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Cinco piedras lisas

Tema: Superando los “gigantes” en nuestra vida diaria - Propio 7(12)

Objeto: Una bolsita con cinco piedras lisas.

Escritura: “Tomó su bastón, fue al río a escoger cinco piedras lisas, y las metió en su bolsa de
pastor. Luego, honda en mano, se acercó al filisteo” (1 Samuel 17:40 - NVI).

¿Qué crees que tengo en esta bolsita? Bueno, veamos. Hmm... …¿qué les parece? Son algunas rocas.
Cinco rocas lisas. ¿Les recuerda alguna historia bíblica estas piedras? Bueno, cuando pienso en estas
cinco piedras lisas, pienso en la historia de David y Goliat.

Probablemente sepas la historia bíblica de como un niño llamado David peleó y mató a un gigante
llamado Goliat. ¡Goliat era un guerrero poderoso que medía más de nueve pies! Estaba protegido, de
cabeza a pies, por una armadura de bronce. Su armadura pesaba más de cien libras y estaba armado
con espada y lanza.

De otra parte, David era un joven pastor. No tenía armadura para protegerse. La misma hubiese sido
muy pesada para cargarla. ¿Y qué de la espada y la lanza? No, el arma que David tenía era una honda y
sus municiones eran cinco piedras lisas que había recogido de un riachuelo cercano. Aún así, David pudo
derrotar el gigante al que temían enfrentarse todos los soldados del ejército israelita.

Tú y yo puede que nunca nos enfrentemos a un gigante como Goliat, pero nos enfrentamos a gigantes
de otra cosa en nuestra vida diaria. Nos enfrentamos a los gigantes llamados temor, inseguridad,
soledad y fracaso. ¿Cómo podemos enfrentarnos a esos gigantes que desean derrotarnos? Estas cinco
piedras pueden ayudarnos a recordar la historia de cómo David se enfrentó al gigante y lo derrotó. Nos
pueden ayudar a ver cómo podemos vencer a los gigantes a los cuales nos enfrentamos.

• La primera piedra representa VALOR. David no tenía miedo de enfrentarse al enemigo. "Entonces
David le dijo a Saúl: ¡Nadie tiene por qué desanimarse a causa de este filisteo! Yo mismo iré a pelear
contra él" (1 Samuel 17:32). Necesitas tener valor para enfrentarte a los gigantes en tu vida.

• La segunda piedra representa la SEGURIDAD. Como pastor, David tenía que proteger a las ovejas de
los animales salvajes con frecuencia. Esto le dio la seguridad que necesitaba al enfrentarse al gigante.
"El Señor, que me libró de las garras del león y del oso, también me librará del poder de ese filisteo" (1
Samuel 17:37). Como David, tú necesitas tener la seguridad de que Dios te ayudará a sobreponerte a los
problemas que enfrentas a diario.

• La tercera piedra representa PREPARACIÓN. David no fue a enfrentarse al gigante sin prepararse. Él
fue al riachuelo y escogió cinco piedras lisas y las puso en su bolsa de pastor. Entonces, armado con su
bastón y su honda, se fue a pelear contra Goliat. La palabra dice "Tomó su bastón, fue al río a escoger
cinco piedras lisas, y las metió en su bolsa de pastor. Luego, honda en mano, se acercó al filisteo" (1
Samuel 17:40). Es muy importante que hagas todo lo posible para estar preparado al enfrentarte a los
retos que encontrarás en tu vida diaria.

• La cuarta piedra representa CONFIANZA. David no confió en su propia habilidad para matar al gigante.
Cuando Goliat, gritándo y maldiciendo a David, se preparaba para matar a Davíd, éste dijo: "Tú vienes
contra mí con espada, lanza y jabalina, pero yo vengo a ti en el nombre del Señor Todopoderoso, el Dios
de los ejércitos de Israel, a los que has desafiado" (1 Samuel 17:45).

• La quinta piedra representa la VICTORIA. "Esta es la batalla de Dios, no nuestra", dijo David. Por eso
es que David lograr la victoria sobre el gigante con sólo una piedra y honda. "Así fue como David triunfó
sobre el filisteo: lo hirió de muerte con una honda y una piedra, y sin empuñar la espada" (1 Samuel
17:50). Cuando le entregas tus batallas a Dios, obtendrás la victoria sobre los gigantes de tu vida.

Así que, la próxima vez que estés enfrentando a los gigantes de tu vida, recuerda la historia de David y
Goliat… y las cinco piedras lisas.

Querido Padre, tal como le diste la victoria a David contra Goliat, sabemos que cuando ponemos nuesra
confianza en ti, tú nos darás la victoria sobre los gigantes que enfrentamos diariamente. En el nombre
de Jesús oramos. Amén.

Manteniéndonos dentro de las líneas

Tema: Obedeciendo los mandamientos

Objeto: Un libro de pintar.

Escritura: Dios habló, y dio a conocer todos estos mandamientos: "Yo soy el Señor tu Dios. Yo
tesaqué de Egipto, del país donde eras esclavo. No tengas otros dioses además de mí." Éxodo 20:1-3

¿Recuerdas cuando comenzaste a aprender a pintar? Si fuiste como la mayoría de los niños,
probablemente coloreaste toda la página sin mantenerte dentro de las líneas. Me imagino que algunos
de tus cuadros lucirían como este (enseñe un cuadro pintado saliéndose de las líneas). Y probablemente
los colores que escogiste no fueron los mejores. Puedes haber coloreado una vaca violeta. Nunca he
visto una vaca violeta, ¿has visto alguna tú?

Según fuiste creciendo, probablemente tus dibujos se parecieran a este (enseña un cuadro que este
coloreado dentro de las líneas). Comenzaste a colorear dentro de las líneas y los colores que escogiste
combinaban mejor. No hay vacas violetas en este cuadro. Este cuadro se ve mucho mejor que el otro,
¿no es así?
Estos dibujos me acuerdan de la manera en que algunas personas viven sus vidas. Dios nos dió en los
diez mandamientos qué debemos y qué no debemos hacer. Algunas personas no les prestan atención a
estas guías que Dios les ha dado. Ellos desean hacer lo que les da la gana. Muchas veces lo que escogen
no es bueno, no es adecuado. Son como el niño que no pinta dentro de las líneas. Creen que su vida es
bella, tremenda, pero cuando Dios la mira, Él ve que es un revolú.

Hay otras personas que leen la Biblia y siguen las reglas de Dios. Tratan de quedarse dentro de las guías
que Dios ha puesto. Pueden en ocasiones, salirse de la línea, pero la mayor parte del tiempo toman
decisiones adecuadas.. Cuando Dios mira su vida, se goza en ellos.

¿Deseas que tu vida sea una como esta (enseña el primer cuadro) o como esta (Enseña el cuadro bien
coloreado). Oremos y pidámosle a Dios que nos ayude.

Querido Señor, ayúdanos a recordar que nos diste una límites; ayúdanos a mantenernos dentro de ellos
para que nuestra vida sea agradable a tus ojos.. Amén.

Tema: Dios no nos juzga por nuestro parecer

Objeto: Un bate de pelota o algún otro equipo deportivo

Escritura: “Pero el Señor le dijo a Samuel: ‘No te dejes impresionar por su apariencia ni por su
estatura, pues yo lo he rechazado. La gente se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el corazón’” (1
Samuel 16:7 - NVI).

¡Me encanta practicar deportes! ¿Te gusta a tí? Algunas de las mejores memorias de mi niñez son el
reunirme los sábados por la mañana con un grupo de mis amigos en el parque de la ciudad para jugar
pelota (Sustituya por el deporte que usted desee). Lo primero que hacíamos era escoger los equipos.
Dos jugadores se escogían como capitanes y ellos a su vez escogían alternadamente a los jugadores
para sus respectivos equipos.

¿Cómo escogían los capitanes a sus jugadores? ¿Los escogían porque eran bien parecidos, por su forma
de vestir, por ser populares con sus compañeros escolares? ¡De ninguna manera! Escogían a los
jugadores por su velocidad y destreza. Escogían jugadores que pudieran pensar rápidamente y hacer
buenas decisiones, que hicieran un buen trabajo cuando el juego se ponía difícil. No importaba cuán
populares o guapos fueran.

Tengo otras memorias de esas mañanas sabatinas que no son muy felices. Recuerdo estar parado,
esperando con miedo que fuera el último en ser escogido, o no ser escogido. ¿Sabes?, no era el más
alto, ni el más fuerte, ni tampoco el más rápido. Pero tenía mucho corazón, y sabía que podía hacer el
trabajo si alguien me escogía.
En la historia bíblica de hoy Dios ha decidido escoger un nuevo Rey para Israel. Le dijo al Profeta Samuel
que fuera a Belén, a la casa de Isaí, porque había escogido a uno de los hijos de Isaí como rey de Israel.
Cuando Samuel llegó a Jerusalén, fue a la casa de Isaí y le dijo que le presentara a sus hijos para que
Dios le dijera a cuál de ellos había escogido. Mientras cada hijo de Isaí pasaba frente a Samuel, Dios le
decía que ese no era el escogido. Samuel no entendía lo que estaba sucediendo. Todos eran hombres
muy guapos y fuertes. Definitivamente uno de ellos debía ser el escogido. Pero Dios le dijo a Samuel:
“No te dejes impresionar por su apariencia ni por su estatura, pues yo lo he rechazado. La gente se fija
en las apariencias, pero yo me fijo en el corazón.”

Después que siete de los hijos de Isaí habían pasado frente a Samuel, no quedaban más hijos en la casa.
Samuel se dirigió a Isaí y le preguntó: “¿Son estos todos tus hijos?

“Queda David, el más pequeño, respondió Isaí, pero está cuidando el rebaño.” Samuel le dijo que
mandara a buscarlo. En poco tiempo David llegó y estuvo frente a Samuel. Éste es,” dijo Dios. “Él será el
próximo rey de Israel. Levántate y úngelo.”

David no era el mayor, ni el más alto, ni siquiera el más fuerte. Era sólo un niño que pastoreaba ovejas,
pero cuando Dios vio a David, Él vio un rey. ¿Por qué? Porque Dios no se fijó en las apariencias, sino que
miró al corazón.

Algunas veces los niños y niñas pueden pensar que son muy jóvenes para hacer algo importante para
Dios. Si alguna vez tienes pensamientos como este, deseo que recuerdes la historia de David. Cuando
otros miraban a David, sólo veían a un pastor. Cuando Dios miró a David, vio un rey.

Amado Padre, ayúdanos a recordar que tú no juzgas a las personas por cuán grande sean o cómo
luzcan. Tú juzgas a la persona por lo que tienen en su corazón. Amén.

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