Está en la página 1de 14

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS SOCIALES

INTRODUCCIÓN AL DERECHO
SEMESTRE: 2020-2 (1BN)

LILIANA GALINDO SALGUERO C.C. 38.875.477


SERGIO SEBASTÍAN CHAVEZ NOREÑA C.C. 1151935146
WILSON ALEXANDER MOSQUERA TORO C.C. 1151941128
25 de septiembre de 2020

BIOGRAFÍA Y APORTES DE GUSTAV RADBRUCH

BIOGRAFIA
Nació el 21 de noviembre de 1878 en Lübeck, y murió 23 de noviembre 1949 en
Heidelberg. Fue un jurista alemán y profesor universitario. Es considerado uno de
los más importantes filósofos del Derecho del siglo XX.
Lübeck es una ciudad situada al norte de Alemania; es parte de la República
Federal de Alemania, y se halla muy próxima al lindero con la República
Democrática. Lübeck era entonces una ciudad libre perteneciente a la Liga
Hanseática. El gobierno de esa pequeña ciudad-estado no era democrático sino
oligárquico; sus representantes se elegían entre los miembros de los dos grupos
sociales preponderantes: el de los abogados y el de los comerciantes. La familia
de Gustav Radbruch pertenecía al segundo grupo

De 1898 a 1902 estudio en Munich, Leipzig y Berlin, donde se doctoro.

Llegado el momento de elegir una carrera, Radbruch se encontró con que su


inclinación hacia el arte, la filosofía y la historia debía ser postergada ante la
carrera de derecho. “Esto —comenta el propio Radbruch— se debió más a la
influencia de mi padre y a la situación que los juristas ocupaban en mi ciudad que
a mi inclinación personal”. Su padre, a pesar de sus aficiones históricas, eligió
para él una profesión práctica y burguesa.

Fue en Leipzig donde Radbruch leyó a Karl Marx y donde comenzó a forjarse en él
la conciencia de responsabilidad sobre su posición personal ante los dilemas
sociales y ante los cuales sólo creía justo contestar desde una postura socialista.
El sentimiento social brotaba en Radbruch deseando una igualdad entre los
hombres

1
El 20 de mayo de 1901 Radbruch concluyó la carrera de derecho al realizar con
éxito el examen en el que obtuvo la calificación de gut Equivalente a “notable”, o
“sobresaliente”.

Una vez graduado, regresa Radbruch a su ciudad natal y comienza una nueva
etapa. Como su padre lo deseaba, el joven Radbruch empieza a trabajar como
pasante en el juzgado de Erich Grisebach.

El 13 de mayo de 1902 leyó Gustav Radbruch su tesis doctoral en Berlín


obteniendo la calificación de “sobresaliente” con mención cum Laude.

El joven doctor quería hacer el servicio militar en las Turkenkaserne de Munich,


pero al no superar con éxito el reconocimiento médico fue apuntado en la reserva.
Entonces regresó a Lübeck y, también, a su antiguo trabajo.

Al poco tiempo le ofrecieron la posibilidad de habilitarse en la Universidad de


Heidelberg.

El 16 de diciembre de 1903 obtuvo Radbruch la venia legendi en derecho penal,


derecho procesal penal y filosofía del derecho, pues, como es sabido, los
catedráticos alemanes se habilitan casi siempre en varias asignaturas.

En el semestre de invierno comenzó Radbruch a dar clases; tenía entonces 26


años. Al principio su docencia se centró en derecho procesal penal. A partir del
semestre de invierno de 1905/1906 también cubrió derecho penal. La filosofía del
derecho vendría más tarde.

En sus inicios como profesor Radbruch se ponía tremendamente nervioso; leía


prácticamente sus lecciones. Hasta que un buen día decidió presentarse sin notas
ante los alumnos. Poco a poco fue adquiriendo experiencia y confianza en sí
mismo. Como era un hombre de ideas claras y hablaba muy bien, pronto se
convirtió en un profesor excepcional.

Muy interesado en investigar los problemas reales de las instituciones


penitenciarias, el trato a los internos, la psicología que la reclusión les genera, las
mutuas influencias que reciben, etc., solicitó un permiso especial para tener
acceso a la institución penitenciaria de Bruchsal, donde permaneció durante los
meses de marzo y abril de 1906. Analiza cómo las condiciones de la vida del
recluso son absolutamente distintas a las condiciones de vida en libertad, de tal
forma que su “mejoría” en el penal no permite sacar conclusiones válidas para su
posterior comportamiento en libertad. Según Radbruch, la receta por la que

2
pretende hacer social al ser antisocial, poniéndolo en un contexto asocial es como
enseñar a nadar

en seco y, por tanto, un fracaso. Sólo se puede educar para la sociedad viviendo
en sociedad.

En 1914, durante la 1ra guerra mundial sirvió a su patria como voluntario en


la Sanidad y después como soldado.
Al estallar la Primera Guerra Mundial, Könisberg tenía al enemigo delante de sus
puertas. El profesor se alistó en la Cruz Roja y pasó muchas semanas de
inactividad en la estación de Dirschau. Después decidió alistarse como voluntario.
Hizo unos cursos para oficiales en Libau y, en julio de 1918, es ascendido a la
categoría de alférez para ser nuevamente trasladado ahora como oficial al
Batallón de la Plana Mayor.

Durante la guerra tiene tiempo para escribir y en 1917 “Sobre la filosofía de esta
guerra”. En este trabajo se manifiesta Radbruch profunda y claramente a favor de
la tolerancia en la lucha política y en defensa de la democracia, pero no como
simples “reglas del juego”, sino como un orden de valores vividos realmente.

En 1919, fue nombrado catedrático ordinario de la Universidad Kiel, en


donde impartió clases de Derecho Penal, de Derecho Procesal y de Filosofía
del Derecho. 
Terminada la guerra fue catedrático en la Universidad de Kiel (1919). Al principio,
por corto periodo enseñó derecho político, pero enseguida pasa a ser Profesor de
tiempo completo de derecho penal, procesal penal y filosofía del derecho.

El 13 de marzo de 1920 ocurre un importante acontecimiento político en Kiel. El


Kapp-Putsche (pronunciamiento o golpe de Kapp) enfrentó al ejército contra los
trabajadores y un grupo de estudiantes; Gustav Radbruch se ve envuelto hasta tal
punto que sobre él cayó la condena de pena de muerte. Detenido y condenado,
esperaba la ejecución cuando al sexto día de iniciado el golpe, éste fracasa; los
soldados que custodian la prisión huyen y Radbruch se encuentra
inesperadamente en libertad.

En 1920 fue nombrado como diputado en el Reichstag, como miembro del


partido socialista.

3
En 1920 Radbruch fue presentado en segundo lugar en las listas que elaboró el
Partido Socialista alemán para la elección de diputados al Parlamento (Reichstag).

Su triunfo estaba prácticamente garantizado, teniendo en cuenta el lugar que


ocupaba su candidatura, y así fue.

De sus intervenciones en el Parlamento se dice que eran muy elocuentes.


Radbruch tenía un estilo muy personal, siempre respetuoso, nada agresivo ni
ambicioso; sus discursos eran elegantes y brillantemente pronunciados

En 1921 Ocupo la cartera de Justicia del Reich en el Gobierno de Wirth y en


1923 volvió a ser ministro de Justicia con el Gobierno de Stresseman, y en
ese mismo año paso a la Universidad Heidelberg como catedrático de la
misma (profesor de derecho penal).
Respecto a la labor estrictamente legislativa en los periodos de Radbruch como
ministro de Justicia se elaboraron leyes extraordinariamente importantes:
- Ley de la Magistratura del Trabajo, Radbruch creyó conveniente separar los
tribunales laborales de los demás tribunales ordinarios por ser de muy
distinta índole sus materias. Propuso un tribunal especial en primera
instancia, pero que no tenía nada que ver con el juzgado municipal, sino
que era estatal.
- Ley de Multas.
- Otras leyes de Directrices sobre la Ejecución de las Penas Privativas de
Libertad. En este campo Radbruch trabajó intensamente, pero no tuvo
suerte, pues la Ley no se aprobó sino en tiempo de su sucesor. Por otro
lado, Radbruch trabajó arduamente en Trabajos preliminares sobre la
nueva ordenación de la jurisdicción penal.

Precedente importante de la nueva ordenación de los tribunales penales fueron:


Ley sobre la indemnización de Escabinos y Jurados, Ley sobre la admisión de las
Mujeres en la Administración de Justicia, Ley sobre la capacidad de la mujer para
ser juez), Ley sobre la Protección de los Inquilinos. Se preparó también la Nueva
regulación del Derecho de los Hijos Ilegítimos. Y también se dedicó mucho a la
elaboración de un trabajo no sólo jurídico, sino también económico: Ley de la
Usura. Todas estas leyes tienen un gran contenido social.

Años más tarde, en junio de 1928, el canciller Hermann Müller ofreció a Radbruch
el Ministerio de Justicia. Radbruch lo rechazó prefiriendo su trabajo académico;
cansado de la política, se aleja de ella y afirma:

4
“Mi separación más o menos definida de la política se debió... a que la experiencia
me había enseñado que la unión entre dos grandes deberes, política y ciencia, no
podía coordinarse durante mucho tiempo”.

En 1933 Fue despojado de su cátedra durante el nazismo y apartado de


cualquier actividad docente.
En 1933 comienza Radbruch la etapa más dura de su vida, tanto a nivel familiar
como académico. Con la llegada de los nazis al poder, Gustav Radbruch sufre
todo tipo de atropellos y vejaciones. En ese momento Radbruch no realiza ninguna
actividad política concreta, pero su pasado de hombre liberal y el haber ocupado
una cátedra con los socialistas son dos gravámenes que los nazis no pueden
pasar por alto.

En mayo de 1933, tras su destitución como catedrático, comienza Radbruch a


trabajar en el Magazin de la Biblioteca de la Universidad; prosigue así su actividad
intelectual En este periodo Radbruch recibió algunas ofertas para enseñar en
universidades extranjeras. En 1934 lo llamó la Universidad de Kownow (Lituana),
sin embargo el Ministerio del Exterior lo obligó a rechazar esta oferta. También lo
llamó la Law School de Nueva York y le ofrecieron la cátedra de filosofía del
derecho en Lyon y la misma cátedra en Zurich, ofertas que también declinó.

En 1935 recibió una invitación para ir a Oxford. En esta ocasión tuvo más suerte y
consiguió el permiso necesario para poder estudiar el common law (Ley Común)

En abril de 1945, tras la ocupación de Heidelberg por las tropas americanas,


comenzó Radbruch a trabajar por una rápida apertura de la Universidad. El 7 de
septiembre de 1945 fue repuesto en su plaza de catedrático, propuesta del rector
dirigida al presidente de la circunscripción de Mannheim, basándose en la injusta
destitución. Al mismo tiempo que recuperó su cátedra,
fue nombrado decano de la Facultad de Derecho.
Radbruch se propuso en ese momento tres fines inmediatos. Primeramente,
restablecer la autonomía académica y el trabajo de investigación. En segundo
lugar, facilitar el reingreso a la
Universidad a los estudiantes que por causa de la guerra provenían del ejército o
de la cárcel. Por último, reanudar la conexión con la cultura internacional. El
derecho vuelve a ser el centro de su actividad académica, tanto en el campo de la
filosofía jurídica como en el de la dogmática penal.

5
Fue nombrado doctor honoris causa por las Universidades de Heidelberg y
Götinga e ingresó en la Academia de ciencias de Heidelber. Desgraciadamente,
sólo le queda un año de vida. El 23 de noviembre de 1949, a los dos días de
cumplir los setenta y un años, murió Radbruch a causa de un infarto.

OBRAS DESTACADAS

En 1932 aparece la tercera edición de su libro Rasgos Básicos de la Filosofía


Jurídica con el título, esta vez abreviado - Filosofía Jurídica. Los cinco capítulos
de la edición de 1914 se convierten en veintinueve:

En cuya obra destacamos:

“La filosofía del derecho como consideración valorativa del derecho”, en donde
explica Radbruch en qué consiste el dualismo metódico y qué cosa es el
relativismo jurídico.

En ambas obras la posición ideológica de Gustav Radbruch es la misma: sigue


siendo racionalista y relativista. Racionalista, porque confía en que a través de la
razón se puede conocer mejor el mundo; relativista, porque no puede demostrarse
“racionalmente” la superioridad de una ideología política sobre las demás. Al
respecto enfáticamente afirma: “El relativismo nos enseña que hemos de ser
decididos en nuestras posiciones, a la par que justos en las ajenas”

Fruto de la situación que acababa de pasar Alemania es la aparición de dos de los


artículos que más fama han dado a Radbruch, y que más han influido en las
generaciones que le sucedieron: “Cinco minutos de filosofía del derecho” y
“Arbitrariedad legal y derecho supralegal”. Estos escritos tienen más bien
carácter programático, siendo producto, a la vez, del dolor y de la vergüenza de la
guerra.

Los Cinco minutos de filosofía del derecho es un artículo corto, pero muy
profundo:

En el primer minuto: la frase una orden es una orden, para el soldado carece de
obligatoriedad si lo que ordena es un crimen o un delito; mientras que la frase ‘la
ley es la ley’ es para el jurista una proposición que no admite excepciones desde
que el positivismo se impuso. Una primera precisión que se podría hacer al
respecto es que Radbruch identifica positivismo con una de sus manifestaciones,

6
es decir, con el positivismo legalista y, por tanto, confunde una parte con el todo
de una teoría. Al final de esta reflexión Radbruch dice que esta concepción del
derecho (positivismo) equipara derecho y poder.

En el segundo epígrafe, partiendo de la frase: el derecho es lo que beneficia al


pueblo, Radbruch traslada al problema del derecho al capricho del detentador del
poder, el cual decide lo que ha de ser ley. Previamente, ha tenido en cuenta el
bien

común, pero, como la historia nos ha demostrado que no siempre ocurre así,
Radbruch da la vuelta a la moneda y dice: “No debe decirse: todo lo que beneficia
al pueblo es derecho, sino más bien al contrario: sólo lo que es derecho beneficia
al pueblo”. La idea común es el objetivo de este segundo minuto.

En el tercer minuto la reflexión se centra en la frase: el derecho es la voluntad


de justicia, pero aquí nos encontramos con el eterno problema de qué es lo justo
en cada circunstancia.

El cuarto epígrafe pone de relieve el problema de la seguridad jurídica. Sostiene


Radbruch que, si hay leyes injustas y que, además, atentan contra el bien común,
es preciso negarles su validez, aunque con ello privemos al derecho de uno de
sus pilares básicos: la seguridad jurídica.

El último minuto, el quinto, es, por una parte, una profesión de fe: Radbruch
proclama los principios del derecho natural o derecho racional que a través de los
siglos se fueron perfilando y que, por fin, fueron recogidos en las declaraciones de
derechos del hombre. Pero, por otra parte, Radbruch trata de combinar tres citas
bibliográficas: “Todo ser es súbdito de la autoridad que tiene poder sobre él”
(romanos, 13.1); “Se debe obedecer más a Dios que a los hombres” (Historia de
los apóstoles, 5,29) y “Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de
Dios”. Y así Radbruch dice que el lenguaje de la fe “deja la solución a la voz de
Dios, la que sólo ante casos particulares habla a la conciencia de los individuos.

Otro trabajo polémico de Radbruch es sin duda Arbitrariedad legal y derecho


supralegal. Para Radbruch ambas expresiones encierran una contradicción en sí
mismas. Según Radbruch, el positivismo cree haber podido fundamentar la validez
de la ley por el mero hecho de poseer la fuerza de imponerse, pero la ley, además
de proporcionar seguridad, ha de ser justa y conveniente. Para Radbruch allí
donde surge un conflicto entre seguridad y justicia (por ejemplo, entre una ley
injusta pero positiva y un derecho subjetivo) surge un conflicto entre la justicia
aparente y la real. Radbruch concluye este artículo con el siguiente consejo:

7
“Debemos buscar la justicia, pero al mismo tiempo tener en cuenta la seguridad
jurídica, puesto que ésta es una parte de la justicia, y reconstruir un Estado de
derecho que satisfaga por igual, en la medida de lo posible, a ambas ideas”.

8
¿EVOLUCIÓN O RUPTURA EN EL PENSAMIENTO DE GUSTAV RADBRUCH?

La conmoción que en el espíritu de Radbruch ocasionó el régimen nazi y sus


atrocidades le llevaron, a defender posiciones en las que reivindica el derecho
natural. Esto ha dado lugar en la bibliografía sobre su obra a una polémica que
aún está viva y que puede resumirse en los siguientes términos:
¿evolución o ruptura en el pensamiento de Radbruch?
Los partidarios de la ruptura sostienen que la filosofía jurídica de Radbruch hay
que contemplarla en dos periodos:

- En el primero estaría dominado por el pensamiento relativista y positivista


(dentro del marco nekontiano), con la tesis básica de la imposibilidad del
conocimiento científico de los valores.
- El segundo sería una vuelta al pensamiento iusnaturalista. Según esta
opinión, habría una “conversión” de Radbruch al derecho natural.

Para el segundo grupo, entre los que hay que destacar a Arthur Kaufmann, no
puede hablarse de ruptura o escisión en dos etapas absolutamente diferenciadas,
sino, en cualquier caso, de una variación del “acento” que imprime al pensamiento
sobre los valores, acento que en la segunda fase cobraría mayor peso ontológico.
Esta tesis la demuestra el hecho de que también en su etapa de juventud
Radbruch exigía un mínimo de contenido axiológico válido para poder hablar de
derecho.

9
APORTES A LA FILOSOFIA DEL DERECHO
Su filosofía se basa en el neokantismo, donde establece que hay una ruptura en el
ser y él debe ser o entre hechos y valores,
El núcleo de la filosofía del derecho de Radbruch consiste en la separación entre
derechos positivos e idea de derecho, a que esta idea se define entre la triada
constituida por justicia utilidad y seguridad.
Las horribles experiencias de la segunda guerra mundial llevaron a Radbruch a
cuestionar el grado de justicia extrema o flagrante, como las leyes nazis, entonces
no pueden considerarse un verdadero derecho ya que este debe soportarse con
un verdadero derecho.
La evolución de sus posiciones teóricas es como consecuencia de la caída del
régimen nazi lo cual permite develar sus crímenes y la necesidad de juzgar a los
responsables de estos, admite entonces la necesidad de un derecho supralegal,
una de las críticas que dirigió al positivismo jurídico en sus trabajos de posguerra,
pues lo acusaba de haber contribuido al triunfo de nazismo.

IUSNATURALISMO
Es una doctrina filosófica tan antigua como la disputa que tenía Sócrates y los
sofistas por distinguen aquello que estaba dictado por la naturaleza de lo que
estaba era establecido y convenido por los hombres,
Compante esta tesis básica: el derecho natural no solo se distingue del derecho
positivo, sino que además es superior a este, emana de una naturaleza racional
que determina los justo y lo valido en términos universales, esto es con
independencia de los dictados particulares de cada estado.
La naturaleza es que existe independientemente de nuestra voluntad y fuerza, por
eso este derecho natural supremo e independiente no depende en los más mínimo
de las consideraciones humanas o estatales, los derechos naturales, provienen de
sí mismo por que provienen de la verdadera naturaleza humana.

1
0
FORMULAS DE RADBRUCH:
Tiene dos versiones
1. La fábula de la intolerancia: ante el derecho extremadamente injusto debe
prevalecer la justicia y no el derecho el cual no debe aplicarse:

Como testigo destacado de su época, al analizar el sistema jurídico


nacionalsocialista, Gustav Radbruch visibiliza un hecho lapidariamente
incuestionable: el legislador puede hacer leyes extremadamente injustas.

Como consecuencia de lo anterior este autor postula la existencia de un


derecho “supralegal” que es límite al derecho del Estado. Tal
derecho supralegal se comporta como parámetro de validez material de las
normas nacionales y se opone abiertamente a la relatividad absoluta de la
justicia; empero, para Radbruch, no cualquier injusticia invalida una norma
positiva, sólo la injusticia extrema.

Podemos sintetizar la fórmula de Radbruch así: la validez de las normas


jurídicas no depende de la justicia o injusticia de su contenido, salvo que éste
sea insoportablemente injusto.

Robert Alexy, en su texto “Una defensa de la fórmula de Radbruch”, analiza el


sentido y fundamento de la referida formula con el objetivo de defender su
importancia y aplicabilidad. Alexy, leyendo a Radbruch, sostiene que la
extrema injusticia derivada del contenido de una norma hace que ésta sea
jurídicamente inválida. En este sentido, la extrema injusticia se evalúa a partir
del derecho supralegal que, según Alexy, se especifica sobre todo “como
derechos humanos”; de esta manera “hay un núcleo esencial de los derechos
humanos cuya vulneración representa injusticia extrema “.

La jurisprudencia alemana ha aplicado la fórmula de Radbruch en varios casos


límite. Un ejemplo: El caso de los guardianes del muro: la “Ley de Frontera”
instruía a los militares alemanes para disparar contra quienes, sin autorización,
intentasen cruzar el muro, estableciendo una causal de justificación penal para
los militares que obrasen con tales propósitos. El Tribunal Supremo Federal
Alemán resolvió un recurso en el que se alegaba que dos militares habían sido

1
1
condenados por homicidio pese a la existencia de la referida causal de
justificación.

Dicho Tribunal estableció que aceptar tal justificación representaría una


vulneración notoriamente grave de las ideas básicas de justicia y humanidad,
en violación de algunos derechos humanos (vida y libre circulación)
reconocidos en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP).
Así las cosas, el Tribunal concluyó que la norma sub lite “no tuvo eficacia
alguna desde su origen” y declaró que no se podía aplicar, inter alia, por ser
contraria al PIDCP.

2. La fórmula de navegación: la contradicción de las leyes positivas con la justicia


debe ser en todo caso intolerable, cuando atreves de las leyes no se pretende
la justicia en lo mas mínimo, y desde luego cuando con ello la igualdad
concebida como el núcleo de la justicia es negada conscientemente.

El control de convencionalidad:
Podemos definir el control de convencionalidad, en términos generales, como
un procedimiento que busca impedir que, a causa de las leyes que aplican, las
autoridades violen los derechos humanos reconocidos en los tratados
internacionales. la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH)
estableció que las autoridades judiciales deben “velar porque los efectos de las
disposiciones de la Convención no se vean mermados por la aplicación de
leyes contrarias a su objeto y fin, y que desde un inicio carecen de efectos
jurídicos” (énfasis agregado). Dicho caso inaugura la jurisprudencia (cada vez
más sólida) de la Corte IDH sobre control de convencionalidad.

Desde una perspectiva sustantiva, podemos sostener que el control de


convencionalidad desarrolla obligaciones constitucionales y convencionales en
materia de derechos humanos; en tanto que desde una perspectiva adjetiva
representa un mecanismo procesal orientado a la revisión de la validez
material de una norma de derecho interno, frente a un parámetro de validez
establecido en los tratados internacionales. Dicho mecanismo procesal puede
arrojar tres resultados distintos:

a. La norma está ajustada al tratado; por ende, debe producir sus efectos
jurídicos;

b. La norma, bajo ciertas interpretaciones, puede violar derechos humanos,


caso en el cual la autoridad debe aplicarla modulando su interpretación.

1
2
c. La norma es abiertamente violatoria del tratado, caso en el cual no debe
producir efectos jurídicos, esto es, debe ser inaplicada en el caso concreto o

declarada convencional/inconstitucional con efectos generales (según la


competencia de la autoridad que tiene a su cargo el control).

En esta hipótesis nos enfrentamos al siguiente escenario: una norma jurídica,


formalmente obligatoria, puede perder su validez jurídica a partir de una
revisión de su contenido, teniendo como parámetro los derechos humanos
reconocidos en un tratado internacional.

Como vimos, para Radbruch los derechos humanos tienen un valor


normativo supralegal y la violación al núcleo esencial de aquéllos implica una
injusticia extrema. Es en este punto en dónde podemos trazar la relación
teórico-práctica entre la fórmula de Radbruch y el control de convencionalidad.

En esencia, sostenemos que cuando una norma de derecho interno afecte el


núcleo esencial de un derecho humano (de fuente convencional o
constitucional), dicha norma no debe producir efectos jurídicos (su invalidez es
absoluta), pues de hacerlo, se estaría generando una injusticia extrema que el
derecho no puede permitir: ésta es la razón por la cual el control de
convencionalidad es obligatorio y debe ser oficioso.

En este contexto, el estudio riguroso (teórico y filosófico) del control de


convencionalidad es, para su adecuada aplicación. Así, desde su dimensión
adjetiva, el control de convencionalidad requiere un análisis aplicado sobre la
validez (formal y material) de las normas jurídicas, lo que implica su estudio
desde la teoría del derecho. Entretanto, desde su dimensión sustantiva el
control de convencionalidad implica estudiar temas como la justicia (material),
la seguridad jurídica, la fundamentación de los derechos humanos y la dignidad
humana, mismos que son substanciales para la filosofía del derecho, y
respecto de los cuales Radbruch ofrece importantes elementos, pero como
punto de partida, no como conclusión.

Frase:

1
3
Ningún juez puede invocar la ley y dictar sentencia sirviéndose de una
norma no solo no jurídica si no criminal.

BIBLIOGRAFÍA

- Martínez, Bretones, María Virginia. Gustav Radbruch: vida y obra (2a.


ed.), Instituto de Investigaciones Jurídicas - UNAM, 2004. ProQuest
Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/unilibrebaqsp
- https://es.wikipedia.org/wiki/Gustav_Radbruch#:~:text=Gustav
%20Radbruch%20(L%C3%BCbeck%2C%201878%2D,la%20%22F
%C3%B3rmula%20de%20Radbruch%22.
- La Idea del Derecho en la filosofía jurídica de Gustav Radbruch * por
Edgardo Rodríguez gómez **
- Gustav Radbruch- Jurista, filósofo, político, humanista Seminario
Internacional Heidelberg Center para América Latina (Santiago/Chile)
(13 – 15 de octubre de 2016)
- https://www.marcialpons.es
- http://www.enciclopedia-juridica.com/d/derecho-natural-y-derecho-
positivo/derecho-natural-y-derecho-positivo.htm
- http://www.derecho.uba.ar/publicaciones/lye/revistas/88/lecciones-y-
ensayos
- https://eljuegodelacorte.nexos.com.mx/
- http://revista.reicaz.es/n-016/la-formula-radbruch-sobre-el-derecho-
extremadamente-injusto/

1
4

También podría gustarte