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Serie «Profecía»

EDITORIAL PORTAVOZ
/ — 1

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Título del original: The Truth About the Tribulation, © 1996


por Pre-Trib Research Center y publicado por Harvest House
Publishers, Eugene, Oregon 97402.

Edición en castellano: La tribulación por Thomas Ice y


Timothy Demy, © 1997 por Editorial Portavoz, filial de
Kregel Publications, Grand Rapids, Michigan 49501.

Traducción: Santiago Escuain


Diseño de la portada: Alan G. Hartman
Compaginación: Nicholas G. Richardson

EDITORIAL PORTAVOZ
Kregel Publications
P. O. Box 2607
Grand Rapids, Michigan 49501 EE. UU.

ISBN 0-8254-1342-7

2 3 4 5 edición/año 01 00 99
0

Printed in the United States ofAmerica


Contenido

P R IM E R A P A R T E

Introducción: ¿Qué es la tribulación?

1. ¿Dónde enseña la Biblia acerca de la


tribulación? 8
2. ¿Es la Gran Tribulación lo mismo que la
tribulación ? 16
3. ¿Qué relación tiene «el tiempo de la ira de Dios»
con la tribulación? 17
4. ¿ Qué relación tienen las Setenta Semanas de
Daniel con la tribulación ? 17
5. ¿ Qué relación tiene «el día del Señor» con la
tribulación ? 20
6. ¿ Qué relación tiene «el tiempo de la angustia de
Jacob» con la tribulación ? 20
7. ¿ Qué relación tiene el reino de Dios con la
tribulación? 21
8. ¿Qué relación tienen «los dolores de parto» con la
tribulación? 21
9. ¿Qué relación tiene el Espíritu Santo con la
tribulación ? 23

--------------- SEG U N D A PARTE ---------

¿Cuál es el propósito de la tribulación?

10. ¿Por qué es necesaria la tribulación? 26


11. ¿ Cuáles son los principales acontecimientos y
cuáles son los personajes clave de la
tribulación ? 29

--------------- T E R C E R A PARTE -------------

¿Cuándo tendrá lugar la tribulación?

12. ¿Ha tenido lugar la tribulación en el pasado? 37


13. ¿Estamos ahora en la tribulación? 38
14. ¿Tendrá lugar la tribulación en elfuturo? 38
3
4 La tribulación

----------------- CUARTA PARTE ----------------

¿Cuánto tiempo dura la tribulación?

15. ¿Dónde enseña la Biblia una tribulación de siete


años? 39
16. ¿ Cómo concuerdan los indicadores de tiempo de
Apocalipsis con la tribulación? 41
17. ¿Es la Gran Tribulación de duración diferente a la
tribulación? 41

Q U IN T A P A R T E

¿Quién pasará por la tribulación?

18. ¿Qué relación tiene Israel con la tribulación? 41


19. ¿Qué relación tienen los gentiles con la
tribulación? 41
20. ¿ Qué relación tiene la iglesia con la
tribulación ? 42

------------------- SEX TA PARTE -------------

¿Por qué tiene importancia la tribulación?

21. ¿En qué me atañe el tema de la tribulación? 45

Conclusión 46
Notas 47
Acerca de esta serie ...
La serie «Profecía» está pensada para dar a los lectores
un breve sumario de temas y cuestiones individuales de la
profecía bíblica. Para referencia rápida y facilidad de es­
tudio, estas obras se redactan en un formato de pregunta y
respuesta. Las preguntas siguen una progresión lógica, de
modo que el lector que las lea seguidas conseguirá un mejor
aprecio por el tema y las cuestiones involucradas. Cada
título está totalmente documentado con notas al final del
libro.
La perspectiva teológica que se presenta en toda la se­
rie es la premilenarista y pretribulacional. Los autores re­
conocen que ésta no es la única posición aceptada por los
cristianos evangélicos, pero creemos que es la perspectiva
de mayor aceptación y más destacada. Es también nuestra
convicción que el premilenarismo, y de manera específica
el pretribulacionismo, es la explicación más acorde con el
plan profètico de Dios revelado en la Biblia.
El estudio de la profecía y de sus intrincados compo­
nentes es una empresa detallada y compleja, pero no es de
imposible comprensión o resolución. Es susceptible de
error, malas interpretaciones y confusión. Pero esas posi­
bilidades no deberían inducir a ningún cristiano a apartar­
se del estudio de la profecía ni a alejarse de una sincera y
útil discusión acerca de la misma. El propósito de esta se­
rie es proporcionar una herramienta concisa y coherente a
todos los que deseen una mejor comprensión de las Escri­
turas. Si el lector profundiza, tendrá grandes compensa­
ciones, y obtendrá satisfacción al ir creciendo en el
conocimiento y en el amor de nuestro Señor Jesucristo y
de su Palabra.

Thls On

P5Q3-8ZR-WCB5
Libros de la serie «Profecía» por
Thomas Ice y Timothy J. Demy

El Anticristo
El arrebatamiento
2.000 d.C. y la predicción de la venida de Cristo
El milenio
Jerusalén en la profecía bíblica
El templo de los últimos días
La tribulación
IN T R O D U C C IÓ N

Casi cada persona ha experimentado unos tiempos tur­


bulentos y traumáticos durante los que pasó por una gran
incertidumbre o quizá incluso un gran dolor o tristeza. Esos
tiempos son a menudo períodos de crisis individuales, fa­
miliares y quizá incluso nacionales en los que entran en
acción todos los recursos personales, físicos y emociona­
les para superar el problema con éxito. Tristeza, dolor,
persecución, tragedia, catástrofe, hambre, guerra e incer­
tidumbre son dinámicas todas ellas muy reales en la vida
diaria y en los titulares de los periódicos. Sin embargo,
según la Biblia, habrá un tiempo futuro de una agonía aún
más intensa conocido como «la tribulación». Esta era ven­
drá después del arrebatamiento de la iglesia y será el pe­
ríodo de más intenso sufrimiento que el mundo haya
conocido. Será el definitivo «shock del futuro».
Los futurólogos y especuladores económicos de Wall
Street se encuentran frecuentemente divididos entre opti­
mistas y pesimistas (o «toros» y «osos»), en base de la
«lectura» que hacen de los indicadores y tendencias de la
economía. De la misma manera, los intérpretes de la Bi­
blia pueden leer sus pasajes proféticos y comprender mu­
cho del plan de Dios para el futuro. La diferencia con la
profecía es que se puede eliminar mucha especulación por
medio de un estudio cuidadoso y hecho en oración. A di­
ferencia de los mercados económicos, el plan de Dios es
claro y seguro. ¿Acaso la creencia en el arrebatamiento
debe llevar a los cristianos al pesimismo y a la apatía?
¡Claro que no! Hemos de ser realistas y estar a la expecta­
tiva. Somos realistas acerca del futuro y estamos expec­
tantes acerca de la venida del Señor Jesucristo a por su
iglesia. Sin embargo, reconocemos también que cuando
tenga lugar el arrebatamiento, habrá un tiempo de intensa
tribulación a nivel mundial.
La Biblia tiene más que decir acerca de estos siete años
7
8 La tribulación

que acerca de cualquier otro período profètico. Durante


estos siete años surgirá el Anticristo, seguirá la persecu­
ción de los nuevos cristianos y del pueblo judío, y tendrán
lugar la gran batalla de Armagedón y la segunda venida de
Cristo.
El Nuevo Testamento enseña que la actual era de la
iglesia incluirá también pruebas y tribulaciones. Jesús dijo:
«En el mundo tendréis aflicción [tribulación]; pero con­
fiad, yo he vencido al mundo» (Juan 16:33). El apóstol
Pablo advirtió: «Y también todos los que quieren vivir pia­
dosamente en Cristo Jesús padecerán persecución» (2
Timoteo 3:12). Sin embargo, la persecución de la iglesia
por parte del mundo en esta era no es la ira de Dios. La
futura tribulación será un tiempo de ira de Dios sobre un
mundo que ha rechazado a Cristo, un tiempo del que la
iglesia ha recibido la promesa de nuestro Señor que será
eximida (Apocalipsis 3:10; 1 Tesalonicenses 1:10; 5:9).
Los cristianos pueden vivir diariamente con la confian­
za de que la historia humana terminará con Jesucristo como
el Vencedor. El futuro es seguro. Pero Jesús dijo a sus dis­
cípulos que antes de la victoria final «habrá entonces gran
tribulación, cual no la ha habido desde el principio del
mundo hasta ahora, ni la habrá» (Mateo 24:21 ). En su in­
tensidad y agonía, será terrible e indeseable. Pero su cer­
tidumbre y el curso que seguirá no son cosa imprevista, ni
llegará sin ser anunciada. La Biblia dice que será algo trá­
gico, pero cierto.

P R IM E R A P A R T E

¿Qué es la tribulación?
1. ¿Dónde enseña la Biblia acerca de la tribulación?

Pasajes del Antiguo Testamento


En toda la Biblia tenemos muchas referencias directas
e indirectas a la tribulación.*
1 Uno de los primeros y más
tempranos pasajes del Antiguo Testamento en profetizar
acerca de este período se encuentra en Deuteronomio 4:27-
31. Estos versículos predicen tanto la dispersión de los
judíos como su restauración al Señor si le buscan.

Y Jehová os esparcirá entre los pueblos, y queda­


réis pocos en número entre las naciones a las cuales

Material protegido por derechos de ¡


¿ Qué es la tribulación ? 9

os llevará Jehová. Y serviréis allí a dioses hechos de


manos de hombres, de madera y piedra, que no ven,
ni oyen, ni comen, ni huelen. Mas si desde allí buscares
a Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu
corazón y de toda tu alma. Cuando estuvieres en an­
gustia, y te alcanzaren todas estas cosas, si en los pos­
treros días te volvieres a Jehová tu Dios, y oyeres su
voz; porque Dios misericordioso es Jehová tu Dios;
no te dejará, ni te destruirá, ni se olvidará del pacto
que les juró a tus padres.

Antes que Israel pusiera pie en la tierra prometida, el


Señor preelijo un bosquejo de toda la historia de ellos (in­
cluido en el libro de Deuteronomio). Su destino se anun­
cia en un tiempo de «angustia» o tribulación, «en los
postreros días» justo antes que Israel se vuelva «a Jehová
tu Dios, y oyeres su voz». Más adelante en Deuteronomio,
Moisés se extiende acerca de este tiempo de tribulación y
observa que su propósito incluirá un tiempo de retribu­
ción a los gentiles por los malos tratos a que han sometido
a los judíos. Obsérvese Deuteronomio 30:7:

Y pondrá Jehová tu Dios todas estas maldiciones


[Deuteronomio 28] sobre tus enemigos, y sobre tus
aborrecedores que te persiguieron.

Prosiguiendo en la misma línea, Isaías 26:20,21 obser­


va que la tribulación incluye el propósito de castigar a los
moradores de la tierra por sus pecados. Este pasaje tam­
bién designa la tribulación como una «indignación» de la
que Israel debía esconderse:

Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra


tras ti tus puertas; escóndete un poquito, por un mo­
mento, en tanto que pasa la indignación. Porque he
aquí que Jehová sale de su lugar para castigar al mo­
rador de la tierra por su maldad contra él; y la tierra
descubrirá la sangre derramada sobre ella, y no encu­
brirá ya más a sus muertos.

Isaías sigue describiendo la ira del Señor y el juicio de


la tribulación en favor de Israel en Isaías 34:2, 3, 8:

Porque Jehová está airado contra todas las nacio­


nes, e indignado contra todo el ejército de ellas; las
10 La tribulación

destruirá y las entregará al matadero. Y los muertos


de ellas serán arrojados, y de sus cadáveres se levan

tará hedor; y los montes se disolverán por la sangre


de ellos
Porque es día de venganza de Jehová, año de
retribuciones en el pleito de Sion.

En la predicación de Jeremías hay también referencia a


la tribulación. Jeremías no sólo predijo la cautividad
babilónica de los judíos, sino que también anunció un tiempo
de pruebas aún futuras para Israel. Leemos de este tiempo
en Jeremías 30:5-9, que es a menudo designado como
«el tiempo de la angustia de Jacob»:

Porque así ha dicho Jehová: Hemos oído voz de


temblor; de espanto, y no de paz. Inquirid ahora, y
mirad si el varón da a luz; porque he visto que todo
hombre tenía las manos sobre sus lomos, como mujer
que está de parto, y se han vuelto pálidos todos los
rostros. ¡Ah, cuán grande es aquel día! tanto, que no
hay otro semejante a él; tiempo de angustia para Jacob;
pero de ella será librado. En aquel día, dice Jehová de
los ejércitos, yo quebraré su yugo de tu cuello, y
romperé tus coyundas, y extranjeros no lo volverán
más a
poner en servidumbre, sino que servirán a Jehová su
Dios y a David su rey, a quien yo les levantaré.

Uno de los más importantes pasajes para el estudio del


futuro es Daniel 9:24-27:

Setenta semanas están determinadas sobre tu


pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la
prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la
iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar
la visión y la profecía, y ungir al Santo de los
santos. Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de
la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta
el Mesías Príncipe, habrá siete sem anas, y
sesenta y dos
semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro
en tiempos angustiosos. Y después de las sesenta y
dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por
sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir
destruirá la
ciudad y el santuario; y su fin será con inundación,
¿ Qué es la tribulación ? 11

Después con la muchedumbre de las abominaciones


vendrá el desolador, hasta que venga la consumación,
y lo que está determ inado se derram e sobre el
desolador.

En esos cuatro versículos, Daniel provee un marco cla­


ro y conciso para el estudio profètico. Éste es un pasaje
crucial. Un entendimiento recto de estos versículos da a
los estudiosos de la profecía unos indicadores escriturarios.
Mediante este pasaje llegamos a saber que la tribulación
es un período de siete años, dividido en dos períodos de
tres años y medio cada uno por «la abominación de la de­
solación». Por cuanto las Setenta Semanas de Daniel son
setenta semanas de años, la última semana de años (es decir,
la tribulación) ha de ser por ello un período de siete años.
Obsérvese el diagrama de la página 18 para detalles y ex­
plicaciones adicionales.
Igual que Jeremías, Daniel designa este futuro período
como «tiempo de angustia». En Daniel 12:1 este tiempo
es descrito no sólo como «tiempo de angustia», sino tam­
bién como el tiempo en que Israel «será libertado».

En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran prín­


cipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será
tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo
gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será liber­
tado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el
libro.

Todo el libro de Joel es acerca de «el día de Jehová»,


que es un sinónimo para «la tribulación». Obsérvense un
par de citas de Joel que se refieren a la tribulación:

¡Ay del día! porque cercano está el día de Jehová,


y vendrá como destrucción por el Todopoderoso
(1:15).
Tocad trompeta en Sion, y dad alarma en mi santo
monte; tiemblen todos los moradores de la tierra, por­
que viene el día de Jehová, porque está cercano. Día
de tinieblas y de oscuridad, día de nube y de sombra;
como sobre los montes se extiende el alba, así vendrá
un pueblo grande y fuerte; semejante a él no lo hubo
jamás, ni después de él lo habrá en años de muchas
generaciones (2:1, 2).
12 La tribulación

El profeta Amós, un pastor de la ciudad de Tecoa, en


Judea, también profetizó acerca de la tribulación en Amós
5:18-20:

¡Ay de los que desean el día de Jehová! ¿Para qué


queréis este día de Jehová? Será de tinieblas, y no de
luz; como el que huye de delante del león, y se en­
cuentra con el oso; o como si entrare en casa y apoyare
su mano en la pared, y le muerde una culebra. ¿No
será el día de Jehová tinieblas, y no luz; oscuridad,
que no tiene resplandor?

Aunque Sofonías es uno de los libros más pequeños de


la Biblia, se encuentra en él uno de los pasajes más impor­
tantes relacionados con la tribulación. Por medio de
Sofonías, el Señor prácticamente agota los sinónimos al
derramar en Sofonías 1:14-18 una vivida descripción de
la tribulación:

Cercano está el día grande de Jehová, cercano y


muy próximo; es amarga la voz del día de Jehová;
gritará allí el valiente. Día de ira aquel día, día de an­
gustia y de aprieto, día de alboroto y de oscuridad,
día de nublado y de entenebrecimiento, día de trom­
peta y de algazara sobre las ciudades fortificadas, y
sobre las altas torres. Y atribularé a los hombres, y
andarán como ciegos, porque pecaron contra Jehová;
y la sangre de ellos será derramada como polvo, y su
carne como estiércol. Ni su plata ni su oro podrá li­
brarlos en el día de la ira de Jehová, pues toda la tierra
será consumida con el fuego de su celo; porque cier­
tamente destrucción apresurada hará de todos los ha­
bitantes de la tierra.

Entre otras profecías del Antiguo Testamento acerca de


esta era se incluyen Joel 2:28-32 e Isaías 2:12-22, 24 (no
es una lista exhaustiva).

Pasajes del Nuevo Testamento


El Nuevo Testamento, edificando sobre el fundamento
del Antiguo, expande nuestra perspectiva de la tribulación.
El primer pasaje extenso que trata acerca de la tribulación
en el Nuevo Testamento es Mateo 24:4-28 (véanse también
Marcos 13; Lucas 17:22-37 y Lucas 21:5-36 para pasajes
paralelos). En este discurso, Jesús describe el período de
¿ Qué es la tribulación ? 13

la tribulación a sus discípulos. En los versículos 4:14, se


refiere a la primera mitad de la tribulación, y en los
versículos 15-28, describe la segunda mitad que conduce
a la segunda venida. Según Jesús, la tribulación será intensa
y de gran alcance, e incluirá a la vez cataclismos causados
por el hombre y de carácter natural. De los primeros tres
años y medio dice:

Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os


engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, di­
ciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. Y
oiréis guerras y rumores de guerras; mirad que no os
turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca;
pero aún no es el fin. Porque se levantará nación con­
tra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y ham­
bres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto
será principio de dolores. Entonces os entregarán a
tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de to­
das las gentes por causa de mi nombre. Muchos tro­
pezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos
a otros se aborrecerán. Y muchos falsos profetas se
levantarán, y engañarán a muchos; y por haberse mul­
tiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.
Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. Y
será predicado este evangelio del reino en todo el
mundo, para testimonio a todas las naciones; y enton­
ces vendrá el fin (Mateo 24:4-14).

Jesús dijo luego a los discípulos que la segunda mitad


de la tribulación no sería mejor que la primera mitad. De
hecho, el trauma y el sufrimiento subirían hasta tal punto
que terminarían sólo después de la batalla de Armagedón
y de la segunda venida de Cristo:
*

Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la


abominación desoladora de que habló el profeta Daniel
(el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea,
huyan a los montes. El que esté en la azotea, no
descienda para tomar algo de su casa; y el que esté en
el campo, no vuelva atrás para tomar su capa. Mas
¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en
aquellos días! Orad, pues, que vuestra huida no sea
en invierno ni en día de reposo; porque habrá entonces
gran tribulación, cual no la habido desde el principio
del mundo hasta ahora, ni ha habrá. Y si aquellos días
14 La tribulación

no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa


de los escogidos, aquellos días serán acortados.
Entonces, si alguno os dijere; Mirad, aquí está el
Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis. Porque se
levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán
grandes señales y prodigios, de tal manera que
engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos. Ya
os lo he dicho antes. Así que, si os dijeren: Mirad,
está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los
aposentos, no lo creáis. Porque como el relámpago
que sale del oriente y se muestra hasta el occidente,
así será también la venida del Hijo del Hombre. Porque
dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se
juntarán las águilas (Mateo 24:15-28).

Las epístolas de Pablo a los Tesalonicenses han sido


designadas como el Apocalipsis de Pablo, por cuanto tra­
tan de modo extenso acerca de temas proféticos. Dos ve­
ces —en Primera Tesalonicenses 1:10 y en 5:9— se refiere
Pablo a la tribulación al hacer referencia a un tiempo futu­
ro de ira (véase también Romanos 5:9):

... y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resuci­


tó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira
venidera.
Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para
alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesu­
cristo.

En Segunda Tesalonicenses 2:12, Pablo dice a sus


lectores que no deberían dejarse engañar en el sentido de
que la tribulación (es decir, el día del Señor) hubiera ya
empezado:

Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Je­


sucristo, y nuestra reunión con él, os rogamos, her­
manos, que no os dejéis mover fácilmente de vuestro
modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni
por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el
sentido de que el día del Señor esté cerca.

Luego prosigue en los versículos 3-13 para seguir des­


cribiendo algunos de los acontecimientos de la era de la
tribulación:

Material protegido por derechos de ai


¿ Qué es la tribulación ? 15

Nadie os engañe en ninguna manera; porque no


vendrá sin que antes venga la apostasía, y se mani­
fieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el
cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama
Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el
templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.
¿No os acordáis que cuando yo estaba todavía con
vosotros, os decía esto? Y ahora vosotros sabéis lo
que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se
manifieste. Porque ya está en acción el misterio de la
iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene,
hasta que él a su vez sea quitado de en medio. Y en­
tonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor
matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el
resplandor de su venida; inicuo cuyo advenimiento es
por obra de Satanás, con gran poder y señales y pro­
digios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad
para los que se pierden, por cuanto no recibieron el
amor de la verdad para ser salvos. Por esto Dios les
envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a
fin de que sean condenados todos los que no creyeron
a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia.
Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios
respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor,
de que Dios os haya escogido desde el principio para
salvación, mediante la santificación por el Espíritu y
la fe en la verdad.

Los comentarios más extensos acerca de la tribulación


aparecen en los escritos de Juan, específicamente en Apo­
calipsis 6-19. En esos capítulos, Juan da una detallada
exposición de los días de la tribulación. Un ejemplo de la
mención específica de Juan de la tribulación se puede ver
en Apocalipsis 7:14:

Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos


son los que han salido de la gran tribulación, y han
lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la san­
gre del Cordero.

Esos capítulos de Apocalipsis son ricos tanto en


imaginería como en contenido, y dejan pocas dudas en la
mente del lector acerca de la crisis aún venidera.
16 La tribulación

2. ¿Es la Gran TVibuladón lo mismo que la tribulación?


Creemos que la Biblia hace una distinción entre el pe­
ríodo de la tribulación (7 años) y la Gran Tribulación (los
últimos 3 1/2 años). En Mateo 24:9 el término «tribula­
ción» se refiere con la mayor probabilidad al período en­
tero de siete años de la tribulación. En cambio, Mateo 24:21
se refiere a la «gran tribulación», que comienza con la
abominación de la desolación, que tiene lugar en el punto
central del período de siete años (Mateo 24:15).
En Mateo 24:15-20, Jesús dijo a sus discípulos que
después del punto central de la tribulación el Anticristo
romperá su pacto con Israel. A partir de esto habrá un in­
cremento de la persecución: «porque habrá entonces gran
tribulación, cual no la habido desde el principio del mun­
do hasta ahora, ni ha habrá» (Mateo 24:21).
¿Es la frase «gran tribulación» un término técnico para
referirse a los tres años y medio últimos de la tribulación, o
es sencillamente un término descriptivo de esos años? La
Biblia enseña con claridad que hay dos segmentos, ¿pero
los designa de manera diferente? En otras palabras, ¿desig­
na la Biblia misma a los primeros tres años y medio como
«la tribulación» y los segundos tres años y medio como «la
gran tribulación», o son los términos «tribulación» y «gran
tribulación» sinónimos para toda la era de siete años.
Los intérpretes premilenaristas pretribulacionistas están
divididos acerca de cómo se emplea este término en la Bi­
blia. Sin embargo, no hay ninguna ortodoxia doctrinal ni nin­
gún tema interpretativo vital en juego, sea cual sea lapostura
que se tome aquí Para ambos puntos de vista, permanece la
tribulación de siete años dividida en dos segmentos. Lo que
cambia es cómo se designan estos dos segmentos de tres años
y medio. En un formato de fórmula, algunos entienden que

la tribulación de siete años (3 72 años + 3 72 años)


= la gran tribulación (3 72 años + 3 72 años)

y otros entienden que

la tribulación de siete años (3 72años + 3 72años) =


tribulación (3 72 años) + gran tribulación (3 72 años).

Sea cual sea el punto de vista que se adopte, ambos


lados aceptan una tribulación de siete años con dos
segmentos, y ambos reconocen un aumento en la intensidad
durante los últimos tres años y medio.
¿ Qué es la tribulación ? 17

3* ¿Qué relación tiene «el tiempo de la ira de Dios»


con la tribulación?
Parece que «el tiempo de la ira de Dios» y «la tribula­
ción» comprenden el mismo período de siete años. ¿Cómo
se evidencia esto?
Por cuanto la Biblia usa muchos términos para descri­
bir una amplia gama de actividades asociadas con el jui­
cio de D ios durante la trib u lació n , y por cuanto
«tribulación» y «ira de Dios» se emplean a veces para ha­
cer referencia al mismo período (es decir, la tribulación de
siete años), entonces sigue que el tiempo de la ira de Dios
es el período de la tribulación.
Se puede dar apoyo escriturario para la conclusión an­
terio r m ediante lo siguiente: H em os visto que
Deuteronomio 4:30 describe este período de los últimos
tiempos como un tiempo de tribulación. Sofonías 1:15
designa a ese mismo día «de angustia y de aprieto» (es
decir, de tribulación) como «día de ira». Los escritores del
Nuevo Testamento recogen este término del Antiguo Tes­
tamento y lo emplean como un rasgo característico de lo
que conocemos como el período de tribulación de siete
años, por cuanto es un tiempo en el que la ira retenida de
Dios se derrama dentro de la historia humana y pasa a
retribuir a un mundo que ha rechazado a Cristo, y que será
a su vez motivado por Satanás para actuar persiguiendo a
cristianos y a judíos (Romanos 2:5; 5:9; Colosenses 3:6;
Apocalipsis 14:10,19; 15:1,7; 16:1,19; 19:15). Por ejem­
plo, en Romanos 2:5 se afirma:

Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepenti­


do, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de
*
la revelación del justo juicio de Dios.
*

De modo que vemos que lo que se experimenta como


tribulación por parte de la humanidad la Biblia afirma que
está motivado por la ira de Dios, que se ve que está acu­
mulándose durante la actual era de la gracia.

4. ¿Qué relación tienen las Setenta Semanas de


Daniel con la tribulación?
Las Setenta Semanas de Daniel en Daniel 9:24-27 son
el marco dentro del que tiene lugar la tribulación (la
septuagésima semana).2 El período de siete años de la
septuagésima semana de Daniel provee el lapso de tiempo
con el que se asocia toda una multitud de calificativos.
18
Las Setenta Semanas de Daniel

La
(Daniel 9:24-27)

tribulación
El decreto El Mesías El príncipe que El Mesías
para restaurar Príncipe na de venir vuelve
El Mesías, «cortado»
3 de abril del 33 d.C.
69 semanas 1 semana
Edad de la
Iglesia V2 I V2
semana I semana
Destrucción de
5 de marzo 30 de marzo la ciudad y
del 444 a.C. del 33 d.C del Templo
Decreto de Artajerjes Entrada Triunfal 6 de agosto
Nehemías 2:1-8 Lucas 19:28-40 del 70 d.C
I
¿ Qué es la tribulación ? 19

Algunos de esos términos descriptivos incluyen los


siguientes: tribulación, gran tribulación, día del Señor, día
de la ira, día de angustia, día de aprieto, día de la angustia
de Jacob, día de nublado y de entenebrecimiento, la ira
del Cordero, etc. La presentación gráfica de las Setenta
Semanas en la página 18 será de gran ayuda para
comprender esta intrincada profecía.
El diagrama de las Setenta Semanas de Daniel presenta
una perspectiva premilenarista pretribulacional. Es decir,
muestra el arrebatamiento teniendo lugar antes de la tribu­
lación y la segunda venida de Cristo teniendo lugar antes
del milenio. Aunque no todos los evangélicos mantienen
un arrebatamiento pretribulacional (los hay que favorecen
en su lugar una postura m id trib u lacio n al o
postribulacional), hay acuerdo en que el Anticristo surgirá
durante la tribulación. Puede que sea conocido, reconoci­
do o incluso que esté en el poder antes del arrebatamiento,
pero sólo será revelado o manifestado como Anticristo
durante la tribulación (2 Tesalonicenses 2:6, 8).

Explicación de las 70 semanas de Daniel


6 9 x 7 x 3 6 0 = 173.880 días
5 de marzo del 444 a.C. + 173.880 días = 30 de
marzo del 33 d.C.
Verificación:
444 a.C. a 33 d.C. = 476 años
476 años x 365,2421989 días = 173.855 días
+ 5 de marzo hasta 30 de marzo = 25 días
Total = 173.880 días
Base lógica para años de 360 días
Media semana—Daniel 9:27
*

Tiempo y tiempos y la mitad de un tiempo— Da­


niel 7:25; 12:7; Apocalipsis 12:14
1.260 días—Apocalipsis 12:6; 11:3
42 meses—Apocalipsis 11:2; 13:5
Así: 42 meses = 1.260 días = tiempo y tiempos y la
mitad de un tiempo + media semana
Por tanto: el mes = 30 días; el año = 360 días3
20 La tribulación

5. ¿Qué relación tiene «el día del Señor» con la


tribulación?
La Biblia emplea el término «día de Jehová» o «día del
Señor» para referirse al mismo período general que la tri­
bulación. Esto ya se ha visto antes en Sofonías 1:14, 15,
donde se emplean ambos términos para describir diferen­
tes aspectos del mismo período de tiempo.
Desde la perspectiva de Dios, éste será el día del Señor.
Será un tiempo dominado por y directamente bajo el con­
trol de Dios. Ya no sucederá que el Señor controle la histo­
ria de manera indirecta por medios invisibles; durante este
tiempo, intervendrá de manera visible en la historia hu­
mana. De modo que la intervención divina produce, desde
la perspectiva humana, un tiempo de tribulación que debe
ser soportado, si es posible. Así, la relación es la de dife­
rentes perspectivas acerca del mismo período de tiempo.
6. ¿Qué relación tiene «el tiempo de la angustia de
Jacob» con la tribulación?
La frase «el tiempo de la angustia de Jacob» procede
de la profecía que se encuentra en Jeremías 30:5-7:

Porque así ha dicho Jehová: Hemos oído voz de


temblor; de espanto, y no de paz. Inquirid ahora, y
mirad si el varón da a luz; porque he visto que todo
hombre tenía las manos sobre sus lomos, como mujer
que está de parto, y se han vuelto pálidos todos los
rostros. ¡Ah, cuán grande es aquel día! tanto, que no
hay otro semejante a él; tiempo de angustia para Jacob;
pero de ella será librado.

En este pasaje, el profeta Jeremías se refiere a un tiem­


po todavía futuro cuando sobrevendrá sobre Israel, sim­
bólicamente designada como «Jacob», una gran angustia
o tribulación. ¿Es este tiempo el mismo que la tribulación
venidera, o se trata de un acontecimiento ya en el pasado?
Lo mejor es comprender este tiempo de angustia como
algo todavía futuro para Israel: un período que conoce­
mos como la septuagésima semana de Daniel o la tribula­
ción. El expositor bíblico y erudito en profecía doctor
Charles H. Dyer escribe acerca de este pasaje y de su sig­
nificado:

¿A qué «tiempo de angustia» se estaba refiriendo


Jeremías? Algunos han pensado que estaba señalando
¿ Qué es la tribulación ? 21

al inminente derrumbe de Judá ante Babilonia o a la


posterior derrota de Babilonia ante Medo-Persia. Sin
embargo, en estos dos acontecimientos no quedó
afectado el reino norteño de Israel. Ya había sido
llevado al cautiverio (en el 722 a.C.). Una mejor
solución es ver que Jeremías se está refiriendo al
período aún futuro de la tribulación, cuando el
remanente de Israel y de Judá experimentará un tiempo
de persecución sin parangón (Daniel 9:27; 12:1; Mateo
24:15-22). Este período finalizará cuando Cristo
aparezca para rescatar a sus escogidos (Romanos
11:26) y establecer su reino (Mateo 24:30-31; 25:31-
46; Apocalipsis 19:11-21; 20:4-6).4

Así, «el tiempo de la angustia de Jacob» destaca aquel


aspecto de la futura tribulación que gira en torno de la
dificultad que los judíos, los descendientes de Jacob, ex­
perimentarán durante tal tiempo.

7. ¿Qué relación tiene el reino de Dios con la


tribulación?
En tanto que todos los estudiosos de la Biblia están
generalmente de acuerdo en que Dios siempre ha gober­
nado y siempre gobernará espiritualmente sobre su crea­
ción, este gobierno «espiritual» debe ser distinguido del
reino de Dios en las Escrituras. El doctor Stanley Toussaint
observa que el reino de Dios es «un reino terrenal y literal,
y es el cumplimiento de las promesas, pactos y prediccio­
nes proféticas del Antiguo Testamento para Israel».5 En
otras palabras, el reino de Dios es el futuro reino davídico,
conocido también como el milenio, el período de mil años
(Apocalipsis 20:2-8).
Habiendo ya hecho notar que la tribulación es el perío­
do de siete años de juicio de parte de nuestro Señor, en­
tonces, ¿qué relación tiene con el reino de Dios? La
tribulación es la fase de juicio que abre el camino para el
justo gobierno de Cristo desde Jerusalén. Cristo ha de lim­
piar este pecaminoso mundo antes de inaugurar su justo
reino de mil años.
8. ¿Qué relación tienen «los dolores de parto»
(Mateo 24:8, vm margen) con la tribulación?
En Mateo 24:4-7, Jesús describe para los discípulos
algunas de las señales introductorias de la tribulación.
Luego declara en el versículo 8: «Y todo esto será principio
1

22 La tribulación

de dolores.» En los versículos siguientes (24:9-28) Jesús


prosigue con una descripción de los años de la tribulación.
En Jeremías 30:5-7 se emplea la misma imaginería de un
parto y de un intenso dolor y expectación. En esos
versículos, Dios dice por medio del profeta:

Porque así ha dicho Jehová: Hemos oído voz de


temblor; de espanto, y no de paz. Inquirid ahora, y
mirad si el varón da a luz; porque he visto que todo
hombre tenía las manos sobre sus lomos, como mujer
que está de parto, y se han vuelto pálidos todos los
rostros. ¡Ah, cuán grande es aquel día! tanto, que no
hay otro semejante a él; tiempo de angustia para Jacob;
pero de ella será librado.

En este pasaje, Jeremías dirige la mirada a un tiempo


más allá del juicio que pronto iba a caer sobre su pueblo. Se
estaba refiriendo a la era de la tribulación. El doctor Randall
Price escribe acerca de este pasaje y de su imaginería:

Por otra parte, la figura se aplica a la experiencia


de la tribulación debido a que su aplicación a los va­
rones o a la nación de Israel equivale a reducirlos al
impotente estado de mujeres en el momento del par­
to, algo que cada ejército esperaba en que el enemigo
cayese (cp. Jeremías 50:37). Por otra parte, la natura­
leza involuntaria e incontrolable de los dolores de
parto, a la vez que su intensificación que lleva final­
mente a la liberación divina, presentaba bien el con­
cepto de un tiempo de un juicio divino que ha de correr
su curso hasta que pudiese experimentarse la prome­
sa de una nueva vida.6

Cuando Jesús se refirió a dolores de parto en Mateo


24:8 (este es el significado en griego del término traduci­
do en Reina-Valera como «dolores», véase vm, margen),
la imaginería empleada era bien claramente la de Jeremías
y otros profetas del Antiguo Testamento. Está diciendo que
la tribulación será como el intenso dolor de una mujer en
el parto. El dolor será enorme, pero llegará a su fin, y con
su fin se introducirá una nueva era. Obsérvense de nuevo
los comentarios del doctor Price:

Los dolores de parto son significativos en la cro­


nología de la tribulación, tal como lo revela Jesús en
¿ Qué es la tribulación ? 23

el discurso del Olívete (Mateo 24:8, vm). La declara­


ción de Jesús acerca de los «dolores» de parto es
específicamente que los acontecimientos de la prime­
ra mitad de la tribulación (vv. 4-7) son meramente el
«comienzo», con la expectativa de peores dolores de
parto en la segunda mitad (la «Gran Tribulación»).
En base de esta analogía, todo el período de la sep­
tuagésima semana es como dolores de parto. Así como
una mujer ha de soportar todo el período de parto an­
tes de dar a luz, así Israel tendrá que soportar todo la
tribulación de siete años. Las divisiones temporales
de la tribulación quedan también ilustradas por esta
figura, porque así como el proceso natural se intensi­
fica hacia al momento de dar a luz, del mismo modo
la tribulación va moviéndose progresivamente hacia
la segunda venida (vv. 30-31), que tiene lugar «inme­
diatamente después» del fin de la tribulación (v. 29).
Así como hay dos fases de los dolores de parto (el
comienzo del parto y el parto pleno), así los siete años
de la tribulación se dividen entre las experiencias
menos y más severas de ira terrenal y cósmica, como
se revela progresivamente en el discurso del Olívete y
en la sección de juicios de Apocalipsis 6-19.7
9. ¿Qué relación tiene el Espíritu Santo con la
tribulación?
Cuando los creyentes sean arrebatados justo antes de la
tribulación (1 Tesalonicenses 4:16, 17), la presencia resi­
dente del Espíritu Santo será también quitada. Vemos esto
en 2 Tesalonicenses 2:6-8 donde Pablo escribe que una
vez que el Espíritu Santo sea quitado de la tierra como el
que detiene, el «hombre de pecado» (el Anticristo) queda­
rá libre para iniciar su programa:

Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de


que a su debido tiempo se manifieste. Porque ya está
en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay
quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea
quitado de en medio. Y entonces se manifestará aquel
inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su
boca, y destruirá con el resplandor de su venida.

Que el que detiene es el Espíritu Santo, que habita en la


iglesia, tiene su apoyo en el hecho de que se precisaría del
mismo Dios (en este caso, la tercera Persona de la Trinidad)
24 La tribulación

para refrenar al Anticristo. El doctor Robert Thomas


explica:

Para quien esté familiarizado con el discurso del


Aposento Alto del Señor Jesús, como
indudablemente lo estaba Pablo, la fluctuación entre
el género neutro y el masculino recuerda cómo se
hace referencia al Espíritu Santo. Ambos géneros
son apropiados, dependiendo de si quien habla (o
escribe) está pen
sando en la concordancia natural (masculino, debido
a la personalidad del Espíritu) o en la gramatical
(neutro, debido al nombre pneuma; véase Juan
14:26;
15:26; 16:13,14)
La presencia especial del Espíritu como quien
mora en los santos terminará tan abruptam ente
en la p a ru sía com o com enzó
abruptamente en Pentecostés. Una vez el cuerpo de
Cristo haya sido arrebatado al cielo, el ministerio del
Espíritu volverá a lo que hacía para los creyentes
durante el tiempo del Antiguo Testamento. Su
función de detención del mal por medio del cuerpo
de Cristo
(Juan 16:7-11; 1 Juan 4:4) cesará de manera similar a
como dejó de contender con los hombres en los días
de Noé (Génesis 6:3). En aquel punto se dará rienda
suelta a la iniquidad, y comenzará la rebelión de
inspiración satánica. Parece que to katechon («lo
que detiene») era bien conocido en Tesalónica como
títu m

Sinlo embargo, la enseñanza


para el Espíritu Santo endequien
estoslos
versículos
lectores no sig­
habían
nificavenido
que no habrá ningún
a depender en susministerio del Espíritu
intentos personales de Santo
durante la trib
combatir u lació n . (1ElTesalonicenses
la iniquidad E spíritu Santo 1:6; seguirá
4:8;
ministrando, pero será un ministerio
5:19; 2 Tesalonicenses 2:13).8 muy diferente al que
experimentan hoy los cristianos. El doctor Ryrie observa:
«Así como el omnipresente Espíritu obraba en favor de
los hombres en los tiempos del Antiguo Testamento, así
seguirá obrando después del arrebatamiento de la iglesia,
aunque su obra de edificar el Cuerpo de Cristo habrá lle­
gado a su fin.»9
¿Cuál será la naturaleza de este ministerio y a quién le
será dado? En relación con los incrédulos, el Espíritu
proseguirá obrando induciendo la convicción de pecado y
obrando en el proceso de la salvación. Habrá muchos
¿ Qué es la tribulación ? 23

el discurso del Olívete (Mateo 24:8, La declara­


vm ).
ción de Jesús acerca 3e~Tos «dolores» de- parto es
específicamente que los acontecimientos de la prime­
ra mitad de la tabulación (w . 4-7) son meramente el
«comienzo*, con la expectativa de peores dolores de
jparto en la segunda mitad (la «Gran Tribulación»).
En base de esta analogía, todo el período de la sep­
tuagésima semana es como dolores de parto. Así como
una mujer ha de soportar todo el período de parto an­
tes de dar a luz, así Israel tendrá que soportar todo la
tribulación de siete años. Las divisiones temporales
de la tribulación quedan también ilustradas por esta
figura, porque así como el proceso natural se intensi­
fica hacia al momento de dar a luz, del mismo modo
la tribulación va moviéndose progresivamente hacia
la segunda venida (vv. 30-31), que tiene lugar «inme­
diatamente después» del fin de la tribulación (v. 29).
Así como hay dos fases de los dolores de parto (el
comienzo del parto y el parto pleno), así los siete años
de la tribulación se dividen entre las experiencias
menos y más severas de ira terrenal y cósmica, como
se revela progresivamente en el discurso del Olívete y
en la sección de juicios de Apocalipsis 6-19.7

9. ¿Q ué relación tiene el E spíritu Santo con la


tribulación? ~
Cuando los creyentes sean arrebatados justo antes de la
tribulación (1 Tesalonicenses 4:16, 17), la presencia resi-
dente del Espíritu Santo será también quitada. Vemos esto
en 2 Tesalonicenses 2:6-8 donde Pablo escribe que una
vez que el Espíritu Santo sea quitado de la tierra como el
que detiene, el «hombre de pecado» (el Anticristo) queda­
rá libre para iniciar su programa:

Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de


que a su debido tiempo se manifieste. Porque ya está
en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay
quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea
quitado de en medio. Y entonces se manifestará aquel
inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su
boca, y destruirá con el resplandor de su venida.

Que el que detiene es el Espíritu Santo, que habita en la


iglesia, tiene su apoyo en el hecho de que se preciaría de
mismo Dios (en este caso, la tercera Persona de la Trini
26 La tribulación

creyentes de manera universal. Habrá más bien una mora­


da y capacitación selectivas para evangelizar. Walvoord
vuelve a observar:

El período de la tribulación, también, parece re­


vertir a las condiciones del Antiguo Testamento de
varias maneras; y en el período del Antiguo Testa­
mento los santos no fueron morada permanente del
Espíritu excepto en unos casos aislados, aunque se
encuentran varios ejemplos de llenura del Espíritu y
de capacitación para el servicio. Tomando todos es­
tos factores en cuenta, no hay evidencia de la presen­
cia residente del Espíritu Santo en los creyentes en la
tribulación.12

SE G U N D A PARTE

¿Cuál es el propósito de la tribulación?


10. ¿Por qué es necesaria la tribulación?
El propósito básico de Dios para la tribulación es que
sea un tiempo de juicio, y al mismo tiempo de ofrecimien­
to de la gracia del evangelio, precediendo al reinado glo­
rioso de Cristo de mil años en Jerusalén, desde el trono de
David.
El doctor Amold Fruchtenbaum divide el propósito de
Dios en tres aspectos.13

• Darfin a la maldad y a los malvados.


Isaías 13:9 — «He aquí el día de Jehová viene, terri­
ble, y de indignación y ardor de ira, para convertir la
tierra en soledad, y raer de ella a sus pecadores.»

Isaías 24:19, 20 — «Será quebrantada del todo la tie­


rra, enteramente desmenuzada será la tierra, en gran
manera será la tierra conmovida. Temblará la tierra
como un ebrio, y será removida como una choza; y se
agravará sobre ella su pecado, y caerá, y nunca más
se levantará.»

El primer propósito de la tribulación es considerado


como un castigo en la historia sobre el mundo entero por
sus pecados contra Dios, de una manera similar a la del
diluvio universal en tiempos de Noé (Mateo 24:37-39).
¿Cuál es el propósito de la tribulación? 27

Traer un avivamiento a escala mundial.


Este propósito se presenta y cumple en Apocalipsis
7:1-17: Durante la primera mitad de la tribulación.
Dios evangelizará al mundo por medio de los 144.000
judíos y cumplirá así la profecía que se encuentra en
Mateo 24:14.u

Mateo 24:14— «Y será predicado este evangelio del


reino en todo el mundo, para testimonio a todas las
naciones; y entonces vendrá el fin.»

Para quebrantar el poder del pueblo santo—de Israel.


Finalmente, la tribulación será un tiempo en el que
Dios, por medio de agencias malignas, prepara a Is­
rael para la conversión y para el reconocimiento de
que Jesús es su Mesías, lo que da como resultado la
segunda venida de Cristo. Fruchtenbaum observa:

En Daniel 11 y 12, el profeta recibe una visión de


cómo serán las condiciones para su pueblo (de Is­
rael) durante la tribulación. Luego, en Daniel 12:5-
7 se suscita una visión acerca de cuánto tiempo se
permitirá que subsista este período.

Daniel 12:5-7— «Y yo Daniel miré, y he aquí otros


dos que estaban en pie, el uno a este lado del río, y
el otro al otro lado del río. Y dijo uno al varón ves­
tido de lino, que estaba sobre las aguas del río:
¿Cuándo será el fin de estas maravillas? Y oí al
varón vestido de lino, que estaba sobre las aguas
del río, el cual alzó su diestra y su siniestra al cie­
lo, y juró por el que vive por los siglos, que será
por tiempo, tiempos, y la mitad de un tiempo. Y
cuando se acabe la dispersión del poder del pueblo
santo, todas estas cosas serán cumplidas.»

Este pasaje da un tercer propósito de la tribula­


ción. Es quebrantar el poder o la terca voluntad de
la nación judía. La tribulación proseguirá, y no ter­
minará hasta que esto suceda. De modo que se
puede deducir en base de esto el tercer propósito
de la tribulación: Dios se propone quebrantar el
poder del pueblo santo a fin de dar lugar a una re­
generación nacional.15
Juicios de los sellos, de las

28
trompetas y de las copas

La
Segunda

tribulación
venida
del Mesías

6
Arrebatamiento 5

♦ *
2 3 4 5 6 7
éZ7
✓ V >
Juicios de las copas
Primera mitad de la tribulación La Gran Tribulación
: Apocalipsis 6,8:1-2 : Apocalipsis 8,9,11:15 i Apocalipsis 15, 16 •
¿ Cuál es el propósito de la tribulación ? 29

11. ¿Cuáles son los principales acontecimientos y


cuáles son los personajes clave de la tribulación?
La tribulación de siete años está dividida en dos partes
de tres años y medio cada una. Consideraremos los princi­
pales acontecimientos de cada mitad y los acontecimien­
tos que tienen lugar en la mitad, sabiendo que algunos se
pueden situar en su apropiada secuencia, mientras que otros
son más difíciles de situar. El diagrama de la página 28
sirve deavuda para ver la perspectiva global.________
Acontecimientos de la primera mitad de la tribulaciónu
T . Los juicios de~los sellos — ApüCálipsiíTó bosqueja
los siete juicios de los sellos (el séptimo contiene los jui­
cios de las trompetas) que dan inicio a la tribulación.16Los
primeros cuatro sellos son también conocidos como los
cuatro jinetes del Apocalipsis. Estos juicios son los co­
mienzos de la ira de Dios que se dirige sobre la tierra.
2. El surgimiento del Anticristo y la confederación de
diez naciones — Por cuanto el comienzo de la tribulación
estará señalado por la firma de un pacto entre Israel y el
Anticristo (Daniel 9:26,27), es lógico que entre en escena
a la primera mitad de la tribulación. Será la cabeza de una
confederación de diez naciones (Daniel 2:42, 44; 7:7, 24;
Apocalipsis 12:3; 13:1; 17:12, 16) que gobernará el mun­
do durante la tribulación.
3. El ministerio de Elias — Malaquías 4:5, 6 dice:

He aquí, yo os envío el profeta Elias, antes que


venga el día de Jehová, grande y terrible. El hará vol­
ver el corazón de los padres hacia los hijos, y el cora­
zón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga
y hiera la tierra con maldición.

El ministerio de Elias, que podría cumplirse mediante


el ministerio de los dos testigos, será de restauración para
^on lajiación de Israel, Por cuanto será «antes que venga
eLdía de Jehová, grande y terrible», tendrá lugar en la pri-
mera mitad de la tribulación.
4. El avivamiento mediante los 144.000 evangelistas
judíos — Apocalipsis 7 detalla el llamamiento y el minis­
terio de 144.000 evangelistas judíos que predican el evan­
gelio durante la primera mitad de la tribulación.
5. Los juicios de las trompetas — Apocalipsis 8 y 9
hablan de los juicios de las trompetas. Como sucede con
los juicios de los sellos, la séptima trompeta contiene la
30 La tribulación

serie ñnal de juicios conocida como los juicios de las co­


pas. Estos juicios inciden sobre la naturaleza e incluyen
dos de los tres juicios de los ayes.
6. El ministerio de los dos testigos — Así como los
144.000 están dedicados al evangelismo mundial, los dos
testigos son sellados por Dios (Apocalipsis 11:3-6) para
ser testigos especiales a Jcrusalén e Israel.
7. La fa lsa iglesia — También conocida como la
Babilonia eclesiástica, tendrá un gran poder e influencia
durante la primera mitad de la tribulación (Apocalipsis
17:1 -6). La falsa iglesia ayudará al Anlicrísto en su engaño.

Acontecimientos de la mitad de la tribulación


1. El librito — El apóstol Juan recibe la orden de parte
del ángel intérprete que coma el librito (rollo) en Apoca­
lipsis 10:9-11:

Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librito. Y


él me dijo: Toma, y cómelo; y te amargará el vientre,
pero en tu boca será dulce como la miel. Entonces
tomé el librito de la mano del ángel, y lo comí; y era
dulce en mi boca como la miel, pero cuando lo hube
comido, amargó mi vientre. Y él me dijo: Es necesa­
rio que profetices otra vez sobre muchos pueblos,
naciones, lenguas y reyes.

El contenido del rollo es profecía acerca de la mitad de


la tribulación y de su segunda parte. La profecía bíblica es
considerada buena (es decir, dulce) por muchas personas,
pero el mensaje de juicio (es decir, amargo) es difícil de
asimilar.
2. El Anticristo es muerto — Apocalipsis 13:3 observa
que la séptima cabeza (una referencia al Anlicrísto) es
muerta. Como observaremos después, no está todavía
acabado.

Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero


su herida mortal fue sanada; y se maravilló toda la
tierra en pos de la bestia.

3. Satanás es echado del cielo a la tierra. — Apocalip­


sis 12:7-9 revela que el mismo Satanás es echado del cielo
a la tierra mediante la acción angélica. Esto sirve de base
para una intensificación de los acontecimientos sobre la
tierra durante la segunda mitad de la tribulación.
¿ Cuál es el propósito de la tribulación ? 31

Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel


y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban
el dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se
halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue lanzado
fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se lla­
ma diablo y Satanas, el cual engaña al mundo entero;
fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados
con él.

/ 4. La resurrección del Anticristo — Una de las prime­


ras cosas que hace Satanás después de ser echado del cie­
lo es resucitar al Anticristo. Apocalipsis 13:3, 4 registra
este episodio, al intentar el Anticristo falsificar la carrera
de Jesús el Mesías.

Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero


su herida mortal fue sanada; y se maravilló toda la
tierra en pos de la bestia, y adoraron al dragón que
había dado autoridad a la bestia, diciendo: ¿Quién
como la bestia, y quién podrá luchar contra ella?

5. Tres reyes muertos, y siete se someten. Después de


su muerte y resurrección, el Anticristo consolida su
gobierno mundial dando muerte a tres de diez reyes, lo
que lleva a que los otros siete se sometan voluntariamente.
Este acontecimiento da la base política sobre la cual el
Anticristo proyectará su poder durante la última mitad de
la tribulación:

Y los diez cuernos significan que de aquel reino se


levantarán diez reyes; y tras ellos se levantará otro, el
cual será diferente de los primeros, y a tres reyes de­
rribará (Daniel 7:24).
Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes,
que aún no han recibido reino; pero por una hora reci­
birán autoridad como reyes juntamente con la bestia.
Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su po­
der y su autoridad a la bestia (Apocalipsis 17:12,13).

(§JDestrucción de la falsa iglesia — Como ha sido


frecuentemente el caso a lo largo de la historia, cuando un
tirano alcanza su objetivo de un control político total,
destruye a aquellos que le han ayudado a llegar a este punto.
El Anticristo destruye ahora a la ramera, la Babilonia
eclesiástica, como se observa en Apocalipsis 17:16:
32 La tribulación

Y los diez cuernos que viste en la bestia, éstos abo­


rrecerán a la ramera, y la dejarán desolada y desnuda;
y devorarán sus carnes, y la quemarán con fuego.

I I La muerte y resurrección de los dos testigos — Dios


permite que el engaño temporal del Anticristo avance aún
más con la muerte de los dos testigos. Durante la primera
mitad de la tribulación, los dos testigos habrán sido mila­
grosamente protegidos por Dios. Dios permite ahora que
el engaño del Anticristo se ahonde cuando consigue ase­
sinar a los dos testigos en Jerusalén, y todo el mundo se
regocija. Sin embargo, después de tres días y medio, los
dos testigos serán resucitados y llevados al cielo a la vista
de todos. Entonces el temor atenaza a los que habían ido
en pos de la bestia:

Cuando hayan acabado su testimonio, la bestia que


sube del abismo hará guerra contra ellos, y los vence­
rá y los matará. Y sus cadáveres estarán en la plaza de
la grande ciudad que en sentido espiritual se llama
Sodoma y Egipto, donde también nuestro Señor fue
crucificado. Y los de los pueblos, tribus, lenguas y
naciones verán sus cadáveres por tres días y medio, y
no permitirán que sean sepultados. Y los moradores
de la tierra se regocijarán sobre ellos y se alegrarán, y
se enviarán regalos unos a otros; porque estos dos pro­
fetas habían atormentado a los moradores de la tierra.
Pero después de tres días y medio entró en ellos el
espíritu de vida enviado por Dios, y se levantaron so­
bre sus pies, y cayó gran temor sobre los que los vie­
ron. Y oyeron una gran voz del cielo, que les decía:
Subid acá. Y subieron al cielo en una nube; y sus ene­
migos los vieron. En aquella hora hubo un gran terre­
moto, y la décima parte de la ciudad se derrumbó, y
por el terremoto murieron en número de siete mil hom­
bres; y los demás se aterrorizaron, y dieron gloria al
Dios del cielo (Apocalipsis 11:7-13).8 *

8. La adoración del Anticristo — Por cuanto «los


morádores de la tierra» prefieren lo falso a lo genuino,
serán engañados a adorar al Anticristo como Dios. En
realidad, estarán adorando a Satanás. ¡No es para
asombrarse que la Biblia esté llena de advertencias acerca
del engaño espiritual!
¿Cuál es el propósito Je la tribulación? 33

Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero


su herida mortal fue sanada; y se maravilló toda la
tierra en pos de la bestia, y adoraron al dragón que
había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bes­
tia, diciendo: ¿Quién como la bestia, y quién podrá
luchar contra ella? (Apocalipsis 13:3, 4).
Y la adorarán todos los moradores de la tierra cu­
yos nombres no están escritos desde la fundación del
mundo en el libro de la vida del Cordero que fue in­
molado (Apocalipsis 13:8, RVR77).

9. El falso profeta — Esta persona es una falsificación


del ministerio del Espíritu Santo en cuanto a que es tem­
poralmente dotado para hacer falsas señales, maravillas y
milagros que ayudan en gran manera a la accesión del
Anticristo al poder. La falsa religión es el vehículo del
engaño para esta segunda bestia — el falso profeta:

Después vi otra bestia que subía de la tierra; y te­


nía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero
hablaba como dragón. Y ejerce toda la autoridad de la
primera bestia en presencia de ella, y hace que la tie­
rra y los moradores de ella adoren a la primera bestia,
cuya herida mortal fue sanada. También hace grandes
señales, de tal manera que aun hace descender fuego
del ciclo a la tierra delante de los hombres. Y engaña
a los moradores de la tierra con las señales que se le
ha permitido hacer en presencia de la bestia, mandan­
do a los moradores de la tierra que le hagan imagen a
la bestia que tiene la herida de espada, y vivió. Y se le
permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para
que la imagen hablase c hiciese matar a todo el que
no la adorase (Apocalipsis 13:11-15).1 0

10. La marca de la bestia: 666 — Otro «ministerio»


del falso profeta será administrar la falsificación del sello
del Espíritu Santo: la famosa marca de la bestia, 666. Se
precisará de la imposición de esta marca sobre la frente o
la mano derecha para llevar a cabo transacciones econó­
micas durante la segunda mitad de la tribulación. Se debe­
ría observar que todo el que reciba esta marca no puede
ser salvo. Esta marca no se distribuirá durante la primera
mitad de la tribulación, sino sólo durante la segunda mi­
tad. Por cuanto el significado de 666 es un misterio, no es
prudente especular acerca de esto hasta el momento en
34 La tribulación

que se distribuya. Es evidente que su significado será evi­


dente para los creyentes durante la tribulación:

Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y


pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en
la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudie­
se comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el
nombre de la bestia, o el número de su nombre. Aquí
hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el
número de la bestia, pues es número de hombre. Y su
número es seiscientos sesenta y seis (Apocalipsis
13:16-18).

11. Quebrantamiento del pacto de siete años — No es


en absoluto sorprendente que el Anticristo rompa su pacto
con Israel. Esta acción concuerda con su carácter. Esta trai­
ción incluirá la invasión militar de Israel por parte del
Anticristo:

Entrará a la tierra gloriosa, y muchas provincias


caerán; mas éstas escaparán de su mano: Edom y
Moab, y la mayoría de los hijos de Amón (Daniel
11:41).
Y será anulado vuestro pacto con la muerte, y vues­
tro convenio con el Seol no será firme; cuando pase el
turbión del azote, seréis de él pisoteados (Isaías 28:18).

12. La abominación desoladora — El Anticristo no sólo


romperá su pacto con Israel, sino que también en la mitad
de la tribulación se levantará como Dios para ser adorado
en el templo judío reedificado. Esta profanación del tercer
templo se denomina «la abominación de la desolación».
Esto será una señal para los judíos para huir de Jerusalén:

Y por otra semana confirmará el pacto con mu­


chos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y
la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abo­
minaciones vendrá el desolador, hasta que venga la
consumación, y lo que está determinado se derrame
sobre el desolador (Daniel 9:27).
Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abomi­
nación de la desolación , anunciada por medio del
profeta Daniel (el que lea, entienda), entonces los que
estén en Judea, huyan a los montes (Mateo 24:15, 16,
RVR77).
¿ Cuál es el propósito de la tribulación ? 35

... el cual se opone y se levanta contra todo lo que


se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta
en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar
por Dios (2 Tesalonicenses 2:4).

13 .L a p ersecu ció n de los ju d ío s — La segunda mitad


d é la tribulación estará caracterizada por un intento
extremo de borrar a los judíos de la faz de la tierra.
Posiblemente, la manera de pensar de Satanás acerca de
esta cuestión es que si los judíos quedan exterminados,
entonces se habrá derrotado el plan de Dios para la
historia. Satanás podría pensar que esto podría de alguna
manera impedir la segunda venida. Esta persecución es
presentada en Apocalipsis 12:1-6. Dentro de la
imaginería, la mujer representa a Israel, y su hijo varón
representa a Cristo:

Apareció en el cielo una gran señal: una mujer


vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre
su cabeza una corona de doce estrellas. Y estando
encinta, clamaba con dolores de parto, en la angustia
del alumbramiento. También apareció otra señal en
el cielo: he aquí un gran dragón escarlata, que tenía
siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete
diademas; y su cola arrastraba la tercera parte de las
estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra. Y el
dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar
a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como
naciese. Y ella dio a luz un hijo varón, que regirá
con vara de hierro a todas las naciones; y su hijo fue
arrebatado para Dios y para su trono. Y la mujer huyó
al desierto, donde tiene lugar preparado por Dios,
para que allí la sustenten por mil doscientos sesenta
días.
A co n tecim ien tos de la
segunda m ita d de la tribulación
y

1. Los ju icio s de las copas — Los juicios de las copas


son la más severa serie de juicios de toda la tribulación.
Aparecen en la segunda mitad de la tribulación, devastan
el reino del Anticristo y preparan el camino para la segun­
da venida de Cristo. Los juicios de las copas son el resul­
tado de las oraciones de los santos para que Dios actúe en
venganza por ellos (Apocalipsis 15:1-8). Los juicios de
las copas se describen en Apocalipsis 16.
36 Im tribulación

2. Im p ro te c c ió n d e l rem a n en te ju d ío — A la mitad de
la tribulación los judíos huirán cuando el Anticristo cometa
la abominación de la desolación. Aparentemente, estos
judíos serán protegidos en-la población jordana de Bosra,
conocida también como P e tr a . Un remanente ^erá
preservado por este medio y de otras maneras:

De cierto te juntaré todo, oh Jacob; recogeré cier­


tamente el resto de Israel; lo reuniré como ovejas de
Bosra, como rebaño en medio de su aprisco; harán
estruendo por la multitud de hombres (Miqueas 2:12).
Entonces los que estén en Judea, huyan a los mon­
tes (Mateo 24:16).
Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar pre­
parado por Dios, para que allí la sustenten por mil
doscientos sesenta días (Apocalipsis 12:6).
Y le dieron a la mujer las dos alas de la gran águi­
la, para que volase de delante de la serpiente al de­
sierto, a su lugar, donde es sustentada por un tiempo, .
y tiempos, y la mitad de un tiempo (Apocalipsis
12:14).

3. L a co n versió n d e Isra e l — Justo antes de la segunda


venida, Israel se convertirá a Jesús como Mesías de ellos y
serán salvados de sus pecados. Esto los preparará para su
papel en el reino milenario y la segunda venida.
#

Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los


moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de ora­
ción; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán
como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él
como quien se aflige por el primogénito (Zacarías
12: 10).
Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este mis­
terio, para que no seáis arrogantes en cuanto a voso­
tros mismos: que ha acontecido a Israel
endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la
plenitud de los gentiles; y luego todo Israel será sal­
vo, como está escrito: V endrá de S ion el L ibertador,
QUE APARTARÁ DE JACOB LA IMPIEDAD. Y ESTE SERÁ Mi
pació con ellos, cuando yo quite sus pecados (Ro­
manos 11:25-27).
¿ Cuándo tendrá lugar la tribulación ? 37

T E R C E R A PA R T E

¿Cuándo tendrá lugar la tribulación?


12. ¿Ha tenido lugar la tribulación en el pasado?
La noche que fue entregado, Jesús dijo a Sus discípu­
los: «En el mundo tendréis tribulación; pero tened ánimo;
yo he vencido al mundo» (Juan 16:33, vm ). Con esas pala­
bras, Jesús declaró que la tribulación, o aflicción, sería
una realidad continua en las vidas de los que le siguiesen
durante la actual era de la iglesia. Los mártires cristianos a
lo largo de la historia de la iglesia han demostrado real­
mente la veracidad de sus palabras.
Sin embargo, la tribulación de la semana septuagésima
de Daniel es una era completamente diferente. La tribula­
ción del plan profètico de Dios es mucho mayor y con un
propósito diferente a aquella a la que se refirió Jesús en
Juan 16. La tribulación del futuro no es lo mismo que las
pruebas y luchas diarias de los cristianos a lo largo de la
historia de la iglesia. Esto no significa una depreciación
del dolor, dificultades, sufrimientos e incluso de las muer­
tes crueles que los que siguen a Cristo han tenido que so­
portar con frecuencia. Más bien significa que el futuro
traerá unas pruebas mayores y más generales que culmi­
narán en la septuagésima semana. Además, las actuales
pruebas y tribulaciones las padecemos en la actualidad de
parte del mundo (Juan 15:18-25) como dificultad para se­
guir a Cristo. La tribulación, en cambio, es un tiempo de
ira de Dios que sobrevendrá sobre la gente de la tierra para
probarlos a ellos (Apocalipsis 3:10; 6:15-17).
Algunos intérpretes de la profecía quieren argumentar
que la tribulación ya ha pasado. Este punto de vista recibe
el nombre de «preterismo» (de «pretérito», o «pasado») y
mantiene que todas las profecías relacionadas con la tri­
bulación son ahora ya historia y que fueron cumplidas
durante el primer siglo d.C., generalmente girando en tor­
no a acontecimientos asociados con la destrucción de Je-
rusalén el 70 d.C.
El preterismo no puede ser apoyado mediante la
Escritura por al menos dos razones principales. Primero, a
fin de sustentar el concepto de un cumplimiento en el 70
d.C. de un gran número de detalles rodeando la tribulación,
los preteristas tienen que emplear un enfoque interpretativo
injustificadamente alegórico. Eso significa que pasajes
com o M ateo 24:30 y A p o calip sis 19:11-21, que
38 La tribulación

tradicionalmente han sido interpretados como referencias


a la segunda venida de Cristo, han de ser de alguna manera
entendidos como representando en realidad una mistenosa
venida de Cristo por medio del ejército romano que
conquistó Jerusalén el 70 d.C. Un enfoque así excede a los
legítimos desacuerdos hermenéuticos acerca del uso
figurado frente al uso normal de figuras de lenguaje, y
comete el error de la espiritualización al dar un sentido no
sustentado por la interpretación textual.
Un segundo error principal del preterismo es la confu­
sión de juicio y salvación en relación con la nación de
Israel. El preterismo ve sólo juicio hacia Israel en los pa­
sajes que hablan de tribulación, como el discurso del
Olivete (Mateo 24; Marcos 13; Lucas 17:20-37; 21:5-36)
y Apocalipsis 4-19. Excepto por Lucas 21:20-24, que se
refiere claramente al juicio del 70 d.C. sobre Jerusalén, el
resto de los pasajes presentan a Israel en una posición de
la que Dios les librará de sus enemigos por medio de Su
segunda venida. Ni su enfoque alegórico al texto bíblico
puede ocultar la clara realidad de que los pasajes de la
tribulación describen la salvación de Israel por parte del
Señor, no su juicio sobre la nación.17
13. ¿Estamos ahora en la tribulación?
Aunque los creyentes durante la actual era de la iglesia
experimentan pruebas y tribulaciones (Juan 15:18-25;
16:33; 2 Timoteo 2:12), estas no son las pruebas de la tri­
bulación, de las que la iglesia tiene la promesa de ser exi­
mida (Apocalipsis 3:10). Por tanto, no estamos actualmente
en la tribulación.
14. ¿Tendrá lugar la tribulación en el futuro?
Según la cronología profètica de Daniel 9:24-27 y 2
T esalonicenses 2, la tribulación será después del
arrebatamiento de la iglesia. Este acontecimiento, que es
todavía futuro, pondrá fin al actual intervalo entre las se­
manas sexagésimo nona y septuagésima de Daniel, y per­
mitirá el inicio de la tribulación. El doctor Ryrie escribe
acerca de esta era:

La tribulación no comienza necesariamente el día


que la iglesia sea llevada para encontrarse con el Señor
en el aire. Aunque creo que el rapto precede al
principio de la tribulación, en realidad nada se dice
en las Escrituras locante a si habrá o no algún tiempo
¿ Cuánto tiempo dura la tribulación ? 39

(o cuánto tiempo) entre el rapto y el comienzo de la


tribulación.
La tribulación en realidad comienza con la firma
de un pacto entre el líder de los «Estados Federados
de Europa» y el pueblo judío. Este acuerdo pondrá en
marcha los eventas de la septuagésima semana (o sie­
te años) de la profecía de Daniel. Hay un intervalo de
duración indeterminada entre las primeras sesenta y
nueve semanas de siete años cada y la última o sep­
tuagésima semana de siete años.11

Por cuanto ninguno de los acontecimientos de la tribu­


lación han tenido todavía lugar (la firma de un pacto del
Anticristo con Israel, la manifestación del Anticristo, la
abominación de la desolación, la marca de la bestia, etc.),
entonces lo lógico es que la tribulación es aún futura.

CUARTA PARTE*
5
1

¿Cuánto tiempo dura la tribulación?


15. ¿Dónde enseña la Biblia una tribulación de siete años?
La creencia de que la tribulación durará siete años vie­
ne del calendario profètico de D aniel 9:24-27,
específicamente del versículo 27:

Y por otra semana [el Anticristo] confirmará el


pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar
el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedum­
bre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta
que venga la consumación, y lo que está determinado
se derrame sobre el desolador.

La «semana» a la que se refiere Daniel es entendida


por la mayoría de los eruditos acerca de la profecía como
una «semana de años» o siete años. Estos años siguen al
intervalo de las «siete semanas y sesenta y dos semanas»
que aparecen en Daniel 9:25. En Daniel 9:2, Daniel estaba
pensando en los años del cautiverio de Israel en Babilonia.
Este cautiverio había sido profetizado por Jeremías como
un período de 70 años.

Toda la tierra será puesta en ruinas y en espanto; y


servirán estas naciones al rey de Babilonia setenta
40 La tribulación

años. Y cuando sean cumplidos los setenta años, cas­


tigaré al rey de Babilonia y a aquella nación por su
maldad, ha dicho Jehová, y a la tierra de los caldeos;
y la convertiré en desierto para siempre (Jeremías
25:11, 12).
Porque así ha dicho Jehová: Cuando en Babilonia
se cumplan los setenta años, yo os visitaré, y desper­
taré sobre vosotros mi buena palabra, para haceros
volver a este lugar (Jeremías 29:10).

Mientras Daniel estudiaba las palabras de Jeremías y


oraba (Daniel 9:3-19), se le apareció el ángel Gabriel para
revelarle el calendario profètico que se encuentra en Daniel
9:24-27. El término hebreo empleado para «semanas» en
este pasaje significa «sietes» o «unidades de siete», sin
especificar si significan días, meses o años. En este pasaje,
sólo «años» se ajusta con el calendario, porque un período
de 490 días o de 490 meses es históricamente un período
de tiempo demasiado breve. Las setenta semanas han de
ser un período de 490 años (70 x 7). La septuagésima
semana, por tanto, ha de ser también un período de siete
años. El doctor Walvoord escribe así acerca de esto:

Sin embargo, el único sistema de interpretación que


da ningún sentido literal a esta profecía es el que con­
sidera las unidades de tiempo como años proféticos
de 360 días cada uno siguiendo la costumbre judía de
tener años de 360 días con un mes extra ocasional
insertado para corregir el calendario según fuese ne­
cesario. Por tanto, las setenta veces siete son 490 años,
con el comienzo en el momento de «la salida de la
orden para restaurar y edificar a Jcrusalén» que se
encuentra en el versículo 25, y la culminación de los
490 años más adelante en el versículo 27. Antes de
detallar los acontecimientos entre la sexagésima no­
vena septena y los últimos siete años, Daniel da la
perspectiva global en el versículo 24. Se debe prestar
una cuidadosa atención al carácter preciso de esta
importante profecía fundamental.1 19
*
6
16. ¿Cómo concuerdan los indicadores de tiempo de
Apocalipsis con la tribulación?
El libro de Apocalipsis da varios indicadores tempora­
les. Entre ellos se incluyen:
¿XUittii pastini por In tributiti liìn? 41

• un linnpn, y tiempo», y lu imlml ile un tiempo (chIo


es, .1 1/2 artos).
• 1.260 días (Apocalipsis 11:3),
• 42 meses (Apocalipsis 11:2; 13:^ .

listos iiuliciiilorcN tcmporuIcH, cada uno de ellos una


lunnciu dileientc ile imllcnr tres unos y medio, reflejan las
dos mitades ilei período trihulacional de siete años y me­
lilo ile la septuagésima semana tal como se desarrolla en
base tic Daniel 9:24-27.
17. ¿Es In (irán Tribulación de duración diferente a
la tribulación?
Por cuanto hemos observado en la pregunta 2 que la
tribulación se refiere a los siete años de la septuagésima
semana de Daniel, mientras que la Gran Tribulación es la
segunda mitad de este período de siete años, seguiría de
ello que son de diferente duración.

Q U IN TA P A R T E

¿Quién pasará por la tribulación?


18. ¿Qué relación tiene Israel con la tribulación?
En la pregunta 10, vimos que una de las principales
razones para la tribulación era preparar a Israel para su
conversión. Así, tanto Israel como nación y como pueblo
experimentará las manifestaciones del mal durante esta era.
De hecho, muchos de los acontecimientos de la tribula­
ción giran en torno a Israel. Tanto geográficamente como
en sentido espiritual, Israel está en el centro de la escena
durante la tribulación.
19. ¿Qué relación tienen los gentiles con la tribulación?
Debido a que la tribulación es de alcance mundial, todas
las personas o naciones quedarán afectadas. Lo mismo que
durante el diluvio de la era de Noé, no habrá escapatoria.
Así, los gentiles serán juzgados en base de su trato a Israel
y de su rechazamiento de Jesús como el Señor y Salvador
de la humanidad. Sin embargo, multitudes de gentiles
acudirán a la fe en Cristo durante la tribulación:

Después de esto miré, y he aquí una gran multitud,


la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus
42 La tribulación

y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y


en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas,
y con palmas en las manos; y clamaban a gran voz.
diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que
está sentado en el trono, y al Cordero* (Apocalipsis
7:9, 10).
20. ¿Qué relación tiene la iglesia con la tribulación?
Antes del comienzo de la tribulación, Jesucristo apare­
cerá en las nubes y los creyentes, tanto los vivos como los
muertos, serán arrebatados a Él. El pasaje central para esto
se encuentra en Primera Tesalonicenses 4:16, 17:

Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz


de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del
cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Lue­
go nosotros los que vivimos, los que hayamos queda­
do, seremos arrebatados juntamente con ellos en las
nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos
siempre con el Señor (1 Tesalonicenses 4:16,17).

Cuando tenga lugar el arrebatamiento, la iglesia como la


conocemos hoy será reunida al Señor y por ello no estará
presente en la tierra durante la tribulación. Eso es confirma­
do por Pablo en Primera Tesalonicenses y por Juan en Apo­
calipsis. Pablo anima a los cristianos a «esperar de los cielos
a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos
libra de la ira venidera» (1 Tesalonicenses 1:10). Pablo pro­
sigue en Primera Tesalonicenses 5:1-11 con la descripción
de la era de la tribulación y los acontecimientos que se rela­
cionan con ella. Da seguridades a sus lectores de que la
iglesia no pasará por ese tiempo: «Porque no nos ha puesto
Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de
nuestro Señor Jesucristo, quien murió por nosotros para que
ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente
con él» (1 Tesalonicenses 5:9, 10).
El doctor Walvoord sumariza este pasaje de manera muy
clara: y

Esta es una negación categórica de que la iglesia


vaya a pasar por la tribulación, que es descrita como
un día de ira (Apocalipsis 6:17). Todo el argumento
de esta sección es que el cristiano no entrará en el D '
del Señor, que él pertenece a un día diferente 13
está esperando la venida del Señor, y no el Día
¿ Quién pasará por la tribulación ? 43

Señor. La idea que a veces se presenta de que los


cristianos serán preservados a través de la tribulación
y de que es en este sentido que serán guardados de la

ira de Dios no se ajusta a la realidad. No se trata de


que el cristiano vaya a ser preservado de la ira, lo cual,

naturalmente, es siempre cierto bajo todas las


circunstancias, incluso si un cristiano es martirizado; se
trata más bien que ésta no es nuestra cita. Las
características del día de la ira, que se desarrollan en
el libro de

Apocalipsis y que se anticipan en profecías acerca del


Día del Señor en el Antiguo Testamento, revelan
formas de juicio divino que inevitablemente afligirán
a toda la raza humana. Guerra, pestilencia, hambre,
terremotos y estrellas cayendo del cielo no son cosas

de natural selectivas, sino casi universales en su


aplicación. Esta no es la cita que tiene el cristiano,
que espera la venida del Señor en el arrebatamiento.20

Esta preservación de la tribulación o «ira que ha de venir»


es reiterada por Juan, que registra las palabras del Señor:
«Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo
también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir
sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la
tierra» (Apocalipsis 3:10).
La iglesia como cuerpo de Cristo no estará presente en
la tribulación. Escribe el doctor Walvoord:

La naturaleza de la tribulación, si las Escrituras


relacionadas con ella se interpretan de manera nor
mal y literal, no da base alguna para la idea de que la
iglesia, el cuerpo de Cristo, los santos de esta edad
presente, se verá forzada a permanecer en la tierra a
través de la m ism a. Según las E scritu ras, es
específicamente el tiempo de la angustia de Jacob
(Jeremías 30:7) y coincide con los últimos siete años
del programa de Israel tal como se bosqueja en Da
niel 9:24-27
Es sumamente significativo que los términos
normalmente empleados acerca de la iglesia y que la
establecen aparte como distinta de los santos
de las eras anteriores nunca se encuentran en ningún
pasaje tribulacional ... que haya referencias a Israel,
44 La tribulación

A unque la iglesia no está presente durante la tribuía,


ción, habrá hom bres y m ujeres que llegarán al conocimien-
to salv ad o r de Je su c risto . H a b rá p e rso n a s redimidas
viviendo en la tierra d u ran te la tribulación. El doctor
W alvoord observa:

Los escogidos o los salvados del período de la tri­


bulación se com ponen de judíos y gentiles que se vuel­
ven a C risto para salvación. D urante la prim era parte
del período entre el arrebatam iento y la segunda ve­
nida de Cristo, hay alguna libertad religiosa, como se
indica por la restauración de los sacrificios judíos. Pero
con el com ienzo de la gran tribulación, esta libertad
term ina abruptam ente, y cesan los sacrificios judíos.
Todos los que se oponen a la deificación y a la adora­
ción del dictador m undial son som etidos a persecu­
ción. Tanto judíos com o cristianos pasan a ser objeto
de esta opresión satánica, y m uchos son martirizados.
Los elegidos son liberados por el regreso de Cristo al
final del período de la tribulación.22

En A pocalipsis 6:9-11 leemos:

Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las


almas de los que habían sido m uertos por causa de la
palabra de Dios y por el testim onio que tenían. Y cla­
maban a gran voz, diciendo: ¿H asta cuándo, Señor,
santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre
de los que moran en la tierra? Y se les dieron vestidu­
ras blancas, y se les dijo que descansasen todavía un
poco de tiempo, hasta que se com pletara el núm ero
de sus consiervos y sus herm anos, que tam bién h a­
bían de ser muertos como ellos.

Estos versículos describen el juicio del quinto sello v


presuponen acontecimientos anteriores que suceden ^
bre la tierra. El hecho de que el versículo 9 se re fie re ^
mártires implica que hay creyentes que han sido m uertos
en la primera etapa de la tribulación, a causa de su fe
Hay también el testimonio de los 144.000 judíos des­
critos en Apocalipsis 7:1-8. El doctor Ryrie escribe acero*
de ellos: a

Son judíos de las doce tribus, y realizan algún s


vicio especial para Dios. Si el sello que se les p o n eo s
¿ P o r q u é tiene im po rtan cia la trib u la ció n ? 4 5

una marca visible o alguna característica peculiar, no


se declara ni se implica en el texto. Un sello no tiene
que ser visible para que sea real (Efesios 4:30). Es
primordialmente una garantía de posesión y seguri­
dad. Ambas ideas están implicadas en el sellamiento
de este grupo. Estos individuos son posesión de Dios,
lo cual significa que son redimidos. Dios los mantie­
ne seguros, lo que puede significar que los protege de
sus enemigos mientras completan su servicio en la
tierra para Él.23

A continuación del arrebatamiento seguirá habiendo


Biblias, literatura religiosa, y muchas personas que han
conocido el evangelio antes del arrebatamiento pero que
no se han convertido aún al cristianismo. Esos materiales
serán empleados, y muchos incrédulos evangelizados pre­
viamente llegarán a la fe en Jesucristo. Será por esos me­
dios y por esas personas, además del ministerio de los
144.000, que habrá cristianos durante la tribulación. Lee­
mos en Apocalipsis 14:4 que los 144.000 «fueron redimi­
dos de entre los hombres como primicias para Dios y para
el Cordero». Esto es una confirmación adicional de que
habrá muchos nuevos creyentes durante este tiempo. Y así
como en los primeros tiempos de la fe, muchos serán
martirizados a causa de sus creencias.

SEX TA PA R T E

¿Por qué tiene importancia la tribulación?


21. ¿En qué me atañe el tema de la tribulación?
La tribulación es importante para los cristianos hoy por
varias razones. En primer lugar, el estudio de la Palabra de
Dios es siempre importante, y debe llevarse a cabo con
extremo cuidado. Sea cual sea el tipo de los pasajes que se
estudien, sean pactos o cronología, poesía, parábola o
profecía, todos deben estudiarse y aplicarse con diligencia.
«Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar,
para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin
de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente
preparado para toda buena obra» (2 Timoteo 3:16, 17). La
tribulación es importante porque la Escritura la enseña.
En segundo lugar, la tribulación es importante porque,
en un sentido, Satanás queda desenmascarado, y vemos
46 La tribulación

sus intenciones últimas y sus propósitos finales. Este en­


tendimiento de su plan, si se aplica de manera apropiada
puede ayudar al creyente hoy en la guerra espiritual.
Por ejemplo, observamos que durante la tribulación Sa­
tanás emplea la religión de una manera falsa y engañosa.
Esto se levanta como una advertencia para nosotros hoy.
Tercero, la tribulación es importante para nosotros porque
mucho de lo que vemos hoy y que hemos visto en el pasólo
es un precursor de lo que vendrá. Por ejemplo, el actual im­
pulso hacia el globalismo no debería sorprender a los que son
conocedores de lo que la Biblia nos enseña que hay en el
porvenir. Por cuanto nuestro Dios Soberano ha preordenado
estos acontecimientos, deberíamos confortamos sabiendo que
Él está al control. Este tiempo futuro de mal es el pleno desa­
rrollo de la naturaleza pecaminosa del hombre en conjunción
con el plan rebelde de Satanás. Pero ambos serán llevados al
juicio de un Dios justo y omnipotente.
Conclusión
La historia humana ha estado llena de tragedias y deses­
peranza personal, nacional e internacional. A lo largo de
cada siglo, de cada imperio y de cada era ha habido múlti­
ples manifestaciones del pecado original, de la Caída y de
actividad satánica. Los pasajes de la profecía bíblica (y otras
secciones de las Escrituras) enseñan con claridad que el fu­
turo traerá un período específico de trauma y tragedia cre­
cientes durante los que el terror y la tribulación serán a la
vez intensos e internacionales. Esta era durará siete años, y,
después de la batalla de Armagedón, culminará en la segun­
da venida del Señor Jesucristo para establecer su reinado
milenario sobre la berra. Creemos que esta era tribulacional
de destrucción y persecución seguirá al arrebatamiento de
la iglesia. Sin embargo, esta creencia no exime a los cristia­
nos contemporáneos de sus responsabilidades diarias del
evangelismo, discipulado o vida de santidad. La tribulación
es cosa cierta, pero también lo es la victoria T i"
tribulación, lo que nos debe atañer no es vivir aqTeTosdíls

que los días son malos» (Efesios 5:16, 17). mP°» Por~
N otas
Para un tr a ta m ie n to
más exhaustivo de estos pasajes, véase
i.
I Randall Price, «Old Testament Tribulation Terms», en
When the Trumpet So u n d s , eds. Thomas Ice y Timothy
Demy (Eugene, OR: Harvest House Publishers, 1995), pp.
57-84.
2. Uno de los más legibles y extensos tratamientos acerca de
la cronología de las Setenta Semanas se encuentra en Harold
W. Hoehner, C hronological A sp ects o f the Life o f C hrist
(Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1977), pp.
115-139. Una presentación más popular es la de Herb
Vander Lugt, The D aniel Papers (Grand Rapids: Clase Bí­
blica Radial, 1994).
3. Hoehner, C hronological A sp ects, p. 139.
4. Charles H. Dyer, «Jeremiah» en The B ib le K now ledge
Com mentary: O ld Testam ent, eds. John F. Walvoord y Roy
B. Zuck (Wheaton, IL: Victor Books, 1984), p. 1168.
5. Stanley D. Toussaint, «The Contingency of the Coming of
the Kingdom» en Integrity o f H eart, Skillfulness o f H ands:
B iblical a n d L eadership Studies in H o n o r o f D onald K.
Cam pbell, eds., Charles H. Dyer y Roy B. Zuck (Grand
Rapids: Baker Book House, 1994), p. 224.
6. Price, «Old Testament Tribulation Terms», p. 71.
7. Ibid., p. 72.
8. «2Thessalonians», The E x p o sito r’s B ib le Com mentary, 12
vols. Robert L. Thomas, Frank Gabelein, redactores gene­
rales (Grand Rapids: Zondervan, 1978), 11:224, 225.
9. Charles C. Ryrie, E l E sp íritu Santo (Grand Rapids: Edito­
rial Portavoz, 1993), p. 129.
10. John F. Walvoord, The H o ly S pirit (Findlay, OH: Dunham
Publishing Co., 1958), p. 229.
11. Ibid., p. 231.
12. Ibid., p. 230.
13. Arnold G. Fruchtenbaum, The Footsteps o f the M essiah: A
Stu d y o f the S equence o f P rophetic E vents (San Antonio,
TX: Ariel Press, 1982), pp. 122-126.
14. Ibid., pp. 123, 124.
15. Ibid., p. 125.
16. Seguimos los acontecimientos tal como están bosquejados
en Fruchtenbaum, Footsteps, pp. 135-191.
17. Para una interacción más extensa con el pretensmo, véase
H. Wayne House y Thomas Ice,
B le s s in g o r C u r s e ? A n A n a ly s is o f .u s iii
Reconstructionism (Portland: M u ltn o m a h ess, ,p
n M ). 3 3 4 .
Charles C. Ryrie. Teología básica (Miami: Editorial Urnltt.
18.
1993). P 532
47
48 La tribulación

19. John F. Walvoord, Daniel: The Key to Prophetic Revelation


(Chicago: Moody Press, 1971), pp. 219, 220.
20. John F. Walvoord, The Chinch in Prophecy (Grand Rapids:
Zondervan Publishing House, 1964), p. 91.
21. Ibid., pp. 129, 130.
22. John F. Walvoord, The Millennial Kingdom (Findlay, OH:
Dunham Publishing Co., 1958), pp. 257, 258.
23. Ryrie, Teologia bäsica, p. 536.

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