasta dejar
un extremo corto; se toma el extremo largo del hilo con los dedos índice
y pulgar, se realizan un par de lazadas sobre el portaagujas para hacer el
primer nudo, o bien se efectúa un movimiento rotatorio sobre la punta
del portaagujas en dirección al cuerpo del cirujano.
Una vez hecha la primera lazada, se entreabre el portaagujas, se
toma la punta del extremo libre y se jala en dirección contraria al cuerpo
del cirujano, de modo que las dos vueltas del material se deslicen hacia
adelante, apretando y ajustando el nudo.
Se finaliza haciendo una serie de nudos simples con el fin de que
no se afloje el primer nudo (de cirujano). Con este propósito se coloca
el portaagujas entre los cabos del hilo, se enlaza con el extremo del hilo
que contiene la aguja, se entreabre para asir el otro extremo y tirar de los
cabos con fuerza. Hay que evitar que el nudo quede desalineado.
Luego se cortan los cabos y se prosigue con la línea de sutura
(Figura 2).

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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

Figura 2. Realización del nudo cuadrado, con portaagujas .

202
Jorge Luna del Villar Velasco

capítulo 5 w suturas
selección De agujas quirúrgicas
La selección del tipo de aguja tiene relación con el tejido: grosor, densi-
dad, elasticidad y grado de penetrabilidad. También se relaciona con la
topografía de la herida (profundidad y dirección de la herida).
Las agujas, cuyas características se basan en el ojo, la longitud y el
diámetro, deben ser resistentes y maleables; su forma varía según la pro-
fundidad del tejido. Por ejemplo, las agujas quirúrgicas largas y delgadas
cuentan con puntas cortantes. La mayoría son más resistentes a la corro-
sión y no acarrean bacterias, porque son de acero inoxidable.
Los tres componentes básicos de una aguja son:
a) Cabeza.
b) Cuerpo.
c) Punta.
a) Cabeza. Existen dos categorías de agujas quirúrgicas: las atraumá-
ticas (sin ojo) y las traumáticas (con ojo). Las primeras sirven más a
los tejidos, debido a que el hilo se inserta sobre ella; por tanto, tiene
el mismo grueso que la aguja (Figura 3). Las agujas empleadas para
cirugía oftálmica son reutilizables y cuestan menos que las de otros
tiempos. Para la cirugía cardiovascular y gastrointestinal se necesitan
dos agujas.
b) Cuerpo. Debe alcanzar ambos bordes de la incisión; un diámetro
excesivo aumenta el trauma inferido a los tejidos. La forma de las
agujas varía de modo considerable. Las más comunes son la rectas,
la medio curva y la de sector circular (3/8 de círculo y 1/2 de círcu-

203
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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

lo). Las primeras se utilizan en áreas superficiales del cuerpo, mien-


tras que las de medio círculo, en heridas pequeñas o dentro de una
cavidad. Desde su punta, pueden ser redondas (ahusadas) sin filo;
de manera habitual se usan en órganos parenquimatosos, grasa y
músculo.
Las agujas cortantes proporcionan un filo capaz de penetrar en teji-
dos densos, existen tres clases: convencional, inversa (reverso cortante) y
tapercut. Las primeras tienen el filo a lo largo de la superficie cóncava; la
localización de este borde cortante, ayuda al corte adecuado del tejido.
Las inversas cuentan con un tercer filo cortante, localizado sobre el
borde convexo, que las hace más fuertes que las anteriores y reduce el
riesgo de cortar el tejido.
Las agujas tapercut son una combinación de las agujas inversas (re-
verso cortante) y las de punta redonda; generalmente se utilizan para
suturar tejido denso, fibroso (tendón) o para algunos procedimientos
cardiovasculares.

B
Figura 3. A) Agua con ojo fijo . B) Aguja atraumática .

204
Jorge Luna del Villar Velasco

capítulo 5 w suturas
Figura 4. A) Aguja de punta aguda para tejidos blandos,
como el músculo . B) Aguja de punta roma para órganos
parenquimatosos como el hígado y el bazo .

Figura 5. A) Aguja convencional con el filo en la superficie


cóncava, que disminuye el riesgo de cortar tejido en exceso .
B) Aguja inversa (reverso cortante) que presenta el filo en la
superficie convexa . Es más resistente que la aguja convencional .

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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

técnicas comunes De sutura


Las técnicas de sutura se clasifican en interrumpidas, continuas y por la
aposición de los tejidos que, a su vez, son continuas o discontinuas (coap-
tación o adosantes, evertidas o evaginantes, invertidas o invaginantes).

Suturas interrumpidas
Este modelo infiere que cada sutura es una entidad separada y cerrada; si
falla una sutura, no se produce mayor consecuencia. Son fáciles de colo-
car y existe la posibilidad de ajustar con precisión la tensión de cada una,
de acuerdo con las fuerzas de los márgenes de la herida (Figura 6-A).
Las desventajas se relacionan con el tiempo que se emplea en rea-
lizar cada nudo por separado, y con la gran cantidad de material extraño
que permanece en la herida, principalmente, cuando se colocan en un
tejido interno; esto último redunda en un mayor gasto de material.

Figura 6-a. Puntos interrumpidos simples .

206
Jorge Luna del Villar Velasco

capítulo 5 w suturas
Suturas continuas
Estas suturas consisten en una serie de puntos interrumpidos, pero con
un nudo en cada extremo del patrón de sutura; es decir, la sutura es con-
tinua entre dos nudos (Figura 6-B). Se utiliza menos material, se reduce la
cantidad de nudos; además, disminuye el tiempo de cirugía. Una sutura
continua simple provee una adecuada aposición.
Dentro de sus inconvenientes existe menor precisión en el control
de la tensión de la sutura, y un efecto indeseable si se rompe el hilo o si
se aflojan los nudos.
Este tipo de patrón se utiliza, frecuentemente, para unir línea alba
y el tejido subcutáneo. Se debe tener mucho cuidado con áreas don-
de se pueda ocasionar estrechez o estenosis, como en las anastomosis
intestinales.

Figura 6-b. Sutura continua simple .

Suturas de coaptación o adosantes


Se unen los tejidos en aposición directa. La acción adosante produce re-
sultados favorables en las características histológicas de las suturas y su
resistencia a la tensión.
Las suturas que pertenecen a este patrón son:
a) Simples interrumpidas o separadas.
b) Interrumpida intradérmica o subcuticular.

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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

e) Interrumpida cruzada o puntos en ‘X’.


d) Continua simple.
e) Continua intradérmica o subcuticular continua.
f) Sutura de candado (Reverdin), o en encaje de Ford o Reverdin.
a) Sutura simple interrumpida. Se realiza insertando la aguja a 2 o
3 mm del borde de la herida hacia su profundidad, pasa por el lado
opuesto con la ayuda de las pinzas de disección; después, se anuda.
Se recomienda desplazar los nudos a un lado de la incisión. Las su-
turas se deben colocar aproximadamente de 0.5 a 1 cm una de otra
(Figura 7). Para retirarlas, sólo se corta a un lado del nudo y se jala.
Este tipo de patrón brinda mejores resultados histológicos y
tensiométricos que otra sutura cualquiera.
La principal ventaja es que, al interrumpirse, no se produce de-
hiscencia de toda la herida, en caso de fallo de un punto. Sin embar-
go, toma más tiempo colocar esta sutura en un patrón continuo.

Figura 7. Puntos interrumpidos simples .

b) Interrumpida intradérmica (subcuticular). Se emplea para pro-


porcionar la aposición de los bordes de la herida y lograr menos
tensión sobre los puntos en la piel. Las suturas subcutáneas, por lo
general, se colocan de manera continua; sin embargo, cuando se ne-
cesita colocar un drenaje, se prefieren las interrumpidas. Se utilizan
también para mejorar la cicatrización y evitar la necesidad de remo-
ver puntos.

208
Jorge Luna del Villar Velasco

capítulo 5 w suturas
La sutura se inicia colocando un nudo invertido; es decir, se
atraviesa la dermis de lo más profundo a lo superficial, en forma pa-
ralela al eje axial; se cruza, también, el tejido subcutáneo entrando y
saliendo por el mismo borde; después, se cambia al borde opuesto,
y se continúa hasta llegar al extremo final de la incisión (Figura 8). Se
finaliza con otro nudo invertido.

Figura 8. Puntos subcuticulares interrumpidos .

c) Interrumpida cruzada (puntos en‘X’). Se utiliza en combinación con


suturas continuas, como su soporte. Consiste en una sutura de tensión
que yuxtapone los tejidos. Se introduce la aguja como un punto sim-
ple y se repite la maniobra a corta distancia del punto anterior, de ma-
nera que el hilo quede cruzado diagonalmente. Finalmente, los cabos

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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

se anudan jalando el nudo hacia un lado del borde de la incisión


(Fig. 9).
Existe una modificación que difiere de la primera: la aguja se
introduce paralela a los bordes de la herida, y se retira la acción en el
mismo sentido, en el borde de la incisión.

Figura 9. Puntos en ‘X’ .

d) Continua simple (surgete simple). Este patrón se realiza de dos ma-


neras: de derecho o de revés. La primera se refiere a cuando la aguja,
al penetrar un borde de la incisión, sale de frente en el borde contrario.
Sobre la superficie, al tensar la sutura, se forman líneas oblicuas; en la
parte interna, serán líneas perpendiculares a la incisión (Figura 10).
La sutura continua de revés se inicia anudando cada punto; el
hilo sale más adelantado en el otro borde de la incisión de manera
que, al tensarse, se observa una línea recta sobre la línea de incisión
y en la parte interna aparecen líneas inclinadas como se muestra en
la Figura 10.

Figura 10. Surgete simple .

210
Jorge Luna del Villar Velasco

capítulo 5 w suturas
Esta sutura es semejante a la observada en la Figura 6-B que co-
rresponde a la sutura continua simple, pero el sentido de la aguja es
inverso; puede también realizarse este patrón de izquierda a derecha
y de igual manera con el sentido inverso de la aguja.
e) Sutura de candado de Reverdin o en encaje de Ford. Se modifica
el patrón de sutura continua (surgete simple); cada lazada es parcial-
mente anclada. Las suturas continuas se finalizan introduciendo la
aguja en sentido opuesto; con la última lazada se anuda, por lo que
aparecen tres cabos en el corte (Figura11). Es un patrón de sutura
fácil, rápido y estético, para posicionar mejor los tejidos; proporciona
un grado mayor de estabilidad que una continua simple. La principal
desventaja es la mayor cantidad de sutura requerida y la dificultad
para retirarla.

Figura 11. Sutura de candado .

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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

suturas eVertiDas o eVaginantes


Al realizar este tipo de suturas, los bordes de la herida aparecen hacia
fuera, pero éstas son más resistentes y se usan en áreas de tensión. La
principal desventaja es el retraso de la cicatrización, debido a que los pla-
nos anatómicos no están adosados. Se consideran suturas evertidas los
siguientes patrones:
a) Punto en ‘U’ vertical separado o matriz vertical interrumpida o
Sarnoff.
b) Punto en ‘U’ horizontal separado o matriz horizontal interrumpida.
c) Punto en ‘U’ horizontal continuo o colchonero horizontal o matriz
horizontal continua.
d) Cerca y lejos.
a) Punto en ‘U’ vertical separado, matriz vertical interrumpida o
Sarnoff. Para esta sutura, la aguja se introduce aproximadamente
10 mm sobre el borde de la incisión y se hace pasar el hilo a la misma
distancia en el borde opuesto. La aguja es redirigida en línea vertical
del mismo lado, insertándola a 4 mm, sale en el borde opuesto de la
herida, se adelanta 4 mm y, al fin, se anuda (Figura 12). Este patrón de
sutura es más resistente que los patrones en ‘U’ horizontal.

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Jorge Luna del Villar Velasco

capítulo 5 w suturas
Figura 12. Puntos en ‘U’ verticales .

b) Punto en ‘U’ horizontal separado o matriz horizontal interrum-


pida. Se realiza como un punto separado simple y sin anudarse,
paralelo al borde de la herida. Se avanza de 6 a 8 mm en donde
se reintroduce la aguja para salir en el mismo lado del inicio de la
sutura; finalmente se anudan los extremos. Cada punto se coloca a
una distancia de 4 a 5 mm (Figura 13).

Figura 13. Puntos en ‘U’ horizontal


o de colchonero, horizontal interrumpido .

c) Punto en ‘U’ horizontal continuo, colchonero horizontal o matriz


horizontal continua. El patrón es similar al de la matriz horizontal
interrumpida, sin anudar individualmente. Sólo existe un nudo inicial
y otro al final de la herida; es decir, después de colocar un punto en

213
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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

‘U’ se adelanta nuevamente de 6 a 8 mm para volver a cruzar la línea


de incisión, así alternadamente, hasta terminar (Figura 14).

Figura 14. Puntos en ‘U’ horizontal


o de colchonero horizontal continuo .

d) Lejos-cerca, cerca-lejos. La sutura se inicia al insertar la aguja por


la piel y en forma subcutánea, lejos de la línea de incisión; se cruza
al borde opuesto, saliendo cerca de éste. Enseguida se hace pasar la
sutura sobre la línea de incisión para salir cerca del borde de la heri-
da, de fuera hacia adentro, y se vuelve a cruzar la incisión del tejido
subcutáneo, saliendo a la piel y se anudan los extremos de la sutura.
Todo se realiza sobre una línea transversa a la incisión (Figura 15). Se
emplea para piel o para unir los extremos de un tendón; el patrón
de sutura interrumpe muy poco el aporte sanguíneo y proporciona
buena resistencia a la tensión.

Figura 15. Lejos-cerca, cerca-lejos .

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Jorge Luna del Villar Velasco

capítulo 5 w suturas
suturas inVertiDas o inVaginantes
Las suturas invaginantes invierten el tejido, se recomiendan para realizar
muñones de órganos tubulares. La inversión suele ser conveniente para
el cierre de vísceras; en la piel ocasiona un retardo de la cicatrización. Las
suturas que pertenecen a este patrón son:
a) Sutura de Lembert.
b) Sutura de Halstead.
c) Sutura de Connell.
d) Sutura de Cushing.
e) Sutura de Parker-Kerr.
f) Sutura de bolsa de tabaco o jareta.
a) Sutura de Lembert. Esta sutura es una variación de un patrón de
matriz vertical. Se emplea en órganos huecos, la aguja involucra la
serosa y la muscular, se realiza un hilván sobre un borde de la herida
y se exterioriza cerca. Posteriormente se pasa la aguja al borde con-
trario de la misma manera, penetra y sale alejada del borde (Figura
16). Este patrón se puede repetir de manera continua o separada, a
lo largo de la incisión.

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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

Figura 16. Sutura de Lembert .

b) Sutura Halstead. Es una sutura parecida al Lembert, pero en forma


doble; es decir, a manera de ‘U’. Se realizan los mismos pasos, sólo
que se regresa con una separación de 4 a 5 mm para salir donde dio
inicio la sutura (Figura 17). Se emplea para órganos huecos e involu-
cra serosa y muscular exclusivamente; este patrón puede ser conti-
nuo o discontinuo.

Figura 17. Sutura de Halstead .

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Jorge Luna del Villar Velasco

capítulo 5 w suturas
c) Sutura de Connell. Es una sutura perforante y continua. Se inicia
con un nudo; posteriormente se realiza una greca oblicua paralela a
un borde de la herida; involucra serosa, muscular y mucosa saliendo
del mismo lado, a unos 3 mm de distancia, se cruza la línea de inci-
sión y se entra de igual forma, se regresa por delante casi inmediata-
mente por donde salió la aguja anterior (Figura 18).

Figura 18. Sutura de Connell .

d) Sutura de Cushing. Es una sutura continua no perforante, ya que


sólo penetra hasta la submucosa. Es muy parecida a Connell, pero
difiere en que se trata de una greca recta paralela al borde de la in-
cisión. Se inicia colocando un nudo, después entra en un borde de
la incisión y sale a unos 5 mm de distancia, cruza la herida y exacta-
mente frente al punto realizado en el otro borde la aguja entra y sale;
así se hace consecutivamente, hasta terminar la línea de incisión y se
anuda al final de la herida (Figura 19).

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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

Figura 19. Sutura de Cushing .

e) Sutura de Parker-Kerr. Se emplea para cerrar muñones de órganos


tubulares huecos. Se coloca una pinza intestinal de Doyen abarcando
todo el espesor del órgano involucrado, se corta el tejido encima de
la pinza y, sin quitar ésta, se coloca un punto paralelo a la incisión. Sin
anudarse, se inicia una sutura de Cushing por encima de la pinza hasta
terminar en el otro extremo. Para que invagine, se va retirando lenta-
mente la pinza intestinal, se traccionan ambos extremos de las suturas
sin anudar hacia lados opuestos, ello provoca el cierre (Figura 20).

Figura 20. Sutura de Parker-Kerr .

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Jorge Luna del Villar Velasco

capítulo 5 w suturas
f) Sutura de bolsa de tabaco o jareta. Se utiliza para aproximar o in-
vertir el extremo abierto de una luz, en estructuras tubulares huecas
(como muñones viscerales) o para el ajuste de tubos de ostomía y
catéteres de drenaje. La aguja se pasa por dentro y por fuera de los
bordes del lumen de modo circular; se tracciona para invertir el mu-
ñón (Figura 21).

Figura 21. Sutura de bolsa de tabaco o jareta .

Agradecimientos
Agradezco a la MVZ Norma Pérez Gallardo su valiosa ayuda científica y a
Elizabeth Villanueva Stark su inigualable apoyo para la realización de este
trabajo.

219
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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

literatura recomenDaDa

1) Willard DM, et al. Small animal surgery. St. Louis (Mo.): Mosby-Year
Book, 1997.
2) Slatter HD. Texto de cirugía de los pequeños animales. Barcelona:
Salvat, 1989.
3) Ammann K. Métodos de sutura en cirugía veterinaria. México:
CECSA, 1975.
4) Sotelo SO. Materiales, técnicas y usos de las suturas estudio recapi-
tulativo (tesis de licenciatura). México (DF): Facultad de Medicina
Veterinaria y Zootecnia, UNAM, 1997.
5) Edlich RF. Physical and chemical configuration of sutures in the deve-
lopment of surgical infection. Ann Surg 1973; 177: 679.
6) Kirpenstijn J. Comparison of stainless steel fascial stables and po-
lypropylene suture material for closure of the linea alba in dogs.
Vet Surg 1993; 22:464.
7) Sebesh O. The physical properties of polyglyolic acid sutures
(dexon) in sterile and infected urine. Invest Urol 1975; 12:490.
8) Edlich RF, Rodeheaver GT, Thacker JG. Management of soft tissue
injury. Clin Plast Surg 1977; 4:191.
9) Knecht CD, Allen AR, Williams DJ and Johnson JH. Fundamental
techniques in veterinary surgery. Philadelphia: WB Saunders, 1981.
10) Swaim SF. Surgery of traumatized skin: Management and reconstruc-
tion in the dog and cat. Philadelphia: WB Saunders, 1980.

220
Jorge Luna del Villar Velasco

capítulo 5 w suturas
DuDas para la asesoría
Si surgen dudas al leer este capítulo, anótelas; si no tiene oportuni-
dad de discutirlas con sus colegas, pregúntelas al autor vía telefóni-
ca, fax o correo electrónico.
Prepare sus dudas por escrito y tenga a la mano material para tomar
notas cuando las consulte con el autor. No olvide anotar correcta-
mente los datos para que el autor le conteste. Mencione el tema que
quiere consultar y haga una pregunta por cada una de las dudas.

MVZ, MC, Esp. JorgE luna


DEl Villar VElasCo

Z Para cualquier duda o comentario, comuníquese a la ciudad de


México de lunes a viernes de las 10 a las 14 horas, al teléfono
(55) 5622-5864 al 5866.
Z Fax: (55) 5550-0731.
Z Correo electrónico: jlvv@servidor.unam.mx
jlvvelasco@hotmail.com

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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

222
Jorge Luna del Villar Velasco

capítulo 6 w manipulación DelicaDa De tejiDos


capítulo 6
Capítulo 6
Manipulación delicada de tejidos

mVz, mc, esp. jorge luna


Del Villar Velasco

Técnico Académico del área de cirugía de


tejidos blandos y profesor de asignatura
en el Hospital de la Facultad de Medicina
Veterinaria y Zootecnia de la UNAM.

Z Generalidades. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 227
Z Instrumental quirúrgico y estabilización de tejidos . . . . . . . . . 229
Z Respuesta tisular al trauma. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .231
Z Infecciones quirúrgicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 233
Z Cierre de heridas y suturas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 235
Z Hemostasis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 237

223
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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

objetiVos

Al terminar la lectura de este capítulo, los lectores:


1) Conocerán y comprenderán la importancia del manejo
delicado de los tejidos y podrán practicarlo.
2) Conocerán y aplicarán los principios fundamentales de la
disección, la separación y la manipulación de los tejidos
expuestos.
3) Conocerán y aplicarán las técnicas para la separación de teji-
dos, la estabilización tisular, la irrigación de los tejidos expues-
tos, la realización de la hemostasis y el cierre de las heridas.

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Jorge Luna del Villar Velasco

capítulo 6 w manipulación DelicaDa De tejiDos


introDucción
Una herida o una lesión corporal provocada por el cirujano altera la con-
tinuidad normal de las estructuras; por ello, es indispensable que éste
comprenda los procesos de agresión y reparación de los tejidos para mi-
nimizar cualquier efecto adverso y sea capaz de utilizar los conocimientos
en beneficio del paciente.
El uso de técnicas adecuadas permite reparar los tejidos de la ma-
nera más fisiológica, además de utilizar el menor tiempo en la exposición
de éstos hacia el medio externo. Es importante la vigilancia, registro y
evaluación de variables fisiológicas que permiten al cirujano conocer el
estado homeostático de su paciente, responder a los cambios adversos
que se produzcan y evitar los mecanismos de compensación insuficien-
tes. Incluso, el paciente normal que se presenta para un procedimiento
menor debe ser monitoreado.
Los estímulos que alteran o agreden al paciente son: lesión hística,
reducción del volumen circulante, flujo sanguíneo reducido, hipoxia ti-
sular, infección y ayuno. Los estímulos que pueden agredir al paciente
se inician antes de la cirugía y continúan durante la convalecencia. La
respuesta fisiológica resultante es neuroendocrina y metabólica, ello pro-
duce cambios en el medio interno del paciente. La liberación de cateco-
laminas, como consecuencia de la agresión, debe minimizarse o evitarse
a la brevedad.
El régimen para evaluar a un paciente considera varios criterios: 1)
anormalidades fisiológicas y la gravedad de su desviación, tal como se

225
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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

detecta en el preoperatorio; 2) cambios esperados en anestesia y cirugía;


3) magnitud del cambio fisiológico que se espera en el paciente a lo largo
del posoperatorio.

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Jorge Luna del Villar Velasco

capítulo 6 w manipulación DelicaDa De tejiDos


generaliDaDes
La manipulación delicada de tejidos representa una actitud que el ciru-
jano debe cuidar, pues si se lleva a cabo, se respetarán la vascularización,
la inervación e hidratación, y se cumplirá con los prerrequisitos para una
técnica quirúrgica atraumática.
William S. Halsted (1852-1922) fue el primer cirujano en evidenciar la
importancia del manejo delicado de los tejidos durante los procesos qui-
rúrgicos, esto último evitó tramautismos innecesarios con la localización
de vasos sanguíneos para realizar una correcta hemostasis y motivó me-
nor predisposición a infecciones, y una cicatrización organizada y rápida
de las heridas. Con esta base, se ha adoptado una forma óptima de ma-
nipulación de los diferentes tejidos, con el fin de conservar su integridad
anatómica y fisiológica y obtener así una evolución más satisfactoria de
las heridas quirúrgicas.
A partir de ese criterio, se evita la formación de edemas y seromas,
así como el exceso de tejido necrosado, el cual retardaría o imposibilitaría
la recuperación del paciente en el posoperatorio.
La asepsia es otro factor importante que previene infecciones. Esto
último implica las medidas disciplinarias acordes con un concepto de-
terminado de quirófano, así como la preparación del paciente y la sala
del posoperatorio. Las técnicas asépticas constituyen métodos y prácti-
cas que previenen la contaminación en la cirugía, involucran el ambiente
quirúrgico, el quirófano, el personal y el equipo quirúrgico. Si estas reglas
no se cumplen, se facilita la entrada de microorganismos por vía exógena,

227
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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

además de la contaminación por vía endógena a través de malas incisio-


nes, que promueven la sepsis.
Es imposible eliminar todos los microorganismos de una herida o de
un campo estéril; sin embargo, las técnicas asépticas limitan la exposición
del paciente a estos; la idea de la antibioterapia a grandes dosis o con me-
dicamentos muy agresivos no es sinónimo de asepsia. Es importante me-
jorar todos los aspectos con respecto al manejo del paciente para evitar,
en la medida de lo posible, las prácticas tan agresivas de antibioterapia.
En muchas ocasiones, el uso de antisépticos previos a la cirugía o de
procedimientos de diagnóstico (para bajar la carga bacteriana de la piel y
el instrumental utilizado para procedimientos quirúrgicos) ha permitido
mejorar la calidad de la cicatrización de los tejidos, lo cual ha llevado, a su
vez, a la recuperación de los pacientes de manera óptima.
El cirujano debe saber cuándo intervenir a un paciente y qué datos
de la reseña, de la historia clínica, del examen físico general y del examen
por aparatos y sistemas son importantes. Asimismo, conocerá las pruebas
de laboratorio, como el hemograma, la química sanguínea, gasometría;
y los exámenes de gabinete, como radiografía, ultrasonido, resonancia
magnética, etcétera.

228
Jorge Luna del Villar Velasco

capítulo 6 w manipulación DelicaDa De tejiDos


instrumental quirúrgico
y estabilización De tejiDos

Entre el instrumental quirúrgico del que dispone el cirujano para realizar


una manipulación delicada de tejidos, se encuentran las diferentes pinzas
de disección, como las de Adson, Brown-Adson, Cooley y De Bakey. Los
tejidos densos, como la piel, se manejan con pinzas con dientes o estrías;
en los tejidos más suaves, como las vísceras, se usan las de punta lisa.
Ambas se sujetan como un lápiz y se emplean para estabilizar los tejidos
durante la incisión o la sutura, para separarlos con fines de exposición o
escisión y para sujetar los vasos en la electrocauterización o electrocoa-
gulación. Además, sirven para ligaduras, extracción de agujas del tejido,
comprimir compresas y sujetar la gasa para limpiar la sangre. Si se toma
demasiado tejido, o si se hace de manera repetida, se produce un trau-
matismo innecesario.
Existen otros instrumentos para estabilizar tejidos, como las pinzas
de Allis, que son atraumáticas y se utilizan, en general, para sujetar la por-
ción interna de la piel (dermis interna); las de Rochester-Carmalt, útiles en
la histerosalpingo-ooforectomía; las de Satinski, para los vasos grandes y
el pulmón; las de concavidad superior de De Bakey, para el corazón; y las
de Doyen, para el intestino.
Tanto las suturas de contención con material monofilamentoso
como las manos del cirujano (o del primer ayudante), contribuyen para
estabilizar las vísceras huecas como el estómago, el intestino y la vejiga
urinaria. En el caso del pericardio y la duramadre, la sujeción se realiza

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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

con pinzas de disección lisas, como las de De Bakey o las de Cooley, y con
suturas.

Exposición quirúrgica
La exposición quirúrgica ideal en una región determinada requiere de
la separación de tejidos visible para hacer la intervención deseada, así
como la correcta longitud de la incisión, pues facilita la manipulación y
reduce al mínimo el traumatismo. La exposición se mantiene mediante
compresas y suturas de contensión; también con separadores de teji-
dos, como los de Balfour para abdomen, Finochietto para toracotomías y
Gelpi para ortopedia y neurocirugía. Se debe proteger el tejido separado
con compresas húmedas, las cuales, además, pueden ser utilizadas en el
aislamiento de zonas contaminadas en cirugías (como enterectomía, en-
terotomía, gastrotomía, entre otras).
Durante la intervención, la herida quirúrgica y los diferentes tejidos
expuestos, se mantendrán irrigados y se succionarán los diferentes líqui-
dos. El lavado se efectúa con soluciones fisiológicas (Hartmann o solución
salina); con esto se eliminan residuos de tejidos, sangre (o coágulos), que
reducen las infecciones posoperatorias, y se mantiene húmedo el tejido.

Irrigación y succión
Se recomienda que la irrigación de los tejidos se realice por medio de
un sistema simple de presión moderada, con ese propósito es útil una
jeringa de 35-40 mL y una aguja calibre 19; la succión se lleva a cabo por
medio de un vacío regulado de 80 a 120 mm Hg y con aspiradores con
boca de Pool, multifenestrada o de tipo sumidero. Para la succión de teji-
dos delicados, se coloca compresa de gasa entre el tejido y la punta.
La temperatura corporal del paciente se mantendrá estable duran-
te la cirugía, suministrando líquidos tibios, de manera tanto endovenosa,
como por medio de lavados quirúrgicos. Las mesas para quirófano se cu-
bren con material aislante del frío, o se utilizan mesas térmicas, donde se
controla la temperatura.

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capítulo 6 w manipulación DelicaDa De tejiDos


respuesta tisular al trauma
La respuesta tisular a la lesión comprende la fase de inflamación que, si
fuere un componente necesario en el proceso reparador, no debe exa-
gerarse en la inducción al trauma. Si los tejidos experimentan apenas un
daño leve, como el que provoca un bisturí, y de sólo una intención en
el corte, la reacción inflamatoria es transitoria. En contraparte, el trauma
extenso motiva considerable destrucción de los tejidos. Los mediadores
químicos liberados comprenden diversas enzimas capaces de degradar
proteínas, aun la colágena.
La colagenasa liberada desde los granulocitos se acrecienta por la
acidosis tisular. Las proteínas séricas no inhiben a la colagenasa, porque
lo hacen las enzimas proteolíticas.
El tejido conectivo local se vuelve más susceptible de destrucción
por otras proteasas liberadas, durante el proceso inflamatorio. El detri-
tus necrótico y las células lisadas se acumulan y provocan un absceso. La
inflamación destructora se facilita por la presencia de tejido necrótico y
coágulos de sangre, isquemia tisular e infección. La manipulación delica-
da del tejido, la atención cuidadosa de la hemostasis, las suturas propi-
cias y las técnicas asépticas son muy importantes en la fase inflamatoria
posquirúrgica.
Normalmente, los macrófagos eliminan materiales extraños (de la
lesión) que no destruyeron los granulocitos o mediadores plasmáticos.
Con la presencia continua de materiales extraños persiste la inflamación
monocítica, estas células sufren proliferación local y evolucionan a histio-
citos o células epitelioides. La necrosis coagulativa de estas células lleva

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a la caseificación y fibroplasia. Por último, se desarrolla una cápsula de


colágena alrededor de los cuerpos extraños no infecciosos. El resultado
es un granuloma. Otra causa común de granulomas posoperatorios con-
siste en la contaminación de la herida con talco de los guantes, presencia
de materiales de sutura no absorbibles y no inertes, como la seda y el
algodón que, además, inducen una reacción al cuerpo extraño, con la
consecuencia de la fistulización a través de la piel.

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Jorge Luna del Villar Velasco

capítulo 6 w manipulación DelicaDa De tejiDos


infecciones quirúrgicas
Las infecciones tienen una etiología variada, pero, por lo general, es ca-
racterística del tipo y ubicación del traumatismo; por ejemplo, un trauma-
tismo penetrante acarrea microorganismos exógenos hacia los órganos
dañados directa o indirectamente, como bacterias gramnegativas por
perforación gastrointestinal o genitourinario, perforaciones de piel por
penetración de uñas o dientes de otro animal.
Las infecciones se presentan por la deficiente asepsia durante los
procedimientos quirúrgicos; el riesgo varía según la magnitud de la con-
taminación bacteriana y el tipo de procedimiento quirúrgico: operacio-
nes limpias (histerooforectomía, prótesis de cadera), operaciones limpias
contaminadas (enterotomía, gastrotomía, resección pulmonar), operacio-
nes contaminadas (procedimientos de cirugía oral o anal) y operaciones
sucias (traumatismo externo o perforación de una víscera abdominal).
Las heridas limpias rara vez se infectan con microorganismos que no
sean bacterias aeróbicas grampositivas, por lo general originadas en la
piel, mientras que las bacterias gramnegativas y anaerobias suelen prove-
nir de la contaminación del tracto gastrointestinal o genitourinario.
Los traumatismos innecesarios, debidos a la excesiva tensión de los
separadores colocados con el uso inapropiado del electrocauterio, una
ligadura mal realizada, cuerpos extraños y los espacios muertos contribu-
yen a la infección posoperatoria de la herida.

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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

Infecciones no relacionadas
con el procedimiento quirúrgico
El paciente corre el riesgo de contraer enfermedades infecciosas previas a
la cirugía o posteriores a ésta; la fiebre posoperatoria y la depresión pue-
den ser consecuencias de enfermedades, como gastroenteritis hemorrá-
gica por parvovirus, moquillo canino, rinotraqueítis y leucopenia felina,
entre otras. El cirujano debe considerar estas enfermedades para evitar un
mal diagnóstico o alguna complicación posoperatoria.

Infección por implante de prótesis


Estas infecciones se asocian invariablemente con la hospitalización pro-
longada, así como con una manipulación exagerada de los tejidos adya-
centes a la prótesis, lo anterior provoca infección superficial por el creci-
miento de microorganismos en la piel afectada en el implante o cercana
a él; infección inmediata profunda, que los cirujanos llevan al lugar de la
implantación desde la piel; o una infección profunda tardía, que se pre-
senta mucho tiempo después de la intervención y no se relaciona espe-
cíficamente con ella.

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capítulo 6 w manipulación DelicaDa De tejiDos


cierre De heriDas y suturas
El cierre de la herida se consigue utilizando dos instrumentos: las pinzas
de disección y el portaagujas. Desde el lado más alejado de la herida, se
sujeta la capa de tejido (que se halla encima de la que se debe suturar)
para separarla hacia arriba y hacia fuera, y se deja expuesta el tiempo su-
ficiente para la aplicación de la aguja. Mientras se empuja esta última, se
desplazan las pinzas de disección hacia el nivel del tejido que se sutura, el
cual se eleva para exponer el punto de salida de la aguja. Posteriormente
se lleva la pinza al lado más cercano de la herida, para exponer el lugar
por donde la aguja ha entrado. Mientras ésta penetra en el borde más
cercano, se mueve la pinza atraumática de manera que se separe el estra-
to de tejido superior. Así se logra la máxima visibilidad de la aguja en todo
su recorrido, y facilita la localización precisa de la sutura. La aguja se retira
del tejido con un portaagujas o con pinzas atraumáticas de puntas lisas.
El material de sutura desempeña un papel muy importante en las
infecciones posoperatorias de heridas; según el material que se emplea,
se obtienen diferentes grados de reacción hística a la contaminación. Las
suturas de acero y de polipropileno producen una reacción considerable-
mente menor en presencia de una infección que las suturas trenzadas,
como el ácido poliglicólico y el poliglactin 910. Cuando se tratan quirúr-
gicamente los tejidos, se debe tener gran cuidado en la manipulación,
selección, esterilización y ubicación correcta de todos los materiales de
prótesis y sutura. Un criterio inapropiado causa, obviamente, infección o
rechazo.

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móDulo 3 w FunDamentos De cirugía

Las suturas intervienen en la circulación sanguínea a través de los


tejidos, ya que se emplean para interrumpir vasos sanguíneos o para
mantener la herida yuxtapuesta y permitir la cicatrización. Si la sutura con
el nudo ocasiona presión excesiva en el tejido, o está en una disposición
demasiado estrecha, abre la herida debido a la necrosis hística que se pro-
duce en el espacio del material empleado. Esta necrosis es consecuencia
de la isquemia de los tejidos, incrementada por la inflamación de las heri-
das durante el periodo posoperatorio.
Como consecuencia de que las suturas combinan los efectos inde-
seables de la presencia de un cuerpo extraño con la interferencia de la
circulación sanguínea, se debe utilizar el menor número posible de ellas
para cerrar o aproximar la herida. Asimismo, es importante saber el diá-
metro necesario para cumplir su función, se recomiendan de monofila-
mento y no reactivas; y se deben anudar (en el caso de piel) levemente,
para que permita la aproximación.
Los tipos de suturas se clasifican según los siguientes factores:
a) Áreas anatómicas en que se acostumbran aplicar (piel, intestino,
aponeurosis, vasos sanguíneos, nervios, tendones, etcétera).
b) Tendencia a provocar la aposición, inversión y eversión de los tejidos
(puntos separados, surgete simple, Connell, Lembert, Halsted, matriz
vertical, matriz horizontal).
c) Capacidad para neutralizar las fuerzas de tensión (cerca y lejos, ma-
triz horizontal, matriz vertical).
d) Si se aplican en forma continua o interrumpida (colchonero, surgete
simple, puntos separados, Lembert interrumpido).
e) Perforantes y no perforantes (Connell, Cushing y Lembert).

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capítulo 6 w manipulación DelicaDa De tejiDos


hemostasis
Ninguna complicación técnica individual se relaciona tanto con la in-
fección como el hematoma, que implica una hemostasis deficiente. Los
vasos sangrantes se ligan para que no afecten el tejido adyacente. Es ne-
cesario utilizar material fino que evite la necrosis de una gran masa de
tejido distal al cierre. El electrocauterio se emplea con mesura; las heri-
das efectuadas con bisturí cicatrizan mejor que las realizadas con bisturí
electroquirúrgico.
El sangrado en capa se controla con baja presión, utilizando compre-
sas de gasa inmediatamente después de la incisión; la presión suele ser
suave, sin frotar, ya que esto destruye los coágulos formados; asimismo,
se retira la gasa cuidadosamente. Este método es atraumático y no deja
material extraño en la herida.
El sangrado de vasos mayores requiere de otros métodos, como pin-
zas hemostáticas, ligaduras o electrocauterio, que provocan hemostasis al
cerrar la luz del vaso sanguíneo.

Pinzas hemostáticas
A diferencia de la oclusión atraumática de la pinzas vasculares, las he-
mostáticas (Halsted mosquito, Kelly, Crile, Oschner y Carmault) aplastan el
tejido en el punto de aplicación. Tienen estrías para que el hemostato se
aplique y quede en posición; esto último ocluye los vasos sanguíneos y
detiene temporalmente la hemorragia, y, como lesiona la pared vascular,
activa el mecanismo fisiológico de coagulación. La hemostasia definitiva

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(por aplastamiento vascular o aplastamiento y torsión) se limita a vasos


pequeños, de baja presión, y requiere un tiempo de pinzamiento sufi-
ciente para que se produzca la formación del coágulo. En vasos mayo-
res, se aplican hemostatos con el propósito de que se logre hemostasia
temporal y se facilite la ligadura o cauterización del vaso; por tanto, las
técnicas idóneas para realizar la hemostasia dentro de la manipulación
delicada de tejidos son:
a) Seleccionar el hemostato más pequeño capaz de llevar a cabo la
hemostasis.
b) Los hemostatos curvos facilitan la visibilidad y la colocación del ins-
trumental en el vaso sangrante.
c) Dirigir la punta del hemostato contra el vaso, para que la pinza que-
de perpendicular a la superficie sangrante durante la aplicación.
d) Usar la punta, no las mandíbulas, para sostener la menor cantidad de
tejido, de preferencia solamente el vaso sangrante.
e) Colocar las pinzas de manera que caigan laterales a la incisión, con la
parte cóncava de la punta curva hacia abajo.
En el caso de vasos grandes profundos o vasos aislados grandes y
pedículos vasculares, las pinzas hemostáticas se aplican perpendiculares
al vaso, con la parte cóncava de la punta frente al extremo cortado trans-
versalmente, o a la línea de transección vascular, para facilitar la ligadura.
Para mayor seguridad, se utilizará la mandíbula, no la punta de las pinzas.
Los pedículos grandes se sujetan con las Carmault (o similar) para reducir
el riesgo de desgarre.

Grapas vasculares y ligaduras


Este método es el más seguro para lograr hemostasis de vasos que no
requieren reparación primaria. Las grapas vasculares se colocan rápida y
fácilmente en los vasos por medio de un aplicador semejante a un porta-
agujas; se utilizan en sitios inaccesibles a las ligaduras. Su inconveniencia
consiste en que se sueltan con más frecuencia que las ligaduras y quedan
en la herida como un cuerpo extraño.
Las ligaduras son el método hemostático más frecuente, se hacen
nudos quirúrgicos para ocluir al vaso sangrante; son las más apropiadas

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Jorge Luna del Villar Velasco

capítulo 6 w manipulación DelicaDa De tejiDos


para la oclusión de vasos múltiples y de pedículos de tejido vascular. Su
principal inconveniente es que su tiempo de aplicación se prolonga más
que el de los otros métodos hemostáticos.
Entre los materiales más utilizados para ligaduras se encuentran la
polidioxanona, poliglactin 910 y el ácido poliglicólico. Las ligaduras se
atan con nudos de marinero (nudos cuadrados), porque tienen menor
probabilidad de aflojarse. Sin embargo, el primer nudo que se realiza es
de cirujano (similar al de marinero): se pasa un cabo a través del lazo, dos
veces en la primera vuelta, con esta torsión la fricción del material detiene
el deslizamiento de la sutura entre sí, evitando el debilitamiento del nudo.
Para hacer estos nudos, se invierte la dirección sucesivamente en cada
nudo simple y se mantiene una tensión uniforme en cada uno de los
cabos, paralelos al nudo, mientras se asegura cada vuelta. (Si se falla en la
inversión de dos vueltas sucesivas, se obtiene un nudo de costurera, que
no es tan seguro por ser corredizo.)
Los vasos mayores aislados, especialmente las arterias, deben tener
ligadura doble. La interposición de una sutura por transficción entre la li-
gadura simple y el extremo cortado del vaso, proporciona una seguridad
mayor que dos ligaduras simples. La sutura por transficción propuesta
por Halsted requiere una aguja circular, y dar la vuelta alrededor del vaso
para impedir la hemorragia en los puntos donde se ha perforado la pared
vascular.
Para el caso de pedículos vasculares, se recomienda el método a tres
pinzas, pues facilita la aplicación de una ligadura simple a una línea de
tejido aplastada sobre el pedículo vascular.

Cauterización
Es el método menos recomendable para un manejo delicado de tejidos,
debido a que provoca necrosis de una porción del tejido; no obstante,
existen dos tipos de electrocauterización: monopolar y bipolar; esta últi-
ma disminuye notablemente el riesgo de una lesión accidental a los teji-
dos próximos, necesita menos corriente para conseguir el mismo efecto
coagulante, con ella se obtiene una coagulación efectiva en un campo
quirúrgico húmedo. Las ventajas de la electrocauterización incluyen: ma-

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yor rapidez para producir hemostasia y no deja material extraño en la


herida.
Se logra la hemostasia definitiva en arterias de hasta 1 mm de diá-
metro, y venas de hasta 2 mm de diámetro.

Agradecimientos
Agradezco a la MVZ María Becerril Cortés su valiosa ayuda en la realiza-
ción de este capítulo.

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literatura recomenDaDa

1) Slatter DR. Textbook of small animal surgery. 2da ed. Filadelfia (USA):
WB Saunders, 1993.
2) Barjab MJ. Fisiopatología y clínica quirúrgica en animales pequeños,
2a ed. Buenos Aires (Argentina): Intermédica, 1996.
3) Fossum TW. Small animal surgery. St. Louis (Missouri): Mosby-Year
Book, 1997.
4) Edlich RF, Rodeheaver GT, Thacker JG, et al. Management of soft
tissue injury. Clin Plast. Surg 1977; 4:191.
5) Knecht CD, Alien AR, Williams DJ, Johnson JH. Fundamental techni-
ques in veterinary surgery. Filadelfia (USA): WB Saunders, 1993.

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DuDas para la asesoría


Si surgen dudas al leer este capítulo, anótelas; si no tiene oportuni-
dad de discutirlas con sus colegas, pregúntelas al autor vía telefóni-
ca, fax o correo electrónico.
Prepare sus dudas por escrito y tenga a la mano material para tomar
notas cuando las consulte con el autor. No olvide anotar correcta-
mente los datos para que el autor le conteste. Mencione el tema que
quiere consultar y haga una pregunta por cada una de las dudas.

MVZ, MC, Esp. JorgE luna DEl Villar


VElasCo

Z Para cualquier duda o comentario, comuníquese a la ciudad de


México de lunes a viernes de las 10 a las 16 horas, al teléfono
(55) 5622-5864 al 5866.
Z Fax: (55) 5550-0731.
Z Correo electrónico: jlvv@servidor.unam.mx
jlvvelasco@hotmail.com

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Módulo 3
FundaMentos de Cirugía
Editada por la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia.
Se terminó de imprimir el 14 de Septiembre de 2009
en la imprenta de la Secretaría de Comunicación:
Edificio 2, Planta baja, FMVZ-UNAM.
Avenida Universidad # 3000, Coyoacán,
Ciudad Universitaria, México 04510, D.F.; tel: 5622 5909.
El tiraje constó de 250 ejemplares, más sobrantes para reposición.
Forros impresos en cartulina sulfatada de 12 pts.,
color en papel superpolart de 135 g, interiores en papel cultural de 75 g.
Formación y composición tipográfica
en tipo Myriad Pro Light 10 puntos y Rotis Sans Serif 14 puntos,
imprimiéndose en Prensa digital.
El cuidado de la edición estuvo a cargo de:
Alejandro Jiménez Yedra, José Antonio Ibancovichi Camarrillo,
Jorge Luna del Villar Velasco, Ciriaco Tista Olmos
y los miembros del Comité Académico del Diplomado.

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