Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
2. Evalúa si es apropiado.
En ocasiones no somos la persona apropiada para hacer un discípulo de alguien, Dios
tiene otras opciones. Casi siempre es mejor, por ejemplo, dejar que las mujeres hagan discípulas a las mujeres, y los hombres
a los hombres.
6. Evalúa el progreso.
¿Cómo lo está haciendo el nuevo creyente? ¿Hay señales de crecimiento? ¿Cuál es el próximo paso? ¿Aprende de esta
experiencia?
Jesús dijo en Mateo 13:12: "Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le
será quitado". ¿Ve usted la importancia de dar lo que Dios le ha dado? Proverbios 11:25 dice: "El alma generosa será
prosperada; y el que saciare, él también será saciado".
Mientras yo ministro a otros, Dios me ministra a mí. Mientras yo doy, también recibo de los recursos de Dios. Mientras más
doy, más Dios da. No puedes dar más que Dios. ¿Sabías esto? Tienes tu pequeña cuchara para repartir. Dios tiene una pala
gigantesca en su camino. Dios dice: "Yo te daré más".
Es la forma que Dios diseña su maravillosa verdad. Está diseñada para ser dada. El hacer discípulos no es una sugerencia; es
una orden. Es esencial.
Permíteme terminar diciendo esto: por el bien de aquellos que aún no conocen a Cristo, no te olvides el mandamiento de Dios
de ir y hacer discípulos. Por el bien del nuevo creyente, no dejes que la apatía te robe poder ayudarlo en su viaje. Por el bien
de mantener un caminar emocionante, que da fruto, con Dios, no ignores estos mandamientos de Jesús. Hay un mundo lleno
de personas listas a escuchar las Buenas Noticias. Pero hay muy pocos obreros para la siega. Necesitamos formadores de
discípulos.
Puede Dios ayudarnos a hacer justamente eso. Recuerda: se necesita uno para formar uno.