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Origen de la Sociología

La Sociología nació en Francia debido a necesidad de explicar, científicamente, los fenómenos


sociales que sucedían en la Europa del siglo XIX. Los pensadores de la época consideraron
necesario la existencia de una ciencia que estudiara a la sociedad en todos sus aspectos. Y fue,
precisamente, en Francia donde se dieron las condiciones para el nacimiento de esa ciencia y
fue el pensador francés Augusto Comte (1798-1857), quien se dio a la tarea de dar vida a la
Sociología.

Condiciones históricas y sociales que


permitieron el surgimiento de la Sociología

En este tema se explicaran las condiciones que permitieron el surgimiento de la Sociología. La


revolución industrial, la revolución francesa, el importante debate que se dio entre pensadores y
filósofos de la época y el desarrollo de las ciencias naturales, constituyen los cuatro elementos
determinantes para que la sociología naciera en la Francia de la primera mitad del siglo XIX.

La sociología no surgió como un hecho casual o fortuito, sino, como una necesidad histórico-
social, provocada por los acontecimientos arriba señalados. Sucesos económicos, sociales y
políticos que, finalmente, fueron la causa para la búsqueda de un conocimiento que diera cuenta
de los cambios producidos en la Europa de la época.

El invaluable trabajo que realizó su padre fundador, Augusto Comte y, luego, los valiosos aportes
de los demás teóricos de la sociología posibilitaron el enriquecimiento teórico de la sociología.
Por eso ambos, padres fundadores y clásicos del pensamiento sociológico moderno, tienen su
sitio en el surgimiento y desarrollo de esta ciencia.

Hoy día, es más que difícil hacer referencia a las investigaciones sociológicas sin acudir a los
aportes de los llamados clásicos de la Sociología. No solo son un referente para la sociología,
lo son para todas las ciencias sociales. Emilio Durkheim, Carlos Marx y Max Weber, son fuente
obligada para la búsqueda del conocimiento.

Estos tres clásicos son un referente obligado para el estudio de la realidad social. Ellos
mantienen su vigencia a pesar de haber escrito sus obras desde hace muchos años. Nos
dejaron teorías y conceptos que hoy seguimos usando por su importancia y pertinencia.

La Revolución Industrial es producto del crecimiento y los cambios que se han venido
produciendo durante los últimos siglos. No fue una revolución repentina, sino lenta y continua. Se
pasó del viejo mundo rural al de las ciudades. Del trabajo manual al trabajo de la máquina. Las
personas que vivían en el campo se trasladaron a las ciudades y modificaron su condición social.
Migraron, en gran medida, para trabajar en las nuevas fábricas que surgieron al calor de los
procesos generados por el nuevo modelo de desarrollo capitalista.

La Revolución trajo consigo invenciones técnicas y descubrimientos teóricos, capitales y


transformaciones sociales, revolución de la agricultura. Además el descubrimiento de nuevos
fármacos y el desarrollo de la medicina, lo que contribuyó con la reducción de la mortalidad y el
aumento de la esperanza de vida de la población, produciéndose un crecimiento poblacional que
en la actualidad asciende aproximadamente a los 7 mil millones de habitantes. La Revolución
Industrial, también, influyó mucho al modificar un conjunto de instituciones políticas, sociales y
económicas vigentes en muchos países. Marcó además una relación, muy particular entre el
capital (burguesía, clase dominante, dueña del capital y las maquinas) y trabajo (obreros, dueños
de su fuerza de trabajo).

El capitalismo tiene como propósito fundamental la ganancia. Lo que significó que la riqueza que
se producía quedaba en pocas manos, lo que a su vez generó un rechazo por parte de la naciente
clase obrera, que pronto se vio compelida a luchar por mejores condiciones de vida. Esto se
tradujo en nuevas formas de lucha de los sectores oprimidos de la sociedad, lo que atrajo la
atención de algunos pensadores que no podían resignarse a la contemplación de una situación
que amenazaba con el advenimiento de una sociedad diferente.

En la conformación de la teoría sociológica la Revolución Industrial ocupó un espacio importante.


No fue visto como un acontecimiento aislado sin conexiones con la realidad social, sino, como
todo cambio en la vida humana que trae consigo dilemas que ponen en cuestión los viejos
moldes sociales y, de esta manera, la necesidad de buscar cómo explicar la razón de las nuevas
formas de existencia de la humanidad.

Así las cosas, los sociólogos de la época tenían posiciones sobre lo que estaba pasando en
Europa y el mundo

Si se piensa desde los tres clásicos del pensamiento sociológico moderno, sin duda que se
encontrarán posturas disimiles. Carlos Marx, el más controversial de ellos, apoyaba
resueltamente las nuevas protestas obreras y predecía el advenimiento de una nueva sociedad:
la sociedad socialista. Por otro lado, Emilio Durkheim y Max Weber, aunque no eran ajenos a la
deplorable situación de descomposición que la sociedad capitalista producía, se pronunciaban
más por una reforma del sistema capitalista que por cambios radicales.

Sin duda que la Revolución Industrial tuvo un impacto significativo en la vida de la humanidad.
Tanto a nivel económico, como político y social.

Si se piensa desde los tres clásicos del pensamiento sociológico moderno, sin duda que se
encontrarán posturas disimiles. Carlos Marx, el más controversial de ellos, apoyaba
resueltamente las nuevas protestas obreras y predecía el advenimiento de una nueva sociedad:
la sociedad socialista. Por otro lado, Emilio Durkheim y Max Weber, aunque no eran ajenos a la
deplorable situación de descomposición que la sociedad capitalista producía, se pronunciaban
más por una reforma del sistema capitalista que por cambios radicales.

Sin duda que la Revolución Industrial tuvo un impacto significativo en la vida de la humanidad.
Tanto a nivel económico, como político y social.

La Revolución Industrial generó un proceso de inestabilidad política y social que duro varios años,
consolidó a la clase burguesa como clase dominante en lo económico, en tanto en la Revolución
Francesa la consolidó políticamente

La burguesía necesitaba tener el poder político para dictar las leyes y controlar las instituciones
que le fueran necesarias para gobernar a su favor. El poder económico necesita del poder político
para legitimar su dominación y hacerla viable. Tener poder económico y no tener poder político
es un absurdo.
Por ejemplo: si se piensa en el caso de nuestro país, podríamos preguntarnos:

• ¿Quién tiene el poder económico en Honduras?

• ¿Quién el poder político?

Es claro que en Honduras los que están al frente del Estado (poder político) y toman las
decisiones acerca de todas las actividades económicas, políticas y sociales, son los mismos que
tienen el poder económico.
El impacto que estas dos revoluciones: industrial y francesa, tuvieron en las sociedades fueron
determinantes para la sociología. De ahí que los pensadores de la época analizaron los efectos,
positivos y negativos, que estas revoluciones tuvieron para la humanidad. Ese estudio marcó las
posiciones que ellos adoptarían a lo largo de sus vidas como analistas de la realidad y los
cambios sociales

La Ilustración

Fue un movimiento de intelectuales que abrió el camino a las fuerzas emergentes que
irrumpieron en los nuevos escenarios de la vida socioeconómica de Europa. Este movimiento
estaba constituido por un pequeño grupo de intelectuales del siglo XVIII, que visualizaron la
necesidad de crear una ciencia de la sociedad que fuera capaz de descubrir leyes en la vida
social, de la misma manera que las ciencias naturales lo hacían con la naturaleza. A estos
pensadores, también se les conoce con el nombre de iluministas, ilustrados o, simplemente,
como filósofos. Dos son los pensadores más representativos en el campo social y político:
Charles Louis de Secondad, Baron de la Brede y de Montesquieu (1689-1755) y Juan Jacobo
Rousseau (1789-1778).

Con la ilustración se estableció el imperio de la razón en


contraposición al dogmatismo de la Edad Media, donde el
pensamiento dominante estaba fuertemente influido por la iglesia.

La ilustración se caracteriza por la creencia de que las personas podían comprender y controlar
el universo mediante la razón y la investigación empírica. Sostenían que así como el mundo
físico se regía por leyes de la naturaleza, era muy probable que la sociedad también se rigiera
por leyes semejantes. Por lo tanto, el investigador podía descubrir esas leyes, buscando crear
un mundo más racional.

Este fue un movimiento que, aunque sus teóricos no eran sociólogos, la perspectiva con que
hacían sus análisis permitió que fueran considerados de orden sociológico.

• Montesquieu, por ejemplo, sostenía que la causa del desarrollo estaba en


el clima (según él, los climas fríos favorecían la laboriosidad de las personas). Desde
este punto de vista lo importante es la búsqueda de causas terrenales y no divinas.

Con este movimiento de pensadores el ser humano es, sujeto y objeto, de su propio destino y no
está sometido a fuerzas externas.

• Rousseau, fue más lejos y decía que los males de la sociedad estaban en la civilización.
Sostenía que el ser humano era bueno y las instituciones lo volvían malo. Hablaba de
una etapa en la cual el hombre era libre y, la avaricia por el dinero, lo convertía en “lobo
del hombre”.

En Sociología como en otras ciencias no hay una sola definición. Con frecuencia cada autor o
investigador construye el objeto de estudio que más se aproxime a sus propósitos y, al ámbito de
estudio, donde centra su atención.

Hay varias definiciones de Sociología. Por supuesto, la primera fue la de Augusto Comte (1798-
1857), en tanto padre fundador de la ciencia y creador de la palabra sociología. Comte creó la
palabra sociología con la fusión de dos raíces: socius que significa sociedad y, logos, que
significa tratado, ciencia o estudio. Por lo tanto, sociología, sería la ciencia que estudia la
sociedad.
Con el desarrollo del pensamiento social cada disciplina tiene su propio objeto de estudio, o sea
que a la sociedad se le estudia desde diferentes ópticas en función de la complejidad del mundo
que los seres humanos construyen.

Es así como surgen las ciencias sociales que, como ya se señaló, son un conjunto de ciencias
que se encargan de estudiar la sociedad en sus múltiples facetas. Entre ellas está
la historia, economía, demografía, antropología, ciencia política, filosofía, psicología social y,
claro, la sociología.

En relación a las definiciones de la Sociología veremos como la definen los tres clásicos del
pensamiento sociológico moderno:

Definiciones del pensamiento


sociológico moderno
Emilio Durkheim (1858-1917
La Sociología debe estudiar fenómenos del mundo natural es
decir, estudiar al hombre (entendiendo que antes se hacía
referencia a “hombre” bajo el supuesto entendido que, igual se
incluía a las mujeres) en sus actos. Uno de los problemas de la
definición de Sociología desde sus primeros años es su intento
por explicar los fenómenos sociales como si fueran cosas, es
decir fenómenos de la naturaleza, desconociendo que en la
realidad social actúan fuerzas sociales e individuales que no se
pueden medir ni contar con laboratorios para sacar
conclusiones deductivas. Esto tiene que ver, sin duda, con el
peso que pensadores como Durkheim tuvieron en el nacimiento
de la Sociología. De ahí que la sociología haya surgido con una
marcada influencia positivista. Recordemos que Durkheim es el
padre del positivismo. También, existe la tendencia en muchos
de los pensadores de la Sociología, de estudiar los fenómenos
sociales a partir de la cultura como el elemento más
importante.

Karl Marx (1818-1883)

Incorpora la visión materialista de la historia lo que influyó para definir la


Sociología más desde las condiciones materiales de existencia de la
humanidad. Marx, sin haberse declarado sociólogo, mantenía un pensamiento
de orden sociológico. En su teoría se interesó en explicar el carácter inevitable
de la transformación revolucionaria de la sociedad, mostrando así, que las
sociedades no son eternas.

De esta manera se puede decir que en el pensamiento marxista, la Sociología


es la ciencia que estudia el origen, desarrollo y caducidad de la sociedad.

Max Weber (1864-1920)

Concebía a la Sociología como la ciencia que se enfrenta a la


acción desde un enfoque de conocimiento interpretativo para
explicar, causalmente, su desarrollo y sus efectos.

Padres fundadores de la Sociología

El mérito de haber introducido el concepto de Sociología le corresponde a Augusto Comte. De


ahí, su condición de padre fundador de esta ciencia.
Aunque en realidad, la obra de Comte, está muy influida por el pensamiento de Saint-Simón,
ambos colaboraron muy estrechamente para crear las bases de lo que sería una ciencia que se
dedicaría al estudio de la sociedad.

Comte fue secretario de Saint-Simón y, a veces, resulta difícil delimitar la obra de cada uno de
ellos. En sus inicios Comte pensó en llamar física social, a la nueva ciencia que se dedicaría al
estudio de la sociedad. Ese nombre de física social, probablemente, fue pensado bajo la
influencia del desarrollo que las ciencias naturales tenían en Francia principios del siglo XIX. Sin
embargo, Comte se enteró que ya había una obra con ese nombre y, por eso, construyó un
nombre para la ciencia que ya había concebido.

En esa época se consideraba que así como los cuerpos terrestres tenían una ciencia, la sociedad
debía tener también una ciencia, que a semejanza de las ciencias naturales debería explicar los
fenómenos sociales. En el libro Curso de Filosofía Política (1838), apareció impresa por primera
vez la palabra Sociología, para referirse a esa ciencia que estudia la sociedad.

Carlos Marx es otro teórico considerado también padre de la Sociología. Su obra está compuesta
de un cuerpo teórico y conceptual que hace una radiografía de las relaciones entre los
fenómenos, explicando el carácter progresivo de la sociedad y la inevitabilidad del advenimiento
de una nueva sociedad. Fue un crítico de la sociedad capitalista y constructor de un proyecto
para una sociedad más justa, a la que él denominó socialista.
Marx es el creador de la teoría del conflicto, donde su esfuerzo -entre otros- está en demostrar
que la historia de la humanidad no ha sido más que la historia de la lucha entre las dos clases
fundamentales del sistema capitalista.

En la tradición marxista se habla del materialismo histórico para referirse a la ciencia que
estudia los problemas de la sociedad a partir de la historia, de tal manera que cuando se habla
de la sociología del conflicto, estamos hablando de la sociología marxista. Marx,
consideraba que el mundo de las ideas que los seres humanos tienen no es más que el reflejo
dialéctico de la realidad material en que se vive. Sostenía que no son, la filosofía o la religión,
las que explican la realidad, por el contrario, la visión del mundo se explica por la forma como
las personas producen lo que necesitan para vivir, es decir, en qué condiciones y bajo qué
relaciones viven. En efecto, no piensa lo mismo una persona que reside en una colonia
marginada de Tegucigalpa o San Pedro Sula, que una persona que habita en una colonia
residencial donde sus necesidades vitales, en lo fundamental, están resueltas.

Clásicos del pensamiento sociológico

Ciertamente ya hemos hablado un poco de los clásicos del pensamiento sociológico moderno.
Pero es necesario precisar otros aspectos de cada uno de ellos. De entrada, recalcar por qué es
que se les denomina clásicos. Es, muy sencillo, porque su pensamiento no pierde vigencia,
sigue teniendo vigencia. O sea, que es actual a pesar del paso del tiempo. También porque
construyeron teorías y conceptos que son más que necesarios para el estudio de los fenómenos
sociales, obviamente, desde la perspectiva de cada uno de ellos.
Emilio Durkheim (francés), Carlos Marx (alemán) y Max Weber (alemán), son considerados
los clásicos del pensamiento sociológico moderno. Sus aportes tienen significado en la
explicación de los problemas sociales desde el punto de vista teórico, metodológico y
conceptual.
Son de referencia obligada en las ciencias sociales y, particularmente, para la sociología.

• Emilio Durkheim (1858-1917). Se le considera el heredero de la tradición


conservadora que había fijado la Sociología a partir de Augusto Comte. Para Durkheim
los desordenes sociales de la moderna sociedad capitalista impedían la cohesión social.
Por eso estudió la base de la estabilidad social, es decir, los valores compartidos por la
sociedad como la moralidad y la religión.
Carlos Marx (1818-1883) Para Marx el modo en que se organizan las relaciones sociales de
producción que se establecen entre las personas, es lo que denomina como estructura de
una sociedad. La estructura es, por tanto, la base económica de cada sociedad (comunal,
esclavista, feudal, capitalista, socialista), y, comprende tres niveles:

1. Condiciones de producción (clima y riqueza natural de una sociedad).

2. Fuerzas de producción (grado de desarrollo tecnológico de la sociedad).

3. Relaciones de producción (determinada por la posesión de los medios de producción y


división del trabajo en una sociedad).

Sobre esta estructura y condicionada por ella, se levanta la llamada superestructura de la


sociedad, que es la forma jurídico-política de cada sociedad (refleja su ideología) y depende
siempre de la base estructural económica, manteniendo con ella una relación dialéctica.
Marx es considerado el más controversial de los clásicos. Su preocupación fundamental fue el
estudio del capitalismo y su impacto en la vida de las personas. Fue justo a partir de sus análisis
que elaboró su propuesta política y, por eso, ha tenido muchos seguidores pero, también,
muchos detractores.
Le sugerimos ver el siguiente video nombrado “La Aventura del Pensamiento-Karl
Marx”. Para poder verlo haga clic al nombre del mismo.

• Marx creo la teoría llamada materialismo histórico y, su propio método, que era
el materialismo dialéctico. Nuestra forma de pensar y de gobernarnos está influida por
el desarrollo de las fuerzas productivas, por el modo de producción (el capitalismo en
nuestro caso), puesto que los hombres para hacer política, además de pensar, tienen
que comer.
• Max Weber (1864-1920).
• Weber se esforzó por comprender las interrelaciones de todos los factores que influyen
en la construcción de una estructura social pero más basada en lo que él llamó la acción
social.
• Weber reivindicó la importancia de los elementos culturales y las mentalidades colectivas
en la evolución histórica, rechazando la exclusiva determinación económica defendida
por Marx. Al igual que otros sociólogos se esforzó por estudiar la naturaleza y causas de
los cambios sociales.
• En una de sus obras más reconocidas, La Ética Protestante y el Espíritu del
Capitalismo, Weber plantea que los valores religiosos, sobre todo los asociados al
protestantismo, jugaron un papel importante en el surgimiento, desarrollo y consolidación
del capitalismo.

A ninguno de los tres, ni a Durkheim, ni a Marx, ni a Weber, podemos encasillar como sociólogos.
Todos escribieron sobre diversos temas: economía, política, historia, filosofía, entre otros. Su
obra es muy amplia y es fuente obligada para todo cientista social y, sociólogo, en particular.

Para profundizar y finalizar el presente tema se le invita leer la siguiente lectura complementaria
nombrada “La Sociología Clásica: Durkheim y Weber. Estudio preliminar y
selección de textos” del autor Juan Carlos Portantiero. Para leer la misma haga clic sobre el
nombre de la misma. para enlazarlo al título “La Sociología Clásica: Durkheim y Weber. Estudio
preliminar y selección de textos”

Corrientes fundamentales de la Sociología

En Sociología no existe una sola forma de abordar y/o entender los problemas de la sociedad.
Eso significa que hay distintas teorías o paradigmas teóricos que abordan la realidad social bajo
perspectivas de análisis diferentes. Esas visiones están determinadas por la perspectiva de
análisis que asuman los estudiosos de la realidad social.

Es así como encontramos dos grandes corrientes en el pensamiento sociológico: la teoría


funcionalista y la teoría del conflicto. A lo largo de la historia del pensamiento social, estas
teorías se han desarrollado impulsadas por intelectuales y/o pensadores que han asumido y,
siguen asumiendo, puntos de vista y/o posiciones diferenciadas acerca de las causas que
explican el desarrollo de las sociedades.

Para el funcionalismo, las causas de los problemas de la sociedad se encuentran en los


factores de naturaleza cultural. Lo que significa que los conflictos tienen como causa la forma
como las personas y los grupos sociales participan en la construcción de su entorno cultural.
Para los funcionalistas son los valores, las normas, las creencias y las actitudes en las cuales se
forman los miembros de una sociedad las que, en definitiva, explicarán el grado de conflictividad
o no de la sociedad.
En tanto, para los teóricos del conflicto es preciso buscar las causas de los conflictos y de todas
las formas de expresión de una sociedad, en la producción de bienes materiales y,
particularmente, en las relaciones (entre personas) que se establecen en el proceso
productivo, lo que explicará incluso, la vida espiritual de una sociedad.

Ambas son visiones diferenciadas o antagónicas. Lo que obliga a ubicarse en una u otra a la
hora de analizar los fenómenos sociales. Por eso, es importante para quienes estudian
sociología, entender que en la vida siempre habrá que tomar una posición sobre cualquier
fenómeno de nuestras vidas. Asumir, como ley de vida, que la neutralidad no será nunca una
salida.
Funcionalismo

La idea básica del funcionalismo, como teoría sociológica, es que las sociedades son estables,
bien integradas y las funciones que las instituciones y los individuos cumplen ayudan a la
autorregulación de la sociedad. Esta corriente del pensamiento sociológico tomó forma en el siglo
XlX con los aportes de sociólogos los franceses Augusto Comte (1798-1857) y Emile Durkheim
(1858-1917) y, también, del sociólogo británico Herbert Spencer (1820-1903).

Como ya se ha explicado, Augusto Comte, se convirtió en el sociólogo del orden, del orden social
capitalista. Y como tal Comte, rechazaba la idea de una transformación de la sociedad por vía
de un cambio revolucionario. Aceptaba, por ejemplo, algunos cambios que se pudieran dar en
una parte del sistema social, en la educación por ejemplo, pero siempre que esos cambios
ayudaran al mantenimiento de todo el sistema.

El pensamiento funcionalista ha desarrollado muchos argumentos organicistas que establecen


una comparación entre las sociedades y los organismos vivientes. La sociología toma esta idea
del sociólogo Herbert Spencer, quien hizo estudios de la sociedad a partir de la comparación de
ésta con los organismos vivos. Spencer sostenía que así como en el cuerpo humano las
diferentes partes cumplen una función para el mantenimiento del ser humano, así mismo en la
sociedad las diferentes partes de la sociedad hacen lo mismo, que es una relación de
complementariedad. De hecho entonces, en los organismo vivos cada una de las partes cumplen
una función determinada para el mantenimiento del cuerpo, sus partes son interdependientes,
cada una de ellas necesita de la otra para sobrevivir. Todas deben trabajar en armonía haciendo
cada una su contribución.

Esa misma reflexión se traslada al mundo de lo social. Para los sociólogos organicistas en las
sociedades ocurre una situación similar, donde cada una de las instituciones sociales constituye
estructuras especializadas. Por ejemplo, instituciones como la familia, la política, la educación,
el arte, la religión, entre otras, cumplen una función destinada a mantener la estabilidad social.

Una sociedad puede sobrevivir en la medida en que sus instituciones funcionen


armoniosamente. Ese funcionamiento solo se logrará bajo un consenso social, que no es más
que el acuerdo entre los individuos en torno a ciertos valores, creencias y normas para que
todo funcione bien. Donde funcionar bien significa hacerlo con instituciones sociales que
garanticen el funcionamiento armónico de las sociedades.

Emilio Durkheim se inscribe también en esta línea de análisis. Desarrolló la idea de los tipos de
solidaridad, señalando que en las sociedades tradicionales la solidaridad que predomina es
la solidaridad mecánica, basada en una fuerte conciencia colectiva en esas sociedades. En
tanto, en las sociedades modernas lo que predomina es la solidaridad orgánica. En las
sociedades modernas cada persona tiene asignado un papel y, por tanto, las especialidades
hacen que las personas tengan que depender las unas de las otras generando una dependencia
entre ellas. Esta dependencia hace que se produzca la necesidad de mantenerse unidas.

En relación a las sociedades modernas que son las sociedades capitalistas, Durkheim señaló
que provocaron cambios vertiginosos que afectaron el comportamiento y cohesión social.
Durkheim creó un concepto que le permitiría entender la dificultad que se les presenta a los
individuos cuando carecen de motivación por la vida y de la capacidad de adaptarse a los
cambios, al que llamó anomia. Decía que la anomia era una enfermedad social a la que la
Sociología debería prestarle atención.
La anomia, en definitiva, era el reconocimiento del funcionalismo de la existencia de anomalías
que se daban en la sociedad capitalista de la época.

Los funcionalistas se han preocupado por el estudio de los fenómenos culturales, entendidos
éstos como el conjunto de valores, creencias y normas de una sociedad. Especialmente se
estudian los aspectos que tienen que ver con la integración y cohesión social. Los
funcionalistas han visualizado el conflicto social como algo anormal, como un síntoma de
enfermedad. Esta teoría se caracteriza por ser ahistórica y no tomar en cuenta la búsqueda de
la relación de causa-efecto, preocupándose más por lo fenomenológico y no por la esencia.

Sociología del Conflicto

A diferencia del funcionalismo, esta teoría no busca explicar los fenómenos sociales a partir del
equilibrio y la cohesión social. Busca la explicación a partir del conflicto permanente que se da
en las sociedades. Entendiendo al conflicto como resultado de la desigualdad y la injusta
distribución de la riqueza. En esta teoría se busca estudiar las causas últimas que explican las
desigualdades entre las clases sociales por razones de género, de etnia y de raza. Esta teoría
plantea que en las sociedades capitalistas las diferencias abismales que existen entre las clases
sociales impiden la integración social. Esas diferencias, tarde o temprano, terminan enfrentando
a los diferentes grupos de la sociedad, en cuyo fundamento existen relaciones de poder.

Para la sociología del conflicto, los cambios sociales son vistos como cambios inevitables en la
sociedad. La tendencia de la humanidad no es la estabilidad social, sino la lucha de clases, vista
ésta como fuente del desarrollo y progreso humano. Para esta corriente sociológica, la historia
de la humanidad no es más que la historia de la lucha de clases, constituyéndose en el motor
de ese proceso histórico social.

El principal exponente de esta teoría es Carlos Marx, quién vivió en Europa y fue un estudioso
de capitalismo, como sistema económico y social. En su obra El Capital, resume los alcances de
la sociedad surgida de la Revolución Industrial, que es la sociedad capitalista. Marx, se dedicó a
mostrar los problemas que genera un sistema de producción basado en la ganancia.
La sociología del conflicto es, justamente, una visión marxista de los fenómenos sociales. Marx
planteó que en el capitalismo hay dos clases fundamentales que son la burguesía y el
proletariado. Esas dos clases mantienen relaciones antagónicas e irreconciliables entre ellas.
Ese tipo de relaciones se da porque sus intereses son diferentes. Para la burguesía es la
ganancia su principal propósito y, para los proletarios es evitar la explotación desmedida del
sistema. A esas confrontaciones permanentes es que Marx llamó lucha de clases.

Marx desarrolló un importante concepto que tiene que ver con la apropiación de la riqueza en el
capitalismo. Ese concepto se denomina plusvalía y es la forma en que la burguesía, clase
dominante en el capitalismo, se apropia del trabajo de los proletarios (obreros), al no pagarles lo
que realmente les corresponde por el trabajo realizado. Es, justamente esa plusvalía, la que
enriquece al burgués y, además, se convierte en la parte central (piedra angular) del modelo
capitalista de producción.

Esa forma injusta de apropiación de la riqueza social es, justamente, la que genera enormes
desigualdades sociales en el capitalismo. Concentrando riqueza en unos y miseria en otros.

Como se apuntó en pantallas anteriores, uno de los conceptos que esta teoría utiliza para
explicar el funcionamiento de la sociedad, es el concepto de producción. En síntesis, para la
teoría del conflicto la producción de bienes materiales y espirituales es el fundamento sobre el
cual se erigen todas las formas del pensamiento humano, incluyendo las instituciones sociales
Clases sociales y otras formas de desigualdad
social

Las desigualdades han existido siempre en todo tipo de sociedades. Sin duda que algunas
sociedades han sido más desiguales que otras. Las desigualdades las encontramos en todos los
espacios de la vida, en lo económico, lo social, lo cultural y, también, en lo político. Las
desigualdades son, en definitiva, diferencias.

Se dice que todos nacemos iguales y, eso, no es tan cierto. De entrada unas nacen mujeres y
otros nacen hombres. Y, sin duda, esa ya es una diferencia. A eso podemos agregarle que unas
son negras y otros son blancos. O, que unos nacen en cunas de oro y otras nacen con muchas
limitaciones económicas. Todas esas diferencias o, desigualdades, ya van agregando elementos
que complican la situación. Así que, en sociología, cuando se hace referencia a la categoría
de desigualdad social, se está hablando de desigualdades que se dan por razones de sexo, de
raza y de clase. A continuación podrá ver el vídeo nombrado “Desigualdad Social”.

El concepto de clase social ha servido a la sociología para intentar explicar gran parte de esas
desigualdades en las sociedades modernas, o sea, en sociedades capitalistas. En otros sistemas
socioeconómicos, como el esclavismo y el feudalismo, existían otras formas de estratificación
social como por ejemplo amos y esclavos en la sociedad esclavista y, siervos y señores, en la
sociedad feudal.
Desde luego, como ya se dejó claro anteriormente, no sólo a través de la teoría de las clases
sociales se pueden explicar las desigualdades sociales. Aunque, para muchos cientistas
sociales, sigue siendo la forma más importante.

Existen otras teorías que, también, permiten estudiar las desigualdades sociales. Por ejemplo,
analizar las desigualdades desde la perspectiva de género, etnia y raza. Eso significa entender
las particularidades que viven las mujeres por la única condición de ser mujeres. O, los pueblos
originarios, por pertenecer a diferentes grupos étnicos. El análisis de las desigualdades,
entonces, tiene que ver con condiciones de sexo, cultura y rasgos poblacionales que, muchas
veces, se convierten en factores de exclusión social y de conflictos humanos.

Cuando las desigualdades se cruzan, las condiciones de mujeres y hombres, se magnifican.


Por ejemplo, para una mujer, indígena y pobre o, para un hombre, negro y pobre. O, tampoco
hay similitud pese a pertenecer al mismo sexo, entre una mujer con formación académica y que
pertenece a la clase burguesa, que una mujer analfabeta y empleada doméstica. O, entre un
hombre obrero y un burgués. Las desigualdades entre todos ellos se perciben muy claramente.
La falta de oportunidades en unos y, para otros, la posibilidad real de satisfacer todas sus
necesidades vitales

El concepto de clase social ha servido a la sociología para intentar explicar gran parte de esas
desigualdades en las sociedades modernas, o sea, en sociedades capitalistas. En otros sistemas
socioeconómicos, como el esclavismo y el feudalismo, existían otras formas de estratificación
social como por ejemplo amos y esclavos en la sociedad esclavista y, siervos y señores, en la
sociedad feudal.
Desde luego, como ya se dejó claro anteriormente, no sólo a través de la teoría de las clases
sociales se pueden explicar las desigualdades sociales. Aunque, para muchos cientistas
sociales, sigue siendo la forma más importante.

Existen otras teorías que, también, permiten estudiar las desigualdades sociales. Por ejemplo,
analizar las desigualdades desde la perspectiva de género, etnia y raza. Eso significa entender
las particularidades que viven las mujeres por la única condición de ser mujeres. O, los pueblos
originarios, por pertenecer a diferentes grupos étnicos. El análisis de las desigualdades,
entonces, tiene que ver con condiciones de sexo, cultura y rasgos poblacionales que, muchas
veces, se convierten en factores de exclusión social y de conflictos humanos.

Cuando las desigualdades se cruzan, las condiciones de mujeres y hombres, se magnifican. Por
ejemplo, para una mujer, indígena y pobre o, para un hombre, negro y pobre. O, tampoco hay
similitud pese a pertenecer al mismo sexo, entre una mujer con formación académica y que
pertenece a la clase burguesa, que una mujer analfabeta y empleada doméstica. O, entre un
hombre obrero y un burgués. Las desigualdades entre todos ellos se perciben muy claramente.
La falta de oportunidades en unos y, para otros, la posibilidad real de satisfacer todas sus
necesidades vitales.
Hay que recordar que en sociología hay dos grandes paradigmas que permiten entender los
fenómenos sociales de forma totalmente antagónica. Así, para abordar el tema de las clases
sociales, también, encontraremos dos maneras de conceptualizarla. Una desde la perspectiva
funcionalista y, otra, desde el marxismo. De ahí, que tampoco encontraremos una sola definición
de clases sociales. Este tema es pertinente porque ayuda a los estudiantes, mujeres y hombres,
a conocer los intereses y motivaciones de los diversos grupos y personas de una sociedad.
Justamente, desde las desigualdades sociales que vive, por su clase, raza/etnia y sexo.

Las clases sociales

La referencia al concepto de clases sociales se da a partir del sistema capitalista de producción,


precisamente, porque es en este sistema donde las clases sociales constituyen la forma en que
se evidencian las desigualdades sociales. Estudiar a las clases sociales es determinante no solo
para conocer los intereses de las personas. También, por ejemplo, ayuda a entender cómo
la pertenencia de mujeres y hombres a una clase social determinada, termina no solo definiendo
sus preferencias y gustos, sino que, hasta sus opciones políticas.

Como ya se apunto, no encontraremos una sola definición de clases sociales porque en


sociología los abordajes para entender a las clases sociales son diferentes. Por ejemplo, el
funcionalismo parte de premisas diferentes que las del marxismo para ubicar a las personas en
clase. También, ambas corrientes de pensamiento definen a las clases de manera diferente y,
finalmente, hablan de clases diferentes en el capitalismo. A continuación intentaremos
acercarnos a todo eso.

El marxismo y clases sociales

Para los marxistas (sociología del conflicto), las clases sociales se definen como grandes grupos
de personas que se diferencian por el lugar que ocupan en un modo de producción
históricamente determinado, por la relación que tienen con respecto a los medios de producción
(propietarios y no propietarios), por el papel que desempeñan en la organización del trabajo y,
finalmente, por la forma de apropiarse de la riqueza de la cual dispone una sociedad.

Para Marx en todos los sistemas sociales que han existido a lo largo de la historia han existido
dos clases fundamentales, una clase dominante y una clase dominada. ¿Qué ha caracterizado
a cada una de ellas?, pues que la clase dominante siempre ha sido la dueña de los medios de
producción y, la dominada, ha sido dueña de su fuerza de trabajo. Apuntó, también Marx, que
esas dos clases han cambiado de nombre dependiendo del sistema social al que se haga
referencia.
En las sociedades esclavistas, por ejemplo, la clase dominante eran los esclavistas y la dominada
los esclavos. En el feudalismo la clase dominante eran los señores feudales y la dominada los
siervos. Y, en el sistema capitalista, la clase dominante es la burguesía y la dominada los obreros
o proletarios.

En el sistema capitalista, para el caso, la burguesía es dueña de los medios de producción


(fábricas) y del capital. Y, los obreros, son dueños de su fuerza de trabajo que se la venden al
burgués a cambio del salario. En ese proceso es que la burguesía se apropia de la fuerza de
trabajo de los obreros o proletarios quedándose con el excedente que no les paga. A esa
apropiación, apuntamos antes, es que Marx llamó plusvalía, que es el trabajo no pagado al
trabajador. Ese dinero se lo queda el burgués incrementando sus ganancias.

A través del concepto marxista de plusvalía fue que Marx descubrió la naturaleza explotadora
de la sociedad capitalista.

Es preciso señalar que en capitalismo, la burguesía y los obreros son las dos
clases fundamentales, pero no las únicas que hay. Además, existen otras clases: terratenientes,
campesinos y pequeña burguesía. Estas tres clases, también se apropian de la riqueza social
por diferentes vías. La burguesía se apropia de la riqueza a través de la plusvalía, los obreros
por medio del salario, los terratenientes mediante la renta, los campesinos a través de
la reproducción mercantil simple y, finalmente, la pequeña burguesía lo hace por dos
vías, salario y reproducción mercantil simple.

También Marx planteó que dentro de la burguesía hay varias fracciones que están determinadas
por el rubro en que invierten su dinero, por ejemplo, están la burguesía industrial, burguesía
comercial, burguesía agraria y burguesía financiera. En el marxismo también hay criterios para
ubicar a las personas, mujeres y hombres, en clases sociales. Esos criterios se desprenden del
concepto marxista de clases sociales, escrito por V.I. Lenin: “Las clases son grandes grupos de
hombres que se diferencian entre sí por el lugar que ocupan en un sistema de producción social
históricamente determinado, por las relaciones en que se encuentran con respecto a los medios
de producción (relaciones que las leyes refrendan y formulan en su mayor parte), por el papel
que desempeñan en la organización social del trabajo, y, consiguientemente, por el modo y la
proporción en que perciben la parte de la riqueza social de que disponen”. (Osorio, 2012)

Es, entonces, a partir de este concepto de clases sociales que hay cuatro criterios para ubicar a
las personas en las cinco clases que, según esta teoría, existen en el sistema capitalista.

Otras formas de desigualdad social

Los otros conceptos que expresan formas de desigualdad social son: género, raza y etnia.
Género, es un concepto construido que expresa la desigualdad entre mujeres y hombres.
Muestra cómo a partir de una diferencia física se construye una desigualdad social. Es la
sociedad y la cultura la que define papeles para mujeres y hombres y, a la vez, les obliga a
comportarse de una manera determinada y, socialmente, aceptada.

Se han definido dos espacios claramente delimitados: público y privado.

• En el espacio público se hace lo que se valora, lo que se reconoce y lo que se paga. Ese
es el espacio para los hombres.

• El espacio privado es donde se hace lo que no se valora, lo que no se reconoce y lo que


no se paga. Ese es el espacio asignado a las mujeres. Ese espacio es el hogar y,
específicamente, la cocina.
• Las mujeres han estado presentes siempre aunque se les invisibiliza. No se les ve. No
se les reconoce. Pero han sido muchas las mujeres que desde siempre han venido
luchando por sus derechos. Desde la revolución francesa encontramos a muchas
mujeres, que se conocen como feministas, por sus luchas en lo social y político (también
en lo económico).
• A partir del siglo XIX existe un fuerte movimiento feminista orientado a la lucha por el
reconocimiento de los derechos civiles y políticos de las mujeres. Las mujeres no luchan
por la igualdad con los hombres, porque reconocen que no son iguales. Mujeres y
hombres somos diferentes, por lo tanto, tenemos necesidades e intereses diferentes.
Entender eso, hace que la lucha de las mujeres sea, entonces, por igualdad en derechos
y oportunidades.
• Cada vez son más las mujeres que están participando activamente en los asuntos
económicos, sociales, culturales y políticos.
En el capitalismo actual no se puede dejar de reconocer uno de los sectores más
vulnerables son las mujeres. Les afecta de diferentes maneras: desempleo, actividades
de baja remuneración, dificultad de acceder a educación salud, seguridad, además de
maltrato doméstico (físico, psicológico, económico y sexual).
• No hay duda, ninguna sociedad no podrá ser libre mientras no se reconozca la
condición humana de las mujeres.

Raza y etnia. Las desigualdades se dan cuando una persona es excluida y ubicada como minoría
por el hecho de tener características físicas, idioma y, también, culturales, que difieren del resto
de la sociedad.

El siguiente vídeo de Nelson Vilca, se llama “Pueblos originarios ya nunca más nos
esconderemos”, ayudará a comprender las desigualdades por razones de raza/etnia. Para
poder verlo haga clic al nombre del mismo.

Las desigualdades y los conflictos originados por el color de la piel u otras diferencias étnicas,
van adquiriendo fuerza y, con frecuencia, esas diferencias se convierten en
conflictos violentos que involucran a sociedades enteras. En América Latina, las diferencias
raciales no han generado conflictos como en otros continentes, sin embargo, son motivo
desigualdad y exclusión social.

No es lo mismo ser blanco, negro o mestizo en la distribución de los recursos de los cuales
dispone la sociedad. El derecho de propiedad por ejemplo es un tema que por lo general está
reservado para blancos. Los indígenas y afro-descendientes viven en las peores condiciones
en países como: México, Guatemala, Perú, Ecuador, Chile, Colombia y, sin duda, lo mismo
podemos decir de nuestro país, Honduras, donde muchas comunidades indígenas y afro-
descendientes, son continuamente amenazadas y despojadas de sus tierras.

Cambio social

El estudio del cambio social es uno de los cometidos vitales para la sociología pero, igual, es
preciso reconocer que es una de sus tareas más complejas. Los cambios sociales son las
transformaciones que sufren las sociedades en el tiempo.

¿Cómo determinar los cambios sociales?


Comparando u observando una realidad social en un periodo de tiempo pasado y, luego, en el
futuro.

Para que se sucedan los cambios sociales tienen que converger una serie de condiciones que
los permitan. Por ejemplo, elementos ambientales (ecológicos), demográficos (población),
avances y/o transformaciones tecnológicas, el desarrollo de las ideas y, por supuesto, las
prácticas sociales (movimientos sociales), son factores que influyen para que se produzcan los
cambios sociales.

Los cambios sociales son frecuentes y, en la actualidad, se puede comprobar que las sociedades
modernas son las que más cambios evidencian. Tanto en la frecuencia como en la intensidad de
los mismos. Basta con pensar en el vertiginoso desarrollo tecnológico de los últimos tiempos.
Pensemos en las comunicaciones, por ejemplo: pasar del telégrafo al teléfono, luego al fax, y,
del fax, al correo electrónico y a la Internet. O, en la misma tecnología. Una sola computadora
ocupaba un salón y, hoy día, una pequeña laptop que se puede cargar sin que cause mayores
dificultades.

O lo que hoy se llama obsolescencia programada. El hacer productos que tienen una fecha de
caducidad planificada. Todo en la lógica capitalista de la ganancia.

Si lo pensamos desde lo ecológico basta con acercarnos al tema del calentamiento global. Un
terrible cambio ambiental que se ha ido generando por la manera de operar de un sistema
económico y social que produce y produce para lograr su propósito final: la ganancia.
El estudio del cambio social resulta de obligatoriedad en las ciencias sociales pero lo es,
particularmente, para la sociología. Finalmente, precisar que hay diferentes teorías que
estudian el cambio social,

Cultura

Para la sociología la cultura es un elemento muy importante para el estudio de los fenómenos
sociales. Sabemos que es unos de los factores condicionantes del cambio social, eso demuestra
su valor en el conocimiento de la realidad social. Ya hablamos de los macro-paradigmas en la
sociología y sabemos que para el funcionalismo, la cultura es determinante para la forma en que
ellos, desde los valores, normas, creencias, actitudes y tradiciones, pretenden explicar las
causas que generan y/o provocan los fenómenos y cambios sociales.

Alrededor del concepto de cultura giran otros términos como: subcultura, contracultura,
socialización y agentes o instituciones, que hacen posible la socialización. También hay otros
conceptos que son utilizados para nombrar una serie de aspectos que tienen que ver con la vida
social de mujeres y hombres en la sociedad. Los funcionalistas, a través de la cultura, se explican
los conflictos sociales. Ellos ven los conflictos como desajustes que se dan entre las personas y
grupos con respecto a las normas y valores. Los ve cómo resultado de las crisis de las
instituciones sociales como la familia, la escuela y los medios de comunicación.

En tanto que los marxistas (Teoría del Conflicto), analiza los conflictos sociales a partir de causas
estructurales. Donde lo cultural también cuenta pero no determina. Para esta teoría en los
conflictos sociales convergen factores económicos, sociales, políticos y culturales. No se niega
la existencia de la realidad cultural pero, asume que no es por ésta que se pueden explicar los
fenómenos de la sociedad. En esta teoría la misma cultura no es sino la expresión de la
materialidad del mundo, la cultura se ve como algo creado a través de un largo proceso histórico,
en los distintos modelos de desarrollo económico y social que han existido. Para los marxistas la
cultura dominante es la cultura de las clases que detentan el poder económico y político.
Concepto de Cultura
No encontraremos una sola forma para definir la cultura. Se puede hablar de
un concepto restringido de cultura que es cuando se hace referencia a lo bello
o sea, todo aquello que resulta agradable a nuestros sentidos. Ese concepto
restringido de cultura lo usamos al referirnos a cualquier expresión del arte.

Igual, hay un concepto amplio de cultura. Es el que se refiere a la totalidad de


lo que aprenden los individuos en la sociedad, es decir las formas de pensar,
sentir y actuar. Acá se entiende la cultura es todo lo que el ser humano ha
transformado y/o creado. Lo que hace diferente a los seres humanos del resto
de las criaturas es justamente la capacidad de crear cultura.

Componentes de la cultura
Los componentes de la cultura son tres:

1. Componentes cognitivos.
2. Componentes normativos.
3. Componentes simbólicos.

Les invito a leer en que cosiste cada uno de los componentes, veamos:

• Componentes cognitivos
La cultura nos ayuda a desarrollar todo tipo de conocimientos y
creencias acerca de lo que sucede en nuestro entorno, entendiendo
por conocimiento las ideas que tenemos con respecto al mundo
natural y social. El conocimiento puede transformarse en tecnología
con lo cual se puede transformar nuestro entorno y crear condiciones
adecuadas para la vida humana.

• Componentes normativos
Están formados por normas y valores. Las normas son reglas de
comportamiento que nos dicen cómo debemos de comportarnos en
determinadas situaciones. En tanto que los valores se refieren a los
que es deseable y es valioso. Incluso, se llega a decir, que los valores
son el soporte de las normas. Es importante destacar el papel que la
cultura tiene en los cambios sociales. Igual hay que apuntar que lo
cultural, como herencia social, cambia permanentemente. Si
pensamos, por ejemplo, en la música, la moda, las costumbres,
sabremos que hoy día son muy diferentes a las de nuestros
antepasados.

• Componentes simbólicos
Los símbolos nos permiten crear, comunicar, compartir y trasmitir la
cultura de generación en generación. Un símbolo es una palabra, un
gesto y hasta un sonido.

Subcultura

La subcultura se constituye con grupos sociales que tienen formas de pensar y actuar que se
diferencian del resto de la población. En el caso de Honduras, podemos referirnos a los garífunas
y misquitos como subculturas, aunque ellos formen parte de nuestra identidad nacional. Los
misquitos, garífunas, lencas y demás grupos étnicos tienen su propio idioma, valores,
costumbres y tradiciones. No hay que perder de vista que las sociedades no son homogéneas

Tienen especificidades que les caracterizan. Por ejemplo, en Honduras, los “costeños” (personas
que viven en la costa norte del país), son más abiertos y comunicativos, en cambio, los
capitalinos (los residentes en Tegucigalpa), son menos y más retraídos para comunicarse.

Contra cultura

Son grupos sociales cuyas normas, creencias y valores están en deliberada oposición a lo que
el resto de la sociedad da como normal y aceptable. Un ejemplo claro de grupos de contra cultura
son: los narcotraficantes, drogadictos y las pandillas o maras. La grupos de contra cultura son
desafectos a las normas socialmente aceptadas. Se les llega a considerar como desadaptados
sociales.

Socialización

La socialización se entiende como el proceso por medio del cual aprendemos la cultura. La
socialización se da desde que nacemos hasta que morimos. En ella aprendemos: normas,
valores, tradiciones y comportamientos, que permiten a las personas convivir de forma armónica
en las sociedades. La cultura es aprendida, como dijimos anteriormente, es una suerte de
herencia social. La socialización permite que las personas interactúen entre sí.

Agentes o instituciones de socialización

Los agentes socializadores son los espacios donde se aprende la cultura y podemos distinguir
entre ellos: la familia, la escuela, los medios de comunicación, el trabajo y la relación entre
iguales o pares.
La familia

Ha sido considerada como la célula fundamental de la sociedad, en cierto sentido hay razón. La
familia es una institución donde no solo se reproducen las condiciones de vida espiritual de la
sociedad, sino también se reproducen las condiciones materiales de vida. Algunos han visto a la
familia como una unidad económica.

La familia ha ido cambiando con el tiempo, en las sociedades tradicionales y rurales el tipo de
familia que existía y existe en algunas comunidades es la familia extensa, llamada así por los
lazos consanguíneos y afectivos que van desde abuelos, padres, hijos, nietos y tíos viviendo en
una misma comunidad. Existe también la que se conoce como familia nuclear, integrada no
más por padres e hijos.

Esos tipos de familia han cambiado mucho en los últimos tiempos. Con la crisis económica, entre
otras causales, las mujeres se han incorporado a la vida económica y han tenido que salir
del espacio doméstico que la sociedad y la cultura construyeron para ellas. Por eso, hoy,
muchos hogares tienen como jefa de hogar a mujeres.

Hay países en el mundo, como en Europa, Canadá, Estados Unidos e incluso, en algunos países
de América Latina, como Argentina y México, donde ya se permiten los matrimonios entre
iguales. Eso ni siquiera hubiera podido pensarse cien años atrás. Además, las parejas entre
iguales, en algunos lugares, pueden adoptar niños.

• La escuela

Entendida como la educación formal en sus diferentes niveles con sus programas,
instalaciones físicas, laboratorios, personal docente, administrativo y estudiantes. La
finalidad de la escuela es la de contribuir en la formación de los niños, adolescentes y
jóvenes, desarrollando en ellos valores, normas y un sentido ciudadano de participación.

La escuela no está al margen de los cambios, también aquí se notan profundas


transformaciones, habría que preguntarse hasta dónde la escuela de hoy en día está
respondiendo a las necesidades que tiene la sociedad hoy y en el futuro cercano.
Preguntarnos sí la escuela va en la dirección correcta formando al educando para
responder a las necesidades sociales o, por el contario, se le forma para potenciar un
modelo económico que privilegia la ganancia como fin supremo.

Es muy probable que presenciemos hoy en día, una situación en donde la educación
presente mayores dilemas, en lugar de ser la respuesta a diversos problemas de la
sociedad.

• Los medios de comunicación

Tienen una significativa presencia en las sociedades modernas. El adelanto de la


tecnología les ha posicionado en espacios decisivos. Con una posibilidad de influir en la
opinión de la población. El cambio en los medios ha sido vertiginoso. Solo basta con
pensar en los teléfonos inteligentes y, en la Internet, misma.

Los medios de comunicación hasta crean políticos. En Honduras hay muchos diputados
mediáticos, son aquellos que la televisión y la prensa diseñaron y vendieron a la
población. Estos son fenómenos que aparecieron a fines del siglo XX.

• La relación entre iguales o pares


Son las relaciones que se establecen entre los amigos del barrio, de la escuela, el
colegio, la universidad. De aquellos que se reúnen las tardes para jugar o conversar. Son
grupos informales pero tienen la capacidad de influirse mutuamente. Por esta relación
se aprenden expresiones culturales en el lenguaje, comportamiento y sentimientos.

La fuerza de estas relaciones se vuelve tan decisiva que sus miembros, individualmente
no podrían responder ante determinados comportamientos. Los padres, muchas veces,
se sorprenden de ver cómo sus hijos tienen expresiones que en el núcleo familiar, jamás
las han pronunciado. Las relaciones de pares se dan también en adultos y adultos
mayores.

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